Aveiro la Venecia portuguesa
03 de agosto, 2015
Su particular orografía han dotado a este enclave de unos canales por los cuales pasan los coloridos barquitos o moliceiros, decorados a modo góndola veneciana, y es por ello que se ha ganado el sobre nombre de “La Venecia de Portuguesa”.
Recorrer sus canales atravesando el centro de la ciudad nos llevó a descubrir sus rincones, sobre todo al pasar por el barrio viejo de Boira Mar, donde se conservan las tradicionales casas y los almacenes de sal de la Ría. Presta atención a sus típicas fachadas de azulejo, las hay por todo Aveiro, son autenticas obras de arte callejeras.
Aveiro tiene un aspecto antiguo que se mezcla perfectamente con la modernidad. Parte de la culpa la tiene la influencia de la universidad que alberga la localidad, dotándola de animación en prácticamente cualquier época del año.
Y además un dulce
Si vas a Oporto, sin duda te acabamos de dar excusa perfecta para visitar este peculiar pueblo, que a buen seguro disfrutarás. ¡Ah! no olvides probar sus dulces típicos los ovos moles, un delicioso dulce originario de las monjas del Convento de Jesús. Cuenta la leyenda que el origen de los ovos moles se sitúa en este convento hacia el s. XVI. Dentro de los votos de pobreza de las monjas se encontraba el no consumir huevos. A pesar de que utilizaban muchos de estos en sus creaciones de repostería, mes a mes almacenaban grandes excedentes. Tal y como relatan escritos de la época, a este hecho se sumó la donación al convento de grandes cantidades de azúcar por parte del rey Manuel I de Portugal. El azúcar, los huevos y la robustez para mover durante horas esta dulce mezcla dieron como resultado lo que hoy conocemos como ovos moles de Aveiro.
La receta casi no ha variado, en la actualidad, muchas reposterías completan este proceso con un almíbar al que, una vez tibio, se le echan las yemas y se mezcla lentamente a fuego lento. Los ovos moles se recubren de oblea y normalmente se les moldea con forma de elementos marinos, tales como conchas, caracolas o peces. El sabor dulzón nos recuerda a un dulce muy típico en nuestro país, las yemas de Santa Teresa de Ávila.
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Texto de Tensi Sánchez de www.actitudesmgz.com
Fotos de Fernando Sanz
03 de agosto, 2015