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78 horas degustando Lanzarote

Por Isabel Loscertales de gastronomistas

¿Nostalgia por el fin del verano? A escasas tres horas de vuelo desde Barcelona, Lanzarote se presenta como una solución cercana y accesible para volver a disfrutar de buen tiempo durante un fin de semana largo. Aunque no debería ser la primera razón para tu visita. La singular belleza de su paisaje volcánico, el arte de César Manrique y la gastronomía de la isla te fascinarán más que su clima. Y al ser de dimensiones tan reducidas (unos 60 kilómetros de largo por unos 20 de ancho), pocos días bastan para quedarte con buen sabor de boca y romper con la rutina. Te sugerimos una ruta idónea para visitarla en tres días:

DÍA 1. CENTRO DE LANZAROTE

Entre las muchas opciones que tienes para hospedarte en la isla, la turística Costa Teguise concentra un sinfín de hoteles. Uno económico y familiar es el Barceló Lanzarote Resort (Av. del Mar, 5. Tel. 928 591 329. www.barcelo.com). En pleno proceso de renovación, cuenta con habitaciones amplias y confortables, tres piscinas para adultos y dos para niños, muchas actividades infantiles, instalaciones deportivas (rocódromo, mini-golf, pista de tenis...), centro wellness, desayuno buffet, y -entre toda su oferta gastronómica- un restaurante con pasta casera y una cuidada selección de vinos, el Mediterráneo.

Ya aposentados y relajados, un buen plan podría ser ir a explorar la zona de La Geria, por donde se extiende el peculiar paisaje de los viñedos lanzaroteños. Al tener suelo volcánico y fuertes vientos, las cepas se plantan en hoyos parapetados por muros circulares de piedra que las protegen. Cultivo de enarenado, se llama. La panorámica de esas extensiones de vides con esos tabiques perfectamente ordenados y las peladas montañas al fondo es única en todo el mundo y vale mucho la pena disfrutarla. Mejor aún si es con una copa de vino en la mano. El bueno aquí es el blanco y, más específicamente, el de malvasía volcánica, la variedad estrella en la isla. En cuanto lo pruebes, no beberás otra cosa. Para conocer más, puedes visitar alguna bodega como El Grifo (Teguise-Uga, LZ-30, km. 11. San Bartolomé. Tel. 928 524 036. www.elgrifo.com). Luego, se puede visitar el Monumento al Campesino y la Fundación César Manrique, muy cerca.

En la zona central de la isla y en la costa sur se ubica la capital, Arrecife. Su zona más encantadora, que por cierto está bastante de moda y cuenta con mucho ambiente, es el Charco de San Ginés. Tras un paseo, podéis cenar en un restaurante recién abierto, con un rollete 'cool' y bonitas vistas a la laguna: Naia. Tras los fogones está el chef mitad vasco mitad canario Mikel Otaegui, que ofrece una cocina mediterránea y actual con toques divertidos, como el foie micuit a modo de crema catalana o el arroz meloso de chipirones. Av. César Manrique, 33. Tel. 928 805 797. www.restaurantenaialanzarote.com).

DÍA 2: SUR DE LANZAROTE

El Parque Nacional de Timanfaya es una de las joyas imprescindibles de la isla. Justo a la entrada se encuentra la turística opción de dar un paseo en dromedario, que podéis hacer... o no. Lo verdaderamente espectacular es realizar el recorrido en autobús por el centro del parque, de un paisaje lunar sobrecogedor: un terreno desértico plagado de volcanes, rastros de lava, tonalidades ocres, rojizas y naranjas con el mar azul al fondo, que casi te hacen entender como sería la vida en otro planeta. Acabado el recorrido podéis tomar algo en el peculiar restaurante El Diablo, diseñado por César Manrique (el artista omnipresente que ha intervenido muchos puntos de la isla) y con mirador al parque. Acercaros a la parrilla gigante donde hacen la carne: ¡la cocinan directamente con el calor geotérmico de la tierra, a 600 grados!

