Los restaurantes más trendy de la ciudad
Por Ferran Imedio de Gastronomistas
Cuenta Nancy Albrecht, berlinesa de toda la vida, enterada de lo que se cuece en la capital alemana porque trabaja en un hotel de lujo como responsable de marketing, que lo que está pasando en la capital alemana con la gastronomía es una “locura”. Que cada fin de semana se abre un local nuevo, que ya no sabe dónde porque la oferta es cada vez más inabarcable, inmensa como la propia ciudad.
“Lo que está pasando aquí a nivel gastronómico en los últimos tres-cuatro años es increíble“, confirma Matthias Diether, uno de los chefs más reputados y jóvenes de la ciudad.
Habíamos oído hablar por estas latitudes de que algo se estaba moviendo en la capital alemana. Y hemos querido comprobarlo personalmente, así que hace unos días viajamos a Berlín para conocer una ciudad que está ‘on fire’ a nivel gastronómico. Y buscamos locales trendy, buenos y bonitos (y varios de ellos baratos), en la línea del Bread & Butter que se celebrará del 14 al 16 de enero. Nuestra base de operaciones fue el hotel Wyndham Grand Berlin, un establecimiento moderno, muy buen comunicado (a unos 500 metros de la Postdamer Platz), limpio y con un servicio impecable.
Tim Raue
Uno de los que no debes perderte bajo ningún concepto es el restaurante de Tim Raue. Todo un dos estrellas Michelin en una de las zonas más céntricas (en el barrio de Kreuzberg, a pocos metros del histórico Checkpoint Charlie). Quizá os sorprenda la propuesta porque pensaréis que un establecimiento distinguido con tales honores por la Biblia roja de la gastronomía es muy caro y lujoso, pero si os digo que hay un menú de tres platos por 38 euros, la cosa cambia, ¿verdad? Y nada de etiqueta ni protocolo. Y con una carta de 500 vinos en muchos casos asequible, pues puedes pedir uno a partir de 28 euros.
Tim Raue, que así se llama el restaurante, es un sitio moderno, agradable, donde se encuentran los famosos berlineses. Hay tantos y tan a menudo que han prohibido que se hagan fotos del local para proteger la intimidad de las celebrities.
¿Y por qué van allí? Por su cocina de fusión asiática, siempre ligera, una maravilla que juega con los aromas, los picantes, los dulces… El exotismo pasado por el tamiz de un alemán que sabe conectar con el paladar occidental. La cuadratura del círculo. Sus platos redondos, siempre hay algo picante (lo justo, lo tolerable, lo divertido), algo dulce (fruta), algo ácido. Y nunca hay pan, patatas, arroz ni pasta porque no quiere desvirtuar la sinfonía de sabores de cada uno de sus platos. Por eso es un local único en toda Alemania.
Si vais allí y vuestro presupuesto no da para los menús degustación (de 118 a 168 euros) sino para el de mediodía (tres platos por 38 euros; 4 por 48 euros, 5 por 58 euros y 6 por 68 euros), no dudéis en pedir el langostino al estilo cantonés con mango, zanahoria y mayonesa de wasabi. O la reinterpretación del pato, con versiones en foie, consomé, pechuga sobre un gofre con puerro y manzana. Insuperables. Cierran los domingos y lunes, y el resto de la semana la cocina está abierta de 12:00 horas a 14:00 horas y de 19:00 horas a 21:00 horas. Rudi-Dutschke-Strasse, 26.
La Soupe Populaire
¿Cómo convertir una fábrica de cerveza en restaurante? El ubicuo Tim Raue sabe cómo. Basta con visitar este local, de diseño industrial radical: vigas de hierro, cemento, ladrillos en los muros…
La carta acude a las recetas alemanas, aunque suavizadas y modernizadas. La Königsberger klopse es una albóndiga que originalmente va acompañada de puré de patata, alcaparras y salsa de mantequilla y harina. Aquí, es lo mismo pero mucho más ligero sin la contundencia que podría esperarse de la utilización de estos productos. El bacalao con verduras y toques cítricos, y el consomé con carne de ternera y verduras merecen la visita.
