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Continúa Juego de Tronos visitando los escenarios donde se rodó

Puede que la octava temporada de Juego de Tronos haya terminado, pero en Vueling aún nos quedan dragones y están listos para llevarte a visitar los escenarios en los que se rodó la serie. La novena temporada quizás podrías escribirla tú…

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CUMPLE TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO… VIAJANDO

Empezar a hacer deporte, adelgazar, dejar de fumar, aprender inglés… Sea cual sea tu propósito o deseo de año nuevo, lo conseguirás. ¡La solución está en viajar! Y aquí encontrarás unas cuantas ideas.

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Al ritmo del Carnaval de Málaga

Si viajas entre febrero y marzo a Málaga puedes encontrarte con una grata y festiva sorpresa que va más allá de su patrimonio histórico, su increíble oferta museística, sus playas y su gastronomía: el Carnaval. Y es que poco tienen que envidiar los malagueños a los gaditanos, en cuanto a carnavales se refiere.

Este año, del 30 de enero al 7 de febrero, Málaga se pondrá sus mejores galas en forma de disfraces, y se transformará en una auténtica fiesta doblegándose de este modo a una de las celebraciones más canallas del año, el Carnaval. Pero, ¿qué tienen de especial estas fiestas para que no debas pasarlas por alto?

1. Clima de lujo

Situada al sur de España y bañada por las cada vez más cálidas aguas del Mediterráneo, Málaga cuenta con un invierno que poco tiene de frío, lo que permite que se disfrute al máximo de cualquier actividad que se realice al aire libre. Ese es el caso del Carnaval, que también es conocido en la zona como la Fiesta del Invierno Cálido.

2. Encuentros de murgas, comparsas y cuartetos

Uno de sus mayores alicientes de estos carnavales son los encuentros de murgas, comparsas y cuartetos en el Teatro Cervantes, donde unos y otros compiten por ver quién tiene el mayor desparpajo sobre el escenario y por el mejor toque de ironía en las letras de sus cantos. Por cierto, si tienes previsto ir, acuérdate de comprar las entradas con antelación para evitar quedarte sin plaza.

3. Citas gastronómicas

La gastronomía, como no podía ser menos, también cuenta con un papel relevante en los carnavales malagueños, donde son habituales las comidas populares. Los platos más comunes para estos días son la berza, los potajes, los fideos, los arroces y la paella, teniendo siempre a las coplas carnavaleras como fondo sonoro.

4. Desfiles, Dioses, Drag Queens y hasta una Batalla de las Flores

No hay Carnaval que se precie que no cuente con desfiles en los que disfrutar de todo el colorido desplegado por los múltiples disfraces. Entre las tradiciones malagueñas que han sobrevivido al paso del tiempo está la Batalla de las Flores, que tiene lugar en la Alameda Principal, y en la que vuelan por doquier pétalos y papeles de colores. Los orígenes de esta batalla estarían en el siglo XIX, en el que durante el paso de las carrozas de las clases más pudientes, la clase obrera aprovechaba para “agredirles” a base de tirarles flores.

Complementando los desfiles están la elección de los Dioses del Carnaval y la Gala Drag Queen.

5. El entierro del boquerón

El boquerón, pescado típico de Málaga, es el protagonista de la última jornada del Carnaval. En el “entierro del boquerón”, popularmente conocido como la “boqueroná”, se lleva a cabo una procesión en la que se traslada desde la céntrica calle Larios hasta la playa de la Malagueta una gran figura con forma de boquerón, que es quemada en la playa. 

Málaga más allá del Carnaval

Aprovechando que viajas a Málaga, y siempre que el desenfreno carnavalesco te lo permita, no dudes en aprovechar para visitar alguna de las múltiples maravillas que alberga esta hermosa ciudad. Entre nuestras recomendaciones están la Catedral de Málaga, construida por orden de los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad; la Alcazaba, imponente fortificación musulmana del siglo XI; el Teatro Romano y el bello Mercado Central de Atarazanas, cimentado sobre un antiguo taller naval nazarí del que aún se conserva su puerta de mármol. Y como no podía ser menos en la ciudad que vio nacer a Picasso, no olvides acercarte a alguno de los centros artísticos que han convertido a Málaga en uno de los destinos favoritos para los aficionados al arte.

