Descubre Andalucía: un viaje inolvidable por sus 8 provincias, donde la historia, la gastronomía, la naturaleza y las playas se combinan para ofrecer experiencias únicas.

Andalucía es ese lugar al que viajas buscando algo y al final te lo llevas todo: historia, arte y monumentos que te dejan de piedra, playas que parecen editadas con Photoshop, pueblos blancos de cuento de hadas y una gastronomía que invita a la fiesta y la sobremesa. Cada una de sus 8 provincias tiene su manera de enamorar, pero todas coinciden en algo: se tapea en la calle, se le ríe a la vida y sus lugareños son más majos que las pesetas.

Así que abróchate el cinturón, que despegamos provincia por provincia por esta comunidad que lo tiene todo.

1. Málaga: sol, museos y buenas vibraciones

Málaga es una fiesta permanente de luz. La Costa del Sol presume de kilómetros de playa, campos de golf que parecen jardines zen y ciudades costeras con personalidad propia: Torremolinos con su ambiente inclusivo y libre, Benalmádena y Fuengirola llenas de vida, Marbella en modo lujo y Mijas colgada de la montaña como si fuera un decorado. En el este, una visita a la comarca de la Axarquía te hará bajar revoluciones: no dejes de visitar la Cueva de Nerja, declarada Bien de Interés Cultural, y aprovechar para recorrer sus playas, espléndidas tanto en invierno como en verano.

Y Málaga ciudad… Podríamos decir que está viviendo una segunda juventud: el Museo Picasso, el flamante Centre Pompidou, con sus colores vivos y su arte contemporáneo, sus terrazas animadas y un centro histórico precioso en el que disfrutar de una oferta de tapas que no se acaba nunca.

Tip Vueling: No dejes Málaga sin comer unos espetos (sardinas hechas al fuego) frente al mar en uno de sus chiringuitos de playa.

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2. Sevilla: arte, sol y puro carácter andaluz

Sevilla es una coreografía continua entre historia y vida cotidiana. La Giralda vigilando desde lo alto, el Real Alcázar que parece sacado de un cuento árabe, la Plaza de España que es la diva de las fotos, y Las Setas dando el toque futurista. La ciudad explota de emoción en Semana Santa, cambia a modo verbena en la Feria de Abril y siempre tiene una banda sonora flamenca en Triana. Comer, pasear, perderse. Y es que Sevilla tiene un color especial. ¿No sabes de qué te hablamos? Busca “Cantores de Hispalis” en Spotify y póntelos en la playlist para el avión.

Tip Vueling: Visita la Plaza de Toros de la Maestranza, declarada Bien de Interés Cultural, y su Museo Taurino.

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3. Granada, Sierra Nevada, la Alhambra y el paraíso

Granada vive bajo la sombra de la Alhambra, un lugar donde el tiempo se detiene. Pasear por sus patios es caminar por ocho siglos de historia: desde los sultanes que la convirtieron en joya del arte andalusí hasta los Reyes Católicos y los románticos del XIX que la rescataron del olvido para convertirla en mito universal. El barrio del Albaicín lo tiene todo para que te creas en otra época, mientras que Sacromonte late a ritmo de flamenco, y las tapas gratis con cada consumición te reconcilian con el mundo.

¿Ganas de naturaleza? Tienes Sierra Nevada al lado para esquiar, hacer trekking o simplemente recordar que en Andalucía también existe un blanco que no es el de las fachadas.

Tip Vueling: Sal de tapas sin rumbo por la calle Navas y la calle Elvira. ¡Acabarás con mil amigos nuevos!

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4. Cádiz: surf, playas e historia

Cádiz es luz pura, tanto la capital como los pueblos que la bordean. Empezamos por Tarifa, con sus vientos surferos y ese ambiente noctámbulo perfecto para bajar revoluciones tras haber surcado las olas. O Conil, con sus macetas en la calle y sus playas infinitas; o Zahara de los Atunes con su ritmo delicioso y su estupenda gastronomía. El Puerto de Santa María es una fiesta que nunca acaba (y se come de lujo: tienen hasta un restaurante con tres estrellas Michelin: Aponiente). Si te alejas del litoral, la Sierra de Grazalema y sus alrededores verdes y envolventes son ideales para hacer senderismo.