Abre de jueves a sábados, de 12:00 horas a 23.00 horas. El precio medio se sitúa entre los 30 y los 40 euros. Prenzlauer Allee, 242
Katz Orange
Hay que encontrarlo porque no es fácil dar con él. Está en un patio interior de un bloque de pisos. Se trata de una coqueta fábrica de cerveza construida a finales del siglo XIX que dejó de producir birra y ahora es un restaurante de lo más acogedor y moderno.
Cocinan con producto ecológico y hacen platos internacionales y ligeros, con algún toque de sofisticación. Nos gustó mucho la ensalada con paté de ganso, el consomé de remolacha y el salmón con puré de patata y membrillo marinado.
El menú degustación de cuatro platos cuesta 50 euros (25 más con vinos), y el de cinco platos (60, con vinos 30 más). A la carta, unos 40 euros.
Está abierto de lunes a sábados, de 18:00 horas a 23:00 horas. Tiene dos pisos y en la planta baja también hay coctelería. Bergstrasse, 22
Sage
Mientras pincha el discjockey (música propia de club o una discoteca), aquí no ponen clásica porque este es un local superdiscofashion, tú vas cenando. Sage está considerado como uno de los más cool de Europa. Cuando llega el buen tiempo, abre una ‘playa’ junto al río, con arena y tumbonas desde donde se disfruta de las vistas a la otra orilla donde: en el otro lado se ve el East Side Gallery, un tramo largo del Muro pintado por grafiteros de todo el mundo.
Aquí, un antiguo telar, sirven cocina internacional entendible y contemporánea: pizzas, sopas, carnes… El precio medio es de unos 35-40 euros. Hay menús especiales de tres platos (35 euros), cuatro (42) y siete (69). Ah, y si eres fumador, tienes un espacio reservado para ti… Y a cubierto. Köpenicker Strasse, 18-20
Cafe Am Neuen See
Un local de obligada visita para quien le gusten los rincones tranquilos, bucólicos, incluso románticos (si van de noche, esas velas, esas lucecitas frente a un lago del Tiergarten, uno de los grandes parques de Berlín). Se llena los fines de semana porque el lugar es muy agradable. Abre cada día de 9 de la mañana (tienen un abanico enorme de desayunos) hasta la medianoche o más allá. Su carta está hecha de platos sencillos e internacionales como la pasta, las pizzas, las sopas… Aunque también tienen propuestas autóctonas. Todos los productos son locales, si quieres tomar alguna copa por la noche, debes saber que no hacen cócteles, aunque sirven cervezas, refrescos, licores y destilados. Lichtensteinallee, 2
Cookies Cream
El vegetariano de moda de la ciudad. “Es Berlín”, resume Diether, nuestro espontáneo cicerone en esta escapada. “Está en un lugar escondido, donde jamás pensarías que puede haber un restaurante. Y entras y ves a personas de lo más variado, desde el punkie hasta el que lleva traje y corbata”.
Se entiende por lugar escondido un acceso junto a la puerta de descarga de mercancías del hotel de cinco estrellas contiguo. Una puerta fea, solo con una lámpara de araña como distintivo de que ahí hay algo diferente, da una pista de que estás en el buen camino. El local ocupa un edificio que incluye restaurante (Cookies Cream, en el primer piso), discoteca (Cookies, en la planta baja) y bar de copas (Draytone, al lado). Acabas de cenar (el menú de tres platos, entrante, principal y postre, sin bebidas, cuesta 36 euros) y puedes entrar gratis en la discoteca. Está abierto de martes a sábado sólo por las noches. Behrenstrasse, 55
The Casual by Paco Pérez
El hotel de lujo Das Stue tiene en su interior dos restaurantes de Paco Pérez, el flamante estrella Michelin Cinco y The Casual, basado en tapas españolas. Una cortina les separa. El menú degustación del famoso local cuesta 140 euros (230 con bebidas) y en el anónimo pagarás entre 35 y 50.
