De Stuttgart a las tierras de los sueños
Al suroeste de Alemania se encuentra el estado federado de Baden-Württemberg, cuya capital es Stuttgart. Aunque por el nombre puede resultar un tanto desconocida, se trata de la segunda región más turística del país, llena de lugares fascinantes.
Por ejemplo, Stuttgart es la puerta de entrada para llegar hasta la misteriosa Selva Negra, el impresionante lago Costanza, la imponente sierra de Jura de Suabia o pequeñas ciudades de ensueño como Esslingen, Freiburg, Ludwigsburg, Baden-Baden o Heidelberg. Ahora todo empieza a resultar más familiar ¿verdad?.
La Selva Negra
Es una zona famosa por sus relojes de cuco, por los que los alemanes tienen tanta afición. La Selva Negra tiene toda una historia de elaboración de relojes de cuco, donde se llevan fabricando desde 1740. En el turístico pueblo de Triberg encontrarás el reloj de cuco más grande del mundo - y también el segundo del mundo-. A las 12 del mediodía podrás contemplar el canto de su cuco de más de 4 metros de altura!
Otra dato curioso de Triberg, es que aquí se conserva la receta original de la tarta de la Selva Negra, la más famosa de la gastronomía alemana, hecha de capas de esponjoso bizcocho, crema y mermelada de cerezas. Se encuentra en el Café Schäfer y data de 1915.
Y si te gustan la curiosidades, deberás acercarte también hasta Gengenbach, un pueblo de cuento, literalmente. Aquí rodó Tim Burton algunas de las escenas de Charlie y la Fábrica de Chocolate. Poco debió modificar Burton de Gengenbach, ya que sus calles adoquinadas, entramados de madera y balcones floreados la hacen de por si realmente encantadora.
Al parecer, en los pueblecitos de la Selva Negra todo se hace a lo grande. Las ventanas del mismo Ayuntamiento de Gengenbach -que data del siglo XVII-, se abren en la cuenta antrás desde el Domingo de Adviento hasta la Navidad, para formar el mayor calendario de Adviento del mundo.
Al oeste de la Selva Negra, se encuentra la ciudad universitaria de Friburgo, considerada la capital ecológica de Alemania y la ciudad alemana con más horas de sol. Al estar rodeada de naturaleza por todos lados, es la ciudad ideal desde la cual organizar actividades al aire libre de todo tipo y durante todo el año.
Tras esta serie de anécdotas, decir que la Selva Negra es principalmente un lugar destacado de turismo rural, por su gran densidad forestal, verdes valles y grandes lagos, como el Glaswaldsee, Mummelsee, Kimbergsee, Feldsee o Titisee.
El lago Constanza
Pero si de lagos hablamos, sin duda el más conocido -por ser el mayor lago continental de Alemania- es el lago Constanza, que marca la frontera entre Alemania, Austria y Suiza. Su gran inmensidad hace que se pierda la vista en el horizonte por su agua cristalina, como si se tratara de un océano. Aquí terminan los casi 3.000 kilómetros de la ruta turística de Arquitectura de Entramados.
Por su rico entorno y los pueblos que lo rodean -como Constanza, Lindau o Wasserburg-, el lago Constanza constituye un valioso patrimonio cultural y natural.
El lago, de 74 kilómetros de largo, contiene 3 maravillosas islas que pueden visitarse. Mainau -hasta la que se puede llegar atravesando un puente- es una isla paradisiaca llena de flores y plantas , por lo que es conocida como Isla de las Flores, y a la que acuden gran variedad de mariposas de todo tipo. La isla de Lindau, que posee un puerto en el que destacan el faro y el León de Baviera, y la isla de Reichenau, unida a tierra firme por un puente, cuyo monasterio y el resto de iglesias han sido considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Jura de Suabia
Jura de Suabia atraviesa el estado de Baden-Württemberg. Se trata de una sierra de mediana altura, por la erosión que han sufrido sus picos a lo largo de los años. El Danubio y otros ríos, han creado profundos valles y es también una de las zonas del planeta con mayor número de volcanes.
Por toda la sierra se levantan imponentes castillos y palacios, aunque de entre todos, destaca especialmente el magnífico castillo de Hohenllorn, que se encuentra en la cumbre del monte del mismo nombre.
Su interior alberga tesoros como la corona de Guillermo II, efectos personales de Federico II de Prusia o una carta de George Washington al Barón von Steuben.
Funciona como museo y es el mayor atracctivo de la zona, aunque se trata de una reconstrucción homeanje a la dinastía Hohenzollern, realizada en el siglo XIX.
