Keep calm and visit a museum
Quizás no podrá presumir de tener ni el mejor tiempo ni la mejor comida, pero Londres es uno de los centros mundiales de producción y exhibición artística. Sus museos son una cita obligada para aquellos expertos, aficionados y turistas que deseen perderse entre sus kilómetros de galerías y admirar desde un relieve asirio de 2600 años de antigüedad a pinturas de Caravaggio y Turner, escritos originales de Charles Dickens o las serigrafías Pop Art de Andy Warhol.
Y es que Londres tiene museos para todos los gustos. Desde pequeñas y medianas colecciones privadas, a casas de personajes ilustres o grandes museos en los que, si uno quiere, puede pasar días enteros. Además, la mayoría son de acceso gratuito. Hemos paseado por la ciudad y estos son los diez museos que no te puedes perder.
1. British Museum: paseo arqueológico
Visitar Londres y no entrar en el British Museum es como ir a Madrid y no comer un bocadillo de calamares. Este museo, uno de los más antiguos de Europa, alberga una de las colecciones arqueológicas más prestigiosas del mundo. Aquí encontrarás piezas tan célebres como la Piedra de Rosetta, los frisos del Partenón de Atenas o una muestra de arte egipcio solo comparable con la del Museo del Cairo. El British Museum se encuentra en el barrio de Bloomsbury, a pocos pasos de las céntricas Tottenham Court Road y Russell Square, y en uno de los edificios neoclásicos más imponentes de Inglaterra.
2. National Gallery: el templo de la pintura
Si ir a Londres y no entrar en el Museo Británico es como visitar Madrid sin catar un bocadillo de calamares, tu visita a la capital inglesa sin pisar la National Gallery es como ir a Roma y no probar un plato de pasta. Presidiendo la gigantesca Trafalgar Square, la Galería Nacional londinense guarda algunos de los lienzos más famosos de la historia del arte, como el Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, la Venus del espejo de Velázquez o Las grandes bañistas de Paul Cézanne.
3. Tate Modern: para los más creativos
Una antigua central eléctrica a orilla del Támesis alberga, desde el año 2000, la sede del Museo Nacional Británico de Arte Moderno de Londres, conocido como Tate Modern. Este es una de las mayores atracciones de la ciudad, con una de las colecciones de arte contemporáneo más completas del mundo. Aquí podrás ver obras de Picasso, Dalí, Mark Rothko o Andy Warhol. Además, su excelente oferta de exposiciones temporales te permitirá ponerte al día de cuáles son los artistas punteros del momento.
4. The Wallace Collection: un oasis en medio de la ciudad
Si tuviéramos que elegir una palabra que definiera The Wallace Collection posiblemente seríaoasis. Esta antigua residencia familiar se encuentra en el centro de Londres, a cuatro pasos de Oxford Street y el centro comercial Selfridges. La mansión mantiene parte de su decoración original y alberga la colección de arte, armas y objetos que la familia Wallace legó al estado británico en 1897. Obras de Rembrandt, Velázquez, Tiziano, Canaletto o Fragonard se alternan con las suntuosas lámparas, jarrones y chimeneas de este lugar imperdible. Además, el museo es muy tranquilo, gratuito y no muy grande, por lo que es perfecto para aquellos que quieran evitar las aglomeraciones o no sean muy amigos de las pateadas artísticas. Y no olvides tomar un afternoon tea en el elegante patio cubierto del museo antes de irte.
5. Tate Britain: estilo inglés
Inaugurado en 1897, este museo alberga una importante colección de arte británico histórico y contemporáneo. La parte más importante de la exposición la forma la sección dedicada a William Turner, uno de los principales pintores de la historia inglesa y cuya vida recordarás por la multipremiada película Mr. Turner que protagonizó en 2014 Timothy Spall. Hay un barco que conecta la Tate Britain con la Tate Modern, por lo que no tienes excusa para visitar las dos galerías y darte un paseíto por el Támesis.
