Dime con quién vas a Berlín
¡Oh, Berlín! ¿Cómo puede ser que sea al mismo tiempo tradicional y moderna, cosmopolita y amable, cool y… barata? Porque una cosa sí que es cierta, en la capital alemana hay planes para todos los bolsillos. Y comida para todos los paladares. Da igual con quién vayas: te lo demostramos a continuación.
Weihenstephaner: comida bávara con tus padres
“¿Cómo?, ¿que nos vamos a Berlín? ¿Y no sería mejor ir a ver a la tía Anselma a Cuenca, hijo?”. Eso te contestaron tus padres cuando les regalaste un vuelo a la capital alemana, temiéndose algo demasiado moderno. Menos mal que conseguiste un hotelito apañado en el Mitte, en pleno centro. El resto estuvo hecho: que si una visita a la isla de los museos, que si un paseo por la siempre animada calle Oranienburger. Comenzaba a anochecer cuando llegasteis al Hackescher Markt y entonces lo viste claro: Weihenstephaner. Este restaurante, de estilo bávaro, de dos pisos interminables, con salones y más salones, mesas de madera y camareros vestidos como se imagina uno que visten los alemanes en sus días de fiesta, era la opción perfecta. Da nombre al restaurante la cerveza que se lleva produciendo en la abadía de Weihenstephan desde el año 1040, por lo menos. Y sí, puedes tomar copas gigantescas de cualquiera de sus variedades, desde las rubias más suaves hasta las tostadas de mayor graduación. Si a esto le sumas platos de cerdo asado en salsa de cerveza oscura con pastel de patata de guarnición – jugosísimo - , o una currywurst sabrosísima ¡de ternera!, entiendes por qué a tu padre se le caen lagrimones. Felicidad absoluta. Y por menos de 20 euros por barba, a no ser que te embales con las cervezas.
Hasir: el kebab original con tu hermanito del alma
Le habías prometido a tu hermano pequeño un viaje si las aprobaba todas - en septiembre, vaaaale, pero bueno -, y va el tío y lo consigue. Le preguntaste dónde quería ir y te dijo sin dudar, “a Berlín”. Su objetivo probablemente sea ir al Berghain Club, seguramente la mejor sala de techno del mundo, pero claro, eso depende del humor que tenga ese día el portero… Hasta que llegue la noche, toca enseñarle la ciudad y, puesto que el chaval aún no conoce mucho mundo, te has propuesto llevarle a Kreuzberg, el barrio turco que hoy ha sido tomado por manadas de modernos. Junto a carnicerías halal hay tiendas de ropa de segunda mano; tiendecitas de productos musulmanes frente a cafeterías bio-orgánicas. En fin, un choque de culturas que le tienen con la boca abierta. Para darle de comer eliges Hasir, todo un clásico de la comida turca, fundado por el tipo que se supone que inventó el doner kebab. El local está decorado con mapas de la península de Anatolia, fotos de clientes y algún motivo turco-kitsch. La comida no decepciona: raciones de tamaño salvaje ideales para tu hermano, que está dando el último estirón.
Street Food Markt Berlin/The Circus: el combo ganador para tu amigo hipster
¿Hay algún destino más hipster que Berlín? Eso pensaste cuando le regalaste dos billetes a tu mejor amigo, ese barbudo que monta en skate, pese a que ya peina canas, y que colecciona juegos de mesa de los 80. “Lo tengo crudo para sorprenderle”, pensaste mientras imprimías tus tickets de Vueling. Menos mal que alguien te dio el soplo de que el segundo fin de semana de cada mes el edificio del KulturBrauerei, en todo el meollo moderno de Prenzlauer Berg acoge un Street Food Market del que mola todo. El carácter germano se deja sentir en un evento perfectamente organizado, con largas mesas de madera para comer, con un DJ, con propuestas tan tentadoras como baos orientales, cocina cubana, pasteles veganos… ¡y sin colas! Todo cien por cien nacido, pensado y ejecutado en food trucks. Para rematar la jugada le llevaste al Katz & Maus Tap Room, el bar del hostal de diseño The Circus: cerveza artesana hecha allí mismo, los barriles y alambiques de metal allí presentes no engañan. ¡Y a buen precio! Música molona que va delindie a los clásicos del rock, en un gran ejemplo de lo que tiene que ser un buen bar de hotel. Lo conseguiste: has dejado a tu amigo tocándose la barba, incapaz de decir una palabra y disfrutando de una deliciosa birra artesana.
