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En Malinas la cerveza tiene esencia de mujer

Que la cerveza es uno de los must de Bélgica no hay ninguna duda y en Malinas, una ciudad situada a poco más de 20 kilómetros de Bruselas, lo tienen muy claro. En esta localidad flamenca, además, se han hartado de que esta bebida sea considerada patrimonio masculino y por este motivo han lanzado la guía Cerveza en manos de las mujeres que hace hincapié en el poder que tienen -y han tenido- las féminas a lo largo de la historia en la elaboración de este elixir.

En este proyecto malinés no solo se proponen recorridos por la ciudad en los que se puede tomar contacto con sitios históricos o visitar cervecerías artesanales, sino que se hacen sugerencias para degustar lasmejores cervezas locales combinadas con los platos de la gastronomía del lugar.Son buenos ejemplos las bapas (tapas combinadas con cerveza) o el food pairing (combinaciones creativas de cervezas y platos locales). Todas las opciones tienen un objetivo: desterrar el mito de que las cerveza no es una bebida para mujeres y eliminar la creencia de que éstas prefieren el vino (y si es blanco mejor) o las cervezas ligeras o afrutadas.

Otra de las opciones de esta guía es un paseo en bicicleta desde la fábrica de cervezas Het Anker, la más antigua de Flandes, que fue regentada en sus orígenes por beguinas, religiosas que vivieron en algunas ciudades flamencas como Malinas o Lovaina. Aquí se elabora la Golden Carolus, llamada así en honor del rey Carlos I de España que se crió en esta ciudad, o la Lucifer, que encabeza los rankings de mejores cervezas del mundo.

Asimismo otra actividad que os proponemos es hacer un aperitivo en la torre de San Rumoldo, uno de los puntos turísticos más interesantes de Malinas. Después de subir los más de 500 escalones que llevan a lo alto de este lugar es muy apetecible tomarse una cerveza mientras se disfruta de las vistas que la ciudad. En la torre de San Rumoldo, de casi 100 metros de altura, se encuentran sus dos famosos carillones con 49 campanas. Merece la pena recordar que Malinas es conocido por la escuela de carillón y que muchos concertistas de todo el mundo han aprendido aquí los secretos de este oficio.

La guía también recomienda hacer un paseo histórico multicultural con degustaciones incluidas. Este itinerario recorre la plaza central de la ciudad (Grote Markt) donde se erige uno de sus tres ayuntamientos y la curiosa estatua del Opsinjoor, que representa a un hombre manteado y que se considera la mascota de Malinas. También se visita el Palacio de Margarita de Austria, tía de Carlos I y gobernadora de los Países Bajos en el siglo XVI;  la iglesia de San Pedro y San Pablo, un antiguo templo jesuita; la iglesia de Nuestra Señora de Dijle, que cuenta con obras de Rubens; y el palacio de Margarita de York que fue, originalmente, la residencia del obispo de Kamerrijk cuando se encontraba en Malinas.

Una última recomendación sobre Malinas es la Kazerne Dossin, una antigua caserna reconvertida en un museo y centro de documentación sobre el Holocausto y los derechos humanos. Entre los años 1942 y 1944 este lugar fue usado por los nazis como campo de tránsito por el que pasaron más de 25.000 judíos y gitanos belgas antes de ser deportados a Auschwitz-Birkenau.

Malinas es una ciudad ideal para ser descubierta durante una escapada a Bruselas ya que se puede acceder a ella en tren. Consulta nuestros vuelos a la capital de Bélgica aquí.

 

Texto de María Jesús Tomé
Imágenes de Turismo de Malinas

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Un paseo por la bella Amberes

Situada a 50 kilómetros de Bruselas, Amberes en uno de esos lugares de parada obligatoria si te aventuras a recorrer tierras flamencas. En ella encontrarás todos los ingredientes para disfrutar de una magnífica escapada: desde calles repletas de moda, a un magnífico centro histórico con hermosos edificios, pasando por la casa-museo de Rubens, y rematando la jugada recorriendo el barrio donde se concentra el 85% de comercio mundial de diamantes. No está nada mal, ¿no?

Una de las mejores formas de “dejarse caer” en esta ciudad es en tren, ya que con él la primera en recibirte será su espectacular Estación Central. Construida entre 1895 y 1905, cuenta con un imponente y amplio edificio coronado con una inmensa cúpula, y decorado con una veintena de tipos de mármol, por lo que también es conocida como el templo de mármol. No en vano, está considerada como una de las estaciones de ferrocarril más bellas del mundo.