Hay tapas inolvidables, como el pulpo a la gallega sobre un puré de patata y acompañado con cebolla caramelizada (atención a esa salsa de vicio con pimentón rojo), las croquetas de jamón ibérico y las picantonas gambas al ajillo con un huevo poché perfecto. Y también platos más internacionales como el steak tartare con yema de huevo trufada y el brioche chino (relleno de carne de costilla de cerdo ibérico). La calidad del producto se cuida hasta el extremo de que el pescado se lleva desde Catalunya a Berlín. The Casual no cierra nunca (abre la cocina de 12:00 horas a 15:00 horas y de 18:00 horas a 23:00 horas). Los viernes y sábado por la noche hay música en directo o discjockey. Drakestrasse, 1
Bar Raval
Está en Kreuzberg, uno de los barrios más excitantes de la ciudad, y es propiedad de Daniel Brühl. La oferta es de tapas, con las croquetas de pollo y jamón (atención, Joselito) y los buñuelos de bacalao como hits imbatibles. Hay tapas calientes, frías y especiales, y platos de la semana. Y cada primer lunes de mes, paella para 40 personas. Una fiesta, en fin. Si te quedas por la noche podrás probar sus gin tonics (en Berlín no es habitual esta bebida) han incorporado recientemente una carta de gin tonics, con 30 tipos de ginebra y 3 de tónicas.
Daniel Brühl no suele estar allí porque siempre está rodando alguna película, pero este local no es una inversión más, sino que le tiene cariño. Un ejemplo: compró los sifones que decoran la sala en mercado de Els Encants y el suelo hidráulico lo compró en Barcelona.
Está abierto de 17:00 horas a 23:00 horas (los fines de semana hasta medianoche o más). Los fines de semana de abril a octubre, a partir del mediodía. El precio medio está entre 20 y 25 euros. Si vas a ir un fin de semana será mejor que reserves a través de su web con una semana de antelación porque siempre está lleno. Ah, y si vas al Bread & Butter búscalos porque tendrán un espacio propio. Este año servirán tapas y tortillas. Lübbener Strasse, 1
First Floor
Si quieres darte un homenaje aún mayor y no te importa rascarte el bolsillo, visita el First Floor, en el primer piso del Palace Hotel. Si la decoración es elegante y clásica, en los fogones está un chef divertido en el trato y en la cocina, Matthias Diether. Yo le llamaría Matthias Pato Donald Diether porque borda los platos con pato. Hay que apoquinar al menos 109 euros (el menú con cuatro platos, con seis aperitivos y dos postres incluidos, aunque hay menús de 129 euros y 159 euros), pero vale la pena porque comer allí es de lo más divertido. Platos modernos basados en alta cocina francesa.
Las presentaciones son coloristas, juega con las texturas, de modo que cada producto se sirve en diferentes versiones en el mismo plato, siempre con un sentido artístico para la vista… Y el paladar. Sin duda el plato llamado Pato de la cabeza a los pies es de obligada petición: paté, jamón, consomé, pechuga, chutney… Impresionante. Aunque también se disfruta con el cangrejo de Australia y el fletán.
