Grandes lagos de Escocia
Los mejores lagos de Escocia La belleza geográfica de Escocia es mundialmente conocida. Sus señas de identidad, sus paisajes, páramos, brumas o castillos, convierten a esta tierra en un lugar único y con una personalidad imponente. Pero si por algo destaca su geografía, es sin lugar a dudas por sus grandes lagos, todo un símbolo para el país, donde tradiciones, historias, mitos y leyendas unen sus aguas con el carácter y la personalidad de los escoceses. La orografía y el paisaje tan característico de este país no sería comprensible sin ellos.
¿Qué os parece si nos damos un baño en algunos de los lagos más bellos de Escocia?
Lago Rannoch: Situado en Perth and Kinross, este lago tiene más de 14 km de largo. El río Tummel comienza en su extremo oriental y el parque forestal de Tay queda a lo largo de su orilla meridional. Tanto el lago como su entorno ofrecen buenos lugares para pescar y pasear. La pequeña aldea de Kinloch Rannoch queda en el extremo oriental del lago y cerca del extremo occidental puede encontrarse un crannog, una antigua isla artificial.
Lago Lomond: El más grande de Escocia gracias a sus 37 kilómetros de largo y 8 de ancho. En su interior residen un gran número de islas, muchas de ellas creadas artificialmente en la antigüedad con el propósito de ser habitadas.
Lago Ness: es el lago de Escocia, el más conocido y el más visitado. Las leyendas e historias que se cuentan de sus aguas lo han hecho mundialmente famoso. Tiene unos 39 km de largo y es el que más volumen de agua alberga. Forma parte del Canal de Caledonia y posee una de las ruinas más visitadas y fotografiadas de Escocia, el Castillo Urquhart. Con un poco de suerte, podréis ver a Nessie
Lago Tummel: Uno de los lagos favoritos y una de las vistas preferidas de la reina de Inglaterra tienen que ver con este lago. Uno de los miradores más famosos de toda Escocia es el Queens View, al norte de Edimburgo. Sus vistas sobre el Lago Tummel y las montañas que lo rodean son espectaculares. Además, muy cerca, en el pueblo de Pitlochry, se celebra en octubre el espectáculo de luz y sonido conocido como el Bosque Encantado que atrae a miles de visitantes.
Lago Duich: El Eilean Donan Castle, uno de los castillos de Escocia más conocidos y fotografiados, situado entre los lagos Alsh y Duich, hace de este gran lago uno de los más visitados del país.
Lago Coruisk: La excursión a este lago es una de las más hermosas y recomendables de Escocia. Situado entre los “munros” de Sgurr Alasdair, Sgurr Dearg y Bla Bheinn, para acceder a él debemos coger un barco desde Eigol y dejarnos llevar por los paisajes que se dan paso a través de un trayecto de media hora por la bahía hasta el muelle. Como curiosidad, depende de la estación del año, se pueden ver colonias de focas tomando el sol o bañándose en el lago.
Imagen de Jacob Martin
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+ infoGouda algo más que un queso
Todos hemos oído hablar alguna vez del queso gouda, unos cuantos hemos llegado a probarlo, e incluso lo tenemos entre nuestros preferidos, pero muy pocos saben de dónde viene y de los atractivos que esconde la ciudad de la que es originario. Y es que este popular queso procede de Gouda, una ciudad de los Países Bajos situada en la provincia de Holanda Meridional, en la confluencia de los ríos Gouwe y Ijssel.
¿Qué se puede hacer en Gouda?
La ciudad de Gouda cuenta con un centro histórico de lo más pintoresco en el que pasear por sus calles es un auténtico placer, y donde encontrarás los principales puntos de interés de la ciudad. El primero de ellos va asociado al queso –no podía ser de otro modo-, y es el que más turistas atrae: el mercado del queso (KaasMarkt). Éste tiene lugar todos los jueves de 10 a 13h, de abril a agosto, donde se pueden ver a campesinos y comerciantes realizando las transacciones, y en el que aún se conservan muchas tradiciones centenarias, como en el transporte de la materia, que se hace en carretillas de madera, o en el cierre de las compras, mediante un toque de manos.
En la misma plaza que se lleva a cabo este ritual comercial, conocida como Markt, se encuentra el Stadhuis, un bello edificio de estilo gótico flamígero que tiene el honor de ser uno de los ayuntamientos más antiguos de los Países Bajos. Construido entre 1448 y 1450, sufrió alguna que otra modificación en 1692 y 1880. En su interior sobresalen la Trouwzaal (Sala de Bodas), de 1800, y el Salón de Plenos.
También en la misma plaza de Markt se puede visitar el Goudse Waag, edificio de 1668 que antiguamente servía como mercado cubierto para la compra y venta de queso. Hoy en día, convertido en un monumento nacional, ha sido transformado en museo dedicado al queso.
