A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

Secretos de Florencia

Por Mariana Calleja de TravelThirst | Ilustración de Federico Rojas

Por supuesto, hay mucho que ver y aprender de Florencia, en esta ciudad tan rica, con tanto arte, paisaje e historia. Pero esta vez decidimos visitar una Florencia secreta, que se descubre por las mismas calles en las que ya habíamos estado alguna vez.

Tal vez ya hayas hecho esto antes pero siempre hay algo nuevo por descubrir. Así que, guarda tu mapa y sigue esta guía secreta. Si te pica la curiosidad, aquí podrás conocer los secretos de Florencia que hemos conseguido encontrar y sentir para ti.

1. Restos de un anfiteatro romano

Hay una pequeña calle en particular donde se puede notar una curva prominente, en la que los edificios y casas todavía se conservan. Pero lo que no se sabe ni se ha dicho, incluso dentro de sus muros, es que la fa forma de esta curva representa el lugar en el que se ubicaba un anfiteatro en tiempo de los romanos!

Camina en línea recta desde Piazza Santa Croce, tomando la estrecha calle de Via Torta. Sigue caminando hasta una calle que lo rodea todo! Serás capaz de sentir e incluso imaginar donde se encontraba esta estructura romana. Hoy en día siguen sin haber paredes.

2. Las inundaciones de Florencia

El Río Arno es parte de la esencia de Florencia. Aunque su caudal ahora parezca constante, no siempre fue así. ¿Sabías que este río inundó la ciudad hasta en 3 ocasiones diferentes en el pasado? En el año 1333 incluso llegó a derribar el conocido Ponte Vecchio. Afortunadamente fue reconstruido y continua en pie.

Pero lo que los viajeros, locales o cualquier persona curiosa no puede imaginar es que existen algunas marcas de estas inundaciones por la ciudad. Y como una parte importante de la historia, ya que es, queremos compartir este consejo con usted.

La mayor inundación se produjo en 1966, no hace mucho tiempo, cuando llegó a 5 metros de altura. Puedes ver las placas conmemorativas que recuerdas las almas perdidas durante el diluvio.

3. Impactos de Tormenta en el Duomo

En 17 de junio 1600, Florencia sufrió una terrible tormenta, durante la cual cayó un rayo directamente sobre el balón de oro y cobre de la cúpula de Brunelleschi. Esto provocó que el balón cayera al suelo pero, afortunadamente, no llegó a hacer daño a nadie. Sólo dejó un gran agujero en el suelo. En lugar en el que cayó la pelota aparece hoy en día un círculo blanco.

4. Abejas de Ferdinand

En la Piazza Annunziata, se ubica la magnífica estatua de Fernando de Médicis, en la que verás un gran enjambre de abejas que se reúnen en torno a la abeja reina, símbolo del escudo de armas de Ferdinando y la convivencia pacífica que tenían en ese momento. Se dice que las abejas son incontables … pero creo que no es cierto! Nos atrevemos hemos atrivod a contarlas y son 91 abejas!

5. Árbol de San Zanobi

Justo a uno de los lados del Baptisterio de Florencia, se puede ver una columna de un solo pie. Pues bien, esta columna tiene una bonita historia sobre un obispo muy querido, el primero de la ciudad de Florencia.

El día en que San Zanobi falleció, toda la ciudad lanzó a la calle en un desfile en su honor, y se enterró en la iglesia de San Lorenzo. Unos años después, se decidió trasladarlo a la antigua catedral de Santa Reparata.

Fue en enero, un día oscuro de invierno, mientras se llevaba a cabo de nuevo el desfile, cuando decidieron llevar su cuerpo a la nueva ubicación. Se dice que, cuando pasaron por el Baptisterio, el ataúd del obispo rozó las ramas sin hojas de un olmo, haciendo florecer de inmediato. Cuentan que fue un milagro muy hermoso.

Para celebrar este hecho, los florentinos construyeron una columna en el lugar, con un pequeño detalle de hierro de un árbol lleno de hojas que representan el milagro de San Zanobi. Se celebra cada día 27 de enero.

6. El Misterioso Retrato de Miguel Ángel

En una esquina justo al lado de la entrada principal del Palazzo Vecchio, se puede llegar a ver tallado en la misma piedra de la pared, un pequeño rostro.

