Le Marais de París
Le Marais es el barrio más cosmopolita y moderno de la ciudad de París, en el que Gus Van Sant rodó la película Paris, je t’aime. Vamos a recorrer algunos de sus emblemáticos lugares, tiendas, restaurantes y cafés.
El Canal Saint Martin es uno de los elementos que une el Canal del Ourcq al Sena y es una zona donde se crea muy buen ambiente: gente joven, artistas callejeros, zonas para ciclistas y sus cafés y terrazas para tomar algo al lado del canal. Estupendo para recorrer a pie, bicicleta o patines sus 4,5 km, de los cuales más de 2 km en subterráneo, y atravesar sus pasarelas metálicas y puentes.
Situado en el centro de París, le Comptoir General es un espacio de trabajo colectivo para los emprendedores sociales, en un amplísimo espacio de 650 m2 y una capacidad de 200 personas. Su misión: dar la bienvenida a todos los eventos que afectan el desarrollo sostenible, el progreso social, la apertura de las culturas del mundo, a la iluminación y la inspiración.
Chez Prune es un popular restaurante con vistas al canal Saint-Martin en el que puedes escoger para comer una de sus cuatro especialidades del día: pescado, carne, ensalada o un plato vegetariano. Por la noche es ideal parta tomar una copa en un ambiente relajado y muy bohemio.
Pop In es uno de los mejores bares de París, con un ambiente estupendo, conciertos y exposiciones este resalta por su ambiente, diseño y propuesta artística permanente.
Con una planta baja donde se encuentra el bar, una sala de primer piso con cómodos sofás que parecen pequeños salones de casa en los cuales tener momentos de privacidad y una sala para los conciertos y noches temáticas que organizan con asiduidad.
Por supuesto, a pesar de nombre del local, no sólo se escucha pop. En Pop In hay lugar para variados estilos musicales como el glam, pop rock, garage o punk. Clientela joven y cool!
Pero la zona más moderna de la ciudad se ha desplazado ahora a la Rue Vieille du Temple y sus alrededores, con una gran oferta de galerías, tiendas y los más modernos restaurantes y bares como La Perle, el lugar más chic de momento. Se trata de una encantadora esquina donde ver pasar a la gente y que siempre esta lleno de gente chic.
Otro de los restaurantes de moda es el Derrière, con su decoración ecléctica. Parece un enorme apartamento. En la planta baja, por ejemplo, tienes una mesa de ping pong para jugar entre plato y plato, otra de las habitaciones parece una oficina con sus pilas de papel, un salón perfecto para una cena de TV, etc. Te da realmente la sensación de estar comiendo en casa de alguien. Subiendo las escaleras tienes un dormitorio con una enorme cama que también sirve de comedor.
Entre las galerías destacan la Gayte Lyrique, un lugar dedicado a la cultura digital y la música actual o Le Bal de Foto, dedicado a la representación de la realidad a través de imágenes, en todas sus formas: fotografía, vídeo, cine y nuevos medios de comunicación.
Si quieres comprar libros en París, te recomendamos Shakespeare & Co y OFR. Shakespeare and Company aparece en la película de Woody Allen “Midnight in Paris”, se encuentra en el barrio Latino. Fue fundada por el excéntrico bibliófilo estadounidense George Whitman en 1951 y todavía conserva ese espíritu caótico y lugar privilegiado para llenar de libros tu mochila.
Para ir de compras, nada como el mítico Colette o, mejor aún, el Merci, un concept store ubicado en un espacio industrial y sobrio. Kiliwatch es un auténtico templo para los amantes del vintage, pero también tienes ropa nueva y librería. Siempre encontrarás alguna cosa para llevarte!
Y por la noche, uno de los mejores sitios para salir a bailar y tomar unas copas es el Social Club, donde descubrir nuevos grupos y artistas y, como ya nos comentó Liset Alea cantante de Nouvelle Vague, uno de sus lugares preferidos. Un lugar curioso y ecléctico.
Imagen de Marimarina
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Bruselas por Absynthe Minded
Hablamos con Bert Ostyn y Jan Duthoy, voz y teclados respectivamente de Absynthe Minded, grupo belga que acaba de editar su trabajo As It Ever Was sobre su ciudad.
