Los mejores destinos para enero. ¡Empieza el año viajando!
Plantar cara a enero es posible. Viaja en busca de sol, de arte, de historia, de naturaleza, de misticismo, de cosmopolitismo y mucho más.
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+ infoParís Shakespeare y compañía
Cuando uno piensa en París, una de las primera imágenes que le vienen a la cabeza es la de un aspirante a gran literato, encerrado en una buhardilla, esperando a que la Diosa inspiración haga acto de presencia. La capital francesa es pura poesía y como tal, alberga algunas de las mejores librerías del mundo, como Shakespeare & Co. A continuación revivimos la fascinante historia de este local y recorremos los más selectos tenderos de literatura parisinos.
Shakespeare & Co
Sylvia Beach llevaba 20 años en París cuando decidió que a la capital francesa le faltaba un espacio donde los lectores pudieran encontrar obras en inglés. Era 1919 cuando Shakespeare & Co abrió sus puertas en la rue Dupuytren, para más tarde trasladarse a la rue de l'Odéon, cerca de Saint-Germain-des-Prés. La librería de Sylvia Beach, quien poco después se aventuraría con la edición de una de la novelas capitales de la literatura universal, el Ulises de James Joyce, se convirtió casi de inmediato en el punto de encuentro de los escritores anglosajones a su paso por París. Memorables debieron ser las tertulias que entre esas paredes protagonizaron figuras como Man Ray, Ezra Pound, Ernest Hemingway o Samuel Beckett, entre otros.
En 1941, durante la ocupación alemana, Sylvia Beach se negó a venderle a un oficial alemán el primer ejemplar de la novela de Joyce Finnegans Wake, acto de rebeldía por el que sería arrestada y encerrada en un campo de concentración. Fue liberada seis meses más tarde, pero ya no volvería a abrir la librería. En 1962 Sylvia Beach muere, y un año más tarde George Whitman, otro estadounidense, compraría su fondo de libros.
George Whitman tenía su propia librería, Le Mistral, poco más que un cajón rebosante de papel impreso situado en la calle Bûcherie esquina con Saint-Jacques, junto al Sena y frente a Notre Dame. Fascinado por la trayectoria vital de Sylvia Beach y en honor a su legado, cambió el nombre de su local para revivir la leyenda de Shakespeare & Co, la librería más famosa del mundo. Este espacio volcado a la literatura es conocido, entre muchísimas otras razones, por ceder gratuitamente a los escritores que aterrizan en París en busca de inspiración la buhardilla que hay en el piso superior de la tienda. A cambio, éstos deben de ayudar a apilar las novedades que van entrando y platicar y despachar con los clientes. Son infinidad - George Whitman calcula que ha cobijado a unos 40.000 escritores- los literatos que han pasado por aquel apartamento. Aspirantes anónimos y nombres que han acabado convirtiéndose en referentes capitales en el mundo de las letras. De entre nuestras figuras literarias destaca Terenci Moix, quien en su autobiografía dedicó algunos pasajes a George Whitman y a su estancia en Shakespeare & Co. (37 Rue de la Bûcherie)
Abbey Bookshop
Otra de las librerías más entrañables de París es Abbey Bookshop. A dos pasos de Shakespeare & Co y regentada por un canadiense de una cordialidad que va más allá de todo adjetivo elogiable posible, destaca por su interminable oferta en literatura anglosajona. (29 rue de la Parcheminerie)
Artazart
A orillas del bucólico canal Saint-Martin, Artazart es de visita obligada para todos los amantes del diseño. No solo encontrarán un impresionante abanico de libros y revistas sobre esta temática, sino que también algunos de los objetos de diseño más insólitos que se puedan adquirir en una tienda. (83 Quai de Valmy)
Assouline
The Most Sophisticated Books in the World (Los libros más sofisticados del mundo), este es el eslogan de la editorial Assouline. Con oficinas en Nueva York, Londres y París, su sede en el barrio de Saint Germain des Prés también alberga una boutique en la que adquirir sus publicaciones, si el bolsillo te permite. ( 35, rue Bonaparte)
Gibert Jeune
En la céntrica Place Saint-Michel, más que una tienda Gibert Jeune tiene distribuidos alrededor de la plaza diversos locales, cada uno de ellos dedicados a una temática concreta: literatura, historia, biografías, etc. Para dedicarle una tarde entera, ¡y hasta dos! (Place Saint-Michel)
L’Arnaqueur
Librería de viejo cuyo gran atractivo es su inabarcable colección de volúmenes dedicados al cine, la fotografía y el arte en general. Junto a los libros, un sinfín de carteles, acetatos, fotos promocionales. Una experiencia de película para el visitante. (13 Rue Gerbier)
L’ Écume des Pages
Una librería especialmente pensada para aquellos que no pueden irse a dormir sin antes leer un rato. En L’Écume des Pages no solo no te acabas su referencia de títulos, sino que cierra sus puertas a las doce de la noche, a excepción de los domingos, que descansan y echan el cerrojo a las 22h. (174 Bulevar Saint-Germain)
Ofr.
Libertad, moda, diseño, París, elegancia, clase, juventud, vibrante impulso cultural, elegancia… Estas son las palabras que utilizan desde Ofr. para describir su propuesta. Librería y galería de exposiciones centrada en el arte, el diseño y la moda; modernos, hipsters y resto de aves contemporáneas, ¡bienvenidos a vuestro gimnasio intelectual parisino! (20 rue Dupetit-Thouars)
Ulysse
Si París es solo vuestra primera escala en un largo viaje, no dejéis de pasar por Ulysse, una de las mejores librerías habidas ahí, aquí y en todas partes para trotamundos y resto de especies migratorias. (26 rue Saint-Louis en Île)
Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Dustin Gaffke, craigfinlay, Groume, Arnaud Malon, Luc Mercelis, Blowing Puffer Fish
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Un Milán diferente
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Desde la década de los setenta es la capital económica, industrial y financiera del país, pero toda la atención se la llevan sus carísimas tiendas de moda y su Catedral, que no es para menos, porque es una de las catedrales más perfectas y famosas del mundo.
