Al ritmo del Carnaval de Málaga
Si viajas entre febrero y marzo a Málaga puedes encontrarte con una grata y festiva sorpresa que va más allá de su patrimonio histórico, su increíble oferta museística, sus playas y su gastronomía: el Carnaval. Y es que poco tienen que envidiar los malagueños a los gaditanos, en cuanto a carnavales se refiere.
Este año, del 30 de enero al 7 de febrero, Málaga se pondrá sus mejores galas en forma de disfraces, y se transformará en una auténtica fiesta doblegándose de este modo a una de las celebraciones más canallas del año, el Carnaval. Pero, ¿qué tienen de especial estas fiestas para que no debas pasarlas por alto?
1. Clima de lujo
Situada al sur de España y bañada por las cada vez más cálidas aguas del Mediterráneo, Málaga cuenta con un invierno que poco tiene de frío, lo que permite que se disfrute al máximo de cualquier actividad que se realice al aire libre. Ese es el caso del Carnaval, que también es conocido en la zona como la Fiesta del Invierno Cálido.
2. Encuentros de murgas, comparsas y cuartetos
Uno de sus mayores alicientes de estos carnavales son los encuentros de murgas, comparsas y cuartetos en el Teatro Cervantes, donde unos y otros compiten por ver quién tiene el mayor desparpajo sobre el escenario y por el mejor toque de ironía en las letras de sus cantos. Por cierto, si tienes previsto ir, acuérdate de comprar las entradas con antelación para evitar quedarte sin plaza.
3. Citas gastronómicas
La gastronomía, como no podía ser menos, también cuenta con un papel relevante en los carnavales malagueños, donde son habituales las comidas populares. Los platos más comunes para estos días son la berza, los potajes, los fideos, los arroces y la paella, teniendo siempre a las coplas carnavaleras como fondo sonoro.
4. Desfiles, Dioses, Drag Queens y hasta una Batalla de las Flores
No hay Carnaval que se precie que no cuente con desfiles en los que disfrutar de todo el colorido desplegado por los múltiples disfraces. Entre las tradiciones malagueñas que han sobrevivido al paso del tiempo está la Batalla de las Flores, que tiene lugar en la Alameda Principal, y en la que vuelan por doquier pétalos y papeles de colores. Los orígenes de esta batalla estarían en el siglo XIX, en el que durante el paso de las carrozas de las clases más pudientes, la clase obrera aprovechaba para “agredirles” a base de tirarles flores.
Complementando los desfiles están la elección de los Dioses del Carnaval y la Gala Drag Queen.
5. El entierro del boquerón
El boquerón, pescado típico de Málaga, es el protagonista de la última jornada del Carnaval. En el “entierro del boquerón”, popularmente conocido como la “boqueroná”, se lleva a cabo una procesión en la que se traslada desde la céntrica calle Larios hasta la playa de la Malagueta una gran figura con forma de boquerón, que es quemada en la playa.
Málaga más allá del Carnaval
Aprovechando que viajas a Málaga, y siempre que el desenfreno carnavalesco te lo permita, no dudes en aprovechar para visitar alguna de las múltiples maravillas que alberga esta hermosa ciudad. Entre nuestras recomendaciones están la Catedral de Málaga, construida por orden de los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad; la Alcazaba, imponente fortificación musulmana del siglo XI; el Teatro Romano y el bello Mercado Central de Atarazanas, cimentado sobre un antiguo taller naval nazarí del que aún se conserva su puerta de mármol. Y como no podía ser menos en la ciudad que vio nacer a Picasso, no olvides acercarte a alguno de los centros artísticos que han convertido a Málaga en uno de los destinos favoritos para los aficionados al arte.
Coge tu disfraz y acércate con Vueling hasta Málaga para disfrutar de su magnífico Carnaval.
Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Fundación Carnaval de Málaga
+ infoDa la bienvenida al verano en Santiago de Compostela
El solsticio de verano está al caer, y con y todos los rituales a ella asociados. Son numerosas las culturas él la llegada de la que es conocida como la noche más corta y todos los rituales a ella asociados. Son numerosas los países europeos que rinden culto a la llegada del buen tiempo, y para qué negarlo, de las vacaciones más esperadas del año. El fuego suele ser el componente principal en la mayor parte de estas celebraciones, presente en forma de hogueras con las quemar los viejos espíritus del año que dejamos atrás, y de fuegos artificiales que iluminan y dan color al cielo mientras se espera la llegada del amanecer del día más largo de año.