Ah, otra cosa a tener en cuenta. La selección de vinos es brutal, infinita. Hay 1.500. Están recogidos en una carta que los camareros llaman la ‘Biblia’. Algunos son tan buenos que, tras beberlos pensarás que has estado cerca de Dios. Budapester Strasse, 45
Cafe Gipfeltreffen
Un rincón recogido y trendy en pleno barrio de Kreuzberg. Entras y parece que estás en el salón de casa. Decoración cálida y sencilla, ventanales a la calle, música tranquila de fondo… Ideal en días de lluvia, frío y/o nieve. Aquí puedes pedir platos sencillos como sándwiches y ensaladas, y disfrutar de alguna bebida fría (zumos, cerveza, vino, cócteles, destilados, agua) o caliente (té, café) mientras te relajas escuchando la música, charlando con tus amigos en voz baja (aunque es aún mejor para visitarlo en pareja) o leyendo algún libro. A partir de las 18:00 horas deja de ser una cafetería moderna y acogedora para convertirse en un restaurante de cocina internacional elaborada con productos local. Abre cada día de 21:00 a medianoche, y los fines de semana, de 22:00 hasta medianoche o más. Görlitzerstrasse, 68
Wyndham Gran Berlin
Y por qué no comer en un hotel. En el que estuve alojado, el Wyndham Grand Berlin, es una baza segura, y no solo porque se trata de un buen BBB (Bed, Bath and Breakfast) o, en castellano, de un DDD (dormir, ducharse y desayunar) a buen precio. El desayuno tiene una variedad y calidad que ya quisieran muchos hoteles de categoría superior, mientras que en su elegante restaurante, llamado The Post, ofrece una más que digna cocina mediterránea (¡hay gazpacho y escalibada!) por unos 25 euros de media. Ensaladas, pastas, pizzas, carnes, pescados… Al mediodía abre de 12:00 horas a 15:00 horas y por la noche, de 18:00 horas a 22:30 horas. Hallesche Strasse, 10
Por Ferran Imedio de Gastronomistas
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+ infoLas otras iglesias de Roma
Le llaman “La Ciudad Eterna”. Y es que Roma permanece en un limbo histórico en el que, aún hoy en día, siguen conviviendo vestigios etruscos, romanos, medievales, del renacimiento, barrocos e incluso fascistas. Cuna de nuestra civilización y meca de la religión católica, monumentos como el Coliseo, el Vaticano, el Foro o el Panteón reciben cada año millones de visitantes. Pero esta gran urbe esconde otras joyas que no todo el mundo conoce. Hemos paseado por los barrios más emblemáticos de la capital italiana y hemos descubierto las doce iglesias más espectaculares y menos conocidas de la ciudad.
Trastevere
Turistas y locales se mezclan por uno de los barrios más animados y con más personalidad de la ciudad. Además, aquí se encuentran algunas de las iglesias medievales más fascinantes de Roma, como Santa Maria in Trastevere.
1. San Franceso a Ripa: el otro éxtasis de Bernini
Piazza San Francesco d’Assisi 88
Posiblemente la escultura más conocida de Gian Lorenzo Bernini sea el Éxtasis de Santa Teresa. Pero lo que muchos no saben es que una iglesia en pleno corazón del barrio del Trastevere esconde otro éxtasis de este artista. Se trata de San Francesco a Ripa y el Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni. Una joya de mármol que seguro que os fascinará. Además, esta iglesia es famosa por levantarse en el lugar donde estuvo el hospicio en el que vivió San Francisco de Asís durante su visita a Roma en 1219. De hecho, en su celda siguen conservándose su almohada de piedra y el crucifijo.
Piazza Navona
La Piazza Navona se levanta sobre los cimientos del antiguo estadio de Domiciano, de ahí su forma oval, y es una de las grandes obras del barroco italiano. En la zona hay múltiples vestigios de Borromini, Bramante y Bernini en forma de fuentes, iglesias y palacios. Animada día y noche, esta es una de las mejores partes para medir el pulso de la ciudad.
2. Santa Maria della Pace: proporciones bramantianas
Vicolo dell’Arco della Pace 5
Esta soberbia iglesia fue construida por Baccio Pontelli en la segunda mitad del siglo XV y cuenta con un claustro de Bramante que data de 1504. Para este espacio, el gran arquitecto italiano aplicó las reglas de proporción clásicas para lograr un gran efecto en un espacio de reducidas dimensiones.
Campo de’ Fiori
Este barrio mantiene el sabor medieval de sus calles y uno de los mercados al aire libre más famosos de Europa. Centro del renacimiento romano, con edificios como el Palazzo Farnese o el Palazzo Spada, por sus calles encontramos también el colorista gueto judío, el teatro romano de Marcelo y el sorprendente pórtico de Octavia.
