Tras los pasos de Jack el Destripador
Todos hemos oído hablar de Jack el Destripador, sin duda el primer asesino en serie mediático de la historia. Su oscuro legado ha supuesto una fuente inagotable de material narrativo a lo largo de más de un siglo después de perpetrarse los tristes hechos, que ha derivado en maravillas de la literatura como la novela gráficas como From Hell, de Alan Moore y Eddie Campbell, películas, libros, series de TV, e incluso alguna ópera. Puede que haya algo de morbo detrás del gran interés que despierta todo lo relacionado con esta historia, pero lo que sin duda aviva la llama, es el hecho de que nunca se encontrase al artífice de los crímenes, lo cual ha suscitado múltiples teorías al respecto.
Si bien, la identidad del asesino es difusa, lo que sí sabemos son los nombres de las víctimas y el lugar donde se hallaron sus cuerpos. Los tours temáticos se centran en Whitechapel, escenario de tales atrocidades; un barrio que a finales del s. XIX fue un auténtico hervidero de maleantes -y foco de un sinfín de enfermedades venéreas-. Actualmente goza de mejor salud –afortunadamente-, y es sin duda uno de los barrios con mayor apogeo arty de la capital inglesa, con la Whitechapel Art Gallery, como gran bastión. De hecho se convierte en uno de los must domingueros gracias a su mercadillo de segunda mano que conduce al Whitechapel Market, donde encontrarás buenos precios de lunes a sábados en más de 80 puestos, desde fruta a electrónica, pasando por alfombras y joyería. Abre de ocho a seis de la tarde.
La ruta sombría
Respecto a la pregunta ¿Quién era Jack el Destripador?, seguramente no obtendremos la respuesta tras el recorrido, pero sí que nos haremos una idea de cómo eran las cosas en 1888, año en el que se produjeron los hechos. Son varios los tours que tienen lugar en Whitechapel. A continuación os detallamos algunos de los espacios que visitarás si te atreves a revivir esta historia terrorífica.
Calle Osborn
Es el lugar en el que se encontró el primero de los dos casos de la investigación, el cual no figura entre los cinco canónicos - de todas las posibles víctimas relacionadas con “el destripador”, hay cinco que se consideran canónicas, ya que muestran unas características similares-. Se trata de Emma Elizabeth Smith, una prostituta que fue asaltada y violada en esta calle el 3 de abril de 1888. Apareció muerta y con las orejas cortadas. Actualmente la calle posee uno de los garitos más en boga de la ciudad: Apples and Pears, un local de diseño con ambientación japonesa que durante el día es coctelería y de noche es un club por el que han pasado celebridades de la talla de Kate Moss o David Beckham.
Old Brewery Truman
Aquí apareció la segunda víctima, Annie Chapman. Durante 15 años, Old Truman Brewery ha regenerando sus 10 acres de edificios vacíos y abandonados en espacios espectaculares de oficinas, retail, ocio, eventos, e incluso incubadoras de arte. Actualmente es una auténtica colmena de empresas creativas, así como de tiendas independientes, galerías, mercados, bares y restaurantes. Los fines de semana es el centro neurálgico de mercadillos y tapeo. Aquí se combinan a la perfección negocios y ocio.
Durward Street (antes Buck's Row)
Allí apareció Mary Ann Nichols de, 43 años, la primera canónica encontrada. Se observó que los cadáveres de esas mujeres presentaban cortes en la garganta, mutilaciones abdominales y del área genital, el rostro desfigurado o carecían de algún órgano. Éste era el modus operandi del macabro homicida.
Mitre Square
Apareció el cuerpo sin vida de Catherine Eddowes de 46 años. Fue el día 30 de septiembre de 1988. Tenía la garganta dañada, y un corte profundo y extenso en el abdomen. No tenía el riñón izquierdo. La policía encontró una parte del delantal ensangrentado de Eddowes en la entrada de una casa en la calle Goulston. Ese día también fue asesinada Elizabeth Strice de 44 años. en Dutfield's Yard —actual calle Henriques—. La víctima había fallecido de una incisión en el lado izquierdo del cuello que le dañó la artería principal. Después el supuesto asesino envió una carta a Agencia de Noticias Central atribuyéndose los crímenes.
Pub The Ten Bells
Seguramente Jack el Destripador y alguna de sus víctimas frecuentaban diversos pubs de la zona, como The Ten Bells (84 Commercial Street), que lleva en el mismo sitio y abierto desde 1752. Se encuentra a escasos metros de la estación de metro Liverpool Street.
Y también…
Otros sitios por los que pasarás son la Estación de Tower Hill, lugar elegido por Scotland Yard y la policía de la City para comenzar sus rondas en busca del asesino, y la Iglesia de Saint Botolph, frente a la cual desfilaban las prostitutas de la época. Más información sobre el tour.