1. St. Jans-Molenbeek
La primera canción As It Ever Was y que da título a su último trabajo está inspirada en el trabajo de un artista Jeroen Peters. Este artista que vive en Bruselas, una ciudad grande y pequeña a la vez, ha creado un jardín único en las afueras de la ciudad. El jardín de St. Jans-Molenbeek está situado en un lugar donde antes había una zona gris e industrial en una zona de Bruselas no demasiado bonita y done se concentra mucha pobreza y personas desfavorecidas, muchos camellos por el barrio y muchas otras cosas de las que hablan en la canción. Peters alquiló una gran espacio de tierra que pertenecía a una industria, un espacio en el que no pasaba nada desde los años 70 y consiguió convertir esos terrenos grises en espacio verde construyendo allí un jardín con sus propias manos para ofrecérselo al barrio para su uso y disfrute. Es un jardín conceptual donde todo el mundo es bienvenido y es algo muy bueno para el barrio, una obra de arte que Peters creo con sus propias manos y ha invitado allí a políticos y otras personalidades para que vean lo bueno que es el jardín. Este es el jardín del que habla la canción As It ever was.
2. Overpoortstraat, Ganthe
Hay otra canción en el álbum llamada Crosses que pasa en una calle llamada Overpoortstraat, una zona de Gante donde están todos los bares y clubes, y donde está toda la movida nocturna. La canción habla de una chica que actúa irresponsablemente y de forma un tanto peligrosa. Habla del tipo de chicas que no deben ir con cierto tipo de personas a su edad, no deben confiar en todo el mundo o actuar de un modo tan ingenuo. Han querido reflejar en esta canción con el sonido del bajo que asemeja a una chica joven atrapada en el pánico. Crosses va de los peligros de la noche y de quizás beber demasiado.
3. Music Mania, Gante
Absynthe MInded compran discos en Gante en la tienda Music Mania, una tienda especializada en lo nuevo y en discos de segunda mano. Una tienda my popular donde acuden muchos jóvenes a comprar vinilos. Los propietarios son increíbles y tiene mucha pasión por la música. Little Rascal es una canción con gran presencia de samplers de una vieja compañía discográfica egipcia llamada KayuFone.
Music Mania, Walpoortstraat 3, 9000 Gent
4. Botanique
En Bruselas existen lugares como Botanique que es un jardín botánico que, además, tiene sala de conciertos donde acuden a tocar infinidad de bandas de la Bélgica francófona.
5. Werchter Festival
El festival más grande de Bélgica es el Werchter Festival, un grandísimo festival donde descubrir siempre bandas nuevas pero hay además muchos más festivales en Bélgica parece a día de hoy que cada ciudad tiene el suyo propio.
6. L’Archiduc
Hay un famoso cóctel bar no muy lejos de la Ancienne Belgique, a la vez que una de las más reconocidas salas de conciertos, llamado L’Archiduc. Es un lugar de moda con unos combinados espectaculares y donde puedes encontrar caras famosas de Bélgica. “Bruselas es una ciudad perfecta, caótica que siempre ofrece grandes inspiraciones para nuevas canciones. Bruselas es la ciudad de Bélgica. Gante es muy pequeña y Amberes está a medio camino. Bruselas es muy internacional y es la capital de nuestro pequeño país Bélgica”, nos cuentan.
L’Archiduc, Antoine Dansaertstraat 6 1000 City of Brussels
7. Gante
Gante es una ciudad muy acogedora, una ciudad preciosa con muchos restaurantes y nada caótica, con muy buenas vibraciones. Nadie del grupo es originario de allí pero todos han ido. En Gante, hay muchos estudiantes, muy buen ambiente y muchos clubs de rock donde empiezan infinidad de bandas. También hay muchos bares de jazz, muchos conciertos y mucha actividad cultural. Es una ciudad llena de vida, una ciudad muy joven.
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Santander, más allá de las rabas
Dos tópicos sobre Santander. Uno cierto al 100%. Otro, digamos que cada vez menos cierto. Primero (y verdadero): es obligado visitar la ciudad alguna vez en la vida porque es una de las más bonitas de España. Segundo (y prescindible): hay que comer rabas sí o sí. Pues no, no hace falta porque la oferta gastronómica en la capital cántabra ha crecido en calidad y diversidad, y hasta allí hemos viajado para comprobarlo con nuestros propios paladares.
