Los siete pecados capitales de Turín
Los siete pecados capitales son un ordenamiento de los vicios que aparecen en las primeras enseñanzas del cristianismo. Turín es una ciudad con talante y mucha personalidad, pero también es hermosa y su belleza llega a ser sublime. Durante el viaje a Turín experimentamos el hechizo, y a veces el embelesamiento ante la admiración de sus palazzos y sus elegantes bulevares. Y sentimos como capitulábamos una tras otra a todas las máximas pecaminosas.
Lujuria
La lujuria es usualmente considerada como el pecado producido por los pensamientos excesivos. Para abundancias tenemos el Palazzo dell’Accademia delle Science, en el cual se encuentra el Museo Egizio, que contiene la colección de restos arqueológicos egipcios más importante fuera de El Cairo. Pero no hay nada más opulento que la Piazza Castello. Esta plaza alberga gran cantidad de museos, teatros y cafés. Allí se encuentra el Museo Civico d’Arte Antica dentro del fabuloso Palazzo Madama, un castillo medio medieval, medio barroco, que alberga un museo con obras de arte moderno y contemporáneo. De noche es más fácil acercarse al estado de lujuria. La zona de locales nocturnos está en Murazzi del Po, en un tramo de arcadas junto al río, entre los puentes Vittorio Emanuele I y Umberto I. Muy recomendables son los clubs Hiroshima Mon Amour (Via Bossoli, 83), United Club (Corso Vigevano, 33), punto de encuentro de la escena rockera de la ciudad, Blah Blah (Via Po, 21), situado en un antiguo cine.
Gula
La gula se equipara con la glotonería, el consumo sin control de comida y bebida. Y para saciarnos sin mesura nada mejor que desayunar copiosamente en Andrea Perino (Via Cavour, 10), un establecimiento de desayunos y meriendas que ha sido frecuentado por personalidades como Alejandro Dumas, Nietzsche y Puccini; o tomarnos un buen café en el acogedor Caffè Mulassano (Piazza Castello, 15). Este café de estilo art nouveau, decorado con talla dorada de bronce, madera y cuero, era frecuentado por la familia Saboya y artistas del Teatro Regio, justo al lado. Aquí se recomienda tomar el exprés a piedi, sin duda el mejor de la ciudad. Siguiendo con el lujo y la desmesura, el Caffè San Carlo (Piazza San Carlo, 156) es una inmejorable opción. Nada como sus pasteles y dulces de tradición centenaria. Para acabar la jornada con un buen atracón, la mejor elección es Sfashion (Via Cesare Battisti, 13), sin duda la Meca de las pizzas en Turín. Aquí las hacen al estilo napolitano, con la masa gruesa e ingredientes tradicionales. Pero la gula no acaba aquí. Y es que los turineses dieron al mundo el primer chocolate en tableta. No dejes de ir a Al Bicerin (Piazza della Consolata, 5) para comprobarlo. Además cada mes de marzo se celebra la Feria del Chocolate o Cioccola-tó.
Avaricia/Codicia
La avaricia es un pecado de exceso que se aplica a la adquisición de riquezas. Los elegantes bulevares arbolados y los pasajes porticados de Via Roma albergan las boutiques de moda más caras; aunque en las de la peatonal Via Garibaldi las hay más asequibles y en Via Po hay fantásticas tiendas de discos y de ropa vintage y alternativa. Pero también nos podemos encontrar con todo lo contrario en esta ciudad. Y es que Turín es la cuna del Arte Povera, un movimiento artístico revolucionario que surgió a finales de la década de 1960. Los miembros de este “arte pobre” empleaban materiales humildes para despertar recuerdos y simbolismos a través de esculturas e instalaciones. El movimiento tuvo un enorme impacto internacional gracias a artistas como Gilberto Zorio, Giuseppe Penone, Mario Merz o Michelangelo Pistoletto.
Pereza
La Pereza está relacionada con la simple “pereza”, o más bien la falta de motivación para realizar actos. Está claro que durante un viaje las jornadas suelen ser agotadoras. Por eso es aconsejable reservar momentos para el relax. Y qué mejor sitio para reposar que el Parco Valentino, a orillas del Po. En éste, a partir de la primavera, proliferan las numerosas terrazas. Y por la noche, no hay nada que supere el camino hacia la cama del Hotel Dogana Vecchia (Via Corte d’Appello, 4). Allí se han alojado personajes históricos como Napoleón. Su excepcional ubicación en el Quadrilatero Romano lo convierten en uno de los mejores hoteles.
