La cerveza ahumada en Bamberg
Por Oriol Salvador de scannerFM
Para aquel que visita la ciudad de Bamberg, aproximadamente a una hora de Nuremberg, tan importante como descubrir su patrimonio históricoy arquitectónico (su catedral milenaria, por ejemplo) es descubrir la historia de su cerveza, la cerveza ahumada (Rauchbier en alemán).
Este tipo de cerveza se elabora de forma tradicional y es característica de Bamberg. Su color oscuro y sabor ahumado es producto de que la malta se deja secar al fuego durante el proceso de producción. Bamberg conserva en pleno funcionamiento nueve cervecerías tradicionales que producen un total de quince tipos de cerveza ahumada distintas.
Como parte de los atractivos de una visita a la ciudad de Bamberg, en esta ruta proponemos descubrir sus cervecerías tradicionales, esparcidas por toda la ciudad, y probar alguna de las rauchbier que ofrecen.
¿Hace falta que te advirtamos que bebas con moderación?
Klosterbräu
Cervecería fundada en el año 1533. Es una buena opción para empezar, pues está ligeramente alejada del centro. Además del buen servicio y la amable atención de sus trabajadores, puedes probar la cerveza ahumada que elaboran ahí mismo y combinarla con su amplia oferta de comida tradicional alemana. Si el tiempo acompaña, puedes escoger una de las mesas de su terraza a pie de calle.
Una de las variedades que ofrecen, nuestra recomendación, es la Klosterbräu Bockbier, una cerveza fuerte, con un sutil toque de lúpulo, mucho cuerpo y un cierto gusto dulce. 7.0 grados de alcohol y una excelente formación de espuma encima de un color dorado.
Abren todos los días de 11:00 a 14:00h. (sábados, domingos y festivos hasta las 14:30h.) y desde las 17:00 hasta las 22:00h. (domingos hasta las 21.00h.). Más información: www.klosterbraeu.de (alemán)
Ambräusianum
Una joven pareja se aventuró en 2004 a abrir Ambräusianum, una nueva cervecería tradicional. La apuesta ha dado buenos resultados. En poco tiempo se situaron como cervecería de cabecera para lugareños y visitantes. Su céntrica situación en Dominikanerstraße, muy cerca de la catedral, ayuda.
La Ambräusianum Hell es una de las variedades de cerveza ahumada más recomendables entre su oferta de cerveza ahumada: una cerveza fuerte aunque con un grado moderado de alcohol (5.0) con un color ámbar dorado, producida a base de levadura natural que le da un aroma fresco con cierto sabor afrutado.
Abre todos los días, excepto los lunes, a partir de las 11:00h. de la mañana. Podéis encontrar más información y su menú de comida tradicional en: www.ambraeusianum.de (alemán)
Fässla Brewery
La historia de la cervecería Fässla se remonta al año 1649, el primer año de paz tras la Guerra de los Treinta Años. Ahora, una nueva generación bien entrenada en el arte de la elaboración de la cerveza mantiene viva la tradición familiar. Además, a la hora de buscar alojamiento en la ciudad de Bamberg, conviene destacar que también disponen de hotel.
Entre su oferta de variedades de cerveza ahumada destacaremos Echtes Bamberger Zwergla: una cerveza oscura, casi de color caoba, suave (6.0) y con un final suave, redondo. Esta y el resto de variedades pueden tomarse allí mismo o para llevar.
La cervecería en si abre todos los días desde las 8:30 hasta las 23:00h. (domingo hasta las 13:00h.). Además, ofrecen menú de comida tradicional de las 11:00 a las 14:00h. y de 18:00 a 21:00h., todos los días excepto el domingo. Para saber más, visitad su web: www.faessla.de (alemán e inglés)
Greifenklau Brewery
Sin tener en cuenta un parón durante la primera mitad del siglo XX, la história de Greifenklau se remonta al año 1731 y más allá. Un poco alejada del centro de la ciudad, en su restaurante ofrecen comidas y cenas, con precios y menús especiales para grupos de turistas. Durante los días soleados puedes optar por tomarte tu cerveza su extenso beer garden.
