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Recorriendo el canal del Brenta

En el Véneto, además de las inevitables e irresistibles ciudades de Venecia y de Verona, que tienden a acaparar todos los flashes y las miradas de los turistas, hay más joyas por ver y descubrir, y espacios por recorrer que bien compensarán vuestra alma aventurera. Sin irnos muy lejos de una de sus protagonistas de la región se encuentra el canal de Brenta, que une Padua con Venecia, y por el que bien merece salirse de las rutas habituales y animarse a conocerlo.

El río Brenta, cuyo nacimiento se encuentra en Trentino, desembocando en el Adriático, a su paso entre Padua y Venecia fue canalizado en el siglo XVI para facilitar la comunicación y el traslado de mercancías entre ambas ciudades. En sus orillas, las grandes familias venecianas fueron poco a poco construyendo grandes villas, que además de para uso agrícola también eran lugar de ocio, a las que acudían en época estival sus propietarios y donde no faltaban las grandes fiestas. Con el tiempo el canal acabaría siendo bautizado como la “Riviera del Brenta”, que los aristócratas recorrían de fiesta en fiesta en unas barcas conocidas como burchiello. Con la llegada de Napoleón todo este esplendor llegaría a su fin, pero aquellas fantásticas villas, algunas de ellas con preciosos jardines, lograron sobrevivir hasta nuestros días, convirtiéndose en todo un atractivo para el visitante de la zona.

La mejor opción que existe a la hora de recorrer el canal del Brenta es en barco, con el que podrás ver de primera mano el curiosos sistema hidráulico empleado en la construcción del mismo, y contemplar las villas que han logrado perdurar en el tiempo –unas ochenta-. Los barcos se pueden coger tanto en Padua como en la terminal de ferris de Venecia, ofreciendo algunos de ellos la posibilidad de visitar algunas de las villas. Entre las villas que están abiertas al público destacan las siguientes:

Villa Foscari

Esta bella villa obra de Andrea Palladio, es conocida con el sobrenombre de “La Malcontenta”, ya que según cuenta la leyenda, en ella fue confinada Isabel Delfín, esposa de Nicolás Foscari, acusada de adulterio. Edificada entre 1555 y 1560 a orillas del Brenta, destaca el gran basamento sobre la que se sustenta y el espectacular pórtico a modo de pronaos clásica, culminado por un frontón, que inevitablemente nos recuerda a un templo de la antigüedad. En su interior hay unos magníficos frescos de temática mitológica realizados a partir de 1566, obra de Giovanni Battista Zelotti.

Villa Pisani

Construida en el siglo XVIII por encargo de la familia Pisani, esta espectacular villa con cierto aire versallesco, es lugar de imprescindible visita. Entre las maravillas que podrás ver en su interior está La gloria de la familia de Pisani de Tiepolo, que decora el techo del Salón de Baile. Otro de los puntos fuertes de este lugar son sus enormes jardines, con estanques, un gran laberinto en el que bien merece la pena perderse en busca de la estatua de Minerva que se encuentra coronando el belvedere, y los establos.

Villa Widmann Rezzonico Foscari

Esta villa, fue edificada a principios del siglo XVIII por los Sceriman, una familia de nobles venecianos de origen persa. Su aparente sencillez exterior contrasta con un interior ricamente decorado con frescos y estucos de estilo rococó de inspiración francesa.

Reserva tu Vueling a Venecia y déjate maravillar por el canal del Brenta y sus espectaculares villas.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

 

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Los pueblos más bellos del lago de Garda

El lago de Garda, situado al norte de Italia, entre la Lombardía y el Véneto, es un destino perfecto para una escapada en el que hallarás la combinación perfecta de naturaleza, patrimonio histórico y gastronomía, además del lugar idóneo para la práctica del senderismo, el montañismo, el ciclismo, la vela o el windsurf. A continuación hemos realizado una selección de las poblaciones con más encanto de la zona, ¿cuál es tu favorita?

Desenzano del Garda, la puerta del lago

Desenzano del Garda es el municipio más grande del lago de Garda. Situado en el sur, es el lugar de acceso por excelencia al lago. No dudes en recorrer las calles de su centro histórico y disfrutar de su increíble ambiente, sobre a partir del atardecer. De parada obligatoria son la iglesia de Santa Maria Maddalena, donde se puede ver la Última Cena de Tiépolo, y su villa romana, situada en la via Crocifisso, y en la que destacan su mosaicos.

Sirmione, la niña bonita

Ubicado en una estrecha península al sur del lago de Garda, sin duda alguna es el pueblo más pintoresco de la zona, y en consecuencia, el más turístico. En cuanto veas su casco antiguo y su fantástico castillo medieval –con puente levadizo incluido- entenderás el por qué de su éxito, y caerás rendido ante sus encantos. Entre lo más destacado están la ruinas de una antigua villa romana, conocida con el nombre de las cuevas de Catulo (Grotte di Catulloen italiano). A pesar de no tener nada de cueva ni haber alojado jamás a Catulo, conservan unos frescos de excelente calidad, y las vistas desde su olivar son estupendas.

Malcesine, la ribera de los olivos

Este pequeño pueblo, famoso por su aceite, fue inmortalizado por Gustav Klimt en 1913. Destaca el blanco castillo medieval de Scaligero, que sobresale entre sus casas, y que cuenta en su interior con una sala dedicada a Goethe. Este último le dedicó unas líneas a Malcesine en su Viaje a Italia. Entre las actividades imprescindibles a hacer está la de subir a su funicular, que asciende hasta una altura de 1760 metros, desde la que podrde una estupendassta una altura de 1760 metros, desde la que podrás disfrutar de una magníficas vistas del lago.

Gardone Riviera, el más elegante del lago

Sus villas del siglo XIX de estilo art déco y sus espectaculares jardines lo convierten en el pueblo más elegante del Garda. Destaca Il Vittoriale degli Italiani, un peculiar a la par que estravangate complejo formado por varios edificios, un teatro, jardines y vías fluviales, obra del poeta Gabriele D'Annunzio y del arquitecto Giancarlo Maroni. El otro espacio de imprescindible visita es el Jardín Botánico Fundación André Heller, que cuenta en su haber con unas 500 especies de plantas. 

Riva del Garda, para los más deportistas

Encajado en el extremo norte del lago de Garda y con las montañas como fondo, se encuentra este pequeño pueblo, idóneo para los amantes del deporte. Desde él se pueden realizar excursiones a pie o en bicicleta al monte Rocchetta, o poner a prueba tus habilidad con deportes acuáticos como la vela o el windsurf.

Reserva tu Vueling a Verona, que está situada a unos 45 kilómetros del lago de Garda, y anímate a recorrer sus orillas.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Elin B, Marcos Dione, Edoardo Costa, Edwin van Buuringen, Tony Hisgett, Ross Elliott

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