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Dublín a ritmo de U2

Definitivamente, la capital irlandesa es una parte imprescindible del imaginario de U2.

Hace pocos meses publicaron Songs of Innocence. Descrito por Bono como el álbum más personal que jamás hayan grabado, el 13º trabajo de estudio de los irlandeses es un viaje de retorno a su infancia y juventud. Una época de sueños por cumplir con grupos como Ramones o The Clash como banda sonora y Dublín como eterno telón de fondo vital. Mejor momento imposible para visitar la capital irlandesa y más aún si lo hacemos propulsados por los latidos de esas inocentes canciones, recorrer las calles que han trazado la trayectoria de una de las bandas más relevantes en la historia del rock.

Mount Temple Comprehensive School
Fue aquí donde empezó todo. Larry Mullen Jr. colgó una nota en el tablón de anuncios de la escuela buscando compañeros para formar un grupo de rock. A la llamada acudieron Bono, The Edge y su hermano Dick Evans (poco después substituido por Adam Clayton). Nacían Feedback, posteriormente The Hype, finalmente U2. Malahide Road.

Bonavox
Paul David Hewson no fue Bono hasta que a su amigo de infancia Derek “Guggi” Rowan se le ocurrió apodarlo así. El mote es una derivación de Bonavox, el nombre (que se podría traducir como “buena voz”) de un negocio de… ¡aparatos para la sordera! Ya sea porque tenéis tendencias melómanas o porque queréis comprobar vuestras capacidades auditivas, la tienda sigue abierta al público. 9 North Earl Street.

The Projects Arts Centre
Fue una de las salas en las que más veces actuaron U2 durante sus primeros años. Y fue en uno de esos conciertos donde conocieron a Paul McGuinness, manager del grupo hasta 2013, figura crucial en la carrera del cuarteto. Actualmente The Project Arts Centre se ha transformado en una galería de exposiciones de arte, además de ser sede de algunos de los festivales más relevantes de la ciudad, como Dublin Writers' Festival, Dublin Theatre Festival, Dublin Fringe Festival o Dublin Dance Festival. 39 East Essex Street.

Windmill Lane Studios   
No es extraño que también se les denominara los “U2 Studios”, pues en ellos grabaron su primer EP, Tree (1979) y los posteriores álbumes Boy (1980), October (1981),War(1983), The Unforgettable Fire (1984) y The Joshua Tree (1987). Ubicados en el número 4 de Windmill Lane, la calle está repleta de graffitis originalmente relacionados con el grupo (tal es así que se la conoce como el Muro de U2), ahora ya hay cabida para todo tipo de muestras de arte callejero. 4 Windmill Lane, Dublin 2.

Grand Canal Docks          
La zona de los muelles de Dublín es uno de los enclaves de la capital irlandesa que más relación guarda con la iconografía de U2. Un escenario sumamente representativo del espíritu de la ciudad que el cuarteto ha utilizado a lo largo de su trayectoria como telón de fondo de portadas de discos (October), vídeos (Gloria) o sesiones fotográficas (como la que realizaron en 2000 con el imprescindible retratista holandés Anton Corbijn). Hanover Quay.

The Clarence Hotel
En 1992 Bono y The Edge compraron The Clerance. Construido en 1852, bajo su supervisión el otrora dos estrellas fue remozado hasta devenir uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Y para que, tal y como declaró el cantante de la banda irlandesa, “The Edge tuviera algún sitio donde poder quedarse hasta muy tarde”, en su sótano abrieron The Kitchen, discoteca en la que suelen hacer escala los nombres más destacados de la música electrónica. 6-8 Wellington Quay.

Fitzwilliam Place
Hubo un año en el que a Bono se le olvidó el cumpleaños de Ali. Tal fue el cabreo que pilló su esposa, que estuvo a punto de echarle de casa. El cantante le pediría perdón con la canción The Sweetest Thing. Originalmente cara B del sencillo Where The Streets Have No Name, tiempo después fue el primer single del recopilatorio The Best Of 1980-1990. Rodado el 20 de Septiembre de 1998, el clip transcurre a lo largo de esta céntrica calle dublinesa. Los vídeos de Sometimes You Can’t Make It On Your Own y Pride (In the Name of Love) también tiene en Dublín su localización principal. Fitzwilliam Place.

