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Un viaje muy natural: Asturias, de reserva en reserva

Si algo impacta a simple vista en Asturias es la belleza de su paisaje, la fuerza de su naturaleza. Asturias es, por encima de todo, naturaleza en estado puro, y con una fuerte y arraigada conciencia de conservación del medio ambiente, que la convierte en abanderada y pionera en las tendencias conservacionistas del medio natural. Por esta razón la naturaleza asturiana está protegida en un tercio de su superficie bajo alguna figura jurídica encaminada a la conservación, y ello hace que sea un verdadero Paraíso natural, tal como reza su eslogan que este año cumple treinta años.

Asturias es un gran parque natural al aire libre, único en el mundo. No en vano cuenta con 6 Reservas de la Biosfera, declaradas por la UNESCO, lo que hace de ella un territorio privilegiado a nivel internacional en cuanto a espacios naturales se refiere, esos espacios que podemos aprovechar para recorrer y disfrutar en el tiempo de ocio.

El Parque Nacional de los Picos de Europa, enclavado en la Cordillera Cantábrica. Su vasta extensión comprende los territorios de Amieva, Cangas de Onís, Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Baja. Su singularidad, belleza e interés paisajístico, natural y geológico han hecho que este espacio pasara a declararse, en 1995, Parque Nacional de los Picos de Europa, acogiendo en su región occidental al que fuera el primer Parque Nacional de España, el de la Montaña de Covadonga, por su Majestad Don Alfonso XIII, en 1918. En definitiva, los Picos de Europa presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos kársticos - forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etc., compuestas por minerales solubles en agua-, simas que llegan a más de 1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos. Entre sus riscos habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos, lobos así como la presencia ocasional de algún oso. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el pito negro y el urogallo, y entre las grandes rapaces el buitre leonado y el águila real. Pero aquí hay mucho más que paisaje, hay siglos de historia escritos en los pueblos, en los valles, en las iglesias, en las cabañas de los puertos y en sus caminos.

El Parque Natural de Somiedo, es un claro ejemplo de convivencia de cómo el hombre ha sabido comprender a la naturaleza manteniéndola apenas sin modificar a lo largo de los siglos. De su paisaje destaca la belleza de los lagos, su accidentada orografía con desniveles que alcanzan los 2.200 m, sus formaciones kárstica y sus brañas con fértiles pastizales donde se pueden contemplar, no sin dificultad, las famosas “cabanas” de teito de escoba -cabañas de piedra y techumbre de escobas y piornos-, utilizadas por los vaqueiros de alzada, y los ganaderos de montaña como refugio.

El Parque Natural de Redes, demuestra su riqueza ambiental en multitud de paisajes, desde formaciones de origen glaciar como morrenas o circos, a amplios campos de pasto, montes y frondosas masas boscosas. De hecho, Redes cuenta con una superficie arbolada que ocupa el 40% del territorio aunque también destacan cumbres como el Pico Torres, el Retriñón, la Peña del Viento o el Tiatordos. Pero si algo destacaríamos en Redes son sus impresionantes vegas aisladas por contrafuertes montañosos, sus desfiladeros y sus formaciones boscosas en las que predomina el haya y el roble albar.

El Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, ubicado en la zona meridional y central de Asturias, cuenta con una incalculable riqueza natural y cultural. Comprende un territorio de montaña con relieve de pronunciados contrastes, del que se alza, cerca del límite con tierras leonesas, el macizo de Peña Ubiña, la segunda montaña más alta de la región tras los Picos de Europa, con altitudes superiores a los 2.400 metros. Situado en el sector más meridional y central de Asturias, el parque integra los terrenos de los concejos de Lena, Quirós y Teverga incluidos en la Reserva Regional de Caza de Somiedo.

La Reserva Natural Integral de Muniellos, enclavada dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias. Muniellos es un territorio muy poco poblado, con una de las densidades demográficas más bajas de Asturias. Sus tres valles: Muniellos, La Viliella y Valdebois constituyen el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Siempre cambiante, es ejemplo claro del paraíso asturiano en todas las épocas del año. Robles de distintas especies y de hasta seis metros de diámetro, hayedos y abedules que se ven salpicados por la continua presencia de acebos y tejos, reyes perennes del otoño de Muniellos. La ascensión a sus lagunas conforman uno de los recorridos de máximo interés entre los amantes del senderismo.

