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Cantabria, el mejor escenario para PRACTICAR DEPORTE

Surf, kite surf, senderismo, bicicleta de montaña, parapente… Cantabria es el destino ideal para descubrir, practicar y disfrutar de un sinfín de actividades y deportes al aire libre, ¡ya sea por tierra, mar o aire!

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Las mil y una Asturias

Y es que en Asturias encontrarás desde la alta montaña a playas en la costa mejor preservada de toda España, propuestas artísticas de vanguardia junto con manifestaciones tradicionales y arte paleolítico reconocido como Patrimonio de la Humanidad… y todo en un territorio que supone el 2% de la superficie de todo el Estado. Pero si hay que centrarse en propuestas concretas, vamos con alguna de ellas:

Para quienes estén planificando unas vacaciones en familia no se pueden perder la Costa de los Dinosaurios, precisamente ahora que vuelven a ser los reyes de la gran pantalla. En Asturias van a poder ver y tocar in situ huellas reales de dinosaurios fosilizadas en la roca en la playa de la Griega, los acantilados de Tereñes, en un tramo de la costa asturiana realmente fantástico desde cualquier punto de vista. Para culminar este acercamiento a los dinosaurios, nada mejor que una visita al Museo del Jurásico de Asturias, un edificio en un lugar privilegiado con una muestra tan rigurosa como lúdica que cuenta con multitud de actividades y talleres infantiles.

Para parejas que busquen desconectar, Asturias cuenta con lugares donde se ha detenido el tiempo como en Taramundi y Oscos-Eo, donde los oficios tradicionales siguen plenamente vivos y de los que se puede participar en primera persona, ¿te apetece ser ferreiro–herrero- por un día... Localidades que nos trasladan a otro tiempo como Os Teixois o Mazonovo con ingenios hidráulicos que transforman la fuerza del agua en energía a través de molinos, fraguas, batanes…  Desconectar también es otra obligación en cualquiera de nuestras seis reservas de la Biosferapor la UNESCO o en sus tranquilas playas, con recónditas y pequeñas calas completamente alejadas de la masificación.

Para urbanitas impenitentes que quieran conocer una fórmula distinta y original de articular una urbe de 800.000 habitantes en distintas ciudades, cada una con su propia cultura y forma de entender la vida que se encuentran a apenas 20 minutos de coche unas de las otras. La cosmopolita Gijón, la monumental Oviedo, la dinámica Avilés, las mineras Langreo y Mieres… el centro de Asturias es una suerte de caracteres y propuestas urbanas inscritas en pleno Paraíso Natural, a tan solo minutos de espacios declarados reserva de la biosfera.

Para los más aventureros, en grupo, en pareja o en familia, van a encontrar en Asturias mil opciones para el turismo activo: desde descenso de ríos, de barrancos, parapente, bicicleta de montaña, senderismo, surf, vela, espeleología, encontrar oro con bateas en el río… y todo acompañados por profesionales de primer nivel para que la experiencia sea la mejor posible.

Para quienes buscan lo auténtico el verano asturiano estalla en centenares de fiestas en las que se exalta la naturaleza, el patrimonio y las ganas de vivir de un pueblo que en estas fechas se muestra más abierto y afable que nunca, invitando a compartir una alegría que se desborda todos los años. Fiestas dedicadas a los productos de la Tierra como el Festival de la Sidra Natural de Nava; o celebración del deporte y la naturaleza con eventos como El Descenso Internacional del Sella o las festividades de sus ciudades: San Agustín en Avilés, Begoña en Gijón y San Mateo en Oviedo.

Para los buscadores de tesoros, Asturias alberga un legado patrimonial incomparable, con el conjunto de arquitectura altomedieval más homogéneo de Europa encarnado en su Arte Prerrománico o el arte rupestre del Paleolítico Superior, ambos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Pero quienes buscan tesoros en el más estricto sentido de la palabra, tienen en Navelgas (Tineo) la posibilidad de buscar (y encontrar) pepitas de oro en el río. Además esta localidad a principios de agosto acoge el Campeonato Mundial de Bateo del Oro, que congrega a bateadores de todas las latitudes del planeta.

Para quienes gustan de la buena mesa, Asturias es un auténtico festín, tanto en cantidad como en calidad. Pero es más, pueden adentrarse en los secretos que guardan nuestros productos como las cuevas de maduración de queso en Picos de Europa, admirarse ante las pendientes imposibles pobladas de viñedos que dan el Vino de Cangas, seguir el proceso de fabricación de nuestra sidra en lagares tradicionales… En Asturias la gastronomía se disfruta con los cinco sentidos.

