A 30.000 pies por viajeros para viajeros

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Ocho librerías con las que disfrutar de Sant Jordi

Si tuviésemos que escoger una fecha para visitar Barcelona y descubrir su mejor cara, ésta sería sin duda alguna el 23 de abril. La celebración del Día de Sant Jordi (Diada de Sant Jordi en catalán) transforma la ciudad condal en un mar de rosas y libros por el que fluyen miles de personas a la caza de las últimas novedades editoriales o de la firma de sus autores favoritos. Tampoco faltan las rosas, mayoritariamente rojas, que todo buen galán debe de regalar a su amada. Todo un ritual que se repite año tras año y que atrae a buena parte del sector editorial hasta la ciudad condal. A continuación hemos hecho una selección de las principales librerías de la ciudad, que puedes aprovechar para visitar ese mismo día o si quieres evitar las masificaciones, cualquier otro día que andes por Barcelona y que busques un buen libro.

1. Laie
Auténtico espacio de referencia en el ámbito literario de Barcelona, la librería Laie, especializada en arte, humanidades y literatura, es lugar de imprescindible visita para el buen aficionado a la lectura. Al buen hacer de sus propietarias se suma la presencia de una cafetería-restaurante en el piso superior, lugar perfecto para comentar las últimas novedades literarias.

2. La Central del Raval
Situada en pleno corazón del Raval, en la que antiguamente era la Capilla de la Misericordia, se encuentra la Central del Raval, todo un clásico en el mundo literario de la ciudad, donde hallarás unos 80.000 títulos. Se pueden encontrar títulos de antropología, arquitectura y diseño, arte y cine, fotografía, pero también referencias de poesía y artes escénicas, entre otras. Además cuenta con un espacio en el que se programan actividades literarias.

3. Altaïr
¿Tienes previsto realizar algún viaje? Pues la librería Altaïr es el lugar por el que debes pasar sí o sí para hacer la previa ya que aquí encontrarás todos los libros necesarios para preparar tu escapada. Especializada en viajes, se cuenta entre las más grandes de Europa de este estilo, y en ella hallarás guías de viaje, mapas, y libros de viajes de todos los destinos que puedas llegar a imaginar.

4. Taifa
Ubicada en la calle Verdi, en pleno corazón de Gràcia, se encuentra la librería Taifa. Fundada en 1993 por el poeta, editor y crítico José Batlló, alberga tanto libro nuevo como de segunda mano. Especializada en humanidades, destaca por su sección dedicada al cine, por el que sienten auténtica predilección.

5. Hibernian Books
También situada en el barrio de Gràcia se encuentra Hiberian Books, que tiene el honor de ser la única librería en Barcelona especializada en libros de segunda mano en inglés. Con más de 40.000 títulos en su haber, entre los que se cuentan todo tipo de géneros, y entre los que también hay una selección para los más pequeños de la casa. 

6. Loring Art
Loring Art
es una libraría especializada en cultura visual contemporánea. Empezó dando sus primeros pasos allá por 1996 con apenas un centenar de libros, para acabar contando en la actualidad con unos 20.000 ejemplares con los que hacer las delicias de los especialistas en el sector. En ella podrás hacer todo un recorrido por el siglo XX y el paso al siglo XXI en pintura, escultura, diseño, moda, fotografía, arquitectura, cine, música, artes escénicas o arte electrónico.

7. Casa Anita
Esta singular librería ubicada en el barrio de Gràcia está especializada en libros ilustrados que aunque mayoritariamente van dirigidos al público infantil y juvenil, harán las delicias tanto de los más pequeños como de los más mayores.

8. Arkham comics
Esta pequeña librería del Raval especializada en cómics, en la que resulta difícil moverse entre tanto volumen, es el lugar ideal para los aficionados a la novela gráfica, donde lo mejor es dejarse llevar por las recomendaciones de Xavi, su siempre atento propietario.

Reserva tu Vueling a Barcelona y aventúrate a conocer la faceta literaria de la ciudad y de paso disfruta de una de las festividades que mejor le sienta a esta ciudad.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

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Gastro-hits de Londres

En la calle de la capital inglesa, sin ir más lejos, el street food es la modalidad de comida más extendida, bien sea mediante trucks o mediante simples tenderetes bien parapetados al aire libre. El hervidero de Brick Lane a lo largo de toda la calle, especialmente un domingo cualquiera, da buena cuenta de la riqueza y la diversidad culinaria de una ciudad en la que podrías estar las 24 horas del día picoteando.  Porque cuando no es un buen curry en el Banglatown, es un excelente koshari en Boroughmarket, un ugali africano en Brixton Market o un kothi-roti típico de Sri Lanka en el novísimo Kerb Clubhouse de Hackney wick. Este último emplazamiento es ya un must para todo el que busque rincones alternativos y poco masificados en los que comer por pocas libras, beber tragos de denominaciones lejanas y conocer gente.

