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Destino Turín

Por: Belén Parra y Carme Gasull

La gastrocita: Salone del Gusto e Terra Madre. Del 23 al 27 de octubre de 2014

La Turín más gastro
Turín gusta y se gusta. Cuando la pisas, la conoces mejor y la degustas entiendes su capitalidad en el Norte de Italia. Sus 2 millones de habitantes reconocen sus atributos y los disfrutan, pero curiosamente su turismo es aún a día de hoy incipiente. Durante décadas la ciudad ha construido su propia realidad de puertas adentro, alejada de las recepciones masivas de otros destinos italianos. Los JJOO de invierno de 2006 significaron claramente un antes y un después para Turín, que nunca ha vivido a expensas del turismo. Si acaso, del interior. Y no será precisamente por su falta de atractivos… Entre ellos, el gastronómico. La (bien) denominada Città del Gusto seduce también por el estómago.

La acogida
Calidez. Es probablemente la palabra que mejor defina el carácter turinés. Basta que muestres curiosidad, interés o simplemente desconocimiento por algo para que enseguida encuentres la respuesta deseada. Con una generosidad reseñable. “La buona accoglienza fa bene al turismo”, proclaman ahora. Y predican con el ejemplo. Nada mejor que Turín para pasearse cual turista sin agobios. Ningún español por aquí, ningún alemán por allá, ningún inglés por acullá… Siempre, eso sí, que la ciudad no sea cita de algún gran acontecimiento internacional.

Los transportes
Dando por obvio que es a pie como mejor se descubre cualquier destino, en Turín no hay excusa para moverse de un lado al otro de la ciudad. Tren, autobús, metro, tranvía, bicicleta pública… Es tan accesible que si no la descubres a fondo es porque no quieres. Pero insistimos: pasear, en especial por el centro, te permite descubrir su pulso, su peculiar retícula y sus múltiples encantos.
El alojamiento
Precisamente por el influjo de ese crecimiento moderado de su turismo, el alojamiento en Turín se concentra en hoteles de categoría estándar y superior. Os proponemos 2 opciones sugerentes en ambientes completamente diferenciados.

Best Western Hotel Piemontese
Via Claudio Luigi Berthollet, 21
Coqueto, discreto y confortable. En uno de los centros de mayor vida social y nocturna de la ciudad. Rodeado de locales para el desayuno, el aperitivo, el vermut y el copeo. Cerca de la gran estación ferroviaria de la ciudad: Porta Nova.
NH Santo Stefano
Via Porta Palatina, 19
Ubicado en el centro del moderno Quadrilatero Romano, a dos pasos de la Catedral de San Juan Bautista y del centro histórico. La cercanía del hotel a las estaciones de tren Porta Susa y Porta Nuova ofrece fácil acceso a Turín en tren.

Las plazas
Ciudad de contrastes meteorológicos, Turín se vive en sus plazas sea invierno o verano. De hecho, no os extrañe la profusión de mesas al aire libre en numerosas calles pero sobre todo, en las plazas. Desde la imponente Piazza San Carlo, una de las más grandes y elegantes de la ciudad y que lleva a la Gran Madre de Dio, a Piazza Castello o las pequeñas Emanuele Filiberto y Della Consolata.
Aperitivos, cafés y cervezas artesanas proliferan por las mesas. Poned atención a las cartas de bebidas de los diferentes locales porque suelen ser interminables. ¿Sabías que estamos también en la cuna del vermut? Sea invierno o verano, las terracitas de las plazas apetecen. También porque en ellas se encuentran curiosamente locales históricos de corte gastronómico.

Locales con historia
Locales más que centenarios, con historia, con buen producto. Concurridos. Como sus cafeterías. Turín es la tercera ciudad de Italia con más locales históricos.

Caffè Mulassano
Piazza Castello, 15
Aquí surgió el famoso tramezzino, un sándwich de pan blanco de molde ligeramente tostado relleno de diferentes combinaciones de ingredientes, todos de primera calidad. El más típico, de ensalada d’aragosta’ (langosta). Persiste en la misma ubicación desde 1907.

Baratti&Milano
Piazza Castello, 29
A pocos metros del primero, de mayores dimensiones y con una oferta mucho más dulce. Sus chocolates, dulces y pasteles se exhiben en las diferentes vitrinas.

