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7 paradas dulces si estás en Nápoles

Nápoles “non è solo pizza”, aunque, claro, la margarita es la gran estrella local. Y con razón. Pero, por esta vez, vamos a dar protagonismo a otras especialidades de la capital de la región de Campania que no son para menos. Aquí van algunas paradas obligadas para los locos por la repostería, los helados o el chocolate.

Los bombones de Gay-Odin

Confitería muy frecuentada por los napolitanos desde 1894 –y cuando los autóctonos son tan fieles a un local, siempre es una buena señal- donde encontrar una enorme variedad de chocolate a la piedra o de bombones de todo tipo y de gran calidad, que amenizarán vuestro paseo por las calles del casco antiguo de Nápoles. También tienen helados (probad el de chocolate negro, claro) y galletitas secas. Pero la creación de la casa que nos ha conquistado es el Vesubio, una roca de chocolate negro con la forma del volcán al que debe su nombre. Un souvenir ideal para traer a vuestros familiares choco-adictos.

La heladería más popular: Chalet Ciro

Un poco lejos del centro turístico de Nápoles pero, sin duda, la guinda a un largo paseo por el bonito litoral. En esta popular parada, que se encuentra al final de la Riviera di Chiaia, podréis disfrutar de uno de estos deliciosos y cremosos helados italianos que se sirven en un cucurucho, una tarrina o en un enorme brioche, especialidad local. Bomba calórica, sí, pero también bomba de placer. El bollo se impregna de la cremosidad y de los sabores del helado. Aquí se suelen dar cita, tanto de día como de noche, los napolitanos para disfrutar de sus más de 30 sabores de helados. También tienen pasteles y café.

Caldo-freddo en el Bar Mastracchio

Quizás la propuesta más sorprendente de todas, ya que este local sin pretensiones vale infinitamente la pena por… su café. Pero no estamos hablando de un café normal, sino de un caldo-freddo, entiéndase un café espresso al que añaden un poco de crema de vainilla helada y un hilito de chocolate deshecho y caliente. Sobre todo, no hay que remover, sino beberlo de golpe para que en la boca se mezclen frío con caliente, líquido con untuosidad, y los sabores de café, del chocolate y de la vainilla. Os quedaréis flipando y lo único en lo que pensaréis es en pedir otro. ¿Por qué prohibirse este placer? Este es el único lugar de la ciudad donde el caldo-freddo cuesta 1 euro. Mamma mia!
(Vico Tofa, 4. Nápoles)

Gran Bar Riviera, la pastelería a lo grande de Nápoles

Pastelería vintage por excelencia, con sus vitrinas de coloridos bollos y pasteles locales sin fin, que te dan un subidón de glucosa con solo mirarla. El local tiene pinta de no haber cambiado ni un ápice en sesenta años. Una de sus las especialidades napolitanas más famosa es la torta pastiera, elaborada con base de masa brisa, crema de ricotta y trigo cocido, aromatizada con agua de azahar, entre otros ingredientes. Se vende sobre todo en Semana Santa, conservada en una bonita caja de metal que irá de perlas en una cocina retro.

Los babàs de Scaturchio

Imposible pasar por alto esta institución dulce de la vida napolitana. Una pastelería de fama internacional gracias a sus mini babàs (una especie de brioche preparado con huevo y mantequilla que una vez horneado se emborracha con un jarabe de ron), los favoritos del papa Benedicto XVI, y que se pueden degustar in situ con un ristretto o sentado en la bonita plaza donde se encuentra. También hay que probar los riccia, unos pasteles de hojaldre rellenos de queso ricotta. ¡Casi nada!

En Pintauro te robaran el corazón con las capresinas

Aquí no destacan por su simpatía pero, ¿qué más da? Esta pastelería tan diminuta como antigua -está abierta desde 1785- sobresale por sus recetas de sfogliatelle (un pastelito de hojaldre relleno con ricotta, fruta confitada, crema pastelera y sémola), zeppole di San Giuseppe (una especie de lionesas rellenas de crema) y las capresinas (pastelitos de chocolate y almendras en forma de corazón). Y sí, enamoran.
(Via Toledo, 275. Nápoles)

El helado de stracciatella en la Cremeria Emilia de Pompeya

Si pensabais que alejándoos de Nápoles estaríais a salvo, ¡pues no! Estando en la capital de Campania hay muchas probabilidades que vayáis a visitar las increíbles ruinas de la antigua ciudad de Pompeya, que quedó preservada bajo la lava del Vesubio. Tras esta larga -y agotadora- visita os mereceréis una buena recompensa. En la plaza central de Pompeya, no os perdáis los helados de la Cremeria Emilia. Con este nombre, imaginaros cómo son de buenos sus helados, y más especialmente el de stracciatella: cremoso a más no poder y, sin embargo, muy ligero. Si sois unos auténticos golosos, pedidlo al estilo tradicional, con la bola de helado servido en un bollo de brioche o en un croissant calentito. ¡De vicio!