Muy cerca, el pueblecito costero de El Golfo ofrece diversas opciones de cocina marinera autóctona. Entre ellos, el restaurante Bogavante (Av. Marítima, 39. El Golfo. Tel. 928 173 505), con una terraza a muy poca distancia del mar. Es el momento de probar los diferentes pescados y mariscos de Lanzarote. Con el sabor intenso y tosco que les otorga el Atlántico, bocinegro, cabrilla, bocinegro, salmonete, lapas, puntillas, cherne (mero)... se cocinan de forma sencilla, a la parrilla, y acompañados de las imprescindible papas arrugás con su mojo picón (el verde, más cítrico, y el rojo, ligeramente picante). Otros productos lanzaroteños en la carta: el queso, también servido frito con dulce de higo, y el gofio escaldado (el gofio es una harina de cereales tostados que se amasa con agua y sal que viene a sustituir el pan en algunos casos y, en otros, sirve para preparar diversos postres). Para acabar, hay que probar el bienmesabe, un dulce -muy dulce- típico de la zona, elaborado con almendras, miel, yema de huevo y azúcar.

Por la tarde, podéis visitar la Laguna Verde o de los Clicos y los Hervideros, con el curioso desgaste que el mar ha originado en las rocas volcánicas. Más abajo, las Playas de Papagayo, situadas en un parque natural (por lo que hay que pagar unos 3 € para dejar el coche) y con paradisíacas calas para relajarte tomando el sol.

Y para que sea un día redondo, nada como reservar en el restaurante La Tegala, en el pueblo de Mácher, encima de Puerto del Carmen. Un lugar muy especial y romántico recomendado en la Guía Michelin y que combina magníficamente tradición y modernidad en la arquitectura y en el plato. Situado en una pequeña atalaya, surge de la unión entre una casa típica campesina y un anexo vanguardista a base de grandes cristaleras. La cocina de autor del chef Germán Blanco utiliza cada vez más ingredientes locales -ecológicos en la medida de lo posible- para darles un giro contemporáneo y divertido, sin perder de vista el sabor. Mejor descubrirla a través de la experiencia del menú Estela, que cambia varias veces al año y que cuesta unos más que razonables 42 €.

DÍA 3: NORTE DE LANZAROTE

De camino hacia el norte, es recomendable una parada en el pintoresco pueblo de Teguise. Si vais en domingo, celebran un mercado muy popular con un pequeño apartado gastronómico donde comprar algún queso, mojo picón artesano, vino... A pocos kilómetros, la Playa de Famara, con un impresionante acantilado y favorita de los surfers (aquí el viento sopla a lo grande) y, luego, el pueblo de Haría y su valle de las mil palmeras.

Otro de los grandes 'hits' de Lanzarote es el Mirador del Río, un proyecto de César Manrique enclavado -y perfectamente integrado- en la cima del Risco de Famara, con impresionantes vistas de sus laderas volcánicas y del archipiélago Chinijo, con la isla Graciosa a la cabeza. Se puede tomar algo en la bonita cafetería-restaurante, con amplios ventanales para disfrutar mientras de la panorámica. Después, toca visitar la Cueva de los Verdes, en un tubo volcánico que se prolonga bajo el mar. Y a continuación, otra de las grandes obras del artista lanzaroteño César Manrique, el precioso conjunto de Jameos del Agua, un tubo volcánico abierto que acoge un lago natural. Observad atentamente los pequeños cangrejos albinos que habitan en él, se trata de una especie endémica llamada jameítos. También cuenta con cafetería-restaurante.

Podéis comer en el pueblo costero de Arrieta para continuar degustando las delicias marinas de la isla. Si buscáis algo económico, el chiringuito La Casa de la Playa, en la playa La Garita ofrece mariscos y pescados a un precio medio de 15-20 € (Tel. 928 173 339). Y si os queda tiempo, no dudéis en contratar una excursión a la isla Graciosa para visitar alguna de sus playas desiertas. Normalmente salen barcos desde el municipio de Órzola. La pequeña isla sólo tiene un par de municipios y cero asfalto, por lo que los amantes de la naturaleza más virgen la van a disfrutar, y mucho, a ritmo de pedales.

Nosotros nos apuntamos, si quieres venirte consulta nuestros vuelos aquí.

