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Alcanza las alturas de Barcelona

La ciudad de Barcelona y el deporte siempre han estado bien relacionadas entre si. Allá por finales de los 80 se turnaban Montserrat Caballé con el bueno de Freddie Mercury para cantar a la ciudad al son de “Barcelona, Barcelona, B.A.R.C.E.L.O.N.A.A.A.”. La jugada fue bien rematada por palmas de Los Manolos, y una puesta en escena espectacular del evento que hicieron que ya nadie olvidara la capital olímpica del 92. La semilla del deporte se plantó entonces y gracias a un magnífico abono podemos decir orgullosos que Barcelona ha crecido unida al deporte. Nadie pone en duda la hegemonía futbolera de la ciudad con el Barça y el Espanyol como puntas de lanza. Valorada además por todos los skaters del mundo que han sabido hecer un buen uso del Fórum. Además, La Barceloneta postolímpica se ha convertido en un destino cada vez más valorado para los surfistas. Su Collserola, así como su Carretera de les Aigües están siempre atestadas de senderistas, corredores, ciclistas y paseantes. Barcelona es también meca de maratonianos, triatletas y demás amantes de los deportes de resistencia.

Pero, ¿qué se cuece en la Ciudad Condal más allá del post olimpismo? Ha llegado el momento de que empecemos a conocer Barcelona desde las alturas y, ¿qué mejor que hacerlo escalando? Desde noviembre está abierto en la zona del 22@ / Poblenou de Barcelona el rocódromo Sharma Climbing, del gurú de la escalada a nivel mundial, el californiano Chris Sharma. Sharma es mundialmente conocido por abrir rutas imposibles. En la foto lo vemos escalando su vía Bom Combat en La Cova de L´Ocell en Sant Miquel del Fai, que con nivel 9b+ dicen que es la más dura del mundo, tal y como ilustra este vídeo. Sharma es uno de los mayores impulsores del psicobloc (escalada sin cuerda sobre agua). Pese al gran nivel de Sharma, en su rocódromo de Barcelona encontramos una propuesta accesible a todos los niveles con mayor porcentaje de vías fáciles y medias con el objetivo de fomentar el aprendizaje y dinamizar la participación de nuevos adeptos a este deporte. El espacio abre de lunes a sábado de 11 a 23 horas, con formato “súper jueves” hasta la 1 h. Tiene duchas y vestuarios por lo que podéis escaparos en huecos de vuestra jornada laboral, y empezar así a coger el gusanillo. Si tienes que hacer noche el hotel Barceló Atenea Mar te queda a escasos minutos andando y también podrás ir a correr por el paseo marítimo.

La escalada es todo un mundo, y el rocódromo es sólo parte de él. Por lo que ¿si quieres disfrutar de exteriores tendrás que ir a escalar “en roca”, y la ciudad ofrece dos opciones muy accesibles tanto para empezar como para expertos. Por un lado, y en un enclave, a tan solo 30 km, tenemos las Costas del Garraf (Barcelona), que dispone de unas 90 vías cortas de todos los niveles y vistas increíbles al mar, entre ellas el "Pas de la Mala dona" (en la foto).

La segunda zona la tenemos en Montserrat, “Santuario” de la escalada también, y a tan solo 65 Km. Consta de infinitas vías -normalmente de larga distancia-, con más técnicas que en el Garraf. Aquí también encontraréis vías cerca del Monasterio, en dos zonas: Gorros y La Plantació. Para información más detallada de escalada en Montserrat es muy recomendable leer el coleccionista de vías.

Te han venido ganas de probarlo, ¿verdad? ¡Bien!, espero no os asuste. Pero si tenéis más tiempo o queréis complementar la escalada con otras actividades os dejo alguna pista de cómo y donde conseguir material.

Bicicleta: Podéis alquilar tanto de carretera como de montaña en Orbea Campus Barcelona. Para montaña os recomendaría salir a Collserolla; y para carretera lo mejor sería subir por la Arrabassada y volver por el Forat del Vent, ya que se trata de una ruta sencilla y con apenas tráfico.

