Viaje al corazón del albariño
La comarca gallega de Salnés, ubicada en la provincia de Pontevedra, tiene el honor de ser la cuna de una de las variedades de vino blanco más interesantes de España, el albariño. Realizados con la variedad de uva del mismo nombre, son vinos jóvenes, frescos, afrutados y con el toque justo de acidez, resultando una auténtica delicia para el paladar que además marida a la perfección con uno de los principales productos de la zona, el marisco. Cualquier recorrido que se precie por esta región vinícola está plagado de alicientes que van más allá del vino, como sus espectaculares paisajes, en los que no falta la presencia de la ría de Arousa, sus pazos, sus hórreos, su gastronomía, y cómo no, el amable carácter de sus gentes.
En tu camino por las tierras del albariño son múltiples las experiencias que puedes llegar a tener en las numerosas bodegas que encontrarás en el recorrido. El Pazo de Rubianes es con diferencia el ejemplo más espectacular. Declarado Jardín de Excelencia Internacional, cuenta con 600 años de historia, un precioso edificio palaciego y un área ajardinada que hará las delicias de cualquier amante de la naturaleza. En el caso del Pazo de Señoráns, será capaz de hacerte viajar en el tiempo gracias al magnífico ejemplo de casa solariega gallega del siglo XVI con el que cuenta. En la villa de Sanxenxo se halla la Adega Eidos, de corte mucho más moderno que las anteriores, ya que sus instalaciones son del 2003, con unas excelentes vistas a la ría de Pontevedra. También de corte más actual es la Adega e Viñedos Paco&Lola, fundada en 2005, con más de 200 hectáreas de viñedos y unos vinos cada vez más en boga.
Y entre bodega y bodega te recomendamos hacer una parada en el Museo do Viño de Cambados donde profundizar en la historia, el arte, la geografía, la cultura popular, así como todos los aspectos vitivinícolas de la DO Rías Baixas.
Haciendo un alto en el camino
Como no solo de vino vive el hombre, y en algún momento del viaje habrá que recargar energías, qué mejor manera de hacerlo que en un espacio tan característico de la zona como en un pazo. Entre nuestras recomendaciones está el Pazo de Carrasqueira, un claro ejemplo de la arquitectura típica gallega, construido a principios del siglo XVIII, y que en la actualidad es un hotel que cuenta con nueve habitaciones, y en el que no falta la indispensable bodega de albariño. Otra opción interesante es la que propone el Lagar de Costa, una bodega familiar que ofrece la posibilidad de alojarse y en la que no faltan las vistas a los viñedos y a la Isla de A Toxa.
La Festa do Albariño de Cambados
El epicentro de la producción de albariño todos los veranos se entrega a la Festa do Albariño de Cambados. Declarada de Interés Turístico Nacional en 1990, es el evento por excelencia en torno al vino elaborado con esta modalidad de uva. Lo que empezase allá por 1953 como un concurso entre bodegueros promovido por don Bernardino Quintanilla Álvarez y don Ernesto Zarate, es en la actualidad un evento en toda regla, en el que no faltan los conciertos y todo tipo de actividades dirigidas a todos los públicos. La edición de este año tendrá lugar del 2 al 6 de agosto, una excusa perfecta para catar los grandes albariños de la zona, en un ambiente y un entorno incomparables, y poner un punto y final perfecto para una ruta por esta espectacular región vinícola.
Reserva tu Vueling a Santiago de Compostela, que está a menos de una hora de Cambados, y aventúrate a recorrer esta región vinícola repleta de pazos y torres llenos de encanto y de grandes vinos.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
+ infoBacalhau, caldo y tripas
Oporto ofrece al turista las bondades de su rica gastronomía. Con una situación excepcional, a orillas del Duero y bañada por las aguas del océano Atlántico, en Oporto podrás comer buen pescado y marisco, catar los mejores vinos y deleitarte con su variada repostería.
Encontrarás restaurantes para todos los gustos y para todos los bolsillos. Puedes comer muy bien por tan sólo 5€ en las casas de comida o en afamados restaurantes con estrella Michelín, como en The Yeatman.
Una de las cosas que debes tener en cuenta al sentarte en un restaurante es que, el aperitivo que te sirven en primer lugar y sin haber pedido, no es un atención al cliente. Se ha de pagar. Esto da lugar, en ocasiones, a malos entendidos.
También, que lo más habitual para empezar una comida en cualquier restaurante sea una sopa, que preparan muy ricas y de muchas maneras diferentes.
