Caminos con magia
Los paisajes de estas tierras son variados y nos ofrecen lo mejor del Cantábrico, con sus turbadoras líneas de costa, pero también la naturaleza del interior en estado puro. Hoy nos vamos a centrar en dos vías por las que atravesar la provincia, en las que descubriremos su extraordinario legado histórico y cultural (cuenta con un gran número de iglesias románicas de gran valor). Ambos han sido declarados por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.
El Camino Santiago del Norte
Conocido también como Camino de la Costa, con 936 kilómetros de recorrido total, sirvió como eje vertebrador del norte de la Península durante la Edad Media. El camino costero coincide básicamente con actuales trazados de carreteras, desde el extremo oriental de la región hasta el occidental.
Desde el descubrimiento de forma milagrosa, en el 813 del sepulcro de Santiago, comenzaron las peregrinaciones a Santiago de Compostela situada en el extremo occidental del mundo conocido. Poco a poco, este centro de peregrinación irá adquiriendo más importancia, en competencia únicamente con Roma, Jerusalén y Liébana. Los peregrinos utilizaban los caminos antiguos que se dirigían hacia Occidente, generalmente calzadas romanas todavía en uso. Además del camino principal, que discurría por el Norte de la Meseta, había otros caminos alternativos, entre los que destacaba el costero, parte de cuyo trazado discurría por las comarcas costeras de Cantabria, atravesando los principales núcleos de población de la costa, como Castro Urdiales, Comillas, Laredo, Santander, Santillana del Mar y San Vicente de la Barquera, todas ellas con importantes edificios religiosos medievales, tanto románicos como góticos.
Lo más recomendado es realizarla en nueve etapas:
Etapa 1. El Haya de Ontón – Castro Urdiales (21 kms.)
Esta es la primera etapa del Camino del Norte por Cantabria. Esta etapa pasa por: Baltezana, Otañes, Santullán y Sámano. Se trata de una ruta cómoda, con todos los servicios de restauración, fuentes, áreas de descanso y sin grandes desniveles.
Etapa 2. Castro Urdiales – Guriezo (12,9 kms.)
Es una etapa corta. Merece la pena dedicar un tiempo a visitar la iglesia gótica de Santa María, sobretodo destaca su interior. Pasaremos por las localidades de Allendelagua, Cérdigo, Islares y Nocina. Destacan los tres últimos kilómetros gracias a unas preciosas vistas del mar Cantábrico.
Etapa 3. Guriezo – Laredo (23,1 kms.)
Pasamos por Rioseco, Tresagua, Lugarejos, Iseca Nueva, Sopeña, y de camino a Laredo por Iseca Vieja, Las Cárcobas y Valverde. Lo más destacable de la etapa es el paseo por el monte antes de divisar el valle de Liendo, la maravillosa estampa en torno a la playa de San Julian entre Liendo y Laredo y, esta última, con sus piedras recuerdo de la historia medieval y moderna de la Villa.
Etapa 4. Laredo – Güemes (36 kms.)
Las localidades por las que pasamos son Santoña, Argoños, Helgueras, Noja, Soano, Isla, Bareyoy Güemes. En Laredo, destaca el edificio del ayuntamiento del siglo XVI. Luego continuamos dando un paseo por las playas de la Salvé de más de 4 km, y más tarde la de Berria. Al llegar a Bareyo, no hay que perderse su iglesia, joya del arte románico en Cantabria.
Etapa 5. Güemes – Santander (18 kms.)
Etapa corta que nos da la posibilidad de conocer más a fondo la capital de Cantabria. Localidades de esta etapa son: Galizano, Somo, Pedreña y Santander. En la capital os recomendamos el centro histórico y el Paseo de Reina Victoria. Caminamos por los Jardines de Pereda y desde detrás del edificio de correos llegamos a la Catedral, bajo ella la Iglesia del Cristo donde obtenemos las credenciales, tanto del Camino de Santiago como del Camino Lebaniego.
Etapa 6. Santander – Santillana del Mar (40 kms.)
Peñacastillo, Santa Cruz de Bezana, Puente Arce, Requejada , Barreda y Queveda son los núcleos urbanos por los que pasaremos. Desde el punto de vista cultural, lo más destacable, el puente del XVI de Arce y Santillana del Mar un museo medieval en sí mismo.
Etapa 7. Santillana del Mar – Comillas (24,6 kms.)
Esta es una etapa bellísima que al igual que la anterior se puede dividir en dos. Una parte hasta Cóbreces y otra hasta Comillas. La razón es por la importancia de ambos Conjuntos Históricos. Y no os perdáis la villa de los Marqueses de Comillas con importante presencia del modernismo catalán.