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Keep calm and visit a museum

Quizás no podrá presumir de tener ni el mejor tiempo ni la mejor comida, pero Londres es uno de los centros mundiales de producción y exhibición artística. Sus museos son una cita obligada para aquellos expertos, aficionados y turistas que deseen perderse entre sus kilómetros de galerías y admirar desde un relieve asirio de 2600 años de antigüedad a pinturas de Caravaggio y Turner, escritos originales de Charles Dickens o las serigrafías Pop Art de Andy Warhol.

Y es que Londres tiene museos para todos los gustos. Desde pequeñas y medianas colecciones privadas, a casas de personajes ilustres o grandes museos en los que, si uno quiere, puede pasar días enteros. Además, la mayoría son de acceso gratuito. Hemos paseado por la ciudad y estos son los diez museos que no te puedes perder.

1. British Museum: paseo arqueológico

Visitar Londres y no entrar en el British Museum es como ir a Madrid y no comer un bocadillo de calamares. Este museo, uno de los más antiguos de Europa, alberga una de las colecciones arqueológicas más prestigiosas del mundo. Aquí encontrarás piezas tan célebres como la Piedra de Rosetta, los frisos del Partenón de Atenas o una muestra de arte egipcio solo comparable con la del Museo del Cairo. El British Museum se encuentra en el barrio de Bloomsbury, a pocos pasos de las céntricas Tottenham Court Road y Russell Square, y en uno de los edificios neoclásicos más imponentes de Inglaterra.

2. National Gallery: el templo de la pintura

Si ir a Londres y no entrar en el Museo Británico es como visitar Madrid sin catar un bocadillo de calamares, tu visita a la capital inglesa sin pisar la National Gallery es como ir a Roma y no probar un plato de pasta. Presidiendo la gigantesca Trafalgar Square, la Galería Nacional londinense guarda algunos de los lienzos más famosos de la historia del arte, como el Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, la Venus del espejo de Velázquez o Las grandes bañistas de Paul Cézanne.

3. Tate Modern: para los más creativos

Una antigua central eléctrica a orilla del Támesis alberga, desde el año 2000, la sede del Museo Nacional Británico de Arte Moderno de Londres, conocido como Tate Modern. Este es una de las mayores atracciones de la ciudad, con una de las colecciones de arte contemporáneo más completas del mundo. Aquí podrás ver obras de Picasso, Dalí, Mark Rothko o Andy Warhol. Además, su excelente oferta de exposiciones temporales te permitirá ponerte al día de cuáles son los artistas punteros del momento.

4. The Wallace Collection: un oasis en medio de la ciudad

Si tuviéramos que elegir una palabra que definiera The Wallace Collection posiblemente seríaoasis. Esta antigua residencia familiar se encuentra en el centro de Londres, a cuatro pasos de Oxford Street y el centro comercial Selfridges. La mansión mantiene parte de su decoración original y alberga la colección de arte, armas y objetos que la familia Wallace legó al estado británico en 1897. Obras de Rembrandt, Velázquez, Tiziano, Canaletto o Fragonard se alternan con las suntuosas lámparas, jarrones y chimeneas de este lugar imperdible. Además, el museo es muy tranquilo, gratuito y no muy grande, por lo que es perfecto para aquellos que quieran evitar las aglomeraciones o no sean muy amigos de las pateadas artísticas. Y no olvides tomar un afternoon tea en el elegante patio cubierto del museo antes de irte.

5. Tate Britain: estilo inglés

Inaugurado en 1897, este museo alberga una importante colección de arte británico histórico y contemporáneo. La parte más importante de la exposición la forma la sección dedicada a William Turner, uno de los principales pintores de la historia inglesa y cuya vida recordarás por la multipremiada película Mr. Turner que protagonizó en 2014 Timothy Spall. Hay un barco que conecta la Tate Britain con la Tate Modern, por lo que no tienes excusa para visitar las dos galerías y darte un paseíto por el Támesis.

6. Victoria and Albert Museum: arte al servicio del imperio

Con una superficie de 45.000 metros cuadrados, el Victoria and Albert Museum es uno de los centros de arte más espectaculares de la ciudad. Ubicado en la exclusiva zona de South Kensington, su colección de artes decorativas es realmente sorprendente. Aquí hay desde marfiles a textiles orientales, orfebrería, cerámica y vidrio o fragmentos de edificios. Además, la arquitectura del lugar es muy majestuosa, con grandes galerías y patios con réplicas a tamaño real de la Columna de Trajano o el pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Increíble.

