Asturias es Cantábrico, es olor a sal y a brisa marina, es tierra de pescadores y armadores y de playas de arena blanca y dorada… Ven con nosotros a conocer esta costa, una de las más salvajes y fascinantes del norte de España.
- Pueblos que desafían a la naturaleza
Desde Castropol hasta Bustio, Asturias cuenta con casi una veintena de villas marineras a lo largo de sus más de 400 kilómetros de costa. Con el mar Cantábrico como frontera natural, la arquitectura de localidades como Cudillero o Lastres no deja indiferente a nadie, ya que están construidas casi en vertical, sobre colinas que caen al mar. Casas pintorescas, callejones estrechos, cuestas adoquinadas... el tiempo se detiene mientras se pasea por aquí.
- Playas de infarto
Tanto si te gusta pasar las horas tumbado al sol como si prefieres practicar algún deporte acuático, Asturias es tu lugar. Su costa, que cuenta con más de 200 playas, puede presumir de ser una de las mejores conservadas del país. Escoger una playa como favorita es prácticamente imposible, pero quizás las más espectaculares son aquellas que se esconden a los pies de los acantilados y a las que solo se puede llegar a pie. Este 2018, además, un total de 6 arenales lucen la bandera "Q" de Calidad Turística: Toró y Palombina en Llanes, Santa Marina en Ribadesella y Arbeyal, Poniente y San Lorenzo en Gijón.
- Ballenas en la costa
Es difícil comprender la identidad de muchos pueblos asturianos sin hablar de su tradición pesquera, aunque la región tuvo también un pasado ballenero poco conocido. Son muchas las crónicas que dan cuenta de este tipo de pesca, que se introdujo en Asturias gracias a los marineros vascos, y que tuvo su punto álgido durante los siglos XV y XVI. Por motivos evidentes, esta es ya una práctica extinta, y aunque las ballenas ya no son un animal muy común en las costas asturianas, sí que es posible avistar otros cetáceos como delfines o cachalotes.