3. San Girolamo della Carità: festival barroco
Via de Monserrato 62A
Cerca de la Iglesia de los Españoles y en el lugar donde vivió san Felipe Neri, se levanta este templo, cuya impresionante capilla Spada bien merece una visita. Proyectada por Borromini, es una oda al barroco italiano, con estatuas, paneles de jaspe veteado y mármol y todo tipo de decoraciones doradas simulando cortinas y damascos floreados.
Esquilino
Esquilino es la mayor de las siete colinas de Roma y, hoy, es un barrio que sigue manteniendo parte de su carácter primitivo. Muchos son los restos romanos que todavía pueden verse aquí, como los restos de las termas de Trajano o la Domus Aurea, pero si por algo destaca es por el gran número de iglesias, algunas fundadas en casas privadas.
4. Santa Bibiana
Via Giovanni Giolitti 154
La sencilla fachada de Santa Bibiana fue el primer trabajo de Gian Lorenzo Bernini en el terreno de la arquitectura. Aquí reposan los restos de esta santa, que murió flagelada con cuerdas de plomo en la época romana. De hecho, se cree que la pequeña columna que hay en el interior del templo fue la utilizada para torturar a esta mártir. Dentro de la iglesia también destaca la estatua de mármol de la santa que esculpió el propio Bernini y que, como curiosidad, fue la primera figura vestida cincelada por el artista napolitano.
5. Santa Prassede
Via di Santa Prassede 9A
Joya indiscutible del arte bizantino, en Santa Prassede se encuentran algunos de los conjuntos de mosaicos más interesantes de la ciudad. La iglesia fue fundada por el papa Pascual II en el siglo IX, en el lugar donde antiguamente se alzó un oratorio del siglo II. Aunque ha sufrido alteraciones, todavía se aprecia su estructura medieval original. En la nave central hay una losa que cubre un pozo donde, según la tradición, santa Prassede enterró los restos de 2.000 mártires. Pero la atención debemos centrarla en los bellos mosaicos, que representan santos, animales, palmeras y amapolas. También en esta iglesia se encuentra parte de una columna traída de Jerusalén y en la que se cree que Cristo fue atado y azotado.
Laterano
El palacio Laterano fue la residencia del papa durante la Edad Media y es aquí donde se alza una de las iglesias más espectaculares de la ciudad, San Juan de Letrán.
6. Scala Santa y Sancta Sanctorum
Piazza di San Giovanni in Laterano 14
Muchos turistas pasan por alto este lugar al visitar San Juan de Letrán. Se trata de un edificio proyectado por Domenico Fontana y en la que se encuentran los dos últimos vestigios del palacio Luterano. Hablamos de la Scala Santa y del Sancta Sanctorum. La primera se trata de una escalera de 28 escalones por la que, según la tradición, subió Cristo hasta la casa de Pilatos antes de ser juzgados. Fueron traídos de Jerusalén por la madre el emperador Constantino, santa Elena, y colocados en este lugar por el papa Sixto V cuando se destruyó el palacio Laterano. Debes saber que se trata de un espacio sagrado y de peregrinaje, por lo que solo puede subirse esta escalera de rodillas. Al final de la escalera está el Sancta Sanctorum, que contiene una pintura que parece ser que fue realizada por san Lucas con la ayuda de un ángel.
7. Santa Croce in Gerusalemme
Piazza di Santa Croce in Gerusaleme
Aunque hoy tiene un aspecto muy distinto, esta iglesia fue fundada por santa Elena, la madre de Constantino, en el año 320 d.C. Aquí se guardan las reliquias de la crucifixión de Cristo. En la cripta hay una estatua de santa Elena que, en su origen, fue una escultura romana encontrada en el yacimiento de Ostia. En el centro del ábside, Sansovino levantó la tumba del cardenal Quiñones, que fue confesor del rey Carlos V de España.