Caffè Cioccolateria Al Bicerin
Piazza della Consolata, 5
Pequeño y solicitadísimo negocio (con tienda delicatessen anexa) en funcionamiento desde 1763. Mesas y sillas de mármol y un producto estrella: el bicerin, una bebida a base de café, chocolate y crema de leche. A 5€ la unidad.

Caffè Pasticceria Abrate
Via Po, 10
Casa con una larga tradición pastelera y confitera. Fundada en 1866.

Caffè Torino
Piazza San Carlo, 214
Un clásico de la ciudad (1903) que permanece en la actual ubicación desde 1930. Ha sabido reinventarse con el paso del tiempo. De generosas dimensiones, su bufé de bocados para acompañar el aperitivo es de sobras conocido y su terraza permite disfrutar de la viveza de la plaza San Carlo.

Comer y beber

Bar Enò
Galliari, 12
En San Salvario, una de las zonas con mayor vida nocturna. Ofrece cenas a altas horas de la noche -la cocina cierra de madrugada y el local en concreto a las 4 am-. Pasta casera, dulces típicos, pan buenísimo, vinos, birras artesanas y buen servicio. Tiene prácticamente de todo y para todos. Sus elementos decorativos no tienen desperdicio. El orden dentro de caos. ¡Hay que pisarlo!

Restaurante Consorzio
Via Monte di Pietà, 23
Una trattoria moderna o una evolución de la típica trattoria sin llegar a ser un establecimiento de vanguardia que sigue los preceptos de slow food. Destacable también por su oferta de vinos naturales italianos y del mundo, cervezas y destilados.

Enoteca Bordò
Via Carlo Ignazio Giulio 4/G
Regentado por dos hermanas toscanas es un establecimiento sencillo y acogedor donde el viajero puede sentirse como en casa comiendo un buen plato de pasta acompañado de una copa de buen vino o cerveza artesana, como la turinesa Brew Up. Al lado del Mercado de Porta Palazzo.

Pastis
Piazza Emanuele Filiberto, 9b
El Sur en el Norte. Aires retros para un local regentado por un siciliano que pone el alma y el humor necesarios para dotar de carácter y singularidad a su negocio.
Su propietario, Andrea Tortorella, se reinvidica en las paredes -¡y el suelo!- del local, pero sobre todo en su sabrosísimo recetario casero y en su cocina de horario prácticamente ininterrumpido. Detallismo personalista en una decoración que incluye incluso uno de los últimos trozos del derribado Muro de Berlín. Su terracita cubierta es todo un acierto para los meses más fríos. Muy razonable relación calidad-precio.

Dausin
Via Goito, 9
O ‘vecino’ en dialecto piamontese. Pequeño restaurante que sigue los preceptos de la filosofía Slow Food o proyecto eco-gastronómico —como gustan definirse— porque reduce las emisiones de CO2. Producto próximo, cercano, sin grandes manipulaciones. A pocos pasos de la estación de Porta Nuova.

Emporio Gastronomico
Via Avogadro, 2
Restaurante y pizzería de culto para quienes gustan de las masas artesanas elaboradas al momento y al horno de leña (se puede seguir incluso todo el proceso de elaboración). El listado de pizzas es bastante clásicos y sus precios, al contrario que los de otros platos de la carta, son bastante económicos.

Taberna Libraria
Via Conte Giambattista Bogino, 5
Para degustar un menú típicamente piamontese en diferentes formatos y según el apetito de cada uno con platos como el vitello tonnato (ternera asada fría con mayonesa y alcaparras). No dejéis de probar (o de comprar) alguno de los vinos que se exponen a lo largo de todo el local.

Focacceria Lagrange
Su nombre se inspira del matemático turinés más famoso del siglo XVIII, inventor de la mecánica racional. Sostienen que la focaccia es una ciencia matemática un sistema del gusto compuesto de un número finito de partículas de harina biológica sujetas al encuentro dinámico con el agua y el aceite. Nada más. Podéis comprobarlo en tres establecimientos (Via Lagrange 11/f, via Sant’Agostino 6 y Piazza Castello, 153).