Ira
La ira puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, como el que puede provocar uno de los los grandes misterios de la historia: la Sábana Santa. En la cripta de la iglesia del Santo Sudario, el Museo della Sindone (vía Santo Doménico, 28) documenta uno de los objetos más estudiados de la historia. Se empezó a hacer popular a partir de 1898 cuando la técnica fotográfica permitió obtener negativos mucho más reveladores. Otro edificio que nos puede hacer perder la cabeza es el Museo Nazionale del Risorgimento Italiano. Éste, tras una remodelación ha reabierto contando con 30 salas que explican el trasfondo de la unificación italiana. Aquí se encuentra el barroco Palazzo Carignano.
Envidia/Celos
La envidia se caracteriza por un deseo insaciable de posesiones ajenas, que es la sensación que uno tiene cuando visita el Museo dell'Automobile y admira algunas de las joyas sobre cuatro ruedas más maravillosas del planeta.
Pero la envidia también nos corroe cuando visitamos el Duomo di San Giovanni (Piazza San Giovanni). La catedral de Turín se construyó entre 1491 y 1498 en el sobre tres basílicas del s. XIV. El interior sobrio hace lleva a que la atención se focalice en el templo que alberga la famosa Sábana Santa de Turín, el supuesto sudario con el que se envolvió el cuerpo de Cristo.
Soberbia
En casi todas las listas de pecados, la soberbia es considerado el original y más serio de todos. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás. En el pasado, los equipos de fútbol de la ciudad estuvieron a mucha distancia del resto. Primero fue el Torino FC, que en la década de los cuarenta consiguió que nadie le hiciera sombra, con 5 scudettos consecutivos. Pero una tragedia aérea acabó con la vida de toda su plantilla en 1949. Cuatro décadas más tarde fue el turno del otro equipo turinés: el Juventus, que consiguió ser imbatible durante la primera mitad de la década de los ochenta, cuando entre sus filas militaba el tres veces bota de oro Michel Platini. Pero la soberbia va más allá del calcio. Así, Mole Antonelliana (Via Montebello, 20) uno de los símbolos de la ciudad, es una torre de 167 m con una característica aguja de aluminio, que pretendía estar más cerca del cielo que nadie en la ciudad.
Texto: Isabel y Luis Comunicación
Fotos: Turismo Torino e Provincia
+ infoOcho visitas imprescindibles en Edimburgo
Para empezar, recordemos que goza la urbe de una protección doble de la Unesco. Por un lado, la capital escocesa está catalogada como ciudad Patrimonio de la Humanidad por el valor de sus cientos de monumentos y su excelente conservación. Pero la misma organización también ha protegido los valores literarios que flotan en el ambiente y empapan todos los rincones de la ciudad.
No se me ocurre mejor manera de recorrer Edimburgo que caminando. Un placer especialmente recomendable para aquellos que disfruten buscando recovecos secretos, ángulos ocultos donde, quizá, se esconda alguno de esos espíritus misteriosos que ha inspirado a tantos artistas y directores de cine. Desde el famoso Robert Louis Stevenson, quien se basó en las misteriosas calles de Edimburgo para crear a su malvado y retorcidomíster Hyde. Sir Walter Scott, autor de "Ivanhoe”, Arthur Conan Doyle, creador del célebre "Sherlock Holmes". Hasta la escritora infantil más famosa de los últimos tiempos, Joanne Katherine Rowling, la creadora del mítico mago “Harry Potter”. Y es justo en el bar donde creo al hechicero más famoso del mundo donde hacemos la primera parada en esta ruta por los ocho rincones imprescindibles de Edimburgo.
