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Arte diseño y siete restaurantes para disfrutar de Amberes

Lejos del aire de gran urbe de negocios que desprende Bruselas, o de ese toque de cartón piedra que encontramos en la pintoresca Brujas, Amberes es una ciudad moderna y cosmopolita, con una escena cultural excepcional, especialmente en los ámbitos de la moda, el arte y el diseño. Vale la pena visitarla en exclusiva o, si no nos llega el tiempo, dedicarle al menos un día si nos encontramos en Bruselas. 

Su oferta gastronómica es interminable, propia de una ciudad que se percibe bienestante por los cuatro costados, y la cocina autóctona (fantástica, ¿quién dijo que la cocina belga no es interesante?) comparte territorio con numerosos restaurantes de cocina internacional. 

Heavenly Pizza
Si el tiempo acompaña, una pizza en la terraza del Heavenly Pizza, una pizzería de vocación contemporánea donde encontramos creaciones siempre originales y atrevidas, es una buena opción para disfrutar de las vistas al edificio del Museum aan de Stroom (MAS), un museo que explora la relación de Bélgica con el resto del mundo y en el que encontramos exposiciones más que interesantes.

Ras
Si a mediodía apenas hemos compartido una pizza y una de las ensaladas con producto orgánico de Heavenly Pizza, la noche es un buen momento para reservar mesa en el restaurante Ras, literalmente suspendido sobre el río –protagonista absoluto de la vida en Amberes–. Este sofisticado local donde los cócteles se combinan con una cocina autóctona de toque contemporáneo, reúne a buena parte de la gente guapa local y ofrece una cocina notable, con gran presencia de pescados frescos y verduras.

Món
El restaurante Món se ubica en una antigua casita baja que conserva buena parte de sus elementos originales. Local sofisticado y acogedor, perfecto para cenas de grupo, cuyas carnes causan furor en la ciudad gracias a que se elaboran en un horno Josper, de procedencia catalana. De ahí su nombre, Món (mundo en catalán). 

Local Store

El Local Store es el lugar perfecto para el brunch. Este luminoso edificio acristalado reúne los domingos a familias con niños y grupos de amigos dispuestos a empezar la jornada con una buena dosis de cocina orgánica, que toma forma de ensaladas, sopas, quesos, embutidos, deliciosos panes y otros productos orgánicos y de proximidad. Además de restaurante, económico y de aspecto informal, aquí podemos adquirir numerosos productos delicatessen y acabar la jornada con un paseo por las tiendas de los alrededores. 

Coffee Labs
Los espacios de coworking tienen personalidad propia en Amberes, pues numerosos profesionales liberales del ámbito de la cultura, especialmente del arte, la moda y el diseño, escogen establecerse en esta ciudad por las múltiples posibilidades que ofrece. Coffee Labs es el restaurante abierto al público de un espacio de coworking, siempre animado, donde podremos pedir ensaladas multicolores, tostadas, pasteles caseros, zumos y otras opciones informales para comer a cualquier hora del día. Ojo, del día, porque por la noche está cerrado.

Paniek
Uno de nuestros locales preferidos de Amberes es el peculiar Paniek, ubicado en una nave industrial con hermosas vistas al río, con una terraza concurrida incluso cuando las temperaturas lo ponen muy difícil. Poblado por un público variopinto que va desde familias con niños (el parque infantil vecino es todo un reclamo), a jóvenes Erasmus degustando las primeras copas de la noche, pasando por artistas, profesionales locales y foráneos, todos ellos atraídos por su indudable encanto, y por ese equilibrio perfecto entre destartalado y cool de este peculiar lugar, de precios moderados y profusa actividad cultural.

Graanmarkt 13
El Graanmarkt 13 es un espacio que refleja muy bien el espíritu de Amberes, pues combina en un solo edificio arte, diseño, interiorismo y gastronomía. Esta concept store XXL (un tipo de establecimiento muy extendido en la ciudad), con ropa, muebles, complementos y accesorios, acoge en su plata baja el restaurante del prestigioso chef Seppe Nobels, que apuesta por una cocina de temporada, creativa, basada en el recetario local y con vocación saludable. El local, sofisticado y elegante aunque esencialmente informal, es ideal para ir a cenar tras habernos dado un capricho en la tienda (ojo, los precios son prohibitivos).