Una de las zonas con más oferta de restaurantes es Ribeira. Es un lugar muy animado, desde el que se tienen las mejores vistas sobre la ciudad. Aquí puedes acercarte a comer el pulpo asado de Chez Lapin o el bacalao y las “Tripas de Oporto" de Filha da Mãe Preta.
En la Rua de Aviz se encontraban gran parte de las librerías de la ciudad. Hoy en día es un hervidero de tendenciass. Entre las nuevas galerías de arte encontramos el restaurante Book, donde antes se encontraba la Livraria Aviz. Verás que todo a su alredor recuerda a su pasado como librería.
El enoturismo es una de las buenas opciones para conocer la ciudad y sus productos gastronómicos. Para ellos, es recomendables llegar hasta el otro lado del río, donde se se encuentran las bodegas de Vila Nova de Gai. En este lado del río también puedes probar las múltiples recetas de bacalao, que tanta fama tienen en todo Portugal, de El Bacalhoeiro (Avenida Diogo Leite, 74).
En el Café Santiago tienen fama de servir las mejores francesinhas, uno de los clásicos de la cocina de Oporto. Lo comprobarás viendo las colas que se forman ante sus puertas para conseguir una, en Rua Passos Manuel 226. Se trata de una tostada de pan de molde que se rellena con diferentes tipos de embutido y carne, se cubre de queso gratinado y se bañado en salsa picante. De por sí ya te puedes imaginar que con esos ingredientes es un plato muy contundente y que te llenará de energía; más si lo acompañas, como es habitual, de unas patatas fritas y una cerveza fresca.
Y para conocer los productos que se consumen en Oporto, acércate al Mercado de Bolhao. Construído en 1914, es uno de los edificios emblemáticos, en el que vivir el día a día de los tripeiros.Curioso gentilicio, ¿verdad? A los ciudadanos de Oporto se les llama así debido a que, durante los preparativos de la conquista de Ceuta en 1415, tuvieron que entregar a la expedición toda la carne y quedarse únicamente con las tripas. Ahora, as tripas à moda do Porto es en el plato por excelencia de la ciudad!
Francesinha por jfcfar| Tripas a moda do Porto por MariaCartas
Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.
+ infoEl Palermo más escalofriante
Cuando uno piensa en viajar a Sicilia, lo hace con la idea de visitar su apabullante patrimonio fruto de su ajetreado pasado histórico, de ver de cerca un volcán en activo como es el Etna, de probar su deliciosa y variada gastronomía, de conocer la cuna de numerosos integrantes de la mafia -para qué negarlo, los fans de El Padrino tienen un filón en esta isla-, de darse un baño en sus magníficas playas, o cómo no, simplemente de dejarse llevar por su decadente magia. Quién iba a decir que la que es la mayor isla del Mediterráneo, codiciada y ocupada a lo largo de los siglos por los griegos, los pueblos germánicos, los sarracenos, los normandos, los españoles y finalmente los italianos, se acabaría convirtiendo en territorio de turistas a la caza de recuerdos y experiencias.
Su capital, Palermo, es una de los lugares de imprescindible visita para todo aquel turista que se precie de serlo. Perderse por sus caóticas calles no tiene precio, y el número y variedad de monumentos a ver, en el que se entremezclan lo bizantino, lo árabe, lo normando, lo renacentista y lo barroco, harán las delicias de los amantes del arte y de los más curiosos.
Las momias de las catacumbas de los Capuchinos
Ahora bien, aquellos que no tengan suficiente con los muchos monumentos que abarca Palermo, o simplemente quieran añadir a su estancia en la ciudad un toque de misterio y de morbo (y alguna que otra pesadilla a esa noche), entonces no debe de faltar en su lista la visita a las catacumbas de los Capuchinos. Situadas en la Piazza Cappuccini, en las afueras de Palermo, ofrecen el que seguro que es uno de los espectáculos más raros de la isla: en su interior se encuentran las momias de numerosos palermitanos. No sabemos si descansan en paz o no, con los turistas revoloteando por sus estancias, pero lo que es dar miedo e inspiración para alguna que otra película de terror, lo logran dar.
Según cuentan, desde el siglo XVII hasta finales del XIX, los frailes que formaban parte de esta comunidad se encargaron de momificar y de preservar para el resto de la existencia los cadáveres de numerosos palermitanos que así lo solicitaban, bueno, y que económicamente se lo podían permitir. Para ello, emplearon una técnica entre rudimentaria y básica, como la de quitar la humedad de los cuerpos en el interior de una cueva con ambiente muy seco, para posteriormente darles un baño en vinagre, y finalizar la sesión al sol para acabar con el proceso de momificación. Tremendo, ¿no?
