Ruta por la Barcelona de la música
• Rumba Catalana. Este género musical fue desarrollado por la comunidad gitana de Barcelona a partir de los años 50 en los barrios del Raval (calle de la Cera), Gracia y Hostafrancs.
• El Teatre del Liceu y el Palau de la Música. Dos grandes templos barceloneses de la música donde se puede escuchar ópera y música clásica en un entorno privilegiado.
• El Día de la Música en Barcelona. El 21 de junio se celebra el día de la música con la participación de sellos discográficos y tiendas de música de la ciudad como BCore o Revolver.
• Sala Heliogábal. Sitio de referencia para la dinamización de la vida artística de Barcelona. En este local han tocado la mayoría de músicos de la escena barcelonesa.
• Serrat y el Poble Sec. Joan Manuel Serrat es conocido también con el sobrenombre de El noi del Poble Sec (‘el niño de Poble Sec’, su barrio natal). Serrat es uno de los artistas más internacionales que ha visto crecer la ciudad.
• Carmen Amaya. Una de las figuras más importantes del flamenco nació en el ya desaparecido Somorrostro, lo que es hoy en día la Barceloneta. En los jardines de Joan Brossa encontramos una estatua de la icónica cantaora y bailaora.
• Monolito a Antonio Machín en la Plaza Vicenç Martorell. En el Distrito de Ciutat Vella se recuerda al cantante de boleros considerado "El más cubano de los españoles y el más español de los cubanos".
• Pau Casals. Aunque fue nació en el Vendrell, con 13 años empezó a tocar en el Café Tost del barrio de Gracia tres horas cada noche. Pau Casals se convirtió en uno de los violonchelistas mejor considerado de todos los tiempos. Nombrado hijo adoptivo de Barcelona, fue también nominado para el Premio Nobel de la Paz y ganador de la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas.
• El Paralelo: música y teatro. La famosa avenida del Paralelo fue el centro neurálgico del teatro y la fiesta barcelonesa durante muchos años. Una avenida repleta de teatros y salas de baile.
• Sala Apolo y Razzmatazz. Siguen siendo las salas de fiesta por excelencia de la ciudad, donde se programan conciertos a diario y se celebran fiestas para todos los gustos.
• Sónar y Primavera Sound. Son los dos festivales más internacionales y multitudinarios de Barcelona. El primero es un referente en el mundo de la electrónica, el segundo no cierra puertas a ningún estilo pero se centra en lo más moderno e independiente del sector musical.
• La Plaça Reial. Punto céntrico y emblemático, al lado de las Ramblas, con locales como el Jamboree donde se pueden ver el mejor jazz en directo, el Sidecar, el Ocaña o el Glaciar, las terrazas, la gente que deambula por la plaza, las palmeras. Todo en su conjunto dan un aire especial a este lugar.
• El Taller de Músics. Con su propio sello discográfico, taller de producción y club de jazz. Todo músico acaba pasando alguna vez por el Taller de Músics, ya sea para sumarse a una de las jam session o para aprender a tocar un instrumento, las opciones son infinitas.
• Bar Vinilo. Situado en el centro del barrio de Gracia, el vinilo es un bar donde podréis disfrutar de buena música y gran ambiente. Muy a menudo pasan por allí músicos y artistas.
• Calle Tallers. Durante muchos años ha sido la calle con más tiendas de discos e instrumentos de la ciudad. Hoy en día aún quedan algunas tiendas que siempre atraen a melómanos y músicos. Te apetece visitar Barcelona eh! Reserva aquí tus vuelos!
Ilustración: Mónica Hidalgo
Texto: Fran Arnaiz
2 días en Malta: La Valeta y alrededores
Te proponemos un plan de fin de semana perfecto en Malta. Una visita a la capital cultural del archipiélago, La Valeta, y un paseo por lo que se conoce como “Las tres ciudades”: Cospicua (o Bormla), Senglea (o L-Isla) y Vittoriosa (o Il-Birgu). Muchos visitantes se contentan con verlas desde el otro lado de la orilla, pero nosotros os recomendamos acercaros a explorarlas.
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¿Te apetece una escapadita antes de las vacaciones oficiales de verano evitando aglomeraciones? Apunta estas ideas.
+ infoBristol brumas de trip hop y graffiti I
Volvemos a viajar con un equipo de periodistas del Mondo Sonoro. Esta vez decidimos investigar la escena musical de Bristol, muy activa desde finales de los 70, durante los años de gloria del punk, aunque sería en los primeros años 90 cuando la música de esta ciudad portuaria del sur de Inglaterra exigió toda la atención internacional. Y es que en sus calles se gestó, evolucionó y dicen que murió uno de los géneros definitorios de finales del siglo pasado: el Trip Hop. Pero la cosa no quedó ahí, poco después, Bristol le disputaba a Londres el título de cuna del drum’n’bass y hoy es el dubstep el que le permite seguir ocupando un lugar de honor en la electrónica de vanguardia. Todo sin dejar de ser un vergel para todo tipo de música en directo. Así que nos fuimos a Bristol con un buen puñado de interrogantes- quizá demasiados para ser resueltos en tan solo 48 horas-. Esto es lo que dio de sí la experiencia.
