9 panorámicas para enamorarte de Asturias
Es fácil enamorarse de Asturias. Cada paso que damos por su variada orografía, de continuos contrastes que van de montañas a valles, durante el ascenso a sus cimas o con las vistas desde su costa, nos deja bocabiertos.
Esta breve guía nos propone algunas de las mejores vistas panorámicas del amplio abanico paisajístico de Asturias. Prepara tus prismáticos y pon a punto tu cámara para no perderte ni un detalle de lo que verás.
Divinas vistas en Santa María del Naranco.
En la falda del mismo nombre se encuentra Santa María del Naranco, una iglesia con un intenso pasado durante la época Medieval. Sus vistas no son menos intensas, con las bellas panorámicas que ofrece, especialmente con la tenue luz del crepúsculo. La combinación de la iglesia prerrománica con el paisaje asturiano, crea un binomio inigualable.
Oviedo se encuentra a los pies del prerrománico y con un golpe de mirada se divisa el mítico Monsacro, que tanto sabe de reliquias y de historia de la monarquía asturiana, o la imponente Sierra del Aramo.
La corriente nos lleva por el río Sella.
Aquí se celebra uno de los eventos deportivos más famosos del mundo: el Descenso Internacional del Sella. Pero durante todo el año, el Sella nos regala panorámicas únicas, ya incluso desde la carretera nacional que transcurre en paralelo a su cauce.
El conjunto del río ofrece una agradable visión, con sus piragüistas y bosques. Acercarse hasta el Sella es pasar un agradable día en compañía de familia y amigos, y rodeados de naturaleza, que invita al mismo tiempo a pasar una jornada sosegada y con grandes dosis de diversión.
Ría de Villaviciosa. Un estuario de ensueño.
El estuario natural que crea la ría de Villaviciosa, nos regala también maravillosas vistas panorámicas. En este hermoso espacio natural, de alto valor ecológico, se conjugan elementos de río y de mar, y ofrece refugio a las aves acuáticas en sus rutas migratorias. Resulta perfecto para practicar numerosos deportes, darse un baño o para un tranquilo paseo recorriendo sus orillas.
Un camino para disfruta del ambiente marinero, con el aleteo de las aves, la visión de los peces y las estampas de las barcas flotando en el mar, y llegarán hasta nosotros los deliciosos olores y sabores a pescados y marisco fresco que se preparan en restaurantes y sidrerías de la zona.
En Sariego, vistas a un gran valle.
Desde el mirador de Perriellos se abre toda la inmensidad y belleza del valle de Sariego. Si el día está claro, incluso podemos divisar las sierras del Sueve y Peñamayor y la grandiosidad de la cordillera cantábrica.
En el área recreativa de Perriellos puedes pasar un agradable día, organizando un buen pic-nic tras el camino y con un paisaje de fondo en formato de 360 grados.
Un regalo para los sentidos en las Lagunas del Teixadal.
A diferentes cotas entorno al pico Rabo de Asno, se encuentran las lagunas de alta montaña del Teixedal. Son recónditos lugares en los que habita el oso y que nos deparan grandes sorpresas para todos los sentidos.
En el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias descubriremos toda la vivacidad de la naturaleza asturiana, en lagunas entre bosques de hayas y robles, que acogen una rica vida animal y vegetal.
El más fotografiado: el lago Enol.
Los lagos de Covadonga han sido inmortalizados por fotógrafos y viajeros de todo el mundo. Los lagos Enol y Ercina, ofrecen la mejor de las estampas, tanto si vas en primavera, como en invierno -cuando la nieve repunta en los altos y se refleja en las gélidas aguas- o con las mil tonalidades que surgen en otoño. Durante todo el año lucen como auténticas estrellas de cine, listos para ser retratados.
Desde el Mirador de la Reina obtendrás increíbles panorámicas de la zona.
La Regalina, una atalaya con vistas a la costa occidental.
La capilla y hórreo de la Regalina forman un precioso conjunto. Por su excelente ubicación, desde aquí deleitarte con las mejores vistas de la costa occidental asturiana, mientras la mirada te lleva desde la playa de Cadavedo, que se encuentra a sus pies, pasando por decenas de playas, acantilados y calas, hasta el horizonte del océano.