Comarca Oscos-Eo, donde el río Eo tiene aquí un gran protagonismo, creador de paisaje y articulador de territorio. Un territorio de playas, acantilados, bosques y una enorme riqueza etnográfica, un paisaje que ha sufrido a lo largo de los siglos las consecuencias del aislamiento secular, pero que ha sido capaz de aprovecharse de la oportunidad de desarrollar proyectos de sostenibilidad y turismo rural en los que prima la conservación del patrimonio.

Asturias, de Reserva de la Biosfera en Reserva de la Biosfera, puede ser una magnífica opción para un descanso vacacional, y aprovechando las visitas a esta desbordante naturaleza, podemos practicar decenas de actividades al aire libre: Descensos en canoa, rutas a caballo o en BTT, espeleología, descenso de barrancos o senderismo, siendo éstas solo alguna de las maneras de sumergirse en el Paraíso.

¿A qué esperas para descubrir este paraíso terrenal? Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de Turismo Asturias

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Reikiavik una pequeña gran ciudad I

La primera parte de este post la centraremos en el contexto de una escena musical tan rica como la de la capital islandesa. Veremos como es esta ciudad encantadora, llena de contrastes, y acogedora para el visitante.

En cierta manera, visitar Reikiavik no supone visitar Islandia, sino descubrir su cara más abierta al mundo, la más cercana y amigable, la que nos permite sentirnos cómodos estando a miles de kilómetros de casa. Porque una vez abandonadas las acogedoras calles del centro de la capital islandesa, que es la ciudad más poblada de toda la isla (unos 130.000 habitantes -215.000 sumando la periferia- de un total de 335.000 personas en todo el país), las distancias entre edificaciones va creciendo exponencialmente, distribuyéndose la población como si estuviésemos en Estados Unidos. Aunque si algo manda más allá de los límites de Reikiavik es la naturaleza, pero esa es otra historia de la que ya hablaremos en otra ocasión.

Aunque las frías temperaturas invernales no permiten el turismo que nos gustaría a los mediterráneos, visitar Reikiavik durante primavera, verano y principios de otoño puede ser una experiencia fantástica. A principios de octubre las temperaturas en la ciudad resultan todavía muy aptas para visitantes españoles, con temperaturas entre los diez grados como máxima y los dos como mínima. Vamos, frío, pero todavía soportable. Por ello, y por las horas de luz, apetece pasear caminando arriba y abajo por la calle, echando un vistazo a las tiendas que se suceden una tras otra en el centro de la ciudad. Establecimientos de artesanía, tiendas de ropa de lo más diverso (se recomienda visitar las que venden jerséis de coloridas cenefas hechos a mano), restaurantes, bares musicales, galerías de arte e incluso tiendas de discos, se van alternando hasta convertir el centro en un núcleo comercial importante, pero muy alejado de la locura de los centros de las grandes urbes europeas. En Reikiavik todo el mundo piensa con la cabeza, pero también con el corazón. Las tiendas buscan su propia personalidad, su trato es cercano y no vamos a encontrarnos con hilos musicales atronadores, colas masivas o campañas invasivas que nos corten la respiración. También podremos pararnos a comer, desde comida local de sabores fuertes a pizzas de estilo italiano como las de Primo Ristorante, pasando por apetitosas sopas de estilo nórdico y eslavo de carne –no dejes de ir a Svarta Kaffi, en Laugavegur 54, donde las sopas las ofrecen dentro de un pan -o los populares perritos calientes de Bæjarins Beztu Pylsur (Tryggvagata 1), el puesto callejero en el que según George Clinton se hacen los mejores hot dogs del mundo. Y no se preocupen por el servicio. Al margen de que nos podamos encontrarnos con gente de diversas nacionalidades (entre ellos bastantes españoles), los islandeses son de trato agradable, pero discreto. Ah, y tampoco se sorprendan si los camareros o camareras que les sirven son muy jóvenes para el estándar español. Si alguna vez fue cierto aquello de que el trabajo ennoblece, en Islandia parecen aprenderlo antes que en otros países europeos.

De todas formas, que nadie se preocupe, porque si caminar no apetece, Reikiavik cuenta con diversas líneas de autobuses que nos ayudarán a movernos por el casco urbano y las inmediaciones.