Si a todo ello le sumamos una magnífica oferta de establecimientos desde hoteles a casas de turismo rural, campings, apartamentos… y un verano sin agobios, con temperaturas agradables que aseguran un buen descanso en compañía de personas hospitalarias por definición como son los asturianos y asturianas, creo que poco más se puede pedir.

 

¿Y cómo descubrirlo? Visitando la web turismoasturias donde están todos los recursos que ofrece Asturias a un solo clic. Y para llegar allí, nada mejor que un vuelo directo. Consulta nuestros vuelos aquí.

 

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Punta de Teno el Tenerife virgen

La esquina más salvaje y solitaria de Tenerife, en el extremo noroccidental de la isla, es el edén perfecto para disfrutar de unos días de revitalizante contacto con la naturaleza: excursiones en bicicleta por las faldas del Teide, rutas a pie por los húmedos bosques de laurisilva, paseos en canoa bajo inmensos acantilados marinos… Todo ello sin necesidad de abandonar esta remota y sorprendente especie de "isla dentro de la isla" que tiene incluso su propio microclima y que se mantuvo prácticamente inaccesible hasta hace apenas unas décadas. Aquí, alejados del mundanal ruido, cualquier paseo por sus más de cien kilómetros de senderos homologados reabre el apetito por los frutos y las recetas de una tierra fértil y rica que regala nuevos paisajes a cada momento.

Mountain bike: a pedales por las faldas del Teide

En el Parque Natural de la Corona Forestal, que como su nombre indica forma un anillo completo alrededor del Parque Nacional del Teide, existen cuatro rutas especialmente señalizadas para ir en bicicleta de montaña. La más extensa es la Ruta Norte, que cuenta con 85 km en su trazado principal y otros 52 km en variantes.

Nuestra primera propuesta cicloturista incluye uno de sus tramos, pero para disfrutar más de la experiencia nada mejor que contratar a un guía local que nos facilita bicicletas de última generación y nos acompaña durante todo el recorrido, explicándonos con detalle las peculiaridades de los delicados ecosistemas de la accidentada y vertical orografía del macizo de Teno. Además, nos viene a recoger al hotel con una flamante furgoneta con la que subimos hasta los 1.600 metros de altura, en las faldas del Teide, con lo que casi toda la marcha será en bajada.

Bosques y volcanes

En los alrededores de la Montaña del Cascajo –un volcán, por supuesto–, el paisaje es absolutamente sobrecogedor: hieráticos campos de lava rojiza se yuxtaponen con frondosos bosques de pino canario, cuya áspera corteza delata que ya han sufrido el azote de algún que otro incendio forestal. Según Iván Méndez –nuestro guía–, estos pinos son unos “supervivientes natos”, pues se trata de una variedad autóctona de naturaleza ignífuga.

Casi sin esfuerzo entramos en la Reserva Natural Especial del Chinyero, un volcán de arenas negruzcas que entró en erupción por última vez en 1909, justo al lado de otro volcán que dos siglos antes se había llevado por delante buena parte del puerto de Garachico, un pequeño pueblo situado a 8 kilómetros de aquí.

Poco más abajo entramos en el inframundo de la laurisilva macaronésica, que queda envuelta en una densa nube de niebla. Pedaleamos por un universo tenebroso y aguachinado en el que reina una vegetación similar a la que cubría buena parte del planeta hace 65 millones de años y que hoy apenas subsiste en contados puntos de la Tierra.

Tras varios kilómetros emboscados, regresamos a la civilización para recuperar fuerzas en una bodeguita con vistas en la que sirven queso asado con mojo rojo y miel de palma, bacalao con batata, asado de carne de cabra... Todo, delicioso.

Llegamos al hotel con el paladar endulzado, nada cansados –apenas hemos hecho 42 km, con 1.800 metros de bajada por sólo 200 metros de ascensión–, pero con la sensación de haber descubierto un espacio natural lleno de atractivos. Nunca habíamos visto, sentido y respirado tantos paisajes y microclimas distintos en tan pocos kilómetros.

Excursiones a pie: senderos sin fin

Gracias a una extensa red de senderos señalizados, el Parque Rural de Teno brinda infinidad de itinerarios de todos los niveles.

