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Turismo a fuego lento en el sur Menorca

Menorca es una de las islas más fascinantes de todo el Mediterráneo. Su particular geología la convierte en un enclave excepcional. Menorca contiene numerosas especies endémicas, es decir, exclusivas de esta isla o bien compartidas sólo con otras tierras cercanas como Mallorca, Córcega y Cerdeña. Esta mezcla de generalidades y singularidades hace especialmente atractivo el patrimonio natural de este territorio, a la vez fuertemente humanizado desde hace 4.000 años. De hecho fue la primera isla balear con humanos. Los primeros pobladores de la isla no procedían de la península, sino que fueron descendientes de pueblos de otros puntos del Mediterráneo, como romanos, cartagineses, fenicios, y más tarde turcos.

Podemos hablar de tres zonas bien diferenciadas para practicarslow tourismen la isla. Por un lado el Este, por otro el Oeste, y por último el Sur. Puesto que las posibilidades son infinitas, nos vamos a centrar en la zona Sur, y más concretamente en el Sur-oeste de la Isla, con Cala Galdana como núcleo principal.

Playas donde levitar

Cala Galdana, es también conocida como Cala Santa Galdana o Cala Santagaldana. Está a siete kilómetros de Ferreries, situada entre Morro de Ponent y Penyal Vermell, así como junto a la urbanización homónima y flanqueada por los miradores des Riu y desa Punta -con excelentes vistas panorámicas-. Su topónimo procede de la denominación árabe Guad-al Ana. Esta playa es considerada como la más conocida y visitada de Menorca, una de las más bellas, que además contiene un centro turístico totalmente aislado en una extensa región natural prácticamente virgen. Este rincón costero resulta de un entrante de mar que al tocar tierra confluye con las desembocaduras de los torrentes Algendar y Algendaret, dando lugar a una zona húmeda, adaptada como embarcadero y con profusión del avifauna -halcón peregrino-, ranas, sapos, musarañas y murciélagos.

Cala Galdana ofrece innumerables posibilidades para descansar. Hay para todo tipo de visitantes. Menorca es conocida por ser perfecta para practicar el turismo familiar, pero también hay quien busca en la isla tranquilidad, y a veces los niños no acaban de encaja en el concepto de calma. Por eso hay hoteles para adultos, como el Hotel Audax, lo probamos y tuvimos una experiencia de relax absoluto., con spa y biblioteca incluidos. Además  incluye oferta de comida sana en sus restaurantes, Oliva –espacio gastronómico con cocina en vivo, que fusiona lo mejor de la pasta italiana con platos menorquines, y Galdanaslow cooking-. Además desde allí te pueden gestionar todo tipo de actividades, a través de Sports & Nature. Mateo, su responsable es un apasionado de las actividades en la naturaleza y se conoce la isla al dedillo.

Playas del Oeste

Si nos decidimos por las playas del Oeste, podemos dar un paseo de una media hora hasta llegar a la Playa Macarelleta. Os recomendamos ir fuera de temporada alta, que es del 15 de junio al 15 de septiembre, ya que durante esos días suele estar colapsada. La primavera es el mejor momento para disfrutarla. Se vive un ambiente especial, más cuando se presenta semi desierta. Tras un recorrido a través del Camí de Cavalls –camino que sigue todo el perímetro de la isla, con una longitud de 184 km, que en su día servía para comunicar las diferentes torres de defensa- el acceso a la playa se hace superando un desnivel de 150 metros, a través de una escalera de madera con 216 escalones. Pero el paseo vale la pena, ya que ésta es sin duda, la cala más fotografiada de la isla. Los tonos azul, verde y turquesa se combinan en el agua, mientras que el plano terrestre la gama cromática va de los verdes a los marrones. Si seguimos, unos 2 km y medio más llegaremos a Cala en Turqueta, un paraje con un paisaje impresionante. Y si queremos seguir disfrutando de un agradable paseo por el Camí de Cavalls, podemos llegar hasta Cala des Talaier (a 7 Km de Cala Galdana) y Son Saura (a 10 km). Además del camino costero también hay caminos por el interior que pasan por los diferentes barrancos de la isla. Hay tres ríos en la isla y sus barrancos permanecen verdes durante todo el año. Si puedes haz una excusión por el d’Algendar, y visita sus cuevas.

El mar y la calma

Otra opción para encontrar la calma es la de disfrutar del vaivén de las olas sobre una embarcación. Es posible alquilar barcos –es una buena manera de interactuar con la gente de la isla -o subir en golondrinas. Aunque una las mejores experiencias es sin duda, navegar en kayak. Se puede hacer por libre o con guía. Se recomienda esto último porque así tendremos un plus gracias a sus explicaciones y recomendaciones. Una de las propuestas de mayor éxito es la de asistir a una puesta de sol en medio del mar. Siempre es mejor hacerlo en verano, aunque en invierno también es posible, eso sí, será imprescindible el uso de neopreno.

