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Caminar entre volcanes

Cuando uno imagina unas vacaciones en Lanzarote, es fácil caer en el error y limitarse a evocar mentalmente imágenes de playas de arena negra tapizadas por hileras de sombrillas y tumbonas, turistas enrojecidos blandiendo palos de selfie desde la giba de un camello –en realidad, son dromedarios– y hoteles que ofrecen buffet libre tres veces al día. Sin embargo, por mucho que cueste desterrar los tópicos, la verdad es que “la isla de los volcanes” atesora mucho más que todo eso.

La ruta que presentamos hoy es la mejor prueba de ello: Vulcan Walk Lanzarote es un viaje a pie desde Playa Blanca, en la costa sur, hasta Órzola, en el extremo norte, descubriendo los parajes más vírgenes y solitarios de la isla. El itinerario suma un total de 86 km y permite recorrer Lanzarote en cuatro cómodas y variadas etapas que, si se prefiere, se pueden ampliar a cinco. Además, como espléndido colofón, al final del trekking existe la opción de cruzar en barco hasta la pequeña y paradisíaca isla de La Graciosa, con tal de disfrutar durante un par de días de sus montañas de colores, sus seductoras playas de arena blanca y, sobre todo, su endémica calma reinante.

Etapa 1. La travesía de Los Ajaches
De Playa Blanca a Uga - 17 km / 900 m+ / 6 horas

La ruta comienza en Playa Blanca, a orillas del Atlántico, concretamente en la playa de las Coloradas, desde donde se avista el misterioso perfil de la vecina Fuerteventura. Nada más dejar atrás la zona urbana, entramos en el desértico macizo de Los Ajaches, cuyo desgastado pero mastodóntico relieve se erigió hace nada menos que 20 millones de años, e iniciamos la ascensión hasta la cumbre del Hacha Grande (561 m).

Tras el primer descenso, para reponer fuerzas, nada mejor que un sabroso plato de ropavieja (carne, garbanzos, patatas, pimiento rojo, ajo, cebolla, laurel, tomillo y clavo). Lo sirven muy rico en el pequeño restaurante Femés (en la misma rotonda del pueblo). Atención porque Femés es el único núcleo habitado por el que pasa la ruta hoy.

La etapa continúa hacia la Atalaya de Femés (609 m), segundo punto más elevado de Lanzarote, desde donde nos aguarda un prolongado y panorámico descenso hasta Uga. Desde las alturas, se divisa el inmenso campo de lava que atravesaremos mañana.

Etapa 2. Del corazón de La Geria al malpaís de Timanfaya
De Uga a Tinajo - 21 km / 350 m+ / 7 horas

Tras pasar la noche en una acogedora casa rural de Uga y desayunar en su frondoso jardín –inmejorable ocasión para degustar el tradicional y energético gofio–, la segunda etapa nos conduce hasta el corazón de La Geria, una zona vitivinícola única en el mundo, en la que las vides crecen sobre elpicón, la grava volcánica fruto de las erupciones que a principios del siglo XVIII cambiaron la orografía de buena parte de la isla.

En el kilómetro 5 cruzamos la carretera y pasamos frente a dos bodegas. Conviene saber que es el único punto donde es posible avituallarse hasta que entremos en Tinajo, en el kilómetro 18.

La ruta continúa por el malpaís de Timanfaya, un onírico infierno de rocas, calderas y campos de lava a los que se accede a través de un sinuoso sendero exclusivo para caminantes, por el que nos perdemos durante horas en el caos de magma más joven de Lanzarote.

Etapa 3. A orillas del océano
De Tinajo a Caleta de Famara - 21 km / 150 m+ / 6 horas

El tercer día, la ruta avanza desde Tinajo hasta Caleta de Famara siguiendo primero el abrupto litoral, donde el océano ruge entre acantilados y volcanes medio devorados por el oleaje. Después de coronar la Montaña Bermeja, se llega a la capital surfera de la isla a través de un inolvidable sector costero de arena blanca, sobre la que resaltan grandes rocas negras con incrustaciones de olivino. Al final de la jornada, la impresionante pared del Risco de Famara se tiñe de tonos cálidos con la puesta de sol.