Perino Vesco
Via Cavour, 10
Panes a tutiplén, en todas sus formas y variedades como los grissini (colines) que nacieron en esta ciudad para ayudar al pequeño Vittorio Amedeo II, de salud enfermiza, a quién gustaba comer este pan crujiente, de forma alargada y de fácil digestión. O eso dicen. El establecimiento acostumbra a estar lleno y registrar colas tanto para comprar simplemente el pan del día, galletas o dulces típicos como para degustar un panino, una focaccia o un café o piezas de bollería.

Dónde comprar
Mercado de Porta Palazzo
Mezcla de colores, sabores y culturas, bienvenidos al mercado más grande de la ciudad y el mercado alimentario más grande de Europa. Tiendas, bares, trattorias y comercios unidos en un mismo espacio para ofrecer todo tipo de productos, desde ropa a antigüedades. Obligado perderse entre sus puestos y dejar que pasen las horas como en un suspiro.

Guido Castagna
Via Maria Vittoria, 27/C
La pastelería-boutique por excelencia. El referente del chocolate de calidad. Su propietario ama y mima el cacao como si lo cultivara. En su obrador a pocos kilómetros de la ciudad Guido Castagna recibe, muestra y enseña el oficio. Su buen hacer ha creado escuela y ha conseguido unos giandujotti (el dulce típico de la ciudad elaborado con cacao y avellanas) fuera de lo común. ¡Hay que probarlos!

Alberto Marchetti
Torino es la ciudad del chocolate pero también la del helado. Y para helado, el de Alberto Marchetti. Dispone de tiendas en la ciudad, la más grande en Corso Vittorio Emanuele II 24bis, la segunda en Via Po 35 bis. Y la tercera, aún por venir, en la Via Rossini. Para poder escoger te dejarán degustarán antes los sabores que gustes. ¡Lo asombroso es que hay tantos donde elegir! Superad los clásicos y atreveros con el de popcorn o saboread el pallino (café expreso, bola de helado y nata montada). Todo de cosecha propia. Exquisitos. Tremendos helados a partir de 2€. Y además, babyfriendly (cambiador en el baño y mesita con juegos).

Eataly Alti Cibi
Via Nizza, 230/14
Un buen deli a lo grande. Por sus dimensiones, por su amplia oferta de producto y por la calidad de ese producto. De todo y para todos los gustos. Si andas buscando algo en concreto para degustar e incluso para regalar, aquí lo encuentras seguro: pasta, arroz, chocolate y otros dulces, café, salsas y condimentos, libros de cocina, menaje…. Calidad, sostenibilidad y ecología. La primera tienda se abrió en Turín, le siguió Roma, Florencia, Milán. Hoy existen 26 Eataly en todo el mundo.

No te pierdas (tampoco)…

Dos grandes museos
O algunos de ellos, especialmente dos. El Museo Egipcio (Via Accademia delle Scienze, 6) se considera el segundo más importante del mundo después del Museo del Cairo por su colección de antigüedades. En estos momentos se está acometiendo una ambiciosa renovación que no terminará hasta 2015.
Para grandes y pequeño cinéfilos o simplemente apasionados del 7º arte, más que recomendable el Museo Nazionale del Cinema, situado en el interior de la Mole Antonelliana, símbolo del skyline de la ciudad (Via Montebello, 20). De 167 metros de alto, un ascensor de cristal viaja por la gigantesca bóveda hasta el templete panorámico. Sorprendente.

La Catedral
Piazza San Giovanni
Parada obligada en la ciudad, este bello edificio del siglo XIV dedicado a San Juan Bautista, patrón de Turín, alberga en su interior el lienzo funerario en el cual fue envuelto Jesús después de haber sido descolgado de la cruz: la Sábana Santa, también conocido como Síndone o el Santo Sudario. La reliquia sólo se muestra en ocasiones extraordinarias.

El río Po
Pasear por sus alrededores. Si todavía te ha quedado tiempo para disfrutar de la ciudad con cierto relajo, disfruta del cauce del Po sobre sus puentes. También podrás navegar en sus aguas, si lo prefieres. El toque más parisino de esta ciudad transalpina.

Ahora como entonces, siempre nos quedará Turín.

Nosotros nos apuntamos, si quieres venirte consulta nuestros vuelos aquí.