6. Victoria and Albert Museum: arte al servicio del imperio
Con una superficie de 45.000 metros cuadrados, el Victoria and Albert Museum es uno de los centros de arte más espectaculares de la ciudad. Ubicado en la exclusiva zona de South Kensington, su colección de artes decorativas es realmente sorprendente. Aquí hay desde marfiles a textiles orientales, orfebrería, cerámica y vidrio o fragmentos de edificios. Además, la arquitectura del lugar es muy majestuosa, con grandes galerías y patios con réplicas a tamaño real de la Columna de Trajano o el pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Increíble.
7. Charles Dickens House: casa literaria
Oliver Twist o David Copperfield son dos de las novelas más famosas de todos los tiempos y su autor, Charles Dickens, uno de los grandes genios de la literatura inglesa. Nacido en Portsmouth, Dickens pasó la mayor parte de su vida en Londres y habitó distintas casas, aunque es la del 48 de Doughty Street, en el céntrico barrio de Holborn, la que acoge el museo dedicado a su figura. Aquí vivió el autor con su familia entre 1837 y 1839, un periodo no demasiado largo pero en el que salieron algunos de sus títulos más célebres. Adentrarse en esta casa georgiana es un viaje en el tiempo que seguro que disfrutarás, pues las estancias están como en la época del escritor. Completa el museo un fondo con objetos personales y escritos del propio Dickens.
8. Händel/Hendrix House: la casa del barroco…y también del rock
¿Qué tienen en común el guitarrista Jimmy Hendrix y el compositor Georg Friedrich Händel? Pues que ambos vivieron en el mismo lugar. Eso sí, con 200 años de diferencia. Para ser más exactos, Händel residió en el 25 de Brook Street, mientras que Hendrix lo hizo en el número 23. Dos casas colindantes que hoy se visitan conjuntamente. Händel habitó ahí desde 1723 hasta su muerte en 1759. Se han reconstruido cuatro estancias como el dormitorio y el comedor, y hay partituras y objetos del compositor. Además, con un poco de suerte, podrás disfrutar de alguno de los conciertos que se organizan en el lugar. Por su parte, el apartamento de Hendrix, donde vivió entre 1968 y 1969, acoge una muestra que reivindica el importante papel e influencias del músico en el Londres de 1960.
9. The Queen’s Gallery: en casa de la reina Isabel
Por todos es conocido el espíritu monárquico de los ingleses, por lo que no queremos que te vayas de Londres sin sentir el espíritu de adoración a la reina Isabel II. Y para conocer a alguien de cerca, lo mejor es entrar en su casa. The Queen’s Gallery se encuentra en un extremo del palacio de Buckingham, residencia de la soberana en Londres, y acoge exposiciones temporales con fondos de la Colección real. Si vas a la ciudad en verano, ten en cuenta el calendario de visitas del palacio, que abre sus puertas durante unas semanas y es toda una experiencia.
10. Saatchi Gallery: para los que están a la última
Rompedora y vanguardista, así es la Saatchi Gallery, una de las salas de exposiciones más punteras de Europa. Inaugurada a principios de los años ochenta para exhibir la colección artística del publicista y coleccionista de arte Charles Saatchi, fue donada por el empresario al gobierno británico en 2010. Es uno de los museos más visitados del mundo y el lugar idóneo para conocer artistas y movimientos. Aquí, hasta el menos aficionado al arte se quedará sorprendido. Además, se encuentra en pleno corazón del barrio de Chelsea, lugar frecuentado por la élite londinense y en el que te sentirás como una celebrity.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
+ infoLondres, una ciudad de campos de fútbol
El fútbol se vive de otra manera en Inglaterra. Los días de partido responden a una liturgia en la que los seguidores convierten a futbolistas, césped y balón en su particular santísima trinidad. Pasión balompédica que ha hecho de Londres (urbe con cinco equipos militando en la Premier League, lista de sociedades a la que se suman un buen puñado de clubes históricos), su ciudad sagrada y a sus numerosos campos, entrañables templos de adoración al gol. Estos son los 10 mejores estadios de la capital británica.
10. Leyton Orient FC
Estadio: Brisbane Road. Barrio: Leyton
Aun careciendo de un laureado palmarés, el Leyton Orient FC (desde hace temporadas vagabundeando por la Football League Two), es uno de los equipos más entrañables de Londres, lo mismo que su estadio. Inaugurado en 1937, Brisbane Road transpira todo lo que uno espera de un campo británico: gradas bajas, cánticos guturales y agrio aroma a cerveza templada.
