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Róterdam, el mejor exponente de la arquitectura contemporánea

Situada al oeste de los Países Bajos, en el tramo final del río Mosa, sorprende la modernidad que transmite Róterdam, muy alejada de la imagen que tenemos de las ciudades europeas. No esperes encontrar el típico centro histórico,  con sus calles desordenadas, y sus características casas cargadas de historias del pasado. La organización de las calles y sus elevados edificios son más propios del Manhattan neoyorkino que de otras ciudades holandesas como Ámsterdam o Utrecht.

El bombardeo y la ocupación nazi

La causa de esta peculiaridad, por llamarlo de algún modo, tiene su origen durante la Segunda Guerra Mundial. El 14 de mayo de 1940 los alemanes, en un intento desesperado por invadir Róterdam, la bombardearon hasta tal punto que apenas quedó edificio alguno en pie en el centro de la ciudad. Este ataque no sólo dejó tras de sí viviendas derrumbadas (más de 24.000), sino que también se llevó por delante numerosas vidas humanas (unas 800 personas).

El resurgir de las cenizas

Tras la liberación nazi, y a diferencia de otras ciudades europeas que intentaron en la medida de lo posible reconstruir sus centros históricos, Róterdam optó por empezar de cero. Para ello no dudaron en apostar por las nuevas corrientes de los últimos años, presentes en cada uno de los rincones de la ciudad. Y he aquí el principal interés de Róterdam, una multitud de discursos arquitectónicos contemporáneos conviviendo en armonía.

Lo más destacado

Como es mucho lo que Róterdam da de sí a nivel arquitectónico, y no siempre se viaja con tiempo suficiente, aquí tenéis una selección de lo más relevante:

El puente Erasmo de Róterdam o Erasmusbrug, que une la zona norte y sur de la ciudad, es obra de Ben Van Berkel. Inaugurado en 1996, su imponente estructura sobre el río Mosa es ya todo un símbolo.

Justo al lado del puente de Erasmo se encuentran localizados dos edificios emblemáticos que difícilmente pasan desapercibidos. Por un lado está el KPN Telecom Building, obra de Renzo Piano, que cuenta con una fachada ligeramente inclinada hacia la ciudad, cubierta de luces verdes que generan diferentes figuras o mensajes. Por otro lado está 'De Rotterdam', un conjunto de enormes dimensiones formado por tres torres interconectadas, inaugurado en el 2013, obra de Rem Koolhaas.

De tamaño mucho más pequeño son las casas Cubo (Kubuswoning) del arquitecto Piet Blom, otro de los iconos de Róterdam.  La original estructura de estas casas es resultado de girar 45 grados un cubo y emplazarlo sobre pilares con forma hexagonal. El conjunto, compuesto por 32 cubos, tiene una extraña apariencia de bosque. Para los que sientan curiosidad por ver cómo es el interior, una de las casas se puede visitar por dentro.

El  centro cultural Kunsthal, diseñado por Rem Koolhaas, merece ser visitado tanto por el continente como por el contenido que alberga en su interior. En sus 3.300 m2 de superficie puede albergar cinco exposiciones a la vez. Sin colección propia ni permanente, es exponente de las últimas tendencias en arte contemporáneo.

El exterior de la Biblioteca Pública, con sus inmensas tuberías pintadas en intensos colores, inevitablemente nos recuerdan al Museo Pompidou de Paris, que es en el que se inspiró el estudio Van den Broek a la hora de diseñar este edificio. Inaugurada en 1983, es la biblioteca más grande de Holanda. Una curiosidad, en su interior cuenta con un tablero gigante de ajedrez.

El deslumbrante color rojo que cubre la  espectacular estructura del Teatro Luxor es lo primero que nos llama la atención al verlo. Inaugurado en el 2001, es obra del arquitecto australiano Peter Wilson. Existen visitas guiadas a su interior, y para los que prefiráis ir por vuestra cuenta, no olvidéis subir a la azotea y disfrutar de las vistas.

La estación central (Centraal Station), tiene como principal exponente la cubierta del acceso principal, cuya  estructura en forma de boomerang es de acero inoxidable y revestimiento de madera de cedro. Tres equipos de arquitectos, Benthem Crouwel Architects, MVSA Meyer en Van Schooten Architecten y West 8, se han hecho cargo del reciente proyecto de remodelación y ampliación.