La iglesia de San Juan Bautista (Sint Janskerk) es, junto al ayuntamiento, otra de las joyas por las que merece la pena hacer una excursión a Gouda, y a la que no hay que dudar en entrar. Su historia es la de una auténtica lucha contra las llamas, ya que llegó a sufrir hasta tres incendios de los cuales dos de ellos, en 1361 y 1438, casi lograron destruir la totalidad de la ciudad. Sus 123 metros de largo la convierten en la iglesia de mayor longitud de los Países Bajos. Lo más impresionante son, sin duda alguna, sus sesenta vidrieras, veinte de las cuales son obra de los hermanos Dirck y Wouter Crabeth, y fueron colocadas entre 1530 y 1603. Uno de los aspectos que más sorprende en la visita es que aún se conservan los cartones que sirvieron de modelo a los artistas, algo poco común y difícil de encontrar.
Aquellos que quieran conocer la historia de la ciudad pueden acercarse hasta el Museo de Gouda, que ocupa los edificios de Het Catharina Gathuis y De Moriaan.
Cerrando la visita a la ciudad, te recomendamos desplazarte al sur del centro histórico, donde se encuentran dos antiguos molinos, elMolen 't Slot, construido en 1831, y elDe Roode Leeuw('El León Rojo'), de 1619, reconstruido en 1771.
Eso sí, no debes de irte de Gouda sin probar el stroopwafel, un dulce originario de la ciudad, que lo forman dos gofres unidos por un relleno de caramelo blando, una estupenda forma de recuperar las fuerzas tras este magnífico paseo por la ciudad.
Ahora que ya conoces todos los secretos que se esconden en Gouda, coge tu Vueling y anímate a conocerla.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de bertknot, Sander van der Wel, Hans A Rosbach
+ infoLa rica salsa canaria se llama mojo picón
Tan contrastada como sus paisajes es la gastronomía de Fuerteventura. Una cocina a base de productos sencillos pero muy sabrosos y con una tradición culinaria que viene de siglos atrás. Ha sabido aprovechar como ninguna los recursos agrícolas y ganaderos y conservar las tradiciones para su elaboración. Es el caso del gofio amasado, dieta de los antiguos habitantes de la isla, que se viene elaborando con harina de grano tostada desde hace mucho tiempo atrás.
Entre sus platos típicos se encuentran las papas arrugadas -una variedad más pequeña que la común que se hierve con sal hasta que la piel queda arrugada-, y que se sirve con una salsa picante llamada mojo. La palabra mojo proviene del portugúes, del molho, que significa precisamente salsa. En general se encuentran dos tipos de mojo: el verde -elaborado con pimiento verde y que suele acompañar a los pescados - y el mojo rojo -con pimentón y que da sabor a las carnes-.
En Fuerteventura se elabora el queso majorero, uno de los más apreciados quesos por la leche grasa y muy aromática que producen las cabras majoreras, que suelen campan a sus anchas por los terrenos.
De los productos de la tierra destacan el tomate majorero, que se cultiva con cariño en un tierra fértil con piedras volcánicas, que le otorgan ese intenso sabor y una gran consistencia y color.
Pero su producto estrella proviene del mar. El pescado se prepara en Fuerteventura de todas las maneras imaginables: frito, asado, salteado o cocido y en recetas clásicas como la del Sancorcho, que sin duda has de probar si visitas la isla.
La apuesta por una pesca sostenible ha dado sus frutos y ha permitido la proliferación de muchas espécies. Algunas de las típicas son el medregal, la sama, la fula roja, la morena o la palometa roja, que encontrarás bien frescas en sus restaurantes.
Para hacer una buena comida en Fuerteventura, conviene alejarse un poco de los núcleos más turísticos y adentrarse en la isla. En los pequeños pueblos del interior, todavía es posible encontrar lugares en los que probar comida tradicional de verdad.
Casa Isaítas
Calle Guize 7, Pájara
www.casaisaitas.com
Buena cocina majorera a base de productos frescos y de temporada. Prueba el queso majorero, las ensaladas con productos de la huerta, el queso asado con mojo verde, la carne de cabra en salsa o una versión de un plato típico, como es la Ropa Vieja, pero vegetariana para contentar a todos los gustos. Para comer entre paredes de piedra o en su patio interior y disfrutar del mejor ambiente majorero.
Restaurante la Playita
Muelle Chico, La Oliva
Del mar a los fogones. Esta zona es rica en pescados y en el Restaurante la Playita los preparan de maravilla. Prueba "la cabrita", muy frita con un buen aceite y de la que se como todo, hasta la cabeza y espinas. Y con unas vistas al mar impresionantes, ya que prácticamente se encuentra en la misma arena de la playa.