El hot dog a secas ya no tiene sentido cuando puedes también tomarte una pizza al horno de leña by Fundi, un pescaíto frito con patatas fritas en el Proper Fish&Chips e incluso una paella para nostálgicos en La Churrería, el chiringuito ambulante made in Spain que suele plantarse con regularidad entre Devonshire Square y Chapel Market on Angel.

En Lexington Street no hay que perderse el restaurante Bao, un asiático cuya especialidad son los bollitos al vapor rellenos de diferentes delicias. Que no te sorprendan las colas en su puerta.

El boom latino cotiza igualmente al alza y de ahí la apuesta en cada mercadillo gourmet por los tacos, los burritos y el ceviche. De todo un poco encontrarás en los diferentes street food markets, como en el efímero Dalston, que va y viene aproximadamente cada 6 meses.

Junto al modo diríamos más tirado–la gente ocupa literalmente las aceras y las calzadas peatonales- de llevarse algo a la boca, en Londres persisten aún clásicos con fast goods y direcciones de acento español (Hispania, Ametsa, Ibérica o StreetXo, en breve) que te hacen sentir más cerca de casa.

En Boulud, ubicado en el tramo más comercial de Knightsbridge, sigue sin caber un alfiler, hay que reservar con suficiente antelación para encontrar mesa y sus hamburguesas están entre las mejores de Londres. El sitio tiene distinción y tanto su menú como su carta ofrecen propuestas de temporada con el mejor producto fresco. Las salsas son un vicio, como el pan que incita a mojar. Tampoco hay que perder de vista los botellones que circulan de mesa en mesa.

Mandarin Oriental Hyde Park, 66 Knightsbridge

Al tratarse de una ciudad en constante ebullición se hace difícil valorar las últimas aperturas porque enseguida llegan nuevas. Por rompedoras, ahí van tres:

The Attendant. Lo que antes fueran unos lavabos públicos de estilo victoriano es ahora uno de los Cafés más transitados pese a estar en el subsuelo. Sirve tanto platos fríos (bocadillos y ensaladas) como calientes, y dulces como salados. Lo mejor: la decoración y su ambiente.

27A Foley St.


Cereal Killer Cafe. Cereales de cualquier tipo a cualquier hora del día. Es la oferta de este particularísimo local que promueve el self-service. Leches y toppings varios complementan al ingrediente principal.

139 Brick Lane


Hixter. Un lugar peculiar y con personalidad. Cocina vista, arte en las paredes, la carne como especialidad y un servicio de sala para recordar. Ideal para largas sobremesas. Tiene buen café, rincón de lectura y un bar -Mark’s Bar en honor al propietario- cuyo interiorismo solo, como ocurre con los baños, ya merece la visita.

16 Great Guildford Street

 

Jenius Social.Vendría a ser algo así como el cajón de sastre ideado por su fundadora, Jennifer Yong, porque es a la vez local para el tapeo y taller de cocina. Su chef, Andrew Clements, es discípulo de Jamie Oliver, conoce y sirve los recetarios de medio mundo y habla un correctísimo español.

Studio 8, 6 Hornsey Street, Islington

 

Dónde desayunar (y dormir)

The Caesar. Si quieres desayunar como un rey en plenos Queen Gardens tras dormir como los ángeles, éste es tu hotel. Cero bullicioso y bien localizado a un paso de dos estaciones de metro (Bayswater y Queensway) y a dos de la estación de Paddington. Funcional, sobrio y elegante; la atención al huésped es otra de sus señas de identidad. En el desayuno puedes optar por la opción más brit a la carta o bien decantarte por la tortilla española y el pan con tomate como fijos del surtido bufé.

26-33, Queens Gardens, Hyde Park

 

Dónde tomar el té de las 5

Grand Café Villandry. Es uno de esos places to be a los que quiere acceder todo el mundo porque es a la vez escaparate de lo que sucede a un lado y otro de sus enormes cristales. Por 18 libras por persona, los fines de semana la hora del té incluye una selección de sándwiches, otra de pastas variadas, pastelitos y pralinés. Si se prefiere, incluso, se puede optar por una copita de champán.

12 Waterloo Place, St. James's

 

Dónde alucinar

En The Shard, donde tienes Londres literalmente a tus pies. Con una altura de 309,6 metros, el edificio atesora el punto de observación más alto de toda la Europa Occidental, lo que permite contemplar toda la ciudad en un completotourde 360 grados. Una ocasión única para reconocer la monumentalidad de Londres, que gana mayor encanto iluminada de noche.

32 London Bridge Street

Te ha entrado hambre, ¿verdad? ¡Anímate! ¡Consulta nuestros precios aquí!