Para comer, en el kilómetro 8 pasaremos por el pequeño pueblo pesquero de La Santa (no confundir con el centro de vacaciones deportivas cercano). El bar El Quemao (en la calle del mismo nombre) lo frecuentan los pescadores de la zona y se come bien y barato. La sopa de marisco es del todo recomendable, sobre todo cuando sopla el fresco viento del norte.

Etapa 4. El abismo de las alturas
De Caleta de Famara a Órzola - 27 km / 1.500 m+ / 9 horas

La cuarta etapa, entre Famara y Órzola, es la más larga y exigente de toda la travesía. Se desarrolla íntegramente sobre los impresionantes acantilados del Risco de Famara, a los que se accede por un sorprendente vergel que crece en el Barranco de la Paja, al amparo de estos poderosos escarpes que se alzan más de 600 metros sobre el Atlántico.

Para comer y tomarse un descanso, es recomendable tomar la variante que pasa por Haría (km 11), donde hay toda clase de bares y restaurantes.

Después de la parada de mediodía, la ruta vuelve a ganar altura en dirección a las cumbres de Gayo, donde también hay miradores naturales espectaculares. Desde aquí ya sólo quedan unos pocos kilómetros para alcanzar el popular Mirador del Río. La panorámica es grandiosa: La Graciosa, desde lo alto, se muestra como un mapa en tres dimensiones, con sus volcanes de colores, sus playas de arena refulgente, sus casitas blancas…

Un último descenso por senda nos conduce hasta el puerto de Órzola. En las taquillas de El Graciosero nos aguardan nuestros equipajes y los pasajes. Media hora después desembarcamos en la vecina isla de La Graciosa, donde el tiempo parece detenerse.

Relax en La Graciosa

La pequeña isla de La Graciosa, de sólo 29 km2 y todavía libre de asfalto, es el escondite ideal para relajarse durante un par de días al final del viaje o, si aún quedan energías, seguir explorando su fantástica orografía.

Coge tu Vueling a Lanzarote y anímate a marcarte una buena dosis de trekking por la isla.

 

Texto de Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker, de Con un Par de Ruedas

Fotos de Con un Par de Ruedas y Clara Bon Photography

 

 

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Descubre la isla de La Graciosa

Lanzarote es una de las islas más hermosas del Las Islas Canarias, y La Graciosa, al noroeste de esta, es sin duda uno de sus maravillosos tesoros. Ambas islas están separadas por un brazo de mar conocido como El Río. No queda muy claro de donde le viene el nombre a la isla. Hay quien mantiene que ya se llamaba así antes de la incorporación de Lanzarote a la Corona de Castilla, tras la campaña del conquistador normando Juan de Bethencourt en 1402. En todo caso, su nombre le hace justicia.

La Graciosa es la mayor de las islas e islotes que componen el Archipiélago Chinijo. Al sur predominan amplias playas de arenas rubias, como las de La Cocina y La Francesa. También en el litoral se localizan sus dos únicas poblaciones: Caleta de Sebo y Pedro Barba. El primero constituye el núcleo de población principal, mientras que el segundo está actualmente deshabitado. Al igual que el resto de las islas Canarias, su origen es volcánico. Su pico más alto es el de Las Agujas, con 266 m de altitud.

Reserva Marina del Archipiélago Chinijo

La isla de La Graciosa se enmarca dentro de la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo -gentilicio local que significa pequeño, se utiliza sobre todo para referirse a los niños-. Con 70.700 Hectáreas es la mayor reserva marina de Europa y un área de excepcional valor paisajístico. Esta gran reserva está entre los municipios de Teguise y Haría y está formada por los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste o del Infierno y El Risco de Famara.

La Graciosa cuenta con una inmensa riqueza desde el punto de vista biológico. Hasta el momento se han catalogado 304 especies de macroalgas marinas, lo que representa un 53,15% de la florula total del Archipiélago Canario y es la zona de las Islas con mayor índice de diversidad de especies de macroalgas.

Los recursos de estas aguas explican la abundancia de aves marinas, que encuentran en ellas la base de su alimentación por eso el parque ha sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La población más numerosa es la Pardela Cenicienta. También destacan algunas especies raras o que están amenazadas como el cernícalo, las lechuzas, el halcón de Leonor, y el Guincho -o águila pescadora-.

