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Lost & Found en Londres

My Vueling City y Mondo Sonoro, unirán fuerzas durante los próximos meses con la publicación de una serie de posts, en ambos medios, que se centrarán en aspectos musicales y de cultura pop de algunos destinos Vueling. Y hemos iniciado esta colaboración, como no podría ser de otra manera, en Londres, la cuna de la música pop. Para esta cita inaugural decidimos acompañar a Joan S. Luna, redactor jefe de esta veterana revista musical, durante un fin de semana. Fueron dos días intensos, en los que hubo tiempo para todo: gastronomía variada, desde española gourmet pasada por el filtro inglés, a cocina fusión -pasando también por fast food de cuestionable excelencia-; cómics; largos paseos por Bankside, Oxford Street y Dalston -el barrio que está apuntando maneras para convertirse en el nuevo Soho de la capital británica-; desorientación con múltiples momentos de pérdidas en su laberíntica red de transportes públicos; y por supuesto algo de fiesta. Vamos a desgranar lo que dio de sí, las apenas 40 horas que estuvimos en Londres.

La previa

Nos plantamos en la mega city el viernes por la tarde, que con el cambio de hora era más noche que tarde. Era un típico día londinense, con frío y lluvia con intensidad variable. Pero todo eso nos dio igual. Íbamos a encontrarnos con el crew Mondo Sonoro en magnífico restaurante Ibérica Victoria, el último en llegar a la familia de los establecimientos Ibérica, que tanto están dando que hablar en Londres y Manchester. Aquí fue donde tuvimos el primer contacto con Joan S. Luna, el protagonista de este post. Para él fue “un verdadero placer disfrutar del fantástico menú que presenta Ibérica. Trato cercano, comida de calidad y una decoración que sorprende desde el primer instante”. La verdad es que el interiorismo llama mucho la atención”. Y es cierto, la barra de recepción está coronada por una especie de nube a base de todo tipo de cachivaches de cocina. El restaurante está diseñado por el arquitecto Lázaro Rosa Violán, de Estudios Contemporain de Barcelona. Aquí se puede comer la mejor gastronomía española, eso sí con un toque inglés. Hay que tener en cuenta que el 95% de los comensales son autóctonos. El chef ejecutivo es nada menos que el dos estrellas Michelin Nacho Manzano. La cocina está dominada por las carnes y sus tapas elaboradas. No te puedes perder sus croquetas caseras -Marcos Fernández, el Managing Director de Ibérica nos dijo que el secreto está en el hecho de tener a un cocinero trabajando exclusivamente en ellas-. También recomendamos el cordero cocinado dos veces (twice cooked lamb), marinado con cerezas, tomates y pimientos rojos de El Bierzo. Con el estómago lleno, lo mejor era retirarse para coger fuerzas de cara a la jornada de sábado que sabíamos iba a acabar a altas horas de la madrugada.

Un día hipster cualquiera

Londres sigue estando en la vanguardia de la cultura popular europea desde los años sesenta. A lo largo y ancho de la ciudad proliferan barrios que actúan de verdaderas incubadoras de tendencias. Aquí se decide que será lo másinen las próximas semanas. Hace poco el estilo de moda consistía en dejarse la barba, volver a la vida tradicional, y rendirse a los interiorismos vintage… Así que, ahora ¿quien sabe?, quizá el coleccionar sellos se convierta en un must de lo más hipster.

Nosotros decidimos empezar con un poco de cultura pop, por lo que fuimos a pasar la mañana a la Tate Modern donde vimos la expo The World Goes Pop. “Más que las obras expuestas en si mismas, fue toda una sorpresa descubrir la cara más o menos oculta de lo que fue el boom del Pop Art o cómo su onda expansiva dio frutos en países como España, Polonia o Japón”, comenta Joan tras salir del impresionante edificio, antigua central de energía construida en los años cuarenta. Luego nos dimos un paseo por Bankside, donde nos topamos con uno de los múltiples mercados navideños de la ciudad. “Bankside me resulta un barrio de lo más atractivo. Uno se pierde en sus calles y piensa en si realmente está en una gran ciudad o en una pequeña población costera”.

