Granada capital musical
Sí, a veces es de justicia acabar con ciertos estereotipos que parecen perseguir a algunas ciudades. El caso que nos ocupa es paradigmático. Y es que Granada ofrece un montón de atractivos más allá de la legendaria Alhambra y la primera catedral renacentista que se construyó en España, la imperial Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación (ojo,dos lugares que hay que visitar sí o sí, pero no los únicos atractivos de la ciudad). Situada a la vera del río Genil y vigilada por Sierra Nevada, la capital granadina es uno de los puntos de ebullición cultural de Andalucía: una ciudad universitaria donde se dan cita lo viejo y lo nuevo. La música tradicional de la zona (flamenco, cante jondo) con el pop y el rock actual (todo lo relacionado con la música independiente).
Granada no llega a los 250.000 habitantes, pero es una cantera inagotable de artistas y bandas. Enrique Morente, Los Planetas, Lagartija Nick, 091 y Lori Meyers, por citar algunos de los más famosos, surgieron de sus calles y recovecos, y han escrito algunas de las páginas más celebradas de la música española. Al tratarse de una ciudad pequeña, se puede recorrer cómodamente a pie, solo hace falta un buen calzado deportivo y, sobre todo, ganas. Así que, si quieres conocerla más allá de sus monumentos históricos, aquí van unos cuantosspotsmusicales para descubrir esa Granada diferente.
Como decíamos más arriba, en Granada se dan cita lo tradicional y lo moderno. Es más, esas dos vertientes se han fusionado gracias al trabajo de algunos de los artistas antes mencionados, como es el caso de Enrique Morente y los incombustibles Largartija Nick. Pues bien, una primera parada obligada para conocer esa escena musical vibrante sería el Sacromonte, cuna del folklore granadino. Situada en la Sierra de San Miguel –y con una vista privilegiada de la ciudad-, la zona está repleta de cuevas con una excelente acústica en las que la comunidad gitana organiza recitales de cante jondo y flamenco. La oferta es generosa y variada. Además del Sacromonte, conviene recorrer las calles del barrio de Albaicín (también en la parte elevada de la ciudad), otra de las cunas del flamenco de Granada y un enclave conocido por su rica gastronomía. En sus calles se encuentra una de las escuelas de baile flamenco más célebres del país, el Instituto de Flamenco Flora Albaicín.
Entrando ya de lleno en la oferta moderna, Granada es tierra de rock independiente. Y tiene un buen tejido de clubs y salas de conciertos con una programación que se abre también a otros estilos más allá del indie (electrónica, mestizaje). Una de las salas con más solera es el Planta Baja, toda una institución cultural de la ciudad que, además de ofrecer shows de bandas consolidadas, también brinda las primeras oportunidades a las bandas locales emergentes. Situada cerca de la Basílica de Juan de Dios, el Monasterio de San Jerónimo, y la Catedral de Granada –vamos, que puedes hacer turismo antes de visitarla-, justo en la zona centro, ofrece actividades desde el mediodía, y sesiones de DJs durante el fin de semana. Algunos de los nombres que pasarán por el Planta Baja en los próximos meses son: Sex Museum, Soledad Vélez y Carlos Sadness. Otra sala de obligado peregrinaje si te gusta el pop y el rock es El Tren, ubicada en las afueras de la ciudad.
Un lugar con tanta actividad musical también debería presumir de contar con un buen número de tiendas de discos, y ese es el caso. Una de las mejores es Discos Marcapasos, a sólo unos metros del Planta Baja. Este establecimiento de la calle Duquesa 6 es un centro neurálgico de la escena musical granadina, y ofrece una oferta generosa y leída de compactos y vinilos que repasan los últimos sesenta años de música pop. También es el lugar donde puedes comprar las entradas anticipadas para los conciertos de Planta Baja, El Tren, y las otras salas de la ciudad. Además, también realizan actividades en la tienda como sesiones de DJ’s improvisadas, firmas de discos y conciertos acústicos. Otra institución a tener en cuenta en la ciudad es Discos Bora Bora, una pequeña pero muy bien surtida tienda de vinilos.
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Texto de Xavi Sánchez para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de crodrguezcampos
+ infoNeve Tzedek la cara bohemia de Tel Aviv
Neve Tzedek, que traducido del hebreo significa Domicilio de la Justicia, fue el primer barrio judío erigido más allá de las murallas del antiguo puerto de Jaffa, la ciudad gemela de la aún inexistente por aquel entonces -los años ochenta del siglo XIX- Tel Aviv. Lugar de acogida desde sus inicios de algunas de las más ilustres figuras de la cultura israelí, más de un siglo después de su fundación mantiene vivo su seductor ambiente bohemio. Barriada trazada por casas que, en algunos casos, son verdaderos monumentos de estilos arquitectónicos como el bauhaus o el art déco, sus calles amagan algunos de los centros culturales, restaurantes, tiendas, cafés y bares de visita obligada en Tel Aviv. Os los descubrimos.