Por no hablar de la ciudad de Cádiz, una de las más antiguas de Europa, que presume de un casco histórico que te abraza, un carnaval que debería tener su propia UNESCO y un ambiente marítimo irresistible.

Tip Vueling: Vuela a Jerez de la Frontera y enamórate de sus vinos de la DO Jerez, entre los más prestigiosos del mundo. En Sanlúcar de Barrameda probarás la DO Manzanilla: otro lujazo en la copa.

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5. Huelva, naturaleza salvaje y sabor a mar

Huelva es un paraíso de paz que cuenta con mil atractivos sorprendentes. En el Parque Nacional de Doñana, que alberga una biodiversidad única en Europa, vas a sentirte en medio de un documental de naturaleza. Si te van las playas tranquilas, vas a amar Mazagón o Punta Umbría y, si te gusta comer, ya te puedes preparar porque Huelva es un escándalo, entre el jamón ibérico de Aracena y unas gambas blancas perfectas a cualquier hora. Un destino para quienes buscan autenticidad sin multitudes, playas tranquilas, gente maja y esa alegría de vivir que solo se encuentra en Andalucía. Si te gusta la historia, haz una parada en Palos de la Frontera para descubrir el lugar del que Colón partió hacia América.

Tip Vueling: ¿Amas el jamón? La Ruta del Jabugo te está esperando.

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6. Córdoba, donde cada esquina tiene su duende

Córdoba es ese lugar donde entras buscando cultura y acabas quedándote por puro enamoramiento. La Mezquita es una visita obligada: un bosque infinito de arcos bicolores, icono del arte andalusí y uno de esos lugares que se deben visitar al menos una vez en la vida. Su mihrab del siglo X y la ampliación cristiana posterior convierten el edificio en una mezcla arquitectónica única en el mundo. Pasear por la Judería entre paredes encaladas, flores de colores vivísimos y patios que huelen a jazmín también es toda una experiencia. Si vas en mayo, el Festival de los Patios es directamente una fiesta del buen rollo.

Pero eso no es todo. Descubre pueblos preciosos como Priego de Córdoba, Medina Azahara (la fastuosa ciudad–palacio del rey Abderramán III) y Zuheros, uno de los pueblos más bonitos de España con su fascinante Cueva de los Murciélagos.

Tip Vueling: Sube al Puente Romano al atardecer: la luz dorada sobre el Guadalquivir y la Mezquita de fondo es simplemente épica para fotos inolvidables.

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7. Almería, desiertos de película y calas de postal

Almería es de otro planeta. Su Alcazaba domina una ciudad perfecta para perderse entre murallas y sentirte el protagonista de una película de aventuras. La Catedral, al tiempo iglesia y fortaleza, destaca por su imponente techumbre abovedada con estilo gótico y renacentista, mientras el casco histórico te invita a callejear sin rumbo y descubrir bares donde las tapas saben a gloria.

Si quieres polvo y acción, el Desierto de Tabernas te pone en plan vaquero de spaghetti western; y si eres más de sol y playa, el Parque Natural de Cabo de Gata–Níjar te ofrece calas secretas y parajes deshabitados en los que sentirte pequeño ante la naturaleza.

Tip Vueling: Para un toque kitsch y divertido, Oasys MiniHollywood mezcla vaqueros, camellos y risas aseguradas.

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8. Jaén, la vida entre olivares infinitos

Si el aceite de oliva tuviera un reino, sería Jaén. Mar de olivos hasta donde alcanza la vista, Jaén es también tierra de castillos que parecen sacados de Juego de Tronos y que recuerdan batallas que todavía susurran entre las piedras. La naturaleza es apabullante: las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas son un universo aparte donde hacer senderismo, con numerosas rutas señalizadas para todos los niveles.

No olvides parar en la capital, Jaén. Pasea por su Catedral y sube a la terraza para una vista panorámica de los olivares. Visita el Castillo de Santa Catalina al atardecer y disfruta de la ciudad iluminada desde lo alto.

Tip Vueling: Visita los Baños Árabes, un hammam del siglo XI muy bien conservado.

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Ocho provincias, ocho personalidades y un destino enorme listo para que vivas tu propia historia. ¿Cuándo empiezas a escribirla?