Si te acercas lo suficiente, en la esquina entre la Via della Nina y Piazzale degli Ufizzi, podrás observar una pequeña talla semejante a la de un rostro humano.

Se dice que fue esculpida por Miguel Ángel, tal vez en un momento de aburrimiento o de rivalidad. La leyenda explica cómo Miguel Ángel podría haber sido desafiado por un amigo escultor que comentaba lo lento que era esculpiendo sus obras. Mientras Miguel Ángel, escuchaba se giró hacia la pared y esculpió en un momento esta cara para demostrar que su colega estaba equivocado.

Otra leyenda cuenta en cambio, cómo Miguel Ángel encontrándose en la calle escuchando una conversación aburrida de alguien que se acercaba hacia él. En su aburrimiento y una vez más, encarado a la pared, esculpió la figura de la piedra de la esquina.

¿Cuál crees que es la verdadera?

7. Antigua cárcel convertida en edificio de apartamentos

En la Via Gibhellina, se encuentra el Monasterio delle Murate, más conocido por ser sede de una importante cárcel durante 500 años. Tras su cierre y trasladado a una nueva ubicación, la infraestructura fue utilizada como restaurante y parque recreativo para mucho tiempo, hasta el siglo 20. En este momento, un proyecto social que rescata viejas estructuras para mejorar la calidad de vida, ha tomado la zona con el fin de construir un edificio de apartamentos. Todavía se puede ver e incluso visitar el lugar, tomar un café o simplemente sentarse en un banco y admirar el increíble paso del tiempo, mientras susurra una historia a tu oído.

Se trata de un ejemplo inspirador. Uno más grandes logros de la ciudad de Florencia es el de avanzar hacia tiempos mejores y mejorara la calidad de vida.

Por Mariana Calleja de TravelThirst | Ilustración y Fotografía por Federico Rojas

Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.

+ info

Gastro-hits de Londres

En la calle de la capital inglesa, sin ir más lejos, el street food es la modalidad de comida más extendida, bien sea mediante trucks o mediante simples tenderetes bien parapetados al aire libre. El hervidero de Brick Lane a lo largo de toda la calle, especialmente un domingo cualquiera, da buena cuenta de la riqueza y la diversidad culinaria de una ciudad en la que podrías estar las 24 horas del día picoteando.  Porque cuando no es un buen curry en el Banglatown, es un excelente koshari en Boroughmarket, un ugali africano en Brixton Market o un kothi-roti típico de Sri Lanka en el novísimo Kerb Clubhouse de Hackney wick. Este último emplazamiento es ya un must para todo el que busque rincones alternativos y poco masificados en los que comer por pocas libras, beber tragos de denominaciones lejanas y conocer gente.

El hot dog a secas ya no tiene sentido cuando puedes también tomarte una pizza al horno de leña by Fundi, un pescaíto frito con patatas fritas en el Proper Fish&Chips e incluso una paella para nostálgicos en La Churrería, el chiringuito ambulante made in Spain que suele plantarse con regularidad entre Devonshire Square y Chapel Market on Angel.

En Lexington Street no hay que perderse el restaurante Bao, un asiático cuya especialidad son los bollitos al vapor rellenos de diferentes delicias. Que no te sorprendan las colas en su puerta.

El boom latino cotiza igualmente al alza y de ahí la apuesta en cada mercadillo gourmet por los tacos, los burritos y el ceviche. De todo un poco encontrarás en los diferentes street food markets, como en el efímero Dalston, que va y viene aproximadamente cada 6 meses.

Junto al modo diríamos más tirado–la gente ocupa literalmente las aceras y las calzadas peatonales- de llevarse algo a la boca, en Londres persisten aún clásicos con fast goods y direcciones de acento español (Hispania, Ametsa, Ibérica o StreetXo, en breve) que te hacen sentir más cerca de casa.

En Boulud, ubicado en el tramo más comercial de Knightsbridge, sigue sin caber un alfiler, hay que reservar con suficiente antelación para encontrar mesa y sus hamburguesas están entre las mejores de Londres. El sitio tiene distinción y tanto su menú como su carta ofrecen propuestas de temporada con el mejor producto fresco. Las salsas son un vicio, como el pan que incita a mojar. Tampoco hay que perder de vista los botellones que circulan de mesa en mesa.