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Turín, enamorada del cine

Una película me llevó a Turín. Me impactó con un gigantesco edificio acabado en aguja que se erigía por encima de la ciudad. Era la Mole Antonelliana, descriptivo nombre que hace referencia tanto a su brutal presencia como al arquitecto, Alessandro Antonelli, que la ideó inicialmente como sinagoga. La descubrí en un pequeño pero apreciable filme independiente llamado Dopo Mezzanotte (After Midnight), de Davide Ferrario, quién vive en la ciudad y ha rodado allí muchas de sus películas. Es un canto de amor al cine, un triángulo pasional cuya acción se desarrolla dentro del Museo Nazionale del Cinema, localizado desde el año 2000 precisamente en el interior de la Mole. Con 3.200 m2, es el más grande de Europa dedicado al Séptimo Arte, y tanto por su ubicación como por la disposición de su colección -que incluye objetos ópticos pre cinematográficos, linternas mágicas, o atrezzo antiguo y moderno, incluyendo máscaras de Star Wars y de El Séptimo Sello de Bergman, la capa de Superman o un corpiño de Marilyn Monroe- supone una exposición original y espectacular. Es, de hecho, uno de los museos más frecuentados de Italia, lo que es mucho decir en un país rico en legado histórico y artístico. Allí se celebra además el Torino Film Festival -próxima edición del 20 al 28 de noviembre-, que han dirigido realizadores como Nanni Moretti, Gianni Amelio o Paolo Virzi.

La ciudad que hechizó a Risi, Tornatore y Argento

Obviamente, la que fuera la primera capital del estado italiano, es habitual en su cinematografía, del neorrealismo a las comedias eróticas, con profusión de policíacos de títulos tan explícitos como Torino violenta, Torino Nera o Torino, centrale del vizio. El maestro del terror Dario Argento rodó aquí varias escenas de uno de sus primeros éxitos, El Gato de Nueve Colas, y enamorado confeso de la ciudad, filmaría por completo en ella sus últimas obras ¿Te gusta Hitchcock?, Insomnio (Non ho sonno) o Giallo. 

La ciudad del club de futbol Juventus -y del Torino F.C.-, con el que disputa el Derby de la Mole - es también parada obligada en los viajes representados por clásicos imprescindibles. Enrico Loverso emigra del pobre sur al norte fabril turinés en Así reían (Così ridevano), de Gianni Amelio. En Están todos bien, de Giuseppe Tornatore, un anciano y espléndido Marcello Mastroianni visita a sus hijos repartidos por Italia y al último lo encuentra -claro- en Turín. Y desde su estación de tren parte el irascible ciego interpretado por Vittorio Gassman en Perfume de mujer, dirigida por Dino Risi (mucho después harían unremakecon Al Pacino). Por cierto, fue en la misma localidad alpina donde Risi debutó en el cine, como asistente en el rodaje de Pequeño mundo antiguo, y donde una noche juró amor eterno a la bellísima actriz Alida Valli, cuando se encontraban dentro de una carroza bajo la lluvia, en los románticos y frondosos jardines del Parco del Valentino.

Escenario para robos y espías en el cine USA

En La Pantera Rosa 2, con Steve Martin, se roba uno de los mayores tesoros de la ciudad, nada menos que la Sábana Santa. Pero probablemente la película que más ha dado a conocer Turín en el mundo haya sido una cult movie de 1969 llamada Un trabajo en Italia, de Peter Collinson -y de la que un remake reciente recuperaba el título original, The Italian Job-, donde la banda comandada por Michael Caine roba un botín y con sus pequeños automóviles Mini Cooper escapan de los carabinieri (policías italianos), a través del Palazzo Carignano; por las escaleras interiores del Palazzo Madama y por las exteriores de la iglesia Grande Madre di Dio; derrapando por el glamuroso centro comercial Galleria San Federico, ascendiendo a la cubierta abombada del Palazzo a Vela -creado para la Exposición Internacional de 1961 y recuperado como centro deportivo en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006- y subiendo también a la vertiginosa pista oval de pruebas que se halla en el techo de la antigua fábrica FIAT -verdadero motor de la ciudad durante décadas-, situada en el Lingotto -hoy espacio multidisciplinar para ferias y festivales-. En su escapada final, los Mini llegaban hasta los cercanos Alpes, la impresionante cadena montañosa que sirve de fondo a esta preciosa ciudad, no sin antes atravesar el mismísimo río Po.

