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Gouda algo más que un queso

Todos hemos oído hablar alguna vez del queso gouda, unos cuantos hemos llegado a probarlo, e incluso lo tenemos entre nuestros preferidos, pero muy pocos saben de dónde viene y de los atractivos que esconde la ciudad de la que es originario. Y es que este popular queso procede de Gouda, una ciudad de los Países Bajos situada en la provincia de Holanda Meridional, en la confluencia de los ríos Gouwe y Ijssel.

¿Qué se puede hacer en Gouda?

La ciudad de Gouda cuenta con un centro histórico de lo más pintoresco en el que pasear por sus calles es un auténtico placer, y donde encontrarás los principales puntos de interés de la ciudad. El primero de ellos va asociado al queso –no podía ser de otro modo-, y es el que más turistas atrae: el mercado del queso (KaasMarkt). Éste tiene lugar todos los jueves de 10 a 13h, de abril a agosto, donde se pueden ver a campesinos y comerciantes realizando las transacciones, y en el que aún se conservan muchas tradiciones centenarias, como en el transporte de la materia, que se hace en carretillas de madera, o en el cierre de las compras, mediante un toque de manos.

En la misma plaza que se lleva a cabo este ritual comercial, conocida como Markt, se encuentra el Stadhuis, un bello edificio de estilo gótico flamígero que tiene el honor de ser uno de los ayuntamientos más antiguos de los Países Bajos. Construido entre 1448 y 1450, sufrió alguna que otra modificación en 1692 y 1880. En su interior sobresalen la Trouwzaal (Sala de Bodas), de 1800, y el Salón de Plenos.

También en la misma plaza de Markt se puede visitar el Goudse Waag, edificio de 1668 que antiguamente servía como mercado cubierto para la compra y venta de queso. Hoy en día, convertido en un monumento nacional, ha sido transformado en museo dedicado al queso.

La iglesia de San Juan Bautista (Sint Janskerk) es, junto al ayuntamiento, otra de las joyas por las que merece la pena hacer una excursión a Gouda, y a la que no hay que dudar en entrar. Su historia es la de una auténtica lucha contra las llamas, ya que llegó a sufrir hasta tres incendios de los cuales dos de ellos, en 1361 y 1438, casi lograron destruir la totalidad de la ciudad. Sus 123 metros de largo la convierten en la iglesia de mayor longitud de los Países Bajos. Lo más impresionante son, sin duda alguna, sus sesenta vidrieras, veinte de las cuales son obra de los hermanos Dirck y Wouter Crabeth, y fueron colocadas entre 1530 y 1603. Uno de los aspectos que más sorprende en la visita es que aún se conservan los cartones que sirvieron de modelo a los artistas, algo poco común y difícil de encontrar.

Aquellos que quieran conocer la historia de la ciudad pueden acercarse hasta el Museo de Gouda, que ocupa los edificios de Het Catharina Gathuis y De Moriaan.

Cerrando la visita a la ciudad, te recomendamos desplazarte al sur del centro histórico, donde se encuentran dos antiguos molinos, elMolen 't Slot, construido en 1831, y elDe Roode Leeuw('El León Rojo'), de 1619, reconstruido en 1771.

Eso sí, no debes de irte de Gouda sin probar el stroopwafel, un dulce originario de la ciudad, que lo forman dos gofres unidos por un relleno de caramelo blando, una estupenda forma de recuperar las fuerzas tras este magnífico paseo por la ciudad.

Ahora que ya conoces todos los secretos que se esconden en Gouda, coge tu Vueling y anímate a conocerla.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de bertknot, Sander van der Wel, Hans A Rosbach

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La rica salsa canaria se llama mojo picón

Tan contrastada como sus paisajes es la gastronomía de Fuerteventura. Una cocina a base de productos sencillos pero muy sabrosos y con una tradición culinaria que viene de siglos atrás. Ha sabido aprovechar como ninguna los recursos agrícolas y ganaderos y conservar las tradiciones para su elaboración. Es el caso del gofio amasado, dieta de los antiguos habitantes de la isla, que se viene elaborando con harina de grano tostada desde hace mucho tiempo atrás.

Entre sus platos típicos se encuentran las papas arrugadas -una variedad más pequeña que la común que se hierve con sal hasta que la piel queda arrugada-, y que se sirve con una salsa picante llamada mojo. La palabra mojo proviene del portugúes, del molho, que significa precisamente salsa. En general se encuentran dos tipos de mojo: el verde -elaborado con pimiento verde y que suele acompañar a los pescados - y el mojo rojo -con pimentón y que da sabor a las carnes-.

En Fuerteventura se elabora el queso majorero, uno de los más apreciados quesos por la leche grasa y muy aromática que producen las cabras majoreras, que suelen campan a sus anchas por los terrenos.

De los productos de la tierra destacan el tomate majorero, que se cultiva con cariño en un tierra fértil con piedras volcánicas, que le otorgan ese intenso sabor y una gran consistencia y color.

