El próximo 26 de mayo se celebra en Kiev la final de la Champions. Es la primera vez que tiene lugar en Ucrania y la segunda que visita un país del este, después de la final de 2008 en Moscú.
Ucrania es un país alejado de los focos turísticos, del que conocemos realmente poco, por lo que este acontecimiento puede servir para acercarnos un poco más a su historia y conocer los puntos de interés de su capital, que los tiene (y muchos). Te proponemos una escapada de fin de semana a Kiev repleta de monumentos, mercados, iglesias y, por supuesto, fútbol.
Empezamos sin dejar el balón de lado. Viajamos a 1942, en plena Segunda Guerra Mundial. Quizás hayas oído hablar del “partido de la muerte”, un partido de fútbol que enfrentó a soldados alemanes y un conjunto de prisioneros ucranianos. La leyenda dice que los ucranianos vencieron, a pesar de ser amenazados varias veces durante el partido para que no lo hicieran. Tiempo después, la mayoría de estos futbolistas ucranianos murieron en campos de concentración por aquel acto de desobediencia, según la versión oficial. Cierto o no (hoy día hay voces que ponen en cuestión la épica de esta historia), este partido, que inspiró la película Evasión o victoria, es todo un símbolo de resistencia en Ucrania y hasta tiene su propio monumento en la ciudad, cerca del antiguo Zenit Stadium.
Pongámonos ya el traje de turista. En el centro de Kiev, a la izquierda del río Dniéper, se encuentra la zona monumental. Aquí puedes, por ejemplo, hacer tu propio tour de iglesias: el Monasterio de las Cuevas, la Iglesia Saint Andrews, la Catedral de Santa Sofía y el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, todas de estilo bizantino. Entre ellas nos quedaríamos con la Catedral de Santa Sofía, verdadero icono de la ciudad y denominada así con el fin de convertir a Kiev en la “Nueva Constantinopla”, como se llamaba hace diez siglos.
La plaza más importante (y podríamos decir del país) es la Plaza de la Independencia (Maidan, en ucraniano), lugar emblemático y símbolo de la historia ucraniana. Fue el epicentro de las manifestaciones de la revolución naranja de 2004 y las europeístas de 2013, las últimas que ha vivido el país. Desde esta plaza se llega a la calle Khreschatyk, la avenida principal de Kiev, el lugar en el que debes estar si tu objetivo es hacer shooping, comer en restaurantes conocidos y, en definitiva, pasear por la zona comercial de la capital ucraniana.
Si eres de estómago inquieto y prefieres investigar más, visita el Mercado Besarabsky Rynok, no muy lejos de la calle Khreschatyk. Por ahí se dice que los ucranianos son los italianos de la Europa del este en lo que a comida respecta, y en este ruidoso mercado podrás corroborarlo. Pon a prueba tu apetito: quesos, borscht (sopa de verduras de un color rojo intenso), caviar y vodka, claro, que para algo estás en un país del este.
Muy cerca de la Catedral está el pintoresco Arco de la amistad. Como su nombre indica, se trata de un gran arco rematado con luces de neón que pretende simbolizar la unión de los pueblos. Esta construcción tan kitsch se encuentra en lo alto de un monte, lo que la convierte en uno de los elementos más reconocibles del skyline kievita y desde el que puedes contemplar una bella postal de la ciudad.
Y al suroeste, el estadio donde se jugará la final, el denominado Estadio Olímpico de Kiev. Reformado para albergar la Eurocopa de 2012, el estadio es uno de los puntos históricos de la ciudad, ya que sus continuos cambios de nombre y remodelaciones ilustran los cambios que ha sufrido el país en el último siglo. Este imponente estadio clausurará la temporada futbolística 2017/2018, semanas antes de que arranque el Mundial de Fútbol en el país vecino, Rusia.