Y es justo frente al Po, donde se encuentra la majestuosa Piazza Vittorio Veneto, que aparece en El ultimátum de Bourne, de la saga protagonizada por Matt Damon. Sin embargo, el café donde luego vemos sentarse al adrenalínico agente secreto ¡está en realidad en Madrid! El equipo de rodaje trabajaba ya en España, cuando un cambio en el guión obligó a rodar de nuevo la escena inicialmente filmada en Turín. Porque la magia del cine siempre tiene truco.

Y si quieres descubrirlo, ¡hazte ya con tu billete aquí!


Texto de Carlos G. Vela para ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Felipe Cadona Colombo, Jean-Pierre Dalbera, Luigi Giordano, Marco Coïsson, MarkusMark, Nicola Gambetti

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Los siete pecados capitales de Turín

Los siete pecados capitales son un ordenamiento de los vicios que aparecen en las primeras enseñanzas del cristianismo. Turín es una ciudad con talante y mucha personalidad, pero también es hermosa y su belleza llega a ser sublime. Durante el viaje a Turín experimentamos el hechizo, y a veces el embelesamiento ante la admiración de sus palazzos y sus elegantes bulevares. Y sentimos como capitulábamos una tras otra a todas las máximas pecaminosas.

Lujuria
La lujuria es usualmente considerada como el pecado producido por los pensamientos excesivos. Para abundancias tenemos el Palazzo dell’Accademia delle Science, en el cual se encuentra el Museo Egizio, que contiene la colección de restos arqueológicos egipcios más importante fuera de El Cairo. Pero no hay nada más opulento que la Piazza Castello. Esta plaza alberga gran cantidad de museos, teatros y cafés. Allí se encuentra el Museo Civico d’Arte Antica dentro del fabuloso Palazzo Madama, un castillo medio medieval, medio barroco, que alberga un museo con obras de arte moderno y contemporáneo. De noche es más fácil acercarse al estado de lujuria. La zona de locales nocturnos está en Murazzi del Po, en un tramo de arcadas junto al río, entre los puentes Vittorio Emanuele I y Umberto I. Muy recomendables son los clubs Hiroshima Mon Amour (Via Bossoli, 83), United Club (Corso Vigevano, 33), punto de encuentro de la escena rockera de la ciudad, Blah Blah (Via Po, 21), situado en un antiguo cine.

Gula
La gula se equipara con la glotonería, el consumo sin control de comida y bebida. Y para saciarnos sin mesura nada mejor que desayunar copiosamente en Andrea Perino (Via Cavour, 10), un establecimiento de desayunos y meriendas que ha sido frecuentado por personalidades como Alejandro Dumas, Nietzsche y Puccini; o tomarnos un buen café en el acogedor Caffè Mulassano (Piazza Castello, 15). Este café de estilo art nouveau, decorado con talla dorada de bronce, madera y cuero, era frecuentado por la familia Saboya y artistas del Teatro Regio, justo al lado. Aquí se recomienda tomar el exprés a piedi, sin duda el mejor de la ciudad. Siguiendo con el lujo y la desmesura, el Caffè San Carlo (Piazza San Carlo, 156) es una inmejorable opción. Nada como sus pasteles y dulces de tradición centenaria. Para acabar la jornada con un buen atracón, la mejor elección es Sfashion (Via Cesare Battisti, 13), sin duda la Meca de las pizzas en Turín. Aquí las hacen al estilo napolitano, con la masa gruesa e ingredientes tradicionales. Pero la gula no acaba aquí. Y es que los turineses dieron al mundo el primer chocolate en tableta. No dejes de ir a Al Bicerin (Piazza della Consolata, 5) para comprobarlo. Además cada mes de marzo se celebra la Feria del Chocolate o Cioccola-tó.

Avaricia/Codicia
La avaricia es un pecado de exceso que se aplica a la adquisición de riquezas. Los elegantes bulevares arbolados y los pasajes porticados de Via Roma albergan las boutiques de moda más caras; aunque en las de la peatonal Via Garibaldi las hay más asequibles y en Via Po hay fantásticas tiendas de discos y de ropa vintage y alternativa. Pero también nos podemos encontrar con todo lo contrario en esta ciudad. Y es que Turín es la cuna del Arte Povera, un movimiento artístico revolucionario que surgió a finales de la década de 1960. Los miembros de este “arte pobre” empleaban materiales humildes para despertar recuerdos y simbolismos a través de esculturas e instalaciones. El movimiento tuvo un enorme impacto internacional gracias a artistas como Gilberto Zorio, Giuseppe Penone, Mario Merz o Michelangelo Pistoletto.

