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A pedales por la Toscana

La Toscana es un paraíso para la práctica del cicloturismo gracias a una red de caminos, pistas y carreteras con poquísimo tráfico que invita a perderse literalmente por paisajes que parecen de otra época. Las posibilidades son infinitas y hay rutas de todos los niveles. La que os recomendamos en este post permite ir de Siena a Florencia en 2 o 3 etapas –según nuestro estado de forma–, pedaleando a través de la región donde se cultiva y elabora uno de los tintos más famosos del mundo, elChianti.Pensando en los más neófitos, hemos planteado un recorrido fácil de seguir que suma un total de 95 km. Aunque no está exento de subidas y bajadas –la región es conocida como Colline del Chianti –, todo esfuerzo tendrá su merecida recompensa, pues el itinerario rebosa belleza y gratifica al viajero curioso con insólitas historias, unos anfitriones siempre dispuestos a ayudar y entablar conversación y, cómo no, exquisitas experiencias gastronómicas.

Joyas de la Toscana

Nada más aterrizar en el aeropuerto internacional de Florencia, ponemos rumbo al centro histórico. Si elegimos un vuelo matinal, antes de ir a recoger las bicicletas a la tienda de alquiler, podemos visitar a pie la parte monumental de la cuna del Renacimiento.

Tour renacentista

Un paseo rápido pero realmente espectacular debe empezar en la Piazza del Duomo, con la visión de la catedral de Santa Maria del Fiore, su inmensa cúpula obra de Brunelleschi y su bella fachada recubierta de mármol toscano; continuará en la Piazza della Signoria, donde se encuentra el imponente Palazzo Vecchio, la fuente de Neptuno, una reproducción del David de Miguel Ángel y una colección de estatuas de los Médici, entre las que destaca el Perseo de Cellini descabezando a Medusa; y acaba cruzando el río Arno por el emblemático Ponte Vecchio.

Helados, bicis y tren

Ya con la bicicleta –os recomendamos reservar en Florence by Bike –, pondremos rumbo a la estación ferroviaria Firenze Santa Maria Novella, que se encuentra a menos de 1 km de la tienda de bicis.

Si os apetece un helado auténticamente artesanal, parad en I Gelati del Bondi, en Via Nazionale 61R (esquina con Via Faenza), pues pasaréis por la puerta camino de la estación. Aquí venden los helados del maestro Vetulio Bondi. Pensad que hay personas que viajan hasta Florencia exclusivamente para que este artigiano gelatiere les imparta un curso personal de unas horas.

El trayecto en tren hasta Siena dura 90 minutos (horarios en http://www.trenitalia.com). Sólo en los trenes regionali se permite subir bicicletas (hay un espacio destinado a ellas por un suplemento de 3'5 euros por bici).

Una vez en Siena, lo mejor es ir directamente al hotel, aparcar la bici y salir a disfrutar de la tarde-noche de esta ciudad que rezuma vida y hermosura por todas partes. De camino a la Piazza del Campo –donde se celebra la espectacular y alocada carrera ecuestre del Palio di Siena–, encontraremos muchos restaurantes con encanto. A la hora de elegir el menú, recordad que al día siguiente toca pedalear.

La esencia del Chianti

Saldremos de Siena pedaleando por la carretera secundaria SR222, también conocida como Via Chiantigiana, que empieza en la estación central de tren de Siena y atraviesa toda la región hasta Florencia. Tras una subida inicial, muy pronto nos desviaremos por una carretera aún más solitaria, la SP102. Esta ruta va hasta Corsignano, Vagliagli y Radda in Chianti, combinando sectores asfaltados con la típica strada bianca de la Toscana, de tierra compacta, de un blanco refulgente y cegador.

Durante la jornada pedalearemos entre colinas tapizadas de viñedos y olivares flanqueados por hileras de cipreses, y pasaremos frente a diversas bodegas, como Terra di Seta (1 km antes de Vagliagli), o Capannelle (a las afueras de Gaiole in Chianti), donde realizan tours guiados y catas de sus vinos y aceites de oliva virgen.