9. Queens Park Rangers FC
Estadio: Loftus Road Stadium. Barrio: Shepherd’s Bush
Si el West End representa el lujo londinense, el Queens Park Rangers FC sería la traslación al fútbol del glamour de la capital inglesa. Hogar original del Shepherd's Bush FC (club desaparecido en 1915), desde 1917 Loftus Road es la sede de los Hoops. Otra de esas icónicas cajas de zapatos que rezuma leyenda balompédica por sus cuatro graderías, a la que desafortunadamente sus dueños están pensando en jubilar.
8. Millwall FC
Estadio: The Den. Barrio: South Bermondsey
Tiene fama de ser una de las aficiones más beligerantes del fútbol británico, reputación a la que los seguidores del Millwall FC responden con el cántico-lema:“No one likes us, we don’t care”. Fundado en 1885 por un grupo de estibadores, desde 1910 hasta 1993 el Millwall jugó como local en The Den (La Madriguera), campo que fue demolido para levantar The New Den, el primer estadio construido tras la tragedia de Hillsborough. También fue el hogar del Harchester United, club ficticio sobre el que discurría la trama de la serie televisiva Dream Team, emitida por la cadena británica Sky entre 1997 y 2007.
7. Tottenham Hotspurs FC
Estadio: White Heart Lane. Barrio: Tottenham
Fundado en 1882, el Tottenham Hotspurs FC se instaló en White Hart Lane en 1899 y hasta 1972 fue de los pocos estadios en los que no se exhibieron vallas publicitarias. Pero entonces entró en juego la mercadotecnia balompédica y los Spurs, en eterna lucha por la supremacía futbolística del norte de Londres con sus vecinos del Arsenal, no pudieron negarse a unos ingresos extras. Pese a su perenne encanto, los planes urbanísticos de los Lilywhites –como se conocen a los seguidores del Tottenham- pasan por erigir un nuevo estadio colindante a su residencia de siempre.
6. Fulham FC
Estadio: Craven Cottage. Barrio: Fulham
El Fulham FC siempre ha sentido un gran apego por su estadio (y menosprecio por el de sus rivales del Chelsea, con el que mantiene una de las más vividas rivalidades del fútbol londinense). En pie desde 1866, Craven Cottage figura como uno de los campos más históricos y arquitectónicamente bellos del fútbol inglés. Además, frente a su entrada principal deslumbra una estatua de…¡Michael Jackson!, personal tributo del presidente del club, Mohamed Al-Fayed, a su amigo, el Rey del Pop.
5. Chelsea FC
Estadio: Stamford Bridge. Barrio: Fulham
Originalmente Stamford Bridge debía ser la casa del Fulham FC, club que desde 1866 venía disputando sus encuentros en Craven Cottage, justo al otro lado de la calle. Ante la negativa de éstos a mudarse, se tuvo que buscar un huésped para el nuevo coliseo, fundándose expresamente el London Athletics Club, entidad que en 1905 pasó a llamarse Chelsea FC. Emplazado en el alma de la gradería The Shed, el Museo del Centenario del Chelsea seguramente sea la más interesante pinacoteca futbolística de Londres.
4. West Ham United FC
Estadio: Upton Park. Barrio: Upton Park
En 1895 nacía el Thames Ironworks FC, posteriormente West Ham United FC, el equipo de los trabajadores de los astilleros. Legado social que hace presumir a los hammers –seguidores del West Ham- de representar como nadie el espíritu obrero del Este de Londres (orgullo de clase en constante disputa con sus archirrivales del Millwall). Esencia cockney ejemplificada los días de partido en las gradas de Upton Park, lar del West Ham United desde su inauguración en 1904. Tristemente, a partir de la campaña 2016-17 The Academy of Football –sobrenombre con el que se conoce al equipo de Upton Park, entro otras cosas por su excelente trabajo con la cantera- se instalará en el Estadio Olímpico de Londres.