Etapa 8. Comillas – San Vicente de la Barquera (12,5 kms.)
Lo más destacable, sin duda, son las dos Villas y el paisaje junto al mar Cantábrico, que las une. Rubárcena, La Rabia, Guerra, Rupuente y La Braña es la ruta a seguir en esta etapa. Ten la cámara de fotos o el móvil a mano porque pasaremos por el Parque Natural de Oyambre y algunas playas de ensueño.
Etapa 9. San Vicente de la Barquera – Unquera (16,4 kms.)
Se mire hacia donde se mire, hacia delante o hacia atrás, lo que nos rodea es espectacular. Hacia atrás la Villa de San Vicente y hacia delante los impresionantes Picos de Europa. En esta etapa pasamos por La Acebosa, Hortigal, Estrada, Serdio y Pesués. Por cierto, desde San Vicente de la Barquera hasta Unquera, nos podemos desviar en Muñorrodero si queremos, para hacer el Camino Lebaniego.
El Camino Lebaniego
Sin duda es uno de los caminos santos más importantes y hermosos. De hecho en 2017 será el año santo en Liébana. El Camino Lebaniego discurre entre San Vicente de la Barquera y el Monasterio de Santo Toribio, atravesando además los municipios de Val de San Vicente, Herrerías, Lamasón, Peñarrubia, Cillorigo, Potes y Camaleño. Por aquí se pasa por parajes naturales de gran belleza jalonados de ejemplos capitales del patrimonio arquitectónico de Cantabria. Permite igualmente unir los Caminos Norte (o de la Costa) y Francés del Camino de Santiago a partir de las rutas leonesa y palentina que recuerdan los lazos históricos de la diócesis de Liébana con los reinos de León y Castilla. Son muchos los peregrinos que dirigen sus pasos hacia Santo Toribio, enlazando después los dos caminos de Santiago con el fin de ganar ambos jubileos. Se aconseja hacerlo en tres etapas:
1ª Etapa) San Vicente - Cades (28 km):
San Vicente de la Barquera es una de las localidades más turísticas e importantes de Cantabria y tiene, aunque fuera del camino, otros puntos de interés como el Castillo del Rey del s. XIII, El Convento de San Luis del s. XV donde se hospedó Carlos V en 1517 para ser coronado rey; el Puente de la Maza y el Santuario de la Barquera, ambos también del siglo XV. De allí partimos hacia Serdio, y luego la pista de montaña que conduce a Muñorrodero. La senda finaliza en Camijanes. Luego pasamos por Cabanzón donde destaca su Torre Medieval, y finalizamos en Cades.
2ª Etapa) Cades - Cabañes (30.53 km):
Una vez hemos salido de Cades nos dirigimos hacia La Fuente. Allí podremos admirar La Iglesia de Santa Juliana, una de las joyas del arte Románico en Cantabria, declarada Bien de Interés Cultural. Llegaremos a Cicera, y de allí nos iremos a Lebeña donde discurrimos por un bosque de robles, hayas con ejemplares milenarios y, en temporada, setas de todo tipo. Finalmente llegaremos a Cabañes, tras salvar, eso sí, un último desnivel.
3ª Etapa) Cabañes – Santo Toribio (13.7 km):
La primera parada es en Pendes, donde sería imperdonable si no pruebas el típico quesuco de Liébana. De allí seguimos el camino que conduce a Tama. Luego seguimos hasta Potes. Allí se puede ver la impresionante Torre del Infantado, el edificio más simbólico de la villa, y uno de los más destacados de Cantabria, formando una preciosa estampa con los Picos de Europa de fondo. Finalmente llegamos al Monasterio de Santo Toribio, para por fin venerar el Lignun Crucis. El monasterio es del s. XIII y s. XVIII, de estilo gótico clásico y barroco. Éste alberga la puerta del perdón, del s. XV, y que el Vaticano abre cada año Santo Lebaniego, es decir, cada año que el 16 de abril coincide con Domingo, día del aniversario del monje Santo Toribio, personaje histórico y conocido por traer El Lignum Crucis a Liébana, reliquia que es considera el resto más grande de la Cruz de Cristo.
Toda la información sobre el Camino la podéis encontrar aquí. Además de la información, noticias y rutas, veréis un enlace a un mapa del camino.