El pequeño pueblo de Radda in Chianti es un buen punto para una pausa y recuperar fuerzas. A partir de aquí, la ruta propone un rodeo opcional de 17 km, en forma de bucle, para visitar Castello Vertine y Gaiole in Chianti. Este pequeño y tranquilo pueblo es centro de peregrinación de los aficionados al ciclismo de época. Aquí se celebra cada primer domingo de octubre la mítica ruta cicloturista l'Eroica, en la que se dan cita más de 7.000 ciclistas montados en bicicletas antiguas.

Si queremos recortar ligeramente el recorrido y ahorrarnos alguna subida, desde Radda in Chianti podemos dirigirnos directamente hacia Panzano. Aquí los aficionados a la carne de calidad tienen que parar y sentarse a la mesa de la Officina de la Bistecca –la Antica Macelleria Cecchini– y conocer a Dario Cecchini, carnicero artesano que derrocha saber y recita pasión en todo lo que hace. Existen diversos menús –incluso uno vegetariano– que se sirven a mediodía y por la noche, pero la estrella indiscutible es la Bistecca a la Fiorentina, que aún hoy se cocina y sirve con hueso (sí, con hueso). La experiencia merece absolutamente la pena para comprender el amor puro y contagioso que profesa Dario, descendiente de ocho generaciones de carniceros, por su oficio, sus carnes y su tierra. Lo vive tanto que incluso ofrece la posibilidad de ser "carnicero por un día".

Florencia por todo lo alto

Desde Panzano, la carretera nos llevará en descenso hasta Greve in Chianti, para luego continuar hacia Chiocchio y Strada in Chianti. Aquí abandonaremos la SR222 y pondremos rumbo a Ferrone e Impruneta por carreteras más locales, con la intención de entrar en Florencia por su acceso más espectacular y panorámico: la colina de San Miniato.

Desde Impruneta, la SP70 nos llevará hasta Cascine del Riccio, donde subiremos por un calle estrecha y de muy fuerte pendiente –quizá haya que caminar unos metros–, hasta San Michele di Monteripaldi. Ya en lo alto, pasaremos frente a villas muy señoriales, rumbo a Piazzale Michelangelo, donde la ciudad quedará a nuestros pies. Sin duda es la foto perfecta para el final de la ruta.

Para cenar y darle el broche de oro a esta "escapada" ciclista, os recomendamos reservar en Essenziale, el nuevo restaurante del chef Simone Cipriani, que emociona a los comensales con un entorno minimalista pero amigable y desenfadado, en el que la comida, de tradición toscana, revaloriza y reinterpreta las recetas della nonna, de una manera sutil, delicada y divertida. Los menús degustación Conoscersi (3 platos, 35 euros) y La persistenza de la memoria (5 platos, 55 euros) son una fiesta de sabores y sensaciones, a la vez que un viaje a la esencia y la historia culinaria de la región. En Essenziale también sorprende la inexistencia de barreras entre la cocina y las mesas: el chef, en persona, sirve y explica sus creaciones, revelando sus secretos.

Guía práctica

- Cómo seguir la ruta: el itinerario de 95 km que os hemos descrito lo podéis consultar en este enlace de google maps. Para planificar otros itinerarios, el mejor mapa en papel es el Firenze, Siena, Chianti de Kompass.

- Duración: cada cual puede dividir el recorrido a su gusto, en función de los alojamientos y el número de días disponibles. Para disfrutar de todo lo que ofrece la región, lo ideal sería dedicarle 3 o 4 días.

- Escoger bicicleta: con Vueling puedes llevar tu propia bicicleta en el avión, pero como la ruta cicloturista es sólo de 2 días, quizá resulte más cómodo alquilarla en destino. En Florence by Bike renuevan cada año su flota y disponen de bicicletas de todo tipo. Las de viaje son las más indicadas para la ruta que os proponemos. Si os preocupan los desniveles, también alquilan bicicletas eléctricas (2 días, 90 euros), con las que se superan las colinas casi sin realizar esfuerzo.

- Alojamientos: la oferta de alojamiento en Siena y Florencia es verdaderamente abrumadora, pero conviene reservar con antelación para asegurarse habitaciones en el centro histórico. En ruta, la mejor opción es buscar pequeños Bed & Breakfast o agroturismos. 