Lucky Leek: cómo conquistar a tu novia vegana
De acuerdo, vuestra primera cita fue un desastre. La llevaste a comer hamburguesas y fue cuando pronunció aquellas dos palabras que lo cambiaron todo para siempre: “Soy vegana”. Por eso, lo del viaje a Berlín le hizo levantar una ceja en plan “no voy a comer ni una sola salchicha”. Pero fuiste listo, porque la ciudad alemana es la capital vegetariana de Europa en 2016. Además, apostaste a caballo ganador. Reservaste mesa en Lucky Leek, un restaurante vegano de nivel que está recomendado en la guía Michelin. Su chef, Josita Hartanto, crea magia a partir de verduras y frutas, con platos como su pan de berenjena con seitán y tofu con ensalada de calabacín, o su sopa de tomate con dumplings de vegetales. Piensa en verde… y acertarás.
Texto y fotos de Javier Casto de Gastronomistas
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Un Milán diferente
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Desde la década de los setenta es la capital económica, industrial y financiera del país, pero toda la atención se la llevan sus carísimas tiendas de moda y su Catedral, que no es para menos, porque es una de las catedrales más perfectas y famosas del mundo.
La periferia del antiguo centro histórico evoca la ciudad industrial que es, pero en las entrañas de sus calles más céntricas se respira historia en sus edificios y te puedes imaginar fácilmente porqué fue una de las capitales del imperio Romano.
En la zona del casco antiguo he descubierto muchas tiendas, restaurantes y galerías muy interesantes para perderse una mañana y optando por salir del típico recorrido turístico. Desplazarse en metro o tranvía es la opción más acertada, y además este último aún conserva en funcionamiento algunos modelos de los años veinte, es irresistible no darse un paseo por la ciudad en alguno de ellos.
Está muy de moda apuntarse al brunch que es algo intermedio entre desayuno y comida. En Zeroduelo sirven todos los domingos pero hay que ir antes de las 12 porque se llena muy pronto. Cuenta con un buffet variado y la decoración es exquisita. Radetzky Café se encuentra en la calle Garibaldi y también es muy famoso por sus brunch y por las “cotolettas alla milanese” (chuletas a la milanesa).
La mejor hamburguesa de la ciudad la sirven en Mamaburger, la decoración del local es totalmente minimal e inusual. Siguiendo esta misma línea, 202 Hamburger & Delicious, y Tizzy’s también resulta muy apetecible.
En Milán hay mucho movimiento en cuanto arte se refiere, la ciudad esta repleta de galerías de arte contemporáneo. La galería de Carla Sotaní vinculada a la famosa y carísima tienda de moda 10corsocomo. Antes de entrar se puede visitar la tienda de Box and Design shop que está en la misma planta.
Y finalmente, la Galería Anfiteatro Arte y Spazio Rosanna Orlanni, también merece la pena visitar esta última tiene tienda de mobiliario y accesorios de diseño.
Si eres amante del diseño ésta es la cuidad perfecta. En el edificio de cinco plantas Hightech podrás perderte durante horas, y alberga un restaurante y cafetería para reponer fuerzas. Aquí encontrarás todo tipo de curiosidades nunca vistas y presentadas en un ambiente cálido y acogedor, ellos se definen como “un puerto de mar en la ciudad”.
En Porta di Ticinese 89 esta Oltolini dedicada a todo tipo de elementos de diseño para cocinas con precios más que razonables.