Chocolat Line
No podremos sentarnos a comer, pero es imperdonable visitar Amberes y no hacer una paradita en el sobrecogedor Chocolat Line, lugar donde hemos probado los chocolates más deliciosos que recordamos. Ubicada en el interior del Paleis op de Meir, un bonito edificio cercano a la casa de Rubens –todo un personaje, por cierto, y su casa un espacio de visita obligada–, en esta tienda en la que se vende exclusivamente chocolate compremos como si no hubiese un mañana y descubriremos productos que cambiarán nuestras vidas para siempre. En nuestro caso fue el chocolate para esnifar.

Reserva tu Vueling a Bruselas, que está a apenas media hora en tren de Amberes, y anímate a descubrir la faceta gastronómica de esta bella ciudad.

Texto y fotos de Laura Conde de Gastronomistas.com

 

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La ciudad del ámbar

Situada estratégicamente a orillas de mar Báltico, entre Lituania y Polonia, en Kaliningrado se mezclan las influencias soviéticas con sus raíces alemanas, de cuando Kaliningradoera capital de Prusia Oriental, una de las potencias más influientes de Europa, y se conocida como Königsberg.

En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército rojo ocupó Königsberg, que pasó a llamarse Kaliningrado en honor al Presidente del Soviet Supremo hasta 1946, Mijaíl Kalinin.

La ciudad ha sido nuevamente levantada tras su devastación por la guerra, creando una extraña mezcla de elementos. Kaliningrado es un enclave Ruso muy alejado de su capital y a 600 kilómetros de Pskow, la ciudad rusa más cercana.

La región báltica es conocida por ser el mayor depósito de ámbar conocido y las minas más importantes se encuentran en Kalaningrado. Este preciado material tiene fama en todo el mundo por su belleza y por las propiedades curativas, e incluso mágicas, que se le otorga.

Una leyenda cuenta que son las lágrimas de la diosa del mar Yurati, a la que no se le permitió enamorarse de un hombre mortal y fue encadenada en el fondo del mar, junto a su castillo, llorando esa gran pena. Esta romántica historia cuenta que las lágrimas de ámbar van a parar a la orilla del mar aunque, en realidad, se trata de la resina solidificada de los árboles tropicales que poblaban la zona.

El pueblo de pescadores

El ámbar es un material frágil pero que se trabaja fácilmente y que manejan con maestría los artistas y joyeros locales, que utilizan este bien tan preciado. Encontrarás multitud de objetos realizados con esta piedra preciosa orgánica a precios asequibles en los viejos edificios del puerto, ahora reconvertidos en talleres.

Este pueblo de pescadores es un conjunto de edificios que asemejan un barrio histórico alemán, muy diferentes al resto de arquitectura de Kaliningrado, con sus techos rojos y coloridas fachadas. Se puede subir hasta la parte más alta del faro, atravesar el gracioso puente levadizo o iniciar aquí un paseo en barco por el río Pregolya. Además, desde esta zona se tienen magníficas vistas de la ciudad y es un estupendo paseo que lleva hasta la Catedral, uno de los principales atractivos de la ciudad, pasando por diversos restaurantes y cafés.

Museo del ámbar

En Kaliningrado se construyó un museo del ámbar en la torre Dohna, con una colección única de más de 6.000 curiosas piezas, con insectos y plantas encapsulados en su interior, productos de artesanía o una enorme pepita de 4.280 kg, repartidas en 28 salas. El edificio es de por si un bello castillo de ladrillo rojo, levantado por caballeros de la Orden Teutónica, que tenían aquí su principal sede.

Otra de las construcciones de la Orden en Kaliningrado era el castillo Königsberg, el que fuera uno de los símbolos de la ciudad. El castillo fue destruido durante los bombardeos de Königsberg, en su lugar se encuentran ahora la Plaza Central y la Casa de los Soviéticos.

Del anterior castillo quedaron unos túneles subterráneos que, con el tiempo hicieron ,el suelo muy inestable. A este efecto se le ha llamado la "venganza de los prusianos" y ha costado mucho tiempo y dinero arreglar.

En la región de Kaliningrado se erigieron hasta cuarenta bellos castillos medievales que forman una interesante ruta arquitectónica, siguiendo los pasos de la orden teutónica.