1- Nada mejor que empezar la jornada tomando un café en el Elephant House, el lugar donde se gestó la historia de Harry Potter, nacido de la mente de J.H Rowling, la más preciada cliente y embajadora del establecimiento. Este café, con su poco discreta fachada roja, es un reconocido templo para literatos. Y a pesar de su corta vida, abrió en 1995, son muchos los aficionados a las letras que pasan allí horas y horas escribiendo y tentando a la inspiración. Pero hay más. También hay muchos edimburgueses que frecuentan este establecimiento que además presume por servir la mejor selección de cafés y tés de la ciudad. Ofrecer copiosos desayunos, comidas y cenas edulcoradas con una buena carta de vinos. Ah, y también hay tartas. Y sándwiches... así que no tienes excusa.
2. Ya con las pilas puestas toca pasear. Y si hay una calle mítica en Edimburgo esa es la Royal Mile, rúa interminable de paso obligado de todo viajero. Es esta la gran arteria que une los dos corazones de la urbe: el castillo (que reina altivo sobre una colina volcánica llamada Castle Rock) y el palacio Holyrood, dos joyas de sólido peso histórico, artístico y legendario. Pero ojo, no te confundas. En realidad la Royal Mile no es solo una, sino que son cuatro. Nace de la unión de cuatro tramos que se suceden a lo largo de ¡dos kilómetros!: Castlehill (el que discurre cerca del mencionado castillo); Lawn Market; High Street y Canongate, ya en las puertas de Holyrood. Conviene recorrer estas aceras atento pues es una especie de escaparate donde se ve de todo.
3. Si te gusta pasar miedo, no te vayas de la Royal Mile sin hacer una parada en el enigmático y a la vez macabro Mary King’s Close (el callejón Mary King). Más que un callejón, es en realidad un laberinto subterráneo de origen medieval donde, cuentan mendigos, miserables, proscritos, asesinos, delincuentes y gentes de mala vida habitaban ocultas del mundo entre ratas y suciedad. En el siglo XVII, la peste bubónica asoló Edimburgo. Ante la expansión de la plaga, las autoridades decidieron cerrar aquellas calles oscuras nicho de infecciones y para ello lapidarona los residentes en el callejón. Desde entonces, circulan muchas leyendas sobre fantasmas deformes y lamentos desgarradores. Hoy, este terrible lugar está abierto al público. ¿Te atreves a visitarlo? Un consejo. Si vas, lleva una muñeca. Y ofrécesela a Annie, el fantasma de una niña a la que su familia abandonó en este lugar donde murió y cuyos lamentos desgarradores aún atormentan a los visitantes.
4. ¿Quieres hacer una foto del castillo para compartirla en tus redes sociales y no sabes dónde? Pues es fácil. Pon rumbo a Princess Street, la calle más comercial de Edimburgo —por la que transcurre una de las escenas de más acción de la película “Trainspotting”, rodada en la ciudad—. Además de ser la calle de las tiendas es también la mejor para captar buenas panorámicas del castillo, ya que sólo hay edificios a uno de los lados. Al otro, jardines y monumentos que permiten la contemplación de la famosa fortaleza sin obstáculos.
5. Si te gusta hacer compras pero buscas comercios con encanto y no grandes cadenas internacionales, escápate a la pintoresca Victoria Street. A parte de ser una de las calles más fotografiadas por la estética de sus fachadas coloristas y su forma curvada y pendiente, es un rincón rebosante de tiendas singulares donde encontrar tesoros: licorerías, queserías, talleres de artesanos y charity shops (tiendas con productos de segunda mano cuyas ventas tienen fines benéficos, muy habituales en el Reino Unido). Hablando de Harry Potter, cuentan que su creadora se inspiró en esta calle para reconstruir el peculiar callejón Diagón donde los magos adquirían sus singulares objetos mágicos. Puedes acceder a esta calle desde la Royal Mile.
6. No te confundas. Edimburgo es famosa por sus legendarias piedras, y callejones con sabor añejo, pero también famosa por sus zonas verdes. Prueba de ello son los parques de Calton Hill y Arthur’s Seat, donde los lugareños hacen footing ,circulan en bicicleta, pasean a sus perros. Ambos ofrecen unas vistas fantásticas de la ciudad. El primero, antaño, formaba parte de los jardines del palacio de Hollyrood y cuenta una vieja leyenda escocesa (que tiene pocas probabilidades de ser verídica), que su punto más alto, (a 251 metros) era adonde el rey Arturo subía para estar solo ypensar. Cierto o no, el caso es que el llamado pico de Arthur’s Seat existe. Y se ve bien desde lo alto del Calton Hill, donde destaca la torre de Nelson, que conmemora la victoria de Trafalgar, y un monumento nacional inspirado en la Partenón de Atenas.