Actualmente Whitechapel representa un panorama alternativo dentro del corazón de la ciudad. Es clásico y vanguardista al mismo tiempo, es el hogar de un gran número de concurridas mezquitas, y edificios históricos como el Royal London Hospital. Te proponemos que lo vengas a descubrir, aunque no te interese mucho Jack el Destripador. Será una buena oportunidad para explorar las calles del famoso East End londinense, un carismático barrio cargado de historias y anécdotas como la del famoso “hombre elefante”, la mundialmente famosa Brick Lane (calle con fuerte presencia asiática, llena de restaurantes, indios pakistanís, bengalís… Aquí hay buenos precios para comer. Por unos 6 pounds hay menús en los que se puede escoger entre dos o tres platos, y también incluye arroz y bebida) y los mercadillos de Spitalfields y Petticoat Lane.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
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A la rica cerveza danesa
Copenhague es, además de la capital de Dinamarca, la ciudad más poblada del país con casi dos millones de habitantes, si contamos su área metropolitana. No está nada mal para una ciudad del norte en la que los inviernos son largos y fríos. Pero la razón de tal concentración de población se debe a su planificación brillante entorno a la economía. Copenhague ha sabido afianzarse como principal hub comercial entre la Europa continental y toda Escandinavia. Su buen estado de forma ha llevado a que sectores como el ocio se hayan animado de forma desmedida en los últimos años. De ahí que hayan proliferado multitud de restaurantes, discotecas, pubs y un sinfín de cervecerías. Hablaremos de las que consideramos más atractivas, pero también lo haremos de Carlsberg, la madre de todas las cervezas en Dinamarca. Y es que esta marca de cerveza es casi una institución para los daneses. Os animamos a que visitéis su fábrica, una de las más antiguas del mundo.
Quizá la mejor cerveza del mundo
Antes de adentrarnos en el vaporoso mundo de las cervecerías danesas, daremos un paseo por la joya de la corona de la cultura del lúpulo. Nos estamos refiriendo a la Fábrica Carlsberg en Copenhague. Está ubicada en Vesterbro, a tan solo 2 km y medio de la Estación Central. Los autobuses 8A y 26 tienen parada muy cerca de la puerta de acceso. También existe un bus lanzadera gratuito que sale cada hora (de 11 a 17 horas) desde Vesterbrogade, 6.
Sin duda la Fábrica Carlsberg se encuentra en una de las zonas más dinámicas de Copenhague. Lo primero que nos sorprendió fue ver su icónica Puerta del Elefante –icono de la Elephant, uno de las variedades más vendidas de la marca-,así como numerosos monumentos arquitectónicos, algunos de ellos contemporáneos incluyendo la torre de Bohr. Este año se ha acabado de construir un nuevo barrio, tocando a la fábrica, y con él se ha inaugurado una estación de tren con el nombre de Carlsberg, facilitando aún más su comunicación con el centro.
Dentro de la fábrica también nos encontramos con el Museo Carlsberg. Los edificios históricos que lo conforman cuentan con habitaciones repletas de objetos de arte. Algunas de ellas fueron originalmente showroom privado de Carl Jacobsen, fundador de la famosa cervecera. Actualmente la mayor parte de la colección está en Glyptoteket, en el centro de la ciudad. Si cenas en el restaurante lo harás acompañado de cuadros del siglo XIX y esculturas de emperatrices de mármol de Krøyer. Nos maravillaron los mosaicos de la cubierta, así como las columnas de mármol.
Además durante los meses de verano, todos los viernes la visita es gratis. Y la cervecería se convierte en un bar con patio en el que podrás disfrutar de una cerveza fría o comer algo en la barbacoa, mientras disfrutas de una sesión de DJ a base de funk, jazz o groove.
La mejores cervecerías de Copenhague
Las cervezas danesas más famosas son Carlsberg y Tuborg, pero estas dos pilsener no son las únicas posibilidades con la que nos encontramos cuando viajemos a la capital danesa. Sus cervecerías ofrecen una variedad casi inabarcable. Aquí van nuestras tres favoritas.
1) Mikkeller and Friends
Es una de las cervecerías más populares en Vesterbro, y hace poco han abierto otra tres veces más grande en Nørrebro. En ella podrás encontrar hasta 40 tipos de cerveza de barril. El espacio está compartimentado y van abriendo zonas conforme se va llenando de gente. En Mikkeller and Friends también puedes comprar cervezas para lleva a casa. Disponen de un catálogo de 350 tipos de cerveza embotellada de todo el mundo.
2) WarPigs
Aquí también encontrarás gran variedad de cervezas –hasta 22 grifos tras su barra-. En realidad WarPigs es un restaurante enorme de cocina estilo barbacoa texana, que acoge dos fábricas de cerveza en su interior. Una pertenece a la cervecera danesa Mikkeller y otra a la americana 3 Floyds, ambas se establecieron allí con el objetivo de crear la mejor cerveza del mundo. No sabemos si realmente lo consiguieron, lo que sí está claro es que se trata de la única cerveza americano-danesa del planeta.