7. Charles Dickens House: casa literaria

Oliver Twist o David Copperfield son dos de las novelas más famosas de todos los tiempos y su autor, Charles Dickens, uno de los grandes genios de la literatura inglesa. Nacido en Portsmouth, Dickens pasó la mayor parte de su vida en Londres y habitó distintas casas, aunque es la del 48 de Doughty Street, en el céntrico barrio de Holborn, la que acoge el museo dedicado a su figura. Aquí vivió el autor con su familia entre 1837 y 1839, un periodo no demasiado largo pero en el que salieron algunos de sus títulos más célebres. Adentrarse en esta casa georgiana es un viaje en el tiempo que seguro que disfrutarás, pues las estancias están como en la época del escritor. Completa el museo un fondo con objetos personales y escritos del propio Dickens.

8. Händel/Hendrix House: la casa del barroco…y también del rock

¿Qué tienen en común el guitarrista Jimmy Hendrix y el compositor Georg Friedrich Händel? Pues que ambos vivieron en el mismo lugar. Eso sí, con 200 años de diferencia. Para ser más exactos, Händel residió en el 25 de Brook Street, mientras que Hendrix lo hizo en el número 23. Dos casas colindantes que hoy se visitan conjuntamente. Händel habitó ahí desde 1723 hasta su muerte en 1759. Se han reconstruido cuatro estancias como el dormitorio y el comedor, y hay partituras y objetos del compositor. Además, con un poco de suerte, podrás disfrutar de alguno de los conciertos que se organizan en el lugar. Por su parte, el apartamento de Hendrix, donde vivió entre 1968 y 1969, acoge una muestra que reivindica el importante papel e influencias del músico en el Londres de 1960.

9. The Queen’s Gallery: en casa de la reina Isabel

Por todos es conocido el espíritu monárquico de los ingleses, por lo que no queremos que te vayas de Londres sin sentir el espíritu de adoración a la reina Isabel II. Y para conocer a alguien de cerca, lo mejor es entrar en su casa. The Queen’s Gallery se encuentra en un extremo del palacio de Buckingham, residencia de la soberana en Londres, y acoge exposiciones temporales con fondos de la Colección real. Si vas a la ciudad en verano, ten en cuenta el calendario de visitas del palacio, que abre sus puertas durante unas semanas y es toda una experiencia.

10. Saatchi Gallery: para los que están a la última

Rompedora y vanguardista, así es la Saatchi Gallery, una de las salas de exposiciones más punteras de Europa. Inaugurada a principios de los años ochenta para exhibir la colección artística del publicista y coleccionista de arte Charles Saatchi, fue donada por el empresario al gobierno británico en 2010. Es uno de los museos más visitados del mundo y el lugar idóneo para conocer artistas y movimientos. Aquí, hasta el menos aficionado al arte se quedará sorprendido. Además, se encuentra en pleno corazón del barrio de Chelsea, lugar frecuentado por la élite londinense y en el que te sentirás como una celebrity.

Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS

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Langstrasse, Im Viadukt y otras joyas de Zúrich

Zúrich, a primera vista, parece la ciudad del dinero y de la banca privada, de los zapatos bonitos y de la educación máxima, la ciudad del lujo y de las compras, de los lagos y los parques. Pero también es una ciudad con propuestas culturales muy interesantes y de diseñadores atrevidos.

Una buena referencia para localizarte en Zúrich es laHauptbahnhofo lo que es lo mismo, la estación central de trenes. La estación central de trenes es una enorme estación que te trae y te lleva al aeropuerto, por ejemplo, y donde podrás coger tranvías y autobuses urbanos para desplazarte por la ciudad. En la capital suiza, el transporte público es la mejor opción. Olvida los taxis si no quieres pagar sobre los 30 euros por trayecto. Hablando de euros, la moneda suiza es todavía el franco suizo por lo que te va a costar pagar en euros. Te recomendamos usar la tarjeta siempre que puedas. El coste de la vida en Suiza es aproximadamente dos veces y media la española por lo que, por poner un ejemplo, un desayuno de café con leche y croissant te costará sobre los ocho euros.