Por último, me encantó descubrir Aspesi 1910, una tienda de monturas de gafas “made in Italy 100%” que llevan más de 100 años posicionada en la ciudad. Tendrás diseños y colores inimaginables a tu alcance.
Imposible pasar por alto la moda en Milán. La zona Porta di Ticinese y sus calles colindantes están llenas de tiendas pequeñas por descubrir. Estas son algunas que me han sorprendido porque se salen de lo convencional:
Maison I Yamakabe moda con mucho carácter, Hemeras joyas italianas con mucha personalidad y originalidad, Panca´s Designer calzado diferente.
Dictionary Milano moda hombre y mujer con marcas como Scotch & Soda, Camo… Frip tienda muy cool con donde encontrar marcas como Acne, y atención a su Little brand: Frippino para los pequeños mosqueteros de la casa. Discos y accesorios únicos en Serendeepity, y por último, dos tiendas dedicadas al mundo Vintage en ropa y complementos, Groupies y Lo Especchio di Alice.
Uno de mis hoteles preferidos en Milán es elCrowne Plaza, impecable diseño interior con una magnífica terraza al aire libre, pero lo mejor, es que la misma boca de metro está dentro del propio hotel y esto lo convierte en el hotel único.
En Milán, antes de ir a una fiesta se toma el aperitivo sobre las 7 de la tarde, es un modo económico y divertido para empezar la noche. El típico aperitivo consiste en tomar un buen “Negroni” acompañado por modestos snacks. Hoy en día, el escenario del aperitivo se ha convertido en un verdadero encuentro nocturno, y esta es la razón de que la mayoría de bares ofrezcan diferentes platos sabrosos para comer por la tarde, como por ejemplo pasta, risotto, ensaladas, y también comida exótica. De esta manera el aperitivo se ha vuelto una valida alternativa a la cena, con sólo el precio de un cóctel (de 5 hasta 10 euros), con una bonita atmósfera y buena música.
¿Te han entrado ganas de ir a Milán? Pues entonces, ¿a qué esperas para buscar tu Vueling?
PD: La receta del Negroni
Ingredientes: 1/3 de ginebra; 1/3 Campari(bitter); 1/3 de vermouth rojo Poner todos los ingredientes directos en el mismo vaso, debe llevar un par de cubitos de hielo máximo, pero nunca picado ni molido, el Negroni jamás debe aguarse. Mezclar bien y servir en vaso de cóctel frío. Hay quien le añade unas gotas de limón para potenciar el sabor, sobre todo de la ginebra. Sin embargo, la fórmula original se servía con una rodaja de naranja en el filo del vaso. Negroni es un buen aperitivo para estimular el apetito. Fue inventado al comienzo del 1900 y su nombre se atribuye a Camillo Negroni que siempre pedía el mismo cóctel en Florencia. ¡Enjoy!
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Fotografía de Rubén Seco
+ infoEstocolmo en 5 estilos gastronómicos
Sin salir de la ciudad, es posible hacerse una idea de por qué atesora referentes culinarios capaces de evidenciar el potencial de la cocina nórdica. Estocolmo aúna excelente cocina de vanguardia con “bistronómicos” y gastrobares de suma personalidad. Según el estilo que busques, y en base a tu presupuesto, ahí van cinco líneas culinarias de Estocolmo que demuestran su vigor gastronómico.
La vanguardia de Gastrologik
Nada más sentarte, encontrarás una carta para ti en la mesa. No es la de los platos sino la declaración de intenciones y atenciones de un restaurante detallista hasta el extremo. Cocina de vanguardia en una sucesión de bocados de estricta temporada que exhiben la riqueza del producto local, y que la pareja de chefs Jacob Holmstrom y Anton Bjuhr supervisa desde el origen. Algas, pescados autóctonos y sugestivas rarezas naturales protagonizan una experiencia gastronómica única.