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Texto y fotos de Laia Zieger de Gastronomistas.com

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De Vigo al paraíso

Si viajas a Vigo, además de encontrarte con una de las ciudades más bulliciosas del noroeste peninsular, también tendrás la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado primigenio si haces, eso sí, una incursión a las Islas Cíes. El archipiélago lo conforman tres islas situadas en la entrada de la Ría de Vigo, que forman parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Cuentan con un camping y con transporte regular en temporada alta que traslada a los turistas, con varios viajes a lo largo del día -aunque hay que tener en cuenta que hay una limitación de visitantes diarios. Sin duda se trata de un territorio ideal para disfrutar de playas paradisíacas, con una gran riqueza paisajística y una fauna exuberante que incluye gran cantidad de aves marinas.

Illas Cíes ou do Monte do Faro

Si en el pasado las Cíes fueron refugio de piratas, ahora están deshabitadas; y así se conservan como un paraíso natural, lejos del mundanal ruido de la ciudad. Aquí el único tráfico es el de las pequeñas embarcaciones que se acercan a las islas de vez en cuando. Así que los solitarios sonidos los constituyen en exclusiva el rumor de las olas y el viento; nada más. Si quieres disfrutar de unas cautivadoras vistas, nada mejor que encaramarse hasta el Faro. Las vistas desde allí son impresionantes y podrás disfrutar de un espectáculo único: el griterío de miles de gaviotas – puede que sea la mayor colonia de Europa- en los acantilados. Esta torre de señalización luminosa se sitúa en el punto más alto de la isla del Medio, a 178 metros de altura sobre el nivel del mar, y fue construida entre 1851 y 1853. El faro vigila la entrada a la ría de Vigo, y está envuelto en la belleza del único parque nacional gallego. Para visitarlo es necesario ascender mediante un camino de curvas en zigzag, lo que representa todo un reto para el visitante.

Playa de Rodas

Laplaya de Rodases un paraíso de aguas cristalinas y tranquilas, arena fina y dorada, con una sugerente forma de media luna, protegido por un bosque de pinos que invitan al más placentero de los descansos. Esta playa se ubica entre la Isla del Norte o Monteagudo y la Isla del Medio o del Faro. Es la más grande e importante de todo el Parque Natural. Situándonos en el propio arenal nos encontramos de frente con el marco incomparable de la Ría de Vigo, y a nuestra espalda el lago, que se comunica con el mar abierto a través de los orificios del puente escollera, soportando el efecto depurador de las mareas, que llegan a alcanzar los cuatro metros de desnivel entrepleamar–marea alta- ybajamar–marea baja-, lo que permite que las aguas interiores del lago se renueven. En dicho lago abundan todo tipo de peces y crustáceos. Con los temporales y grandes mareas en los meses de invierno el lago se inunda y sus aguas se unen a las de la playa de Rodas, quedando enlazadas las Islas Monteagudo-Faro solamente por el puente escollera. La playa en si tiene forma de concha y se dispone en un entorno rústico. Su arena de grano fino es de color blanco. La playa es abierta y de aguas tranquilas lo que facilita el baño. La única forma de acceso a la misma es mediante la utilización de embarcación. Se presenta aislada y posee una zona de fondeo. El puerto deportivo más próximo es el de Vigo.

Además de las Cíes, el parque de las Islas Atlánticas incluye Ons, Sálvora y Cortegada. En Ons no te pierdas las misteriosas furnas, cuevas marinas esculpidas en granito que como la legendaria Burato do Inferno –pozo vertical- de Ons, se decía que bajaban hasta el mismo infierno, y en las noches de tormenta incluso podían oírse las voces de los difuntos.

Donde comer

Asador Soriano
Y para recuperar fuerzas tras una jornada recorriendo este paraíso del Atlántico nada mejor que saborear el famoso pulpo á Illa –variedad autóctona del clásico pulpo a la gallega, preparado a base de pulpo, cebolla, sal gruesa, pimentón dulce y pimentón picante. La ubicación privilegiada de este asador aporta unas esplendidas vistas a la ría.  Sus instalaciones cuentan con varios espacios diferenciados (salón principal, salón privado, salón chimenea y salón de la bodeguilla, donde se pueden degustar los más exquisitos vinos).

Cómo llegar

Fuera de la temporada estival, la única manera de visitar las islas es a través de una embarcación privada. Desde Vigo se pueden alquilar sin problemas. Es imprescindible, eso sí, contar con un permiso de navegación – y si se quiere, también de fondeo- para el día del viaje. Durante el verano y las fiestas de Semana Santa existe la posibilidad de coger una naviera que hace el trayecto desde los puertos de Cangas y Vigo hasta las Islas.

