El encanto de los pueblos de pescadores
Aunque son las poblaciones del interior de Mallorca, como Valldemossa, Fonalutx o Biniaraix, que se encuentran al cobijo de la sierra de Tramuntana, las mejor resguardas y en las que se han mantenido con más interés tradiciones y costumbres, también encontramos en la costa algunos lugares que han sobrevivido al crecimiento urbanístico.
Y es que, las idílicas imágenes que tenemos de los pequeños pueblos de pescadores del Mediterráneo, han ido desapareciendo con la llegada masiva de turistas. Sin embargo, quedan algunos reductos con encanto en el litoral mallorquín, que conservan toda su esencia. Su visita es necesaria para conocer el rico patrimonio cultural de la isla.
Es Jonquet
Junto al barrio de Santa Catalina de Palma y delimitado por la calle Sant Matgí, que hace de frontera entre las dos zonas, se encuentra Es Jonguet, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, que ha sabido conservar todo el encanto de barrio de pescadores. Un barrio humilde, tranquilo, de casitas bajas y calles irregulares, que se levanta orgulloso bajo sus característicos molinos (los antiguos molinos harineros), que dan a lo lejos la bienvenida a los turistas que llegan por mar.
S'Estaca
Conviene no confundir esta antigua aldea de pescadores, cercana a Valldemossa, con la grandiosa mansión que Michael Douglas tiene en esta localidad y que lleva el mismo nombre, S'Estaca. Se trata de una pequeña aldea formada por una veintena de antiguos refugios de pescadores, por los que parece no haber pasado el tiempo. Un lugar mágico que se encuentra entre Sa Foradada y el Port de Valldemossa.
Porto Petro
Porto Petro se encuentra en el municipio de Santanyí, al sudeste de Mallorca. Aunque ya no es realmente un puerto de pescadores como tal, sí que se ha sabido respetar, sorprendentemente, toda su esencia. No hay grandes urbanizaciones; sólo algunos comercios y alojamientos familiares. Es un lugar para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza, con un buen número de calas próximas. Muy cerca, sin embargo, hay grandes centros de turismo, como la cala Mondragó o Cala d'Or, que en verano destacan por su animada vida nocturna.
Port des Canonge
Pasando por Banyalbufar, al suroeste de la Tramutana, la sierra se abre al mar en el Port des Canonge. Se llega hasta allí por una carretera de curvas para descubrir, al final, las viejas casetas que servían de refugio a los pescadores y que ahora conforman una pequeña urbanización, aunque su belleza continua intacta. Su embarcadero y la agradable playa de grava y cantos rodados, hacen de este enclave, un lugar muy tranquilo.
Muy cerca, descubrirás algunas pequeñas calas o podrás hacer senderismo por bosques de pinos, recorriendo la "Volta des General", en un bonito trayecto que va desde Banyalbufar al Port de Canonge.
Porto Petro por Magnus Manske | Es Joquen por Chixoy | Port des Canonge por mallorcaesasitambien
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+ infoCerdeña: una isla sorprendente
Hasta Cerdeña, la segunda isla más grande del Mediterráneo, llega todo tipo de turismo atraído por sus fantásticos contrastes. Los grandes reclamos son sus magníficos paisajes, las cristalinas aguas y sus playas – que nada tienen que envidiar a las playas del Caribe -, consideradas como unas de las más bonitas del mundo. Pero hasta Cerdeña llega también un turismo buscando descubrir su valioso legado cultural.
Ancestrales tradiciones y ambientes rurales que se entremezclan con ciudades modernas y, en muchas zonas, un turismo de lujo con gran poder adquisitivo. El hecho de que hasta hace poco, la isla fuera poco explotada turísticamente, hace que los sardos todavía conserven esta buena predisposición hacia el turismo. Siempre se muestran amables y dispuestos a ayudar y aconsejar.
Al norte de la isla de encuentra Olbia. Olbia significa “ciudad feliz” y no es para menos. Aquí encontrarás las que, para algunos, son las playas más bonitas de todo el Mediterráneo. Te costará elegir entre todas ellas, con sus aguas cristalinas y fina arena blanca. Las playas de Porto Istana, Lido del Sole, Li Cuncheddi, Bados, La Playa o Il Pelikano que se suceden por los 55 kilómetros de la Costa Esmeralda en unos paisajes de postal. Y para los más atrevidos, ¡recordad que es una excelente zona para practicar el excitante kite surf!