3. Arsenal FC
Estadio Emirates Stadium. Barrio: Holloway
Inaugurado el verano de 2006, el Emirates Stadium destaca por ser uno de los más flamantes coliseos a nivel internacional. Aun así, al Arsenal FC siempre se le asociará con su viejo hogar: Highbury. Campo emblemático, tras ver marchar a sus inquilinos, fue reconvertido en apartamentos de lujo. Respetando la fachada original del estadio y habiendo transformado el rectángulo de juego en una plaza verde, los pisos se sitúan en lo que era la antigua grada principal.
2. The Football Association
Estadio: Wembley. Barrio: Wembley
Coronado por sus representativas torres gemelas, el 28 de abril de 1923 abría sus puertas el estadio de Wembley. Esa misma velada acogió la final de la FA Cup disputada entre el Bolton Wanderers y el West Ham United. Desde entonces, devendría, como declaró una vez Pelé, “La catedral del fútbol. La capital del fútbol. El corazón del fútbol”. Derrumbado en 2003, en su mismo emplazamiento se levantaría el nuevo Wembley, que pese a no ser el original, sigue presumiendo de ser el ESTADIO.
1. Brentford FC
Estadio: Griffin Park. Barrio: Brentford
Fundado en 1889, en su centenaria historia el Brentford FC no ha jugado una sola temporada en la máxima división del fútbol inglés. Devenir modesto que no impide que el estadio de las abejas -apodo con el que se conoce a los seguidores de este club del Oeste londinense- ocupe el primer puesto de esta clasificación. ¿El motivo? Griffin Park no es solo uno de esos estadios que evoca todo lo que uno imagina cuando piensa en campos ingleses, sino que puede presumir de ser el único estadio del fútbol británico (y muy probablemente del mundo) en tener ¡un pub en cada uno de sus cuatro córneres! Indiscutiblemente, el número 1.
Tanto si te gusta el fútbol como si no, visitar estas auténticas catedrales del deporte bien valen un viaje a la capital inglesa. Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Oriol Rodríguez
+ infoEl verdadero rostro de Copenhague, más allá de la Sirenita
Por Iñaki Makazaga de Piedra de Toque
Al final del paseo del puerto (Langelinie), la figura más visitada de Dinamarca, el principal reclamo turístico de la ciudad pasa totalmente desapercibido. La Sirenita pequeña, mirando al mar, casi de espaldas al visitante, rehúye de toda mirada. Tal vez porque sólo ella sepa el precio de su fama (dos veces degollada, tres mutilada, otras tantas arrojada al mar) y la realidad de su propia historia. Nos lanzamos en bicicleta en busca de respuestas y encontramos el verdadero rostro de Copenhague: una ciudad de pasado bárbaro convertida ahora en un lugar de paz.
Iniciamos el viaje a orillas del canal de Jorgens con la fachada de las casas señoriales reflejadas en sus aguas y nos abrimos paso entre familias, gente haciendo deporte y ocas picoteando la hierba. Pedaleamos con una de las bicicletas que se alquilan en los 110 puntos de la ciudad, una de las medidas para alcanzar en 2015 el puesto de capital con la mejor calidad ambiental del mundo. Y no es para menos. Con cada pedaleo, dejamos atrás un árbol. Abrimos bien los ojos y al tercer puente giramos a la derecha. Llegamos al Jardín y Museo Botánico (Botanisk Have), Gothesgade 128.
En los terrenos de las antiguas fortificaciones han brotado ahora más de 20.000 especies diferentes de plantas. Las murallas recogen un gran jardín y el foso está lleno de plantas acuáticas y pantanosas cada una con su tarjeta de visita clavada en el suelo. Aparcamos las bicis en la entrada y caminamos. Es marzo y todo anuncia el cambio de la estación de nieve. La tierra está removida, los árboles sin hojas, el cielo gris. Un enorme invernadero de tres alturas aparece a lo lejos con cuatro pabellones de cristal en los que se incuban y estudian desde 1.000 variedades de cactus a plantas de café, piñas y hasta palmeras. No superamos la tentación y compramos en la tienda de la entrada dos bolsas de semillas: una de bonsáis asiáticos y otra de orquídeas rojas. Tal vez, con la idea ingenua de llevarnos un trozo de la paz que se respira en este parque en cuyas raíces está todavía la sangre de la gente que luchó por defender la ciudad de las invasiones enemigas.