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Texto: Isabel y Luis Comunicación

Fotos: Tour Galicia

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Cinco claves para disfrutar al máximo la Feria de Abril

Ya va quedando menos para que Sevilla se engalane y llene de color, vista de nuevo de lunares y volantes, saque los caballos y los carros a pasear, que las sevillanas suenen de nuevo a todo volumen, y se ilumine la monumental portada del recinto ferial anunciando el principio de la Feria de Abril. Cada año hordas de visitantes, entre locales, habituales, famosos, turistas y curiosos, llenan el recinto ferial sevillano para disfrutar de la que posiblemente es una de las mejores festividades andaluzas, con el permiso de El Rocío, claro. Ahora bien, ¿qué debe hacer y qué debe saber un foráneo de esta fiesta para no desentonar? A continuación te damos las claves para ir a la Feria de Abril y no morir en el intento.

1. Los orígenes de la Feria de Abril
Allá por 1846 dio sus primeros pasos la que acabaría convirtiéndose en una de las fiestas más populares de Andalucía. Narciso Bonaplata y José María de Ybarra, dos empresarios asentados en la ciudad, fueron sus creadores. Al principio se trataba de una feria agrícola y ganadera con carácter meramente comercial. Con los años fue creciendo, y empezaron a aparecer las primeras casetas y los primeros ornamentos, hasta acabar ubicada en el actual recinto ferial transformada en un evento para la diversión.

2. Dónde y cuándo
La Feria de Abril se desarrolla en el recinto ferial que se encuentra situado en el barrio de los Remedios. La mejor forma de llegar a él es en metro (parada de Parque de los Príncipes o Plaza de Cuba) o en el servicio especial de autobuses que pone a disposición de los asistentes el Ayuntamiento de Sevilla. Y no, no vayáis en coche pues lo de aparcar puede acabar resultando toda una odisea.

En cuanto a la fechas, la Feria de Abril suele tener lugar una o dos semanas después de la Semana Santa, durando seis días, aunque este año, y tras una votación popular, pasará a prolongarse por un día más.

3. Una vez en el recinto ferial…
El recinto ferial se encuentra dividido en dos áreas, una es el Real de la Feria que es donde se hallan ubicadas las casetas, la otra es conocida como la Calle del Infierno, y es donde se encuentran las atracciones, rebautizadas por los sevillanos como los “cacharritos”.Como bien dice el refrán, “el que tiene un amigo tiene un tesoro”, y en el caso de la Feria de Sevilla casi se hace imprescindible tener un amigo en alguna de las casetas que te asegure el acceso, y así poder vivir la feria en su máximo esplendor. No es que todas las casetas sean privadas, pero las públicas son inferior en número y tienden a estar masificadas.

4. La indumentaria sí que cuenta
Parte del encanto de esta fiesta reside en el espléndido colorido de la vestimenta que lucen las mujeres, y en la elegancia de los trajes masculinos. No en vano, los sevillanos se toman muy en serio la indumentaria a lucir durante la Feria de Abril, e incluso hay firmas y desfiles especializados en moda flamenca que marcan las últimas tendencias para la temporada. Así pues, si no quieres desentonar puedes optar o por alquilar un traje (el vestido de sevillana rondaría los 150 euros al día), o por incorporar algún toque flamenco a tu vestimenta con alguno de los accesorios típicos, como la flor, los pendientes, collares y el mantoncillo. En el caso de los hombres lo habitual es llevar un conjunto de pantalón chino o de pinzas y camisa, acompañados de una americana o chaqueta. A tener en cuenta, el lunes del encendido, conocido como la ‘noche delpescaito’ es el único en el que no se lleva vestido de flamenca.

5. Rebujito y pescaíto,los protagonistas gastronómicos de la feria
El rebujito es la bebida por excelencia de la Feria de Abril. Esta combinación de manzanilla o fino con Sprite, 7 Up o hierbabuena, y cuyos orígenes estarían en un combinado inglés de época victoriana conocido como Sherry Cobbler, está presente en todas las casetas. Eso sí, su resaca también es una de las más temidas, así que no os dejéis llevar por la emoción del momento e intentad beberlo con moderación. El otro gran protagonista de la feria sevillana es el pescaíto frito típico de la noche del alumbrao, pasando por los garbanzos con bacalao o el rabo de toro, hasta los churros y los buñuelos que pondrán el fin a la fiesta.

