2 días en A Coruña es todo lo que necesitas para disfrutar de su buen rollo y de su gastronomía.
Pasar 48 horas en la capital gallega significa comer pero que muy bien, disfrutar del ambientazo de sus tascas y tabernas, perderse por un centro histórico incomparable, caminar frente a las olas atlánticas por su emblemático Paseo Marítimo y disfrutar de su hermosa arquitectura y de su apasionante vida cultural. A Coruña es una ciudad siempre alegre y bulliciosa, sin duda la más juerguista de las urbes gallegas, en la que vamos a estar integrados desde el primer momento dado el carácter acogedor y abierto de sus habitantes.
Monumentos a tutiplén: la Torre de Hércules y más
Es imprescindible reservar fuerzas para subir los 234 escalones que nos conducen a lo alto de la Torre de Hércules, emblemático monumento de la ciudad con bonitas e “instagrameables” vistas. Este antiguo faro de navegación, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, data del siglo I d.C. y está rodeado de un interesante museo al aire libre.
Tras la visita, no podemos dejar de dirigirnos a la Plaza de María Pita, centro neurálgico de la vida en la ciudad que acoge un imponente palacio, sede del ayuntamiento. La Colegiata de Santa María do Campo o la Iglesia de Santiago Apóstol son algunos de los lugares de visita obligada en la capital gallega.
Museos para todos los gustos: del Aquarium a la Casa de las Ciencias
El completo Aquarium Finisterrae es un lugar de culto si vamos con niños (y si no, también). Por otra parte, la ciudad está muy volcada con la ciencia, como confirman sus tres museos dedicados a la materia que harán las delicias de grandes y pequeños: el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MuNCyT), el Domus y la Casa de las Ciencias. Pero hay muchos más. Los amantes de la literatura podrán decidirse por el Museo Emilia Pardo Bazán, mientras que los aficionados al arte disfrutarán de las obras del Museo de Bellas Artes.
Del Paseo Marítimo a San Carlos: A Coruña con vistas
Si no estamos para museos y el cuerpo nos pide perdernos por las calles de esta ciudad abierta al mar y disfrutar de las hermosas vistas que ofrece desde casi cualquier lugar, no podemos dejar de subir al Xardín de San Carlos, un antiguo castillo desde cuyo mirador se observa todo el puerto coruñés, ideal para visitar al atardecer. ¿Más planes? El ascensor panorámico del Monte de San Pedro ofrece las que para muchos son las mejores vistas de la ciudad, además de que podremos hacernos fotos posando ante sus numerosos cañones. La Ventana al Atlántico, de Francisco Pazos, también ofrece bonitas vistas del mar. Todo ello, sin olvidar su emblemático Paseo Marítimo, el más largo de Europa gracias a sus 13 km de longitud y todo un símbolo de la ciudad. Si tenemos tiempo, nada mejor que alquilar una bici y recorrerlo a pedales mientras contemplamos la siempre efervescente vida en el litoral coruñés.
Shopping: de los mercados a las tiendas
No podemos visitar A Coruña sin darnos un paseo por el Mercado de San Agustín, donde vamos a disfrutar de un despliegue de espectaculares mariscos y pescados, productos del huerto, opciones gourmet y, en definitiva, lo más florido de la gastronomía gallega ante nuestros ojos.
Si nos gusta el shopping, vamos a volvernos locos en una ciudad que destila estilo por los poros, no en vano es el epicentro de esa moda gallega tan emblemática que triunfa alrededor del mundo. La Calle Real, la Plaza de Lugo o el centro comercial Marineda City (uno de los más grandes de Europa) son buenos rincones para hacernos con alguna prenda innovadora y disfrutar de una tarde de tiendas.
Comer y beber: A Coruña gourmet
A Coruña presume de restaurantes de alta gastronomía, como el inefable Árbore da Veira, con una estrella Michelin, pero también con numerosas tascas y tabernas perfectas para entregarnos a los placeres de la gastronomía gallega en un ambiente informal. La ciudad combina como pocas, pues, los restaurantes de espíritu hipster, donde el mejor producto gallego convive con técnicas contemporáneas, con locales de toda la vida en los que comer de maravilla. Por no hablar de coctelerías de autor como la sensacional Bordello.
Boca Negra o Eclectic son algunos restaurantes que nos muestran la cara de esa Coruña más contemporánea, que mira a las grandes capitales siempre desde el más profundo respeto a su producto y su tradición, mientras que, si buscamos un tapeo algo más gamberro, nada mejor que perdernos sin rumbo por las calles que se encuentran entre la Plaza María Pita y la calle Estrella, así como las del entorno de la Plaza España.
A Coruña siempre atrapa. ¿A qué esperas para visitarla?