Al realizar la visita a las catacumbas uno se siente acompañado por un peculiar cortejo, pues los cuerpos se hallan algunos de ellos tumbados y otros tantos colgados verticalmente en las paredes, vestidos con sus mejores galas, y meticulosamente ordenados por sexo y clase social. El punto más duro y más delirante del recorrido lo ofrece la momia de la niña Rosalía Lombardo, fallecida en 1920 a la edad de dos años, y que más que muerta parece estar dormida. Resulta imposible no sentir un escalofrío al presenciar su imagen.
Lo más curioso de toda esta historia es que se desconoce el motivo de tal práctica, y no existe en la isla otro lugar en la que se practique este método de conservación de los cuerpos.
Aventúrate a conocer este extraño lugar solo apto para los más atrevidos y morbosos, reserva tu Vueling aquí.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Juan Antonio F. Segal
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Recorriendo la Cidade Vella
Por las estrechas y sinuosas calles empedradas de la Ciudad Vieja de A Coruña podemos revivir gran parte de la historia de la ciudad. Aquí se encuentran la mayoría de los edificios emblemáticos y algunos de los rincones más encantadores.
La Cidade Vella forma una retícula que abarca desde la Plaza María Pita hasta el centro de arte y cultura contemporáneas de la Fundación Luís Seoane, pasando por lugares tan entrañables como la Praza Xeneral Azcárrega, el Convento de las Bárbaras o la Iglesia de Santiago. Es también una zona comercial, con magnificas tiendas de anticuarios y de artesania, en las que hacer alguna compra especial. Por supuesto, también para pararse a probar las especialidades más representativas de la buena gastronomía gallega en los excelentes bares y restaurantes.
Empezamos en la plaza de María Pita es, el corazón de la ciudad, que recibe su nombre de la heroína que luchó contra el ataque de la Armada Inglesa, dirigida por el corsario Francis Drake, en 1589 . En el centro de la plaza, se alza el monumento de bronce en honor a esta valiente coruñesa, obra del artista Xosé Castiñeiras.
Saliendo de la plaza nos encontramos con la iglesia de Santiago, probablemente la más antigua de la ciudad. De estilo románico, su construcción data de los siglos XII-XIII. En la fachada oeste se encuentra representado el Apóstol Santiago a caballo.
Pasarás por la evocadora plaza Azcárraga o antigua praza da Fariña. En el pasado, fue la más importante de la Cidade Vella, ya que se abrían hasta ella la Casa de la Intendencia, el Consistorio y el Almacén de Artillería. Los eventos y festejos más relevantes tenían aquí lugar, así como el mercado tradicional en el que se vendían los productos.
Muy cerca se encuentra la casa de Rosalía de Castro, en la calle Príncipe número 3. Fue la residencia, entre los años 1870 y 1879, de la poetisa gallega Rosalía de Castro y su esposo Manuel Murguía. Rosalía de Castro es una de las figuras literarias más importantes del siglo XIX, una precursora de la poesía moderna que ayudó a la recuperación de la lengua y culturas gallegas.
Caminamos hasta el convento y plaza de las Bárbaras, un beatorio fundado en el siglo XIV y posteriormente integrado a la obediencia franciscana. Recibe su nombre de la ermita dedicada a Santa Barbara que se encontraba inicialmente en este lugar.
A continuación, nos encontramos con el convento e iglesia de Santo Domingo. Aunque antiguamente se encontraba situado fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, fue reconstruido dentro de ellas durante la primera mitad del siglo XVII. El conventó se amplió en 1726 pero la iglesia fue derribada, conservando ahora sólo las capillas de los Remedios y del Rosario.
Nos acercamos al mirador del jardín romántico de San Carlos, en el que se encuentra la escultura del Magnus Portus Artabrorum romano. También el arca fúnebre del general John Moore, que tanto gusta a los británicos, y que ayudó a liberar la ciudad de las tropas francesas que atacaron la ciudad en 1809. Se construyó inicialmente como castillo defensivo fuera de las murallas en el siglo XVI aunque, poco a poco, perdió su importancia como baluarte y fue abandonado. En el siglo XVIII se recuperó como jardín de la mano de Carlos F. de Croix.
Ya llegando al final de nuestro recorrido, se encuentra la Fundación Louis Seoane, ubicada en un antiguo cuartel rehabilitado que se inauguró en 2003. La fundación está dedicada a la divulgación de la obra de y el legado intelectual del dibujante, pintor y escritor Luis Seoane, así como a desarrollar proyectos expositivos en torno a la cultura y el pensamiento contemporáneo.
Ayuntamiento por Carlos Fernández San Millán | Tumba de Sir John Moore por Marcus | Plaza Azcárraga por FirkinCat
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