Maineau por Stako | Freiburg por joergens | El reloj de cuco mas grande del mundo por MrSurrender | Lago Constanza por Markus Bernet | Castillo de Hohenzollern por Uvatter
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+ infoDescubriendo la cara modernista de Valencia
No todo es Calatrava ni paella en Valencia, como tampoco todos los edificios de época modernista españoles se encuentra ubicados en Barcelona. Alguien lo tenía que decir. Tópicos y bromas aparte, si hay algo que suele sorprender al que visita por primera vez la capital de la Comunidad Valenciana es el volumen y la calidad del patrimonio modernista del que se puede disfrutar paseando por sus calles, encontrándose localizado la mayor parte de éste en el centro histórico y en el ensanche.
A finales del siglo XIX en Valencia tuvo lugar un fuerte crecimiento urbanístico, fruto del buen momento económico que gozaba, que llevaría a la expansión de la ciudad más allá de los límites de las antiguas murallas, dando lugar al nacimiento de su ensanche. Dicha ampliación coincidiría en el tiempo con uno de los movimientos artísticos en boga del momento, que sobre todo hacía furor entre la burguesía europea, como era el modernismo, también conocido como Art Nouveau, Modern Style, Jugendstil,Liberty o Floreale, dependiendo de la zona. Como no podía ser menos, los burgueses valencianos no pudieron resistirse ante este nuevo estilo que pretendía romper con la tradición academicista, y que llevaría a sus autores a inspirarse en la naturaleza, y en el que se aplicaría un nuevo uso del hierro y el cristal en la arquitectura.
En el caso del modernismo valenciano destaca el uso de la cerámica vidriada en las fachadas y en los interiores, en los que suelen aparecer motivos naturales de la región, como las naranjas y las flores de azahar. Entre los edificios más relevantes y que no deben faltar en tu ruta para conocer el patrimonio modernista de Valencia están los siguientes:
- El Mercado Central. Construido en 1914 por Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler, formados ambos en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, y no es para menos. En su interior, el blanco con el que está pintada su estructura metálica hace que resalte aún más el colorido de los productos de sus paradas. Su espectacular cúpula central no pasa desapercibida para el visitante, llenando de luz el espacio. Si a lo arquitectónico le añadimos el buen ambiente que se respira, entenderéis que sea un must para todo visitante a la ciudad.
- El Mercado de Colón. Inaugurado en 1916 y obra del arquitecto Francisco Mora Berenguer, fue construido para cubrir las necesidades del ensanche. A destacar su fachada de ladrillo ornamentada, como no, con múltiples figuras realizadas en cerámica. Restaurado en 2003, en la actualidad contiene en su interior diversos comercios, y cafeterías o bares donde tomar un refrigerio.
- La estación de trenes del Norte. Llegar en tren a Valencia tiene como premio el disfrutar de su maravillosa estación. Inaugurada en 1917, cuenta con espacios tan bellos como su vestíbulo, magníficamente decorado con madera, cerámica vidriada y mármol.
- La Casa Ordeig.Situada al lado del Mercado central, es obra de Francisco de Mora i Berenguer, que se inspiraría en La Lonja de la Seda a la hora de diseñarla, de ahí la presencia de los motivos neogóticos de su fachada.
- El edificio Suay. Este gran edificio de blanca fachada, ubicado en la esquina que forma la calle Correos con la Plaza del Ayuntamiento, es también obra del arquitecto de la Casa Ordeig.
- El edificio de los Dragones. Situado en la esquina de la calle Sorni con la calle Jorge Juan,fue construido en 1901, obra del arquitecto José María Manuel Cortina Pérez. No pasa desapercibida su decoración, de inspiración neogótica en la que no faltan los animales fantásticos, como los dragones que habrían acabado dándole el nombre.
Además de a estos espacios, te recomendamos que te acerques hasta la calle de la Paz, donde encontrarás un buen número de casas modernistas como el edificio Camaña Laymon, el edificio Sancho, la Casa Sagnier I y la Casa Sagnier II, y la Casa Gray.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Jocelyn Kinghorn, Marja van Bochove, Carquinyol, Pleuntje, Paul Thompson
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De Vigo al paraíso
Si viajas a Vigo, además de encontrarte con una de las ciudades más bulliciosas del noroeste peninsular, también tendrás la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado primigenio si haces, eso sí, una incursión a las Islas Cíes. El archipiélago lo conforman tres islas situadas en la entrada de la Ría de Vigo, que forman parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Cuentan con un camping y con transporte regular en temporada alta que traslada a los turistas, con varios viajes a lo largo del día -aunque hay que tener en cuenta que hay una limitación de visitantes diarios. Sin duda se trata de un territorio ideal para disfrutar de playas paradisíacas, con una gran riqueza paisajística y una fauna exuberante que incluye gran cantidad de aves marinas.