Menorca te ofrece un buen puñado de posibilidades para tener unas vacaciones a fuego lento. Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de ISABELYLUIS Comunicación

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Kinderland, la isla de los niños

La isla de Mainau es un cautivador islote verde y tapizado de flores que emerge de las azules aguas del lago Constanza, a poco más de hora y media de Stuttgart. En la isla destaca un jardín de estilo mediterráneo de 45 hectáreas que mandó construir el conde Lennart Bernadotte, emparentado con la casa real sueca. En la actualidad, sus hijos administran esta obra de arte de la jardinería.

El País de los Niños de Mainau

En la isla Mainau (conocida también como la Isla de las Flores) hay mucho que admirar, y eso no se limita a la exuberancia botánica procedente de todo el mundo. Mainau-Kinderland (el País de los niños de Mainau) y La casa de Mariposas más grande de Alemania atrae hasta aquí a familias de todo el mundo –dicen que más de dos millones de personas al año-. Lo mejor de este gran parque infantil es que es apto para niños a partir de dos años de edad. Está abierto prácticamente desde la primavera hasta el otoño.

Pero, por encima de todo lo que más llama la atención a los pequeños –y a muchos mayores, para qué nos vamos a engañar- es El pueblo de los enanos. Esta atracción está concebida especialmente para niños de entre dos y cuatro años de edad. Allí hay cabañas en forma de cuevas, un tren de madera y zonas para jugar con agua, que siempre funciona. El pueblo se ubica entre la granja y el lago, y en él podemos encontrar un establo para montar ponis. Además también hay burros enanos, y perros; muchos perros, por no decir todos los perros, ya que prácticamente están todas las razas representadas. En la granja con jardín también hay conejos sueltos, que corretean mientras las vacas y las cabras pastan a sus anchas. Y como no, no podía faltar el clásico corral con gallos y gallinas cacareando. Y es que… ¿a qué niño no le gusta una granja?

Uno de los puntos culminantes es el zoológico, donde los niños podrán acariciar a muchos animales. Aunque la mejor parte, es la casa de las mariposas, la cual está abierta durante todo el año. Con una superficie de 1.000 m², su escenografía nos remite a un paisaje tropical de ensueño. A través de sus susurrantes cascadas, puentes que pasan sobre estanques y una gruta, los visitantes pueden observar con tranquilidad a cientos de coloridas y poco comunes mariposas de aprox. 80 especies volando libremente o alimentándose, y verlas en sus danzas de cortejo o poniendo huevos. Si te mantienes inmóvil durante un rato igual tienes suerte y alguna de ellas se posará encima de ti. Otro punto destacado es el nuevo jardín de insectos. Allí se ofrecen interesantes informaciones sobre las abejas salvajes, las abejas melíferas y la apicultura en general.

¡Atención!, zona acuática

El espacio que últimamente más triunfa de todo el complejo es Wasserwelt (mundo acuático). Sin duda es ideal para que los pequeños jueguen a sus anchas, y sin peligro de que se hagan daño. En realidad es una especie de circuito a la manera de “Humor Amarillo” o “Guaypaut” integrado por un conjunto de pequeñas casas y torres, pegadas entre si e intercomunicadas de diferentes maneras. Los niños deben esforzarse para superar los obstáculos y pasar colgándose de una casa a la siguiente sin tocar el suelo. Para ello pueden usar cuerdas y pasarelas escalables. En este mundo acuático hay grandes superficies de arena concebidas como zonas de lodo. Aquí los niños pueden jugar sin límites: pueden construir, hornear, descubrir e investigar. Justo al lado hay un camino para andar descalzo, hecho con todo tipo de materiales agradables al tacto, más que nada, por si el adulto no les quiere acompañar en tan chorreante tránsito.

Lago Constanza

El lago Constanza apodado Schwäbische Meer (Mar Suabo), es el tercer lago más grande de Europa y se encuentra a horcajadas de tres países: Alemania, Austria y Suiza. Aprovechando el viaje Mainau Kinderland no os perdáis hacer una visita por estos maravillosos parajes.Formado por el glaciar del Rin durante la última glaciación y alimentado hoy por el mismo río, donde desagua, este enorme lago mide 63 km de longitud y 14 de ancho, y tiene una profundidad máxima de 250 metros. La región comprende prados y viñas, huertos y pantanos, playas y estribaciones alpinas. Un heterogéneo paisaje increíblemente bello en verano, momento en el que se concentra una mayor cantidad de visitantes, y que permite entre otras actividades, nadar en el lago y acampar en algunas zonas ribereñas. En primavera se llena de flores y en otoño hay vino joven, menos gente y una visibilidad magnífica cuando sopla el cálido Föhn.