Skate: En Inercia podéis alquilar desde longboard, skate, o incluso patines en línea. La tienda está a 300 metros de Arco de Triunfo, que al ser un paseo peatonal nos permitirá coger confianza a la tabla. Desde allí os recomendaría realizar la siguiente ruta: bajad por el carril bici que cruza Paseo Picasso y bordead el Zoo hasta llegar a la Calle Marina donde enlazaréis con el Paseo Marítimo, que es junto con el Fórum la zona más fácil y segura para patinar en Barcelona.

SUP, Surf, Vela y otros deportes de agua: Tenéis muchas opciones, para empezar a consultar. Pero cualquiera de las siguientes tres os vendrán bien para empezar: Escola Nautica, Pukas Barcelona, Surf Box Barcelona

Natación: En aguas abiertas, desde Barceló Atenea Mar – que suele ser la salida del Triatlón Garmin Barcelona- se organizan incursiones al mar en grupo. Si buscas nadar en piscina las Picornellson accesibles y no tienes por qué ser socio para nadar allí.

Carrera a pie: Si te gusta el asfalto, una buena opción es correr por el Paseo Marítimo. Suele estar atestado de gente, por lo que, si quieres es evitarlo, puedes correr por Montjuïc o por la Carretera de les Agües en Collserola.

Barcelona es destino de escalada y una ciudad unida al deporte, que da para visitarla más de una vez. Ve reservando tu vuelo aquí para este año.

 

Texto de Raúl Casañas

Imágenes de Chris Sharma, Alexia JMC, Ginés Díaz, Ionana Manolache

 

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Neve Tzedek la cara bohemia de Tel Aviv

Neve Tzedek, que traducido del hebreo significa Domicilio de la Justicia, fue el primer barrio judío erigido más allá de las murallas del antiguo puerto de Jaffa, la ciudad gemela de la aún inexistente por aquel entonces -los años ochenta del siglo XIX- Tel Aviv. Lugar de acogida desde sus inicios de algunas de las más ilustres figuras de la cultura israelí, más de un siglo después de su fundación mantiene vivo su seductor ambiente bohemio. Barriada trazada por casas que, en algunos casos, son verdaderos monumentos de estilos arquitectónicos como el bauhaus o el art déco, sus calles amagan algunos de los centros culturales, restaurantes, tiendas, cafés y bares de visita obligada en Tel Aviv. Os los descubrimos.

Centro de Danza y Teatro Suzanne Dellal
Es un punto imperdible en la ruta artística por Neve Tzedek. Culminado por un mural de David Tartakover, uno de los artistas más relevantes de Israel, el Centro de Danza y Teatro Suanne Dellal dispone de cuatro escenarios por los que durante todo el año pasan algunas de las mejores compañías de danza tanto israelíes (es la sede de la muy elogiada Compañía de Danza Contemporánea Batsheva) como internacionales. Y si la danza no os seduce lo harán la mesmerizante plaza interior del edificio, los jardines que lo rodean o el Suzanne Café, uno de los mejores locales del barrio para pasar una tarde de charla ante una taza humeante. Suzanne Dellal Center for Dance and Theater, Yechieli Street 5.

Dallal
No solo es importante repostar energías, sino hacerlo ahí donde comer se eleva a la categoría de placer. En Neve Tzedek, el Dallal es el lugar. Ubicado en el corazón del barrio, la cocina de este restaurante encuentra su inspiración tanto en la cercana Jaffa y sus raíces árabes como en el mar Mediterráneo. Un orgasmo para el paladar. Intentad llegar un poco antes y disfrutad de un cóctel en su encantador patio exterior. Dallal, Shabazi Street 10.

Galeria Chelouche
Datada de 1886, fue la primera casa levantada en Neve Tzedek. Terrateniente, joyero y cambista, Aharon Chelouche fue una de las personalidades más relevantes de la comunidad judía de Jaffa de finales del siglo XIX. Fundador de este barrio junto a Shimon Rokach, entre otros, su casa es hoy en día una de la principales galerías de arte de la ciudad. Y si fascinante son las obras que cuelgan de sus paredes, impresionantes son las vistas que del barrio que hay desde su tejado. No lo dudéis y subid a la azotea. Chelouche House. 32 Shlush Street.