Cerca de la estación central se encuentra la vieja Zúrich, cruzando el río Limmat. Calles peatonales de adoquines y muchas librerías para un perfecto paseo por la zona.

Posteriormente me dirijo a Langstrasse, entre los distritos 4 y 5, lugar que me recomienda fervientemente un amigo suizo porque es donde están las propuestas más modernas y atrevidas.

Langstrasse era una calle con aire arrabalero, si se puede utilizar este adjetivo referido a esta lujosa ciudad, donde todavía queda algún cine erótico y presuntamente algo de decadencia, pero la verdad es otra totalmente distinta. Langstrasse es la calle donde encontramos ofertas culturales tan originales como Perla-Mode. Entro y me dejo seducir por el discurso de Stefan. Perla-Modees, según sus palabras, un colectivo de artistas que han tomado el local en el número 84 de la calle Langstrasse para desarrollar arte contemporáneo, pensamiento y cultura. Hay unas salas diferenciadas donde cada artista expone sus proyectos, donde se suelen hacer tertulias y charlas sobre cultura, arte y antropología y alberga, además, un cine improvisado construido con antiguos asientos de estadio de futbol y palés de madera donde pasan películas que luego comentarán en una sala pequeña. Una maravilla. E lPerla-Mode está constituido por el Corner College y por Motto Books donde disponen de multitud de libros y revistas de arquitectura, fotografía o diseño de distintos rincones del mundo. Stefan me comenta que hay intenciones de derribar el edificio para construir viviendas y que seguramente en febrero del 2012 ya no exista másPerla-Mode. Si te encuentras en la ciudad estos fías, vale la pena acercarse a conocer a este colectivo de artistas que allí tienen su residencia.

Justo delante del Perla-Mode, me encuentro con Soho, una enorme tienda de ropa erótica y complementos varios de fetiche, botas de cuero y como me dice Sonja, la chica que atiende cuando entro en la tienda, cosas para hacerte la vida menos aburrida.

Continúo paseando por Langstrasse y descubro muchas más tiendas, unas más interesantes que otras. Voy en dirección a Joseffstrasse, según indicaciones que me dan los habitantes de Zurich. En el camino por Langstrasse, hay de todo: zapaterías, tiendas de comida, quioscos, tiendas de moda.

Cafe Bistro foifi 30, Zurich

Antes de pararme a comer en un lugar que me han recomendado, el café Bistro Föifi 30, situado en el 48 de la calle Josefstrasse, me acerco a una curiosa tienda, Senior Design Factory. Entro seducido por el escaparate y hablo con una de sus creadoras Deborah Biffi y me cuenta la historia del proyecto de diseño social que emprendió en el 2008 junto a su socio Benjamin Moser. La historia de Senior Design Factory nace de un proyecto de final de carrera que decidieron pasar del papel a la realidad y se materializó en el actual espacio en el que me encuentro. El proyecto busca trabajar junto a personas ancianas de no menos de 75 años. Trabajan con ellos en la creación de cosas manuales de elaboración y diseño propio. Toda la sabiduría y la experiencia que otorgan los años plasmada en objetos de decoración magníficos. Hay cosas sorprendentes: desde objetos de cocina a lámparas u objetos de decoración de la casa. La lana es uno de los elementos que más destaca en la colección de objetos que ponen a la venta. Los sábados se realizan talleres que los mayores imparten a los jóvenes tratando de explicar los secretos de su creatividad.

La tienda y la función social de la misma me ha fascinado y he estado charlando largo y tendido con Deborah. Cuando salgo veo que el caféBistro Föifi 30está a tope y me recomiendan un restaurante turco, Bar Valentinsen en la calle Gasometerstrasse. Después de comer algo, bajo por Josefstrasse en dirección al viaducto. Me han dicho que hay cosas muy interesantes por allí. Y la verdad es que sí.

Josefwiesse, Zurich

Antes de llegar al viaducto me encuentro con Josefwiesse, un estupendo parque donde juegan padres con sus hijos y donde poder tomar algo mientras los niños corren por el parque. Un rincón de montaña en plena ciudad.