Texto de Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

Imágenes de Con un par de ruedas y Giovanni Rasoti

 

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Top 10 pabellones de la Expo Milán 2015

La Expo 2015 en Milán abrió sus puertas el pasado mes de mayo a los visitantes tras más de siete años de preparativos. Se trata de uno de los eventos internacionales más antiguos, con una tradición de más de 160 años. El lema de la Expo para esta edición es “Alimentar el Planeta, energía para la vida", abarcando ámbitos como la tecnología, la innovación, la cultura, las tradiciones y la creatividad, relacionándolos con la alimentación y la dieta. Tras unos días de visita por el inmenso recinto expositivo os hemos preparado una selección con los 10 mejores pabellones. No ha sido tarea fácil, ya que este año participan más de 145 países. 

10. Pabellón de México

El pabellón mexicano, diseñado por la oficina Loguer Design cuenta conuna estructura exterior que usa la hoja de maíz como inspiración principal, mientras que el diseño interior hace referencia al sistema de manejo integral de la Cuenca de México durante el imperio hidráulico-agrícola del rey Nezahualcóyotl, un verdadero logro en sostenibilidad al aprovechar óptimamente el entorno natural sin degradarlo.

9. Pabellón de España

Fue diseñado por el estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos. En un evento como este, que promueve una alimentación saludable, la dieta mediterránea ocupa un lugar central. El pabellón español fusiona la estructura de un invernadero con la de un granero tradicional. En éste se mostrarán diversos productos de la gastronomía regional, así como sus procesos de producción y cultivo de alimentos.

8. Pabellón de Italia

El Pabellón de Italia, diseñado por el estudio Nemesi & Partners Srl, Proger SpA y BMS Progetti Srl, está conectado con los espacios de exhibición, el auditorio y los salones de conferencias. Vale mucho la pena dejarse caer por esta construcción cuyos ejes se fusionan con la propia estructura. También se trata de una arquitectura sostenible, que apuesta por los paseos evocadores y el uso de nuevas tecnologías.

7. Pabellón de China

El Pabellón ondulante de China fue creado en colaboración con la Academia de la Universidad Tsinghua de Arte y Diseño y el estudio de arquitectos de Nueva York StudioLink-Arc. Se titula "La Tierra de la Esperanza. Comida para la Vida" y muestra el progreso de esa inmensa nación en la agricultura y el suministro de comida. Nos encantó el campo interior a base de lámparas LED. Éste simula un cultivo de acuerdo con el calendario lunisolar chino.

6. Pabellón de Austria

Es en realidad un bosque exuberante, al aire libre, dando a los visitantes la oportunidad de deambular por él y poder respirar aire fresco. Su generosa vegetación crea su propio microclima y aunque no está cubierto, la sombra de la arboleda proporciona a la construcción una temperatura que es siempre cinco grados menor que la temperatura del exterior. Cada hora el bosque produce suficiente oxígeno para 1.800 visitantes.

5. Pabellón de Ecuador

Se trata de uno de los proyectos de mayor aceptación por parte de crítica y público. Es obra del estudio español Zorrozúa y Asociados.En la fachada del pabellón de Ecuador queda plasmado su ideario “Viaje al centro de la vida", a la perfección, pero también otros como el de las oportunidades que se abren para el sector de la agricultura en los ámbitos del desarrollo sostenible, el bienestar común y la lucha contra el hambre, así como el de la alimentación de las culturas del mundo y los grupos étnicos. Destacan las cortinas que cubren todo el edificio a cargo de KriskaDECOR. Se trata de una innovación, puesto que es la primera vez que se recubre completamente toda la superficie de un pabellón con cortinas.

4. Pabellón de Alemania

A este pabellón se le conoce como "El Campo de Ideas" –más alemán imposible, ¿verdad?-.El uso de la arquitectura aquí, sirve para reflejar los paisajes naturales y ricos de Alemania, y para ello se sirven de curvas ondulantes, un gran toldo verde y enormes árboles solares, que producen energía a través de tecnología fotovoltaica orgánica. Seguimos una ruta a través de las "raíces de la nutrición" - agua, suelo, clima y biodiversidad - antes de llegar al "Jardín de las Ideas". El pabellón está lleno de lugares privados para relajarse y disfrutar de los paisajes y de música en vivo, sesiones de DJ y otros espectáculos.