Entre su oferta de variedades de cerveza ahumada te recomendamos la Greifenklau Lager, de color dorado y 4.8 grados de alcohol, una espuma extremadamente blanca, cremosa, ligero aroma de malta y acabado suave. Una buena muestra de la típica cerveza de la Franconia.
De martes a sábado abre desde las 10:30 y los domingos de 9:30 a 14:00h. Los lunes permanece cerrado. Encontrarás más información en: www.greifenklau.de (alemán e inglés)
Kaiserdom Brewery
En el acogedor salón comedor del Kaiserdom se puede disfrutar de la cocina típica de la Franconia y sus cervezas tradicionales. Dispone de un moderno comedor y de otros más rústico, ambos muy acogedores, y como tercera opción, siempre que el tiempo acompañe, puedes optar por su terraza. También dispone de hotel en el mismo edificio, así que es una opción de alojamiento a tener en cuenta.
Dentro de su surtido de cervezas te recomendamos la Weizenland Weißbier, una cerveza dorada, de aspecto algo turbio debido a los sedimentos de la levadura durante la fermentación en botella. Tiene un sabor fresco y ligeramente afrutado, seco al paladar. Una cerveza muy refrescante.
Como sucede en otras cervecerías, cierra los lunes. De martes a sábado abre de 7:00 a 13:30h. y de 17:00 a 23:00h. Domingos y festivos abre a las 11:30h. Consulta www.hotel-kaiserdom.de (alemán)
Keesmann Brewery
La cervecería Keesmann fue fundada en 1867 y mantiene su tradición familiar desde entonces. Situada justo frente a la Iglesia de Maria Hilf, entre su oferta hay cerveza de trigo y cerveza light.
No obstante, la Keesman Herren Pils es, sin lugar a duda, su cerveza estrella. Una cerveza de aspecto pálido en la que se puede distinguir un cierto aroma a lúpulo en un cuerpo exquisitamente seco con un refrescante y harmonioso gusto final.
A diferencia de otras cervecerías de la ciudad de Bamberg, esta cierra los domingos. De lunes a sábado abre a las 9:00h., durante la semana cierra a las 23:00h. y los sábados solo hasta las 15:00h.
Mahr’s Bräu Brewery
Al visitar la cervecería Mahr’s Bräu nos encontramos ante una de las más antiguas de la ciudad de Bamberg. Se tiene constancia que fue fundada en el año 1670 y, desde entonces, ofrece una variada gama de cervezas.
Entre todas ellas, la más popular es la Mahr’s Ungespundetes, también conocida bajo el sobrenombre de la “U”. Se trata de una cerveza de tonalidad ámbar, ligeramente turbia. Tiene un fuerte olor a malta y levadura que le proporciona un aroma único.
Abren a diario desde las 9:00 hasta las 23:00h.
Schlenkerla Brewery
Una de las más populares cervecerías tradicionales, también una de las más céntricas. Probar su oferta de cerveza ahumada o su menú de comida tradicional de la región es tan recomendable como fijarse en la decoración rústica de todo el edificio. Documentos históricos fechan su fundación en el año 1405 y, actualmente, la sexta generación de la família Trum mantiene la tradición.
La cerveza que os recomendaremos entre su oferta es tal vez la más característica cuando nos referimos a cerveza ahumada. Aecht Schlenkerla Rauchbier es una cerveza oscura, con aroma a malta y un cierto gusto humeado que la caracteriza y distingue sobre el resto.
Esta cervecería histórica abre diariamente desde las 9:30 hasta las 23:30h.. Para más información, puedes consultar su completa web: www.schlenkerla.de (en varios idiomas, incluido inglés y español)
Spezial Brewery
A escasos cinco minutos de la estación de tren se encuentra Spezial. Esta cervecería tradicional presenta un ambiente rústico y una oferta gastronómica imperdible. Dispone, además, de hotel.
Su cerveza ahumada más recomendable dentro de las variedades que ofrecen es la Spezial Rauchbier Lager, una cerveza de tonalidad ámbar con una cremosa espuma en la parte superior. Algo turbia, resulta suave al paladar y muy sabrosa.