Bristol está tan solo a 48 minutos en tren desde Cardiff, un breve paseo que puedes aprovechar para repasar la programación de los innumerables clubs y salas de concierto que animan las noches de una ciudad de poco más de 400 mil habitantes.
Durante décadas, Bristol ha sido el puerto principal de Inglaterra. Lo cierto es que la ciudad floreció como centro comercial, enriqueciéndose con la distribución de vino, tabaco y, en el siglo XVII, también de esclavos. ¡Por algo el clásico “La isla del tesoro” situaba aquí el hogar del pirata Long John Silver! Durante la II Guerra Mundial, la importancia de sus muelles e industria aeronáutica atraería terribles bombardeos. Recientemente, la antigua zona portuaria ha retomado protagonismo como espacio de ocio a merced de un ambicioso programa de reurbanización completado en 2008, dando lugar a una de las zonas de paseo más transitadas: Harbourside. Se trata de una zona totalmente rehabilitada, en la que, además de áreas de restauración y ocio, puedes disfrutar de un mercadillo al aire libre, donde no faltan libros y discos de segunda mano, artesanía, repostería e incluso cerveza artesana.
Allí mismo se encuentra el Centro de información Turística de Bristol, inagotable fuente de conocimiento donde aprendimos que aquí está la sede de Aardman Animation, estudio creador de los oscarizados personajes de plastilina “Wallace & Gromit”; que aquí nació también Cary Grant, estrella del viejo Hollywood a quien se sigue rindiendo tributo con un festival que lleva el nombre del hitchcockiano actor; o que en los alrededores de la ciudad vivió hasta la adolescencia la escritora JK Rowling, mamá de “Harry Potter”. Pero nuestra adquisición más preciada en la oficina de turismo fue un plano para localizar la multitud de obras diseminadas por la ciudad del que quizá sea el personaje local más popular, aunque su identidad siga siendo un misterio. Hablamos del grafitero Banksy, hijo pródigo de Bristol (aunque no todos los gobiernos de la ciudad lo calificarían con ese apelativo).
Pero antes de emprender un foto-safari por los muros de la ciudad, tal vez sea buena idea conocerla desde el río que la atraviesa, conectándola con la costa. Varias compañías organizan visitas en barco como Bristol Ferry Boats, The Bristol Packet o The Matthew. Esta última organiza viajes de hasta cuatro horas durante los que puedes disfrutar del clásico Fish&Chips o de un Cream Tea (té con leche yscones con mermelada y crema de nata).
Sin dejar el barrio, estuvimos tentados de visitar At-Bristol, que combina un centro de ciencias interactivo con un planetario, pero había muchos enclaves culturales por visitar. Primero nos acercamos a la cercana zona de teatros, como el Bristol Hippodrome, donde imperan los grandes musicales, incluyendo uno dedicado al Million Dollar Quartet (Johnny Cash, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y Elvis Presley), donde el legendario productor Sam Phillips es interpretado ¡nada menos que por la expopstar Jason Donovan! Por ahí nos topamos con más de un bar de tapas, atestiguando el sensible aumento de la inmigración española, como son El Puerto o La Tomatina, este último ubicado junto al primer Banksy que pudimos disfrutar, el tronchante “Well Hung Lover” de Park Street, una empinada avenida comercial, indispensable para las compras-chollo. El hotel quedaba cerca, en la histórica Old City, así que aún nos dio tiempo a perdernos por St. Nicholas Market, un encantador mercado cubierto, como un zoco con techos de cristal, y de acercarnos a St. Peter’s Church, la evocadora iglesia en ruinas que corona Castle Park, en la franja del río que toca con el barrio de Broadmead, centro comercial de la ciudad. Más al norte, está el Bearpit, una peculiar plaza hundida entre un nudo de carreteras que se sortean a través de túneles peatonales repletos de carteles de actuaciones musicales y exposiciones de arte callejero. Cuando estuvimos, impresionaban unos graffitis en memoria de la tragedia de los 43 “normalistas” mexicanos desaparecidos. También había rampas de skate, un espacio para actuaciones de todo tipo, e incluso un típico bus inglés de dos plantas reconvertido enfood truck de cocina mexicana.
Y aquí acabamos la primera parte de este intenso e interesante viaje a Bristol. En la segunda parte nos adentramos en la zona donde se arremolina buena parte de los clubs de allí. Además hablamos con Euan Dickson, ingeniero de sonido de la banda Massive Attack, una de las bandas seminales de la escena musical de la ciudad. ¿A qué esperas para descubrir los sonidos de Bristol? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Mondo Sonoro y Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Los Viajes de ISABELYLUIS
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