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Un día en Lyon

Lyon es una ciudad ideal para hacer una desconexión rápida de nuestra rutina y volver a casa con las pilas recargadas. Aquí encontrarás todo lo que buscas. Desde buena gastronomía hasta una grandísima oferta musical, histórica y artística.

Pero antes de empezar a pasear por las calles lionesas, repasaremos algunos datos que nos ayudarán a entender mejor esta fantástica urbe.

Introducción

De fundación romana, Lyon ha sido siempre un punto de paso obligado para la circulación entre el norte y el sur de Europa. Además, su situación privilegiada a orillas del Saona y el Ródano y su proximidad a los Alpes, la ha convertido en un escenario imprescindible de los últimos 2000 años. Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO desde 1998, la ciudad respira esa mezcla de tradición, modernidad y sofisticación que tanto gusta a los turistas. Y es que en la ciudad francesa tanto podemos perdernos por las callejuelas medievales de su casco histórico, como caminar por lujosas avenidas, comer comida tradicional o irnos de boutiques.

Nudo

Empezaremos nuestra ruta por el cielo. Para ello, desde la estación de Vieux Lyon, subiremos en funicular a la colina Fourvière, lugar de fundación de la ciudad. Ante unas vistas privilegiadas se encuentran las ruinas del teatro y el odeón romanos, dos escenarios que todavía hoy siguen utilizándose para festivales artísticos en verano. Junto al yacimiento e incrustado en la montaña, el impresionante Museo Galo Romano es una visita obligada tanto para conocer el origen de la ciudad como para disfrutar del sublime edificio que Bernard Zehrfuss levantó en 1975. Sin marcharnos de la colina y no muy lejos de la zona romana, la basílica de Notre-Dame de Fourvière, de inspiración románico bizantina, es perfecta para recogerse en su espiritualidad y admirar sus decenas de mosaicos.

De vuelta con el funicular, seguiremos nuestra visita por el Viejo Lyon, donde se encuentra la catedral de San Juan, que mezcla estilos románico y gótico. Este es uno de los barrios de época medieval y renacentista mejor conservados de Europa.  Merece la pena perderse por sus calles y disfrutar del ambiente. Además, es el lugar idóneo para hacer una parada y comer en algún bouchon, restaurantes de comida tradicional lionesa que tanta fama mundial han reportado a la ciudad. Pensad que Lyon es considerada centro mundial de la gastronomía y que de aquí son cocineros como Paul Bocuse o Eugénie Brazier, por lo que no os podéis ir sin probar la tablier de sapeur, los quenelles, el salchichón de Lyon, la ensalada Lyonnaise o la sopa de cebolla. Eso sí, asegúrate que en el restaurante haya el logotipo Authentique bouchon lyonnais para que no te vendan gato por liebre.

Desenslace

Para bajar la comida, cruzaremos el río Saona para adentrarnos en la Presqu’île, una península que nace de la unión de los ríos Ródano y Saona. Aquí destacan las plazas Bellecour y Terreaux, el lujoso barrio Carré d’Or repleto de boutiques, el suntuoso Ayuntamiento, el interesante Museo de Bellas Artes o el teatro de ópera. Este último, proyectado por el prestigioso arquitectoJean Nouvelle, superpone una gran estructura moderna sobre el antiguo edificio en lo que es una colosal obra de arquitectura que no te dejará indiferente. Si echas un vistazo a su web, seguro que encuentras algún espectáculo para terminar el día.  

Ya tienes las pistas para pasar un día inolvidable en Lyon. Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto e imágenes de Aleix Palau para ISABELYLUIS Comunicación

 

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Lyon se viste de luz

La que en sus inicios era una fiesta religiosa con la Virgen María como principal protagonista, es en la actualidad uno de los eventos culturales más relevantes de Lyon, y por extensión, de Francia. La veneración a la Virgen María en la capital de Auvernia-Ródano-Alpes viene de largo, teniendo sus orígenes en la Edad Media. Por ejemplo, durante la peste que asoló el sur de Francia en 1643, la ciudad fue puesta bajo su protección.

Para descubrir los orígenes de la "Fête des Lumières" (Fiesta de las Luces)hay que viajar en el tiempo hasta el 8 de diciembre de 1852, fecha en la que se inauguró la estatua de la Virgen María realizada por el escultor Joseph-Hugues Fabisch, y ubicada en la capilla Fourvière. La ciudad aprovechó para celebrar este acontecimiento por todo lo alto y para ello, y siguiendo las costumbres de la época a la hora de realizar grandes conmemoraciones, se iluminaron con candelas las fachadas de las casas más nobles. Lo que hubiese quedado como un hecho puntual en la historia de Lyon, se fue repitiendo año tras año cada 8 de diciembre –fecha en la que también se celebra la natividad de la Virgen-, hasta llegar a transformarse en el espectáculos de luces que es en la actualidad. Con el tiempo el tono religioso ha ido siendo reemplazado por uno más lúdico, las candelas has sido sustituidas por grandes espectáculos visuales diseñados por artistas especializados en el tema, y su duración a pasado de uno a cuatro días.  