Tarde variada

Tras la comida, fuimos a satisfacer una de las grandes aficiones de Joan: el manga, los cómics y la ciencia ficción. Así que nos plantamos en la estación de Tottenham, y tras perdernos por enésima vez (esta vez en Oxford Street), conseguimos llegar a ese templo del entretenimiento de culto, la tienda friki por excelencia, Forbidden Planet. “Éste es, sin duda, uno de los puntos clave a visitar por cualquier aficionado a los cómics o la literatura fantástica. Referencia ineludible en su momento, quizás haya perdido parte de su importancia al haber nacido tiendas de características similares en otras ciudades del mundo, pero pese a ello, una cita divertida y en la que el tiempo pasa volando”. Y ciertamente así fue. Seguidamente pasamos por Denmark Street y alucinamos con las numerosas tiendas de instrumentos musicales -incluso había especializadas en bajos-. Luego pusimos rumbo a Dalston, el nuevo barrio canalla de la ciudad. Dalston es una calle fea, no esperéis nada bonito. Está lleno de restaurantes turcos que hacen shawarmas a la brasa. Pero es conocido por su movida nocturna, y como por ser una de las zonas gay. “Dalston fue una sorpresa descubrir cómo un barrio periférico (¿o una pequeña ciudad satélite de Londres?) empieza a crecer y a ofrecer una oferta nocturna y cultural a tener en cuenta”. Tiene mil antros de mala muerte, que consisten en sótanos estrechos y colas muy largas para entrar. Tras darnos una vuelta, decidimos refrescar el gaznate en The Victoria. “Fue toda una sorpresa enclavada en pleno Dalston. Programación de lujo a base de DJs de estilos diversos y conciertos underground a tener muy en cuenta. Añádanle a eso su oferta de cervezas de tirador de países diversos”. Asimismo estuvimos genialmente atendidos por David García, responsable de sala.

Viviendo la noche londinense

De allí, nos fuimos a cenar a The Richmond, “un restaurante en el que nada falla, desde el inicio de la cena con cócteles de lo más agradable hasta una oferta de platos curiosos y muy bien elaborados”. Efectivamente. Y llamó la atención que algunos de los cócteles jugasen con el nombre de grupos. El que más nos gustó fue el Sage Against the Machine a base de Wolfschmidt Kümmel, Cocchi Americano, lima fresca y savia. De los platos que probamos os recomendamos el de ternera de Galloway madurada durante 35 días con aros de cebolla en escabeche y médula ósea. Tras el festín y el excelente trato por parte de Vanita Prasad, el metre del local, nos fuimos corriendo hacia The Scala, “una de las multi salas más emblemáticas de Londres en las que los ambientes se complementan a la hora de ofrecer programaciones diversas. Allí he visto conciertos que todavía recuerdo”. Rememora Joan. El caso es que se celebraba la última Mega Spanish Party del 2015, organizada por Rock Sin Subtitulos Productions Ltd., una promotora especializada en llevar a Londres, artistas españoles. Precisamente Joan S. Luna iba a pinchar en la fiesta los mejores hits alternativos de aquí y de allí. La noche acabó bien, con la sala abarrotada y con la satisfacción de haber exprimido al máximo nuestra breve estancia en Londres.

Recomendaciones

Te aconsejamos sobre todo que lleves a mano un mapa (preferiblemente analógico, sino quieres desesperarte buscando zonas de free Wi-fi para seguir la APP de google Maps desde tu móvil). Londres es una ciudad megalítica que sigue un planteamiento urbanístico, digamos que particular. Si te mueves a través de su red de transporte público, deberás sacarte una licenciatura previa, porque su usabilidad es solo para avanzados. Os aconsejamos ir sin prisas a los sitios, porque es muy probable que os perdáis en algún momento, o que consumáis algo de tiempo tratando de ubicaros. Si vais para un fin de semana o pocos días os recomendamos comprar la tarjeta Oyster. Es un billete recargable, que sin duda es la manera más rápida, cómoda y rentable de pagar por viajes sencillos en autobús, metro, DLR, tranvía, Thames Clippers, el Emirates Airline y la mayoría de los servicios ferroviarios de National Rail a precio barato. Otra manera económica y eficaz de moverte por la city es mediante Uber London, una alternativa a los taxis, que ofrece una mayor flexibilidad. Con la aplicación para móvil es posible localizar a los vehículos más cercanos calcular el tiempo estimado de recepción del mismo, así como la tarifa de la carrera y su tiempo de realización. Además queda constancia de todo, por si fuera necesaria una reclamación.

Concluyó pues la primera de las experiencias conjuntas entre My Vueling City y Mondo Sonoro. La próxima parada la tendremos en 2016. Sin duda la música volverá a ser la excusa del próximo post. Pero ¿adonde iremos? París, Manchester, Berlín, Ibiza… Mantente atento, que pronto lo sabrás.

¡Ah! y si quieres disfrutar de todos estos lugares de Londres, no esperes un minuto, y consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de ISABELYLUIS Comunicación, Wikipedia Commons, Ibérica Food & Culture Ltd.