 

Texto de Belén Parra / Gastronomistas.com

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El Zurich que fascinaría a John Waters

John Waters alcanzó la fama dirigiendo disparatados filmes de bajo presupuesto como Pink Flamingos (1972), donde glorificaba la violencia, la perversión sexual y el mal gusto, utilizando la provocación como arma contra la hipocresía de las buenas maneras, la férrea moralidad y los valores religiosos del american way of life. Pero muchos desconocen que el dandi norteamericano de fino bigotillo es también autor de collages y fotomontajes de gran formato. Y ha seleccionado  40 de estas piezas -incluyendo storyboards de sus películas- para la muestra How Much Can You Take?, que permanecerá hasta el 1 de noviembre en la reconocida Kunsthaus de Zurich, coincidiendo con unos murales de Joan Miró que seguirán expuestos hasta finales de enero.

Paradójicamente, el polifacético realizador comparte con Zurich otras características como la clase, el orden y una extrema limpieza. En Waters subyace también una ternura y un fetichismo que hace pensar que disfrutaría de los tópicos disponibles en la céntrica Teddy’s Souvenir Shop, donde venden cajitas de música, navajas suizas, cencerros de vaca o relojes de cuco, que forman una imagen bucólica de Suiza. Esa que tan bien simboliza Heidi, el personaje infantil creado por la escritora Johanna Spyri, quién por cierto está enterrada, al igual que el poeta Gottfried Keller, en el frondoso parque del cementerio de Sihlfeld -el primero de Europa que incorporó un crematorio-, una visita que agradaría a Waters no sólo por su afición a lo macabro, si no por el amor que profesa por la literatura, en la que últimamente se prodiga más que en el cine. Por eso, también le recomendaríamos irhasta el cementerio de Fluntern, donde hallaría la hermosa tumba de James Joyce, quién en Zurich no sólo desató su alcoholismo licencioso sino que escribió buena parte de su “Ulises” -tan crítico con Iglesia y Estado-. También murió en la ciudad el escritor alemán autor de “La montaña mágica”, honrado en el Thomas Mann Archiv, un pequeño museo ubicado en la ETH, universidad pública por la que pasaron una veintena de Premios Nobel como el científico Albert Einstein, tan rebelde contra los convencionalismos como Waters. En la misma universidad se encuentra la espectacular Biblioteca de la Facultad de Derecho, diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava. Aunque probablemente el cineasta del morbo preferiría leer en la antigua abadía que aloja la Zentralbibliothek, principal biblioteca de la ciudad.

A la vertiente más iconoclasta del cineasta le deleitaría recordar como Zurich fue cuna del Dadaísmo, el anárquico “antiarte” que criticaba la sociedad burguesa de la Primera Guerra Mundial, cuando la pareja de artistas Emmy Hennings y Hugo Ball fundó en Niederdorf, parte de la antigua ciudad medieval, el célebre Cabaret Voltaire donde junto a Tristan Tzara y otros rompieron con todo canon establecido. Con el tiempo, el edificio quedó en desuso hasta que en 2001 un grupo de artivistas lo okuparon, celebrando performances de espíritu neo-dadaista ante miles de zuriqueses. Tras su desalojo, el Ayuntamiento anuló los planes de derribo y fue reconvertido en centro cultural alternativo. En la misma ciudad vieja encontramos el inusual Musée Visionnaire, donde el público selecciona qué desea ver -y es invitado a expresar su opinión- ante un catálogo de Art Brut, una corriente también conocida como Arte Marginal, que engloba tanto la obra de amateurs y enfermos mentales como de todo creador ajeno a las instituciones y a los límites de la cultura oficial. Unos personajes entre los que no desentonarían los Dreamlanders, parias contraculturales y colaboradores habituales de Waters como Mink Stole o Divine.

El Waters que de joven se apasionaba con accidentes truculentos e historias sanguinolentas, también se interesaría por el Moulangenmuseum, muestra de moldes de cera de diversas partes del cuerpo humano afectadas por enfermedades, con piezas desde 1917 de la colección médico-didáctica del Hospital Universitario. Y atraído por lo repulsivo, quizá visitaría también la oscura obra, de estética biomecánica y fuerte carga erótica, de otro ilustre residente de Zurich y uno de los máximos responsables visuales del cinematográfico Alien, el recientemente fallecido H.R. Giger. Aunque los fans del ilustrador y escultor deberán escoger entre ir hasta su exhaustivo Museo en la ciudad amurallada de Gruyères (a casi 2 horas al sur de Zurich), o acercarse al espectacular Giger Bar en su ciudad natal de Chur (aprox. 1h en coche desde Zurich), curiosamente la misma tierra que inspiró a la pastoril Heidi.