Es tal la fama que ha ido adquiriendo esta fiesta con los años, que llega a reunir hasta 4 millones de visitantes que acuden con curiosidad a ver este enorme despliegue lumínico lleno de magia y de encanto. Esto puede suponer un hándicap para el que viaja por primera vez a Lyon para descubrir y disfrutar de la “Fête des Lumières”. Nuestra recomendación: reservar con tiempo el lugar donde hospedarse, y tener paciencia a la hora de acudir a los diferentes espectáculos, ya que el gran volumen de público está asegurado. Eso sí, te aseguramos que quedarás deslumbrado con el empeño que ponen los lioneses en esta festividad, y por la gran cantidad y calidad de los espectáculos luminosos que podrás experimentar, la mayor parte de los cuales se desarrollan en el centro histórico y en sus principales monumentos.   

Y además…

Además de viajar a Lyon para disfrutar de la “Fête des Lumières”, que este año tendrá lugar del 8 al 11 de diciembre, te recomendamos que aproveches tu visita para descubrir los otros muchos encantos con los que cuenta la ciudad. Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en 1998, no debes de dejar de visitar su centro histórico, también conocido como el Vieux Lyon, donde aún se respira el aire de su pasado medieval, ver sus ruinas romanas, de entre las que destaca el teatro romano de Fourvière, o darte una sesión deshoppingen el Carré d'Or. La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la ciudad, que le ha valido el reconocimiento internacional, con cocineros tan destacadas como Paul Bocuse o Eugénie Brazier. Así que no dudes en incluir una visita a alguno de los múltiples bouchons que pueblan la ciudad, que es como se denominan los restaurantes especializados en comida lionesa, y darte un placer para el paladar con su excelente cocina local.

Anímate a conocer de primera mano esta fantástica festividad, reserva tu Vueling aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Fulvio Spada

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La Confluence la vanguardia de Lyon

Aquellos viajeros inquietos y que en su visita a la capital de la región de Auvernia-Ródano-Alpes no tengan suficiente con ir en busca de su pasado perdiéndose por las calles del Vieux Lyon, recorriendo el bohemio barrio de la Croix Rousse, que tiempo atrás congregara los talleres de seda que dieron fama y proyección económica a la ciudad, o visitando el Museo Lumière, pues es aquí donde dio sus primeros pasos el séptimo arte, y quieran conocer el Lyon “del futuro”, entonces deben de acercarse hasta la Lyon Confluence.

Ubicado en la parte de península en la que confluyen los dos ríos que pasan por Lyon, el Saona y el Ródano, se encuentra el barrio más vanguardista de la ciudad, foco de las últimas construcciones arquitectónicas firmadas por múltiples estudios de arquitectura de procedencia nacional e internacional.

En sus orígenes la Confluence era un área industrial que abarcaba un buen número de almacenes, que con el tiempo fue entrando en desuso, convirtiéndose poco a poco en un espacio en declive. Desde hace unos años esta zona se ha transformado en la “niña bonita” de la ciudad, y para ello se ha creado un importante proyecto de renovación con el que relanzarla, y con ello, abrir una nueva área de interés para los lioneses y los turistas que visitan la ciudad. Con la sostenibilidad y la creatividad como estandarte, se han construido edificios de especial interés y se le ha logrado dar un nuevo aire al distrito, consiguiendo atraer hasta sus tierras a comercios, restaurantes y algún que otro hotel, y eso que aún queda mucho por hacer en él.

Le Cube Orange (el Cubo Naranja), es uno de los iconos del distrito, y una de las primeras sorpresas con las que se encuentra el visitante. Obra de los arquitectos franceses Jakob + Macfarlane Architects, el edificio lo forma una gran cubo naranja horadado por un gran cono gigante, cuya función, además de estética, es la de dar luz y ventilación. Siguiendo la estela de Le Cube Orange y de los mismo autores es el edificio de Euronews, aunque en esta ocasión es su verde chillón el que llama su atención sobre nosotros, y son dos los agujeros que penetran su fachada rectangular. Otro de las construcciones a tener en cuenta en nuestro paseo por la Confluence es el Dark Point, obra de la arquitecta francesa Odile Decq cuya estructura parece querer abrazar el río.

Contrarrestando esta dosis de nueva arquitectura está La Sucriére, una de las antiguas fábricas que había en la zona, en este caso una azucarera, que ha logrado sobrevivir, siendo reformada y transformada en espacio expositivo, con el arte y la creatividad como principales protagonistas.