Abren todos los días de la semana, a partir de las 9:00h. y los sábados cierra a las 14:00h. mientras que el resto de la semana sigue abierta hasta las 23:00h. Más información en www.brauerei-spezial.de (alemán)
Franconian Brewery Museum
Visitadas las nueve cervecerías tradicionales que se conservan en Bamberg, una buena forma de terminar la ruta es visitando este museo dedicado por completo a la tradición cervecera en la región de la Franconia. Se mantiene abierto desde abril hasta octubre, de 13:00 a 17:00h. y el precio de la entrada son 3.00 € (adultos), 2,50 € (tarifa reducida) o 6,50 € (precio familiar).
A la hora de buscar alojamiento, además de las opciones ya mencionadas en que algunas cervecerías ofrecen también habitaciones, te recomendamos el Hotel Nepomuk, muy cerca del centro (al lado de Klosterbräu, donde empezamos la ruta). Su decoración moderna, buen servicio o el hecho de que cada habitación disponga de un iMac, no te dejarán indiferente. Más infomación aquí.
Información útil
A la hora de moverte por la ciudad, te recomendamos adquirir la BAMBERGcard que, al precio de 12 € te dará acceso a toda la red de transporte público de la ciudad y alguno de sus museos. Puedes adquirirla en la Oficina de Turismo de Bamberg (Geyerswörthstraße, 5) o en su página web.
Por Oriol Salvador de scannerFM
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Las mejores playas del cabo de Gata
El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar ofrece el que es posiblemente uno de los paisajes más bellos y curiosos a la par que áridos de España, y para qué negarlo, de Europa. Este macizo de origen magmático de extrañas formas y de escasa pero interesante vegetación tiene un valor añadido en la línea de la costa, albergando un buen número de playas y calas de espectaculares aguas azules que contrastan con los baldíos paisajes de roca y arena.
Así pues, si andas por esta magnífica reserva natural del sureste de Almería no dudes en ponerte un buen calzado, cubrir bien tu cabeza, proveerte de agua y provisiones (la mayor parte de estas playas son salvajes por lo que carecen de servicios), y hacer el esfuerzo de sortear la distancia que separa estas playas de las pocas poblaciones que hay por la zona. Sí, muchos de los puntos a los que te vamos a llevar son de difícil acceso, pero en este caso el ejercicio bien merece la pena, y más si lo que te espera son unas espectaculares vistas y un chapuzón en unas preciosas aguas cristalinas. ¡Allá vamos!
Playa de los Muertos
Unos 700 metros de una dura cuesta separan esta playa del parking de coches, por lo que te recomendamos tomártelo con la calma. Eso sí, al final del angosto camino hay una amplia playa de pequeñas piedras y azules aguas en la que reconfortarse. Como sucede en la mayor parte de las playas del cabo de Gata, tanto los nudistas como los partidarios de ir con bañador conviven en absoluta armonía en ellas.
Cala de Enmedio
Esta cala está situada a un kilómetro y medio al sur de Agua Amarga, un antiguo puerto de pescadores codiciado en la actualidad por los turistas, y a ella solo se puede acceder andando o en barca. A tu llegada a este maravilloso lugar te deslumbrará el blanco de su fina arena y de las dos dunas fosilizadas que la flanquean, y que contrasta con el color turquesa de sus aguas. Un pequeño paraíso en la tierra.
Cala de San Pedro
Esta pequeña cala, situada a poco más de una hora andando del municipio pesquero de Las Negras, cuenta con una peculiaridad que la hace diferente al resto de las playas de la zona: la existencia de un manantial de agua dulce. Gracias a él la presencia de vegetación es mayor, y permite que pueda residir en ella durante todo el año una comunidad de hippies. También es a causa de ésta (en este caso para defenderla de los piratas berberiscos), que se construyese en el siglo XVI el castillo de San Pedro, del que hoy en día se pueden visitar sus ruinas.