7. Y de los parques al puerto, concretamente al Ocean Terminal, para visitar el Royal Yatch Britannia. El que fue el buque de la familia real británica desde 1954 hasta 1997, año en que fue reconvertido en museo flotante, y atracado en el puerto de Leith. Si sus paredes hablasen contarían que ha visitado más de 135 puertos y participado en casi mil viajes oficiales. Resulta curioso visitar el pequeño camarote real, en el cual dormía la reina Isabel II.
8.Y para rematar la visita, nada mejor que hacerse una foto obligada ante uno de los héroes de Edimburgo. El perro Bobby. Un Skye terrier que se hizo famoso por permanecer durante ¡catorce años! al lado de latumba de su dueño, en el cementerio de Greyfriars. Actualmente, sus restos reposan cerca de los de su amo y una escultura recuerda la historia a las puertas del camposanto. La foto con Bobby es casi ¡obligada!
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Texto y fotos: Nani Arenas
+ infoNapoles pizza e basta
El sol siempre está presente en Nápoles y la ciudad se alimenta de ello. Se nota en su ambiente y en sus gentes: optimistas, vitales… Gentile napolitani. Cuando un napolitano está feliz, entra a un bar y en vez de pagar un sólo café, paga dos: el suyo y el del cliente que vendrá tras él. Il caffè sospeso lo llaman. ¿Qué se puede esperar de una ciudad así? Bocados generosos, por supuesto.
La pizza
Frita, clásica, creativa, identitaria, innovadora… La pizza napolitana es famosa en el mundo entero y se lo tiene merecido. Cuenta la leyenda que un pizzaiolo inventó una pizza tricolor condimentada con tomate, queso mozzarella y albahaca en honor de Margarita de Saboya. Tanto gustó que hoy en día la ‘pizza Margarita’ es conocida en todo el mundo. Si estás descubriendo Nápoles no te pierdas la pizza frita de La Masardona, un local antiquísimo y familiar a cargo de Enzo Piccirilo que recuerda a una churrería y en el que comerás de maravilla a precios de risa. Si prefieres la pizza clásica pásate por Da Michele cual Julia Roberts en Come, Reza, Ama. Un local histórico y entrañable donde la humilde Margarita es tan jugosa como sabrosa. Si te va lo creativo tienes que entrar en La Notizia del maestro Enzo Coccia, la primera y única pizzería mencionada en la Guía Michelin por sus propuestas fantasiosas y originales. Hablando de la guía de ‘las estrellas’, la pizzería Palazzo Petrucci es de las más nuevas de la ciudad y nace al cobijo del restaurante vecino del mismo nombre, propiedad de Edoardo Trotta y el único estrella Michelin de Nápoles. Pide su ripieno al ragú, impresionante en tamaño y en sabor. También impresionan las colas ante las puertas de 50 kalò, la pizzería de Ciro Salvo. El motivo: la larga fermentación de sus masas y a los productos con Denominación de Origen Protegida con las que son condimentadas.
La Masardona
Via Giulio Cesare Capaccio, 27
Tel. +39 081 28 10 57
Da Michele
Via Cesare Sersale 1/3
Tel. +39 081 55 39 204
Pizzaria La Notizia
Via Michelangelo da Caravaggio, 94
Tel. +39 081 19 53 19 37
Palazzo Petrucci Pizzeria
Piazza San Domenico Maggiore 5/7
Tel. +39 081 55 12 460
50 Kalò
Piazza Sannazzaro 201/B
Tel. +39 081 19 20 46 67
Los dulces
Las delicadas sfogliatelle y el babà empapado en licor son dos de los embajadores del dulce de esta ciudad. Pero hay muchos más. La torta caprese, por ejemplo, originaria de Capri pero popular en toda la región campana. “Babà, sfogliatella, la caprese e il famoso 'ministeriale'. Sinonimo de napoletanità e di dolcezza”. Así venden sus dulces en Giovanni Scaturchio, seguramente la pastelería más conocida de Nápoles. Dicen que ha perdido ‘punch’ pero nadie lo diría, siempre está lleno hasta la bandera. Por cierto que el ministeriale es un histórico medallón de chocolate relleno de una crema de licor de composición secreta. Crostata, cassata… La lista de dulces es interminable e innumerables las pastelerías distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad que ofrecen estas delicias. Y eso sin contar con otros templos del mundo dulce que abunda en la ciudad: las heladerías. La última en llegar se llama Rol Gelateria, está en manos de Olga Nigro y Roberta Rubino, y es la primera del Lungomare.