3. Pabellón de Brasil

Aquí se combina la arquitectura y la escenografía con el fin de proporcionar a los visitantes una experiencia que transmita valores brasileños. Fue genial la idea de la red flexible, suave y descentralizada, la cual está presente en toda la construcción y que, según sus autores, representa el pluralismo del país. En medio de más de 130 construcciones, el Pabellón de Brasil es una buena excusa para hacer una pausa, -nosotros la hicimos – con la intención de crear una plaza pública que atraiga a las personas.

2. Pabellón de Emiratos Árabes Unidos

Diseñado por el estudio de arquitectura icónica Foster + Partners, cuenta también con paredes onduladas de gran altura, que reflejan los paisajes del desierto de los EAU. Esta estructura logra que la temperatura sea fría, ya que con, ni más ni menos, que 12 metros de altura se consigue una gran protección contra el sol, creando además caminos sombreados para los visitantes. El recorrido a través de estas vías nos condujo a los espacios de exposición al aire libre, y finalizó en un impresionante auditorio de oro

1. Pabellón de Reino Unido

El destacado Pabellón del Reino Unido para nosotros es el más espectacular de todo el recinto, por su originalidad y por su plasmación en el plano real. Ha sido diseñado por el artista británico Wolfgang Buttress, llama la atención por su parecido con un panal de abejas. Los visitantes del pabellón del Reino Unido siguen el camino de una abeja, girando a través de un campo de flores y hasta el corazón de la estructura de la colmena. Cuenta con sonidos de audio y señales visuales que están vinculados en tiempo real a una colmena real que se encuentra en el Reino Unido. Sonidos de audio de la llamada la reina de las abejas pueden ser escuchados en toda la exposición y las luces LED iluminan cuando aumenta la actividad de las abejas.

¿A qué esperas para venir a Milán? No hay nada mejor que una exposición universal para conocer el presente y futuro de buena parte de las naciones del mundo. ¡Vamos! Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Expo Milano 2015

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El centro de Bruselas

Bruselas es el corazón de Europa, la cuna del Art Nouveau, la capital del cómic y la sede de las instituciones de la UE. Un paseo por Bruselas nos permitirá descubrir su maravillosa arquitectura, rincones encantadores y pequeñas delicias gastronómicas típicas de la ciudad como el chocolate, la cerveza o los mejillones.

En el centro de Bruselas puedes encontrar dos encantadoras tabernas en los callejones que emergen de la transitada Rue du Marché aux Herbes. Una de ellas es À l’image de Notre Dame, un local con decoración tradicional y un ambiente acogedor de cervecería popular que te transportará a un tiempo pasado.

Otra de las tabernas a las que se accede desde Marché aux Herbes es el Toone Marionette Theater, un lugar histórico de una popular dinastía de titiriteros. Alberga una típica taberna, un museo de la marioneta y un teatrillo con sus shows tan aclamado por los bruselenses como por los turistas.

Las Galerías Saint Hubert comunican la zona del Teatro de la Monnaie con la Gran Place, es un paso entre dos mundos, entre una Bruselas más moderna y la Bruselas más histórica. En ellas se concentran lujosas tiendas, bombonerías de tradición, librerías magníficas, galerías vanguardistas y cafés.

Justo a la salida de las Galeries Royales nos encontramos el restaurante À La Mort Subite, un lugar centenario en el que se puede degustar entre muchísimas otras, la cerveza con su nombre. Su nombre proviene de un juego de dados del siglo XIX al que jugaban los empleados locales durante su hora de descanso. Este es uno de los lugares más tradicionales de la ciudad con sus largos bancos de madera, techos altos y una colección de antiguos espejos y lo habitual es probara allí las cervezas Cherry o la Kirk junto a una tapa de queso o una de sus tostadas.