Playa de los Genoveses
Esta playa de más de un kilómetro de longitud, de fina arena y aguas cristalinas, es una de las más populares del cabo de Gata, y una de las más visitadas. Situada a poco más de un kilómetro de San José, se puede llegar a ella andando, o si eres de los que te cuesta hacer ejercicio, hay un autobús que te lleva hasta la playa. Si vas en coche recuerda que en verano la zona de aparcamiento tiene un aforo muy limitado que se llena enseguida.
Playa de Mónsul
Convertida en playa cinematográfica gracias a Steven Spielberg y su Indiana Jones y la última cruzada, es lugar de imprescindible visita, sobre todo para ver el maravilloso espectáculo que proporcionan las enormes rocas de lava erosionada que la envuelven. Ubicada a cuatro kilómetros de la localidad de San José, se puede llegar a ella en coche o en autobús (esta es la opción más recomendable en el mes de agosto).
Cala Rajá
A medio camino entre San Miguel de Cabo de Gata y de San José, es una de las que más difícil acceso tiene, y por lo tanto, es en la que menos gente encontrarás. De arena fina y agradable, merece la pena enfilarse a las formaciones rocosas que la envuelven para disfrutar de las vistas al arrecife del Dedo y de la Cala de la Punta Negra.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Mir Zab, horrapics, Pablo Piso , jarp32, Baldomorejon
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Atenas en cinco barrios
A pesar de que la crisis ha dejado su huella en algunos de los edificios situados en las principales calles de la ciudad, los cuales se encuentran en un estado de decadencia notable, bien merece la pena visitarla y disfrutar de los contrastes que nos ofrece.
Si solo dispones de un fin de semana, lo más aconsejable es organizar la visita en función de los barrios que componen la capital griega. En cuanto a transporte se refiere, la manera más fácil, económica y rápida de moverse es, sin duda, el metro.
1. Plaka
Debido a su herencia bizantina y otomana es uno de los barrios más auténticos de Atenas, toda su arquitectura está altamente protegida. No en vano, es el barrio más antiguo de la ciudad.
Su situación a los pies de la colina de la Acrópolis, su aspecto bohemio, lleno de estrechas callejuelas adoquinadas y su ausencia de coches lo convierten en uno de los lugares preferidos por los turistas. Se trata de un oasis dentro de la caótica ciudad.
Plaka está lleno de mercadillos, tiendas y bares. Es el sitio perfecto para comprar productos tradicionales, antigüedades o probar la gastronomía popular ¡Pero ojo con los precios! Tomando este barrio como punto de partida, puedes visitar el Museo de la Acrópolis, el Ágora Romana, o la mismísima Acrópolis.
2. Monastiraki
Situado al noroeste de Plaka, entre el Ágora y la Acrópolis, es una de las principales zonas comerciales de la ciudad.Este barrio también da nombre a una de las paradas de metro más céntricas y antiguas de Atenas, la cual cuenta con un atractivo añadido: tiene expuestos los hallazgos arqueológicos que aparecieron durante la construcción de la misma.
Debido a que la zona fue un asentamiento turco durante más de 300 años, aún en la actualidad, podemos observar la influencia de esta cultura en lugares como la mezquita Tzistarakis o los baños turcos.
En la histórica Plaza de Monastiraki se pueden visitar edificios emblemáticos como la Iglesia de Pantánassa, la Torre de los Vientos o la Biblioteca de Adriano, además del Pazari, el mercado de las pulgas, en el que podrás encontrar puestos al aire libre de lo más variopinto.
La calle Adrianú bien merece un paseo, disfrutar de sus comercios o sentarse en algunos de sus bares. A destacar Collage, un local donde podrás comer bien, escuchar música en directo, o tomarte un buen cóctel en su terraza, a la vez que disfrutas de un ambiente muy cool.
3. Gazi
Es la zona más hipster y provocadora de la ciudad. Gira entorno de Technopolis, su centro cultural, el más grande de Grecia, situado dentro de una antigua fabrica de gas. Este barrio comenzó a tomar relevancia a partir de los Juegos Olímpicos del 2004. Es el barrio más camaleónico de Atenas, y allí proliferan un sinfín depop ups. Las actividades culturales y de ocio invitan a los movimientos más cosmopolitas y actuales a acercarse a esta zona de la ciudad.