Para cerrar el paseo por el lado oscuro, nada mejor que cenar en el Blindekuh Zurich, el primer restaurante completamente a oscuras abierto en el mundo. Afortunadamente, el chef no es Waters, así que no teman que les sirvan lo mismo que a Divine en Pink Flamingos. No sé si me entienden, pero antes que eso, mejor vayan a una chocolatería de calidad como Sprüngli.

En todo caso, no olviden que la expo de Waters se clausura en pocas semanas, ¡consigan ya sus billetes aquí!

 

Texto de Carlos G. Vela para ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de David Shankbone, Roland zh, Juerg Peter Hug, Absinthe, Edsel Little

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El lado más cool de Birmingham

Tras un largo día de trasiego por Birmingham visitando sus museos, descubriendo su pasado industrial o yendo de tiendas, es el momento de tomarse un respiro y disfrutar de la otra cara de la ciudad, la más lúdica y volcada a los sabores y las experiencias, y, por qué no, donde conocer a sus gentes. Como no podía ser menos, Birmingham cuenta con un buen número de locales que han apostado por romper con lo clásico, ya sea en su decoración, en su carta o en su ubicación. A continuación tenéis una selección de aquellos por los que bien merece la pena tomar un descanso:

The Rose Villa Tavern
(172 Warstone Lane, Jewellery Quarter)

En el Jewellery Quarter, barrio de imprescindible visita ya que en él se concentra el mayor número de negocios relacionados con la joyería de Europa, se encuentra este pub donde se funden a la perfección la tradición con la modernidad. Decorando su interior hallarás antiguas vidrieras, llamativas y coloridas baldosas y el clásico fondo de madera y muebles vintage a los que han tenido el detalle de darles un toque de color. En su carta encontrarás comida tradicional americana que puedes acompañar de cervezas artesanales y magníficos cócteles.

The Rose Villa Tavern

The Jekyll and Hyde
(28 Steelhouse Lane)

Como si de dos personalidades diferentes se tratase, y haciendo honor a su nombre, en este bar encontrarás dos espacios bien diferenciados. El interior, que cuenta con dos plantas, es el clásico pub de época victoriana. Escondido en el fondo de la primera planta hay un pequeño patio exterior cuya decoración no pasa inadvertida ya que está inspirada en Alicia en el País de las Maravillas. Pero aún hay más. Por la tarde podemos optar por tomar un té acompañado por una selección de sándwiches y pasteles caseros. Pero si lo tuyo son las emociones fuertes, entonces debes decantarte por sus cócteles servidos en originales recipientes. Los viernes abren la planta de arriba, que bajo el nombre Gin Parlour, tiene a la ginebra como la principal protagonista, pudiendo escoger entre con una extensa variedad de marcas y de cócteles realizados con esta popular bebida.

The Jekyll and Hyde

The Plough
(21 High St, Harborne)

The Plough es un bar moderno a la par que acogedor. Su interior está decorado con infinidad de detalles, muchos de ellos de inspiración vintage, como sus lámparas, mesas y baldosas. Su otro plato fuerte es su patio, que cuando el tiempo lo permite, no debemos de olvidar visitar. Este es el lugar perfecto para marcarse unbruncha base de hamburguesas gourmet, pizzas de elaboración casera o simplemente para tomarse unas cervezas en su patio disfrutando del ambiente.

The Plough

The Victoria
(48 John Bright Street)

Este pub - teatro del siglo XIX se encuentra situado en el centro de la ciudad y es el lugar perfecto para finalizar la larga jornada tomando una pizza acompañada de una buena cerveza artesanal. Como curiosidad, los aficionados al cine y la música pueden poner a prueba sus conocimientos en el concurso 'Sound and Vision', que tiene lugar los martes por la tarde. Por cierto, ¡andad con ojo pues dicen que hay un fantasma morando entre sus paredes!

The Victoria

Sugarloaf
(12 Bennett’s Hill)

¿Un bar dentro de un restaurante? Pues sí, el Sugarloaf es un bar de temática mejicana que se encuentra ubicado en la planta inferior de la Bodega Cantina, que también tiene a Méjico como principal protagonista entre los platos de su carta. Abre de miércoles a sábado, y en él, además de las clásicas e imprescindibles calaveras ornamentando el espacio, encontrarás cócteles de tequila y de mezcal y sesiones de DJs.

Sugarloaf

Pure Craft Bar & Kitchen
(30 Waterloo St)

Este espacio, cuya especialidad es la cerveza artesanal, de la que encontrarás una extensa carta de procedencia nacional e internacional, está decorado de forma sencilla y con cierto aire industrial. No dudes en acompañar sus excelentes pintas con alguno de sus platos, basados en la cocina británica, realizada con productos locales, con un toque refinado y una presentación impecable.   

Pure Craft

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Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de The Rose Villa Tavern, The Jekyll and Hyde, The Plough, Bodega Cantina, Pure Craft Bar & Kitchen

 

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