Santiago de Compostela es uno de esos múltiples puntos de la geografía europea que se rinde a la celebración de San Juan y que, siguiendo una tradición que se extiende por toda Galicia, llena de hogueras las plazas y las calles de la ciudad, en la que es sin duda alguna su noche más mágica. Las hogueras, que esta noche son rebautizadas con el nombre de “cacharelas”, son saltadas por los compostelanos con el objetivo de evitar la brujería y el mal de ojo de las “meigas”, que es el nombre con el que los gallegos denominan a los malos espíritus. Así pues, no dudes en unirte a este ritual mágico para empezar con buen pie el verano. La parte histórica de la ciudad alberga las hogueras más concurridas, sobre todo las de la plaza de Irmán Gómez, y las de las calles Algalia de Abaixo, y Valle Inclán, aunque también las encontrarás en el barrio de Pelamios, en el parque de San Juan en Vista Alegre o en el barrio de San Lorenzo.
Compartiendo protagonismo con las hogueras se encuentran las sardinas, cuyo olor impregna las calles de Santiago. Las sardinas se asan en las hogueras y se comen acompañadas de la tradicional empanada gallega y del vino tinto. Una combinación gastronómica magnífica para una noche que bien seguro que se alargará hasta el amanecer.
Otro rito de purificación que los compostelanos se toman muy en serio es el de dejar en agua durante toda la noche un ramillete de plantas mágicas compuesto por romero, menta, manzanilla, rosas, etc., con la que se lavarán a la mañana siguiente. Todo vale con tal de espantar a los malos espíritus, así que no dudes en hacerte con tu ramillete en el Mercado de Abastos y unirte a esta tradición.
Y aún hay más
Coincidiendo con la festividad de San Juan, y por segundo año consecutivo, del 22 al 24 de junio, tendrá lugar un festival organizado por Turismo Santiago, y en el que podrás profundizar en las tradiciones y los rituales gallegos propios de la celebración de la llegada del verano. Entre las actividades programadas hay rutas de recogida de las hierbas de San Juan, un tren gratuito que circula por las diferentes hogueras, exhibiciones de cestería, talleres de baile tradicional, cuentacuentos sobre mitos y leyendas de ‘meigas’ y hechizos, música, conjuro de la queimada, etc. También habrá un mercado donde degustar los productos tradicionales de la zona propios de esta temporada.
Texto de Turismo Santiago de Compostela
+ infoGouda algo más que un queso
Todos hemos oído hablar alguna vez del queso gouda, unos cuantos hemos llegado a probarlo, e incluso lo tenemos entre nuestros preferidos, pero muy pocos saben de dónde viene y de los atractivos que esconde la ciudad de la que es originario. Y es que este popular queso procede de Gouda, una ciudad de los Países Bajos situada en la provincia de Holanda Meridional, en la confluencia de los ríos Gouwe y Ijssel.
¿Qué se puede hacer en Gouda?
La ciudad de Gouda cuenta con un centro histórico de lo más pintoresco en el que pasear por sus calles es un auténtico placer, y donde encontrarás los principales puntos de interés de la ciudad. El primero de ellos va asociado al queso –no podía ser de otro modo-, y es el que más turistas atrae: el mercado del queso (KaasMarkt). Éste tiene lugar todos los jueves de 10 a 13h, de abril a agosto, donde se pueden ver a campesinos y comerciantes realizando las transacciones, y en el que aún se conservan muchas tradiciones centenarias, como en el transporte de la materia, que se hace en carretillas de madera, o en el cierre de las compras, mediante un toque de manos.
En la misma plaza que se lleva a cabo este ritual comercial, conocida como Markt, se encuentra el Stadhuis, un bello edificio de estilo gótico flamígero que tiene el honor de ser uno de los ayuntamientos más antiguos de los Países Bajos. Construido entre 1448 y 1450, sufrió alguna que otra modificación en 1692 y 1880. En su interior sobresalen la Trouwzaal (Sala de Bodas), de 1800, y el Salón de Plenos.
También en la misma plaza de Markt se puede visitar el Goudse Waag, edificio de 1668 que antiguamente servía como mercado cubierto para la compra y venta de queso. Hoy en día, convertido en un monumento nacional, ha sido transformado en museo dedicado al queso.
La iglesia de San Juan Bautista (Sint Janskerk) es, junto al ayuntamiento, otra de las joyas por las que merece la pena hacer una excursión a Gouda, y a la que no hay que dudar en entrar. Su historia es la de una auténtica lucha contra las llamas, ya que llegó a sufrir hasta tres incendios de los cuales dos de ellos, en 1361 y 1438, casi lograron destruir la totalidad de la ciudad. Sus 123 metros de largo la convierten en la iglesia de mayor longitud de los Países Bajos. Lo más impresionante son, sin duda alguna, sus sesenta vidrieras, veinte de las cuales son obra de los hermanos Dirck y Wouter Crabeth, y fueron colocadas entre 1530 y 1603. Uno de los aspectos que más sorprende en la visita es que aún se conservan los cartones que sirvieron de modelo a los artistas, algo poco común y difícil de encontrar.