Sin duda un lugar en el que disfrutar de maravillosas puestas de sol.
Quirós panorámico.
Con larga tradición alpinista y escaladora, Quirós es uno de los concejos de montaña por excelencia de Asturias. Ofrece multitud de posibilidades para los amantes de la naturaleza, entre ellas la ruta que lleva a descubrir las brañas y lagunas de Canchongo, en el entorno de Bárzana. Se trata de una ruta asequible a todos los niveles y que te sorprenderá por las vistas panorámicas que encontrarás durante el camino.
La ría del Eo a vista de pájaro.
Lugares elevados como Castropol o Figueras ofrecen en una sola mirada toda la belleza de la ría del Eo, una zona catalogada como Reserva de la Biosfera.
Los más aventureros, que llegan a adentrarse en las montañas -en el entorno de Louteiro- reciben su merecida recompensa: contemplar las vistas panorámicas sobre todo el valle, con la villa de Vegadeo al fondo, y un tramo de la ría hasta su desembocadura, llegando la vista hasta el horizonte, donde se encuentra el Puente de los Santos.
Encontrarás más propuestas para descubrir el paraiso natural de Asturias en su página oficial de turismo.
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+ infoRuta por la Menorca británica
No, no es que nos hayamos puesto el objetivo de persigáis a todos los británicos que viajan a la isla, que son unos cuantos, o visitar los locales que frecuentan, que seguramente daría para otro post, sino que lo que queremos es adentraros en una pequeña parcela del pasado de Menorca que ha dejado múltiples huellas en ella. Y es que esta isla balear además de bellas playas donde relajarse, tiene en su haber una situación estratégica en el mar Mediterráneo que bien le valió en el pasado ser la niña bonita codiciada por todos en el baile por el control comercial en el Mare Nostrum. Fenicios, griegos, cartagineses, romanos, vándalos, normandos, árabes, españoles, británicos y franceses lucharon por tener esta pequeña parcela en el mar.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la corona británica que durante poco menos de un siglo, desde 1708 hasta 1802, que se firma el Tratado de Amiens, ocupó Menorca, y dejó buena impronta de ello en sus gentes, la arquitectura, la lengua, la gastronomía, entre otras muchas cosas.
Un primer aspecto que llama la atención es lapresencia de anglicismos en el menorquín,con palabras como fáitim(fight him- pégale), joques (joke- bromas), o fingles (fingers- dedos),o con expresiones como quatre mens i un boi (men, boy, para decir que había pocas personas), o fer un trinqui (drink,echar un trago).
La gastronomía es otro de los aspectos culturales de Menorca en los que ha quedado su huella. En las recetas más antiguas se usa la manteca de cerdo en lugar de aceite; uno de los postres típicos de la isla, la greixera dolça, no deja de ser una reinterpretación del pudding inglés; y la pomada, un de los combinados más populares de Menorca, presente en todas sus fiestas, contiene gin, la ginebra menorquina, que como bien habrás podido deducir, fue introducida por los británicos.
También son numerosos losrestos arquitectónicosrelacionados con la época de la ocupación británica y a los que os recomendamos acercaros en algún momento de vuestra visita a la isla. A continuación os hemos hecho una relación de algunos de los más relevantes:
Los alrededores del puerto de Mahón. Durante la estancia de los británicos en Menorca se realizó un especial esfuerzo en defender el puerto de Mahón mediante la construcción de una serie de fuertes y torres con los que protegerlo del enemigo. Es el caso del Fuerte de Marlborough, situado en la cala Esteve, al sur del puerto, construido entre 1720 y 1726 en honor a Sir John Churchill, duque de Marlborough. Hoy en día es un museo dedicado a la historia de Menorca y a la historia de Europa durante el siglo XVIII. No olvidéis recorrer su foso y disfrutar de las vistas de la zona histórica del puerto de Mahón.