Esquivando los bares de los alrededores de la Grand Place, tan orientadas a la caza del turista en los que los maîtres intentan cazarte al vuelo para que te sientes a tomar sus típicos y caros mejillones con patatas, llegarás al Impasse de la Fidélité, el callejón donde se encuentra Delirium Tremens, uno de los lugares más conocidos de Bruselas, de peregrinaje para los amantes de la cerveza. Se trata de un enorme sótano al que se accede por unas escalas, decorado a la manera más rústica con barriles y forrado de bandejas en sus techos. Allí se sirven cientos y cientos de marcas y de todos los colores, olores y sabores, cada una con un vaso especialmente diseñado para disfrutarla en detalle.

A la salida del local no olvides pasar a visitar a Jeanneke Pis (niña que orina) al final del callejón. Constituye el contrapunto femenino del Manneken Pis, el símbolo más representativo de la ciudad.

Es el momento de visitar la Grand Place, la plaza central de Bruselas, considerada una de las más bonitas del mundo y desde 1998 patrimonio mundial de la UNESCO, que concentra gran cantidad de edificios históricos como el Ayuntamiento de estilo gótico en el centro, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula y el Castillo Real de Laeken, con sus grandes invernaderos. Entorno de la plaza se pueden observar las trazas de la antigua ciudad de un estilo arquitectónico que en el país se conoce como estilo español, dado que los principales edificios históricos de estilo flamenco datan de la época en que la actual Bélgica, entonces Flandes, era una de las provincias del imperio de Carlos V.

Continuando la ruta llegamos a Le Roi des Belges, un moderno café en 34 rue Jules Van Praet, en el que tomar un desayuno o una comida rápida se convierte en una delicia. Música agradable a un volumen moderado, un servicio atento y una selección de platos ricos y sanos como ensaladas, quiches o lasañas lo hacen ideal para hacer una parada.

Pero uno de los lugares más populares y céntricos de Bruselas para degustar pequeñas raciones elaboradas a base de pescado es el Mer du Nord. Unas cuantas mesas altas para comer de pie en la plaza, justo detrás de la iglesia de Sainte Catherinete permiten parar a degustar las típicas croquetas de camarones, la riquísima sopa de pescado o los mejillones. ¿Sabías que los mejores mejillones se comen durante los meses que contienen la letra r, como diciembre, enero, febrero o marzo?

Rodeada por las exclusivas marisquerías de la zona de Sainte Catherine, se encuentra una deliciosa hamburguesería gourmet Ellis Gourmet Burger.
 A la hora de cenar, estas marisquerías se llenan de gente, turistas y lugareños para una cena por todo lo alto. Pero si el bolsillo no te permite sentarse en sus terrazas, con una de estas enormes hamburguesas que cuestan entre los 8 € y los 10 € te quedarás lleno. Tienes también la opción de pedir el trío de minihamburguesa por 13 €, para probar las diferentes especialidades de un tirón.

Si continúas caminando por plaza de Sainte Chaterine te encontrarás con el centro cultural Micro Market Marché y un bar restaurante en su interior llamado Via Via Café en el que sirven comida internacional y bebidas orgánicas. En este centro se organizan fiestas, sesiones de DJs, conciertos, proyecciones y exposiciones temporales. Es un lugar para el encuentro entre los jóvenes creadores y los amantes del arte más alternativo.

Y si lo que gusta es un lugar con aire rockero y buenas carnes al estilo americano, Le Corbeau es tu lugar. Situado en la rue Saint-Michel está alojado en lo que era una de las fábricas de cerveza más antiguas de Bruselas.

Una de las atracciones de Bruselas son los recorridos por las callejuelas con los murales de cómic. Bruselas es la capital del cómic y ha visto nacer a personajes tan legendarios como Tintín, Lucky Luke, Spirou o los Pitufos. Una de las diversiones de la capital Belga es ir descubriendo durante el recorrido las recreaciones a gran tamaño de elementos y páginas de tebeos que puedes encontrar en cualquier esquina. La idea empezó en 1991 como una manera de rehabilitar viejos edificios que ahora se ha convertido en toda una seña de identidad de la ciudad.

Nosotros nos lo hemos tomado como una diversión y hemos ido fotografiando aquellas que hemos encontrado al paso, pero existe toda una ruta trazada que no deben perderse los amantes del noveno arte.