Aquellos que quieran conocer la historia de la ciudad pueden acercarse hasta el Museo de Gouda, que ocupa los edificios de Het Catharina Gathuis y De Moriaan.
Cerrando la visita a la ciudad, te recomendamos desplazarte al sur del centro histórico, donde se encuentran dos antiguos molinos, elMolen 't Slot, construido en 1831, y elDe Roode Leeuw('El León Rojo'), de 1619, reconstruido en 1771.
Eso sí, no debes de irte de Gouda sin probar el stroopwafel, un dulce originario de la ciudad, que lo forman dos gofres unidos por un relleno de caramelo blando, una estupenda forma de recuperar las fuerzas tras este magnífico paseo por la ciudad.
Ahora que ya conoces todos los secretos que se esconden en Gouda, coge tu Vueling y anímate a conocerla.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de bertknot, Sander van der Wel, Hans A Rosbach
+ infoLa rica salsa canaria se llama mojo picón
Tan contrastada como sus paisajes es la gastronomía de Fuerteventura. Una cocina a base de productos sencillos pero muy sabrosos y con una tradición culinaria que viene de siglos atrás. Ha sabido aprovechar como ninguna los recursos agrícolas y ganaderos y conservar las tradiciones para su elaboración. Es el caso del gofio amasado, dieta de los antiguos habitantes de la isla, que se viene elaborando con harina de grano tostada desde hace mucho tiempo atrás.
Entre sus platos típicos se encuentran las papas arrugadas -una variedad más pequeña que la común que se hierve con sal hasta que la piel queda arrugada-, y que se sirve con una salsa picante llamada mojo. La palabra mojo proviene del portugúes, del molho, que significa precisamente salsa. En general se encuentran dos tipos de mojo: el verde -elaborado con pimiento verde y que suele acompañar a los pescados - y el mojo rojo -con pimentón y que da sabor a las carnes-.
En Fuerteventura se elabora el queso majorero, uno de los más apreciados quesos por la leche grasa y muy aromática que producen las cabras majoreras, que suelen campan a sus anchas por los terrenos.
De los productos de la tierra destacan el tomate majorero, que se cultiva con cariño en un tierra fértil con piedras volcánicas, que le otorgan ese intenso sabor y una gran consistencia y color.
Pero su producto estrella proviene del mar. El pescado se prepara en Fuerteventura de todas las maneras imaginables: frito, asado, salteado o cocido y en recetas clásicas como la del Sancorcho, que sin duda has de probar si visitas la isla.
La apuesta por una pesca sostenible ha dado sus frutos y ha permitido la proliferación de muchas espécies. Algunas de las típicas son el medregal, la sama, la fula roja, la morena o la palometa roja, que encontrarás bien frescas en sus restaurantes.
Para hacer una buena comida en Fuerteventura, conviene alejarse un poco de los núcleos más turísticos y adentrarse en la isla. En los pequeños pueblos del interior, todavía es posible encontrar lugares en los que probar comida tradicional de verdad.
Casa Isaítas
Calle Guize 7, Pájara
www.casaisaitas.com
Buena cocina majorera a base de productos frescos y de temporada. Prueba el queso majorero, las ensaladas con productos de la huerta, el queso asado con mojo verde, la carne de cabra en salsa o una versión de un plato típico, como es la Ropa Vieja, pero vegetariana para contentar a todos los gustos. Para comer entre paredes de piedra o en su patio interior y disfrutar del mejor ambiente majorero.
Restaurante la Playita
Muelle Chico, La Oliva
Del mar a los fogones. Esta zona es rica en pescados y en el Restaurante la Playita los preparan de maravilla. Prueba "la cabrita", muy frita con un buen aceite y de la que se como todo, hasta la cabeza y espinas. Y con unas vistas al mar impresionantes, ya que prácticamente se encuentra en la misma arena de la playa.
Casa Santa María
Plaza de Santa María, Betancuria
Una casa de campo del siglo XVII ahora restaurada y convertida en un restaurante que ha sido premiado como el más bonito de la isla. En el centro histórico de Betancuria encontrarás esta cocina que mezcla lo tradicional con lo experimental. A probar la especialidad de la casa, el cabrito al horno.
Casa del Queso
Betancuria
En Betacuria hay también un lugar ideal para hacer un parada rápida y probar algunas de las especialidades de la isla. La Casa del Queso es un pequeño local que se encuentra saliendo de Betancuria camino a Pájara, y en el que degustar los quesos que se elaboran en el pueblo. Si tienes interés, te explicarán las peculiaridades de cada uno, y si quieres llevarte una porción a casa, te lo envasarán al vacio.
Imagen mojo verde por Abhay Kumar | Mojo rojo por Fernando Carmona Gonzalez | Sancorcho por Canario1
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