También ubicado en la orilla sur de la bocanada de acceso al puerto se encuentrael castillo de San Felipe, construido en el siglo XVI por los españoles para protegerse de los turcos, y tras la ocupación británica su exterior sería reforzado. Lo que llama la atención en la visita a este monumento son sus galerías subterráneas, un auténtico laberinto de pasillos que sirvió de refugio tanto a españoles como a británicos de los ataques del enemigo.
Muy cerca del castillo de San Felipe está la población de Es Castell que fue fundada por los británicos en 1771, siendo bautizado con el nombre de Georgetown. Construida siguiendo un trazado ortogonal, destaca su gran plaza de la Explanada en la que se encuentra el ayuntamiento. Con la vuelta de los españoles a la isla, sería rebautizado como Villacarlos, en honor a Carlos III.
Por último, en el puerto de Mahón está situada la isla del Rey, también conocida como The Bloody Island, (La Isla Sangrienta) ya que fue en ella en la que desembarcó el rey Alfonso III en 1287 camino de la conquista de Menorca a los musulmanes. Además de los resto de una iglesia paleocristiana, están los del hospital militar construido por los británicos.
El camino d’en Kane. Sir Richard Kane gobernó Menorca durante los dos primeros períodos de la ocupación británica. Entre las múltiples medidas que tomó está la construcción de un camino comunicando Mahón con Ciutadella. En la actualidad queda el tramo que une Mahón con Mercadal. Os recomendamos recorrerlo, a poder ser en bicicleta, y disfrutar del paisaje del interior de la isla. En el camino encontraréis un pequeño obelisco en homenaje a la labor de Sir Richard Kane.
Torres de vigilancia. Son múltiples las torres construidas por los británicos con el objetivo de alertar de la llegada del enemigo. La más grande de todas es la Torre de Fornells, pero encontrarás muchas otras en el perímetro de la isla: la Torre des Castellar (Ciutadella), la Torre de Sa Mesquida, la Torre Cala Molí (Mercadal), etc.
Por último lugar, y siguiendo con la estela británica, os recomendamos dos casas de estilo colonial donde podréis hospedaros: el Hotel Son Granot, construido en 1712, y con unas vistas magníficas al puerto de Mahón, y el Hostal El Almirante, de 1809, situado en Es Castell.
Te animamos a que entre cala y cala aproveches para ir en busca del pasado de la isla, ¡consulta tu Vueling a Menorca aquí!
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de jorapa , Fundació Destí Menorca
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Siete ideas para disfrutar de Tel Aviv con niños
Famosa por su silueta blanca y por ser la ciudad que acoge más edificios inspirados en la arquitectura Bauhaus -más de 4.000-. Por su luz mediterránea. Por su matiz multicultural, cosmopolita y su elevado nivel de vida. Lo que no saben muchos es que la joven Tel Aviv (fundada en 1909) es un fantástico destino familiar donde grandes y pequeños tienen el disfrute garantizado. ¿La razón? La alta natalidad -más de tres hijos por familia- ha configurado una urbe con muchos atractivos para niños. Aquí algunas ideas.
1. Quizá a los niños les aburra la piedra, la gran protagonista del viejo puerto de Yafo, creado en el año 700 a. C. y alrededor del cual nació la actual Tel Aviv. Pero seguro que les conquistas si les cuentas que fue aquí donde atracó el arca de Noé cuando el diluvió finalizó. Hoy, este rincón ha lavado la cara con una restauración exquisita. Y reina como un entramado de callejuelas retorcidas bien conservadas. Repletas de tiendas de artesanos, galerías de arte, cafés y estudios de artistas, entre ellos el local donde ensaya Mayumaná, grupo conocido por su peculiar forma de hacer música con objetos que no son instrumentos musicales como contenedores de basura, objetos reciclados... Si durante el paseo escuchas “ruidos” raros es que están en pleno ensayo. No te vayas sin hacer alguna de las fotos más divertidas en Yafo, por ejemplo sujetando el olivo “colgante” o ante la ballena que “engulló” al profeta Jonás. Si tu paseo coincide con el atardecer, atento al skyline de Tel Aviv y a los pescadores que despiden el día en el muelle.