Otros lugares de interés

La tumba de Kant

El personaje más ilustre de la ciudad es el filósofo Immnauel Kant, que nació y murió en Kaliningrado. Su tumba se encuentra fuera de la catedral, con una placa en la que se puede leer en ruso y alemán, la «Conclusión» de Crítica de la razón práctica: "Dos cosas me llenan la mente con un siempre renovado y acrecentado asombro y admiración por mucho que continuamente reflexione sobre ellas: el firmamento estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí".

Sus fuertes

La ciudad se encuentra rodeada por un gran numero de fuertes que datas del siglo XIX. Fueron utilizados por los alemanes como medio de defensa. Aunque ahora están abandonados, se puede hacer un recorrido visitando sus ruinas.

Zelenogradsk - Cranz

A 24 kilómetros al norte de Kaliningrado se encuentra esta localidad balnearia, un centro de vacaciones para locales y turistas, que llegan atraídos por sus playas, los manantiales de agua mineral curativa y su gran patrimonio cultura, con más de siete siglos de historia.

Pueblo de pescadores por Anton Zelenov | Ambar del Báltico por Michal Kosior

Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.

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El Núremberg de Durero

Las "Manos que Oran" y la "Liebre" de Alberto Durero son algunas de las obras más reproducidas de la historia del arte. Pero, ¿le hubiera hecho gracia al artista ver como sus obras son reproducidas en tabletas de chocolate o bolas de Navidad? Seguramente no. Pero lo que es cierto es que las pinturas de Alberto Durero están presentes en los museos de arte más importantes del mundo. Y en relación a la ciudad de Núremberg, el visitante puede encontrar sus huellas en algunos de sus rincones. Solo hace falta seguir las pistas.

El artista en su taller

Alberto Durero nació el 21 de mayo de 1471 en Núremberg y murió el 6 de Abril de 1528. Está enterrado en el Johannisfriedhof de Núremberg. Su padre, Alberto Durero el mayor, llegó a Núremberg de Hungría en 1455 se casó con la hija de un orfebre de Núremberg. De sus 19 hijos, solo sobrevivieron 3 hijos varones, los cuales murieron sin dejar descendencia.

Su primer auto retrato, fechado en el año 1484 y pintado durante su aprendizaje en el taller de orfebrería de su padre, aun existe. Debido a que Alberto Durero quería convertirse en pintor tras su aprendizaje como orfebre, su padre le envió al taller del pintor Michael Wolgemut entre 1486 y 1490. Ahí se formó en pintura y grabado sobre madera y sobre plancha.

Su formación le llevó en 1492 a Basilea y en 1494 a Estrasburgo, entre otros lugares, donde se ganó la vida ilustrando libros. En 1494 Alberto Durero recibió una dote de 200 florines por haberse casado con Agnes Frey, la hija de un orfebre de Núremberg, lo cual le permitió abrir su propio taller de pintura. Gracias a los parientes de su suegra, Alberto Durero pudo acceder a las clases altas de la ciudad.

Un hombre entre la Edad Media y el Renacimiento

El hecho de haber vivido en la época del primer Renacimiento hizo que se esforzase hasta el extremo, en buscar la perfección a través de los avances tecnológicos del momento. Fue un genio polifacético, que además de la pintura, también se prodigó en otros territorios artísticos como el dibujo, o la teoría. Destacan sus estudios sobre la proporción, la geometría y el diseño. Vamos a ver qué legado suyo podemos encontrarnos hoy en Núremberg.

Para empezar, qué mejor que deleitarnos con alguna sus obras, expuestas en el Museo Germánico Nacional (Germanisches Nationalmuseum), que es uno de los centros de investigación sobre Alberto Durero más importantes del mundo. Pero no queda ahí todo. El museo contiene muestras de la cultura alemana desde la Prehistoria hasta inicios del s. XX; de hecho es el centro de estas características más importante de toda Alemania. La exposición permanente contiene obras de pintores y escultores germánicos, así como una colección arqueológica, así como de armas y armaduras, instrumentos musicales y científicos, e incluso juguetes. Entre sus muchas piezas destaca el “Hércules matando a las aves del Estínfalo”, del propio Durero. Pero si lo que queremos es conocer su ambiente más íntimo, el de su vida doméstica, pero también creativa, nada mejor que visitar la que fue su casa. Durero vivió y trabajó en Albrecht-Dürer-Haus desde 1509 hasta su muerte en 1528. Tras un espectáculo multimedia se ofrece un circuito con audio guía por la casa de cuatro plantas, narrado por “Agnes”, la esposa de Durero. Destacan las demostraciones interactivas en el estudio recreado, una tienda de grabados en la 3º planta y, en el ático, una galería con copias y originales de obras del pintor.