Si estamos alojados en Buenavista, por ejemplo, una ruta de acceso inmediato al espectacular y vertiginoso Barranco de Bujamé es la PR-TF 58 Camino del Risco, que asciende por un primitivo sendero hasta los verdes prados de Teno Alto y el caserío de Los Bailaderos, donde se puede comer uno de los mejores quesos frescos artesanos de las islas Canarias. La ruta pasa entre el Roque de Marrubio y el Roque de la Cruz. También junto a los restos de un antiguo tagoror, lugar de reunión de los dirigentes de la comunidad en la época de los guanches. Curiosamente, este escarpado camino se conoce localmente como "la bajada de los muertos", pues en tiempos no tan pretéritos –según cuentan, hasta la década de los setenta– se usaba para bajar a los difuntos desde Teno Alto, donde no había cementerio, hasta Buenavista. Prueba de ello es la Cueva de los Ataúdes, donde aún se conservan las dos humildes cajas comunitarias –una de niño y otra de adulto– con las que se realizaba la pesarosa procesión.

Dada la orografía del macizo de Teno, casi todas las rutas de la zona están conectadas entre sí, de manera que se pueden combinar creando itinerarios a medida de cada cual, en función del tiempo disponible o las ganas de caminar. Por ejemplo: una vez en Los Bailaderos, se puede seguir hacia el este por la PR-TF 57 Callejón de Teno hasta Cuevas del Palmar, o bien hacia el oeste, por la PR-TF 51, hasta el faro de Punta de Teno. Es aquí, en el punto más occidental de la isla, donde se puede vivir una puesta de sol inolvidable, con el dorado sol alumbrando los acantilados de los Gigantes.

Canoas entre gigantes

En tiempos de los guanches, estas paredes basálticas de 600 metros de altura recibían el inquietante nombre de “Muralla del Infierno”. Hoy se las conoce como Acantilados de Los Gigantes y su inaccesibilidad ha conservado el lugar como un auténtico santuario. Además, son el lugar ideal para vivir una jornada de recreo a bordo de un kayak de mar, pues estas aguas quedan siempre protegidas de los imperantes vientos alisios por los propios acantilados, que ejercen de barrera natural, y el mar permanece en perenne calma.

La excursión comienza en el puerto deportivo de Los Gigantes, tiene una duración de 2 horas y se realiza en compañía de monitores que guían al grupo, mostrando las singularidades de este increíble paraje. Es una actividad apta para todo el mundo y no requiere experiencia. Además, una lancha de seguimiento realiza las tareas de asistencia ante cualquier eventualidad. Se utilizan kayaks tipo canoa –biplaza e individuales– de iniciación, totalmente estables y autovaciables. Información y reservas: Teno Activo.

Trekking, kayak y snorkel en fondos cristalinos

La bahía de El Eco es el lugar perfecto para darse un baño y explorar el fondo marino practicando snorkel en sus aguas transparentes, que a pie del acantilado sólo alcanzan los 30 metros de profundidad.

La misma excursión en canoa-kayak también se puede iniciar en la playa de Masca, después de descender a pie –son 5 km de caminata– por el barranco del mismo nombre, regresando a remo hasta Los Gigantes después de una visita a la bahía de Barranco Seco.

Avistamiento de cetáceos

También frente a la costa de Los Gigantes, pero en aguas más profundas, se avistan delfines e incluso ballenas. Lo ideal es embarcarse después de la excursión en kayak, pues un barco de 36 plazas zarpa desde el mismo puerto deportivo. El paseo tiene una duración de 2 horas. Durante el regreso, el barco fondea 15 minutos en la bahía de Masca, para disfrutar de un último baño a los pies de los acantilados.

Un hotel para desconectar

Situado en este retirado enclave del noroeste de Tenerife y con unas espléndidas vistas sobre el océano, el hotel resort Melià Hacienda del Conde es el campo base perfecto para pasar unas vacaciones activas y, a la vez, relajantes en la zona de Teno. Sus amplias habitaciones, sus piscinas, el spa, una cuidada oferta gastronómica y su condición deadult-only lo convierten en el destino favorito de los visitantes en busca de tranquilidad.

Reserva tu Vueling a Tenerife y aventúrate a conocer el macizo volcánico de Teno.

Texto de Sergio Fernández Tolosa de Con un par de ruedas

Fotos de Sergio Fernández Tolosa y Teno Activo

 

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