Seguimos en ruta. Dejamos atrás el jardín y museo botánico para pedalear ahora por los alrededores de Roseborg Slot, el palacio Real que levantó Christian IV en 1606 como residencia de verano y convertido ahora también en un gran museo. Contiene miles de objetos relacionados con la monarquía más antigua de Europa lleno de cuadros, muebles, armas y joyas. El semáforo pasa de ámbar a verde: pedaleamos.
La paz del jardín botánico cambia ahora por el bullicio del centro de Copenhague. Los coches ceden el paso a las bicicletas, entre los edificios sobre salen las torres del Marmorkirken, una iglesia inspirada en la de San Pedro de Roma y que de origen quiso ser construida con mármol noruego. No tardaron en darse cuenta de que los 300 años del reinado de la familia de Frederik V se podían celebrar de una forma más sencilla y un siglo más tarde se cambió el mármol noruego por el danés para terminarla. Donde no se escatimó en gastos fue en escalones: 260 para alcanzar el campanario. Las vistas de la ciudad bien merece la pena la fatigada subida. Aprovechamos para revisar el mapa. El bullicio del centro nos llama, con la calle Stroget llena de tiendas o las terrazas de las plazas empedradas y medievales de Kongens Nytorv y Radhuspladsen. Las dejamos para la noche. Seguimos hacia el puerto que la Sirenita nos espera.
Caminamos ahora con la bicicleta en la mano. Estamos en Nyhavn, el Puerto Nuevo, abierto por soldados entre el 1671 y 1673 para que los barcos atracaran con sus mercancías en el centro de la ciudad. Durante siglos fue la zona más oscura de Copenhague al habitarla marineros y mujeres de mala reputación. Habitaciones baratas, tabernas oscuras, tiendas de tatuajes, burdeles. Nyhavn ha dejado ahora su pasado más canalla para mostrar a lo largo de sus 300 metros de acera una de las caras más atractivas de la capital con sus casas estrechas y de colores y sus aceras llenas de terrazas. Da igual el frío que haga, una manta, una estufa y una vela abrazan al visitante. Y en las orillas del puerto, permanecen testigos de esa época barcos de madera como el buque faro del siglo XIX, convertido en un restaurante. Una ancla que perteneció a una fragata danesa recuerda también su pasado marinero y rinde homenaje a todos los que perdieron la vida en la II Guerra Mundial. Fotografiamos las fachadas. Tal vez, desde alguna de ellas se asomara Hans Christian Andersen para mirar al cielo mientras escribía sus cuentos. Y es que en este barrio, hasta las paredes susurraran historias.
Volvemos al sillín, pedaleamos en paralelo al canal, rumbo al mar con el viento húmedo dándonos en la cara. En las orillas la marca negra de las mareas nos saluda junto a nuevos pabellones. Entramos en la Ciudadela (Kastellet) otra gran fortificación para protegerse del ataque de los suecos. Con forma de estrella de cinco puntas, la fortaleza ha sido también testigo de la historia del país. Tomada por las tropas nazis como cuartel general durante la II Guerra Mundial, pertenece ahora al ejército danés aunque los jardines y murallas están abiertas al público. En siglo XIX fue utilizado también como prisión y ahora pequeñas esculturas hablan del horror de la guerra. Un museo recoge la actividad y nombres de las personas que lideraron la resistencia nazi. Ni rastro de Sirena.
Seguimos pedaleando. Empieza a nevar y un corro de turistas nos anuncia otro punto de interés turístico. Al final del paseo, apoyada en una roca y de espaldas a los turistas encontramos por fin a la protagonista de uno de los cuentos más conocidos de Andersen. La misma que se enamoró de un príncipe y que ahora espera con la mirada puesta en el mar su regreso. Sigue nevando. El cielo gris descarga a cámara lenta lluvia, nieve, lluvia.
