Naturaleza, mar, pueblos marineros, ciudades monumentales, marcha nocturna, valles y montañas. Hay tantos motivos para visitar Asturias que nos ha costado escoger solo 10.
Es raro viajar a Asturias y no enamorarse de un territorio que tiene de todo y para todos los gustos. Los gourmets irán de plato en plato, desde los más clásicos como la fabada, el chorizo a la sidra, el pastel de cabracho o los quesos artesanales, hasta los más vanguardistas. Los amantes de la arquitectura y la historia serán felices en ciudades monumentales como Oviedo, Gijón o Avilés. Los fiesteros querrán quedarse a vivir en esta tierra tan animada y de arraigadas tradiciones, y, por supuesto, los amantes de la naturaleza no van a cansarse nunca de caminar por todos los rincones de Asturias, que cuenta ni más ni menos que con 7 Reservas de la Biosfera, entre las que se encuentran los archiconocidos Picos de Europa.
Si a esto añadimos que Asturias tiene además mar y muchas sendas para recorrer la costa, y que sus habitantes son siempre cálidos y amables, el flechazo está servido: ¡Volamos a Asturias!
1. Parque Nacional Picos de Europa
Los Picos de Europa son, sin duda, uno de los lugares más bonitos del mundo. Naturaleza en estado puro: pastizales, bosques, majadas, zonas verdes, lagos y senderos en la zona de menor altitud y, a medida que tocamos las nubes, altas y escarpadas cumbres. Hay tanto que ver en el Parque Nacional Picos de Europa que necesitaremos más de un día: los Lagos de Covadonga; el pueblo de Bulnes, al que se accede a pie por la canal del Texu o en un tren cremallera; Sotres, otro pueblo que representa la esencia de Picos de Europa, o el Picu Urriellu (también conocido como el Naranjo de Bulnes), a cuya base podrás llegar a pie en una ruta montañera que requiere cierto esfuerzo.
2. Gijón, frenética y divertida
Efervescente y agradable hasta decir basta, en Gijón nos van a faltar las horas para perdernos por su centro siempre animado en busca de la sidrería perfecta para degustar la mejor gastronomía asturiana, pasear por la Playa de San Lorenzo o por el barrio de pescadores de Cimadevilla, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Recorrer el Paseo de Begoña, con edificios tan importantes como el Teatro Jovellanos y el Café Dindurra, puede ser un plan genial para una tarde tranquila.
3. Oviedo, tras los pasos de La Regenta
Podemos empezar la ruta con un buen desayuno en la Plaza del Fontán, siempre animada, y seguir con un paseo por la Plaza de la Catedral. La ruta de las estatuas es una gran excusa para callejear por Oviedo (¡nos encontraremos incluso a Woody Allen!), y si amamos la literatura nada mejor que seguir por el Casco Histórico la estela de Ana Ozores, la protagonista de la famosa novela La Regenta, y hacer una ruta temática (también podemos contratar alguna de las que se ofrecen).
4. Ribadesella, abierta al mar
Ribadesella es una de las más bellas villas marineras de Asturias y tiene dos preciosas playas: la playa de Santa Marina y la playa de La Atalaya. Ubicada en la desembocadura del río Sella y a orillas del mar Cantábrico, Ribadesella nos brinda un centro histórico precioso. También encontramos reliquias prehistóricas como la Cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2008, que cuenta con un interesante Centro de Interpretación: el Centro de Arte Tito Bustillo. Si vamos en coche, un excelente plan es visitar las aldeas de los alrededores y sumergirnos en rincones de cuento de hadas como Tereñes, Cueves o Sebreñu.
5. Luarca, el rincón occidental
Esta villa marinera es una preciosidad, con sus edificios pintados de blanco a la orilla de un mar cristalino y en ocasiones bravo. Podemos empezar el recorrido reservando mesa en alguno de sus numerosos restaurantes de pescado para después visitar playas como Otur, Barayo y Portizuelo. Sobran los motivos para visitar Luarca y otras localidades cercanas, desde la bonita parroquia de Trevías hasta antiguos puertos balleneros como el de Cadavedo.
6. Una gastronomía única
Una de las bondades de Asturias es que se come muy bien, ya sea en sus restaurantes, sidrerías, casas de comidas o bares, tanto en las ciudades como en los pueblos o en bellos parajes de la geografía astur. El recetario asturiano es muy amplio: guisos, pescados y mariscos, carnes, verduras y hortalizas… la mejor despensa y las mejores elaboraciones. Y siempre con la posibilidad de un maridaje con Sidra de Asturias o Vino de Cangas. Eso sí, vayas donde vayas en Asturias, tienes que probar la sidra natural escanciada: es todo un espectáculo, tanto el sabor como la puesta en escena.
7. Senderismo para todos los gustos
La variedad paisajística de Asturias hará que encontremos rutas para todos los gustos, desde las más sencillas, perfectas para hacer en familia, a algunas para montañeros de expertos. Picos de Europa ya es por sí mismo un festival de senderos y canales, pero también existen otras rutas fuera del parque y en otras zonas de Asturias. La Senda del Oso o la Ruta del Prerrománico de Monte Naranco son algunas de ellas. O la Senda Costa Naviega, un recorrido espectacular por la Costa Cantábrica. Y lo dicho, estos son solo algunos ejemplos de los numerosos senderos que nos regala la naturaleza asturiana para disfrutar de sus paisajes a pie.
8. Llanes, localidad portuaria
Esta villa marinera, ubicada en la zona oriental de Asturias, es mucho más que playas bonitas y hermosas arquitecturas que miran al mar. No podemos visitar Llanes sin pasarnos por el Paseo de San Pedro, contemplar el Palacio de los Duques de Estrada, o visitar la Basílica de Santa María del Conceyu, para continuar con un paseo por su siempre animado puerto, donde están Los Cubos de la Memoria, y acabar visitando su faro.
9. Cudillero, el anfiteatro de Asturias
Cudillero es una de las villas marineras más seductoras y coquetas de Asturias, con sus callejuelas estrechas y en ocasiones laberínticas. Nos vamos a volver locos recorriendo a pie sus rincones, descubriendo escaleras, pasadizos, terrazas y balcones, de los que a veces cuelgan los famosos curadillos (pequeños escualos que secan al sol). Si nos adentramos en el anfiteatro (el nombre que reciben las casas de pescadores escalonadas en la montaña, con la plaza de San Pedro en el medio), y seguimos los peces azules que hay pintados en el suelo, podremos zigzaguear hasta lo más alto de esta localidad.
10. Naturaleza y más naturaleza
Los amantes de la naturaleza deben saber que Asturias cuenta con 7 Reservas de la Biosfera, y que todas y cada una de ellas tiene mucho que ofrecer a los amantes de la Naturaleza. Desde los Picos de Europa, donde encontrarás las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica, hasta el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, donde está Muniellos, el mayor robledal de Europa. Pasando también por el Parque Natural de Redes, el Parque Natural de Somiedo, el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, el Parque Natural de Ponga o el Río Eo, Oscos y Terras de Burón —ésta última reserva es la única de las 7 que se asoma a la costa.
A la vista de este suculento panorama, ¿necesitas más razones para visitar Asturias?