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De viaje por los mejores museos de videojuegos de Europa

Alicante, Málaga, Sheffield, Roma, Bruselas y Berlín. Todas estas ciudades tienen una cosa en común: acogen museos de videojuegos que son auténticos paraísos para los gamers.

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10 anécdotas sobre el concierto de Oasis en Knebworth

Knebworth no es más que una aldea ubicada en el norte de Hertfordshire, a poco más de media hora en tren desde el centro de Londres. El pueblo original, ahora conocido como Old Knebworth, está ubicado alrededor de Knebworth House, una notable mansión Tudor, con un precioso salón de banquetes jacobeo que cuenta con una fachada neogótica. El desarrollo de la nueva aldea Knebworth se inició en el siglo XIX a una milla al este de Old Knebworth junto a la nueva estación de ferrocarriles y la autopista A1. Pero fue a partir de la década de los 70 del siglo pasado cuando la población se empezó a hacer famosa gracias a la celebración allí de mastodónticos conciertos. Los primeros en congregar a decenas de miles de fans fueron Led Zeppelin, Pink Floyd y The Rolling Stones. Y ya en los 80 y 90, el espacio albergó eventos en forma de festival con bandas como Genesis, Dire Straits, Eric Clapton o Elton John.

Pero la palma se la llevaron Oasis, que aglomeraron en un par de noches a nada menos que a un cuarto de millón de personas. Inglaterra, o mejor dicho, el mundo entero se encontraba imbuido en la fiebre Oasis. No sucedía nada similar desde la época de los Beatles. Sus managers vieron el filón y decidieron ofrecer el espectáculo de sus pupilos al mayor número de fans posible, ¿y qué mejor localización que una explanada bien comunicada con la city? Así fue como en la tarde del 10 de agosto de 1996, los miembros de Oasis descienden en helicóptero con cara de alucinación infinita. Os recomendamos que veáis el documental “Supersonic” de Mat Whitecross –estrenado recientemente en nuestro país durante la última edición de In-Edit-. El film narra la historia de la banda desde el punto de vista de sus dos líderes, Liam y Noel Gallagher, en un tramo de sus carreras que va desde sus inicios hasta la celebración de estos dos macro conciertos. Pero, aparte de todos los récords, qué más ocurrió a lo largo de esas 48 horas? A continuación os narramos 10 anécdotas curiosas que seguro desconocías.

1. Dos millones y medio de personas solicitaron entradas

Más del cuatro por ciento de la población inglesa solicitó entradas para ver Oasis en Knebworth, la mayor demanda de tickets para conciertos de la historia británica. Unas 250.000 personas llegaron a ver a la banda durante dos noches -otro récord- pero increíblemente, Oasis podría haber vendido otros 18 shows de Knebworth.

2. Se cree que había 7.000 personas en la lista de invitados

Esta cifra ha resultado imposible de verificar, pero está claro que fueron varios miles. Pero lo que realmente nos llama la atención son los informes de testigos presenciales, que muestran un cuadro de excesos inimaginable en el backstage. Por lo visto una inmensa carpa estaba llena de bares, con barras bien surtidas. Hubo barra libre durante los dos días. Eso sí, también había helados gratis y golosinas. Además una serie de magos y caricaturistas se encargaron de amenizar la espera previa a los directos.

3. Se necesitaron 3.000 profesionales para organizar el concierto

No fue para menos. El equipo incluía 11 torres de altavoces, las cuales se erigieron a distancias cada vez mayores con el fin de que todo el mundo pudiera escuchar con la misma intensidad los acordes de Noes y los gruñidos de Liam.

4. Los conciertos tuvieron su emisora de radio para la ocasión

Radio Supernova emitió en el 106.6 de la FM, para un radio de 20 millas. Durante los días que estuvo en funcionamiento no pararon de sonar los himnos de Oasis, así como canciones de las bandas que ejercieron de teloneros. Además se daba información referente al concierto y los accesos, así como al transporte hasta el recinto.

5. John Squire tenía la gripe cuando tocó como invitado en «Champagne Supernova»

Para muchos, uno de los puntos álgidos de la noche fue cuando apareció su compatriota mancuniano John Squire. Hacía tan solo un par de meses que había dejado a The Stone Roses y el guitarrista apareció para espolvorear algo de magia sobre “Champagne Supernova” y “I Am The Walrus”. Unos día más tarde Noel Gallagher reveló a NME, que actúo mientras pasaba por un proceso gripal severo.