Un verdadero viaje a Islandia debe empezar con las calles de la capital y extenderse luego sin excusa posible a lo largo y ancho de una de las islas más preciosas del mundo para los amantes de la calma, lo mágico y la naturaleza más atractiva. En la ciudad los colores de los edificios se combinan, permitiéndose libertad suficiente como para que un edificio tenga sus paredes azules y el contiguo prefiera un blanco señorial marcado por el paso de los años; en la naturaleza, el blanco de la nieve y el hielo, el verde brillante de la vegetación, el marrón y el gris volcánicos y los mil y un matices de las aguas que fluyen libres se combinan para crear una paleta de colores que no hace sino subrayar la majestuosidad de una naturaleza que los islandeses siempre han defendido desde lo más profundo de sus corazones.

Ahora bien, eso no significa que, por estar en la capital, debamos darle la espalda a las oportunidades de acercarnos a la Islandia más libre y salvaje. Sin ir más lejos, en el puerto de la ciudad hay infinidad de propuestas que nos invitan a embarcarnos durante tres o cinco horas para poder ver a diversos tipos de cetáceos nadar en total libertad en las frías aguas árticas, ballenas de tamaños distintos o variedades inimaginables de delfines. Eso sí, que nadie se lleve un chasco. Los animales no están ahí esperándonos, con lo que la suerte de encontrarse con ellos o el riesgo de que nuestro viaje sea infructuoso están en manos de la madre Gaia. De ahí que quizás la excursión que nos brindará mejores resultados será la de visitar las zonas en las que los frailecillos atlánticos, conocidos en Islandia como puffins, anidan y desarrollan su vida. Se calcula que hay entre ocho y diez millones en todo el territorio.

Pero hay mucho más que hacer en una ciudad como Reikiavik. Podrían ustedes ver las fantásticas auroras boreales (si tienen suerte coincidirán con una de las marcadas ocasiones en las que la ciudad apaga sus luces para que todo el mundo pueda disfrutar de esa maravilla de la naturaleza), visitar la Hallgrímskirkja Church, de colores grises en su exterior, pero de formas e interiores sorprendentes, o sumergirse en las aguas calientes de los diversos baños termales tanto dentro como fuera de la ciudad.

En la siguiente parte pasaremos a desgranar la que es una de las escenas musicales más prolíficas e interesantes del planeta. ¿A qué esperas para descubrir la capital más al norte del mundo? Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Joan S. Luna (Mondo Sonoro)

Imágenes de Los Viajes de ISABELYLUIS

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Eden Project el jardín del futuro

La primera vez que uno se encuentra ante las grandes estructuras que albergan este particular “Eden” es fácil que le vengan a la mente aquellas películas de ciencia ficción de los años 50, 60 y 70, en las que con sencillos efectos especiales intentaban mostrarnos un extraño futuro, cargado de avances científicos -que ahora no pueden más que hacernos sonreír-, y en los que incluso estaba presente algún que otro extraterrestre, o había acontecido una catástrofe que casi había acabado con la humanidad. Algo similar debió de ver Lee Tamahori, director deJames Bond, Die Another Day, rodada en 2002, para escogerlo como localización en la filmación de algunas de las trepidantes escenas con las que cuenta este film de acción del ya clásico agente 007. La cuestión es, ¿qué es realmente Eden Project y por qué debo acercarme al condado de Cornualles para visitarlo?

Eden Project, naturaleza y desarrollo sostenible

Localizado en el condado de Cornualles, a 2 kilómetros de St Blazey y a 5 kilómetros de St Austell, Eden Project fue concebido por Tim Smit, y diseñado por el arquitecto Nicholas Grimshaw y el equipo de ingenieros Anthony Hunt and Associates, e inspirado en la naturaleza y el desarrollo sostenible. Inaugurado en marzo de 2001, este jardín tan particular y espectacular cuenta con dos grandes protagonistas, sus invernaderos de aspecto futurista. Denominados Biomes – bioma por definición es la unidad ecológica en que se divide la biosfera atendiendo a un conjunto de factores climáticos y geológicos que determinan el tipo de vegetación y fauna-, en su interior se reproduce un paisaje bioclimático determinado con la presencia de su correspondiente ecosistema.

Por un lado está el Biomedio de selva tropical, de temperatura cálida y ambiente húmedo, que está dividido en cuatro ambientes: las Islas tropicales, el sudeste de Asia, África occidental y América del Sur tropical. Por otro lado está el Biomedio mediterráneo, de temperatura más templada y ambiente más seco, y con paisajes propios del Mediterráneo, Sudáfrica y California. Además están los jardines que se encuentran en el exterior de los Biomes, y que vendrían a representar las regiones templadas del planeta Tierra.