No desaproveches la ocasión de acercar la cultura a los más peques. En la zona hay innumerables iglesias barrocas, abadías benedictinas, viviendas de la Edad de Piedra, fuertes romanos, castillos medievales y hasta zepelines. Imposible aburrirse. Venga, ¡prepárales ya esta gran sorpresa a tus hijos! Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Germany Travel

 

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Doñana el parque más emblemático de Europa

Situado entre Huelva, Sevilla y Cádiz se encuentra uno de los parques naturales más emblemáticos de España, y por ende, uno de los más importantes de Europa. El Parque Nacional y Natural de Doñana, de 108.086 hectáreas, con 54.251 hectáreas de Parque Nacional y 53.835 hectáreas de Parque Natural, es una auténtica joya que hará las delicias de los amantes de la naturaleza, de los buscadores de ecosistemas o simplemente de aquellos que tengan ganas de realizar actividades al aire libre. A continuación te desvelamos las claves para conocer mejor este maravilloso y extenso enclave natural.

Un paraíso ecoturístico

¿Lo tuyo es perderte por la naturaleza y disfrutar de todos sus encantos? Pues aquí encontrarás una variedad de ecosistemas en las que gozar de lo lindo. Cotos, pinares, lagunas, marismas, humedales, playas o dunas será lo encontrarás a tu paso por Doñana, y en ellos una flora y una fauna de una enorme riqueza y variedad. 

Entre su flora, con más de 900 especies diferentes, destacan el enebro marítimo, el alcornoque, el pino piñonero, la adelfa, el barrón, la retama, el tomillo, el romero, la zarzamora, y un extenso etcétera. En cuanto a la fauna, con más de 500 especies diferentes, tiene a las aves como sus principales protagonistas, a las que hemos dedicado un punto más adelante. A destacar entre los otros animales que podemos encontrar en Doñana está el lince ibérico, una de las especies más protegidas del parque.

Aves, aves y más aves

Como ya hemos anunciado en el punto anterior, no es la única fauna que puebla Doñana pero, para qué negarlo, las aves son las auténticas reinas del parque –con el permiso del lince- y por las que la mayoría de la gente se desplaza a visitar estas tierras. En este entorno natural que hace la delicia de los ornitólogos prepárate para encontrar todo tipo de aves, y todo ello gracias a que el parque se encuentra ubicado en la ruta migratoria por la que pasan todos los años multitud de aves en busca de temperaturas cálidas, e incluso acogen a buen número de ellas durante el invierno en sus humedales. Así pues, si lo vistas en otoño e invierno encontrarás aves procedentes del norte de Europa, mientras que si lo haces en primavera hallarás las que vienen de África.

Organizando la visita

Existen diversas formas de recorrer Doñana, aunque no hay que olvidar en todo momento que al tratarse de un área protegida hay ciertas limitaciones a la hora desplazarse. El primer aspecto que hay que tener en cuenta es que mientras que el área comprendida por el parque natural está menos protegida y es de más fácil acceso, el área de parque nacional tiene un acceso más limitado. La opción más extendida y más cómoda es la de tomar un pequeño autobús todoterreno con guía, con el que podréis ver un área bastante amplia del parque y de forma cómoda. Una segunda posibilidad es la de hacer una ruta en barco que se coge en Sanlúcar de Barrameda, y que hace un recorrido por el río Guadalquivir, con paradas en algunos de los puntos del trayecto.

Por último, quedan las opciones que requieren de más esfuerzo, pero en las que bien seguro que tendremos un contacto más directo con la naturaleza, como es recorriendo sus senderos, ya sea a pie o en bicicleta. Como siempre en estos casos, te recomendamos acudir con anterioridad a alguno de los centros de visitantes con los que cuenta el parque para informaros de las rutas.

Desde el otoño hasta la primavera

La mejor época para visitar Doñana va desde el otoño, que finaliza la etapa de sequía veraniega y propicia la llegada de las primeras aves migratorias, hasta la primavera. El verano es la época en que muestra su versión más árida, pues se secan la mayoría de sus humedales.

Una parada en El Rocío

Con romería o sin ella, no debemos olvidar incluir a El Rocío en nuestra ruta por Doñana. Esta pequeña población es conocida por su popularísima romería en honor a la Virgen, que tiene lugar el fin de semana del Domingo de Pentecostés, y que atrae a multitud de visitantes cada año. Más allá de esta festividad, esta localidad es un remanso de calma, en la que destacan la Ermita de El Rocío por una lado, y las magníficas vistas a la laguna por el otro.  