8. Santo Stefano Rotondo
Via di Santo Stefano Rotondo 7
Es una de las iglesias más antiguas de Roma. Fundada en el 468 d.C., su llamativa planta circular es difícil de olvidar. Las cuatro capillas conservan parte de los frescos medievales y destaca un mosaico del siglo VII que representa a Jesús con san Feliciano y san Primo.
Caracalla
Las espectaculares ruinas de las termas de Caracalla siguen siendo la principal atracción de esta parte de la ciudad que, además, es ideal para pasear. La que fue zona residencial en la antigua Roma, posee hoy muchas zonas verdes y es posible apreciar la muralla romana de la ciudad y la Porta San Sebastiano, una de las mejor conservadas.
9. Santa Maria in Domnica
Piazza della Navicella 2
La iglesia data del siglo VII y se cree que se emplaza en lo que fue una antigua estación de bomberos. Merece la pena perderse hasta aquí y disfrutar de la paz de este poco turístico lugar. No os perdáis el espectacular mosaico del ábside, encargado por Pascual I en el siglo IX.
10. San Giorgio in Velabro
Via Velabro 19
Iglesia de aspecto primitivo, parece mentira que en julio de 1993 un atentado terrorista destruyese su pórtico y el frontón. Restaurada y sin signos del ataque, destaca en el ábside un fresco de Pietro Cavallini. En una de las esquinas de la fachada, no dejéis de admirar el arco degli Argentari, dedicado al emperador Septimio Severo en el 204 d.C.
11. Santa Sabina
Piazza Pietro d’Illiria 1
Al igual que San Giorgio in Velabro, esta es una de las iglesias romanas que mejor conservan la distribución de basílica cristiana. Con un púlpito, coro y trono del siglo IX, los ventanales iluminan una nave con exquisitas columnas corintias. Las puertas del pórtico lateral, talladas con escenas bíblicas, datan del siglo V.
Afueras de Roma
Las catacumbas, la Via Appia Antica o la Galleria Borghese se encuentras fuera del centro de la ciudad.
12. Santa Costanza
Via Nomentana 349
Inspiradora de iglesias de planta circular como la Capilla Palatina de Aquisgrán o Santo Stefano Rotondo, Santa Costanza es una de las joyas del primer cristianismo. Construida originalmente como mausoleo para las hijas de Constantino, las 12 columnas que sujetan la bóveda son toda una obra de ingeniería. En un nicho, hay una réplica del sarcófago de Costanza, que se encuentra en los Museos Vaticanos.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
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La cerveza ahumada en Bamberg
Por Oriol Salvador de scannerFM
Para aquel que visita la ciudad de Bamberg, aproximadamente a una hora de Nuremberg, tan importante como descubrir su patrimonio históricoy arquitectónico (su catedral milenaria, por ejemplo) es descubrir la historia de su cerveza, la cerveza ahumada (Rauchbier en alemán).
Este tipo de cerveza se elabora de forma tradicional y es característica de Bamberg. Su color oscuro y sabor ahumado es producto de que la malta se deja secar al fuego durante el proceso de producción. Bamberg conserva en pleno funcionamiento nueve cervecerías tradicionales que producen un total de quince tipos de cerveza ahumada distintas.
Como parte de los atractivos de una visita a la ciudad de Bamberg, en esta ruta proponemos descubrir sus cervecerías tradicionales, esparcidas por toda la ciudad, y probar alguna de las rauchbier que ofrecen.
¿Hace falta que te advirtamos que bebas con moderación?
Klosterbräu
Cervecería fundada en el año 1533. Es una buena opción para empezar, pues está ligeramente alejada del centro. Además del buen servicio y la amable atención de sus trabajadores, puedes probar la cerveza ahumada que elaboran ahí mismo y combinarla con su amplia oferta de comida tradicional alemana. Si el tiempo acompaña, puedes escoger una de las mesas de su terraza a pie de calle.
Una de las variedades que ofrecen, nuestra recomendación, es la Klosterbräu Bockbier, una cerveza fuerte, con un sutil toque de lúpulo, mucho cuerpo y un cierto gusto dulce. 7.0 grados de alcohol y una excelente formación de espuma encima de un color dorado.