Tras este espléndido recibimiento, lo mejor es dirigirse hacia su centro histórico en busca de las huellas que han quedado de su espléndido pasado. De imprescindible vista es suPlaza Mayor(Grote Markt), enmarcada por edificios gremiales de los siglos XVI y XVII, de entre los que destaca el Ayuntamiento de Amberes. Justo en el centro de la plaza se encuentra uno de los iconos de Amberes: la fuente de Silvio Brabo. Realizada en de bronce en 1887, su temática hace referencia a los orígenes de la ciudad. Según cuenta la leyenda, un gigante llamado Druoon Antigoon custodiaba el río Escalda, que cobraba un peaje a todos barcos que quisieran pasar, cortando la mano y arrojándola al río a todo aquel capitán que se negase a pagar. Un día el centurión romano Silvio Brabo, cansado de la situación, cortó la mano del gigante y la tiró al río, dando origen al nombre de la ciudad: Antwerpen (Ant= Mano, Werpen= Lanzar). No es de extrañar que uno de los dulces típicos de Amberes, los handjes, tengan forma de mano, en recuerdo a esta leyenda.

Siguiendo por nuestro paseo por el centro, te recomendamos detenerte en la Catedral, en cuyo interior encontrarás una de las obras maestras de Rubens, el Descendimiento de la Cruz. Otro lugar de recomendada visita es la iglesia de Santiago, de estilo gótico, y que forma parte del Camino de Santiago desde los Países Bajos.

Otro de los platos fuertes que encontrarás en Amberes es la casa de Rubens (Rubenshuis), en la que residió durante los últimos 29 años de su vida. En la actualidad ha sido transformada en museo, en el que podrás hacerte una idea de cómo vivía y trabajaba este genial pintor, que fue uno de los favoritos del rey Felipe IV de España, y principal cliente.

Entre las curiosidades con las que cuenta la ciudad, y por lo que es conocida a nivel mundial (con el permiso de su puerto, que es uno de los más importantes de Europa) es por su relevante papel en el comercio de diamantes. Las cifras hablan por si solas: en Amberes se comercializa el 40 % del diamante industrial, más del 85 % del diamante en bruto y el 50 % del diamante pulido. Ahí es nada. El barrio donde se llevan a cabo todas estas transacciones está situado al sur de la Estación Central, y en él se puede visitar el Museo del Diamante, donde podrás tus ampliar tus conocimientos sobre este lujoso y apreciado mineral.

Más variedad de bolsillos permite la calle Meir, la zona comercial por excelencia de la ciudad, donde encontrarás todo tipo de marcas emplazadas en bellos palacios de los siglos XVIII y XIX. La moda y el diseño ocupan un importante lugar en Amberes, así que no dudes en acercarte hasta la Nationalestraat, donde se encuentra el MoMu, el Museo de la Moda.

Déjate llevar por los encantos de la bella ciudad, reserva tu Vueling a Bruselas aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de tom hartley

 

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Descubre el lado modernista de A Coruña

El Modernismo apareció entre finales del siglo XIX y principios del s. XX como un estilo rupturista con todo lo anterior, acorde con la mentalidad cosmopolita y emprendedora del momento.

En 1883 la ciudad necesitó de una ampliación y fue cuando se construyó  su famoso Ensanche, que ocupa las actuales calles de Juana de Vega, Picavia, Feijoo, plaza de Lugo y plaza de Pontevedra.

La burguesía local, enriquecida con el comercio ultramarino, construyó en este espacio lujosas residencias que imitaban las de Viena, París, Praga, Budapest y Berlín, y que mostraban al exterior su prosperidad económica y sus inquietudes culturales. De esta manera consiguieron diferenciarse de la vieja aristocracia herculina, que seguía habitando la Ciudad Alta o Ciudad Vieja en vetustos caserones sin galerías y con habitaciones oscuras y mal aireadas, de espaldas al mar y a la modernidad. 

El Modernismo, propiamente dicho, llega a la ciudad en 1906, gracias al arquitecto cubano Ricardo Boán y Callejas y al arquitecto coruñés Antonio López Hernández, los cuales importan las nuevas ideas constructivas de Austria, Suiza y Alemania. De allí traen revistas, catálogos y fotografías con diseños del austríaco Otto Wagner y del belga Víctor Horta.