HaTachana
Al final de la calle Shabazi, la principal y más concurrida arteria de Neve Tzedek nos topamos con la HaTachana, nombre en hebreo para la antigua estación de tren de Jaffa. Erigida en 1892, cuando cayó en desuso HaTachana permaneció cerrada durante años. Reformada y recuperada recientemente, con sus cafeterías, bares, restaurantes, tiendas y mercados el viejo apeadero se ha transformado en uno de los puntos más vivos no solo del barrio sino también de la toda la ciudad. HaTachana, 1 Kaufmann Street.

Jajo
Con una excelente carta de vinos (destacando los importados de España y Francia) y un excitante catálogo de combinados, sofisticado pero acogedor, este pequeño bar-vinacoteca (a duras penas caben más de 15 personas en su interior) es el lugar ideal para acabar un día de ruta por Neve Tzedek. Jajo, 44 Shabazi Street.

Mercado de Carmel
Marcando los límites del barrio de Neve Tzedek está el Mercado de Carmel (en hebreoShuk HaCarmel), lugar de visita obligada en todo viaje a Tel Aviv. A medio camino entre nuestros mercados y mercadillos y los zocos árabes, el Carmel se divide en dos secciones. En la primera encontraréis puestos de ropa, calzado, electrodomésticos, etc., a precios, en muchos casos, irrisorios. Mucho más atractiva es la segunda parte, precedida por una zona de floristerías, donde se funden las de paradas de comida (frutas, hortalizas, carne, quesos, pan…) y las de especias es una fascinante explosión de colores, texturas y olores. Mercado de Carmel. 1 HaCarmel Street.

Museo de arte Nachum Gutman
Nachum Gutman, pintor y escultor israelí de origen ruso que se alejó de las influencias europeas de sus maestros, que consideraba poco útiles para representar las singularidades del entorno y paisajes de su país, fue una figura fundamental en la irrupción de un estilo propio en el arte israelí. Sus obras se exhiben en diversos edificios públicos de Tel Aviv y, evidentemente, en el Museo de Arte Nachum Gutman. Nachum Gutman Museum of Art, 21 Shimon Rokach Street.

Rokach House
El periodista Shimon Rokach fue uno de los fundadores de una barriada que por aquel entonces, finales del siglo XIX, formaba parte de la vieja ciudad de Jaffa. Edificada en 1887, la casa familiar de Rokach ahora es un interesante museo dedicado a aquella época. También es el hogar de Lea Majaro Mintz, nieta de Shimon y una de las pintoras y escultoras más loadas de Israel. The Rokach House, 36 Shimon Rokach Street.

Anímate a conocer Neve Tzedek, reserva tu Vueling a Tel Aviv aquí.

Texto de Oriol Rodríguez

Imágenes de Israel Photo Gallery, Amos Gil, israeltourism, Julien Menichini

 

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En busca de las mejores burbujas del Penedés

A media hora de Barcelona se encuentra situada la denominación de origen Penedés que destaca sobre todo por ser una de las principales áreas de producción de cava, uno de los vinos espumosos más populares de España. Utilizado en todas las grandes celebraciones del país, este “champán catalán” tiene sus orígenes hacia mediados del siglo XIX. El champán francés llegó a esta tierras hacia 1820, y Luis Justo Villanueva en el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro fue de los primeros en arriesgarse a probar y defender el método champañés (méthode champenoise) en la elaboración de este novedoso producto. Ahora bien, sería la empresa Soberano & Cia de Domènec Soberano i Mestres y Francesc Gil i Borràs, situada en Reus, la primera en comercializarlo, presentándolo en 1868 en la Exposición Universal de París.

Inicialmente se empleaba en su producción la misma variedad de uva que la de Champagne, pero a raíz de la plaga de filoxera que tuvo lugar en 1887, que arruinó los cultivos de vid de la región, empezó el uso de variedades autóctonas que le acabarían aportando la personalidad con la que cuenta en nuestros días. Entre esas variedades se cuentan la macabeo, parellada y xarel·lo.