Mandarin Oriental Hyde Park, 66 Knightsbridge

Al tratarse de una ciudad en constante ebullición se hace difícil valorar las últimas aperturas porque enseguida llegan nuevas. Por rompedoras, ahí van tres:

The Attendant. Lo que antes fueran unos lavabos públicos de estilo victoriano es ahora uno de los Cafés más transitados pese a estar en el subsuelo. Sirve tanto platos fríos (bocadillos y ensaladas) como calientes, y dulces como salados. Lo mejor: la decoración y su ambiente.

27A Foley St.


Cereal Killer Cafe. Cereales de cualquier tipo a cualquier hora del día. Es la oferta de este particularísimo local que promueve el self-service. Leches y toppings varios complementan al ingrediente principal.

139 Brick Lane


Hixter. Un lugar peculiar y con personalidad. Cocina vista, arte en las paredes, la carne como especialidad y un servicio de sala para recordar. Ideal para largas sobremesas. Tiene buen café, rincón de lectura y un bar -Mark’s Bar en honor al propietario- cuyo interiorismo solo, como ocurre con los baños, ya merece la visita.

16 Great Guildford Street

 

Jenius Social.Vendría a ser algo así como el cajón de sastre ideado por su fundadora, Jennifer Yong, porque es a la vez local para el tapeo y taller de cocina. Su chef, Andrew Clements, es discípulo de Jamie Oliver, conoce y sirve los recetarios de medio mundo y habla un correctísimo español.

Studio 8, 6 Hornsey Street, Islington

 

Dónde desayunar (y dormir)

The Caesar. Si quieres desayunar como un rey en plenos Queen Gardens tras dormir como los ángeles, éste es tu hotel. Cero bullicioso y bien localizado a un paso de dos estaciones de metro (Bayswater y Queensway) y a dos de la estación de Paddington. Funcional, sobrio y elegante; la atención al huésped es otra de sus señas de identidad. En el desayuno puedes optar por la opción más brit a la carta o bien decantarte por la tortilla española y el pan con tomate como fijos del surtido bufé.

26-33, Queens Gardens, Hyde Park

 

Dónde tomar el té de las 5

Grand Café Villandry. Es uno de esos places to be a los que quiere acceder todo el mundo porque es a la vez escaparate de lo que sucede a un lado y otro de sus enormes cristales. Por 18 libras por persona, los fines de semana la hora del té incluye una selección de sándwiches, otra de pastas variadas, pastelitos y pralinés. Si se prefiere, incluso, se puede optar por una copita de champán.

12 Waterloo Place, St. James's

 

Dónde alucinar

En The Shard, donde tienes Londres literalmente a tus pies. Con una altura de 309,6 metros, el edificio atesora el punto de observación más alto de toda la Europa Occidental, lo que permite contemplar toda la ciudad en un completotourde 360 grados. Una ocasión única para reconocer la monumentalidad de Londres, que gana mayor encanto iluminada de noche.

32 London Bridge Street

Te ha entrado hambre, ¿verdad? ¡Anímate! ¡Consulta nuestros precios aquí!

 

Texto de Belén Parra / Gastronomistas.com

+ info

7 restaurantes para disfrutar aún más de Formentera

Formentera tiene fama de ser cara. Tan cierto es que la cuenta de algunos restaurantes es alta como que muchos más no resultan nada prohibitivos y merecen la visita. Esta es nuestra variada selección tras viajar a esta preciosa isla: frente al mar, en el interior de la isla, dentro de un hotel… ¿Cuál es tu favorito?

Casbah
Me alojé en Casbah, coqueto hostal de tres estrellas formado por pequeñas casitas en un bosque de pinos a cinco minutos de la playa de Migjorn. Su restaurante elabora platos de cocina tradicional con técnicas actuales. No es caro y hay platos reseñables, como las croquetas de pulpo, servidas con mayonesa de aceitunas negras, el tiernísimo pulpo a la parrilla y el pescado del día. Las carnes son apetecibles y no falta el arroz caldoso de bogavante. Su precio medio es de 40 euros y cuentan con un menú degustación de seis platos y postre por 60 euros sin bebidas, 80 con maridaje. Abren de marzo a diciembre.