6. Los VIPs recibieron sus propios prismáticos, marca Oasis

Fue irónico, ya que la zona VIP era el único lugar donde realmente se podía ver el concierto sin necesidad de binoculares. Para colmo, los de Manchester contaban con el apoyo visual del muro de vídeo más grande del planeta de la época. Bueno, todos hemos recibido algún regalo que no viene a cuento. Los invitados de los Gallagher no iban a ser menos.

7. The Charlatans apoyaron a Oasis apenas tres semanas después de la muerte de su teclista Rob Collins

Para The Charlatans, Knebworth fue una ocasión agridulce. Por un lado, representó una reivindicación para una banda que fue abanderada del movimiento madchester a principios de los 90. Pero por otro, tuvieron que hacerlo sin su carismático teclista Rob Collins, que murió en un accidente de coche tres semanas antes. Un momento conmovedor fue cuando Liam Gallagher le dedicó la canción “Cast No Shadow” al Charlatan caído.

8. Hubo sólo 10 arrestos durante los dos días

Lo cual es bastante sorprendente, dado el número de personas presentes. ¿Cómo lo hicieron? Lo cierto es que, aunque parezca mentira los fans de Oasis son especialmente respetuosos con la ley.

9. Noel no recuerda nada

Como se solía decir en la época, “si usted puede recordar algo del Britpop, quiere decir que usted no estuvo allí”. Y el recuerdo de Noel de aquella época está lleno de agujeros. En alguna ocasión ha llegado a declarar: "Incluso ahora, si cierro los ojos, no puedo recordar el momento en el que me encontraba sobre el escenario".

10. Un miembro de Oasis piensa que deberían haberse separado inmediatamente después

"Siempre pensé que deberíamos habernos retirado después de la segunda noche en Knebworth", dijo el guitarrista Paul 'Bonehead' Arthurs a The Guardian en 2009. En retrospectiva, es fácil ver que Oasis nunca superarían lo logrado en Knebworth. Pero, ¿quién es lo suficientemente valiente como para abandonar un grupo que se encuentra en la cresta de la ola? Bonehead finalmente renunció en 1999 y volvió a ser un tipo normal.

Ya sabes algo más sobre el mítico concierto de la última gran banda de Inglaterra. Ahora solo te falta conocer el espacio donde pasó todo. Vamos, siéntete “Supersonic” y consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Wikipedia Commons

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Cardiff para principiantes

El próximo 3 de junio Cardiff acogerá la final de la Champions League. Eclipsada por otras ciudades más populares de Gran Bretaña como Londres, Edimburgo, Manchester o Liverpool, Cardiff, antigua fortificación romana viviendo en la actualidad uno de sus mayores momentos de esplendor, amaga atractivos de sobra como para que os animéis a visitarla tanto si vuestro equipo está sobre el césped del Millennium Stadium como si no. Os descubrimos los rincones más iconográficos de la capital galesa.

Bahía de Cardiff
Es uno de los centros vitales de la ciudad. Motor económico de la capital galesa a inicios del siglo XX, con el declive del negocio de la exportación del carbón, los viejos muelles de Cardiff se tornaron en un territorio desahuciado y olvidado. Fue en la década de los 90 cuando el consistorio de Cardiff decidió recuperar la Bahía de Cardiff convirtiéndola en un espacio abierto a la ciudadanía. Actualmente, enclave favorito de los locales, es una de las zonas más atractivas de la ciudad, espacio en el que disfrutar de algunas de las mejores ofertas de ocio y gastronómicas de Cardiff.

Catedral de Llandaff
Es una de las edificaciones religiosas más representativas de todo Gales. Erigida en el siglo XIII, la Catedral de Llandaff es una magna y mesmerizante construcción de estilo gótico, aunque en algunos rincones se pueden percibir vestigios normandos y añadidos posteriores, como el imponente Cristo modelado por el escultor estadounidense Jacob Epstein que pende suspendido de la nave central. Para aquellos a los que les interesen los fenómenos paranormales, sobre la Catedral de Llandaff circulan todo tipo de leyendas fantasmagóricas. Tal es así que incluso se ha creado un “Ghost tour” que descubre aquello rincones en los que se dice que se esconden los fantasmas. Por cierto, no muy lejos de la Catedral, en la escuela de Llandaff fue donde cursó sus estudios el escritor Roald Dahl.

Castillo de Cardiff
Como el Coliseo romano, la Acrópolis ateniense o la Torre Effiel parisina, el Castillo de Cardiff es de visita imprescindible en todo viaje a la ciudad. Erigido sobre los cimientos de una antigua fortificación romana, sus orígenes se remontan al siglo XI. Aunque conserva gran parte de su estructura inicial, en el siglo XIX el Marqués de Bute ordenó su remodelación encargando las obras de remodelación al arquitecto William Burges, que lo convirtió en una de las moradas más fastuosas del momento, remozando el castillo a partir de las líneas de los estilos victoriano y neogótico.