Una de las características que más nos llama la atención son los rostros femeninos que adornan algunas de las casas que todavía hoy se mantienen en pie. Éstos se inspiran en su mayoría, en una dama inglesa. Eilizabeth Siddal, esposa del pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti. Su belleza lánguida, enigmática y sus largos cabellos la hicieron famosa al morir intoxicada por sobredosis de láudano, una mezcla de opio y alcohol.

El estilo ornamental del inglés Owen Jones (1808-1874) influye en el Modernismo coruñés. Los artistas locales decoran las fachadas y los portales con lirios, hojas de castaños de indias, plantas acuáticas, rosas y camelias en guirnaldas multicolores que salen al encuentro del paseante para dar placer a los sentidos.

La rosa de Glasgow del arquitecto Charles Rennie Mackintosh y plantas de tallos ondulantes que transportan savia se apoderan de las galerías. Entre ellas se extienden las superficies transparentes del cristal como alas de libélulas. Pero también la influencia japonesa se hace patente en forma de lirios repujados, cañaverales y mariposas sobre nenúfares, hojas de acebo estrelladas y flores de loto que enmarcan ventanas y ascensores dando lugar a una arquitectura ecológica. Disfruta de una ruta modernista por la ciudad. Descárgate la guía aquí.

Top-5 del modernismo en A Coruña

1. Casa Rey (1911)

Obra de Julio Galán, condensa en su arquitectura la esencia de la ciudad de cristal. La cornisa rizada, la cerámica vidriada de inspiración mudéjar y los balcones de la fundición Wonenburger la convierten en una auténtica casa de muñecas para las damas de la época adornadas en sus balcones con tocados de gardenias y palmas. El chocolate era otro de los productos exóticos que los barcos traían de las Indias y de otras colonias al puerto de A Coruña. Chocolaterías de aquella época continúan abiertas al público en las calles Riego de Agua, plaza de Lugo y estrecha de San Andrés. De ahí el gentilicio popular que llama a los coruñeses "cascarilleiros" aludiendo a la cáscara del cacao, cuyo olor aromatizaba las calles. Plaza de María Pita, 12.

2. Casa Molina (1915)

Edificio de Rafael González Villar. En este edificio vivió Don Raimundo Molina, representante del Lloyd Real Holandés y cónsul de los Países Bajos. Él fue el padre del conocido alcalde Don Alfonso Molina. Influida por el modernismo italiano de Turín, cierra escenográficamente, con sus guirnaldas y cintas colgantes, la vista de la ciudad antigua. Santiago, 2.

3. Kiosko Alfonso (1912)

Construido también por Rafael González Villar, representa un magnífico ejemplo de la arquitectura de recreo de principios del siglo XX. De planta rectangular, fue café, sala de espectáculos y cine, cuya pantalla central distribuía el espacio en dos salas. Los espectadores veían, desde una de ellas, la película en positivo, y al "revés" o en negativo, desde la otra, con entrada más barata. Convertido en 1982 en palacio de exposiciones, conserva la decoración original modernista, con dragones que envuelven y sumergen al espectador en un mundo de enigmas y fantasías. Jardines de Méndez Núñez.

4. Compostela, 8 (1910)

Otro ejemplo de Julio Galán Carbajal. El vestíbulo de entrada en la calle Compostela, n° 8, es el más atractivo de la ciudad. Paredes, techos y arco de acceso al ascensor lo convierten en un original invernadero de estuco, repleto de plantas acuáticas, con lotos, nenúfares y lirios entrelazados. Los leones del portal, el águila y las cariátides de la cornisa defienden simbólicamente a los moradores de la casa, como en los antiguos palacios persas.

5. Plaza de Lugo, 13 (1912)

Por último, esta residencia burguesa ideada por Antonio López Hernández, vinculada a la familia del actor coruñés Fernando Casado D'Arambillet (conocido como Fernando Rey), expresa hacia el exterior, con su desbordante decoración, el poder económico de sus moradores. Una gran guirnalda de rosas la adorna teatralmente y conduce nuestra mirada hacia la gran cariátide femenina que domina el conjunto. Su gramática decorativa la convierte en la casa más hermosa de la ciudad.

¿A qué esperas para descubrir estas joyas arquitectónicas del modernismo en A Coruña? Consulta nuestros vuelos aquí.