Giovanni Scaturchio Pasticceria-Gelateria
Piazza San Domenico Maggiore, 19
Tel. +39 081 55 17 031
Rol Gelateria
Via Partenope, 12/m
Tel. +39 081 76 48 393
Bar Pasticceria Il Capriccio
Via Carbonara, 39
Tel. +39 081 44 05 79
Sfogliatella Mary
Via Toledo, 66 (esquina Galleria di Umberto I)
Tel. +39 081 40 22 18
Gay Odin
Via Vetriera, 12
Tel. +39 081 41 78 43
(Varios puntos de venta en la ciudad)
Pintauro
Via Toledo, 275
Tel. +39 081 41 73 39
Las vistas
Las puestas de sol de esta ciudad son irresistibles para cualquier amante de la fotografía. Para tomar las mejores instantáneas, dos recomendaciones. La primera, pasearse por el Castel dell’ Ovo (Castillo del Huevo), una bellísima fortaleza de nombre apetitoso situado en el islote de Megaride, dentro del golfo de Nápoles. Cuenta la leyenda que lo bautizó así el poeta Virgilio quién colocó un huevo mágico bajo los cimientos de piedra de la fortaleza para salvaguardarlo de la destrucción. El truco: siempre que permaneciera intacto, el castillo estaría a salvo. Y allí sigue, por lo tanto “se non è vero, en ben trobato”.
La segunda recomendación para disfrutar de las mejores panorámicas de Nápoles es alojarse en el Grand Hotel Parker's, un cinco estrellas Gran Lujo de corte clásico que, entre sus atractivos, cuenta con una espectacular terraza que mira al mar, un bufet de desayuno con dulces napolitanos caseros hechos diariamente en el mismo establecimiento y una historia enológica que contar. Y es que su propietaria, Maria Ida Avallone, lo es también de la bodega Villa Matilde, elaboradores de vinos que recuperan las variedades autóctonas y que respetan la tradición, el territorio y la identidad napolitana.Grand Hotel Parker's es uno de los 520 hoteles independientes integrados en Small Luxury Hotels of the World ™ (SLH), una selección de establecimientos con encanto en 70 países del mundo, desde hoteles de diseño de vanguardia a palaciegas mansiones del siglo XVII, desde santuarios en el centro de las ciudades a remotas islas privadas, desde casas históricas a idílicos resorts.
Grand Hotel Parker's
Corso Vittorio Emanuele, 135
Tel. +39 081 76 12474
Villa Matilde
S.S. Domitiana, 18
CAP 81030 Cellole (CE)
Tel: +39 08 23 93 20 88
Los vinos y licores
¿Sabías que en Nápoles es tradición beber vino de Marsala para limpiar la boca de pizza? Y eso que existen pocas regiones en el mundo con una historia vinícola tan rica como la Campania. Su tierra volcánica permite el desarrollo de los mejores viñedos y su sol se encarga de darle a las uvas el azúcar natural que necesitan para producir óptimos vinos. Se cultiva la cepa histórica Falanghina, que produce vinos blancos secos y ligeros en la zona de denominación Falerno di Massico DOC. De las DOC de Greco di Tufo y de Fiano di Avellinonac en deliciosos vinos blancos, de la Taurasi DOC, grandes vinos tintos de guarda y de Lacrima Cristi del Vesuvio DOC se obtienen tintos, blancos y rosados tranquilos o espumosos, así como vinos blancos licorosos. El apartado licores también es amplio en Nápoles, cómo no, pero gana por goleada el limoncello y, especialmente, la crema di limoncello de Limonè. No menos apreciado es el nocillo o nocino, un licor que se prepara con nueces. En este campo manda E’Curti de Enzo d’Alessandro y su ‘nucillo’ elaborado de forma artesanal y siguiendo la mejor tradición enogastronómica.