La autenticidad de Ekstedt
Al calor de las brasas, el restaurante del popular Niklas Ekstedt ha conseguido distinguirse y crear una línea personalísima de cocina, que el chef complementa a pocos metros con otro negocio más “casual”. Brillante cocina sobre el fuego en platos que cobran forma frente al comensal, por lo que recomiendo encarecidamente optar por la mesa imperial de la sala aunque haya que compartirla. Ver hornear el pan al momento para llegar calentito a tus manos; encandilarse con las llamas en continuos y sorprendentes flambeados como el de ostra; saborear las particularidades del producto sueco ejecutado con rigor y emplatado con gusto... Todo eso es Ekstedt. Un restaurante auténtico y atípico.
La rotundidad de Lilla Ego
Las colas en la puerta ante los distintos turnos de cada servicio del Lilla Ego son una constante. Gusta por la informalidad de su propuesta basada en contundentes platos de mercado –las raciones de los postres resultan incluso exageradas- y sus presentaciones un tanto alborotadas, pero también por su amplia bodega y sus maridajes. Desde la barra se evidencia la cocina vista y el paso a paso de las elaboraciones al que ya no alcanzan las mesas. A tener en cuenta su ambiente bullicioso tanto al mediodía como de noche.
La calidez de Babette
No hace falta que te inviten a pasar hasta la cocina porque rebasas la puerta y es lo primero que ves y casi pisas. Cocineros con las manos en la masa en pases de ritmo frenético. Pizzas, ensaladas y salteados de producto fresco son los platos más reseñables de este local, donde uno puede sentirse como en casa entre sus libros y sus diferentes acomodos. Como en todo restaurante, conviene reservar para no obviar la terracita. Abre todos los días de la semana, algo poco habitual en la hostelería de la ciudad.
La frescura de Kaffeverket
Hay tantos cafés en Estocolmo que te resultará harto difícil quedarte con uno. Ni siquiera con solo dos o tres. Pero el Kaffeverket tiene esa atmósfera envolvente que acaba por convencerte para echar ahí las horas. Te lo recomendarán incluso los lugareños. En su amplio interior, de mesas altas con taburetes y bajas, y con vistas a un patio interior, encontrarás platos combinados, bocadillos y pastelería casera de calidad, con propuestas también para veganos y celíacos. La amabilidad del personal es otra de sus grandes bazas.
Dónde dormir, desayunar & viceversa:
Miss Clara
Este boutique hotel es idóneo para dormir con vistas a un cielo que parece no apagarse nunca, pero también para desayunar al más puro estilo sueco a dos pasos del meollo comercial. Si apetece y el tiempo no apremia, incluso se puede ‘brunchear’ –esto es, apuntarse a su ‘brunch’- con cócteles y música dj o jazz, o bien tomar una copa en su amplia terraza sobre la acera en pleno centro ciudad.
Este antiguo colegio de monjas conserva sus cimientos de estilo art déco y los combina con un interiorismo elegante y acogedor a partes iguales.
HTL Upplandsgatan
Es ultramoderno y muy funcional. Con la apariencia de un albergue de diseño y el pragmatismo de un B&B, de este hotel valorarás su espléndida localización en el entorno más comercial de la ciudad, su precio y su más que correcto bufé de desayuno.
Reserva tu Vueling a Estocolmo y aventúrate a saborear su variada gastronomía.
Por Belén Parra de Gastronomistas.com
+ infoA la playa y al desierto, sin salir de Eilat
Es el destino costero y turístico por excelencia. Eilat, la ciudad más meridional de Israel, en la frontera con la península del Sinaí, en Egipto. Urbe bulliciosa, situada a caballo entre el mar y el desierto, desde cuya costa se contempla en el horizonte las montañas de Jordania y de Arabia Saudí. Cuatro países al alcance de la vista en una sola mirada. Una visión única.
