¿Creías que para ver grandes animales salvajes había que irse muy muy lejos? Pues no, solo tienes que volar a Asturias para ver al impresionante oso pardo cantábrico en acción.
Robusto, con un denso pelaje, omnívoro y, tristemente, una especie en peligro de extinción. Así es el oso pardo cantábrico. Una de las subespecies de oso pardo más pequeñas del mundo que habita en la Cordillera Cantábrica y uno de los grandes tesoros que esconde Asturias. Seguir la pista de estos animales, que pueden llegar a alcanzar los 180 kg, es una buena excusa para perderse por el territorio asturiano. Como si hicieran falta excusas para pasarse a visitar sus espesos bosques, sus montañas que parecen sacadas de un cuento y los pueblecitos de piedra.
¿Dónde habitan los osos pardos?
En la Cordillera Cantábrica hay alrededor de 350 osos. No obstante, las mayores poblaciones están en Asturias, distribuidas, entre otros lugares, en el parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Este parque es el mejor lugar para el avistamiento de osos. Además de ser Reserva de la Biosfera, fue el refugio de la especie en los años 80 y donde comenzó su significativa recuperación.
Si te has quedado con ganas de más, puedes acercarte al Parque Natural de Somiedo, donde estos animales corretean a sus anchas. ¡Imposible no enamorarse de los cachorritos! Casi se nos olvida que estos animales en realidad son peligrosos y que hay que ir con extremo cuidado: nada de molestarlos, y menos si van con crías. Si queremos verlos sin sustos, lo mejor es hacerlo con algunas de las compañías que organizan rutas guiadas y que ofrecen visitas para la interpretación de su hábitat.
¿Por dónde empezar? La Casa del Oso.
Una buena manera de familiarizarse con los osos es visitar La Casa del Oso, en Proaza, que funciona como centro de bienvenida para visitantes y punto de información turística. Además de mucha información en formato audiovisual, en el centro hay una zona de actividades infantiles y una tienda para llevarse un recuerdo de este bonito animal (imposible no caer en la tentación).
Frente a la Casa del Oso, no hay que perderse los dos cercados oseros que se construyeron en su día para la conservación del oso pardo cantábrico. Aprenderás todos los secretos sobre su vida y, de seguro, te rendirás a su encanto.
¿Ganas de más? Somiedo y el Oso
En Pola de Somiedo encontramos el Centro de Interpretación Somiedo y el Oso, una iniciativa de la Fundación Oso Pardo que pretende dar a conocer la relación que han mantenido tradicionalmente los habitantes de estos parajes asturianos con los osos. La experiencia comienza con una visita a la llamada Sima de los Osos, una cueva somedana donde los espeleólogos han podido recuperar restos de osos y otra fauna autóctona. También se puede disfrutar de vídeos para conocer mejor a estos animales y de itinerarios de rastreo y búsqueda de huellas.
La Senda del Oso en bici
Llegados a este punto, quien más quien menos se habrá enamorado de estos animales que salen de sus cuevas en abril y mayo para pasar el verano a cuerpo de rey en las montañas asturianas. Si además te gusta la bici, podrás seguir los pasos del oso pardo sobre dos ruedas gracias a La Senda del Oso en Bicicleta, un divertido recorrido a pedales por el hábitat del oso. Hay varias opciones, desde las más sencillas (perfectas para pasar una mañana en familia) a otras de dificultad alta, solo aptas para ciclistas veteranos acostumbrados a pedalear en montaña. Pese a que la Senda del Oso abarca 30 km, también puede hacerse a pie, ya sea entera o simplemente algún tramo, ya que el paisaje es espectacular.
¿Y si me encuentro un oso?
Es muy extraño que te encuentres un oso si caminas por tu cuenta, ya que son animales sigilosos, que suelen salir al amanecer o atardecer para evitar las horas de más calor. Por eso, lo mejor es contratar una actividad organizada para asegurar el tiro y ver osos (y otra fauna: en Asturias hay ciervos, pájaros y muchísimo más). ¡Las hay para todos los gustos!
Si, pese a todo, se alineasen los planetas y pasase algo tan improbable como cruzarte cara a cara con un oso, nada mejor que mantenerte tranquilo y quieto, sin chillar ni emitir sonidos y sin echar a correr.
¿Ya te ha picado el gusanillo? Reserva un Vueling a Asturias, prepara las botas de montaña y descubre cómo vive el oso pardo cantábrico en las montañas asturianas.
