Qué ver y hacer en Lisboa (y alrededores) en una escapada de 3 días
Lisboa y sus alrededores merecen una visita en profundidad, pero para un primer contacto, 3 días ya serían suficientes. Aquí te mostramos los indispensables.
+ infoUn paseo por los canales de Ámsterdam
La imagen de Ámsterdam va ineludiblemente ligada a la de sus canales, esto es un hecho. Como buenos protagonistas que son, en tus paseos por la ciudad los cruzarás en más de una ocasión por el buen número de puentes que los atraviesan, y bien seguro que acabarán retratados en alguna de las múltiples fotos que hagas de tu viaje. Y es que la capital holandesa cuenta con una red conformada por más de 100 kilómetros de canales, de los cuales, los que se encuentran dentro del área delimitada por el canal Singelgracht fueron declarados en 2010 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero, ¿sabes qué historia se encuentra tras ellos?
Los orígenes
Esta fabulosa red de canales tiene sus orígenes en el siglo XVII, época en la que se produjo un fuerte aumento de la población producido por la llegada de inmigrantes a la ciudad, lo que hizo necesaria la construcción de un ensanche de la ciudad. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces Ámsterdam era una de las ciudades más ricas del mundo gracias a su puerto, desde el que se movía un elevado volumen de mercancías procedentes de buena parte del planeta.
Para la edificación de esta ampliación de la ciudad se llevó a cabo un elaborado proyecto urbanístico en el que lo que se hizo fue ganar tierra al mar mediante el drenaje de las marismas. Dispuestos siguiendo una estructura de arcos concéntricos, los canales se construyeron en dos fases. En la primera fase, que tuvo lugar entre 1613 y 1625, se construyó el sector noroccidental. Los canales Herengracht, Keizersgracht y Prinsengracht se dedicaron a la construcción de viviendas mientras que el de Singelgracht, el más exterior, tenía un papel defensivo y de control del agua. En la segunda fase, que tu lugar a partir de 1660, se llevó a cabo la construcción de la zona sur a partir de Leidsegracht.
Para aquellos que quieran profundizar en el tema, les recomendamos la visita al Museo Grachtenhuis Amsterdam, dedicado a los canales de Ámsterdam.
Paseos en barca por los canales
Desplazarse en barca por los canales de Ámsterdam puede ser una opción estupenda para hacer un reconocimiento de la ciudad, en la que además de disfrutar de la vista de las bellas casas que los flanquean, podrás ver un buen número de sus espacios más relevantes, como el Rijksmuseum, la Casa Museo de Rembrandt, la Casa de Ana Frank, o el Bloemenmarkt (el Mercado de las Flores) -compuesto por embarcaciones donde se venden flores y plantas-, y todo ello desde una nueva perspectiva. Existen múltiples opciones para recorrerlos que van desde la clásica barca turística con audioguías en diversos idiomas, hasta el alquiler de toda una embarcación para un pequeño grupo. Uno de los momentos más mágicos para desplazarse por sus aguas es al atardecer, que ofrece el mejor juego de luces y por tanto, las imágenes más bellas de la ciudad.
Anímate a disfrutar de Ámsterdam y de sus canales, reserva tu Vueling aquí.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Per Salomonsson
+ info
Mulhouse la gran desconocida de Alsacia
Dos ciudades alsacianas acaparan la mayoría de visitas: Estrasburgo, sin duda una de las urbes más bonitas de Francia, y Colmar, la capital vinícola de esta zona. Pero si hay una gran olvidada en la nueva región del Gran Este, ésta es Mulhouse una antigua república independiente situada en un vértice en el que confluyen tres países europeos: Francia, Alemania y Suiza. Es quizás por esta ubicación privilegiada que Mulhouse es en la actualidad una de las poblaciones francesas con mayor proyección cultural y creativa gracias en parte a la importancia que tuvo en el siglo XIX el sector textil que la ha dotado de un interesante patrimonio industrial.
Mulhouse es Ciudad de Arte y de Historia, primera población alsaciana en recibir esta distinción, y uno de sus puntos de referencia es la plaza de la Réunion, su centro histórico, muy fácilmente reconocible por su antiguo Ayuntamiento pintado en tono rosado. En este lugar se alza el templo protestante de Saint-Étienne, a cuyo campanario se puede subir previa petición y descubrir unas vistas impresionantes de la ciudad.
Mulhouse fue uno de los primeros núcleos industriales de Francia donde sobresalió la industria textil. Muestra de este pasado son el Museo de la Impresión de Telas, que acoge cada año una exposición temática vinculada siempre a un diseñador conocido, o el Parque de Wesserling – Ecomuseo Textil en el que se hacen visitas teatralizadas y muestras de modistos. Mención aparte merecen los ejemplos de arquitectura industrial (antiguas fábricas de ladrillo rehabilitadas), de street art y de arte contemporáneo que hay por el centro de la ciudad.
Otro de los lugares a visitar es la Cité de l’Automobile (Collection Schlumpf), ubicada a unos cinco minutos del centro. Este espacio, considerado uno de los principales museos del automóvil del mundo, reúne más de 400 vehículos y en él destaca una más que importante colección dedicada a Bugatti. La Ciudad del Automóvil, que está dividida en cinco espacios diferenciados, es un verdadero museo interactivo en el que se proyectan interesantes audiovisuales sobre la industria del motor, además de tener varios simuladores con los que experimentar las sensaciones que tiene un piloto de carreras.