Una vez ubicados geográficamente, toca disfrutar del cálido destino donde es raro que los termómetros marquen una temperatura inferior a los 20 grados. Lo normal es que se superen los 30 grados centígrados la mayoría de los días del año, bueno, e incluso un poco más en verano. Puede darse la paradoja que en Jerusalén nieve (fenómeno que se repite en invierno con cierta frecuencia) y en Eilat, a sólo cuatro horas en coche (o una en avión desde Tel Aviv), uno pueda estar tostándose al sol.
Además de disfrutar de las mejores temperaturas, lo que más atrae a los visitantes en Eilat es el mar Rojo. Poder bañarse en estas aguas limpias, cálidas, de azul celeste y ricas en colores es un atractivo importante en un país ocupado en gran parte por desiertos como el del Neguev, Arava o Judea.
Ayuda la infraestructura de la ciudad. Pensada para el disfrute del veraneante con todos los ingredientes que un turista ávido de sol, ocio y salitre puede desear. Un paseo marítimo repleto de tiendas y centros comerciales llenos de ofertas donde adquirir todo tipo de recuerdos a precios libres de impuestos (Eilat es puerto franco). Restaurantes por doquier. Atracciones varias sobre todo para niños y familias. Marcha nocturna y diversión para los amigos de trasnochar. Y lo más importante, una amplia carta de alojamiento en hoteles vacacionales de categorías varias equipados con piscinas, spas, accesos a la playa y todas las comodidades que un visitante pueda necesitar para desconectar del mundo unos cuantos días.
Pero insisto, quizá lo que más gusta a todos los que pasan por aquí es la riqueza de una costa llena de vida. El mar Rojo es un vergel submarino para todos los amantes del buceo en cualquiera de sus modalidades. Desde los más expertos a los profanos.
Hasta los niños pueden hacer aquí su bautismo y sumergirse con delfines, quizá la actividad más demandada por grandes y pequeños a su paso por Eilat. Experiencia recomendable a tu disposición en el dolphin-reef. Es fácil. No hay más que calzarse el ajustado traje de neopreno, calibrar bien las botellas de oxígeno y disponer de todo lo necesario para respirar sin problema bajo el agua, atender a las explicaciones del monitor que te va acompañar en esta aventura submarina y dejarte llevar.
La contemplación de la colorista fauna marina y los arrecifes de coral complementan la experiencia de conquistar el fondo del mar con algún delfín como anfitrión que, seguro, dedicará más de una pirueta a sus apreciados visitantes. ¡Una experiencia fascinante!
Pero hay más. Si en vez de nadar con delfines quieres fotografiarte con tiburones, no tienes más que poner rumbo al Underwater Observatory Marine Park, un acuario interactivo con gran parte de las instalaciones al aire libre y que presume por acoger la Shark World, la piscina de tiburones más grande de su tipo en Oriente Medio, con una superficie de 1.000 metros cúbicos. Lo que más gusta a los visitantes es cuando los profesionales del acuario les dan de comer. Ésta es sin duda, la mejor oportunidad para contemplar cara a cara a estos grandes y peligrosos animales marinos. Además de la piscina de tiburones, el centro dispone de un parque de aventuras infantil donde los más pequeños pueden acariciar y alimentar a peces varios, disfrutar con proyecciones futuristas como la titulada “Un Viaje al Mundo de los Tiburones”.
Pero en Eilat no sólo el mar es interesante. También el cielo conquista. Es justo ahora en primavera cuando pasan por aquí miles de aves -¡hasta 500 millones contabilizan los expertos-. Las cuales, al contrario que los turistas, viajan del sur al norte. Es el llamado espectáculo de la migración de la primavera, cita imprescindible para amantes de la ornitología.
Y como no, Eilat también destaca por su agenda cultural. Con citas famosas como el Festival de Música de Cámara, un clásico internacional que se celebra todos los años en febrero. Y por estar muy cerca de atracciones exóticas como el Timna Park, donde practicar todo tipo de deportes de aventura en pleno desierto mientras contemplas paisajes dignos de Marte.
¿Qué mas se puede pedir? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de Nani Arenas
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