Otro de los valores potenciales más significativos de esta Reserva Marina, lo constituyen, sin duda, las referencias históricas sobre la presencia de la foca monje. Este vertebrado marino, que se encuentra hoy en peligro de extinción a nivel mundial, sobrevivía gracias a la tranquilidad y riqueza biológica que ofrecían estas costas, con abundantes cuevas y jameos donde se refugiaba y reproducía. Actualmente, Alegranza es uno de los territorios potenciales para la reintroducción de poblaciones de esta foca, muy esquilmada y expoliada en las cercanas costas mauritanas y mediterráneas.

Viaje al mundo submarino

La práctica del submarinismo está cada vez más extendida en la isla. Existen tres zonas importantes. La primera es El Canal, entre Alegranza y el Roque del Oeste. Allí encontrarás una plataforma a una profundidad de 25-30 m con una gran falla de unos 35-40 m donde hay gran cantidad de fauna. Proliferan meros, abades y medregales de gran tamaño, así como numerosas gorgonias rojas, amarillas y blancas. Otra área ideal para bucear es Montaña Amarilla, al Suroeste de La Graciosa, junto a Punta del Pobre. Cerca de la costa existe una vera de unos 12 m de profundidad que a medida que nos alejamos se sitúa perpendicular a la orilla alcanzando los 20 m. Encontramos aquí gran abundancia de peces, sobre todo seifíos, salmonetes, pejeperros y langostas canarias. Por último la zona de Alegranza. Al llegar se aprecia la abundancia de su litoral. Desde la embarcación se pueden ver cangrejos y lapas de gran tamaño. Bucear en estas aguas es un privilegio, sobre todo, desde que se constituyó la Reserva Marina. Para poder bucear es esta zona necesitamos tramitar la documentación en el Gobierno de Canarias.

En estos paisajes subacuáticos nos sorprenderán las grandes colonias de gorgonias en puntos de fuertes corrientes. Fijadas a las rocas, dependen del alimento que llega hasta ellas por el agua. La prohibición de pesca comercial en esta área restringida permite que los peces se reproduzcan con facilidad, enriqueciendo estas aguas en cantidad y variedad. Peces como el lábrido, que en otras zonas ha desaparecido, son abundantes aquí, al igual que salmonetes ansiosos por buscar alimento en los fondos más arenosos.

¿A qué esperas para zambullirte en las profundidades de La Graciosa, en el Archipiélago Chinijo, Lanzarote? Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de Turismo Lanzarote

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Naturaleza viva a dos pasos de Santander

El Parque Nacional de Picos de Europa fue el primer espacio protegido de España. Ubicada en la parte central de la cordillera Cantábrica, actualmente es reserva de la biosfera según la Unesco, y sin duda se trata de uno de los lugares más maravillosos de todo el territorio español. En la zona existe un abanico inabarcable de posibilidades como la visita a la ermita de la Virgen de la Salud, lugar en el que se celebra una tradicional romería, a la que acuden gran cantidad de romeros de la comarca Lebaniega, o excursiones a lugares tan emblemáticos como Cabaña Verónica, o las minas de las Manforas. Puesto que debíamos acotar, os proponemos un par de rutas, ambas de nivel accesible, para que os de tiempo de disfrutar del increíble entorno de estas tierras. Y lo mejor de todo es que se trata de una escapada al paraíso que se encuentra a poco más de una hora de Santander.

Camino a Espinama, el acceso al Macizo Central

La caminata se inicia en el Hotel Áliva, situado a 4 Km. de la cota superior del Teléferico de Fuente Dé. Desde allí hay que coger la pista de Montaña que desciende hacia la izquierda. En el descenso nos encontramos en primer lugar con el desvío hacia la izquierda que va hacia Sotres y en segundo lugar el desvío hacia la Ermita de la Salud. Se desciende por el valle del río Nevandi que sirve de deslinde entre el Macizo Oriental y el Macizo Central. Más adelante se llega a los invernales de Igüedri, divisando a la derecha la arista sur del Pico Valdecoro (1.841 m.). Reconoceremos los invernales porque en el centro se agrupa una compacta concentración de grandes cabañas de piedra que abrigan las laderas sudoccidentales del Castro Cogollos.