Hanover Quay
Tras abandonar los Windmill Lane Studios, U2 se recolocaron en los Hanover Quay. Situados en la zona portuaria, se trata de un complejo conformado por dos edificios: uno sirve de local de ensayo, el otro, de estudio de grabación y sala de mezclas. En ellos U2 han dado forma a sus discos Pop (1997), All That You Can't Leave Behind (2000), How to Dismantle An Atomic Bomb (2004) y No Line On The Horizon (2009). Como curiosidad, destacar que la cementera Kilsaran Concrete, empresa situada frente a los estudios, instaló en su entrada un banco para que los seguidores del grupo pudieran esperar tranquila y cómodamente la salida de sus ídolos. 18 Hanover Quay, Dublin 2.

Finnegan's of Dalkey
Elogiado por su oferta gastronómica, el Finnegan's of Dalkey es el pub favorito de Bono. Tanto le gusta que siempre que lo visita algún amigo de relumbrón (Michelle Obama, Penélope Cruz, Javier Bardem, Salman Rushdie…), el cantante de U2 los lleva a este típico pub irlandés a tomar una pinta de Guinness. Abierto por Dan Finnegan, uno de sus siete hijos, Peter Finnegan, emigró a Valencia donde, en la céntrica Plaza de la Reina, abrió el gemelo Finnegan's Of Dublin. 2 Sorrento Road.

St. Stephen’s Green
En el año 2000 Bono y The Edge recibieron el título de "Freeman of the City of Dublin". Entre los privilegios que otorga tal honor está, y no es ninguna broma, poder dejar pastar ovejas en St. Stephen's Green. El día siguiente de recibir tal reconocimiento, el cantante y el guitarrista se presentaron en este popular parque situado en el centro de la ciudad con dos corderos a los que bautizaron “My Little Lamb” y “Michael Jackson”. St. Stephen's Green.

Wall Of Fame
En el número 20 de Temple Lane Street, una de las calles más concurridas y animadas de Dublín, luce el Wall of Fame, homenaje a los nombres más representativos de la música irlandesa. La fachada exhibe fotos de Van Morrison, Sinéad O'Connor, Thin Lizzy, Rory Gallagher, The Undertones, Bob Geldof, Boyzone… Pero si hay una instantánea que destaca y predomina la escena, ésta es la de unos jovencísimos U2 en la playa de Sandymount Strand (otra de sus localizaciones predilectas). Y ya que estáis ahí, dejaos caer por el histórico Temple Bar: música en vivo cada noche y unas ostras deliciosas. 20 Temple Lane South.

The Little Museum Of Dublin
Enfrente de St Stephen's Green, y muy próximo a Grafton Street, encontraréis The Little Museum Of Dublin, pinacoteca dedicada a la historia moderna de la capital irlandesa. Entre sus exposiciones permanentes destaca “U2 Made In Dublin”. Desde carteles originales de sus primeros conciertos a un Trabant de la era Zoo TV Tour, una de las mayores y mejores colecciones de objetos relacionados con la banda, todos ellos cedidos por seguidores del cuarteto. 15 St Stephen's Green.

De sus estudios de grabación al hotel Clarence, la empresa Dublin Differently ofrece rutas guiadas por algunos de los escenarios de la ciudad que han trazado la historia de U2. ¡Venga! ¿a qué esperas para conocer un poquito mejor a una de las mejores bandas de rock de todos los tiempos? Consulta nuestros vuelos a Dublín aquí.