Cardiff City Hall
Flanqueado por el  Cardiff Crown Court y el National Museum of Cardiff, nos topamos con el Cardiff City Hall o lo que es lo mismo, el ayuntamiento de Cardiff, uno de los edificios más imponentemente bellos de la ciudad. Construido a inicios del siglo XX, ya sus exteriores, acentuados por la pureza de la piedra caliza blanca, son de un extraordinario atractivo arquitectónico. Que la apariencia imponente no os corte a la hora de entrar en el consistorio. Preguntad en recepción, pero habitualmente se pueden visitar todas aquellas estancias que os encontréis abiertas. Si tenéis suerte podréis disfrutar de espacios como la Sala de Mármol, con su colección de esculturas de figuras ilustres de la historia galesa, la Sala de Actos o la Sala del Consejo.

Museo Nacional de Cardiff
Justo al lado del Ayuntamiento de Cardiff daréis con el Museo Nacional de Cardiff, el más importante de la ciudad. Como sus vecinos Cardiff Crown Court y Cardiff City Hall, se trata de un formidable edificio eduardiano cuya edificación se inició en 1912 pero, debido a la Primera Guerra Mundial, no pudo terminarse hasta 1927. De entrada gratuita (como casi todos los museos británicos), en sus dependencias podréis disfrutar de una variedad de exposiciones que van desde el arte -destacando su colección de pinturas impresionistas con genios como Van Gogh, Monet o Cézanne- a las diferentes disciplinas de las ciencias naturales.

Wales Millennium Centre
A las puertas de la Bahía de Cardiff os toparéis con el Wales Millennium Centre, sede de la Ópera Nacional de Gales. Inaugurado en 2012, este moderno edificio reluce en pizarra, metal, madera y vidrio, elementos todos ellos de procedencia galesa. Su fachada está coronada por dos sentencias de la poetisa galesa Gwyneth Lewis. La primera, en galés, reza “Creando verdad como el cristal en el horno de la inspiración”, la segunda, en inglés,   “En estas piedra el horizonte canta”. En el interior, el Teatro Gordon Donald, con capacidad para 1900 personas, y dos salas adyacentes, que a lo largo de todo el año acogen recitales y espectáculos de ópera, música sinfónica, ballet, teatro o música moderna.

Techniquest
Es el mayor museo de la ciencia, la tecnología y el conocimiento del Reino Unido. Situado en Stuart Street, a dos pasos de la Bahía de Cardiff, reconocible por su característica estructura de vidrio y acero, es el mayor museo de ciencia y tecnología de Reino Unido. Conjugando lo divulgativo con el entretenimiento, más allá de las exposiciones permanentes y temporales, el Techniquest cuenta con un teatro desde el que se realizan diferentes espectáculos siempre con la ciencia como protagonista, un planetario y un centro del conocimiento y la tecnología destinados a la enseñanza de los principios científicos mediante experimentos lúdicos.

Y Mochyn Du
Tras tanta visita, siempre es necesario reponer fuerzas. Para ello nada mejor que un típico pub galés, y ninguno más recomendable que el Y Muchyn Du (el cerdo negro en galés). Se encuentra a unos 20 minutos del centro de la ciudad, justo en la entrada de los Sophia Garden, junto al principal estadio de cricket de la ciudad, pero una vez ahí veréis como habrá merecido la pena el desplazamiento. Paredes recubiertas de memorabilia rugbística, clientela hablando galés, una oferta gastronómica de aroma tradicional y un buen surtido de cervezas locales. En definitiva, uno de esos locales que transpiran autenticidad. 

El escenario de la final
El próximo 3 de junio el fútbol será el protagonista, pero el Estadio Nacional de Gales, también conocido como Millennium Stadium, es uno de los grandes templos del rugby, el deporte que despierta más pasiones entre los galeses. Orgullo de Cardiff, el recinto fue construido en 1999 con motivo de la Copa del Mundo de Rugby, en el que se celebró la ceremonia de inauguración, el primer partido y la final que proclamó a Australia como campeona. Con una capacidad para 74.500 espectadores se trata de uno de los estadios más grandes del mundo con techo retráctil, además de uno de los más imponentes y arquitectónicamente elegantes del mundo. Sede de las selecciones de rugby y fútbol de País de Gales, será aquí donde se corone el nuevo campeón de Europa de clubes de fútbol.

Texto de Oriol Rodríguez

Imágenes de John Greenaway, David Ip, Michel Curi, John Mason, Jon Candy

 

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