3) Dia'legd
Sin duda fue nuestro gran descubrimiento. Dia’legd se encuentra en el corazón de Vesterbro y es el hogar de la cerveza procedente de la isla de Fionia. Dia'legd ha puesto un énfasis especial en la cervecería danesa Refsvindinge. Nos lo explicaron Michael Jensen, Kim Hoffmann-Madsen y Claus Jordan, los tres amigos que decidieron especializarse en esta espectacular cerveza. “Ofrecemos la gama completa de cerveza de Refsvindinge, que son más de 20 diferentes tipos de cerveza, que van de la cerveza blanca, a la porter, pasando por las de tipo bock las pilsener o las de trigo”. Nos comenta un entusiasta Claus Jordan. Si venís, no podéis dejar de probar la Ale nº16, considerada como mejor cerveza danesa de 1997.
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Texto de Los viajes de ISABELYLUIS
+ infoOporto sencillamente único
Oporto es la segunda ciudad más importante y más grande de Portugal, después de Lisboa. Fue construida a orillas del río Douro (Duero) en el transcurso de más de mil años de historia; No en vano, el casco antiguo de la ciudad ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su serena belleza no deja indiferente a ningún turista.
Lo que no te debes perder: 10 + 1 propuestas
- Perderse por el Barrio Antiguo es una de las primeras cosas que uno debe hacer para darse cuenta de la belleza eterna del Oporto medieval. En este paseo, el visitante se encontrará con bellos edificios de diferentes estilos arquitectónicos como La Séo Catedral, el Palacio Episcopal y la casa del Canónigo Domingos Barbosa, entre otros.
- Otra buena idea es darse una vuelta, por unos 10 euros, en alguno de sus rabelos (pequeño barco) para recorrer el bello río Douro, especialmente, cuando cae el sol. Es impresionante, y podrás pasar por debajo de los seis puentes de la ciudad.
- No te puedes perder dar un paseo durante el atardecer por el Puente de San Luis. Construido por uno de los discípulos de Gustave Eiffel, une la ribera de Oporto con el puerto de Vilanova de Gaia; con sus 178 metros de altura, ofrece las mejores panorámicas de la ciudad.
- También es muy recomendable adentrarse en la calle Gustave Eiffel, donde se alzan las casas multicolores en la falda de la colina. Esta calle conduce hasta el antiguo puente Ferroviario de María Pía (construido por el mismísimo, Sr. Eiffel) ¡No te puedes ir de Oporto sin hacerte un selfie en este lugar!
- En el barrio de Boavista se encuentra la Casa da Música, uno de los edificios más modernos de Oporto, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas. No te olvides de preguntar por su terraza y disfrutar de un café a la portuguesa - tipo espresso muy intenso, que en Lisboa llaman bica y en Oporto se llama cimbalino -, o pegarte el gustazo de un delicioso brunch en su restaurante.
- Una visita a Museo de arte Contemporáneo de la Fundación Serralves. El espacio esta situado dentro del Parque Da Cidade de Oporto, el mayor parque urbano de Portugal. Aprovecha al salir para disfrutar de un relajante paseo; es aquí, donde cada verano, se celebra el conocido Primavera Sound.
- Entra en La Librería Lello, una de las librerías más antiguas y bellas de Europa. J.K. Rowling, autora de “Harry Potter”,quedó fascinada y, durante su estancia en Oporto, se inspiró en ella para ambientar algunas de las escenas de la conocida novela.
- Muy cerca de la librería, está la tienda más bonita de la cuidad, A Vida Portuguesa. Lugar perfecto para comprar todo tipo de productos portugueses: moda, diseño, menaje, téxtil… Un sueño de tienda; sus dueños se recorren Portugal, de norte a sur, para conseguir los productos más bellos del país.
- El barrio más romántico y más turístico es Voz do Ribeira; situado en la orilla del río, forma parte del emblemático centro histórico. En la calle Cais da Ribeira se despliegan todo tipo de terrazas y la vida trascurre a lo largo del margen. Por la noche, es un espectáculo disfrutar de una buena copa contemplando la vistas al Douro.
- No puedes irte sin probar las francesinhas; una especie de sándwich de jamón, queso, salchicha fresca, filete de ternera, huevo y otros ingredientes ¡Estamos seguros de que te encantarán! Y si eres más de dulce, pídete, en cualquiera de sus pastelería, una nata, que son unos populares pastelitos, homólogos de los pasteles de Belém en Lisboa.