 

Texto de Oriol Rodríguez para ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Matt McGee, Phil Romans, William Murphy, dronepicr

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El Dublín de los dublineses

En esta ocasión os vamos a mostrar un Dublín más genuino: el Dublín de los dublineses.Nos apartamos de las rutas turísticas, que sabemos que podrás encontrar en cualquier post de la blogosfera, para ofreceros una visión más actual.

Moverse por la ciudad es muy fácil porque está muy bien conectada, pero nosotros os aconsejamos descubrir la capital irlandesa a pie; a la mayoría de lugares que os vamos a recomendar, se puede llegar andando con un agradable paseo a orillas del río Liffey.

Nuestra primera parada es en una antigua Mansión Georgiana, la Casa de Richard Wingfield, Conde de Powerscourt (1730-1788), y de su esposa Lady Amelia. Convertida actualmente en un centro comercial de lo más cool, el Powerscourt Shopping Center. Una joya del pasado en la actualidad; bajo el mismo techo, podrás descubrir la transición del estilo barroco al neo-clásico. Su interior ofrece al visitante tiendas únicas de diseño, moda, gastronomía, arte etc. Entre sus seis restaurantes destacamos: The Pepper pot que ofrece una amplia carta de comida orgánica, y Pymalion, conocido por sus tapas y desayunos preparados con alimentos locales.

Muy cerca, siguiendo la calle George´s Street, está uno de los mejores pubs de gays y lesbianas: The George, perfecto para escuchar música en directo y tomarte una buena pinta ¡Cómo no!. Gírate al entrar, y en la puerta, verás dibujado uno de los murales más bellos de toda la ciudad, realizado por el artista Joe Caslin. La zona Gay de Dublín, poco a poco, va cogiendo fuerza y crea un camino alternativo en la ciudad, que bien merece una visita.

En la calle que lleva el nombre del mítico guitarrista, músico, compositor y productor irlandés Rory Gallangher está Meeting House Square. Una plaza, que en verano es un hervidero de eventos musicales, y que todos los sábados del año se convierte en el paraíso de los foodies; un mercado orgánico, muy intimista, lleno de puestos gastronómicos take away, de máxima calidad. En este lugar, se encuentra un puesto llamado Temple Oyster Bar, si eres amante de estos moluscos bivalvos, simplemente, do it!

Ya sumergidos en el famoso área de Temple Bar, pero alejándonos de la ruta convencional, nos vamos a la calle Essex Street East, donde se encuentra una de las tiendas más chulas de moda masculina de todo Dublín, Índigo and Cloth.

Si te gusta el arte de la fotografía no dejes de entrar al The National Centre for Contemporary Photography ¡Sus exposiciones siempre son buenísimas! Descubrirás temáticas sobre el Dublín antiguo, la campiña irlandesa y los recuerdos de la hambruna.

En la ciudad, existe un cine muy peculiar, punto de encuentro de bohemios y amantes del séptimo arte, donde además podrás disfrutar de un buen menú del día, hablamos del Irish Film Institute. 

Pero, si quieres tener una experiencia extrasensorial y gastronómica única, haz una reserva en el restaurante de moda en la ciudad Sophies restaurant, situado en la terraza del recién estrenado Hotel The Dean. Nos quedaríamos cortos hablando sobre el glamour y el estilo que tiene su decoración y servicio; incluye unas increíbles vistas 360 grados de la ciudad.

Por último, si eres goloso, no dejes de regalarte un homenaje en Queen of Tarts, un café & pastisserie, abierto a finales de los 90, por las hermanas Fallow; entre los dublineses es un secreto a voces que sus tartas y los cakes son insuperables.

Si has seguido esta ruta, obviamente, te has alejado de la más tradicional. Pero si tienes tiempo  también te recomendamos que dediques un día a recorrer la city, en el típico autobús turístico Hop on- Hop Off ¡Te garantizamos que en un fin de semana has rematado Dublín!

Nosotros volveremos a Dublín pronto, ya que 2015 es el año del diseño Irlandés, pero eso te lo contaremos en otro post … Si quieres más información entra en la pagina de Turismo de Irlanda.