La periferia del antiguo centro histórico evoca la ciudad industrial que es, pero en las entrañas de sus calles más céntricas se respira historia en sus edificios y te puedes imaginar fácilmente porqué fue una de las capitales del imperio Romano.
En la zona del casco antiguo he descubierto muchas tiendas, restaurantes y galerías muy interesantes para perderse una mañana y optando por salir del típico recorrido turístico. Desplazarse en metro o tranvía es la opción más acertada, y además este último aún conserva en funcionamiento algunos modelos de los años veinte, es irresistible no darse un paseo por la ciudad en alguno de ellos.
Está muy de moda apuntarse al brunch que es algo intermedio entre desayuno y comida. En Zeroduelo sirven todos los domingos pero hay que ir antes de las 12 porque se llena muy pronto. Cuenta con un buffet variado y la decoración es exquisita. Radetzky Café se encuentra en la calle Garibaldi y también es muy famoso por sus brunch y por las “cotolettas alla milanese” (chuletas a la milanesa).
La mejor hamburguesa de la ciudad la sirven en Mamaburger, la decoración del local es totalmente minimal e inusual. Siguiendo esta misma línea, 202 Hamburger & Delicious, y Tizzy’s también resulta muy apetecible.
En Milán hay mucho movimiento en cuanto arte se refiere, la ciudad esta repleta de galerías de arte contemporáneo. La galería de Carla Sotaní vinculada a la famosa y carísima tienda de moda 10corsocomo. Antes de entrar se puede visitar la tienda de Box and Design shop que está en la misma planta.
Y finalmente, la Galería Anfiteatro Arte y Spazio Rosanna Orlanni, también merece la pena visitar esta última tiene tienda de mobiliario y accesorios de diseño.
Si eres amante del diseño ésta es la cuidad perfecta. En el edificio de cinco plantas Hightech podrás perderte durante horas, y alberga un restaurante y cafetería para reponer fuerzas. Aquí encontrarás todo tipo de curiosidades nunca vistas y presentadas en un ambiente cálido y acogedor, ellos se definen como “un puerto de mar en la ciudad”.
En Porta di Ticinese 89 esta Oltolini dedicada a todo tipo de elementos de diseño para cocinas con precios más que razonables.
Por último, me encantó descubrir Aspesi 1910, una tienda de monturas de gafas “made in Italy 100%” que llevan más de 100 años posicionada en la ciudad. Tendrás diseños y colores inimaginables a tu alcance.
Imposible pasar por alto la moda en Milán. La zona Porta di Ticinese y sus calles colindantes están llenas de tiendas pequeñas por descubrir. Estas son algunas que me han sorprendido porque se salen de lo convencional:
Maison I Yamakabe moda con mucho carácter, Hemeras joyas italianas con mucha personalidad y originalidad, Panca´s Designer calzado diferente.
Dictionary Milano moda hombre y mujer con marcas como Scotch & Soda, Camo… Frip tienda muy cool con donde encontrar marcas como Acne, y atención a su Little brand: Frippino para los pequeños mosqueteros de la casa. Discos y accesorios únicos en Serendeepity, y por último, dos tiendas dedicadas al mundo Vintage en ropa y complementos, Groupies y Lo Especchio di Alice.
Uno de mis hoteles preferidos en Milán es elCrowne Plaza, impecable diseño interior con una magnífica terraza al aire libre, pero lo mejor, es que la misma boca de metro está dentro del propio hotel y esto lo convierte en el hotel único.
En Milán, antes de ir a una fiesta se toma el aperitivo sobre las 7 de la tarde, es un modo económico y divertido para empezar la noche. El típico aperitivo consiste en tomar un buen “Negroni” acompañado por modestos snacks. Hoy en día, el escenario del aperitivo se ha convertido en un verdadero encuentro nocturno, y esta es la razón de que la mayoría de bares ofrezcan diferentes platos sabrosos para comer por la tarde, como por ejemplo pasta, risotto, ensaladas, y también comida exótica. De esta manera el aperitivo se ha vuelto una valida alternativa a la cena, con sólo el precio de un cóctel (de 5 hasta 10 euros), con una bonita atmósfera y buena música.
¿Te han entrado ganas de ir a Milán? Pues entonces, ¿a qué esperas para buscar tu Vueling?
PD: La receta del Negroni
Ingredientes: 1/3 de ginebra; 1/3 Campari(bitter); 1/3 de vermouth rojo Poner todos los ingredientes directos en el mismo vaso, debe llevar un par de cubitos de hielo máximo, pero nunca picado ni molido, el Negroni jamás debe aguarse. Mezclar bien y servir en vaso de cóctel frío. Hay quien le añade unas gotas de limón para potenciar el sabor, sobre todo de la ginebra. Sin embargo, la fórmula original se servía con una rodaja de naranja en el filo del vaso. Negroni es un buen aperitivo para estimular el apetito. Fue inventado al comienzo del 1900 y su nombre se atribuye a Camillo Negroni que siempre pedía el mismo cóctel en Florencia. ¡Enjoy!
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Fotografía de Rubén Seco
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