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Ruta por el Périgord Verde

El Périgord, una antigua provincia francesa que se reparte entre los departamentos de Dordoña y Lot y Garona, en la región de Nueva Aquitania, se divide en cuatro subcomarcas que reciben su nombre según el color más predominante en la zona. En este sentido, el Périgord púrpura se llama así por el vino; el negro, por la trufa y las oscuras arboledas que allí se encuentran; el blanco, por la piedra calcárea preponderante en el suelo: y el verde, por el intenso color de los bosques de robles y de sus verdes prados.

El Périgord Verde es el que está más al norte y tiene su capital en la pequeña ciudad de Nontron, donde desde hace siglos se desarrollan oficios vinculados con la piel y con el arte de la mesa. Esta población es el punto de partida ideal para hacer una ruta por este verdadero vergel de Francia ya que recorre espacios con una variedad de paisajes sorprendentes que pertenecen al Parque Natural Regional Périgord-Limousin. Asimismo, en el Périgord Verde no hay tiempo para el aburrimiento ya que se pueden realizar numerosas actividades como circuitos de senderismo, conocer molinos de aceite o visitar a castillos fortificados.

Otro de los itinerarios recomendables es la conocida ruta Ricardo Corazón de León que engloba, en más de 180 kilómetros, 19 parajes abiertos o accesibles al público. Este recorrido está señalizado en la carretera en ambos sentidos con un león coronado con el corazón atravesado por una flecha, que recuerda el triste final de Ricardo Corazón de León. A lo largo de esta ruta hay varios restos que fueron testigos de las batallas y las luchas de poder que mantuvieron los Duques de Aquitania, por matrimonio además Reyes de Inglaterra, y los monarcas franceses.

Turismo en el Périgord Verde

Aparte de disfrutar de la naturaleza del Périgord Verde, en esta subcomarca francesa se pueden visitar algunos pueblos con encanto como Brantôme, famoso por su abadía y la iglesia de Saint-Pierre con su campanario, el más antiguo de Francia, que data de la época visigótica. Brantôme está ubicado a orillas del Dronne, río cuyos suaves meandros  dejan unas bellas estampas en la llamada “Venecia del Périgord”. Desde su abadía y cruzando su curioso puente en forma de codo (del siglo XVI) se llega hasta el jardín de los monjes y al corazón del pueblo, que atesora numerosos testimonios de los siglos XVI, XVII y XVIII. Aunque el secreto mejor guardado de Brantôme se encuentra en sus cuevas troglodíticas, en las que se refugiaban los monjes benedictinos. A pocos kilómetros de Brantôme y siguiendo el curso del río Dronne se llega a Bourdeilles, una pequeña localidad en la que destacan dos edificios singulares:  una fortaleza de la Edad Media y un edificio renacentista, que guarda una interesante colección de mobiliario español de los siglos XV y XVI.

Reserva tu Vueling a Burdeos, que está a unas dos horas del Pèrigord Verde, y no dejes de deleitarte con sus fantásticos paisajes.

Texto de Tus Destinos

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Vacaciones de invierno a los pies del Mont Blanc

Chamonix, estrella absoluta de los Alpes franceses, es el lugar perfecto para una escapada invernal en la que disfrutar al máximo de la nieve de todas las maneras posibles, con unas vistas más que privilegiadas al monte más elevado de Europa, el Mont Blanc. Situado a apenas 16 kilómetros de Suiza y 11 kilómetros de Italia, es un destino que reúne a gente venida de todas partes con ganas de practicar deportes de nieve, hacer excursiones por sus espléndidos parajes naturales, relajarse en un spa, e incluso ir de compras en la pequeña ciudad de Chamonix.

Las mejores pistas negras de Francia

En Chamonix todos aquellos aficionados a los deportes de nieve encontrarán un auténtico paraíso por el que deslizarse con unas espectaculares vistas, ya sea al Mont Blanc o ya sea al valle donde se encuentra ubicado Chamonix. Los 115 kilómetros de pistas, con 12 para principiantes, 26 azules, 20 rojas y 12 negras, harán las delicias de todo aficionado al esquí o al snowboard. Aunque destaca por contar con un elevado número de pistas de alta dificultad aptas solo para los más intrépidos, también cuenta con espacios donde los más pequeños o los que están en fase de aprendizaje puedan también disfrutar de estos deportes de nieve.