Caminito
Referencia de la isla por su veteranía (36 años) y por sus carnes llegadas de Argentina, EEUU y Australia. Por eso este local argentino es una pasarela de estrellas (Medem, Ramazzotti, Mariscal, Custo, Iniesta, Messi, Buenafuente, Dalma, Guardiola…) en busca de platos del país sudamericano y propuestas mediterráneas como el delicado canelón de langostino y el huevo a baja temperatura con patata, bacalao y crema de ajos tiernos. Sorprende la piscina interior sobre la que hay varias mesas donde cenar. Abren de mayo a octubre y su precio medio es de 50 euros.

Fonda Platé
En Sant Francesc Xavier, pueblo del interior, está Fonda Platé, emblema que igual sirve para un 'barrido' (desayunar, comer, cenar platos sencillos, tipo burgers o ensaladas) que para un 'fregao' (cócteles, música). Su terraza con hojas de parra tiene encanto y su interior desprende un aire viejuno que recuerda la época en la que se fundó. En los 80, los actuales propietarios cambiaron su velero a los antiguos dueños por el establecimiento. Precio medio 20-25 euros.

Sol Post
El nombre lo sugiere: Sol Post, en el hotel Cala Saona, está en uno de los lugares más bonitos donde disfrutar de la puesta de sol. Durante los mediodías ofrece cocina tradicional balear (atención a los mejillones al vapor y a los arroces, como la insuperable paella delsenyoret, con pescado y marisco, nada caros para los precios de la isla). Por las noches elabora cocina mediterránea más moderna. De mayo a octubre con un precio medio de 30-35 euros (mediodías) y 45 euros (noches, con dos menús degustación sin bebidas por 32 y 58).

Es Jardí des Marès
Todo de buen gusto, sobrio y elegante, delHotel Marès(Sant Francesc Xavier), lleno de obras de arte en exposición, se traslada a su restaurante, con platos elaborados, innovadores y con productos de calidad, siempre con raíces en Formentera. La terraza, antiguo jardín del convento vecino, es el marco donde degustar platos con juego, diversión y modernidad bien entendida: carpaccio de potro, la renovada ensalada payesa, lubina con espárragos trigueros y aceituna kalamata y chips de boniato… Precio medio entre 35 y 40 euros (hay menú degustación de cinco platos, más postre, sin bebida, por 50).

Es Caló
Otra referencia de Formentera. Cocina tradicional de la isla (ensalada payesa,bullit de peix, arroces, bogavante frito con huevos…) con un producto excelente y en unas terrazas (una eschill out) con unas vistas maravillosas sobre el mar azul turquesa y el verde de la montaña de La Mola. El bogavante se fríe con patatas y pimientos verdes; cuando el cliente ha acabado se fríen huevos en el aceite que queda en la paella. Abren desde antes de Semana Santa hasta finales de octubre y su precio medio ronda los 35-40 euros.

Sa Sequi
Para disfrutar de una puesta de sol con vistas a Ibiza. En Sa Sequi se puede tomar una copa y platillos fríos y calientes en elchill outo platos más completos en la terraza del restaurante, que trabaja el pescado fresco con unos precios más contenidos que en la vecina zona de Ses Illetes. De mayo a noviembre. Precio medio 50 euros.

Texto y fotos de Ferran Imedio de Gastronomistas.com

+ info

Menorca más allá de sus playas

El cielo está emborregado hoy en Maó. Como si se tratara de un guión escrito para la ocasión, la climatología está respetando el objetivo de estas líneas: demostrar que Menorca es mucho más que playas de aguas cristalinas y abarrotadas, chiringuitos donde cultivar el moreno, e idílicos paseos en moto en camisa –siempreabierta– o luciendo una falda vaporosa. Aunque pueda ser todo lo contrario, es igualmente un goce: gastronomía, cultura y paisajes. Empieza a llover en Maó.