Ruta milenaria pero también moderna
El Camino Lebaniego es la primera ruta de peregrinación que contará con conexión a internet por wi-fi, gracias al proyecto llamado "Camino Lebaniego en Red". La conexión se realizará gracias a un sistema de balizas que ofrecerán conectividad durante todo su recorrido y una tecnología mediante la que los viajeros podrán interactuar, acceder a todo tipo de información y compartir su experiencia con otros caminantes. Además, ofrece sus contenidos adaptados a las personas con discapacidad, con el objetivo de facilitar una experiencia completa a lo largo de sus 72 kilómetros para todas las personas que deseen vivirla. Más información aquí.
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Texto e imágenes de Turismo de Cantabria
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Barcelona es vintage
El que aterrice por primera vez en Barcelona sabe que tiene una cita obligada con el diseño. La Ciudad Condal se caracteriza desde hace décadas por su apertura hacia las nuevas tendencias y por su vínculo con la modernidad. Y es precisamente ese amor por lo moderno el que ha hecho que, a lo largo y ancho de la capital catalana, florezcan decenas de tiendas especializadas en objetos y mobiliarios vintage.
De un aparador escandinavo de teca a mesas de cocina de fórmica, lámparas de todo tipo, sillas de jardín francesas u objetos y muebles de autor desconocido, estas tiendas esconden verdaderos tesoros que no puedes perderte en tu visita en Barcelona.
Seguro que en Gracia lo encontrarás
Una de las zonas en las que hay una mayor concentración de tiendas de muebles retro es en el animado barrio de Gracia. Entre comercios de toda la vida, cines de barrio y talleres de artistas y diseñadores, el distrito se ha convertido en uno de los centros de ocio de los barceloneses. Con sus plazas pintorescas y sus calles estrechas, Gracia derrocha encanto por los cuatro costados y es uno de los mejores sitios para respirar la auténtica vida de la ciudad. Aquí hace más de una década abrió las puertas Alzira (C/ Verdi, 42). Mónica, su propietaria, restaura personalmente los muebles y se ha convertido en todo un referente en la zona con una selección que abarca desde carritos industriales a mesas de comedor con patas bambi, lámparas psicodélicas o vajillas francesas. No os perdáis tampoco su colección de broches de entre los años 20 y 70. A pocos pasos de Alzira, cerca de la famosa Plaza del Diamante encontraréis La Mueblerí (C/ Topazi, 17), un templo desde el que Aurora y su hijo traen piezas de distintos países para mezclarlas con muebles de tradición española. En este antiguo taller reconvertido en tienda nunca faltan mapas escolares vintage, espejos sol, sillas de todo tipo, vitrinas de médico de los años 50 y muebles midcentury. Además, desde su tienda online puedes adquirir muchos de sus productos y también ofrecen servicio de restauración. Coco, su perro jack russell, estará encantado de que vayáis a hacerle una visita.
Y, antes de dejar Gracia, no os podéis perder Topitos Furniture (C/ Torrent de l’olla, 30), un espacio que en pocos metros abarca una de las mejores selecciones de lámparas de la ciudad. David es un enamorado de la iluminación y entre sus tesoros no faltan diseños de Lumica, lámparas seta de colores de los 60, opalinas de los años 40 y lámparas de Manises. Además, sobre sus mesas de jardín y muebles encontrarás una cuidada selección de animales de bronce y cerámica, vajillas y vasos de colores y todo tipo de objetos decorativos.
De tiendas vintage por el Raval y el Born
Y de un barrio con sabor a otro. El Born es una de las zonas con más marcha de Barcelona. Sorteando restaurantes, terrazas bulliciosas, edificios históricos y turistas, encontramos Gidlööf (Passatge Mercantil, 1), parada obligada para los amantes de lo escandinavo. Aquí la diseñadora textil sueca Sofia Gidlööf y el arquitecto barcelonés Guim Costa han creado un espacio en el que venden mobiliario y elementos del siglo XX que traen del norte de Europa y que mezclan con sus propios diseños.
Sin salir del centro de la ciudad, en un encantador pasaje cercano a La Rambla, se esconde El Changuito (Passatge de la Pau, 13), especializado en mobiliario de jardín retro, arte, espejos vintage e iluminación. Un local amplio y con piezas muy bien seleccionadas en el que os podréis perder durante un buen rato. Y desde El Changuito podéis adentraros hasta El Raval, uno de los barrios más variopintos de Barcelona, dando un breve paseo. Allí es donde se ubica Fusta'm (C/ Joaquim Costa, 62). La preciosa tienda de Lidia y Oriol mezcla objetos y muebles originales con remakes vintage. Además, Oriol, que es carpintero, realiza unos muebles a medida chulísimos.
