Bayona una ciudad con sabor a chocolate y a jamón
Bayona, la capital del País Vasco francés, es una de las ciudades más sorprendentes de la nueva región francesa de Aquitania-Lemosín-Poitou-Charentes. Vasca desde los pies a la cabeza, merece la pena pasear por las calles de esta localidad situada en la confluencia de losríos Nive y Adur y descubrir sus edificios que resaltan por sus coloridas fachadas y tradicionales entramados de madera. Tal es la influencia vascuence (Bayona pertenecía al territorio histórico de Labort, Lapurdi en euskera) que uno de los lugares más visitados de esta ciudad es el Museo Vasco, que aúna una de las colecciones etnográficas más importantes del sur de Francia. Esta cultura está presente en algunos de sus negocios (son muy típicas las tiendas de tejidos vascos), en algunos deportes como la pelota vasca, muy popular entre los bayoneses, y en el idioma, ya que en Bayona coexisten el euskera y el francés.
Bayona, en el departamento de los Pirineos Atlánticos, ha vivido eclipsada, injustamente por cierto, por la alcurnia y los baños de su vecina Biarritz, situada a menos de diez kilómetros de distancia. Tres son los barrios que forman el centro histórico de esta localidad de Aquitania: Grand Bayonne, Petit Bayonne y Saint-Esprit. En el primero de ellos destaca la Catedral de Santa María, con su maravilloso claustro del siglo XIII; el Château-Vieux (castillo viejo) construido en el siglo XII por los vizcondes de Lapurdi; o la Puerta de España por donde pasaba la antigua carretera que cruzaba la frontera. En el Grand Bayonne se pueden distinguir las tres murallas que envolvieron la ciudad a lo largo de los siglos: una primera de origen romano, una segunda de la época del rey Francisco I (principios del siglo XVI) y la última proyectada por Sébastien Le Prestre, más conocido como Vauban, en la segunda mitad del siglo XVII.
Por su parte, el Petit Bayonne es un barrio recoleto presidido por el Château-Neuf (castillo nuevo) construido en el siglo XV por Carlos IV. En esta zona se encuentra el anteriormente mencionado Museo Vasco, a orillas del río Nive, ubicado en la Maison Dagourette, un palacio del siglo XVI. Inaugurado en 1922, en él se guarda un verdadero tesoro etnográfico en el que se pueden ver desde tumbas típicas hasta casas, pasando por mobiliario del hogar o artesanía. Por último, al otro lado del río está el barrio de Saint-Esprit, con la ciudadela y la estación de tren como monumentos más insignes. Fue la zona en la que vivieron los judíos que emigraron desde España y Portugal cuando huían de la Inquisición.
Gastronomía de Bayona
El mercado de Bayona es un lugar excelente para probar los productos más típicos de la ciudad como el sabroso pastel vasco (gâteau Basque en francés), el jamón (curado, acompañado con pimientos de la cercana localidad de Espelette) y el chocolate, que trajeron los judíos que se instalaron en Bayona tras su salida de la Península Ibérica. Aparte del mercado, una de las calles preferidas por los amantes del derivado del cacao es la Rue Port Neuf en la que hay varios talleres artesanales como L’Atelier du Chocolat, donde hacen un riquísimo chocolate picante, y Chocolats Cazenave, una casa que lleva funcionando un siglo y medio y en el que sus especialidades son el chocolate al agua o el emulsionado.
Mini guía de Bayona
Puedes dormir en…
El Hôtel & Restaurant Des Basses Pyrénées, un establecimiento céntrico situado a escasos minutos de la catedral y de la Puerta de España.
Para comer no te pierdas…
La Karafe (25, Quai Jaureguiberry), con pinchos y embutidos típicos de la localidad.
Brasserie du Trinquet (4, Rue du Jeu de Paume), situado al lado de un trinquete donde cada jueves se juega a la pelota vasca.
Puedes comprar en…
Tissage de Luz (3, rue Port de Castets) donde veden manteles, bolsas o ropa de cama con el típico estampado vasco y otras versiones más modernas con colores vivos.
El aeropuerto de San Sebastián se encuentra a unos 40 kilómetros de distancia de Bayona. ¡Reserva tu Vueling aquí y anímate a conocerla!