Corre a reservar tus billetes con Vueling ¡Estás más cerca que nunca de Dublín! 

Texto de Tensi Sánchez de actitudesmgz.com

Fotografía de Verónica García

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24 horas gastronómicas en Dublín

Junto a los pubs de toda la vida, en Dublín proliferan cafés, locales especializados en un determinado bocado y gastrobares de cocina de autor que dan para llenar horas y horas. Si en cambio solo puedes disfrutar de la ciudad por un tiempo limitado, ahí van las pistas que no debería perderse ningún buen aficionado a comer y beber.   

El mejor café. Lo elaboran y sirven con extrema delicadeza en los dos locales propios de 3fe -uno de ellos, con cocina de mercado-, a partir de las más diversas procedencias. Vasta selección de sabores y aromas al gusto de cliente. Puedes degustarlo en sus establecimientos o comprarlo también para llevar. También gozarás de un excelente café en Kaph, gran cafetería con buena bollería.

El mejor chocolate. Se halla en el Chocolate Atelier, en pleno centro de la ciudad. Lo encontrarás en tableta, en formato bombón o a la taza, para tomar, llevar o regalar. Son elaboraciones artesanas y mayoritariamente creativas por las combinaciones que proponen. Ya solo la tienda en sí merece una visita. 

La mejor burger. Por su estupenda relación calidad-precio, te quedarás con las hamburguesas de Bunsen. En apenas un cartoncito tipo tarjeta de visita caben todas sus propuestas, acompañadas de salsas y patatas fritas también caseras. Cocina ininterrumpida para un local que siempre está hasta los topes.

El mejor brunch. Es la costumbre más extendida en estas tierras y la opción más práctica para los lugareños, así que donde fueres, haz lo que vieres. Muchos locales ya lo ofertan más allá del domingo. El clásico lo encuentras en el Odessa, donde degustarás la más pura tradición irlandesa.

Las mejores vistas. Para una mesa con buenas vistas, incluso al aire libre, opta por Sophie’s. Panorámica de 360° sobre la capital con cocina vista, barra presidencial para el aperitivo, la copa de sobremesa o el cóctelafterwork, y terraza con estufas por si acaso. Sirve platos de corte mediterráneo en generosas raciones. Ideal para una cita, para un encuentro entre amigos e incluso para elbrunch de los domingos.

El mejor té. Lo hemos tomado en Clement & Pekoe, donde además divulgan la manera correcta de elaborarlo. Variedad, matices, dulces caseros para acompañar y muy buen ambiente en el entorno más comercial de la ciudad.

La mejor cocina de autor. Brillan con luz propia Forest Avenue y Forest & Marcy, ambos bajo la misma filosofía culinaria. Son bistronómicos de pocas plazas que se alejan del fast food y de la oferta clásica de los pubs al uso, por lo que se hace imprescindible reservar. En las afueras de la ciudad destaca Heron & Grey por su alta cocina con estrella Michelin, pero ya no da mesa para antes del próximo septiembre. Interesante también la propuesta del gastropub The Old Spot.

El mejor cóctel. Pintas las encuentras en cualquier sitio e incluso cualquiera las saborea en plena calle sin necesidad de que haya caído la noche. Por eso, si buscas una bebida alternativa a la típica y tópica cerveza negra, déjate caer por la barra del renovado The Pichet y pídete uno de sus cócteles de autor en pleno Temple Bar, antes de recurrir al concurridísimo The Ivy.

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Texto de Belén Parra de Gastronomistas

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8 Locales donde dejarse ver en Dublín

De lo mejorcito en cocina japonesa en Taste at Rustic

De rústico, poco tiene esta casa. Amantes de la cocina japonesa, este es vuestro restaurante. En la tercera planta la propuesta está enfocada a los paladares más gourmets, que disfrutarán de una de las mejores cocinas niponas, con notas creativas, que probarán en su vida. Los platos, firmados por el prestigioso chef Dylan McGrath, son preparados al momento ante el comensal, y hay desde sushi hasta ramen pasando por barbacoas con carne de kobe. Todo excelente. El apartado de dulces no es para menos: recomendamos probar la crème brûlée de pistacho, el cheesecake, o la sopa fría de coco y mango. Os dejarán con gran sabor de boca tras una cena inmejorable.