Walt Disney nos habla de una feliz sirena rodeada de amigos del mar y que lucha por cumplir sus sueños. La realidad se muestra diferente. Color cobre, sola, desnuda aguanta los flashes de los turistas pero no sonríe. Y es que Andersen dejó escrito otro final. El príncipe por el que dejó de ser sirena acabó casándose con otra. Y la Sirenita murió sola, sin romper el hechizo que le permitía volver al mar pero que pasaba por acabar con la vida del príncipe. Prefirió su espera convencida de que antes o después otro final llegaría para ella. Copenhague, como la Sirena, ha preferido no derribar ni un palacio, ni una fortaleza que hablan de su pasado vikingo y bárbaro parar convertirlos en jardines y museos que cultiven una nueva historia pacífica y tolerante. Nos unimos a la Sirena y en silencio miramos al horizonte.
Copenhaguen en bicicleta
Tiempo: 2 horas
Ruta: Canal de Jorngens en Norrebro, Museo Botánico, Roseborg Slot, Marmorkirkren, Nyhanvn, Kastellet, La Sirenita.
Recomendaciones:
Visitar los museos citados: horario de 10.00 horas a 16.00 horas.
-Obtener la Copenhague Card.
-Moverse por la ciudad en bicicleta, almorzar en el Puerto Nuevo una vez terminada la ruta.
Por Iñaki Makazaga de Piedra de Toque
Imagen de Henrik Jessen
+ infoLas mejores pizzas al taglio de Roma
Por Silvia Artaza de Gastronomistas
Roma. La Ciudad Eterna. Uno de esos lugares del mundo donde cualquiera querría enamorarse. Un paseo, ungelato, el Coliseo. Una terraza, unas risas. Ir al Vaticano y querer que no pase el tiempo en la Capilla Sixtina. Sus pastas, sus pizzas, susaperitivi. Perderse en el Trastevere o sentarse en cualquierpiazza. No creo que necesites motivos para volar A Roma, pero por si acaso, te dejamos unos cuantos.
Hemos elegido la pizzaal taglio(al corte) como excusa de nuestro viaje porque nos parece una manera estupenda de comerse Roma mientras estás de jornada turística. Y es que Roma tiene muchas cosas, pero si de algo puede presumir a gritos es de una oferta monumental, artística y cultural abrumadora.
Encontrarás pizzaal taglioen cada esquina. En unpanificio, en unfornoo en locales detavola calda(mesa caliente) donde hay algunas mesas para sentarte. No tiene pérdida. Si te encuentras ante un gran mostrador de cristal, entonces has dado con estas pizzasal taglio.
Olvídate de la típica pizza. Estas pizzasal tagliotienen un espesor y una textura característicos. Requieren de un alto índice de hidratación en la masa, tienen que estar esponjosas y las encontrarás de un montón de ingredientes. Es una fórmula económica, rápida y si sabes elegir, realmente rica. Se venden al peso por porciones, los locales son pequeños y puede que no tengan ni mesa.Steet fooda la romana en estado puro. Aquí te dejamos nuestro top:
Forno Campo de 'Fiori
Más de 30 años llevan produciendo diariamente en estefornotodo tipo de panes, pizzas y otras especialidades. Su pizzabianca(solo la masa, sin ningún tipo de ingrediente) es una de las mejores de la ciudad. Esponjosa y crujiente. Sin trampa. Ligera. Se puede tomar sola, usarla como pan para un sándwich o poner algún relleno salado o con dulce comonutella.
Campo De' Fiori, 22 http://www.fornocampodefiori.com/
Antico Forno Roscioli
Otro clásicofornoa poco pasos de la piazza Campo de’Fiori. Aquí también encuentras las especialidades más “desnudas” de pizzaal taglio como la bianca o la rossa, que solo lleva pomodoro (tomate) y es la más vendida. También salen del horno otras variedades como la Caprese, con mozzarella fresca, tomate natural y albahaca. Masa esponjosa y bordes crujientes.
Via dei Chiavari, 34 http://www.salumeriaroscioli.com/
Pizza Zazà
También céntrica, muy cerca del Panteón y la Piazza Navona. Tiene un horario más amplio que losfornoasí que puedes pasar por allí a la hora de la cena también. La masa de sus pizzas lleva una fermentación de 72 horas y trabajan con ingredientes orgánicos, frescos, sin grasas animales. Probamos la de espinacas con mozzarella fresca y la de salmón. Repetimos con la de champiñón. Muy buenas.