Abren todos los días de 11:00 a 14:00h. (sábados, domingos y festivos hasta las 14:30h.) y desde las 17:00 hasta las 22:00h. (domingos hasta las 21.00h.). Más información: www.klosterbraeu.de (alemán)
Ambräusianum
Una joven pareja se aventuró en 2004 a abrir Ambräusianum, una nueva cervecería tradicional. La apuesta ha dado buenos resultados. En poco tiempo se situaron como cervecería de cabecera para lugareños y visitantes. Su céntrica situación en Dominikanerstraße, muy cerca de la catedral, ayuda.
La Ambräusianum Hell es una de las variedades de cerveza ahumada más recomendables entre su oferta de cerveza ahumada: una cerveza fuerte aunque con un grado moderado de alcohol (5.0) con un color ámbar dorado, producida a base de levadura natural que le da un aroma fresco con cierto sabor afrutado.
Abre todos los días, excepto los lunes, a partir de las 11:00h. de la mañana. Podéis encontrar más información y su menú de comida tradicional en: www.ambraeusianum.de (alemán)
Fässla Brewery
La historia de la cervecería Fässla se remonta al año 1649, el primer año de paz tras la Guerra de los Treinta Años. Ahora, una nueva generación bien entrenada en el arte de la elaboración de la cerveza mantiene viva la tradición familiar. Además, a la hora de buscar alojamiento en la ciudad de Bamberg, conviene destacar que también disponen de hotel.
Entre su oferta de variedades de cerveza ahumada destacaremos Echtes Bamberger Zwergla: una cerveza oscura, casi de color caoba, suave (6.0) y con un final suave, redondo. Esta y el resto de variedades pueden tomarse allí mismo o para llevar.
La cervecería en si abre todos los días desde las 8:30 hasta las 23:00h. (domingo hasta las 13:00h.). Además, ofrecen menú de comida tradicional de las 11:00 a las 14:00h. y de 18:00 a 21:00h., todos los días excepto el domingo. Para saber más, visitad su web: www.faessla.de (alemán e inglés)
Greifenklau Brewery
Sin tener en cuenta un parón durante la primera mitad del siglo XX, la história de Greifenklau se remonta al año 1731 y más allá. Un poco alejada del centro de la ciudad, en su restaurante ofrecen comidas y cenas, con precios y menús especiales para grupos de turistas. Durante los días soleados puedes optar por tomarte tu cerveza su extenso beer garden.
Entre su oferta de variedades de cerveza ahumada te recomendamos la Greifenklau Lager, de color dorado y 4.8 grados de alcohol, una espuma extremadamente blanca, cremosa, ligero aroma de malta y acabado suave. Una buena muestra de la típica cerveza de la Franconia.
De martes a sábado abre desde las 10:30 y los domingos de 9:30 a 14:00h. Los lunes permanece cerrado. Encontrarás más información en: www.greifenklau.de (alemán e inglés)
Kaiserdom Brewery
En el acogedor salón comedor del Kaiserdom se puede disfrutar de la cocina típica de la Franconia y sus cervezas tradicionales. Dispone de un moderno comedor y de otros más rústico, ambos muy acogedores, y como tercera opción, siempre que el tiempo acompañe, puedes optar por su terraza. También dispone de hotel en el mismo edificio, así que es una opción de alojamiento a tener en cuenta.
Dentro de su surtido de cervezas te recomendamos la Weizenland Weißbier, una cerveza dorada, de aspecto algo turbio debido a los sedimentos de la levadura durante la fermentación en botella. Tiene un sabor fresco y ligeramente afrutado, seco al paladar. Una cerveza muy refrescante.
Como sucede en otras cervecerías, cierra los lunes. De martes a sábado abre de 7:00 a 13:30h. y de 17:00 a 23:00h. Domingos y festivos abre a las 11:30h. Consulta www.hotel-kaiserdom.de (alemán)
Keesmann Brewery
La cervecería Keesmann fue fundada en 1867 y mantiene su tradición familiar desde entonces. Situada justo frente a la Iglesia de Maria Hilf, entre su oferta hay cerveza de trigo y cerveza light.