El final de la pista conduce a las calles de Espinama. Habremos descendido desde unos 1.600 m. a unos 900 m. Habiendo dejado atrás el paisaje más abrupto de los picos comienza a verse el puerto y toda una zona verde que es la parte que alberga el ganado de pasto de verano. Finalmente llegaremos a Espinama, en el municipio y valle de Camaleño, uno de los puntos más importantes de acceso al Macizo Central de los Picos de Europa. Esta ruta, sin duda es un placer para los sentidos. Ninguna de tus fotos necesitará filtro.

Recomendaciones:

Es una ruta muy sencilla, si bien el descenso es fuerte y hay que tener cuidado con las rodillas. Lo más complicado, quizá sea el hecho de tener que recorrer los 3,5 km de carretera de Espinama a Fuente Dé, si se ha dejado allí el coche. Una buena solución es hacer uso de los taxis de montaña de Espinama.

Inicio: Hotel Áliva
Destino: Espinama
Duración: 2h 30 min.
Dificultad: baja
Todas las edades

Encuentro con la historia en Mogrovejo

Mogrovejo bien merece una visita. Es un pueblo de intensa historia, designado como Conjunto Histórico Rural. Dicen también que es uno de los mejor conservados de todo Liébana. De Mogrovejo se dice que desciende Santo Toribio, el portador de las reliquias, Obispo de Astorga y el Señor de Mogrovejo, lugarteniente de Don Pelayo; y otro Toribio, éste del siglo XVI, que fue Obispo de Lima. En el pueblo hay una torre que preside el valle con los picos a sus espaldas. De la casa de los Laso de la Vega, allí, desciende el insigne poeta toledano, gloria del Siglo de Oro español, Garcilaso de la Vega.

El camino se inicia también en el Hotel Áliva, se toma la pista que desciende a Espinama hasta pocos metros antes de las Portillas del Boquejón, lugar donde nos encontramos con el tercer desvío a la izquierda. Si seguimos esta pista llegamos a Pembes, pueblo donde pasa la Virgen de la Salud en invierno, mientras que si tomamos otra pista que sale a la izquierda, llegamos a Llaves donde podemos alcanzar otra pista que nos lleva hasta Mogrovejo.

A lo largo de esta ruta podemos disfrutar de las inmensas vistas que nos ofrecen los Puertos de Río Cubo (Cosgaya) y los Puertos de Espinama, a donde se traslada a finales de julio el ganado que pasta en los puertos de Áliva.

Inicio: Hotel Áliva
Destino: Mogrovejo
Duración: 2h. 30 min.
Dificultad: Baja
Todas las edades

Hotel Áliva

El Hotel Áliva, ubicado en la cota superior del Teleférico de Fuente Dé, en el corazón del Parque Nacional de Picos de Europa, es un hotel familiar rodeado de montañas, prados y de un paisaje cautivador. Rodeado por las altísimas montañas de los Picos de Europa, el lugar no deja a nadie indiferente. Vivir el silencio, sólo roto por algunos de los cencerros del ganado que pasta por estas zonas, hace que la estancia sea todo un placer, si lo que se quiere es desconectar y descansar. Además su ubicación es perfecta para hacer excursiones dentro del Parque.

También cuenta con un restaurante en el que los potajes típicos de la cocina de Cantabria y las carnes de esta zona, son una buena opción después de disfrutar de un día en plena naturaleza. Su carta destaca por estar nutrida a base de cuidados platos elaborados con productos de la comarca de Liébana.

El Hotel es el lugar ideal para aquellos que desean desconectar y disfrutar de la paz de las montañas. Los amantes del senderismo tienen infinidad de rutas en el entorno del hotel. Dispone de 70 plazas en habitaciones dobles, de cuatro y hasta seis personas. Teléfono de contacto: 942 730 999 (Horario de atención de 8 a 24 h.).

¿A qué esperas para disfrutar de este entorno natural? Consulta nuestros vuelos a Santander aquí.

 

Texto e imágenes de Turismo de Cantabria

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Cinque Terre: cinco pueblos costeros que enamoran

Rodeados de un paisaje de ensueño entre colinas, acantilados y bañados por el mar Mediterráneo: Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son el conjunto de los 5 pueblos que forman Cinque Terre.

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