La Costa Esmeralda es lugar de veraneo de gente de alto nivel. La zona del golfo en la que sitúa Olbia se encuentra llena lujosos yates, y es frecuentada por celebridades de todo tipo que llegan atraídos por la fascinante mezcla de naturaleza cultura e historia. Y es que Olbia conserva edificios de interesante valor histórico y arquitectónico como el ayuntamiento, la iglesia románica de San Simplicio, la ruinas circenses o la muralla Cartaginesa.
La ciudad de Cagliari, capital de Cerdeña, se encuentra situada sobre siete colinas (Sant’Elia, Bonaria, Monte Urpinu, Castello, Monte Claro, Tuvixeddu, San Michele), en el golfo meridional de Cerdeña y rodeada de marismas. Cagliari, y toda la isla de Cerdeña en general, conserva importantes vestigios de las civilizaciones fenicias y romanas, y un cierto aire medieval. Te maravillará su cultura, y ese sabor de capital marinera.
El barrio más antiguo de la ciudad es el de Castello, en el que se encuentran los principales puntos de interés. Encaramado en lo alto de una colina, se puede acceder fácilmente, bien desde el ascensor del mercado de Santa Chiara, desde el que se encuentra cercano a la torre di San Pancrazio o subir por la escalinata de San Remy que sale de la piazza Constituzione. Esta plaza es un lugar muy animado por la noche, con actuaciones y animados locales. En el barrio de la Marina, de ambiente más mediterráneo, encontrarás multitud de tabernas típicas para comer. ¡Y no olvidemos sus playas! La más concurrida es la de Poetto, y una de las más bonitas de todo el Mediterráneo, así como las marismas en la que podrás observar multitud de aves de paso como flamencos.
Por último, mencionar lo excelente de su gastronomía. Como en el resto del Mediterráneo, Cerdeña es una isla rica en productos saludables provenientes de tierra y mar. Empezando por su típico pan, el pane carasau – de masa fina y crujiente que muchas veces se sirve aliñado con aceite de oliva o al que se le añade tomate, huevo frito o queso. Si quieres pedir un rico entrante, escoge entre el pulpo, el atún, la sopa de pescado, los calamares, las gambas, algún plato de pasta o los ricos arroces que tan bien preparan. Para escoger un vino, ten en cuenta que los mejores provienen de la zona de Alguer o de Oristán.
Imagen de Max.oppo
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+ infoTierra de leyendas (1)
Visitar la Bretaña es revivir la emocionante historia medieval europea, ahondar en sus raíces culturales, en sus tradiciones y leyendas. Rennes es la capital de la Bretaña, pero se encuentra también a las puertas de la región de Normandía y es un destacado lugar del patrimonio arquitectónico y testigo de la historia de la región. Alrededor de sus dos plazas reales, el Parlamento y el Ayuntamiento, y sus características casas de entramado de madera y mansiones renacentistas, se dibujan siglos de historia.
A unos 30 kilómetros de Rennes se encuentra el frondoso bosque de robles y hayas de Brocelandia, dominio de mitos y leyendas celtas. Es aquí donde se suelen situar muchos episodios de las novelas de la Mesa Redonda, como la búsqueda que el Rey Arturo ordenó para encontrar el Santo Grial y fue también el lugar donde vivieron el hada Viviana, el caballero Lancelot y el mago Merlín, amigo y asesor del joven Arturo, del que dicen quedó allí atrapado por amor.
Por el mágico bosque de Broscelandia recorrerás recónditos senderos que te llevaran por el Puente del Secreto, el pueblo de Paimpont y su hermosa abadía o los castillos de Brocelianda y del paso del Acebo.
Al norte, siguiendo el estuario del río Rance, se llega a Dinan, con su encantador casco urbano y una de las ciudades medievales mejor conservadas. Por su recinto amurallado descubrirás fascinantes monumentos como la basílica de Saint-Sauveur o la torre de l’Horlage.
Si te gusta estar al acecho de las mejores gangas y ofertas, tienes en la Grande Braderie de Rennes la mejor oportunidad. Ese día Rennes se transforma en este inmenso mercadillo al aire libre en el que poder encontrar algún tesoro escondido y muchas gangas entre antigüedades, ropa, objetos de decoración o joyas, porque en La Grande Branderie de Rennes todo se compra y se vende.
Se trata, junto al gran mercado callejero de Lille, de la feria de saldos más grande de Francia, en la que buscar y rebuscar entre miles de puestos de comercios esparcidos por 60 calles de la ciudad.