No obstante, la Keesman Herren Pils es, sin lugar a duda, su cerveza estrella. Una cerveza de aspecto pálido en la que se puede distinguir un cierto aroma a lúpulo en un cuerpo exquisitamente seco con un refrescante y harmonioso gusto final.
A diferencia de otras cervecerías de la ciudad de Bamberg, esta cierra los domingos. De lunes a sábado abre a las 9:00h., durante la semana cierra a las 23:00h. y los sábados solo hasta las 15:00h.
Mahr’s Bräu Brewery
Al visitar la cervecería Mahr’s Bräu nos encontramos ante una de las más antiguas de la ciudad de Bamberg. Se tiene constancia que fue fundada en el año 1670 y, desde entonces, ofrece una variada gama de cervezas.
Entre todas ellas, la más popular es la Mahr’s Ungespundetes, también conocida bajo el sobrenombre de la “U”. Se trata de una cerveza de tonalidad ámbar, ligeramente turbia. Tiene un fuerte olor a malta y levadura que le proporciona un aroma único.
Abren a diario desde las 9:00 hasta las 23:00h.
Schlenkerla Brewery
Una de las más populares cervecerías tradicionales, también una de las más céntricas. Probar su oferta de cerveza ahumada o su menú de comida tradicional de la región es tan recomendable como fijarse en la decoración rústica de todo el edificio. Documentos históricos fechan su fundación en el año 1405 y, actualmente, la sexta generación de la família Trum mantiene la tradición.
La cerveza que os recomendaremos entre su oferta es tal vez la más característica cuando nos referimos a cerveza ahumada. Aecht Schlenkerla Rauchbier es una cerveza oscura, con aroma a malta y un cierto gusto humeado que la caracteriza y distingue sobre el resto.
Esta cervecería histórica abre diariamente desde las 9:30 hasta las 23:30h.. Para más información, puedes consultar su completa web: www.schlenkerla.de (en varios idiomas, incluido inglés y español)
Spezial Brewery
A escasos cinco minutos de la estación de tren se encuentra Spezial. Esta cervecería tradicional presenta un ambiente rústico y una oferta gastronómica imperdible. Dispone, además, de hotel.
Su cerveza ahumada más recomendable dentro de las variedades que ofrecen es la Spezial Rauchbier Lager, una cerveza de tonalidad ámbar con una cremosa espuma en la parte superior. Algo turbia, resulta suave al paladar y muy sabrosa.
Abren todos los días de la semana, a partir de las 9:00h. y los sábados cierra a las 14:00h. mientras que el resto de la semana sigue abierta hasta las 23:00h. Más información en www.brauerei-spezial.de (alemán)
Franconian Brewery Museum
Visitadas las nueve cervecerías tradicionales que se conservan en Bamberg, una buena forma de terminar la ruta es visitando este museo dedicado por completo a la tradición cervecera en la región de la Franconia. Se mantiene abierto desde abril hasta octubre, de 13:00 a 17:00h. y el precio de la entrada son 3.00 € (adultos), 2,50 € (tarifa reducida) o 6,50 € (precio familiar).
A la hora de buscar alojamiento, además de las opciones ya mencionadas en que algunas cervecerías ofrecen también habitaciones, te recomendamos el Hotel Nepomuk, muy cerca del centro (al lado de Klosterbräu, donde empezamos la ruta). Su decoración moderna, buen servicio o el hecho de que cada habitación disponga de un iMac, no te dejarán indiferente. Más infomación aquí.
Información útil
A la hora de moverte por la ciudad, te recomendamos adquirir la BAMBERGcard que, al precio de 12 € te dará acceso a toda la red de transporte público de la ciudad y alguno de sus museos. Puedes adquirirla en la Oficina de Turismo de Bamberg (Geyerswörthstraße, 5) o en su página web.
Por Oriol Salvador de scannerFM
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