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Texto e imágenes de Aleix Palau para ISABELYLUIS Comunicación
+ infoBelgrado en tres rutas
Hablar sobre Belgrado es hacerlo sobre una ciudad maltratada por la historia. Por ella han pasado pueblos, culturas y religiones con más poder de destrucción que de dejar una huella histórica perenne. Quizás por ello me sorprende que los belgradenses hayan querido conservar los restos de las antiguas civilizaciones que pasaron por esta ciudad y que a su vez acabaron con ella.
La Belgrado de Singidunum
Una tribu celta construyó en el siglo III a.C., en el lugar donde se encuentra hoy la Fortaleza de Kalemegdan; Singidun (nombre que significa fortaleza redonda). El ejército romano que vendría después romanizaría el nombre y lo convertiría en Singidunum, hasta el año 878 cuando pasaría a llamarse Beograd.
Los restos del bastión que construirían las primeras tribus, así como algunos de época romana, aún puede visitarse en el Parque Kalemegdan donde se encuentra la fortaleza. Partes de un acueducto, cisternas y algunos tramos de muralla conviven con una curiosa mezcla de edificios de diferentes épocas, de las que os hablaré también hoy aquí como la otomana y la austrohúngara.
En Serbia nacieron 18 emperadores romanos, así que esa herencia romana aún persiste en parte del territorio como en la antigua Viminacium actual Kostolac o en Félix Romuliana, situada cerca de la ciudad de Gamzigrad y declarada en el año 2007, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En Belgrado existen dos museos imprescindibles si se quiere profundizar en su herencia romana, son: el Museo Municipal de Belgrado y el Museo Nacional de Serbia.
La Belgrado otomana
La pátina otomana que recubre la ciudad de Belgrado, puede verse en el pavimento de piedra del siglo XV que recubre Skadarlija; la calle peatonal más famosa del Barrio Bohemio. Aquí la vida comienza con la caída del sol, cuando los múltiples restaurantes, tabernas y cafeterías se llenan de serbios y extranjeros por igual, para probar la cocina que sale de sus fogones. Algunos de esos platos son: Sarma (rollo de carne y verduras envuelto en hoja de vid), Kebab (pincho de carne) o Baklava (los famosos dulces realizados con masa de frutos secos y bañados en miel) y que nos transportan a la Belgrado otomana.
De las 273 mezquitas que existían en la ciudad sólo se ha conservado la de Bajrakli Džamija del año 1575. Después de sufrir el paso del tiempo, destrucciones parciales y atentados, en la actualidad está reconstruida y abierta al culto para la comunidad musulmana de Belgrado.
En la fortaleza del Parque Kalemegdan que hemos mencionado anteriormente, pueden verse varios restos de época otomana, como son: la Torre Sahat con su inconfundible reloj o el Mausoleo Silahdar Damat Alí Pasha perteneciente a un Gran Visir del Imperio Otomano “Conquistador de Morea” (nombre bizantino del Peloponeso) que entre 1713 y 1716 gobernó aquí.
En Belgrado se ubica un museo muy interesante si se quiere profundizar en la herencia otomana de la ciudad. Se trata de la Galeriji Fresaka (Galería de Frescos) que muestra una exposición de más de 1.300 frescos, iconos copiados de monumentos serbios del siglo XI hasta el XV, algunos de estilo bizantino, que en parte han sido destruidos en sus lugares originales o están a punto de desaparecer.
La Belgrado austrohúngara
Quizás toda la herencia del Imperio Austrohúngaro en Belgrado, la época comprendida entre 1867 y 1919, podría resumirse con la palabra Zemun; con la que se conoce un distrito peculiar que no formó parte de Serbia hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial y que conserva una atmósfera especial no reconocible en otro barrio de la ciudad.
Pero toda esa combinación de arte ecléctico que duró entre 1860 y finales de los años 1920, así como la arquitectura historicista de estilo neorrenacentista, también se encuentra en abundancia en la vía peatonal de Kneza Mihaila; la calle comercial y más importante de Belgrado. Con un kilómetro de longitud es la que atesora más mansiones de finales de la década de 1870, así como librerías, tiendas de moda, cafeterías y paradas de venta de recuerdos para tomarle el pulso a la vibrante vida cotidiana de Belgrado.
Otros de los puntos con más vida de Belgrado, además de ser punto de encuentro de belgradeses y extranjeros, es Trg Republike; la Plaza de la República donde se encuentra “El Caballo”. Esta estatua ecuestre obra de 1882 está dedicada a Mihajlo Obrenović III; dicen que el príncipe Miguel fue el responsable del fin de la dominación turca. Justo a sus espaldas se encuentra el mencionado Museo Nacional de Serbia que tiene previsto abrir sus puertas en abril del 2016, después de las obras de reforma que se están llevando a cabo actualmente.
