Granada no pierde en invierno ni un ápice de esa alegría de vivir tan particular y ofrece al viajero mil propuestas para disfrutar de la ciudad y sus alrededores.
Escaparse en invierno a Andalucía para perseguir unos rayos de sol es un planazo, se mire como se mire. Nada más aterrizar en Granada te invade la sensación –que no te abandonará durante el resto del viaje– de que las cosas son fáciles en esta ciudad encantadora, viva, alegre y callejera. Se puede recorrer a pie con facilidad, comer bien está chupado, la gente es amable a más no poder y está repleta de reclamos artísticos, arquitectónicos y culturales para las que no conciben un viaje sin su correspondiente dosis de estímulos intelectuales. Los que buscan deporte y naturaleza tienen Sierra Nevada a un paso y los amantes de la gastronomía tendrán que hacer auténticos esfuerzos para no salir empachados ante el derroche de tapas que encontramos en cualquier lugar.
Así pues, dedicar unos días a visitar la capital y sus alrededores es un gran plan para una escapada invernal. Si te hemos convencido, sigue leyendo que aún hay más.
1. La Alhambra
Querido viajero incauto: haznos caso y contrata con bastante antelación la visita completa a la Alhambra, con los Jardines, el Generalife y los Palacios Nazaríes (hay varias modalidades de entrada, asegúrate de que la tuya contenga el pack completo). Empápate un poco antes de la historia de aquella vieja Al-Andalus y prepárate para pasar la mañana en uno de los lugares más bonitos que existen. Al acabar la visita, es recomendable visitar el cercano Palacio de Carlos V, de entrada gratuita.
2. Casa Museo Manuel de Falla
En este pequeño rincón lleno de encanto y perfectamente conservado compuso Manuel de Falla la mayor parte de su obra. Visitar el interior de la Casa Museo Manuel de Falla es encontrarse con una serie de objetos que marcaron la vida del genio, además de conocer un montón de anécdotas sobre su vida y obra.
3. Mirador de San Nicolás
Subir por las empinadas callejuelas del barrio del Albaicín y disfrutar de sus rincones empedrados rodeados de casitas blancas y macetas con flores es uno de los grandes placeres que nos brinda Granada. Es imprescindible llegar hasta el Mirador de San Nicolás al caer la tarde para contemplar el espectáculo sin igual que supone la caída del sol sobre la Alhambra.
4. Esquí (y más) en Sierra Nevada
Pese a que Sierra Nevada es una locura para los amantes del esquí, es también un lugar increíble para disfrutar de la montaña sin necesidad de esquiar. Podemos hacer excursiones con raquetas de nieve o trineos, así como observar su cielo nocturno, especialmente hermoso en invierno. De hecho, Sierra Nevada es un lugar que no para en ningún momento del día, puesto que cuenta con dos pistas nocturnas (Río y Maribel), con 5,8 km de recorrido iluminado. Nada mejor al acabar la jornada que disfrutar del ambientazo en la estación de esquí, repleta de restaurantes, bares y fiestas.
5. Geoparque de Granada
El Geoparque de Granada pertenece a la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO y cuenta con más de 70 lugares de interés geológico que nos permitirán viajar al Cuaternario y la Prehistoria, conocer faunas extinguidas como mamuts, tigres de sable o hienas a través de restos fósiles o visitar poblados de la Edad del Bronce. Además de los museos arqueológicos de Baza y Galera y el Etnográfico de Puebla de don Fadrique, el Geoparque también cuenta con puntos de interés turístico como la alcazaba y la catedral de Guadix; la Peña, el castillo medieval y los baños árabes de Baza. Aventureros y deportistas también tienen su espacio en este rincón de la provincia que ofrece numerosas rutas a pie, en bicicleta o segway por una densa red de senderos.
6. Una noche en un hotel-cueva
Alojarse en uno de los más de sesenta alojamientos subterráneos de las comarcas de Guadix y El Altiplano es toda una experiencia. También encontramos estos peculiares hoteles-cueva en el Sacromonte, el barrio gitano por antonomasia en la capital, que cuenta también con cuevas reconvertidas en la actualidad en imponentes ‘tablaos’ flamencos.
7. Granada monumental
La ciudad presume de numerosos monumentos que nos permitirán no solo disfrutar de su belleza, sino conocer en profundidad el pasado de una ciudad decisiva en la historia de España. Como el Palacio de Dar al-Horra, que fue residencia de la sultana Aixa; o la Casa del Chapiz, propiedad de dos cristianos conversos y sede de la Escuela de Estudios Árabes. Por último, la Casa del Horno es un lugar muy bien conservado, de visita obligada, situado junto a la ribera del río Darro.
8. El Bañuelo
Es uno de los baños árabes públicos mejor conservados de la Península, edificado entre los siglos XI y XII por el rey Badis. El Bañuelo está enclavado en la Carrera del Darro, una de las calles más bellas y pintorescas de la ciudad y su visita supone algo así como meternos en una máquina del tiempo y descubrir los secretos de aquella magnética Granada medieval.
9. Pueblecitos con Encanto
Nada mejor que alquilar un coche y dedicar al menos un par de jornadas a visitar alguno de los pueblecitos que encontramos en los alrededores de Granada. Sobre todo en la comarca de Alpujarra, ubicada a los pies de Sierra Nevada. Desde Montefrío, a escasos 50 minutos de la capital, un laberinto de callejuelas blancas con vistas inolvidables, o Castril, uno de esos pueblos blancos típicos de Andalucía ubicado en pleno Parque Natural de la Sierra de Castril. Otro pueblo de montaña imprescindible es Bubión, aunque Granada también cuenta con pintorescos pueblecitos costeros que sin duda merecen una visita. Es el caso de Salobreña, cuyo casco antiguo repleto de monumentos está coronado por un castillo árabe. La Calahorra, Alcudia de Guadix, Lanjarón o Arenas del Rey son también algunos rincones con encanto que nos permitirán disfrutar de los imponentes paisajes de la Granada rural.
10. De tapas por Granada
Hay quien prefiere acudir a Granada a tiro hecho y reservar mesa en algún restaurante de mesa y mantel (los hay a mares) y quienes prefieren entregarse al placer del tapeo. La idea es deambular de bar en bar, de taberna en taberna y disfrutar de sus vinos y tapas a precios ajustados, así como del ambiente alegre e informal que se respira siempre en todos ellos.
Como ves, Granada está llena de encantos que pueden dar para un fin de semana o para una semana entera, ahí depende de lo que te apetezca explorar sus alrededores.