Illas Cíes ou do Monte do Faro
Si en el pasado las Cíes fueron refugio de piratas, ahora están deshabitadas; y así se conservan como un paraíso natural, lejos del mundanal ruido de la ciudad. Aquí el único tráfico es el de las pequeñas embarcaciones que se acercan a las islas de vez en cuando. Así que los solitarios sonidos los constituyen en exclusiva el rumor de las olas y el viento; nada más. Si quieres disfrutar de unas cautivadoras vistas, nada mejor que encaramarse hasta el Faro. Las vistas desde allí son impresionantes y podrás disfrutar de un espectáculo único: el griterío de miles de gaviotas – puede que sea la mayor colonia de Europa- en los acantilados. Esta torre de señalización luminosa se sitúa en el punto más alto de la isla del Medio, a 178 metros de altura sobre el nivel del mar, y fue construida entre 1851 y 1853. El faro vigila la entrada a la ría de Vigo, y está envuelto en la belleza del único parque nacional gallego. Para visitarlo es necesario ascender mediante un camino de curvas en zigzag, lo que representa todo un reto para el visitante.
Playa de Rodas
Laplaya de Rodases un paraíso de aguas cristalinas y tranquilas, arena fina y dorada, con una sugerente forma de media luna, protegido por un bosque de pinos que invitan al más placentero de los descansos. Esta playa se ubica entre la Isla del Norte o Monteagudo y la Isla del Medio o del Faro. Es la más grande e importante de todo el Parque Natural. Situándonos en el propio arenal nos encontramos de frente con el marco incomparable de la Ría de Vigo, y a nuestra espalda el lago, que se comunica con el mar abierto a través de los orificios del puente escollera, soportando el efecto depurador de las mareas, que llegan a alcanzar los cuatro metros de desnivel entrepleamar–marea alta- ybajamar–marea baja-, lo que permite que las aguas interiores del lago se renueven. En dicho lago abundan todo tipo de peces y crustáceos. Con los temporales y grandes mareas en los meses de invierno el lago se inunda y sus aguas se unen a las de la playa de Rodas, quedando enlazadas las Islas Monteagudo-Faro solamente por el puente escollera. La playa en si tiene forma de concha y se dispone en un entorno rústico. Su arena de grano fino es de color blanco. La playa es abierta y de aguas tranquilas lo que facilita el baño. La única forma de acceso a la misma es mediante la utilización de embarcación. Se presenta aislada y posee una zona de fondeo. El puerto deportivo más próximo es el de Vigo.
Además de las Cíes, el parque de las Islas Atlánticas incluye Ons, Sálvora y Cortegada. En Ons no te pierdas las misteriosas furnas, cuevas marinas esculpidas en granito que como la legendaria Burato do Inferno –pozo vertical- de Ons, se decía que bajaban hasta el mismo infierno, y en las noches de tormenta incluso podían oírse las voces de los difuntos.
Donde comer
Asador Soriano
Y para recuperar fuerzas tras una jornada recorriendo este paraíso del Atlántico nada mejor que saborear el famoso pulpo á Illa –variedad autóctona del clásico pulpo a la gallega, preparado a base de pulpo, cebolla, sal gruesa, pimentón dulce y pimentón picante. La ubicación privilegiada de este asador aporta unas esplendidas vistas a la ría. Sus instalaciones cuentan con varios espacios diferenciados (salón principal, salón privado, salón chimenea y salón de la bodeguilla, donde se pueden degustar los más exquisitos vinos).
Cómo llegar
Fuera de la temporada estival, la única manera de visitar las islas es a través de una embarcación privada. Desde Vigo se pueden alquilar sin problemas. Es imprescindible, eso sí, contar con un permiso de navegación – y si se quiere, también de fondeo- para el día del viaje. Durante el verano y las fiestas de Semana Santa existe la posibilidad de coger una naviera que hace el trayecto desde los puertos de Cangas y Vigo hasta las Islas.
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Texto: Isabel y Luis Comunicación
Fotos: Tour Galicia
+ info5 terrazas con mucho encanto en la Ruta de los Vinos de Alsacia
En familia, pareja o amigos, en la Ruta de los Vinos de Alsacia además de encontrar numerosas bodegas donde catar las reputadas variedades de caldos de esta región francesa y realizar actividades lúdicas para descubrir el mundo vinícola, en el corazón de pueblos y ciudades con mucho encanto –numerosos de ellos clasificados como los más bonitos de Francia– podréis dar con un sinfín de restaurantes: desde establecimientos con estrella Michelin hasta las típicas winstubs, una especie de bistrot donde probar la cocina más tradicional y los productos locales en un entorno distendido. Y encima, sentados en terraza. Apuntad estas direcciones que os recomendamos.