Bajando la calle, a unos 150 metros, en la Albrecht-Dürer-Platz, se encuentra el monumento a Alberto Durero (Albrecht Dürer Monument). Como curiosidad diremos que debajo de este monumento se encuentra el Felsengänge. Se trata de un laberinto subterráneo de cuatro niveles, que se remonta al s. XIV y que antaño albergó una cervecería y una bodega. Durante la II Guerra Mundial sirvió de refugio antiaéreo. Si visitas la tienda de cervezas de Burgstrasse 19, los circuitos incluyen su visita.

Reviviendo los días de Durero

Una buena manera de conocer el entorno en el que vivió Durero en Núremberg es visitando el Stadtmuseum Fembohaus. Entre lo más destacado de este museo, que da una completa visión de la historia de la ciudad, se hallan las restauradas estancias de esta casa de mercaderes del s. XVI. Y en cuanto a tabernas y establecimientos de comida, nada mejor que Goldenes Posthorn. Al traspasar su pesada puerta de cobre nos encontramos con un paraíso gastronómico que lleva dando de comer a los ciudadanos de Núremberg desde 1498. Aquí encontrarás grandes salchichas locales, así como muchos otros platos rurales difíciles de encontrar en otro sitio. ¡Ah!, también hay opciones vegetarianas. Otra taberna que permanece de aquellos días es Marientorzwinger. Es la última zwinger – taberna construida entre las murallas, en antiguas dependencias militares- que queda en Núremberg. Es un local pintoresco donde comer enérgicos productos de la región de Franconia, o simplemente un plato de verduras. Puedes escoger entre el sencillo comedor de madera o la exuberante terraza. Y para beber, nada mejor que una Tucher –cerveza de Fürth-.

Para dormir os recomendamos, como no podía ser de otra manera, el Dürer-Hotel, un hotel de cuatro estrellas ubicado en el casco antiguo, justo al lado del Castillo Imperial. Sus habitaciones y salones cuentan con un interiorismo único en el que se combina perfectamente tradición y modernidad. Sin duda el espíritu perfeccionista de Alberto Durero se respira aquí, por los cuatro costados. ¡Ah! y sus oferta culinaria es espectacular. Sus desayunos incluyen dulces, embutidos y quesos típicos de la zona. Sus productos son de alta calidad cultivados y producidos, de forma ecológica, en la región.

Núremberg es Durero, y Durero es Núremberg. ¿A qué esperas para descubrir la ciudad de este imprescindible artista del Renacimiento europeo? Además se puede visitar en cualquier época del año. Si lo haces en primavera o verano te vas a encontrar mejor clima, y por lo tanto podrás disfrutar de las espectaculares terrazas que pueblan la ciudad antigua. Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de ISABELYLUIS Comunicación, Tourismus Nuernberg

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Arquitectura contemporánea de Praga

Prácticamente toda la historia de la arquitectura del siglo XX la puedes admirar en la trama urbanística de Praga. Todavía hoy podemos admirar algunos de los logros más notables de los diferentes estilos surgidos a lo largo del siglo pasado. En My Vueling City os hemos preparado una introducción a esos estilos a través de sus edificios más representativos.

Modernismo

El modernismo, entre otras características, debe su origen al anhelo de representar la ‘obra de arte total’ de manera armónica. En la capital checa, uno de los ejemplos más notables es la Villa Bílek. El escultor, artista gráfico e ilustrador František Bílek (1872–1941) fue junto a Alfons Mucha uno de los máximos exponentes del Art Nouveau checo. Se trata de una villa familiar que incluye taller, construida en el año 1911, muy cerca del castillo de Praga. El edificio se ideó con la premisa de reflejar en él, un campo de centeno, y hay un gran número de detalles que nos llevan a clarificar esta idea. Por ejemplo, las columnas, que representan las gavillas estilizadas de trigo. Actualmente el edificio contiene una exposición permanente sobre František Bílek.