Culminando el recorrido está el Musée des Confluences, inaugurado en diciembre de 2014, cuyo edificio basado en la arquitectura deconstructivista es obra de los austríacos Coop Himmelb(l)au. El museo, que por su forma recuerda a una nube, está dedicado a la historia natural y a las sociedades. Su colección permanente procede del Museo de Lyon y abarca desde piezas etnográficas a objetos de ciencias naturales.

Y si con todo esto no hemos tenido suficiente, siempre podemos darnos una buena dosis de shopping en el centro comercial por excelencia del barrio, y por tamaño, de Lyon, el Pôle de Commerces et Loisirs Confluence, en el que además de infinidad de tiendas, hay numerosos restaurantes, cines, gimnasios, etc.

Ahora que ya sabes dónde se encuentra el barrio más vanguardista de Lyon, reserva tu Vueling aquí y aventúrate a conocerlo.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Jean-Pierre Dalbéra, Anthony V.

 

 

 

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Las traboules los pasadizos secretos más populares de Lyon

Lyon cuenta con una gran extensión de la ciudad (más de 400 hectáreas) que desde 1998 forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. Dentro de este espacio se encuentran el Vieux Lyon, barrio medieval y renacentista situado a orillas del Saona, la Croix-Rousse, del que destaca su pasado como centro de la industria de la seda, la colina de Fourvière y la Presqu'île, actual centro de la ciudad.

Una forma alternativa de recorrer parte de todo este conjunto protegido es a través de los traboules, que son unos pasajes que atraviesan los patios internos de los edificios, permitiendo pasar de una calle a la otra de una forma más rápida. El origen de la palabra traboule, según el historiador Amable Audin, estaría en el término “trans-ambulare” (caminar a través), procedente del latín. Esta particularidad arquitectónica, además de en Lyon, se puede ver en las siguientes poblaciones francesas: Villefranche-sur-Saône, Mâcon, Chambéry, Saint-Étienne y en Louhans.

Su origen estaría en el siglo IV, y se habrían creado para facilitar el transporte de agua desde la orilla del río Saona hasta la zona a la zona alta del antiguo Lyon. En la actualidad apenas se conservan restos de esta época. Un buen número de los traboules que se pueden ver en nuestros días son del periodo renacentista renacentista, principalmente los que se encuentran en el Vieux Lyon. Aunque es el siglo XIX la época de mayor expansión de este concepto constructivo, consecuencia de la presencia de la industria de la seda en la ciudad. Los tejedores de la seda, instalados en su gran mayoría en la Croix-Rousse, empleaban estos atajos para transportar los tejidos hasta la zona baja de la ciudad, que es donde se encontraban los comerciantes de telas.

Pasajes llenos de historia

Los traboules han sido testigos privilegiados, y en parte protagonistas, de alguno de los momentos más relevantes de la historia de la ciudad que los alberga. En ellos se vivió una de las primeras revueltas vinculadas con la reivindicación de los derechos laborales y sociales, la revuelta de los canuts. En 1831, las duras condiciones con las que tenía que trabajar los tejedores de la seda (canuts en francés) acabaron provocando una revuelta considerada uno de los primeros levantamientos de trabajadores de la historia. Los canuts ocuparon Lyon al grito de “Vivir libre trabajando, o morir combatiendo”. A este levantamiento le siguieron dos más en 1834 y en 1848, todos ellos violentamente reprimidos.

Este laberíntico entramado de pasajes también jugó un importante papel durante la Segunda Guerra Mundial, ya que la resistencia francesa los empleó para huir de los nazis.

Planeando la visita

En Lyon hay cerca de unos 500 traboules, situados en su mayoría en  el Vieux Lyon (215 patios y traboules), la Croix-Rousse (163 patios y traboules) y de la Presqu'île (130 patios y traboules). Que se puedan visitar hay unos 400, en la siguiente web podéis consultar el mapa con indicaciones y fotos, e incluso os podéis descargar una aplicación para orientaros en este laberinto (está en inglés y francés). En la oficina de turismo también os proporcionan planos en los que aparecen indicados los más destacados. En la mayor parte de los casos en las puertas de las casas está señalado si hay un acceso a un traboule, y en alguna que otra ocasión deberéis llamar al timbre para poder acceder. Como atraviesan los patios interiores de las casas, tendréis que ser respetuosos e intentar no hacer ruido para no molestar al vecindario. Lo más recomendable es visitarlos por la mañana ya que por la noche casi todos permanecen cerrados. Preparaos para descubrir un mundo lleno de espacios asombrosos, con escaleras sorprendentes como la de Cours des Voraces, patios renacentistas y bellos rincones. ¡La aventura está servida!

¿Con ganas por adentraros en esta peculiaridad arquitectónica de Lyon? Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Pierre Guinoiseau, clr_flickr, Guillaume Baviere

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