2. Yafo es el punto de partida de un agradable paseo marítimo, la Tayelet. La ruta de catorce kilómetros de recorrido, atraviesa Tel Aviv desde el viejo puerto milenario hasta el norte. Se puede hacer a pie, corriendo, patinando, en skate o en bicicleta -se pueden alquilar bicis municipales por toda la ciudad. Sólo necesitas la tarjeta de crédito, ¡y listo!-. Si pedalear cansa, no importa. Os recomendamos hacer una parada en alguno de los cafés que hay delante de la playa. O a tomar un helado sentado en alguno de los bancos que hay dispersos por todo el camino, disfrutando del sol y contemplando el ambiente.
3. Tel Aviv es una ciudad costera con playas donde disfrutar del cálido clima Mediterráneo. Son animadas y limpias, con todos los servicios como vestuarios y duchas, zonas de juego y ¡columpios! Todo pensado para el disfrute de la zona playera, y con razón ya que presumen de tener mas de 300 días de sol al año. Las preferidas por las familias son sobre todo dos: La playa de Met zitzim, al norte -quizá la más popular entre los locales-. Y la playa de Jerusalem, desde la que se ve perfectamente la silueta de Yafo. Como curiosidad, Hadatiyim es la playa de la gente religiosa y Hilton Beach, la de los surferos -y la preferida por los homosexuales-. Para integrarte compra unas markot -raquetas de madera típicas- y prepárate para pasar horas y horas jugando en la playa.
4. Pasear por el céntrico Boulevard Rothschild es tarea obligada. Una vez allí, parada recomendada en el número 45, donde reina el Max Brenner Chocolate bar. La Meca del chocolate, en todas sus formas, colores y texturas. Uno de esos dulces peajes que hay que pagar. La carta es tan tentadora y la tienda tan golosa que seguro que la familia entera caerá en la tentación de pecar a cualquier hora del día.
5.Hablando de comidas... Menos tradicionales son los productos que encontrarás en el mercado de Carmelo, el mejor lugar donde empaparse con sabores y olores exóticos y descubrir frutas, verduras, dulces, especias de mil colores, pescados frescos, carnes que cuelgan de ganchos gigantes y comidas preparadas desconocidas ante los ojos de muchos occidentales. Que conviven rodeadas de olores extraños, ruidos de voces y aparatos electrónicos, músicas y bullicio. La pregunta más repetida está clara ¿qué es eso? La cara de “pavor” ante los nuevos sabores está garantizada. Y la sonrisa asegurada al descubrir que en ¡Israel también hay chuches! Eso sí, son un poco más raras. ¡Ah! Y no te vayas del Carmelo sin tomar un zumo de granada y naranja. Mmm
6. El Ramat Gan Zoological Center es una reserva natural, y es un destino habitual para los lugareños, perfecto para contemplar animales exóticos como jirafas y leones en semi libertad. El recorrido se hace en coche, simulando un pequeño safari a lo largo de un kilómetro cuadrado. ¡Ojo! las dimensiones engañan. La ruta está tan bien diseñada que parece una extensión mucho mayor. Si no tienes vehículo propio, aquí puedes alquilar uno.
7. El parque de Hayarkon es la réplica del Central Park neoyorquino en todos los aspectos, tanto en extensión -abarca más de cuatro kilómetros cuadrados- como en aspecto. Recomendable es darte un paseo en bicicleta a la orilla del río y hacer un picnic, con partida de cricket, juego muy practicado en Israel, como postre. No falta un lago artificial donde alquilar barcas, estanques varios con patos y hasta un rocódromo donde hacer tus pinitos como escalador.
¡Un sitio que merece la pena venir en familia! Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de Nani Arenas
+ infoLanzarote comer como reyes entre volcanes y palmeras
Lanzarote saber, lo que es saber, sabe muy bien. En su haber cuenta con rincones alejados del turismo de masas en los que comer platos maravillosos que hacen las delicias de cualquier moderno urbanita en busca de autenticidad, calidad y buen gusto. Aquí van cinco espacios que hay que visitar sí o sí.