Cócteles de autor y carne premium en The Clarence Hotel

Los fans de la banda U2 conocerán The Clarence Hotel, propiedad del músico Bono, del que rescatamos dos opciones de nivel para los gastrónomos. El restaurante Cleaver East, con decoración industrial, es conocido por sus propuestas cárnicas. Y por si quedaban dudas, la inmensa pared de este restaurante chic está recubierta de hachas. En la carta, entrecotes, hamburguesas, filetes, etc. son de primerísima calidad y harán las delicias de los exigentes carnívoros. Por otra parte, el Liquor Room ocupa el sótano del hotel y se ha convertido en una de las coctelerías más vip de Dublín. Aquí, los maestros cocteleros preparan con extravagancia y genio más de 30 fórmulas de autor que conquistarán a los amantes de las buenas copas.

Sabor a mar en Wrights Findlater Howth

A las afueras de Dublín se encuentra la selecta y pesquera Howth, localidad donde se ubica Wrights Findlater Howth, ante el puerto y con vistas a la bahía de la ciudad. Ofrece una de las mejores cocinas locales en cuanto a productos del mar se refiere: mejillones, gambas, bogavantes y otros mariscos compiten en la carta con el famoso fish and chips, delicioso y copiosamente servido. La guinda a una agradable comida la pondrá el crumble –pastel con frutas-de manzana tibio con helado de vainilla. ¡Divino!

El subidito de tono Lillie’s Bordello

El nombre de esta coctelería es toda una declaración de intenciones. Un local disfrazado de burdel, con sofás rojos aterciopelados y fotografías eróticas en la pared. El lugar ideal para perderse en los rincones y disfrutar de una amplia selección de ginebras y licores de elaboración casera. En la planta baja se encuentra The Porterhouse, un pub grandioso que sirve sus propias cervezas (tienen más de 10 variedades distintas) en un ambiente ruidoso y distendido, typical irish.

Chic y rústico, el Drury Buildings

Excelentes y cuidadas recetas italianas. Cuero y madera se unen en la decoración de este restaurante con ambiente casual, moderno y cosmopolita. Ideal para disfrutar de una comida relajada durante el día, ya que está situado en pleno centro de la capital irlandesa, en una de las calles más interesantes para todo foodie que se precie: Drury Street. Está repleta de tiendas de objetos de diseño para la cocina y molones coffee shops (locales con una amplia selección de cafés molidos al momento y preparados con filtro, para conservar toda la esencia de este brebaje, servidos con deliciosa bollería y pastelería) en los que cualquiera desearía quedarse el día entero a leer, sin prisa.

Postureo en Sophie’s

En la azotea del muy cool Hotel Dean -nominado en la prestigiosa Hot List 2015 de la revista Condé Nast Traveller por su concepto, servicios e interiorismo- se encuentra Sophie’s, un restaurante con vistas panorámicas de la ciudad contempladas a través de inmensos ventanales. Por la noche, es asombroso. Bajo una luz tenue, gente guapa se codea aquí para tomar el aperitivo o disfrutar de una excelente cocina de inspiración italiana (pasta a la marinera, risotto…). Muy recomendable es también la selección de carne irlandesa, con una mención especial para las albóndigas de ternera, el steak o la pata de cordero viejo (muy típico del país). Todo maridado con los mejores vinos internacionales. Garantizamos que Sophie’s es el lugar ideal para largas sobremesas entre amigos o en pareja. Y si quieren alargar aún más la noche, el bar del Hotel Dean, situado en su planta baja, es de lo más trendy de la ciudad para practicar el postureo.

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Texto y fotos: Laia Zieger de Gastronomistas.com

 

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