La Aiguille du Midi, con una altitud de 3.842 metros, es el objetivo favorito de los menos temerosos a las alturas y de los buscadores de bajadas de altísima envergadura solo aptas para auténticos expertos en la materia. Y es que solo por la estupenda panorámica que hay desde aquí a los Alpes franceses, italianos y suizos merece la pena subirse al teleférico y vencer al vértigo. Más accesibles son las pistas de Brévent-Flégère que también cuentan con unas magníficas vistas al Mont Blanc.  

Paisajes de vértigo

Los menos deportistas podéis estar tranquilos, ya que no es necesario esquiar para disfrutar de las vistas, a las que se puede acceder desde cómodos teleféricos. El Mont Blanc, con sus apabullantes 4810 metros de altura, y conocido por ser la cuna del alpinismo, es el principal foco de atención de todos los que se desplazan hasta aquí. Como ya hemos indicado en el punto anterior, Aiguille du Midi, y el pico de Le Brévent son perfectos miradores para su contemplación. Otras panorámicas a tener en cuenta en la zona son las proporcionadas por los glaciares allí presentes. Destaca el Mer de Glace, situado en la ladera norte del Mont Blanc, con 7 kilómetros de largo y 200 metros de profundidad, que lo convierten en el más largo de Francia.

Après ski de lujo

Tras una larga jornada de esquí o de recorrer la zona en busca de sensaciones, Chamonix, a diferencia de otras estaciones alpinas que solo cuentan con pequeños pueblos con una oferta muy limitada para el après sky, aquí encontrarás una pequeña ciudad repleta de servicios con los que rematar el día. Podrás desde ir de compras, a tomar unas copas acompañadas de música en directo, pasando por reponer energías probando clásicos de la gastronomía de la región de la Saboya, como la raclette o la fondue de queso. ¿Se puede pedir más?

Reserva tu Vueling a Ginebra, que está a tan solo 88 kilómetros de Chamonix, y aprovecha para darte una alta dosis de nieve ante la cumbre más elevada de Europa.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Christian Bertram

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Lyon se viste de luz

La que en sus inicios era una fiesta religiosa con la Virgen María como principal protagonista, es en la actualidad uno de los eventos culturales más relevantes de Lyon, y por extensión, de Francia. La veneración a la Virgen María en la capital de Auvernia-Ródano-Alpes viene de largo, teniendo sus orígenes en la Edad Media. Por ejemplo, durante la peste que asoló el sur de Francia en 1643, la ciudad fue puesta bajo su protección.

Para descubrir los orígenes de la "Fête des Lumières" (Fiesta de las Luces)hay que viajar en el tiempo hasta el 8 de diciembre de 1852, fecha en la que se inauguró la estatua de la Virgen María realizada por el escultor Joseph-Hugues Fabisch, y ubicada en la capilla Fourvière. La ciudad aprovechó para celebrar este acontecimiento por todo lo alto y para ello, y siguiendo las costumbres de la época a la hora de realizar grandes conmemoraciones, se iluminaron con candelas las fachadas de las casas más nobles. Lo que hubiese quedado como un hecho puntual en la historia de Lyon, se fue repitiendo año tras año cada 8 de diciembre –fecha en la que también se celebra la natividad de la Virgen-, hasta llegar a transformarse en el espectáculos de luces que es en la actualidad. Con el tiempo el tono religioso ha ido siendo reemplazado por uno más lúdico, las candelas has sido sustituidas por grandes espectáculos visuales diseñados por artistas especializados en el tema, y su duración a pasado de uno a cuatro días.  

Es tal la fama que ha ido adquiriendo esta fiesta con los años, que llega a reunir hasta 4 millones de visitantes que acuden con curiosidad a ver este enorme despliegue lumínico lleno de magia y de encanto. Esto puede suponer un hándicap para el que viaja por primera vez a Lyon para descubrir y disfrutar de la “Fête des Lumières”. Nuestra recomendación: reservar con tiempo el lugar donde hospedarse, y tener paciencia a la hora de acudir a los diferentes espectáculos, ya que el gran volumen de público está asegurado. Eso sí, te aseguramos que quedarás deslumbrado con el empeño que ponen los lioneses en esta festividad, y por la gran cantidad y calidad de los espectáculos luminosos que podrás experimentar, la mayor parte de los cuales se desarrollan en el centro histórico y en sus principales monumentos.   