Pero su producto estrella proviene del mar. El pescado se prepara en Fuerteventura de todas las maneras imaginables: frito, asado, salteado o cocido y en recetas clásicas como la del Sancorcho, que sin duda has de probar si visitas la isla.

La apuesta por una pesca sostenible ha dado sus frutos y ha permitido la proliferación de muchas espécies. Algunas de las típicas son el medregal, la sama, la fula roja, la morena o la palometa roja, que encontrarás bien frescas en sus restaurantes.

Para hacer una buena comida en Fuerteventura, conviene alejarse un poco de los núcleos más turísticos y adentrarse en la isla. En los pequeños pueblos del interior, todavía es posible encontrar lugares en los que probar comida tradicional de verdad.

Casa Isaítas
Calle Guize 7, Pájara
www.casaisaitas.com

Buena cocina majorera a base de productos frescos y de temporada. Prueba el queso majorero, las ensaladas con productos de la huerta, el queso asado con mojo verde, la carne de cabra en salsa o una versión de un plato típico, como es la Ropa Vieja, pero vegetariana para contentar a todos los gustos. Para comer entre paredes de piedra o en su patio interior y disfrutar del mejor ambiente majorero.

Restaurante la Playita
Muelle Chico, La Oliva

Del mar a los fogones. Esta zona es rica en pescados y en el Restaurante la Playita los preparan de maravilla. Prueba "la cabrita", muy frita con un buen aceite y de la que se como todo, hasta la cabeza y espinas. Y con unas vistas al mar impresionantes, ya que prácticamente se encuentra en la misma arena de la playa.

Casa Santa María
Plaza de Santa María, Betancuria

Una casa de campo del siglo XVII ahora restaurada y convertida en un restaurante que ha sido premiado como el más bonito de la isla. En el centro histórico de Betancuria encontrarás esta cocina que mezcla lo tradicional con lo experimental. A probar la especialidad de la casa, el cabrito al horno.

Casa del Queso
Betancuria

En Betacuria hay también un lugar ideal para hacer un parada rápida y probar algunas de las especialidades de la isla. La Casa del Queso es un pequeño local que se encuentra saliendo de Betancuria camino a Pájara, y en el que degustar los quesos que se elaboran en el pueblo. Si tienes interés, te explicarán las peculiaridades de cada uno, y si quieres llevarte una porción a casa, te lo envasarán al vacio.

Imagen mojo verde por Abhay Kumar | Mojo rojo por Fernando Carmona Gonzalez | Sancorcho por Canario1

Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.

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El camino de Santiago más refrescante

El recorrido marítimo-fluvial por la Ría de Arousa y el río Ulla conmemora la llegada a Galicia, por mar, del cuerpo del Apóstol Santiago El Mayor, después de su martirio en Jerusalén en el año 44. Santiago fue pescador de Galilea, apóstol de Cristo y evangelizador de Occidente. Herodes ordenó su asesinato en el año 44.

Sin duda éste es uno de los caminos más singulares de cuantos existen de peregrinación a Santiago. No es un Camino cualquiera ya que se realiza en su mayoría en barco, disfrutando de la magnífica Ría de Arousa. Luego, el tramo que se hace caminando es de apenas 26 km, que son los kilómetros que separan Pontecesures del punto sagrado de llegada en Santiago de Compostela.

El Camino del Mar

Iniciamos la ruta en la pequeña población pesquera de O Grove. Aquí podemos encontrar barcos turísticos que realizan gran parte del recorrido con paradas en las bateas de mejillón y degustación incluida. Pero, si lo que buscas es una aventura mucho más auténtica, lo mejor es tratar de llegar a un acuerdo con algún pescador para hacer el recorrido en una embarcación pequeña. Ésta es la mejor manera de conocer las mil historias de un camino conocido en el mundo entero. Gracias al escaso calado de la embarcación, conseguir alcanzar el bonito pueblo de Pontecesures no es tarea difícil. Se aconseja remontar la ría durante la pleamar – marea alta-.

Los primeros compases del recorrido son increíbles, pasando justo al lado de las mariscadoras que rebuscan almejas y nécoras a la orilla de la ría. Después se navega entre las bateas de mejillones, una auténtica maraña de plataformas flotantes bajo las que se adivinan grandes cargamentos de deliciosos moluscos. A partir de la isla Cortegada, una serie de cruceiros colocados en islotes o a orillas del estuario del Ulla marcan el camino, atravesando las míticas Torres de Oeste en Catoira y los espacios naturales de las Brañas de Laíño, hasta llegar a Padrón para desde aquí continuar hacia Compostela.

¡Pies!, ¡Os necesito!

Las torres semiderruidas de la fortificación de Catoira marcan el final de la ría más marítima. Las orillas se acercan una a la otra a partir de aquí, como si se tratase de un río. La navegación hasta Padrón es imposible desde las recientes obras de canalización del río Sar, pero por el Ulla se puede llegar hasta Pontecesures, nuestro punto de desembarco. Antiguas tradiciones cristianas, reformadas por textos medievales, aseguraron que después del martirio, algunos discípulos de Santiago recogieron su cuerpo decapitado y que lo trasladaron a través de todo el Mediterráneo y de la costa atlántica ibérica hasta Iria Flavia, en las proximidades de la actual villa de Padrón. Hicieron la travesía en la célebre “barca de piedra”, que quizás sería una de las naves preparadas para el transporte de minerales que unían Galicia con otras zonas del Imperio Romano. En la iglesia de Santiago de Padrón se conserva el Pedrón. La tradición cuenta que en esa piedra se amarró la barca del Apóstol después del largo viaje.