Pereza
La Pereza está relacionada con la simple “pereza”, o más bien la falta de motivación para realizar actos. Está claro que durante un viaje las jornadas suelen ser agotadoras. Por eso es aconsejable reservar momentos para el relax. Y qué mejor sitio para reposar que el Parco Valentino, a orillas del Po. En éste, a partir de la primavera, proliferan las numerosas terrazas. Y por la noche, no hay nada que supere el camino hacia la cama del Hotel Dogana Vecchia (Via Corte d’Appello, 4). Allí se han alojado personajes históricos como Napoleón. Su excepcional ubicación en el Quadrilatero Romano lo convierten en uno de los mejores hoteles.

Ira
La ira puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, como el que puede provocar uno de los los grandes misterios de la historia: la Sábana Santa. En la cripta de la iglesia del Santo Sudario, el Museo della Sindone (vía Santo Doménico, 28) documenta uno de los objetos más estudiados de la historia. Se empezó a hacer popular a partir de 1898 cuando la técnica fotográfica permitió obtener negativos mucho más reveladores. Otro edificio que nos puede hacer perder la cabeza es el Museo Nazionale del Risorgimento Italiano. Éste, tras una remodelación ha reabierto contando con 30 salas que explican el trasfondo de la unificación italiana. Aquí se encuentra el barroco Palazzo Carignano.

Envidia/Celos
La envidia se caracteriza por un deseo insaciable de posesiones ajenas, que es la sensación que uno tiene cuando visita el Museo dell'Automobile y admira algunas de las joyas sobre cuatro ruedas más maravillosas del planeta.
Pero la envidia también nos corroe cuando visitamos el Duomo di San Giovanni (Piazza San Giovanni). La catedral de Turín se construyó entre 1491 y 1498 en el sobre tres basílicas del s. XIV. El interior sobrio hace lleva a que la atención se focalice en el templo que alberga la famosa Sábana Santa de Turín, el supuesto sudario con el que se envolvió el cuerpo de Cristo.

Soberbia
En casi todas las listas de pecados, la soberbia es considerado el original y más serio de todos. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás. En el pasado, los equipos de fútbol de la ciudad estuvieron a mucha distancia del resto. Primero fue el Torino FC, que en la década de los cuarenta consiguió que nadie le hiciera sombra, con 5 scudettos consecutivos. Pero una tragedia aérea acabó con la vida de toda su plantilla en 1949. Cuatro décadas más tarde fue el turno del otro equipo turinés: el Juventus, que consiguió ser imbatible durante la primera mitad de la década de los ochenta, cuando entre sus filas militaba el tres veces bota de oro Michel Platini. Pero la soberbia va más allá del calcio. Así, Mole Antonelliana (Via Montebello, 20) uno de los símbolos de la ciudad, es una torre de 167 m con una característica aguja de aluminio, que pretendía estar más cerca del cielo que nadie en la ciudad. 

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Texto: Isabel y Luis Comunicación

Fotos: Turismo Torino e Provincia

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Monte de los Capuchinos

A la derecha del puente del Po y cerca de la Piazza Vittorio Veneto se sitúa el monte de los Capuchinos, una colina desde donde se pueden admirar las maravillosas vistas que la ciudad de Turín nos ofrece. De gran importancia para los frailes capuchinos que se encuentran en el convento de Santa María del Monte, ha sido también desde la antigüedad un lugar de peregrinación para los más espirituales.

Construido en un principio con fines defensivos, la edificación del convento data de el siglo XIII. En 1988 se construyó un funicular, pero los bombardeos durante la guerra lo destruyeron, aunque el paseo bien vale la pena, unos 15 minutos desde la Iglesia de la Gran Madre di Dio serán suficientes para llegar, y con un poco de suerte y si el día es lo bastantemente claro, puedes avistar hasta los Alpes.

Si todavía te faltan motivos para ir a Turín y subir a esta bella colina, el Museo Nazionale della Montagna es otra de las razones que pueden acabar de convencerte.

Imagen de Geobia

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