Piazza di Sant’Eustachio, 49. http://www.pizzazaza.it/it/index.html
Pizzarium
Está un poco más retirada pero merece la visita. Perfecta si estás de ruta por el Vaticano. Aquí podrás optar por variedades un poco más creativas y arriesgadas, como la de mortadela con pasta de garbanzos (exacto, no lleva tomate ni queso) y por ingredientes naturales como berenjena, alcachofa, espinacas, jamón o flores de calabaza.
Via della Meloria, 43
Trapizzino
Y si hablamos de creatividad no podemos dejarnos este local. También alejado del centro, esta vez recomendable si estás por el Coliseo o el Circo Massimo. Creativo porque aquí la pizza se rellena y se sirve en unos originales conos. ¿Dentro? Nada de lo que cabría esperar. Aquí la pizza se rellena de guisos tradicionales comopollo a la cacciatora,bollito pichiapooparmigiana di melazane. Probamos también lossuppli, una especie de croquetas en forma de bola, rellenas de arroz y más, como por ejemplo, pollo al curry. Todo realmente bueno y los chicos encantadores.
Via Giovanni Branca, 88 http://www.trapizzino.it/
Más pizzas al taglio en:
Angelo e Simonetta. Via Nomentana 581
Pizzeria Serenella. Via Salaria 70
Volpetti Più. Via Alessandro Volta 8
Pizzeria Gegè. Piazza Vescovio 17
Farro Zero. Via Alfonso Rendano 31
Otras pistas para comer en Roma:
Ya que hemos estado te lo contamos, porque no solo nos alimentamos de pizzas en nuestra escapada. La pasta es otro de los grandes protagonistas de la cocina italiana, que se prepara de mil y una maneras dependiendo de la zona. En Roma encontrarás mucha variedad pero no faltaráSpaghetti alla carbonara,Bucatini all’amatriciana(salsa de tomate, una especie de bacón/panceta, queso pecorino y pimienta),Spaghetti cacio e pepe(solo con aceite, pecorino y pimienta) oPenne all’arrabbiata(con ajo y guindilla un poco picantes). Pasta y más como losaperitivi, una costumbre italiana de reunirse después del trabajo para tomarse un spritz y picar al gusto de un surtido de platos a modo buffet pagando solo la bebida. Toma nota de estas tres direcciones:
Trattoria Moderna. Cerca de Campo De' Fiori, esta trattoriate conquista por sus pastas y su tiramisú casero. No olvides mirar sus sugerencias del día. Nos encantaron los Ravioli de ricottay espinaca con tomates cherry y mozzarella de búfala y los Tortellini rellenos de carne y con salsa de queso. (Vicolo dei Chiodaroli 16)
Navona Notte.Una calle estrecha alrededor de la Piazza Navona. Buenas pastas, risotto y unas terrinecomo antipastien cazuelas de barro riquísimas. Nosotros nos lanzamos a por la de zucchine(calabacín) a la parmigianacon mozzarella de búfala, albahaca, tomate y quesos pecorinoy parmigiano. (Via del Teatro Pace 44)
Freni e Frizioni. Un local de El Trastevere para tomar el aperitivi. Buen ambiente y una plaza llena de gente en uno de los barrios más animados de la ciudad. También tienen coctelería (Via del Politeama 4 – 6 http://www.freniefrizioni.com/ )
Dónde dormir:
Si conoces Roma ya sabrás que alojarse en Termini es una de las mejores opciones. Si no, te lo recomendamos, porque allí llegan todos los transportes desde el aeropuerto y es una zona muy bien comunicada, tanto para moverse a pie como para alejarse en bus, metro o tren.
Nosotros nos alojamos en el Eurostars International Palace (Via Nazionale, 46 http://www.hoteleurostarsinternationalpalace.com/) hotel recomendable en la zona. Cómodo, bien situado, con un personal muy amable y un desayuno que, por supuesto, se suma a la lista de pistas gastro que te dejamos aquí. Piezas dulces, diferentes panes, embutidos, quesos, opciones más contundentes como huevos o ensalada, fruta fresca… ¡de todo! Así da gusto empezar un día de turismo en Roma, una ciudad que no nos cansaremos de recomendar que la andes, vivas y disfrutes. Buon appetito!
Dan ganas de ir verdad? Anímate! Consulta nuestros precios aquí!
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