Umma
La cocina informal y moderna suele esconder farsas. Con la excusa de que es informal y moderna, zasca, te la cuelan. No es el caso de Umma. Al contrario. Platos reconocibles, buen producto y sobre todo un sentido del gusto por encima de la media. Muy por encima. Miguel Ángel Rodríguez ha convertido el que era el restaurante familiar en uno de los must de Santander. Su capacidad para jugar con nuevos ingredientes en un mismo plato, equilibrarlos y ensalzar la estrella de cada receta es prodigioso. Va sobrado, pero es normal porque viene de currárselo en Noma (Copenhague), Mugaritz (Rentería), Cenador de Amós (Villaverde de Pontones, Cantabria)… Comedores todos ellos distinguidos por la guía Michelin y la revista Restaurant.
Estelares, como sus propuestas, a cuál más sabrosa, más deslumbrante, más buena, que refinan y actualizan los sabores de Cantabria. Empezando por las croquetas que parió su madre, redondas, crujientes por fuera y cremosas, casi líquidas, por dentro; siguiendo por la pizza de anchoas de Santoña, con papada, queso de vaca Gomber, oliva negra, rúcula y tomate seco; y acabando con dos platos sinfónicos: lengua de vaca, carpaccio de champiñón y avellana y el huevo ecológico con cecina y setas. Atención a las cervezas artesanas y a los vinos de una carta que huye del stablishment bodeguero, y a las exposiciones que exhiben las paredes y a los conciertos de jazz y soul que celebra las noches de los jueves.
“Umma", dicen los japoneses cuando algo les gusta mucho. “Umma”, dice quien sale de allí tras comer o cenar.
Precio medio: 35-40 euros (menú de mediodía de 18 euros, menú fast good de martes a viernes al mediodía por 14, y menú degustación por 39).
Mexsia
Llegas a Mexsia y ves los vasos puestos así, sobre la mesa, como a punto de caerse, haciendo funambulismo, y te dices: "Estoy en un sitio especial”. Y sí. Porque antes ya has visto una barra a la entrada, has oído una música de fondo y has visto una iluminación que te hace pensar que estás en un pub y no en un restaurante. Y no. Bueno, sí. Estás en un pub gastro. En un gastropub que ha ideado Óscar Calleja, poseedor de una estrella Michelin por Annua (San Vicente de la Barquera). Mezcla, fusión, mix, diversión. México y Asia. Mexsia. Picante, picantón, como el gazpacho verde de chile serrano con vieira braseada; juguetón, como el aguachile de camarón con salsa chamoy, un platazo donde los cítricos acompañan un producto excelente; excitante como el maki frito en tempura con centollo, masera y aguacate, o como el nigiri de salmón a la llama con crispy de alga nori; vicioso como los nachos caseros, servidos con tres salsas también caseras…
Precio medio: 25-30 euros (menú fast good de martes a viernes al mediodía por 15 euros, y menús degustación por 25 y 30 euros).
El Remedio
¿Y por qué no le llamaron El Paraíso? Porque el enclave donde está ubicado este restaurante es paradisiaco, ensoñador, maravilloso, bello… Una ermita del siglo XIX, una pradera verde-verde, un acantilado, el mar de fondo… Insuperable. El síndrome de Stendhal se puede vivir en primera persona aquí. Pero El Remedio también vale como nombre porque estando allí uno se olvida de todo lo que le preocupa, así que funciona como remedio a todos los males, aunque sea temporalmente.
Si es hermoso haciendo sol, debe de ser espectacular en pleno temporal. Un regalo para la vista y el alma que se complementa con la cocina de Samuel Fernández, apegada al terruño y al mar que se ve desde su local. Hay que pedir el megano (calamar pequeñito que se hace a la plancha) con patata en tinta de calamar, vieira con crema de boletus y jamón de bellota (de sabor largo e intenso), alubias con setas, un cocido hecho poco a poco (chup chup, ñam, ñam); fritura de rabo de toro con mostaza de remolacha y salsa barbacoa… Y comer todo eso y más mirando al horizonte. Y soñar.
Precio medio: 40 euros.