No te pierdas uno de los mejores escaparates de la arquitectura contemporánea en Europa, márcate un Vueling aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Fotos de bertknot, Franklin Heijnen, Luke Price, Tim van Vliet, Rory Hyde

 

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Bayona una ciudad con sabor a chocolate y a jamón

Bayona, la capital del País Vasco francés, es una de las ciudades más sorprendentes de la nueva región francesa de Aquitania-Lemosín-Poitou-Charentes. Vasca desde los pies a la cabeza, merece la pena pasear por las calles de esta localidad situada en la confluencia de losríos Nive y Adur y descubrir sus edificios que resaltan por sus coloridas fachadas y tradicionales entramados de madera. Tal es la influencia vascuence (Bayona pertenecía al territorio histórico de Labort, Lapurdi en euskera) que uno de los lugares más visitados de esta ciudad es el Museo Vasco, que aúna una de las colecciones etnográficas más importantes del sur de Francia. Esta cultura está presente en algunos de sus negocios (son muy típicas las tiendas de tejidos vascos), en algunos deportes como la pelota vasca, muy popular entre los bayoneses, y en el idioma, ya que en Bayona coexisten el euskera y el francés.

Bayona, en el departamento de los Pirineos Atlánticos, ha vivido eclipsada, injustamente por cierto, por la alcurnia y los baños de su vecina Biarritz, situada a menos de diez kilómetros de distancia. Tres son los barrios que forman el centro histórico de esta localidad de Aquitania: Grand Bayonne, Petit Bayonne y Saint-Esprit. En el primero de ellos destaca la Catedral de Santa María, con su maravilloso claustro del siglo XIII; el Château-Vieux (castillo viejo) construido en el siglo XII por los vizcondes de Lapurdi; o la Puerta de España por donde pasaba la antigua carretera que cruzaba la frontera. En el Grand Bayonne se pueden distinguir las tres murallas que envolvieron la ciudad a lo largo de los siglos: una primera de origen romano, una segunda de la época del rey Francisco I (principios del siglo XVI) y la última proyectada por Sébastien Le Prestre, más conocido como Vauban, en la segunda mitad del siglo XVII.

Por su parte, el Petit Bayonne es un barrio recoleto presidido por el Château-Neuf (castillo nuevo) construido en el siglo XV por Carlos IV. En esta zona se encuentra el anteriormente mencionado Museo Vasco, a orillas del río Nive, ubicado en la Maison Dagourette, un palacio del siglo XVI. Inaugurado en 1922, en él se guarda un verdadero tesoro etnográfico en el que se pueden ver desde tumbas típicas hasta casas, pasando por mobiliario del hogar o artesanía. Por último, al otro lado del río está el barrio de Saint-Esprit, con la ciudadela y la estación de tren como monumentos más insignes. Fue la zona en la que vivieron los judíos que emigraron desde España y Portugal cuando huían de la Inquisición.

Gastronomía de Bayona

El mercado de Bayona es un lugar excelente para probar los productos más típicos de la ciudad como el sabroso pastel vasco (gâteau Basque en francés), el jamón (curado, acompañado con pimientos de la cercana localidad de Espelette) y el chocolate, que trajeron los judíos que se instalaron en Bayona tras su salida de la Península Ibérica. Aparte del mercado, una de las calles preferidas por los amantes del derivado del cacao es la Rue Port Neuf en la que hay varios talleres artesanales como L’Atelier du Chocolat, donde hacen un riquísimo chocolate picante, y Chocolats Cazenave, una casa que lleva funcionando un siglo y medio y en el que sus especialidades son el chocolate al agua o el emulsionado.

Mini guía de Bayona

Puedes dormir en…

El Hôtel & Restaurant Des Basses Pyrénées, un establecimiento céntrico situado a escasos minutos de la catedral y de la Puerta de España.

Para comer no te pierdas…

La Karafe (25, Quai Jaureguiberry), con pinchos y embutidos típicos de la localidad.

Brasserie du Trinquet (4, Rue du Jeu de Paume), situado al lado de un trinquete donde cada jueves se juega a la pelota vasca.

Puedes comprar en…

Tissage de Luz (3, rue Port de Castets) donde veden manteles, bolsas o ropa de cama con el típico estampado vasco y otras versiones más modernas con colores vivos.

El aeropuerto de San Sebastián se encuentra a unos 40 kilómetros de distancia de Bayona. ¡Reserva tu Vueling aquí y anímate a conocerla!