Por lo que hace a su denominación, era conocido como champán, pero a raíz de la protección de esta marca por parte de Francia en 1972, pasó a llamarse cava, tomando de este modo el nombre del espacio donde reposa durante su elaboración.

Ahora bien, ¿por qué merece la pena aventurarse a hacer una excursión tras estas deliciosas burbujas? Por una lado está el producto, que poco tiene que envidiar a su “padre francés”, el champán. Y a aquellos que se les resistan las bebidas espumosas, siempre pueden animarse a catar los vinos de la zona, que dan para otro tema aparte. Por otro lado están el paisaje, marcado por la presencia de los viñedos y de la cercanía del Mediterráneo, y los pueblos que albergan las bodegas. Y para aquellos que no tengan suficiente con todo esto, está la oferta gastronómica de la zona y las actividades que se organizan enfocadas hacia el enoturismo, como es el caso del Camins del Vi i del Cava, un conjunto de diez senderos por los que recorrer los diferentes viñedos. ¿Se puede pedir más?  

Dentro del territorio que ocupa la DO Penedés, la población de Sant Sandurní d’Anoia está considerada como la “Capital del Cava”, pues aquí se concentra un 75% de la producción de la región. Así pues, este es un lugar magnífico para el inicio de cualquier ruta que se precie relacionada con esta espumosa bebida. Puedes hacer una primera parada en el Centro de Interpretación del Cava, un espacio de 1.200 metros cuadrados donde conocer la historia, orígenes, elaboración y más sobre el cava.

Antes o después de embarcarte en la visita de alguna de las bodegas te recomendamos que te des un paseo por el centro del pueblo, pues son varios los edificios modernistas los que hallarás por el camino. Es el caso de las Casa Lluís Mestres, Cal Rigol, el edificio de las Escoles Noves y la sede del Ateneu Agrícola.

Una vez puestos en situación, viene el momento de acercarse a alguna de las múltiples bodegas de la zona. Entre las más populares está la Cava Codorniu, cuyos orígenes datan de 1872. Uno de los atractivos de esta bodega, además de su cava, es el propio edificio en sí, obra del arquitecto modernista Puig i Cadafalch. Entre las curiosidades que descubrirás en tu visita son los 26 kilómetros de cavas subterráneas con los que cuenta. La otra gran cava, con renombre y fama internacional es la Cava Freixenet, que dio sus primeros pasos en 1861. Su edificio, de estilo noucentista con toques modernitas, es una de las obras más destacadas del arquitecto Josep Ros Ros.  

En el siguiente listado encontrarás todas las bodegas y cavas que integran la DO Penedés, el lugar donde están ubicadas y los datos de contacto, para planear tu viaje por la zona, y acercarte a tus favoritas.

Anímate a hacer una ruta por la DO Penedés en busca del sus principales bodegas y cavas, reserva tu Vueling a Barcelona aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Angela Llop, MARIA ROSA FERRE

 

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Siete ideas para disfrutar de Tel Aviv con niños

Famosa por su silueta blanca y por ser la ciudad que acoge más edificios inspirados en la arquitectura Bauhaus -más de 4.000-. Por su luz mediterránea. Por su matiz multicultural, cosmopolita y su elevado nivel de vida. Lo que no saben muchos es que la joven Tel Aviv (fundada en 1909) es un fantástico destino familiar donde grandes y pequeños tienen el disfrute garantizado. ¿La razón? La alta natalidad -más de tres hijos por familia- ha configurado una urbe con muchos atractivos para niños. Aquí algunas ideas.

1. Quizá a los niños les aburra la piedra, la gran protagonista del viejo puerto de Yafo, creado en el año 700 a. C. y alrededor del cual nació la actual Tel Aviv. Pero seguro que les conquistas si les cuentas que fue aquí donde atracó el arca de Noé cuando el diluvió finalizó. Hoy, este rincón ha lavado la cara con una restauración exquisita. Y reina como un entramado de callejuelas retorcidas bien conservadas. Repletas de tiendas de artesanos, galerías de arte, cafés y estudios de artistas, entre ellos el local donde ensaya Mayumaná, grupo conocido por su peculiar forma de hacer música con objetos que no son instrumentos musicales como contenedores de basura, objetos reciclados... Si durante el paseo escuchas “ruidos” raros es que están en pleno ensayo. No te vayas sin hacer alguna de las fotos más divertidas en Yafo, por ejemplo sujetando el olivo “colgante” o ante la ballena que “engulló” al profeta Jonás. Si tu paseo coincide con el atardecer, atento al skyline de Tel Aviv y a los pescadores que despiden el día en el muelle.