Madre mía, cuanta diversidad gastronómica. ¿A qué esperas para deleitarte? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto y fotos: Ferran Imedio (Gastronomistas.com)
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Este verano en Bruselas hay playa
La idea no es nueva. En Berlín, Hamburgo o bajo los puentes del río Sena de París se montan cada verano desde hace ya unos años estas playas urbanas artificiales. No te hará falta meter a toda la familia en un coche ni realizar un largo y caluroso trayecto para disfrutar de la arena y refrescarte en el agua. Este paraíso tropical en Bruselas se llama Les Bains de Bruxelles y lo encontrarás durante 5 semanas en el Quai des Péniches, a lo largo del Canal de Bruselas. El horario es de 11 a 22 horas, los martes, miércoles, jueves y domingos, y de 11 a 23 horas los viernes y sábados.
Cierto que es una playa sin mucho oleaje, pero se le ha echado imaginación para hacerla lo más atractiva posible, consiguiendo congregar a un público de lo más diverso. A lo largo de 6.000 m² de arena fina se han instalado tumbonas, palmeras y cocoteros, sombrillas a rayas y chiringuitos en los que sirven bebidas frías de vivos colores. Durante el día, el ambiente es muy familiar con actividades deportivas como fútbol playa, voleibol, petanca o ping-pong, y juegos para los más pequeños. Los domingos se pueden alquilar patines a pedales y kayaks a buen precio. También puedes conocer la zona del canal a bordo del barco de Bruxelles les Bains, que ofrece diversas travesías: una rápida de 55 minutos, cruceros de 2 horas o un crucero-cóctel por la noche, mientras un guía te cuenta la historia y geografía del puerto.
A este relax playero le acompaña el festival Let it Beach, que celebra su tercera edición y que animará las tardes de los fines de semana con conciertos variados; mientras los viernes es el turno del folk, rock, pop y hip-hop, y el jazz y las músicas del mundo cobrarán protagonismo los sábados. Los domingos, el programa está dirigido a los más jóvenes, con talleres, bailes y más conciertos, claro. La oferta de ocio nocturno se complementa con las sesiones gratuitas en la Croisetteke, todos los días a partir de las 18 h. y con Boat Club, un exclusivo club flotante que tiene las fiestas más divertidas de Bruselas.
¡No sin mi helado!
Cuando el termómetro parece que no cesa en su escalada, otra deliciosa manera de refrescarse es saborear un buen helado. Para aquellos que no entienden un día de playa sin helado, os contamos dónde encontrar algunos de los mejores de la ciudad.
Comus & Gasterea (Quai aux Briques 86)
Un lugar para probar los más curiosos y novedosos sabores, porque tienen los más raros del mundo desde caviar, aceite de oliva, roquefort, lichi, wasabi a berenjena o albahaca, que elaboran de forma totalmente artesanal, sin añadir colorantes ni conservantes. Sólo tienes que armarte de paciencia porque en ocasiones se forman largas colas a sus puertas.
Capoue (Rue de Wand 112)
Chez Capoue es una de las heladerías más antiguas de Bruselas y, si en Comus & Gasterea tienen los sabores más curiosos, en Capoue realizan las combinaciones más audaces entre bounty, naranja sanguina o pan de especias. También los elaboran sin azúcar para diabéticos o sin lactosa para alérgicos a la leche de vaca.
Il Monello (Chaussée de Charleroi, 31 -33)
Aunque ha abierto recientemente, Il Monello ya se ha hecho un nombre en la ciudad por pasteles tradicionales y sus helados artesanales. Lo puedes tomar montado sobre un gofre para que no le falte consistencia (ni calorías).
Zizi (Rue de la Mutualité 57A)
¡Toda una institución en Bruselas! Zizi es la heladería más conocida de Bruselas y, en los 60 años que llevan abiertos, no han cambiado nada la forma de elaborar sus helados, de sabores naturales y sin colorantes.
¡Bruselas "rules"!
Bruselas es un refrescante destino para este verano, pero no sólo por su playa urbana. Durante el verano, todos los viernes de 17 a 23.30 horas se organizan los Apéros Urbains, animados afterworks en algunos de los lugares más hermosos de la ciudad. También el festival de música clásica Midis Minimes, con conciertos diarios de 35 minutos todos los días a las 12.15 horas (hasta el 28 de agosto) en la iglesia Saint-Jean et Etienne aux Minimes, o en el Conservatorio Real.
¿A qué espera para vivir esta experiencia? ¡Venga! Coge la toalla, y mira los vuelos a… ¡Bruselas!
Texto de Scanner FM
Imágenes de Eric Danhier
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