Coge tu disfraz y acércate con Vueling hasta Málaga para disfrutar de su magnífico Carnaval.

 

Textos de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Fundación Carnaval de Málaga

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Los gatos del Hermitage

El Museo del Hermitage, de visita obligada si viajas a San Petersburgo, es una de las mejores formas de acercarse a un pasado, el de los zares, y hacerse una idea de la opulencia y el esplendor con el que vivieron. Los números hablan por sí solos: el Hermitage tiene en su haber más tres millones de obras de arte procedentes tanto de Oriente como de Occidente, entre las que se cuentan cuadros, esculturas, piezas arqueológicas, antigüedades griegas y romanas, joyas y armas, ¡ahí es nada! Su pinacoteca se cuenta entre las mejores del mundo, dejando en segundo lugar a otros grandes contenedores de arte: el Louvre y el Prado. ¡Ah! Y de todo ese volumen de obras sólo un 3% del total está expuesto al público.

Esta inmensa colección privada que desde 1917 es Museo Estatal, empezó a gestarse en 1764 con Catalina la Grande y la compra de 225 cuadros de pintura holandesa y flamenca. También con ella iniciaría la construcción del inmenso complejo arquitectónico en el que se encuentra en la actualidad, un total de siete edificios: el Palacio de Invierno, que era la antigua residencia de los zares, el Teatro del Hermitage, el Hermitage Viejo, el Hermitage Pequeño, el Nuevo Hermitage, el Edificio del Estado Mayor y el Palacio Menshikov, que fuera residencia del gobernador de San Petersburgo.

Los felinos del Hermitage

Si hay algo que llama la atención en la visita a este magnífico museo, y en este caso no es por su riqueza, espectacularidad, buena ejecución o antigüedad, son los gatos que por allí deambulan. Y no, no están en el museo por mera casualidad, sino que su misión no es otra que la de perseguir a los roedores y evitar así que éstos deterioren las obras. Hasta aquí todo podría quedar en una curiosa anécdota, pero tras estos guardianes gatunos hay una larga historia, es más, se podría decir son los únicos inquilinos de Palacio que han logrado sobrevivir a todo su ajetreado pasado histórico: la invasión napoleónica, la revolución rusa y la invasión de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

El zar Pedro I fue el primero en traer un gato a la corte procedente de los Países Bajos. Pero sería su hija, la zarina Isabel Petrovna, la que decretó en 1774 su uso para proteger el palacio de los ratones, por los que sentía auténtico terror. Desde entonces los gatos han habitado en el Palacio de Invierno, habiendo visto pasar por él a los zares, cortesanos, los bolcheviques, hasta llegar a la actualidad, en la que conviven con los trabajadores del museo y con los visitantes. Sólo el sitio de Leningrado, que duró casi 900 días, y en el que hubo una hambruna extrema en la ciudad, logró acabar con ellos temporalmente.

En la actualidad hay más de 60 gatos de razas diferentes rondando por los subterráneos, las oficinas y los alrededores del Hermitage, estando prohibida su presencia en las salas expositivas. Cuentan con su propia cuidadora, Irina Popovets. Aunque el museo no tiene presupuesto para su mantenimiento, gozan de diferentes vías para la recaudación de dinero, ya sea con patrocinadores, o a través de la asociación “Amigos de los Felinos del Hermitage”. Incluso se han llegado a realizar exposiciones en su honor.

Te gusten o no estos seres bigotudos, te recomendamos hacerte con un Vueling a San Petersburgo y conocer unas de las mayores y mejores colecciones de arte del mundo.

 

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de James Byrum, Brent Ozar, Jorge Cancela, RachelH_

 

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