Arquitectura cubista

La arquitectura cubista fue una tendencia que tuvo lugar exclusivamente en Checoslovaquia. Se trata de un estilo en el que se potencia el valor artístico por encima del práctico –lo cual deriva muchas veces hacia el ejercicio de estilo -. En todo caso, vale la pena visitar la Casa de la Virgen Morena de Praga (Dům u černé Matky Boží), que fue edificada según un proyecto del renombrado arquitecto checo Josef Gočár. Para los amantes del diseño, sabed que actualmente esta construcción alberga el Museo de las Artes decorativas de Praga, donde podrás admirar muebles, cerámica, posters, gráfica publicitaria u obras seleccionadas de la pintura cubista de Emil Filla o Josef Čapek. Además, y hasta el 31 de diciembre del 2017 podrás ver una exposición dedicada al cubismo checo. Y pos si no tuvieras suficiente, allí mismo se encuentra el Grand Café Orient, que es la única cafetería cubista del mundo.

Funcionalismo

El Funcionalismo es un principio arquitectónico según el cual la forma de un edificio procede de la función. Fue la esencia de lo moderno contrapuesto a lo tradicional. En Praga su ejemplo más claro lo tenemos en la Villa Müller a cargo de los arquitectos Adolf Loos y Karel Lhota para el constructor y empresario František Müller. En la villa construida entre los años 1928 y 1930 Loos aplicó no solo ideas funcionalistas, sino también la teoría de Raumplan - el espacio no está dividido en plantas diferentes, sino a los "cubos", éstos están dispuestos de tal manera que cada una de las habitaciones se intercala en varios niveles-. La casa pertenece al Museo Municipal de Praga, los interiores están decorados con mobiliario y accesorios para el hogar originales. Aquí podrás ver también una pequeña exposición sobre la vida de Adolf Loos.

Realismo socialista

El funcionalismo creó sin saberlo una especie de transición hacia el realismo soviético de la posguerra. Por suerte, el régimen comunista y la posterior dominación soviética no lograron desfigurar Praga. El Realismo soviético duró de 1948 a 1989, más o menos. No hace mucho tiempo, media Europa pertenecía a un régimen comunista liderado por la URSS. Praga fue uno de las ciudades más importantes del otro lado del telón de acero. Allí trabajaron los mejores arquitectos soviéticos del momento, y todavía hoy se puede admirar su obra. Seguramente no sea uno de los estilos arquitectónicos que goce de mayor aceptación de toda la historia de la arquitectura, pero lo que sí está claro es que cumplió a la perfección con su cometido, y se convirtió en seña de identidad de toda una época.

La arquitectura del realismo socialista era más bien monumental, historicista, simétrica, decorativa y llena de referencias al estalinismo. El edificio más famoso de esta época es el Hotel International, en el barrio de Letná, creado bajo la supervisión directa del gobierno de entonces. Igual que el Palacio de Cultura y Ciencia de Varsovia fue copia a escala reducida de siete edificios monumentales similares en Moscú. El edificio de la torre más grande mide 88 metros y tiene 16 pisos y fue terminado en 1954.

La independencia: arquitectura contemporánea

Bien es cierto que el hecho de recuperar la libertad tras la caída del bloque comunista, no suscitó ninguna renovación arquitectónica en Praga. Lo que sí se hizo fue movilizar los recursos más importantes para restaurar las zonas históricas de la ciudad y renovar los barrios residenciales. Aún y así, se construyeron algunos edificios destacados. Sin duda la realización reciente que más eco internacional ha suscitado  ha sido la célebre Casa Danzante –también llamada Ginger y Fred por su silueta que evoca a los dos famosos bailarines del celuloide–, firmada por el praguense V. Milunič y el norteamericano Frank Gehry. La construcción del edificio fue polémica en su día porque se construyó entre edificios barrocos, góticos y Art Nouveau rompiendo radicalmente con el perfil urbanístico de la zona. Actualmente el contiene una galería, un bar, un restaurante y un hotel.

En My Vueling City hemos repasado los hitos más destacados de la arquitectura del último siglo de Praga. Esperamos que os sorprenda cuando visitéis la ciudad. Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Czech Tourism, Wikipedia Commons

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