El objetivo final de este gran proyecto no es otro que el de educar –cuenta con un centro educativo, el The Core- y el de hacernos conscientes de la biodiversidad con la que cuenta nuestro planeta. Es un espacio magnífico para visitar con los más pequeños de la casa, aunque es bien seguro que más de un adulto se dejará sorprender por la magnitud de toda esta vegetación, y bien seguro que descubrirá aspectos de la naturaleza que desconocía.

Antes de realizar la visita al Eden Project te recomendamos que consultes su agenda, pues otro de los valores añadidos de este espacio, que por momentos podría recordar a un parque de atracciones, es el volumen de actividades que se llevan a cabo en él, dirigidas a públicos de todas las edades. Por ejemplo, desde el 2002 en verano tienen lugar las Eden Sessions, una serie de conciertos por cuyos escenarios han pasado hasta el momento figuras tan relevantes como Amy Winehouse, Muse, Lily Allen, Oasis, Pulp, Elton John, y un largo etcétera de grandes bandas y músicos.

Reserva tu vuelo a Cardiff y aventúrate a hacer una parada en este particular “Eden” del suroeste de Inglaterra.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Eden Project

 

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Seis razones por las que visitar El Retiro

En una visita a Madrid no debe faltar una breve escapada a uno de sus parques más conocidos, El Retiro. Esta gran zona verde, abierta al público en 1868, no solo ejerce de “pulmón” de la ciudad, sino que es un espacio de encuentro social en el que se dan cita numerosos madrileños y turistas, y donde se puede contemplar la naturaleza, practicar el deporte o ver exposiciones de arte contemporáneo. A continuación te detallamos algunos de los principales motivos por los que debes incluir este espacio entre los highlights en tu visita a la capital española.

1. A un paso del centro

Tener una extensión de 125 hectáreas de parque en una gran ciudad es un lujo, pero que encima esté a un tiro de piedra del centro, lo es aún más. Así pues, una jornada turística por Madrid puede fácilmente culminar dando un agradable paseo por este espléndido jardín, descansando sobre la hierba mientras se contempla la naturaleza o simplemente tomando un refresco en alguno de los quioscos que hay por el parque. ¿Se puede pedir más?

2. Pon un jardín en tu vida

Como buen espacio verde que es, El Retiro cuenta con varias zonas ajardinadas de estilos diferentes que no debes olvidar visitar. Entre las más destacadas están La Rosaleda, el Parterre Francés, en el que se encuentra el Ciprés Calvo, que es el árbol más antiguo de Madrid, el jardín de Vivaces, los jardines de Cecilio Rodríguez, y los jardines del Arquitecto Herrero Palacios.

3. Naturaleza y mucho más

Como diría la expresión, “no todo el monte es orégano”, o en este caso, no todo en El Retiro son árboles. Entre las otras cosas que puedes encontrar recorriéndolo están el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez, ambos vinculados al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y convertidos en espacios expositivos. También están el buen número de estatuas y fuentes que ornamentan sus plazas y paseos, y cómo no, está su espacio más emblemático, el Estanque Grande coronado por el monumento a Alfonso XII.  

4. Un gran gimnasio al aire libre

El Retiro resulta ser un espacio de lo más agradable para la práctica del deporte. Lo más habitual, sobre todo de cara al fin de semana, es ver a gente practicando todo tipo de disciplinas deportivas por el parque, como el running, el Tai chi, el yoga, el kung fu, el ciclismo, el patinaje, e incluso algunos se atreven a darle a los remos en el Estanque Grande. No dudes en ponerte tu ropa deportiva y aprovechar para ponerte en forma en un espacio tan agradable como lo es este.

5. Ir en busca de Lucifer

Si vas con algún lugareño a El Retiro, es más que probable que te acabe llevando hasta una de sus glorietas más singulares, en la que se encuentrala fuente del Ángel Caído.Esta escultura, obra de Ricardo Bellver, vendría a ser una de las pocas representaciones que existen de Lucifer, motivo por el que suele atrae a numerosos curiosos. Data de 1877 y está inspirada en unos versos de El paraíso perdido (1667) de Milton.

6. Dar un paseo romántico en barca

Un clásico donde los haya es el Estanque Grande, auténtico centro neurálgico de El Retiro, donde puedes aventurarte a llevar a tu pareja y brindarle un paseo de lo más romántico en una de las barcas que hay disponibles en el embarcadero.

Ahora que ya conoces algunas de las razones por las que debes incluir El Retiro en tu visita a Madrid, reserva tu Vueling y anímate a vivirlo en primera persona.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de bjaglin, Alex Bikfalvi, Teo Ruiz

 

 

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