Limonè
Piazza San Gaetano, 72
Tel. +39 081 29 94 29
E'curti
Via G. Garibaldi, 57
Sant’Anastasia (NA)
Tel. +39 081 5312797
La Campania
La mozzarella de búfala es otra de las joyas de la gastronomía campana. Lácteos cómo este, pastas, huevos, tomates, aceite de oliva, refrescos, pannetonne… En esta zona se cuece de todo. Campania Mia. Apunta este nombre si buscas un lugar para conocer a fondo la despensa de esta región italiana. Se trata de una tienda-degustación de productos típicos campanos que, a la vez, es el punto de información del colectivo slow food en Nápoles, presidido por Rino Silvestro. Con cierta periodicidad organizan jornadas de street food en la calle que les aloja. A la hora de planear tu viaje, tenlo en cuenta. Food luxury Napoli!
Campania Mia
Via Belvedere, 112
Tel.+39 32 88 56 24 66
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Texto de Carme Gasull y Belén Parra / Gastronomistas
+ infoKeep calm and visit a museum
Quizás no podrá presumir de tener ni el mejor tiempo ni la mejor comida, pero Londres es uno de los centros mundiales de producción y exhibición artística. Sus museos son una cita obligada para aquellos expertos, aficionados y turistas que deseen perderse entre sus kilómetros de galerías y admirar desde un relieve asirio de 2600 años de antigüedad a pinturas de Caravaggio y Turner, escritos originales de Charles Dickens o las serigrafías Pop Art de Andy Warhol.
Y es que Londres tiene museos para todos los gustos. Desde pequeñas y medianas colecciones privadas, a casas de personajes ilustres o grandes museos en los que, si uno quiere, puede pasar días enteros. Además, la mayoría son de acceso gratuito. Hemos paseado por la ciudad y estos son los diez museos que no te puedes perder.
1. British Museum: paseo arqueológico
Visitar Londres y no entrar en el British Museum es como ir a Madrid y no comer un bocadillo de calamares. Este museo, uno de los más antiguos de Europa, alberga una de las colecciones arqueológicas más prestigiosas del mundo. Aquí encontrarás piezas tan célebres como la Piedra de Rosetta, los frisos del Partenón de Atenas o una muestra de arte egipcio solo comparable con la del Museo del Cairo. El British Museum se encuentra en el barrio de Bloomsbury, a pocos pasos de las céntricas Tottenham Court Road y Russell Square, y en uno de los edificios neoclásicos más imponentes de Inglaterra.
2. National Gallery: el templo de la pintura
Si ir a Londres y no entrar en el Museo Británico es como visitar Madrid sin catar un bocadillo de calamares, tu visita a la capital inglesa sin pisar la National Gallery es como ir a Roma y no probar un plato de pasta. Presidiendo la gigantesca Trafalgar Square, la Galería Nacional londinense guarda algunos de los lienzos más famosos de la historia del arte, como el Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, la Venus del espejo de Velázquez o Las grandes bañistas de Paul Cézanne.
3. Tate Modern: para los más creativos
Una antigua central eléctrica a orilla del Támesis alberga, desde el año 2000, la sede del Museo Nacional Británico de Arte Moderno de Londres, conocido como Tate Modern. Este es una de las mayores atracciones de la ciudad, con una de las colecciones de arte contemporáneo más completas del mundo. Aquí podrás ver obras de Picasso, Dalí, Mark Rothko o Andy Warhol. Además, su excelente oferta de exposiciones temporales te permitirá ponerte al día de cuáles son los artistas punteros del momento.
4. The Wallace Collection: un oasis en medio de la ciudad
Si tuviéramos que elegir una palabra que definiera The Wallace Collection posiblemente seríaoasis. Esta antigua residencia familiar se encuentra en el centro de Londres, a cuatro pasos de Oxford Street y el centro comercial Selfridges. La mansión mantiene parte de su decoración original y alberga la colección de arte, armas y objetos que la familia Wallace legó al estado británico en 1897. Obras de Rembrandt, Velázquez, Tiziano, Canaletto o Fragonard se alternan con las suntuosas lámparas, jarrones y chimeneas de este lugar imperdible. Además, el museo es muy tranquilo, gratuito y no muy grande, por lo que es perfecto para aquellos que quieran evitar las aglomeraciones o no sean muy amigos de las pateadas artísticas. Y no olvides tomar un afternoon tea en el elegante patio cubierto del museo antes de irte.