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Texto y fotografías de Ana Isabel Escriche (Planeta Dunia)
+ infoCuando la navidad alemana llegó a Birmingham
Viajar a Birmingham desde mediados de noviembre hasta las fechas previas a las fiestas de Navidad tiene un aliciente extra y sorprendente, sobre todo para los amantes de los mercados navideños. Por esas fechas se celebra el Frankfurt Christmas Market and Craft Market, un mercado al más puro estilo alemán en la segunda ciudad más importante del Reino Unido, después de Londres. Es más, es el mercado de estas características más grande fuera de Alemania, y el mayor del Reino Unido. Ahí es nada.
Mediante unos coquetos puestos de madera se transforma por unas semanas el centro de la ciudad en un pintoresco poblado, cuyo leitmotiv es la Navidad. La emblemática Victoria Square, alma de la ciudad donde se encuentran el Town Hall y la Council House, junto con Chamberlain Square y Centenary Square acogen este magnífico mercado. Como no podía ser menos, no faltan las luces y los ornamentos navideños decorando el lugar.
¿Qué se puede encontrar en este mercado? Por un lado, el visitante hallará todo tipo de adornos navideños y objetos de regalo, la mayoría de ellos hechos a mano, como juguetes de madera, velas, muñecas. Existe una amplia zona del mercado dedicada a los productos artesanales tanto de procedencia local como internacional.
Por otro lado, y siguiendo la línea de los mercado navideños alemanes, se puede complementar la visita probando alguna de las especialidades gastronómicas alemanas o austríacas que allí se ofrecen: salchichas alemanas, pretzels (bollo con forma de lazo), schnitzels (escalopes al estilo vienés), cervezas alemanas como la Weizenbier (cerveza de trigo), el popular vino caliente conocido como Glühwein y chocolate caliente. Además el mercado cuenta con atracciones, ideales para los que vayan con niños, y suele estar amenizado por música tocada en directo por una banda.
Más shopping navideño
Para los que no tengan suficiente con este mercado, y necesiten de una mayor dosis de tiendas donde realizar las compras navideñas, Birmingham es el espacio perfecto para practicar el shopping. A continuación os damos algunas sugerencias:
Bullring. Es el área comercial por excelencia de la ciudad. Va desde New Street a St Martin's Church, espacio en el que te esperan la friolera de 160 tiendas y dos grandes almacenes. No quedaréis impasibles ante el magnifico edificio que alberga los grandes almacenes Selfridges, diseñado por el gabinete arquitectónico Future Systems, y auténtico icono de la ciudad.
Jewellery Quarter (Barrio de las Joyerías). Como bien indica su nombre, este es el barrio donde se encuentran concentrados los negocios relacionados con la joyería. En el se produce el 40% de las joyas del Reino Unido. Localizado en el centro de Birmingham, cuenta con varios siglos de historia en su haber. En él encontrarás alrededor de 100 minoristas donde comprar desde piezas de nueva elaboración hasta joyas vintage a peso.
Great Western Arcade. Galería comercial situada entre Colmore Row y Temple Row, en pleno corazón de la ciudad. Uno de sus principales atractivos es el lugar donde se encuentra ubicada, un elegante espacio victoriano.
Custard Factory. Los amantes de las propuestas más originales y llamativas encontrarán su lugar en este espacio situado en la que era la antigua fábrica de Bird's Custard, localizada en el distrito industrial de Digbeth. En su interior conviven los estudios de creadores y artistas junto con las tiendas y los bares donde tomar un respiro. Te esperan un total de 30 locales con las últimas tendencias en moda, desde ropa vintage, joyería contemporánea, objetos de arte, bicicletas, skateboards y muchas cosas más.
Mailbox. Si lo tuyo son los diseños exclusivos y las marcas de lujo, entonces no debes perderte la visita a este espacio comercial localizado en Commercial Street. Este complejo incluye los estudios de la BBC Birmingham, los grandes almacenes de lujo Harvey Nichols, además de dos hoteles. La parte posterior del edifico, que da a los canales, está repleta de terrazas con bares y restaurantes donde podrás relajarte tras tanta compra.
¿Listo para un buena sesión de shopping navideño en Birmingham? Consulta tu vuelo aquí.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Fotos de Horst Gutmann, Custard Factory, Basti V, Tony Hisgett, Guy Evans
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