Por último os aconsejamos coger un día el tren y acercaros a Gantes. Tiene el privilegio de ser la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos, una intensa vida cultural y una situación privilegiada, entre Brujas y Bruselas, a 50 km de cada una de ellas. La ciudad cuenta con cinco abadías, tres beaterios y dieciocho museos entre otras numerosas atracciones, todas muy concentradas en el centro de la ciudad.

Te han entrado ganas de ir a Bruselas? Consulta aquí nuestros vuelos!

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Harry Potter y Edimburgo

Por Angie de Más Edimburgo

Hablar de Harry Potter y Edimburgo evoca, inevitablemente, la imagen de una joven J.K. Rowling acurrucada en el rincón de una cafetería, volcando en el papel su universo imaginado mientras las horas vuelan y la taza humeante se vacía poco a poco. Aunque es difícil saber hasta qué punto es indiscutible que Rowling se inspiró en los parajes de la capital escocesa para poblar su mundo de personajes y lugares fantásticos, ya que fue en Edimburgo donde las primeras andanzas del mago cobraron forma a principios de los 90 y donde Rowling dio por finalizado el último libro de la saga en 2007. Muchos fans de Harry se desplazan a la ciudad para seguir los primeros pasos de un niño que un buen día recibió una carta que le cambiaría la vida.

Inicios

En 1994, Rowling y su hija pequeña, todavía un bebé, se mudaron a Edimburgo desde Portugal, donde trabajaba como profesora de inglés. Cuando llegó a Escocia, la idea de Harry Potter llevaba años gestándose y Rowling ya había escrito los primeros capítulos del primer libro de la saga, «Harry Potter y la piedra filosofal».

Cafeterías

Durante el invierno de 1994, Rowling comenzó a frecuentar distintas cafeterías de la ciudad, donde pasaba horas escribiendo en una libreta mientras su hija dormitaba plácidamente a su lado después de pasearla por las calles de Edimburgo.

Al principio, Rowling acudía a una cafetería hoy en día desaparecida, Nicholson’s Café, en Nicholson Street. Cuenta la historia que, por el precio de un café, se le permitía pasar la tarde entera escribiendo en el establecimiento. Hoy otra cafetería, Spoon, ocupa su lugar.

The Elephant House, en George IV Bridge, es la cafetería que más estrechamente se relaciona con Rowling. Aunque en una inscripción y un dibujo en su cristalera The Elephant House presume de ser “el lugar de nacimiento de Harry Potter”, lo cierto es que no abrió hasta 1995, y por aquel entonces el primer libro de la saga ya avanzaba con fluidez. Pero es verdad que la autora escribió muchas tardes en una mesa del fondo de la cafetería, junto a la ventana, cuyas espléndidas vistas sobre el castillo y el cementerio de Greyfriars se cuenta que le sirvieron de inspiración para construir su historia. A lo largo de los años, los seguidores de la saga han llenado las paredes de los baños de The Elephant House de inscripciones:

Rowling siguió visitando los cafés de la ciudad hasta mucho después de que sus libros se convirtieran en un éxito de ventas, pero mientras escribía el cuarto volumen, «Harry Potter y el cáliz de fuego», su fama cada vez mayor la obligó a abandonar esta práctica.

Greyfriars Graveyard

Cuenta la historia que el cementerio de Greyfriars, uno de los más conocidos de Edimburgo por las supuestas apariciones de algún que otro habitante del más allá y por la leyenda del perrito Bobby, inspiró la mítica y lúgubre escena del cementerio de «Harry Potter y el cáliz de fuego», en la que Voldemort retoma su forma física y se bate en duelo con Harry.

En este cementerio podrás visitar dos puntos interesantes. El primero es la tumba de William McGonagall, un autor galardonado con el título de peor poeta de la historia del Reino Unido. Se rumorea que de aquí proviene el nombre de la profesora Minerva McGonagall, ya que la misma Rowling comentó que le parecía curioso el contraste entre este poeta de poca monta y una mujer brillante como la profesora. En el segundo punto, una lápida recuerda a un padre y un hijo llamados Thomas Riddell. En los libros ingleses, el nombre real de Voldemort es Tom Marvolo Riddle y, aunque escrito de distinta forma, el padre y el abuelo de «el que no debe ser nombrado» también compartían el nombre de Tom / Thomas, y Harry visita sus tumbas en las novelas.