Y para comer, encontrás en pleno corazón medieval de la ciudad, en una pintoresca posada del siglo XVI, se encuentra el Auberge du Chat-Pitre que te transportará a la Edad Media.
Aquí los camareros van vestidos como posaderos de la época. No te preocupes, no te obligarán a comer muslos de jabalí con las manos como Astérix y Obélix, pero sí que sentirás el ambiente de una noche mágica con la animación de trovadores, malabaristas, cuentacuentos o magos en una comida inolvidable.
Y con nombres tan graciosos para sus recetas tradicionales como la caldereta de druida, los abrazos de jabalí o el saltimbanqui, que puedes acompañar de Hypocras, una bebida a base de vino tinto, miel y especias que hacia las delicias de nuestros antepasados.
Imagen de Cocu Cyril
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Celebrando la primavera con Prosecco
El Prosecco es uno de las bebidas más populares de la región del Véneto, donde cualquier excusa es buena para descorchar una botella, degustarlo y brindar con él. Este fantástico vino blanco espumoso, que tiende a ser seco o extra seco se produce fundamentalmente en la provincia de Treviso, muy cercana a una de las ciudades más turísticas de la región, Venecia.
Esta modalidad de vino se elabora con la variedad de uva Glera, que antiguamente era conocida como Prosecco, y que sería la encargada de darle el nombre. Las poblaciones de Conegliano y Valdobbiadene, situadas al norte de la provincia de Treviso, son las mayores productoras del Prosecco y las más conocidas.
En muchos casos se tiende a compararlo con el champán, por el hecho de que es blanco y espumoso, e incluso en Italia se emplea como sustituto del mismo, aunque son muchas las diferencias que hay entre ambos. El champán fermenta en la botella y puede durar mucho más tiempo, mientras que el Prosecco es recomendable tomarlo lo más pronto posible, preferiblemente antes de que hayan pasado dos años. Para aquellos que os vayan los cócteles es bien seguro que el Prosecco os suena, ya que es el principal protagonista de uno de ellos, el Bellini, que precisamente nació en Venecia, y que lo combina con melocotón.
La Primavera del Prosecco
Desde hace 21 años en la provincia de Treviso se rinde homenaje a este fantástico vino espumoso en la que han bautizado como la Primavera del Prosecco. Esta edición se prolongará hasta el 12 de junio, y promete estar repleta de actividades que incluyen la visita a bodegas, catas de vino, concursos de platos realizados con Prosecco, concursos de fotografía y visitas culturales por la provincia. También habrá espacio en la programación para la práctica de deporte, con rutas en bicicleta por la zona y caminatas entre viñedos.
Uno de los principales atractivos de acercarse a Treviso para unirse a esta larga festividad es que por estas fechas el paisaje luce en su máximo esplendor, con el verde intenso de las invadiendo los campos y unas temperaturas cada vez más agradables, siendo un momento ideal para disfrutar de la naturaleza. Las mejores vistas las obtendrás desde el monte Grappa, conocido por las batallas que se libraron en él durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, siendo muy popular entre los que practican el ciclismo. Otro punto elevado donde disfrutar del paisaje es el monte Cesen. Y si lo que quieres es perderte por el bosque, entonces debes de visitar el de Cansiglio, que es el segundo más grande de Italia, donde entre sus abetos y sus hayas los ciervos han encontrado su hábitat ideal.
También puedes aprovechar la visita a la zona para la práctica del agroturismoen alguno de los múltiples espacios acondicionados para ello. Ese es caso de La Dolza, situado en Follina, donde uno podrá sumergirse en las antiguas tradiciones agrícolas de la zona, o de Le Noci, una antigua casa de campo donde, además de disfrutar de la naturaleza, se puede degustar de la gastronomía local.
Y como no podías ser menos tratándose de Italia, la gastronomía también tiene un protagonismo importante en la zona, donde encontrarás un buen número de restaurantes donde disfrutarla. Entre nuestras recomendaciones el Locanda Sandi, restaurante vinculado a la bodega Villa Sandi, situado en un entorno fantástico, y el Ristorante Tipico Conegliano Per Di Perenzin, ubicado en San Pietro di Feletto, cuya especialidad son los quesos.
¡Coge tu Vueling a Venecia y anímate a recorrer esta bella región y a disfrutar de su vino estrella, el Prosecco!
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Primavera del Prosecco
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