El barrio no se ha resistido al cambio, donde un día hubo prostitutas e inmigrantes clandestinos, ahora hay desfiles de alta costura, y los burdeles han dado paso a centros culturales. En edificios abandonados del siglo XIX han surgido innovadores restaurantes que destacan por su llamativa decoración industrial, entre los que cabe mencionar Hoxton y Gazi College.
Si eres amante de la decoración vintage y de los objetos de segunda mano, Gazi está repleto de tiendas en las que perderse.
4. Anafiotika
Es un barrio que destaca por su peculiar historia. En el siglo XIX, el rey Otón mandó diseñar su palacio a prestigiosos arquitectos de las Islas Cícladas; éstos decidieron asentarse en el barrio de Anafiotika y al echar de menos sus raíces, acordaron construir sus nuevas casas imitando la arquitectura de sus islas natales. Como resultado tenemos las características casitas blancas y azules, acompañadas de empedradas calles con marcado estilo marinero, que junto con las plazas, miradores y jardines forman uno de los barrios más bellos de Atenas. Una pequeña “falsa isla” dentro de la ciudad, desde el cual se contemplan unas idílicas vistas de la misma y donde no te puedes perder unas puestas de sol inolvidables.
5. Kolonaki
Es la zona más “in” de la ciudad, en la que destacan las tiendas de lujo y diseño. Su arquitectura neoclásica y modernista dota al barrio de un ambiente muy señorial y distinguido, que se hace latente nada más llegar.
Aquí también están algunos de los bares, pubs y discotecas de moda de la ciudad. Mind The Gap es ideal para comer algo o tomar la primera copa, o Dybbuk es perfecto para bailar con música de la buena hasta el amanecer. A los atenienses les gusta disfrutar de la vida social tanto diurna como nocturna, y lo percibimos gracias al buen ambiente que se percibe en sus locales, siempre repletos de gente.
Este barrio colinda con la popular Plaza Syntagma, y se encuentra en el paso hacia la Colina de Licabeto, una bella cota desde donde se pueden apreciar unas maravillosas vistas a 360 º de la ciudad.
¡Atenas es un destino para marcar en el calendario ! ¿A qué esperas para reservar tu Vueling?
Texto de Tensi Sánchez de ilovebilbao.com
Imágenes de Aurora Loudeiro
+ infoDestino Gambia. Puerta a África.
Por Clara Arnedo
Recién aterrizada de Gambia, aún conservo en la cabeza el arco iris que se forma cada atardecer en la playa de Tanji, cuando llegan los barcos cargados de pescado y todo el pueblo se vuelca a la recogida y venta de la fresca cosecha marina. Es uno de tantos recuerdos de este país pequeño pero perfecto para hacernos una idea de cómo es el continente africano. Ahora Vueling nos facilita el viaje con la nueva línea que conecta Barcelona con Banjul, la capital del país.
El itinerario empieza en la capital, Banjul, pequeña y agradable. Como lo es el país, con 1,6 millones de habitantes. Banjul, a su medida, se trata de una ciudad segura y tranquila, donde merece la pena perderse por mercados de colores abarrotados de gente comprando de todo. El más sobresaliente de ellos es el Albert Market, un gran zoco a lo africano donde la fruta, la verdura y el pescado son los grandes protagonistas. Sus gentes, vendedores, vendedoras, clientes y clientas, se muestran primero reacios a nuestra visita, y evaden las cámaras fotográficas rápidamente. Con el rato, se muestran más amables y dispuestos. Necesitan un poco de tiempo.
Otra de las atracciones de la ciudad es el Arco del 22 de Junio de 1994, dedicado al presidente del país. El que fue guardaespaldas del anterior jefe de Estado subió al cargo ese día. Desde entonces él es el gran protagonista de Gambia: a Yahya Jammeh le vemos en todas partes, en carteles publicitarios que cuelgan de paredes y farolas de cada aldea y ciudad.