Reserva tu Vueling a Jerez de la Frontera, que se encuentra a 35 kilómetros del Parque Nacional de Doñana, y anímate a conocer todos los encantos de esta magnífica reserva natural.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Nacho Pintos, Calvin Smith, Mr. Theklan, Porphyrio, Vince Smith

 

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Spittelberg y otras zonas gastro-molonas de Viena

Por Silvia Artaza de gastronomistas

Nos propusimos volar a la capital de Austria para encontrar esas rutas que se salen un poco del carácter imperial y clásico que invade la ciudad, que van más allá de la catedral de San Esteban o de la conocida noria gigante situada en el Prater. Y sí, encontramos calles, rincones, barrios y proyectos modernetes donde están surgiendo espacios gastronómicos de todo tipo y con una pinta estupenda.

Naschmarkt y Freihausviertel

Arrancamos en el Naschmarkt, el mercado más conocido de Viena, que ha evolucionado hasta ser hoy un punto de encuentro de gente de todo tipo. Se puede comprar fruta o verdura, pero también disfrutar de una oferta de cocina que recorre el mundo. Cada vez son más los que deciden instalarse en este mercado, que cuenta con unos 120 puestos. Algunos ejemplos son Neni, con especialidades de Israel y Oriente, o la cocina ecológica de Tewa. Pero lo mejor es pasearlo y pararte a probar lo que te vaya apeteciendo. En las calles que delimitan en mercado hay también espacios interesantes como On Market, un local espectacular con cocina asiática, o Café Amacord, si quieres probar cositas vienesas en un ambiente local.

Si salimos de Naschmarkt por Schleifmühlgasse encontrarás que esta calle también está llena de pequeños proyectos gastro que harán que te pares frente a sus vitrinas. Es el caso de Babette's, una tienda de libros de cocina, especias y otras cositas donde también se puede comer, o Coté Sud con especialidades francesas. Ésta y otras calles del Freihausviertel son interesantes en la ruta.

Karmelitermarkt

Al igual que Naschmarkt, otro mercado que está siendo motivo de revitalización de la zona es Karmelitermarkt, al otro lado del Danubio en el Distrito 2 (Leopoldstadt). Allí, no te pierdas Schöne Perle, con su reinterpretación casera de la cocina vienesa, la propuesta orgánica y de temporada de Zimmer 37, ni pasar por Praterstraβe o Leopoldsgasse, dos animadas calles en la zona de este mercado.

MuseumsQuartier

Dejamos los mercados para plantarnos en MuseumsQuartier, un impresionante recinto cultural con museos y pabellones dedicados a mil y una disciplinas artísticas diferentes. Uno de esos lugares a los que mola ir, y que para nuestra suerte está salpicado de cafés y restaurantes. En el patio podrás encontrarte desde un mercado navideño donde el vino caliente (bebida típica de estos mercados) se sirve a ritmo de Dj, hasta unas hamacas donde pasar las tardes-noches de verano.

Interesante la propuesta de Glacis Beisl, que está en la parte posterior de MQ, casi escondido, aunque eso no hace que deje de estar a tope de reservas siempre. Cocina local de toque modernete y otros platos de corte internacional, precio estupendo y buen ambiente. Una buena opción después de una jornada de museos.

Spittelberg

Justo detrás de MuseumsQuartier se encuentra Spittelberg, que ya encontrabas en el titular de esta ruta y que no hubiera podido ser de otra manera. Cinco o seis callecitas adoquinadas, las que se enmarcan entre Burgasse, Breite Gasse, Sigmundsgasse y Mariahilter, de ambiente bohemio y un encanto especial. Tendrás donde elegir mientras te pierdes por la zona pero algunas pistas son, por ejemplo, Amerlingbeisl (con su precioso patio), Das Möbel (mucho diseño que, además, se puede comprar), Die Burgermacher (con hamburguesas caseras, variedades vegetarianas y producto fresco del día) o Trattoria da Paolo & Anna (una pequeña trattoria italiana de manteles a cuadros y sabor italiano).

Y si vas en Navidad…

Precisamente en Spittelberg se monta uno de los mercados artesanales navideños más especiales de la ciudad, si tienes la suerte de volar en estas fechas. Y es que, como en gran parte de Centroeuropa, estos mercados son uno de los grandes atractivos del turismo de invierno. Si es así, no puedes perderte el que se despliega en la Rathausplatz donde la magia navideña alcanza su máxima expresión. Un increíble mercado con unos 150 puestos de adornos, regalos o dulces, y donde tendrás la oportunidad de tomar el famoso vino caliente (Glünwein) y alguno de los dulces típicos de Viena, como es su tarta de manzana (Apfelstrudel).

Dan ganas de ir verdad? Anímate! Consulta nuestros precios aquí!

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