Justo salgo de joseffwiesse,y me encuentro con el famoso viaducto. Está pegado al parque y se llamaIm Viadukt, en la calle Viaduktstrasse. En cada puente del viaducto, descubres tiendas de moda, bares y comercios varios. Voy a chafardear un poco y entro enFamous Ape. Una tienda original suiza que tiene dos establecimientos: el de Zúrich, donde me encuentro, y otro más en Geneva. Anina me cuenta un poco de la tienda y me deja echar un vistazo. Goyagoyaes otra de las tienda que descubro. Ropa femenina de diseñadores alemanes y algunas marcas difíciles de encontrar porque su producción es casi artesanal. 52 locales distintos y un mercado, el MarktHalle. Accesorios y bicicletas enVelos, ateliers como el deDaniel Blunschi, flores en Marsano, peluquería y tienda de ropa como es el caso de Fashionslaveo bares de moda como el Ambrossi Coffee Bar.

Im Viadukt, Zurich

Dejo la zona para ir al Cabaret Voltaire, templo del dadaísmo y visita ineludible en Zúrich. Antes me paro para contemplar el gran lago de Zúrich, y me siento en un banco, como muchos locales, a ver los patos, los Alpes al fondo y el perímetro de la ciudad rodeando el lago.

El Cabaret Voltaire huele a historia. De hecho, conserva una sala donde se hacen exposiciones y performances que mantiene vivo el espíritu que dio origen al movimiento Dadá. Me gusta y me tomo una cerveza en el bar del Cabaret Voltaire. Antes de dejar el centro cultural, paso por la tienda para comprar un pedazo de historia en forma de recuerdo.

Cabaret Voltaire, Zurich

Por la noche, voy a tomar unas cervezas al Sihlcity donde se levanta un centro de ocio que ha nacido de las ruinas de una antigua factoría. En el centro de la plaza todavía conservan la característica chimenea que le da el aire industrial que requiere el entorno. Hay hoteles, tiendas, restaurantes y una discoteca y sala de conciertos, elPapiersaal, donde tomar unas copas de noche.

Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.

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Un pedacito del paraiso

Nada más pisar tierra, Tenerife nos recibe con un aire de misterio y de leyenda. Sus orografía volcánica y sus orígenes inciertos, que algunos autores sitúan en la mismísima Atlántida son sólo dos de sus innumerables atractivos.

Y es que, leyendas aparte, lo que está claro es que Tenerife más que una isla afortunada, es un pedacito de paraíso en la tierra. Cuenta con dos Patrimonios de la Humanidad, un Parque Nacional, 42 espacios naturales protegidos y un clima que la convierte en la isla de la eterna primavera.

Tanto si visitas la isla con amigos, en pareja o con niños, Tenerife es un destino de esos que te dan ganas de repetir.

Parque Nacional de las Cañadas del Teide y Puerto de la Cruz

Uno de los imprescindibles de Tenerife es la visita al Parque Nacional del Teide. Sus impresionantes paisajes volcánicos consiguieron que en 2007 fuese incluido como Bien Natural en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es posible visitar el parque con diferentes excursiones, entre ellas la popular subida en dromedario.

La caldera y el volcán Teide - Pico Viejo son algunos de los monumentos geológicos más espectaculares del mundo. Además, cuenta con una gran variedad de conos y domos volcánicos, coladas de lava, pitones y cuevas que forman un extraordinario conjunto de colores y formas.

Desde allí, se puede descender a través del espectacular Valle de la Orotava hasta la costa norte, donde está situado el Puerto de la Cruz. Esta pequeña ciudad cuenta con numerosos atractivos turísticos como el Loro Parque, el Jardín Botánico, el complejo de piscinas Lago Martiánez, Playa Jardín y la plaza del Charco.