Sol
En la preciosa Caleta de Famara, una localidad surfera y una de las poblaciones con más ambiente de la isla, cuya arquitectura y espíritu te recordarán inmediatamente a los pueblos blancos de Cádiz, se encuentra este restaurante cuya terraza está ubicada en plena arena de la playa. Aquí se practica una cocina casera en el mejor de los sentidos, un soplo de aire fresco para todos aquellos que están hartos del moderneo imperante en prácticamente todos los rincones de las grandes capitales. Sol es el lugar en el que reservar mesa frente al mar y degustar una parrillada de pescados frescos, acompañada de algún plato típico de Lanzarote. En el caso de que busques cocina creativa canaria y algo más de sofisticación, a pocos metros hallarás El Risco -¿inminente estrella Michelin?-.
Lost Paradise
Si lo que buscas es un plan mágico y alternativo no puedes dejar de ponerte en contacto con Bruno, alma mater de Lost Paradise, una pequeña compañía con sede en Lanzarote que organiza actividades a medida. Te llevará a navegar por las hermosas playas de El Papagayo y te invitará a pescar con él. Más tarde, encenderá su barbacoa, preparará unas ensaladas de escándalo, abrirá unos vinitos o unas cervezas y cocinará lo pescado durante la jornada. Una experiencia inigualable que te permitirá degustar un producto que se deshace en el paladar y disfrutar de una siestecita en alta mar.
El Fondeadero
Lo primero que te lleva a sospechar que El Fondeadero de Teguise debe de ser the place to be es que está frecuentado por lugareños, fundamentalmente trabajadores de la zona. Y cuando ves salir de la cocina sus espectaculares pescados a la brasa, sus cazuelitas de gambas y sus numerosas tapas elaboradas con productos recién llegados del mar, no te cabe duda, has acertado. Ocupas mesa en este local sin pretensiones estéticas, bonito, alegre y soleado, y echas un vistazo a una carta que además te sorprenderá por sus precios, ajustadísimos. Avenida Los Corales 22 (Teguise)
El Caletón
Y seguimos con el pescado recién llegado del mar y con un local, como el anterior, frecuentado por los autóctonos, escondido en un rincón de la isla, El Golfo, y con hermosas vistas al mar. El secreto del Caletón consiste en ofrecer materia prima de gran calidad, pescados y mariscos fresquísimos que conviven con entrantes típicos, ensaladas y otras propuestas, buenos vinos locales y un servicio que rebosa hospitalidad y cercanía. Su gran patio abierto al mar permitirá a los que vayan con niños pasar la tarde copa en mano escuchando el rumor de las olas mientras los más pequeños disfrutan, entre otras cosas, de las estupendas temperaturas que hallamos todo el año en Lanzarote. Avenida Marítima, n º 66 (El Golfo)
Jameos del Agua
La propuesta mainstream de este listado, pero no por ello la menos seductora, la encontramos en los Jameos del Agua, atracción turística número uno de la isla, con el permiso del magnífico Parque Nacional de Timanfaya. Se trata de una intervención espacial creada a partir de una serie de jameos naturales por el artista lanzaroteño César Manrique, localizada en el interior de un túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona. Cuenta con una cafetería hermosísima en medio de un paisaje lunar, bello e inquietante, el lugar ideal para hacer un alto en el camino y disfrutar del silencio y las vistas.
¿Dónde dormir?
Spice
Los más liberales pueden reservar una habitación en el único hotel de Europa destinado al intercambio de parejas. ¿Que qué requisitos se necesitan? Que las personas que reserven habitación sean una pareja mixta (hombre y mujer), que tengan los 300 € por noche que cuesta la habitación y que no se escandalicen por nada. Porque cuando preguntas a los responsables qué hace la gente una vez cruza el umbral de Spice son categóricos: "de todo". ¿Cómo que de todo? "De todo en todas partes. Siempre que sea consentido".
Ahora que te hemos abierto boca con estas magníficas propuestas, sólo te queda coger tu Vueling y experimentarlas.
Texto y fotos de Laura Conde de Gastronomistas.com
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