Las gotas, del tamaño de monedas de cinco céntimos, golpean con furia los imponentes barcos amarrados en el puerto de Maó; la isla come por este gigantesco embalse de agua conectado al Mediterráneo, el de Maó es uno de los puertos naturales más grandes del mundo -¡de cinco kilómetros de longitud!- sólo por detrás del de Pearl Harbour o el de Nueva York. No hace el mejor de los días para disfrutar de sus vistas, así que, ¿qué tal un desayuno hasta que amaine? Bien céntrico, enfilado en las míticas calles de color crema de la capital menorquina, encontramos en un recoveco Es Llonguet, un local perfecto para pasar el tiempo entre páginas y, como no, para disfrutar de los dulces y salados locales: el rubiol de carn (empanadilla de carne) o el llonguet de camot (bocadillo de embutido parecido a la butifarra) nos darán fuerza para emprender la ruta.

Bien cerca de Es Llonguet, en la zona llamada el fossar dels anglesos, encontramos el centro de arte Ca n'Oliver, una antigua casa de un particular construida a finales del siglo XVIII, abierta ahora al público: dentro alberga el Centre d'Art i d'Història Hernàndez Sanz que recoge el legado británico de la isla y en la que se puede subir a su azotea para disfrutar de las vistas de toda la ciudad -por suerte ahora ya sólo chispea-. Una vez en la calle comprobamos que ha dejado de llover; los adoquines brillan como recién pulidos por el agua acumulada. Es la hora de visitar el Mercat des Peix Antic, recientemente remodelado, y el lugar idóneo para tomar el vermut o comer. Y cómo no, antes de partir a Ciutadella habrá que hacer una parada en el magnífico patio interior del Hotel Jardí de ses Bruixes. Y rumbo a la otra punta de la isla.

A apenas 45 minutos en coche de Maó encontramos la capital cultural de Menorca, Ciutadella, famosa por sus fiestas de Sant Joan y sus magníficas playas urbanas. Encontrar alojamiento en invierno es difícil, pero el albergue de Sa Vinyeta siempre es una buena solución. Una vez descargados los bártulos, toma el paseo de ses voltes (arcos de piedra que delimitan cada lado del paseo) hasta llegar a la catedral deSanta Maria de Ciutadella, gótico-balear del siglo XIII. Y desde aquí, ve a calentar el cuerpo al míticoBar Imperide la esquina de la Plaça dels Pins. Antes de ir a dormir, que mañana toca excursión, visita al Jazzbah, situado justo al lado del pequeño antiguo puerto de pescadores famoso por su rissaga (subida del agua de hasta dos metros). Este bar de copas abierto todo el año es uno de los epicentros culturales de la ciudad, con programación estable de conciertos y karaoke popular una vez al mes.

El día ha amanecido caluroso pese a las lluvias de ayer; el invierno en Menorca depara sorpresas, en este caso buenas. Antes de enfilar hacia Cala Pilar, una zona de calas de piedras redondas (còduls) al norte de la isla, hará falta hacerse con provisiones para la bereneta (comida de media mañana). La Pastisseria Moll, una de las pastelerías más antiguas de la isla siempre será buena opción. Ya en el Pilar, después de recorrer parte de El Camí de Cavalls -camino que rodea toda la costa menorquina, de unos 100km en total de ruta por GR- será decisión de cada uno hacerse el valiente o no y probarse con las aguas menorquinas en pleno marzo. 

Una vez completado el tramo, lo mejor será retomar fuerzas antes de volver a la rutina de cada uno en el Hogar del Pollo, ya en el centro de Ciutadella. La taberna que regenta Matías, argentino residente en Menorca desde hace ya unos cuantos inviernos, es un rincón con olores del mundo: desde carnes de su Argentina natal hasta los mejores manjares gallegos, zamburiñas y lacón como pecado principal–y a muy buen precio–. Y si después de este tour por la Menorca invernal todavía os habéis quedado con ganas de producto local y típico, cambiad el Hogar del Pollo por una visita a Cas Merino, justo detrás del antiguo mercado del pescado en la Plaça la Llibertat. ¡Ah!, y no dejéis de comprar ensaimadas para llevaros a vuestra ciudad, que eso sí que, sea verano o inverno, no se perdona tras una visita a Menorca.

 

Texto de Yeray S. Iborra para Los viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Commons Wikipedia

 

+ info