Pero Gambia es sobre todo la que se abre ante el océano Atlántico, la de las playas y la costa, y la que penetra como una cuña en medio de Senegal, partida por la mitad por el otro accidente geográfico que articula el país, el río que lo bautiza, el Gambia.
Nos acercamos primero a la costa para descubrir las playa de Banjul, largas y de arena fina. Algunos hoteles se sitúan a su orilla, con maravillosas vistas al mar. Pero, sin duda, la postal marinera inolvidable la ofrece Tanji, con mosaico de color y vida que se forma cada día a la orilla de la playa con la llegada del pescado. Un aparente caos reina en el lugar, pero aquí rige, en realidad, una organización y jerarquía internas, unas leyes que permiten que cada anochecer, con la caída del sol, se forma el mismo espectáculo. Son los hombres, fuertes y musculosos, los encargados de trajinar quilos y más quilos de pescado de las barcas hasta la playa, haciendo equilibrios con las cestas posadas sobre sus cabezas. Una vez en la orilla, algunas mujeres recogen el tesoro, para limpiarlo y dejarlo listo para su venta. Otros muchachos corren más allá, buscando otros puntos para colocar y vender el pescado. Muchas veces les siguen niños, corriendo veloces tras sus pies, esperando que la suerte le deje alguna propina en forma de pescados que se derraman durante su transporte. Este mercado, esta lonja improvisada en la arena de la playa, es la punta del iceberg de un país pequeño pero repleto de vida. Por la mañana, el mismo lugar que al anochecer ocupaba el mercado del pescado, se transforma en un colorido mercado de fruta y verdura, imperio de las mujeres que venden y compran comida. Una de ellas es Ida Cham Njai, una guapa y energética cocinera que ofrece la experiencia única de acompañarla a hacer las compras al mercado, para, después, pasar una agradable jornada cocinando comida local a su lado y en su casa. Es a través de la gastronomía y los productos locales que podemos aprender un poco más de este agradable destino.
Reducto británico en época colonial, es ahora uno de los países más pequeños de África occidental. Y también uno de los que tiene un mayor índice de natalidad. A Gambia la salpican los niños, y las mamás que los llevan atados a su cintura, una postal tan bonita como casi icónica del país. El resto, selva, naturaleza y muchos animales para observar: monos, pájaros e incluso hipopótamos. Cuanto más adentro se mete el río en el país, más salvaje se vuelve la naturaleza, y más rural la población. Aventurarse por el río en dirección a la población de Georgetown es toda una aventura selvática, ya que, si lo que buscamos es alojamiento, por aquí encontraremos pocas posibilidades. Gambia es un país poco desarrollado turísticamente, y, en parte, ese es su encanto. De todos modos, no hace falta ir muy lejos de Banjul para tener un primer contacto con la vida salvaje. Cerca de Serrekunda, la ciudad más grande y bulliciosa del país se encuentra el Bijilo National Park, o parque de los monos, que puede recorrerse por sencillos senderos. También en la zona puede visitarse una piscina de cocodrilos, y ¡hasta alguno se deja tocar! Y esa es la otra cara de Gambia, la del río y los manglares, la Gambia de piel negra y uno de los países menos desarrollados del planeta, con una esperanza de vida de 54 años y el 40% de índice de alfabetización.
Pero el viaje no termina aquí, y, Gambia, aunque pequeña, nos tiene reservadas aún algunas sorpresas. ¿Imagináis remotas aldeas africanas literalmente invadida por el street art y los grafitis? Pues éstas se encuentran en Gambia. Concretamente Bafuloto y Makumbaya son los nombres difíciles de recordar de dos poblachos de casas pequeñas y sencillas y calles de arena y tierra donde juegan niños y niñas al sol. Y es en las paredes de estas chozas donde el movimiento Wide Open Walls encontró uno de sus lienzos favoritos. Imágenes naturalistas de animales de la zona y otros motivos llenan de color estos lugares.
Una manera de conocer Gambia desde otra perspectiva. Otra manera de penetrar a África por esta pequeña puerta de entrada.
Por Clara Arnedo
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