Y además…

Además de viajar a Lyon para disfrutar de la “Fête des Lumières”, que este año tendrá lugar del 8 al 11 de diciembre, te recomendamos que aproveches tu visita para descubrir los otros muchos encantos con los que cuenta la ciudad. Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en 1998, no debes de dejar de visitar su centro histórico, también conocido como el Vieux Lyon, donde aún se respira el aire de su pasado medieval, ver sus ruinas romanas, de entre las que destaca el teatro romano de Fourvière, o darte una sesión deshoppingen el Carré d'Or. La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la ciudad, que le ha valido el reconocimiento internacional, con cocineros tan destacadas como Paul Bocuse o Eugénie Brazier. Así que no dudes en incluir una visita a alguno de los múltiples bouchons que pueblan la ciudad, que es como se denominan los restaurantes especializados en comida lionesa, y darte un placer para el paladar con su excelente cocina local.

Anímate a conocer de primera mano esta fantástica festividad, reserva tu Vueling aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Fulvio Spada

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Cognac destilerías y mucho más

Las aguas del río Charente a su paso por Cognac y sus inmediaciones tienen el privilegio de ver crecer los viñedos con cuyas uvas blancas se elabora una de las denominaciones de brandy más importantes de Francia, el coñac. Esta popular bebida, la elaboración de la cual se lleva a cabo mediante la doble destilación en alambiques de cobre del vino, es el auténtico motor económico de la zona, y uno de los principales atractivos para todos aquellos visitantes que se acercan hasta esta área del departamento de Charente. Además de por sus populares destilerías, hay más motivos por los que merece la pena aproximarse hasta este bello rincón del oeste de Francia, ¿te aventuras a conocerlos?

Visitar Cognac

Cognac no es solo coñac. Antes o después de embarcarte en una ruta por las destilerías del licor al que da nombre esta bella ciudad, debes tomarte un tiempo para darte un paseo por ella y dejarte llevar por sus encantos. Presidiendo la orilla derecha del río Charente se halla el castillo que vio nacer al rey Francisco I, figura emblemática del renacimiento francés, que entre sus artistas fetiche contó con Leonardo da Vinci. Una vez en la zona medieval, también conocida como el Vieux Cognac, te recomendamos que te pierdas por sus calles, donde bien seguro te sentirás transportado a otra época.   

Ruta por las destilerías de coñac

Como ya hemos indicado al principio, el producto más preciado de la zona es el coñac, y las destilerías donde se produce, uno de sus principales atractivos turísticos. En ellas podrás conocer de primera mano la elaboración de tan delicado licor, y cómo no, también podrás dejarte embriagar por su aroma y su sabor en las catas que se llevan a cabo. Entre las destilerías más conocidas están Hennessy, Camus, Remy Martin, Martell y Otard, que se encuentra en el castillo de Cognac. Te recomendamos asesorarte en la Oficina de Turismo de Cognac, donde te indicarán las diferentes rutas que existen tanto por las grandes bodegas como por las de carácter más familiar.

Recorrer el río Charente

El río Charente, que da nombre al departamento, es otro de los grandes protagonistas de la zona. Navegable durante siglos, por el que se transportaban mercancías como la sal, el papel o telas, hecho que propició el desarrollo comercial de toda esta área, con Angulema como uno de sus principales puertos. Entre las opciones que existen para recorrer sus aguas está La Dame Jeanne, una reproducción de una gabarra, que eran las embarcaciones que se empleaban antiguamente en el transporte de mercancías.

Hacer una parada en Angulema

Los aficionados al cómic inevitablemente asocian el nombre de la capital del departamento de Charente con el festival que tiene lugar todos los años en ella en torno al noveno arte y que atrae a multitud de entusiastas. Más allá de este evento anual está su pasado medieval, que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo, y que ha quedado impregnado en sus calles, entre las que destaca su catedral de estilo románico.

Reserva tu Vueling a Burdeos, que se encuentra a poco más de hora y media de Cognac, y anímate a conocer de primera mano esta bella área cuyo producto estrella es el coñac.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Pug Girl

 

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