A las afueras de Mulhouse, en la localidad de Ungersheim, se encuentra el Ecomuseo de Alsacia, el más importante de Francia de este tipo. Es ideal para ir en familia porque los niños pequeños se lo pasarán fenomenal. Aquí tanto se puede saber más de las tradiciones regionales de Alsacia como conocer, por ejemplo, cómo eran las antiguas escuelas de esta región o cuáles eran los oficios más importantes que se desarrollaron, entre los que destacaban los herreros, los carpinteros de carros o los alfareros. También es curioso ver cómo se destilaban por aquel entonces los aguardientes locales o cómo se cocinaba. Además se pueden degustar recetas tradicionales y auténticas como la gelatina de apio, las patatas con ortigas, o el sorbete de albahaca.
Por último, para probar la gastronomía alsaciana os recomendamos que os dirijáis a un winstub, que es el equivalente al pub en Alsacia (el Restaurante Le Cellier es una opción perfecta), donde se pueden degustar especialidades locales como el fleischschnakas, una exquisita carne guisada envuelta en una pasta de harina, el flammkuchen o tarte flambée, una fina masa de pan sencilla sobre la que se colocan otros alimentos como cebolla cruda, panceta y nata líquida, o el chucrut, acompañadas por deliciosos vinos alsacianos. Y para salir por la noche la mejor opción es dirigirse a Le Gambrinus donde se respira muy buen ambiente y donde elaboran una excelente cerveza artesanal (Bière du Bollwerk).
Mulhouse es una ciudad perfecta para recorrer en un fin de semana. El aeropuerto internacional Basilea-Mulhouse-Friburgo, que comparten Francia, Alemania y Suiza, está a tan solo 30 minutos del centro. Más información sobre los vuelos aquí.
Texto de Tusdestinos.net
+ infoCerdeña: una isla sorprendente
Hasta Cerdeña, la segunda isla más grande del Mediterráneo, llega todo tipo de turismo atraído por sus fantásticos contrastes. Los grandes reclamos son sus magníficos paisajes, las cristalinas aguas y sus playas – que nada tienen que envidiar a las playas del Caribe -, consideradas como unas de las más bonitas del mundo. Pero hasta Cerdeña llega también un turismo buscando descubrir su valioso legado cultural.
Ancestrales tradiciones y ambientes rurales que se entremezclan con ciudades modernas y, en muchas zonas, un turismo de lujo con gran poder adquisitivo. El hecho de que hasta hace poco, la isla fuera poco explotada turísticamente, hace que los sardos todavía conserven esta buena predisposición hacia el turismo. Siempre se muestran amables y dispuestos a ayudar y aconsejar.
Al norte de la isla de encuentra Olbia. Olbia significa “ciudad feliz” y no es para menos. Aquí encontrarás las que, para algunos, son las playas más bonitas de todo el Mediterráneo. Te costará elegir entre todas ellas, con sus aguas cristalinas y fina arena blanca. Las playas de Porto Istana, Lido del Sole, Li Cuncheddi, Bados, La Playa o Il Pelikano que se suceden por los 55 kilómetros de la Costa Esmeralda en unos paisajes de postal. Y para los más atrevidos, ¡recordad que es una excelente zona para practicar el excitante kite surf!
La Costa Esmeralda es lugar de veraneo de gente de alto nivel. La zona del golfo en la que sitúa Olbia se encuentra llena lujosos yates, y es frecuentada por celebridades de todo tipo que llegan atraídos por la fascinante mezcla de naturaleza cultura e historia. Y es que Olbia conserva edificios de interesante valor histórico y arquitectónico como el ayuntamiento, la iglesia románica de San Simplicio, la ruinas circenses o la muralla Cartaginesa.
La ciudad de Cagliari, capital de Cerdeña, se encuentra situada sobre siete colinas (Sant’Elia, Bonaria, Monte Urpinu, Castello, Monte Claro, Tuvixeddu, San Michele), en el golfo meridional de Cerdeña y rodeada de marismas. Cagliari, y toda la isla de Cerdeña en general, conserva importantes vestigios de las civilizaciones fenicias y romanas, y un cierto aire medieval. Te maravillará su cultura, y ese sabor de capital marinera.
El barrio más antiguo de la ciudad es el de Castello, en el que se encuentran los principales puntos de interés. Encaramado en lo alto de una colina, se puede acceder fácilmente, bien desde el ascensor del mercado de Santa Chiara, desde el que se encuentra cercano a la torre di San Pancrazio o subir por la escalinata de San Remy que sale de la piazza Constituzione. Esta plaza es un lugar muy animado por la noche, con actuaciones y animados locales. En el barrio de la Marina, de ambiente más mediterráneo, encontrarás multitud de tabernas típicas para comer. ¡Y no olvidemos sus playas! La más concurrida es la de Poetto, y una de las más bonitas de todo el Mediterráneo, así como las marismas en la que podrás observar multitud de aves de paso como flamencos.
Por último, mencionar lo excelente de su gastronomía. Como en el resto del Mediterráneo, Cerdeña es una isla rica en productos saludables provenientes de tierra y mar. Empezando por su típico pan, el pane carasau – de masa fina y crujiente que muchas veces se sirve aliñado con aceite de oliva o al que se le añade tomate, huevo frito o queso. Si quieres pedir un rico entrante, escoge entre el pulpo, el atún, la sopa de pescado, los calamares, las gambas, algún plato de pasta o los ricos arroces que tan bien preparan. Para escoger un vino, ten en cuenta que los mejores provienen de la zona de Alguer o de Oristán.
Imagen de Alsecommons
¡Un sitio que merece la pena descubrir! ¡Consulta nuestros vuelos aquí.
+ info