A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

Phare D’El Hank

De un lado el océano Atlántico, del otro unas preciosas vistas de la ciudad de Casablanca y todo después de hacer un poco de ejercicio subiendo sus 260 escalones. La blanca torre del Phare D’El Hank es un lugar alejado de la zona más turística que merece una visita como parte de tu viaje a la ciudad marroquí.

También conocida como Faro Casablanca, la torre se alza a 39 metros de altura y fue un trabajo del arquitecto francés Albert Laprade, se empezó a construir en 1916 y se inauguró el 1 de agosto de 1920.

¿Dan ganas de ir verdad? ¡Anímate! ¡Consulta nuestros precios aquí!

+ info

Una ciudad de película

Tócala otra vez, Sam”. Son las palabras que nos vienen a la cabeza al escuchar el nombre de Casablanca, la mítica película de Michael Curtiz, pero la verdad es que ni Humphrey Bogart ni Ingrid Bergman pusieron los pies en la ciudad para su construcción, que fue rodada completamente en estudios de Hollywood. Es verdad que existe un Rick’s Café, pero se debe únicamente a un intento de sacar rendimiento al filón cinematográfico.

Casablanca es lo más parecido a una moderna metrópolis occidental. Durante la época colonial, los franceses idearon un programa de desarrollo urbanístico que dotó a la ciudad de grandes avenidas y parques y auténticas joyas de arquitectura modernista y art déco. Aquí se fusiona el estilo colonial francés con elementos de la arquitectura tradicional marroquí.

El gran orgullo de la ciudad es la enorme mezquita de Hassan II, una maravilla de la arquitectura religiosa moderna y una de las mezquitas más grandes del mundo, que tiene la ventaja de ser uno de los pocos edificios islámicos que puede ser visitado por turistas no musulmanes. Su construcción finalizó en 1993 y su minarete es el más alto del mundo con una altitud de 200 metros.

Casablanca es una ciudad bastante caótica, pero en eso radica también parte de su decadente encanto. La medina, la parte más antigua, se encuentra al norte de la ciudad y es más bien pequeña en proporción a las grandes dimensiones de la urbe. Se accede a ella desde la Place des Nations Unies. Una vez atravesados sus muros, pasamos por delante de la torre del Reloj y la mezquita Chleuh para encontramos con un laberinto de pequeñas calles por las que deambular, con los característicos olores a perfumes, especias y té con menta, que se bebe a todas horas.

Para conseguir un recuerdo típico y artesanía tradicional, lo mejor es acercarse hasta la Nouvelle Medina, en el Quartier Habous, junto al Palacio Real. Aquí los precios son más bajos y no se presiona tanto al turista como en algunos zocos en otras ciudades.

Perderse por el parque de la Liga Árabe, en pleno centro de Casablanca, es una buena opción para relajarse o acercarnos hasta alguno de los balnearios de la ciudad, como el de Bouznika, donde encontraremos magníficas playas como las de Dar Bouazza, muy cercanas a Tamaris, un parque acuático que abrió sus puertas recientemente.

Visita también el santuario Sidi Bou Abderrahmane, accesible a pie si hay marea baja. Se trata de un islote cercano al faro de El Hank, donde ya había asentamientos humanos durante la prehistoria. Al caer la tarde, en esta zona, se puede de disfrutar de maravillosas puestas de sol.
 
Imagen de HombreDHojalata

Imagen de Othmanlah

¿Te han entrado ganas de ir a Casablanca? ¡Consulta aquí nuestros vuelos!

+ info

Festivales para disfrutar de Marruecos

Pocos motivos necesitas para visitar Marruecos, ¿verdad? Pues aquí entramos nosotros en escena para hacer más variada si cabe la oferta en el país vecino. Al visitar Marruecos descubres ciudades únicas, un pueblo acogedor y sencillo, una gastronomía famosa en todo el mundo… pero, además, ahora tienes la oportunidad de conocer eventos y festivales que te harán adentrarte aún más en una cultura en continuo movimiento. ¿A cuál de estos te apuntas?

+ info

Marruecos, el mundo de los sentidos

¿Buscas escapadas asequibles esta Semana Santa? ¿Y si vamos a Marruecos? Pasa del jet lag, de esos viajes de más de ocho horas con escalas interminables en aeropuertos en mitad del desierto. Solo necesitas un par de horas de vuelo para estar en un sitio totalmente diferente.

+ info