Texto de Tus Destinos
Imágenes de B. BLOCH - CRTA y tuvemafoto-OT Bayonne
+ infoDescubriendo los Museos de Montaña de Messner
La provincia de Bolzano, también conocida como Alto Adigio o Tirol del Sur, a caballo entre la cultura austríaca y la italiana, tiene en su haber una de las cadenas montañosas más populares de Italia, los Dolomitas. Estos conforman un espectacular paisaje en el que se alternan los valles con sus características montañas que parecen quebrar el cielo, cuyo cambio de color con la luz solar tanto sorprende a los visitantes: durante el día lucen blancas, y al amanecer y al atardecer adquieren un precioso tono rojizo. Hasta el propio Le Corbusier se quedó prendado de sus magia y llegó a decir que eran “la más bella obra arquitectónica del mundo”. Protegidas por siete parques naturales, en 2009 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los Dolomitas son un espacio perfecto para la práctica de los deportes al aire libre, como el esquí o la escalada, y a su vez son un espacio perfecto para los amantes de la contemplación de la naturaleza o los buscadores de inspiración. Esta última es más que seguro que la encuentres en el Messner Mountain Museum (los Museos de Montaña de Messner), una red conformada porseis museos ubicados en emplazamientos muy singulares del Tirol del Sur, cuya temática gira en torno al montañismo, la escalada y las culturas de los pueblos de altura.
Detrás de un concepto tan especial de museo como lo es este, con un amplio vínculo con la naturaleza, solo podría estar una persona tan singular y excepcional como lo es el italiano Reinhold Messner. Considerado como uno de los mejores alpinistas de todos los tiempos, tiene en su haber catorce ochomiles, todas ellos escalados sin ayuda de oxígeno. En el año 1978, Messner junto al austríaco Peter Habeler serían los primeros en ascender el Everest sin botellas de oxígeno. Ese sería el principio de una larga carrera escalando montañas. Su intrepidez y sus ganas de probar experiencias le llevaron en 1991 a formar parte de la primera expedición que cruzó la Antártida sin ayudas externas.
En la actualidad lleva una vida bastante más tranquila, centrada en la escritura de libros y en el Messner Mountain Museum, un original conjunto de museos que consta de los siguientes espacios:
MMM Corones. Situado en la cima de Kronplatz, en él se explica la historia del montañismo. Obra de la arquitecta Zaha Hadid, el museo está escavado en la montaña, del que solo se aprecia en el exterior su triple mirador en la cumbre, con unas impresionantes vistas del monte Peitlerkofel, el Heiligkreuzkofel, el Ortler y el sur del Tirol.
MMM Firmian. Cerca de Bolzano se encuentra el castillo de Sigmundskron, donde se puede visitar este museo cuya temática central es el encuentro del hombre con la montaña. Ya solo por las vistas que en él hay de los Alpes y los Dolomitas merece la pena acercarse hasta aquí.
MMM Dolomites. También conocido como el “Museo en la Nubes”, está situado en un antiguo búnker de la Primera Guerra Mundial localizado en la cumbre del monte Rite (2000 metros), entre Pieve di Cadore y Cortina d'Ampezzo. En su interior acoge el museo dedicado a la escalada deportiva en roca, en el que se rinde especial homenaje a los Dolomitas y a todos aquellos que los han escalado.
MMM Juval. Situado en el castillo de Juval, está dedicado a la Magia de la Montaña, y en su interior alberga obras de arte, entre las que destacan la colección tibetana y la de máscaras procedentes de los cinco continentes. A este espacio solo se puede acceder mediante visita guiada, y los meses de julio y agosto permanece cerrado ya que es la residencia de verano de la familia Messner.
MMM Ripa. Otro castillo, en este caso el de Burnico o Bruneck, es el encargado de albergar el museo dedicado a las culturas vinculadas a la montaña. No en vano el nombre de este espacio proviene de la unión de la palabras tibetanas ri (montaña) y pa (hombre).
MMM Ortles. En la aldea de Solda, en un sencillo edificio de piedra semi-subterráneo, en el que los pastizales hacen de techumbre, se encuentra el sexto y último espacio de este peculiar museo. El tema central del mismo es el mundo del hielo, donde se habla del esquí, la escalada sobre hielo y las expediciones a los polos.
Ahora que ya tienes las claves de algunas de las maravillas que se esconden en el Tirol del Sur, sólo tienes que coger tu Vueling a Verona –está a aproximadamente una hora y media en coche de Bolzano- y aventurarte a conocerlas.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Messner Mountain Museum y Zaha Hadid Architects (© Inexhibit)
+ infoIníciate en el slow tourism en la provincia Ferrara
Slow tourism, ¿qué es eso?