Texto de Tus Destinos

Imágenes de B. BLOCH - CRTA y tuvemafoto-OT Bayonne 

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Ruta por la Sevilla de Don Juan Tenorio

Hay una noche al año que inevitablemente va asociada a las brujas, las historias de terror, las calabazas, las hogueras y los disfraces, y esa es la del 31 de octubre, víspera de la festividad de Todos los Santos. En España, entre las múltiples tradiciones que existen está la de la representación de la obra de teatro Don Juan Tenorio, del poeta José Zorrilla. Es un ritual que se viene realizando casi desde el estreno de la obra, allá por 1844.  Aunque a primera vista pueda parecer algo extraño que un drama romántico tenga cabida en una noche más propia de la familia Monster, hay una explicación para ello: gran parte del segundo acto de la obra transcurre en un cementerio, y un gran número de sus protagonistas son muertos que cobran vida para interactuar con nuestro protagonista. Escalofriante, ¿no?

La Sevilla de Don Juan Tenorio

Resuelto este primer misterio, surge una segunda cuestión, ¿qué vínculo tiene uno de los Juanes más populares de la literatura con la ciudad de Sevilla? Para empezar, fue precisamente en esta ciudad donde José Zorrilla escribió esta obra, y es en este mismo espacio en el que está ambientada. Bueno, en realidad Zorrilla se inspiró en El burlador de Sevilla y convidado de piedra, escrito por Tirso de Molina en 1630, y que daría origen al mito de Don Juan, que acabaría seduciendo a artistas como Molière, Mozart, Lord Byron y Espronceda, entre otros.

Un forma diferente y divertida de visitar Sevilla es perdiéndose por sus calles en busca de las posibles localizaciones de esta obra teatral y de los espacios en los que se la ha homenajeado. A continuación os detallamos algunos de ellos:

La Hostería el Laurel (Plaza Venerables 5), está ubicada en pleno barrio de Santa Cruz, uno de los más populares de la ciudad. Esta antigua “casa de gulas” fue donde se hospedó José Zorrilla mientras escribía Don Juan Tenorio. Aquí nació este clásico de la literatura, que además sirvió de inspiración para alguna de sus escenas. Pese al paso del tiempo, merece la pena adentrarse en su interior que aún conserva parte de la esencia del pasado.

A unos escasos metros de la Hostería el Laurel se encuentra la plaza de la Alianza, donde estaría localizada la casa de doña Ana de Pantoja, futura esposa de don Luis Mejía, personaje con el que compite don Juan Tenorio a la hora de hacer fechorías. Precisamente en la escena que se desarrolla en esta plaza, don Juan intenta arrebatarle su amada a don Luis.

Más difícil de localizar es el convento donde estaba internada doña Inés, uno de los personajes clave de este drama romántico. La orden a la que pertenecía el convento era la de los Calatrava, de ahí que en los hábitos que ella luce haya la característica  cruz de Calatrava estampada en rojo. En la calle de Calatrava, rebautizada con este nombre en honor a la obra, hubo un convento del que con la desamortización y posterior demolición, apenas se conserva una capilla que fue transformada en almacén. Más fácil de encontrar es la plaza de Santa Marta, donde todo el mundo está de acuerdo en que es el espacio en el que doña Inés fue raptada por nuestro galán.

Sin irnos del bello barrio de Santa Cruz llegamos a laplaza de Doña Elviraen la que estaría emplazada la casa de don Gonzalo de Ulloa, padre de doña Inés, firme opositor a la relación de ésta con don Juan.

En cuanto a la localización de la casa de don Juan Tenorio, por un lado está la literaria, que la sitúa a orillas del río Guadalquivir, por donde acaba huyendo, sin especificar dónde está exactamente, y la real. Sí, habéis leído bien, la familia Tenorio existió en realidad, y la tradición los ubica en el convento de San Leandro, situado en la plaza del mismo nombre.

La escena del duelo final, en la que el capitán Centella da muerte a don Juan Tenorio, tiene lugar en la calle Génova, actualmente rebautizada como avenida de la Constitución.

Cerrando este recorrido en homenaje a este clásico literario está la plaza de los Refinadores donde se erigió en 1975 una estatua dedicada a Don Juan Tenorio, obra del escultor Nicomedes Díaz Piquero.

Por cierto, si viajáis a Sevilla los fines de semana del 31 de octubre al 15 de noviembre os recomendamos acercaros al cementerio de San Fernando donde Engranajes Culturales llevará a cabo una visita teatralizada y la representación del tercer acto de Don Juan Tenorio.

¿Listo para sentirte como un "don Juan" por Sevilla? Busca tu Vueling aquí.


Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Víctor Fernández Salinas, Consuelo Ternero, Sandra Vallaure

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Jaffa el puerto más antiguo del mundo

Jaffa o Yafo, como también se le conoce, es uno de los puertos más antiguos del mundo. Según la Biblia, fue fundado por el hijo de Noé, Jafet, tras el diluvio universal y también fue de aquí de donde zarpó Jonás en el viaje que lo llevaría a ser engullido por una ballena. Mitos, leyendas o historias diluidas por el paso del tiempo, lo cierto es que Jaffa es uno de los lugares con mayor encanto de la costa de Israel. Sus calles estrechas, los puestos de artesanía o las vistas sobre Tel Aviv, hacen de este un lugar mágico en el que perderse y dejarse llevar.

Historia, artistas y mercadillos

Las distintas excavaciones en la zona han sacado a la luz restos que se remontan al 2.000 a.C., lo que convierte a Jaffa en uno de los puertos en activo más antiguos que se conocen.

Tras años de esplendor y una época de especial florecimiento durante el dominio otomano, Jaffa entró decadencia a causa del crecimiento de la vecina Tel Aviv, que la absorbió en 1948. Sin embargo, hoy es uno de los barrios más apasionantes de la ciudad.

La entrada a Jaffa la marca la Torre del Reloj, construida en 1901 para celebrar el 25º aniversario del entonces sultán turco. De aquí salen varias callejuelas que conforman el mercadillo. En Jaffa puedes encontrar desde souvenirs hasta artesanía u objetos de segunda mano. No te pierdas el mercado de pulgas que se celebra cada domingo por la mañana entre la calle Yefet y el Boulevard Jerusalem. Ahí hallarás desde viejas baratijas hasta joyas del diseñomidcentury, como muebles o vajillas. Pero si no tienes previsto pasar por el barrio en domingo, verás que, igualmente, todas las callejuelas conforman un gran bazar en el que seguro que podrás encontrar alguna alhaja de recuerdo los siete días de la semana.

Además, en las calles que rodean el mercado, hay restaurantes de estética vintage muy monos que tienen terraza y en los que podrás picar un humus o una ensalada por unos pocos shekels.

Sede de artistas

Aunque los precios ya no son lo que eran, Jaffa sigue siendo uno de los lugares favoritos de los artistas locales. En la parte norte del distrito encontramos el llamado Barrio de los Artistas, que es una compacta zona de antiguas casas árabes y estrechos callejones que se han convertido en galerías, estudios y galerías de artistas y artesanos. Una de las más destacadas es la Casa Museo de Ilana Goor, un edificio del siglo XVIII que pertenece a esta artista judía. Ahí podréis ver una amplísima colección de arte étnico, pero también obras de autores consagrados, como Henry Moore, Diego Giacometti o Josef Albers. Además, con un poco de suerte, os encontraréis con la propia Ilana paseando por el museo con su perro.

El otro gran Museo de Jaffa es el Arqueológico que, en un precioso edificio también del siglo XVIII, alberga piezas encontradas en las excavaciones realizadas en la zona.

Un mix de religiones

A unos pasos del Museo Ilana Goor se encuentra la conocida como Casa de Simón el Curtidor donde, según el libro de los Hechos de los Apóstoles, se alojó San Pedro. Y muy cerca se levanta la pequeña iglesia de San Miguel, un templo ortodoxo griego que data del siglo XIX. Israel es un país en el que varias religiones conviven en un mismo espacio, por lo que no debemos sorprendernos al ver mezquitas, sinagogas e iglesias en una misma calle. De hecho, en el centro de Jaffa, la plaza Kedumim, bajo la cual se halla el centro de visitantes con muestras de época romana, está el monasterio de San Pedro, un edificio católico romano. Justo detrás, frente al mar, se alza el monasterio de San Nicolás, de 1667, que acoge a la comunidad armenia de la zona. También en el barrio hay sinagogas y un par de mezquitas importantes, como la mezquita del Mar, en la que dan culto los pescadores, y la Mahmoudiya, de 1812, que utiliza la comunidad musulmana local.

Pide un deseo

Pero hay dos cosas que no puedes dejar de hacer cuando visites Jaffa. La primera, pasear por el Gan ha-Pisga, un jardín que se halla en lo alto del antiguo montículo de Jaffa y que tiene unas vistas extraordinarias sobre la costa de Tel Aviv.

Y, por último, cruzar el puente de los Deseos y pedir el tuyo. Eso sí, tienes que tocar la estatua de bronce de tu signo del zodiaco mientras miras hacia el mar. Seguro que se cumple.

Coge tu Vueling a Tel Aviv y atrévete a conocer el que es el puerto más antiguo del mundo.

 

Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Aleix Palau, amira_a

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