El Museo Chillida Leku volverá a abrir sus puertas en breve. Una buena excusa para volver al autor, a su ciudad natal y a sus obras más icónicas.
El próximo 17 de abril volverá a abrir sus puertas el museo Chillida Leku, cerca de San Sebastián, el espacio artístico al aire libre que adquirió en los años ochenta el escultor Eduardo Chillida. Este amplio enclave de jardines y bosques alberga más de 40 obras del escultor vasco, un lugar (leku, en euskera) que cuidó el escultor junto a Pilar Belzunce, su esposa, y que cerró en 2011 debido a la crisis y la falta de ayudas.
Su reapertura ha sido posible gracias al impulso conjunto de la familia Chillida y la galería suiza Hauser & Wirth, y será una gran oportunidad para volver a poner en valor la obra del escultor guipuzcoano, un autor que supo integrar en el paisaje vasco los materiales industriales de la región con los que trabajó durante su vida.
Ubicado en Hernani, a 7 kilómetros del centro de San Sebastián, el espacio ocupa 11 hectáreas de terreno y tiene el caserío de Zabalaga, una construcción tradicional vasca de hace 5 siglos, como la edificación central del museo. A partir de abril se podrá visitar el bello recinto, que tiene obras importantes del autor como Buscando la luz y Lotura XXXII y que, además, según su nueva directora, Mireia Massagué, pretende ser un lugar de encuentro internacional que busque la complicidad de la sociedad local.
San Sebastián, ligada a la cultura a través de innumerables eventos anuales, vuelve a tener en su radar un museo de referencia que muchos dábamos por perdido. La reapertura del museo Chillida Leku pondrá de nuevo en el mapa la obra de la última etapa artística de Eduardo Chillida.
Más allá del País Vasco, la obra de Chillida ha sabido trascender su entorno y habita, siempre en armonía, en otros enclaves. Muchas ciudades albergan monumentos y esculturas ideadas por el artista.
Barrio de Gótico de Barcelona
Situado en plena Plaça del Rei, la obra Topos V fue adquirida por el ayuntamiento de Barcelona a mediados de los ochenta. El hierro de la escultura contrasta con la construcción gótica de la plaza.
Muelle de la Sal de Sevilla
Frente a Triana se erige el Monumento a la Tolerancia de Chillida que inauguró en Sevilla con motivo de la Exposición Universal de 1992. Según sus propias palabras, se construyó con la idea de que Sevilla llegase a ser el sitio donde el pueblo judío, árabe y cristiano se dieran la mano.
Plaza de la Paz de Westfalia, Munster
En Munster, al oeste de Alemania, se encuentra la escultura Tolerancia a través del diálogo, con ciertas resonancias al monumento de Sevilla. No en vano, son dos obras coetáneas en el tiempo.
Barrio de Cimadevilla, Gijón
El monumento Elogio del Horizonte, la evocadora escultura de hormigón que Chillida levantó frente al mar cantábrico en Gijón, se creó en 1990. Su forma sólida parece asemejar un abrazo, como si emergiese para volar hacia el mar. Si te ubicas en su interior, podrás hasta sentir el efecto de las olas.
Playa de la Concha, San Sebastián
Y terminamos con, quizás, la obra más icónica de Chillida, El Peine del viento, situada en un extremo de la playa de la Concha de San Sebastián. Tres sólidas figuras de acero que parecen servir para, como su nombre indica, peinar el viento que entra en la playa.
En definitiva, y por si no te bastaba con el buen comer para visitar San Sebastián, ahora el Museo Chillida Leku te ofrece una excusa más para escaparte al País Vasco.