¿Quién no ha acabado estresado en algún viaje? Llegamos a un determinado destino y nos empeñamos en “fichar” en todos los monumentos y lugares que nos indica la guía, así día tras día, hasta que de repente nos damos cuenta de que hemos regresado y que tenemos un recuerdo confuso y agotador de todo lo que hemos hecho y visto.
Existe una alternativa al turismo tradicional conocida como el slow tourism (turismo lento), heredera de la corriente cultural conocida como movimiento lento, que pretende dar una vuelta a todo esto. En esencia, se trata de tomarnos nuestro tiempo a la hora de visitar una determinada ciudad o región, permitiéndonos conocer en mayor profundidad el espacio, entrar en contacto con sus gentes y adentrarnos en su cultura. Estamos pues, ante un modelo más sostenible de turismo, estrechamente asociado a la realización de actividades en la naturaleza, aunque no exclusivamente.
Situada en el norte de Italia, en la región de Emilia Romaña, la provincia de Ferrara cuenta con dos puntos fundamentales en los que poner en práctica elslow tourism: su capital, Ferrara, conocida por ser uno de los destinos más tranquilos de Italia, y el Delta del Po, que permite hacer infinidad de actividades en la naturaleza. Si a esto le añadimos el buen carácter de sus habitantes y su rica gastronomía, ya no tenemos excusa alguna para no tomarnos nuestro tiempo en conocer esta provincia.
El Valli di Comacchio, un paseo por la naturaleza
Uno de sus principales motores económicos de la provincia de Ferrara es el Delta del Po, que le proporciona un territorio muy fértil para el cultivo de fruta y cereales, y un espacio perfecto para la pesca. También destacan la riqueza de su fauna y su flora, motivo por el cual en 1999 fue incorporado dentro del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Localizado en el sur del Parque del Delta del Po, entre Comacchio y el río Reno, se encuentra el Valli di Comacchio, espacio de visita obligada debido a la originalidad y belleza de su paisaje. Es un terreno pantanoso de unos 11.000 hectáreas de extensión en el que se alternan los espacios de agua salada y salobre, que se caracteriza por ser especialmente llano. La mejor manera de recorrer la zona es en bicicleta, para la que se han diseñado diversas rutas por caminos bastante cómodos de recorrer. También se organizan excursiones a pie, a caballo o en barca. Una de las principales actividades a realizar es el avistamiento de aves, entre las que se puede encontrar ánades reales, flamencos rosas, garzas y cormoranes.
En el centro de este espacio natural se encuentra la localidad de Comacchio, que cuenta con la particularidad de haber sido construida sobre 13 islas unidas entre ellas por puentes y canales. No en vano, en más de una guía se la denomina “la pequeña Venecia”. Como la pesca es una de los principales actividades de la zona, no olvidéis probar su principal especialidad culinaria, la anguilla marinata (anguila marinada), que siguen elaborando siguiendo la antigua receta tradicional. Si queréis saber más sobre la fabricación de este producto, os recomendamos la visita a la Manifattura dei Marinati.
Ferrara, tranquilidad, Renacimiento y muchas bicicletas
Ferrara es la ciudad perfecta para aquellos que buscan la calma acompañada de una buena dosis de arte. De origen medieval, gobernada en el pasado por la familia de los Este, destaca el proyecto urbanístico del arquitecto Biagio Rossetti, que la convirtió en uno de los principales destinos renacentistas de Italia. De imprescindible visita son el Castello Estense, en el centro de la ciudad, con foso incluido, el Duomo, la Via delle Volte y el antiguo ghetto judío. De sus magníficos palacios renacentistas, convertidos la mayoría de ellos en museos, destacan el Palazzo del Comune, el Palazzo della Ragione y el Palazzo dei Diamanti, con sus característicos bloques en forma de diamante.
Uno de los aspectos que llama la atención al visitar esta ciudad es el gran número de bicicletas que circulan por ella, pudiéndonos llegar a recordar a Amsterdam. Os recomendamos que alquiléis una bicicleta y aprovechéis para hacer un bonito paseo alrededor de sus murallas, no os defraudará.
Entre las especialidades gastronómicas no dudéis en probar el pasticcio di maccheroni (pastel de macarrones gratinado al horno con Parmesano), la salama da sugo (embutido de cerdo asado que se suele acompañar de puré de patata) y el pan de Ferrara, del que destacan su sabor y su peculiar forma, con cuatro curruscos.
Anímate a visitar esta bella región, ¡consulta nuestros vuelos!