San Cristóbal de la Laguna

El casco histórico de La Laguna forma fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y es una gozada pasear por sus calles.
Merece un alto en el camino la Catedral de San Cristóbal de La Laguna, de estilo neogótico y que alberga un interesante y rico patrimonio artístico. Si seguimos paseando entre sus calles, nos encontramos con entre fachadas de otras casas señoriales, en la plaza de la Concepción frente a la iglesia del mismo nombre. Girando a la izquierda desde la plaza de la Concepción se llega hasta la calle de Herradores, completamente peatonal, con otras interesantes muestras de la arquitectura canaria. Pero si el giro es hacia la derecha, el recorrido desemboca en la calle de San Agustín, con la casas de los Jesuitas, Montañéz y de Salazar. El Palacio de Lercaro, sede del Museo de Historia de Tenerife, es otro hito en la misma calle de San Agustín, así como la iglesia y hospital de Nuestra Señora de los Dolores, la iglesia de San Agustín y el Instituto de Canarias.
 
Algo más alejado, está el bello Real Santuario del Santísimo Cristo, junto a la plaza de San Francisco, más conocida como del Cristo.

Excursiones y senderos por la naturaleza

Masca

Masca es un pintoresco caserío situado en la punta noroeste de la isla en el Macizo de Teno, dentro del parque rural del mismo nombre. En Masca se pueden encontrar impresionantes paisajes con profundos barrancos y acantilados que terminan en el Océano Atlántico, rodeados de vegetación y carreteras con curvas imposibles. Tiene la reputación de haber sido un escondite de los piratas.

Cruz del Carmen

Si lo que os gusta es caminar, uno de los senderos más antiguos de la isla es el que nos lleva a la Cruz del Carmen.Este paseo discurre por un entorno de vegetación típica, de fayas, brezos y algunas especies propias de la laurisilva, y llega hasta el Llano de Los Loros, desde donde es posible disfrutar de amplias panorámicas de la costa Norte.

Observación de cetáceos

La costa suroeste de Tenerife es un lugar privilegiado para la observación de cetáceos en libertad, puesto que existen colonias de calderones y delfines que viven aquí todo el año. Su presencia es tan cercana a la costa, que ha convertido a Tenerife en el primer lugar de Europa en importancia por el número de personas que hacen avistamiento de cetáceos en libertad. 
Podemos encontrar hasta 21 especies diferentes en estas aguas, desde la gigantesca ballena azul hasta la temible orca. Existen dos poblaciones residentes, calderón tropical y delfín mular, que se pueden observar casi el 80% de los días del año, con un porcentaje de avistamiento cercano al 100%.

¡Y por supuesto las playas!

En una isla tan privilegiada como Tenerife, no podía faltar una visita a sus increíbles playas, tanto si te gustan las de arena volcánica como las de suave arena dorada.

Para los amantes de la tranquilidad proponemos la playa del Bollullo, en el municipio de La Orotava. Es una hermosa y aislada playa de arena volcánica que destaca por la extraordinaria limpieza de sus aguas y su ambiente tranquilo. Es una playa poco concurrida, ideal para quien quiere huir de los atestados recintos turísticos y gozar de un poco de tranquilidad. El acceso a esta playa se realiza a pie por un sendero escalonado rodeado de plataneras. Hay que prestar atención al bañarse en esta playa, ya que carece de barrera de contención del oleaje.

Y para los que prefieres disfrutar de todas las comodidades turísticas, nuestra recomendación de va hacia la playa del Camisón y la playa del Duque.

El Camisón forma parte de una casi interminable sucesión de playas que, en ocasiones, apenas están separadas por una pequeña hilera de piedras sobre la arena. Las condiciones para el baño son siempre óptimas puesto que un rompeolas la protege de las corrientes y el oleaje.

El Duque es una playa de arena fina y rubia situada en la zona sur de la isla, rodeada de un precioso paseo litoral que une más de 8 playas. De aguas tranquilas, y una extensión de casi 700 metros, la Playa del Duque hace las delicias de quienes la visitan, por poseer todos los servicios de un entorno donde la calidad es el mayor distintivo.

También se puede disfrutar de otras playas espectaculares como El Medano, El Socorro, La Arena, La Pinta, La Tejita, Las Teresitas o Las Vistas.

Por Nadia Polo

Imagen de Las Teresitas por Sergio Martín González | Imagen de San Cristóbal de la Laguna por Jens Steckert | Imagen Acantilado de los Gigantes por Daniel Gaínza

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