5. Tate Britain: estilo inglés
Inaugurado en 1897, este museo alberga una importante colección de arte británico histórico y contemporáneo. La parte más importante de la exposición la forma la sección dedicada a William Turner, uno de los principales pintores de la historia inglesa y cuya vida recordarás por la multipremiada película Mr. Turner que protagonizó en 2014 Timothy Spall. Hay un barco que conecta la Tate Britain con la Tate Modern, por lo que no tienes excusa para visitar las dos galerías y darte un paseíto por el Támesis.
6. Victoria and Albert Museum: arte al servicio del imperio
Con una superficie de 45.000 metros cuadrados, el Victoria and Albert Museum es uno de los centros de arte más espectaculares de la ciudad. Ubicado en la exclusiva zona de South Kensington, su colección de artes decorativas es realmente sorprendente. Aquí hay desde marfiles a textiles orientales, orfebrería, cerámica y vidrio o fragmentos de edificios. Además, la arquitectura del lugar es muy majestuosa, con grandes galerías y patios con réplicas a tamaño real de la Columna de Trajano o el pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Increíble.
7. Charles Dickens House: casa literaria
Oliver Twist o David Copperfield son dos de las novelas más famosas de todos los tiempos y su autor, Charles Dickens, uno de los grandes genios de la literatura inglesa. Nacido en Portsmouth, Dickens pasó la mayor parte de su vida en Londres y habitó distintas casas, aunque es la del 48 de Doughty Street, en el céntrico barrio de Holborn, la que acoge el museo dedicado a su figura. Aquí vivió el autor con su familia entre 1837 y 1839, un periodo no demasiado largo pero en el que salieron algunos de sus títulos más célebres. Adentrarse en esta casa georgiana es un viaje en el tiempo que seguro que disfrutarás, pues las estancias están como en la época del escritor. Completa el museo un fondo con objetos personales y escritos del propio Dickens.
8. Händel/Hendrix House: la casa del barroco…y también del rock
¿Qué tienen en común el guitarrista Jimmy Hendrix y el compositor Georg Friedrich Händel? Pues que ambos vivieron en el mismo lugar. Eso sí, con 200 años de diferencia. Para ser más exactos, Händel residió en el 25 de Brook Street, mientras que Hendrix lo hizo en el número 23. Dos casas colindantes que hoy se visitan conjuntamente. Händel habitó ahí desde 1723 hasta su muerte en 1759. Se han reconstruido cuatro estancias como el dormitorio y el comedor, y hay partituras y objetos del compositor. Además, con un poco de suerte, podrás disfrutar de alguno de los conciertos que se organizan en el lugar. Por su parte, el apartamento de Hendrix, donde vivió entre 1968 y 1969, acoge una muestra que reivindica el importante papel e influencias del músico en el Londres de 1960.
9. The Queen’s Gallery: en casa de la reina Isabel
Por todos es conocido el espíritu monárquico de los ingleses, por lo que no queremos que te vayas de Londres sin sentir el espíritu de adoración a la reina Isabel II. Y para conocer a alguien de cerca, lo mejor es entrar en su casa. The Queen’s Gallery se encuentra en un extremo del palacio de Buckingham, residencia de la soberana en Londres, y acoge exposiciones temporales con fondos de la Colección real. Si vas a la ciudad en verano, ten en cuenta el calendario de visitas del palacio, que abre sus puertas durante unas semanas y es toda una experiencia.
10. Saatchi Gallery: para los que están a la última
Rompedora y vanguardista, así es la Saatchi Gallery, una de las salas de exposiciones más punteras de Europa. Inaugurada a principios de los años ochenta para exhibir la colección artística del publicista y coleccionista de arte Charles Saatchi, fue donada por el empresario al gobierno británico en 2010. Es uno de los museos más visitados del mundo y el lugar idóneo para conocer artistas y movimientos. Aquí, hasta el menos aficionado al arte se quedará sorprendido. Además, se encuentra en pleno corazón del barrio de Chelsea, lugar frecuentado por la élite londinense y en el que te sentirás como una celebrity.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
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