2. Yafo es el punto de partida de un agradable paseo marítimo, la Tayelet. La ruta de catorce kilómetros de recorrido, atraviesa Tel Aviv desde el viejo puerto milenario hasta el norte. Se puede hacer a pie, corriendo, patinando, en skate o en bicicleta -se pueden alquilar bicis municipales por toda la ciudad. Sólo necesitas la tarjeta de crédito, ¡y listo!-. Si pedalear cansa, no importa. Os recomendamos hacer una parada en alguno de los cafés que hay delante de la playa. O a tomar un helado sentado en alguno de los bancos que hay dispersos por todo el camino, disfrutando del sol y contemplando el ambiente.

3. Tel Aviv es una ciudad costera con playas donde disfrutar del cálido clima Mediterráneo. Son animadas y limpias, con todos los servicios como vestuarios y duchas, zonas de juego y ¡columpios! Todo pensado para el disfrute de la zona playera, y con razón ya que presumen de tener mas de 300 días de sol al año. Las preferidas por las familias son sobre todo dos: La playa de Met zitzim, al norte -quizá la más popular entre los locales-. Y la playa de Jerusalem, desde la que se ve perfectamente la silueta de Yafo. Como curiosidad, Hadatiyim es la playa de la gente religiosa y Hilton Beach, la de los surferos -y la preferida por los homosexuales-. Para integrarte compra unas markot -raquetas de madera típicas- y prepárate para pasar horas y horas jugando en la playa.

4. Pasear por el céntrico Boulevard Rothschild es tarea obligada. Una vez allí, parada recomendada en el número 45, donde reina el Max Brenner Chocolate bar. La Meca del chocolate, en todas sus formas, colores y texturas. Uno de esos dulces peajes que hay que pagar. La carta es tan tentadora y la tienda tan golosa que seguro que la familia entera caerá en la tentación de pecar a cualquier hora del día.

5.Hablando de comidas... Menos tradicionales son los productos que encontrarás en el mercado de Carmelo, el mejor lugar donde empaparse con sabores y olores exóticos y descubrir frutas, verduras, dulces, especias de mil colores, pescados frescos, carnes que cuelgan de ganchos gigantes y comidas preparadas desconocidas ante los ojos de muchos occidentales. Que conviven rodeadas de olores extraños, ruidos de voces y aparatos electrónicos, músicas y bullicio. La pregunta más repetida está clara ¿qué es eso? La cara de “pavor” ante los nuevos sabores está garantizada. Y la sonrisa asegurada al descubrir que en ¡Israel también hay chuches! Eso sí, son un poco más raras. ¡Ah! Y no te vayas del Carmelo sin tomar un zumo de granada y naranja. Mmm

6. El Ramat Gan Zoological Center es una reserva natural, y es un destino habitual para los lugareños, perfecto para contemplar animales exóticos como jirafas y leones en semi libertad. El recorrido se hace en coche, simulando un pequeño safari a lo largo de un kilómetro cuadrado. ¡Ojo! las dimensiones engañan. La ruta está tan bien diseñada que parece una extensión mucho mayor. Si no tienes vehículo propio, aquí puedes alquilar uno.

7. El parque de Hayarkon es la réplica del Central Park neoyorquino en todos los aspectos, tanto en extensión -abarca más de cuatro kilómetros cuadrados- como en aspecto. Recomendable es darte un paseo en bicicleta a la orilla del río y hacer un picnic, con partida de cricket, juego muy practicado en Israel, como postre. No falta un lago artificial donde alquilar barcas, estanques varios con patos y hasta un rocódromo donde hacer tus pinitos como escalador.

¡Un sitio que merece la pena venir en familia! Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de Nani Arenas

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