- Por último, la visita a Vila Nova de Gaya, una excursión esencial si viajas a Oporto. Este pueblo, a la otra orilla del Duero, es el paraíso del famoso vino de Oporto. Hay más de 15 marcas certificadas que ofrecen visitas guiadas a sus bodegas, con cata de vinos incluida, para dar a conocer sus ricos caldos.
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Textode Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Fotos de Fernando Sanz
+ infoFlorencia entre vini e panini
La capital de la Toscana es una ciudad impresionante llena de atractivos, a la que bien merece dedicar unos días. Allí te esperarán, entre otros, el archiconocido David de Miguel Ángel, La Primavera de Botticelli, el Puente Vecchio, la famosa cúpula de Santa María del Fiore o la Piazza della Signoria y su templado Perseo de Cellini. Una ciudad muy manejable que se presta a ser pateada de arriba abajo, que hay que disfrutar de día y de noche –momento en que luce de manera especial- y, por supuesto, que hay que comerse (y beberse).
Y es que el vino forma parte del ADN de Florencia tanto como el arte, y es de recibo pararse a tomar una copa en cualquier salumeria (charcutería), bar de vinos o enoteca, donde ofrecen, además, tablas de embutidos locales, quesos o panini (bocadillos), bocados que hacen más placentero si cabe el trago. Hay montones, pero para ir a tiro seguro, aquí te dejamos algunas recomendaciones:
Ino
Escondido entre callejuelas cerca de los Uffizi encontrarás este local de obligada visita, del chef Alessandro Frassica, al que podrás ver tras la barra o danzando fuera de ella. Panini elaborados al momento con una larga lista de opciones más y menos clásicas. En nuestro viaje nos zampamos uno de bresaola (ternera curada), queso ricotta y zucchini (calabacín) y otro de mortadella e salsa al tartufo (mortadela con salsa de trufa) que nos supieron a gloria; producto fresco recién cortado, buen pan, gran ambiente y un aire muy trendy. Por supuesto, deberás acompañar los panini de dos copas de tinto de la zona.
Alimentari Uffizi
Una tienda encantadora con apenas tres mesas en la que podrás comprar el vino y apurarlo allí mismo por un extra de descorche. Para acompañar, degustaciones de queso, embutidos, aceitunas o una sobrasada casera riquísima. Tras el mostrador encontrarás a Alessandro, atento y dispuesto a guiarte acertadamente en la elección gastronómica. Puro producto.
All’Antico Vinaio
Uno de los bares de vinos más antiguos de la ciudad, hoy regentado por un grupo de jóvenes que han imprimido nuevos aires sin dejar que pierda su esencia centenaria. Las pizarras anuncian un montón de opciones de panini con ingredientes de temporada, que también podrás combinar a tu antojo. No dejes que la cola de gente que se agolpa en este espacio te desanime porque merecerá la pena. Pide un vino y disfruta, es una de las calles más animadas para ‘salir de vinitos’. Además de vinería, cuentan con una osteria si prefieres optar por mesa.
Una cena especial en Il Santo Bevitore
Dejamos de lado el panino(aunque no el vino) para sentarnos a la mesa de un restaurante de especialidades italianas donde poder conocer la gastronomía regional florentina. Y no nos equivocamos con la elección. Ambiente joven, animado, una cocina que se sale de los top italianos que todos conocemos y una carta de vinos con cientos de referencias italianas. Nosotros nos dejamos recomendar y acabamos en la mesa con una terrina di fegatini de pollo (una especie de sabrosísimo paté típico toscano acompañado de pan brioche), tagliatelle alle castagne orisotto ai porcini (boletus). La carta cambia por temporada y tiene un bar de vinos en la misma calle donde tomar una copa para abrir el apetito.
De compras en Il Mercato Centrale y Sant'Ambrogio
Y nos fuimos de compras. El Mercado Central, situado en el corazón de San Lorenzo, es el más importante de Florencia. Allí encontrarás desde pastas de todo tipo, quesos, vinos, aceites de oliva hasta productos frescos de charcutería, frutas o verduras como en cualquier mercado. Uno de sus grandes atractivos reside en el espacio dedicado a la gastronomía ubicado en la primera planta que, influido por la cultura streetfood, ofrece picoteo de todo tipo. Una parada recomendable que encantará a los turistas más foodies, quienes tampoco podrán pasar por alto el Mercado de Sant'Ambrogio. Se encuentra en Piazza Lorenzo Ghiberti y cuenta con puestos interiores y otros al aire libre, donde se agolpan locales en busca del mejor producto. Auténtico y bullicioso, no salgas de allí sin comprar, al menos, unas aceitunas y una birra (cerveza). Siéntate en los alrededores y disfruta del ambiente. Y por qué no, acércate al puesto callejero Trippa Lampredotto Pollini y atrévete con esta especialidad florentina de casquería entre pan y pan. ¡No te arrepentirás!
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Texto y fotos de Silvia Artaza de Gastronomistas.com
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