George Heriot’s School

Muy cerca del cementerio de Greyfriars se alza la espectacular construcción gótica de George Heriot’s School, cuyo fundador, George Heriot, ideó como una escuela para niños huérfanos donde estos recibían educación gratuita. Hoy en día es una prestigiosa escuela privada, y se dice que Rowling se inspiró en ella para crear la inolvidable Hogwarts. De hecho, los alumnos de George Heriot’s School están divididos en cuatro casas, como los magos de Hogwarts: Lauriston (caracterizada por el color verde), Greyfriars (de color blanco), Raeburn (de color rojo) y Castle (de color azul). ¿Slytherin, Hufflepuff, Gryffindor y Ravenclaw? Durante el curso, cada alumno aspira a conseguir puntos para su casa respectiva, que se consiguen gracias al buen rendimiento académico, entre otras cosas. Habitualmente no es posible acceder a la escuela, pero en ocasiones abre sus puertas en días señalados como el Open Doors Day.

Hotel Balmoral

Mientras que los primeros libros de Harry Potter nacieron en cafeterías humildes, Rowling escribió las últimas líneas de la novela que cierra la saga en una habitación del lujoso hotel Balmoral, uno de los más prestigiosos y caros de la ciudad. La autora se hospedaba en la suite 552 mientras terminaba la obra y, en cuanto la concluyó, dejó escritas las siguientes palabras en un busto de mármol: «El 11 de enero de 2007, J.K. Rowling acabó de escribir ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte’ en esta habitación».

Otros lugares

Existen otros muchos puntos de la ciudad relacionados de alguna manera con la autora de la saga. Por ejemplo, justo antes de la publicación de «Harry Potter y el misterio del príncipe», se convocó un sorteo y los 70 niños que resultaron ganadores pudieron disfrutar de un fin de semana en el castillo de Edimburgo, que se vistió de Hogwarts para la ocasión. Rowling se reunió con los niños, que llegaron al castillo en carruaje, y respondió a sus preguntas, les regaló ejemplares firmados del nuevo libro y les invitó a distintos actos y banquetes.

Además, se cree que Rowling inspiró el bullicioso Callejón Diagon, donde los magos acuden a aprovisionarse de todo el material necesario, en una conocida y pintoresca calle de Edimburgo, Victoria Street, que también está repleta de tiendas, como un establecimiento de productos de broma al más puro estilo de los gemelos Weasley.

También se dice que J.K. Rowling basó el Sombrero Seleccionador, un sombrero de miles de años de antigüedad que los jóvenes magos se ponen a su llegada a Hogwarts para que les asigne una casa, en una tradición que tiene lugar en la ceremonia de graduación de la University of Edinburg, en la que los estudiantes suben uno a uno al escenario para que el vicerrector les dé un golpecito en la cabeza con un sombrero histórico.

En un rincón de las Edinburgh City Chambers, en la Royal Mile, se inmortalizan las manos de personalidades relevantes para la ciudad, y J.K. Rowling fue la segunda en recibir este honor, después del escritor Ian Rankin. Hoy en día, Rowling sigue residiendo en Edimburgo la mayor parte del tiempo, así que, si eres seguidor de la saga, ten los ojos bien abiertos, porque de vez en cuando se deja ver por la ciudad.

Si paseas un sábado cualquiera por el parque de los Meadows, encontrarás partidos de fútbol, de rugby… ¡Y entrenos de quidditch! Aunque comenzó siendo un deporte ficticio, pronto se llevó a la práctica y desde hace años muchas universidades americanas y británicas tienen su propio equipo. Una de las características es que se juega sobre una escoba, aunque, a diferencia de los libros, no es voladora.

Tours

La mayoría de tours de Edimburgo mencionan los libros de Harry Potter en algún punto del recorrido, y también existe un tour especializado en el mago, el Potter Trail, que, a pesar de ser una ruta agradable que te proporcionará información y te llevará a los sitios mencionados anteriormente, no da acceso a ningún edificio privado ni tiene un gran valor añadido con respecto a un paseo que tú mismo puedas diseñar a tu medida por el centro (consulta el mapa para más información).

Imagen de Eiscir

Por Angie de Más Edimburgo

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