Anímate a disfrutar de la Feria de Abril, que este año tendrá lugar entre el 30 de abril y el 7 de mayo, reserva tu Vueling aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Fotos de Sandra Vallaure

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Las citas gastro imprescindibles de Gijón

Hace unos meses escribimos un reportaje sobre cinco restaurantes imprescindibles donde comer si vais a Gijón. Los Pomares, donde la fabada es de campeonato; El Quinto, una taberna de vinos con tapas viajadas; Casa Trabanco, un llagar que permite visitar sus instalaciones y comer platos hechos con productos de su propia huerta; El Candil, con los mejores pescados de la ciudad; y La Bolera, un asador de carne de referencia en toda España.

Si esta lista no es suficientemente atractiva (que lo es, no tengáis la más mínima duda), en Gijón hay que anotar también varios eventos gastronómicos que os servirán de excusa para viajar hasta allí.

Sabores del Arcu Atlánticu

Enmarcado en un festival cultural que marida literatura, artes escénicas, artes plásticas, música y gastronomía de las regiones atlánticas de España, Francia, Portugal, Irlanda y Reino Unido, varias estrellas de la cocina de estas zonas son premiadas por la ciudad de Gijón y cocinan en un escenario enorme de la plaza Mayor ante más de 1.000 personas, como si se tratara de un concierto de rock, con grandes pantallas. Este año, se celebra el 1 de agosto. Por ahí han pasado cracks de la talla de Elena Arzak, Eneko Atxa, Andoni Luis Aduriz, Dieter Koschina (chef del restaurante Vila Joya, hasta hace poco el chef del único restaurante portugués con dos estrellas Michelin)…

Fiesta de la Sidra Natural

La semana del 22 al 28 de agosto, Gijón solo sabe a sidra. Una treintena de llagares montan sus puestos para ofrecer sus sidras a los visitantes en dos escenarios: la plaza Mayor y el puerto deportivo (junto a una escultura conocida como “El Árbol de la Sidra”, hecha con botellas de los 80 llagares asturianos). Por un precio simbólico, los visitantes reciben un vaso conmemorativo que pueden llenar en cualquiera de los estands durante todo el día de forma gratuita en el llamado Mercadín de la sidra y la manzana. Durante la semana hay varias actividades: el bus de la sidra, con el que ir a visitar los llagares del concejo; cursos de escanciado; los “cancios de chigre”, en que cientos de personas se juntan en la plaza Mayor para entonar las canciones más populares de Asturias y, en la playa de Poniente, el intento de récord Guinness de escanciadores de sidra simultáneos (la plusmarca data del 2014, con 8.448).

Gijón de sidra

Cada mes de octubre, durante 11 días (este año, del 6 al 16 de octubre), Gijón de Sidra hermana llagares de toda Asturias con sidrerías emblemáticas de la ciudad, que ofrecen una botella del llagar que representan y una cazuelina o ración de creación propia a un precio asequible mientras se disfruta de tradicionales “cancios de chigre” (canciones de bar). 

Jornadas gastronómicas

Además, siempre hay jornadas gastronómicas en torno a las fiestas: las del Antroxu (Carnaval), con pote, picadillo y frixuelos; las de Semana Santa; el campeonato de Asturias de Pinchos (en febrero); el certamen depinchosdel Gijón Sound Festival (se celebró del 15 al 17 de abril) o el campeonato de Pinchos de Gijón (noviembre).

La Ruta de la Sidra

Una buena manera de saberlo todo sobre la sidra, la bebida asturiana tradicional por excelencia, y de disfrutarla. Según el bono que se escoja (hay cuatro y se compran en las oficinas de Turismo de Gijón o en la tienda online, se pueden aprender los secretos de la elaboración de la sidra, conocer los lugares donde se vende, catarla o degustar dulces elaborados con manzana, por ejemplo. Dura todo el año. 

Gijón Gourmet

Los más sibaritas tienen la posibilidad de comer o cenar en siete de los mejores restaurantes de Gijón (Casa Gerardo, Agua, Bellavista, El Candil, La Salgar, Casa Víctor, Ciudadela) a un precio atractivo: 50 euros en el caso de establecimientos con estrella Michelin y 45 en los demás. El menú incluye dos entrantes, dos platos, postre y vino. Al reservar, basta con indicar que se quiere un menú Gijón Gourmet (la promoción no es válida para mesas superiores a 8 comensales).

Gijón Goloso

En una línea similar funciona Gijón Goloso. Dado que esta es una de las ciudades españolas con más confiterías, 16 de ellas han sido seleccionadas para elaborar un dulce especial que puede probar el visitante que adquiera un bono en las oficinas de Infogijón (el de 5 degustaciones cuesta 7 euros y el de 10 degustaciones, 13 euros) o en la tienda online. La oferta dura todo el año, así que hay tiempo para preparar el viaje porque nunca van a faltar dulces para los turistas más golosos.

Texto y fotos Ferran Imedio de Gastronomistas.com

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