Casa Santa María
Plaza de Santa María, Betancuria
Una casa de campo del siglo XVII ahora restaurada y convertida en un restaurante que ha sido premiado como el más bonito de la isla. En el centro histórico de Betancuria encontrarás esta cocina que mezcla lo tradicional con lo experimental. A probar la especialidad de la casa, el cabrito al horno.
Casa del Queso
Betancuria
En Betacuria hay también un lugar ideal para hacer un parada rápida y probar algunas de las especialidades de la isla. La Casa del Queso es un pequeño local que se encuentra saliendo de Betancuria camino a Pájara, y en el que degustar los quesos que se elaboran en el pueblo. Si tienes interés, te explicarán las peculiaridades de cada uno, y si quieres llevarte una porción a casa, te lo envasarán al vacio.
Imagen mojo verde por Abhay Kumar | Mojo rojo por Fernando Carmona Gonzalez | Sancorcho por Canario1
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+ infoFez, el reflejo de África
Fez es el corazón simbólico de Marruecos, así como el centro espiritual y cultural del país. En los muros, fachadas y cúpulas de sus mezquitas predomina el color verde, considerado mundialmente como el color del islam. Este hecho se refleja también en el Festival Internacional de Música Sacra de Fez, que cada verano reúne a músicos de todo el planeta. Un evento único que crea un canal de diálogo entre las diferentes culturas y religiones de la tierra del Islam.
Don't feel the panic! No se trata de lentos conciertos religiosos al estilo de unos cantos gregorianos, sino de un festival que año tras año promete grandes dosis de entretenimiento. En ediciones anteriores, han pasado por el Festival de Fez grandes estrellas de la música como Björk, Paco de Lucía, Patti Smith, Joan Baez o Youssou N’Dour.
Entre la oferta multicultural y musical que podremos encontrar este año -donde se reunirán a más de 500 artistas internacionales repartidos en más de 50 espectáculos y 10 conciertos- destaca el flamenco de Diego el Cigala; el rhythm & blues de The Temptations, grupo del mítico sello estadounidense Motown; el videoartista Jean de Boysson; o la intérprete de Mali, Oumou Sangare, entre muchos otros.
En memoria de Hassan Al Wazzan, el explorador andalusí
Este año el Festival de Fez se celebra del 22 al 30 de mayo y cumple su 21ª edición. Bajo el lema “Fez, el reflejo de África”, el festival conmemora los viajes de Hassan Al Wazzan, el explorador andalusí, conocido como el León Africano que se encuentra enterrado en Fez.
La vida de Hassan Al Wazzan, que vivió entre los siglos XV y XVI, es la de un nómada que se vió empujado a viajar por circunstancias políticas y religiosas. Se inició en la diplomacia mientras estudiaba en una madraza de Fez y viajó por todo el norte de África como explorador y geógrafo, Finalmente llegó a Roma donde fue adoptado como un hijo por León X. Allí fue bautizado bajo el nombre de Jean-León de Medicis, pero nunca dejó de lado sus tradiciones islámicas.
Actividades alternativas
Una completa programación de actividades paralelas como películas, conferencias, exposiciones y actividades para niños complementan el programa musical. Durante los mismo días del festival, en la plaza Bab Boujloud, se celebra un ciclo alternativo de conciertos gratuitos y, paralelamente, las Nuits Soufies, ofrecerán conciertos diarios gratuitos en los jardines de Dar Tazi, justo en el corazón de la medina de Fez, lugar simbólico donde obtener una visión completa de la amplia cultura islámica.
Fez. cuna de la cultura del norte de África
Con más de un millón de habitantes, la medina de Fez el-Bali (Fez la Vieja) pasa por ser una de las ciudades medievales habitadas más grandes del mundo. El barrio fue declarado Patrimonio de la Humanidad y contiene la mayor zona peatonal del mundo. Su interior es un laberinto con unas 10.000 callejuelas, algunas sin salida y otras que parecen llevarte al mismo punto de partida. Orientarse en su interior puede ser un poco complicado pero es parte de su encanto.
Al igual que Fes el-Bali, Fes el-Jdid se encuentra rodeada de murallas las cuales albergan palacios, jardines, zocos y escuelas coránicas con una arquitectura más elegante que la del resto de la ciudad. Las visitas más interesantes de la zona son el Palacio Real Dar El Makhzen y la Mellah -o barrio judío-.
Pero uno de los lugares que reciben mayor atención de los turistas es el de la curtiduría Chouwara. Aunque no apto para estómagos delicados por el intenso olor que producen las pieles de animales, es una visita totalmente recomendable, ya que la vista desde lo alto es mágica, asemejándose a una paleta de colores de pintor.
Texto de Scanner FM
Imagenes de Phil Chambers, Deniz Eyuce, Pablo Jimenez, Elena, Adolf Boluda y Sergio Morchon
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