Padrón es una villa moderna. La barca fue atada a una piedra, “o Pedrón”, en realidad un ara romana que se puede ver bajo el altar de la iglesia de Santiago. Padrón, con el nombre de Iria Flavia, fue una de las grandes metrópolis romanas de Galicia. Encontraremos también recuerdos de Santiago en la Fuente de Santiago y en Santiaguiño do Monte, donde una ermita y unos conjuntos megalíticos recuerdan la primera predicación del Apóstol. Esta ruta marítima también era seguida por los portugueses, que la celebraban, precisamente, como la misma que siguieron los discípulos trayendo las reliquias de Santiago.  

¿A qué esperas para disfrutar de esta ruta marítima que llega a Santiago de Compostela penetrando por la Ría de Arousa? Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Turismo de Galicia, Turismo de Santiago

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Cerdeña: una isla sorprendente

Hasta Cerdeña, la segunda isla más grande del Mediterráneo, llega todo tipo de turismo atraído por sus fantásticos contrastes. Los grandes reclamos son sus magníficos paisajes, las cristalinas aguas y sus playas – que nada tienen que envidiar a las playas del Caribe -, consideradas como unas de las más bonitas del mundo. Pero hasta Cerdeña llega también un turismo buscando descubrir su valioso legado cultural.

Ancestrales tradiciones y ambientes rurales que se entremezclan con ciudades modernas y, en muchas zonas, un turismo de lujo con gran poder adquisitivo. El hecho de que hasta hace poco, la isla fuera poco explotada turísticamente, hace que los sardos todavía conserven esta buena predisposición hacia el turismo. Siempre se muestran amables y dispuestos a ayudar y aconsejar.

Al norte de la isla de encuentra Olbia. Olbia significa “ciudad feliz” y no es para menos. Aquí encontrarás las que, para algunos, son las playas más bonitas de todo el Mediterráneo. Te costará elegir entre todas ellas, con sus aguas cristalinas y fina arena blanca. Las playas de Porto Istana, Lido del Sole, Li Cuncheddi, Bados, La Playa o Il Pelikano que se suceden por los 55 kilómetros de la Costa Esmeralda en unos paisajes de postal. Y para los más atrevidos, ¡recordad que es una excelente zona para practicar el excitante kite surf!

La Costa Esmeralda es lugar de veraneo de gente de alto nivel. La zona del golfo en la que sitúa Olbia se encuentra llena lujosos yates, y es frecuentada por celebridades de todo tipo que llegan atraídos por la fascinante mezcla de naturaleza cultura e historia. Y es que Olbia conserva edificios de interesante valor histórico y arquitectónico como el ayuntamiento, la iglesia románica de San Simplicio, la ruinas circenses o la muralla Cartaginesa.

La ciudad de Cagliari, capital de Cerdeña, se encuentra situada sobre siete colinas (Sant’Elia, Bonaria, Monte Urpinu, Castello, Monte Claro, Tuvixeddu, San Michele), en el golfo meridional de Cerdeña y rodeada de marismas. Cagliari, y toda la isla de Cerdeña en general, conserva importantes vestigios de las civilizaciones fenicias y romanas, y un cierto aire medieval. Te maravillará su cultura, y ese sabor de capital marinera.

El barrio más antiguo de la ciudad es el de Castello, en el que se encuentran los principales puntos de interés. Encaramado en lo alto de una colina, se puede acceder fácilmente, bien desde el ascensor del mercado de Santa Chiara, desde el que se encuentra cercano a la torre di San Pancrazio o subir por la escalinata de San Remy que sale de la piazza Constituzione. Esta plaza es un lugar muy animado por la noche, con actuaciones y animados locales. En el barrio de la Marina, de ambiente más mediterráneo, encontrarás multitud de tabernas típicas para comer. ¡Y no olvidemos sus playas! La más concurrida es la de Poetto, y una de las más bonitas de todo el Mediterráneo, así como las marismas en la que podrás observar multitud de aves de paso como flamencos.

Por último, mencionar lo excelente de su gastronomía. Como en el resto del Mediterráneo, Cerdeña es una isla rica en productos saludables provenientes de tierra y mar. Empezando por su típico pan, el pane carasau – de masa fina y crujiente que muchas veces se sirve aliñado con aceite de oliva o al que se le añade tomate, huevo frito o queso. Si quieres pedir un rico entrante, escoge entre el pulpo, el atún, la sopa de pescado, los calamares, las gambas, algún plato de pasta o los ricos arroces que tan bien preparan. Para escoger un vino, ten en cuenta que los mejores provienen de la zona de Alguer o de Oristán.

Imagen de Max.oppo

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