La Nouvelle Auberge
Antigua oficina de correos situada entre las ciudades de Colmar y Munster, en la planta baja cuenta con un bistró donde se puede disfrutar de una cocina de mercado a precio moderado. En la primera planta, el restaurante gastronómico es reputado y premiado por la sutil creatividad del chef que combina su técnica con recetas alsacianas simples que solo se rigen por el respecto de las temporadas, en línea con el movimiento slow food al que se ha adherido La Nouvelle Auberge. Hay cuatro menús degustación con platos que cambian cada día según los productos frescos procedentes de productores cercanos. Alguna de las especialidades son la sopa de caracoles con ajo y perejil, el caldo de buey, el filete de pescado de río ahumado con salsa de vino tinto y la tostada de paté de caracoles. Todo ello siempre acompañado de vinos locales. Además, este establecimiento cuyo interiorismo es el de una típica casa alsaciana (con sus vigas de madera a la vista), cuenta con una agradable terraza, tranquila, sombreada y rodeada de naturaleza.
Avenue 294
Un establecimiento con decoración depurada, cómoda y muy acogedora donde el chef elabora cada día nuevas sugerencias, además de una carta de inspiración contemporánea y tradicional a la vez. Mención especial a los postres de elaboración casera –ojo, por ejemplo, con las tartas de frutas de temporada-, y a la bodega, muy amplia y con referencias de la zona muy preciadas. En cuanto salen los primeros rayos de sol, abren una terraza detrás de la bonita casa roja donde está el Avenue 294 que deslumbra con cómodos butacones y que además cuenta con una zona rodeada de plantas donde tomar una última copa, por ejemplo. Todo ello con la compañía de un agradable hilo musical. Una dirección gourmet en un marco perfecto que no querréis abandonar.
Hôtel Beauséjour
A cinco minutos a pie del centro de esta ciudad tan magnifica que es Colmar, que también se la conoce como ‘La Pequeña Venecia’ por sus canales, es interesante relajarse en la terraza-jardín de este establecimiento propiedad de la familia Keller, quinta generación de hosteleros. La cocina, elaborada con productos de temporada, es refinada y muy alsaciana, como se observa en especialidades como el foie gras casero con gelatina de vino Gewurztraminer o la chucrut bio con cinco carnes. Pero si por algo destaca este hotel-restaurante es por su terraza interior situada en un jardín lleno de flores y árboles, totalmente aislado del resto de la ciudad.
Wistub Brenner
He aquí un winstub alsaciano de toda la vida, situado en pleno centro de Colmar. En la mesa os encontraréis con los platos más auténticos –y contundentes– de la zona: chucrut, tarta de cebolla, ensalada con queso Munster y magret de pato, queso fresco con patatas, tripas de ternera con vino Riesling... Nos encanta su bonita terraza urbana llena de flores, donde no dudaréis en daros al placer de una larga sobremesa tomando uno de estos fabulosos vinos blancos de Alsacia que se sirven en copas de cristal con pie de color verde.
Le Cerf
Marlenheim, el primer pueblo de la Ruta de los vinos de Alsacia (si iniciáis el road trip desde Estrasburgo) esconde, además de grandes bodegas, un gran restaurante: Le Cerf. Desde el año 1930 la Familia Husser regenta este establecimiento (que también cuenta con un hotel) que combina un interiorismo rústico con una cocina de vanguardia reconocida con una estrella Michelin. Se trata de una gastronomía de nivel, con platos regionales elaborados con técnicas contemporáneas, como el chucrut o las bouchées à la reine (volovanes de hojaldre rellenos) y otros de inspiración internacional, como el ravioli de foie gras o el caldo de sashimi de buey, por ejemplo, pero siempre con productos de temporada. Le Cerf es un valor seguro de la gastronomía alsaciana, rodeado de viñedos, cuya terraza se ubica en su patio central, en que los típicos geranios rojos de la zona dan el toque de encanto.
Reserva tu Vueling a Basilea, que está a una hora y media del inicio de la ruta del vino de Alsacia, y no dudes en disfrutar de las vistas en alguna de estas magníficas terrazas y probar sus delicias gastronómicas.
Texto de Laia Zieger de Gastronomistas
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