Turismo A Coruña

 

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Róterdam, el mejor exponente de la arquitectura contemporánea

Situada al oeste de los Países Bajos, en el tramo final del río Mosa, sorprende la modernidad que transmite Róterdam, muy alejada de la imagen que tenemos de las ciudades europeas. No esperes encontrar el típico centro histórico,  con sus calles desordenadas, y sus características casas cargadas de historias del pasado. La organización de las calles y sus elevados edificios son más propios del Manhattan neoyorkino que de otras ciudades holandesas como Ámsterdam o Utrecht.

El bombardeo y la ocupación nazi

La causa de esta peculiaridad, por llamarlo de algún modo, tiene su origen durante la Segunda Guerra Mundial. El 14 de mayo de 1940 los alemanes, en un intento desesperado por invadir Róterdam, la bombardearon hasta tal punto que apenas quedó edificio alguno en pie en el centro de la ciudad. Este ataque no sólo dejó tras de sí viviendas derrumbadas (más de 24.000), sino que también se llevó por delante numerosas vidas humanas (unas 800 personas).

El resurgir de las cenizas

Tras la liberación nazi, y a diferencia de otras ciudades europeas que intentaron en la medida de lo posible reconstruir sus centros históricos, Róterdam optó por empezar de cero. Para ello no dudaron en apostar por las nuevas corrientes de los últimos años, presentes en cada uno de los rincones de la ciudad. Y he aquí el principal interés de Róterdam, una multitud de discursos arquitectónicos contemporáneos conviviendo en armonía.

Lo más destacado

Como es mucho lo que Róterdam da de sí a nivel arquitectónico, y no siempre se viaja con tiempo suficiente, aquí tenéis una selección de lo más relevante:

El puente Erasmo de Róterdam o Erasmusbrug, que une la zona norte y sur de la ciudad, es obra de Ben Van Berkel. Inaugurado en 1996, su imponente estructura sobre el río Mosa es ya todo un símbolo.

Justo al lado del puente de Erasmo se encuentran localizados dos edificios emblemáticos que difícilmente pasan desapercibidos. Por un lado está el KPN Telecom Building, obra de Renzo Piano, que cuenta con una fachada ligeramente inclinada hacia la ciudad, cubierta de luces verdes que generan diferentes figuras o mensajes. Por otro lado está 'De Rotterdam', un conjunto de enormes dimensiones formado por tres torres interconectadas, inaugurado en el 2013, obra de Rem Koolhaas.

De tamaño mucho más pequeño son las casas Cubo (Kubuswoning) del arquitecto Piet Blom, otro de los iconos de Róterdam.  La original estructura de estas casas es resultado de girar 45 grados un cubo y emplazarlo sobre pilares con forma hexagonal. El conjunto, compuesto por 32 cubos, tiene una extraña apariencia de bosque. Para los que sientan curiosidad por ver cómo es el interior, una de las casas se puede visitar por dentro.

El  centro cultural Kunsthal, diseñado por Rem Koolhaas, merece ser visitado tanto por el continente como por el contenido que alberga en su interior. En sus 3.300 m2 de superficie puede albergar cinco exposiciones a la vez. Sin colección propia ni permanente, es exponente de las últimas tendencias en arte contemporáneo.

El exterior de la Biblioteca Pública, con sus inmensas tuberías pintadas en intensos colores, inevitablemente nos recuerdan al Museo Pompidou de Paris, que es en el que se inspiró el estudio Van den Broek a la hora de diseñar este edificio. Inaugurada en 1983, es la biblioteca más grande de Holanda. Una curiosidad, en su interior cuenta con un tablero gigante de ajedrez.

El deslumbrante color rojo que cubre la  espectacular estructura del Teatro Luxor es lo primero que nos llama la atención al verlo. Inaugurado en el 2001, es obra del arquitecto australiano Peter Wilson. Existen visitas guiadas a su interior, y para los que prefiráis ir por vuestra cuenta, no olvidéis subir a la azotea y disfrutar de las vistas.

La estación central (Centraal Station), tiene como principal exponente la cubierta del acceso principal, cuya  estructura en forma de boomerang es de acero inoxidable y revestimiento de madera de cedro. Tres equipos de arquitectos, Benthem Crouwel Architects, MVSA Meyer en Van Schooten Architecten y West 8, se han hecho cargo del reciente proyecto de remodelación y ampliación.

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Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Fotos de bertknot, Franklin Heijnen, Luke Price, Tim van Vliet, Rory Hyde

 

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