Textos ISABELYLUIS Comunicación
Fotos Archivio Fotografico della Provincia di Ferrara (Photo Archive of the Province of Ferrara)
+ infoLa ciudad que nunca dejó de enloquecer
A los habitantes de Manchester siempre les ha tocado quedarse con el segundo premio. Lo cierto es que teniendo a Londres (epicentro económico y socio-cultural de la vieja Gran Bretaña) como oponente, ser el siguiente tras el primero puede saber a amarga victoria. Pero Manchester va haciendo. Históricamente siempre ha tenido mejor equipo de fútbol que cualquiera de la capital, e incluso a veces en lo que respecta a lo musical le pega donde más duele a los londinenses.
Cuando uno oye hablar de la Manchester nocturna es prácticamente imposible que no le venga a la cabeza la imagen y las historias relacionadas con The Haçienda, aquel hervidero continuo de creatividad que durante más de una década midió el pulso de la música de club de todo el Reino Unido. Pero ya hace dieciocho años de su reconversión en un edificio de apartamentos. Pero su final no supuso, ni mucho menos una debacle de la nocturnidad mancuniana. La cultura de clubs siempre ha gozado de buena salud en esta ciudad, esto, unido al hecho de que los espacios dedicados a la música siempre han sido numerosos hace de esta metrópoli uno de los puntos más calientes de todo el continente.
La ciudad cuenta con innumerables focos de ocio nocturno. Uno de los más suculentos es el que recientemente está cogiendo algo más de cuerpo. Se trata de la zona de The Norther Quarter, es la parte más antigua de la ciudad (se remonta a la época medieval). Ahora el ayuntamiento lo intenta reactivar incentivándolo con un sistema de rentas bajas para atraer a los jóvenes. Allí se encuentra uno de los mejores clubs de house y techno. Se trata de Sankey’s (Radium St. M4 6AY) y vale la pena acercarse por la calidad del sonido, y es que su equipo ha sido diseñado nada menos que por la NASA. Una buena opción para empezar la noche sin salir de este distrito es la de ir a tomar una pinta a Odd Bar (30-32 Thomas Street), una especie de pub el cual ha sido premiado como mejor bar de la ciudad y que además cuenta con un programa de DJs de calidad. El Moho Live (Tib St., M1 1SH) es una buena opción para ver un buen directo. Allí te puedes encontrar desde bandas noveles hasta soundsystems de artistas seminales de la electrónica, como Nightmares on Wax.
Otros clubs en la zona universitaria de Oxford Road, que no te puedes perder son el Joshua Brooks (106 Princess St.. M1 6NG), situado en la esquina de Charles Street con Princess St., que además de bar por las noches se convierte en una discoteca en la que la música se mueve entre el indie, dance y dubstep. Para los adictos a los sonidos negros, el templo de la ciudad se llama Funkademia situado en Mint Lounge (46-50, Oldham Street) y cuyo lema es “viste como quieras pero viste bien”. Los sábados son los días en los que tiene lugar las sesiones más multitudinarias con una selección del mejor northern soul, groove, hip hop de la vieja escuela y música disco.
El Evento
Desde hace algunos años se celebra en Manchester uno de los eventos dedicados a la música electrónica, más relevantes de todo el país.The Warehouse Project, es una serie de eventos que empieza a finales de septiembre y que se celebra cada fin de semana hasta principios de enero. Con la rúbrica de “Durante doce semanas esta ciudad es nuestra”, la organización del evento ha preparado una programación que incluye una nutrida oferta a base de nombres que quitan el hipo. En la edición de este año pasarán por allí Jamie XX, Luciano, Clark, Siriusmodeselektor, Leftfield, Adrian Sherwood, John Talabot, Andrew Weatherall, Goldie, Carl Craig, Four Tet... El sitio donde se celebraba era distinto cada año distinto. Según la filosofía del festival, la ubicación de cada edición debía ser del todo insólita. Hasta que en 2007 ocuparon el que es su actual centro de operaciones. El espacio se encuentra justo debajo de la estación de tren de Picadilly (Store St. M1 2GH), sin duda un área inquietante gracias a su apariencia de catacumbas. Cada jornada tiene su propio leitmotiv. Este año os recomendamos el fin de semana dedicado a New Order, el 5 y el 6 de diciembre con un cartel que quita el hipo nutrido por nombres como los propios New Order (actúan los dos días), A Certain Ratio, Erol Alkan, Horse Meat Disco y Factory Floor, entre otros.
Como veis la marcha en Manchester permanece con la misma intensidad. ¿A qué esperas para ir? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Tom Jerkins photographic, Odd Bar, Duncan Hull, The Warehouse Project, Funkademia
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