Centro de Danza y Teatro Suzanne Dellal
Es un punto imperdible en la ruta artística por Neve Tzedek. Culminado por un mural de David Tartakover, uno de los artistas más relevantes de Israel, el Centro de Danza y Teatro Suanne Dellal dispone de cuatro escenarios por los que durante todo el año pasan algunas de las mejores compañías de danza tanto israelíes (es la sede de la muy elogiada Compañía de Danza Contemporánea Batsheva) como internacionales. Y si la danza no os seduce lo harán la mesmerizante plaza interior del edificio, los jardines que lo rodean o el Suzanne Café, uno de los mejores locales del barrio para pasar una tarde de charla ante una taza humeante. Suzanne Dellal Center for Dance and Theater, Yechieli Street 5.
Dallal
No solo es importante repostar energías, sino hacerlo ahí donde comer se eleva a la categoría de placer. En Neve Tzedek, el Dallal es el lugar. Ubicado en el corazón del barrio, la cocina de este restaurante encuentra su inspiración tanto en la cercana Jaffa y sus raíces árabes como en el mar Mediterráneo. Un orgasmo para el paladar. Intentad llegar un poco antes y disfrutad de un cóctel en su encantador patio exterior. Dallal, Shabazi Street 10.
Galeria Chelouche
Datada de 1886, fue la primera casa levantada en Neve Tzedek. Terrateniente, joyero y cambista, Aharon Chelouche fue una de las personalidades más relevantes de la comunidad judía de Jaffa de finales del siglo XIX. Fundador de este barrio junto a Shimon Rokach, entre otros, su casa es hoy en día una de la principales galerías de arte de la ciudad. Y si fascinante son las obras que cuelgan de sus paredes, impresionantes son las vistas que del barrio que hay desde su tejado. No lo dudéis y subid a la azotea. Chelouche House. 32 Shlush Street.
HaTachana
Al final de la calle Shabazi, la principal y más concurrida arteria de Neve Tzedek nos topamos con la HaTachana, nombre en hebreo para la antigua estación de tren de Jaffa. Erigida en 1892, cuando cayó en desuso HaTachana permaneció cerrada durante años. Reformada y recuperada recientemente, con sus cafeterías, bares, restaurantes, tiendas y mercados el viejo apeadero se ha transformado en uno de los puntos más vivos no solo del barrio sino también de la toda la ciudad. HaTachana, 1 Kaufmann Street.
Jajo
Con una excelente carta de vinos (destacando los importados de España y Francia) y un excitante catálogo de combinados, sofisticado pero acogedor, este pequeño bar-vinacoteca (a duras penas caben más de 15 personas en su interior) es el lugar ideal para acabar un día de ruta por Neve Tzedek. Jajo, 44 Shabazi Street.
Mercado de Carmel
Marcando los límites del barrio de Neve Tzedek está el Mercado de Carmel (en hebreoShuk HaCarmel), lugar de visita obligada en todo viaje a Tel Aviv. A medio camino entre nuestros mercados y mercadillos y los zocos árabes, el Carmel se divide en dos secciones. En la primera encontraréis puestos de ropa, calzado, electrodomésticos, etc., a precios, en muchos casos, irrisorios. Mucho más atractiva es la segunda parte, precedida por una zona de floristerías, donde se funden las de paradas de comida (frutas, hortalizas, carne, quesos, pan…) y las de especias es una fascinante explosión de colores, texturas y olores. Mercado de Carmel. 1 HaCarmel Street.
Museo de arte Nachum Gutman
Nachum Gutman, pintor y escultor israelí de origen ruso que se alejó de las influencias europeas de sus maestros, que consideraba poco útiles para representar las singularidades del entorno y paisajes de su país, fue una figura fundamental en la irrupción de un estilo propio en el arte israelí. Sus obras se exhiben en diversos edificios públicos de Tel Aviv y, evidentemente, en el Museo de Arte Nachum Gutman. Nachum Gutman Museum of Art, 21 Shimon Rokach Street.
Rokach House
El periodista Shimon Rokach fue uno de los fundadores de una barriada que por aquel entonces, finales del siglo XIX, formaba parte de la vieja ciudad de Jaffa. Edificada en 1887, la casa familiar de Rokach ahora es un interesante museo dedicado a aquella época. También es el hogar de Lea Majaro Mintz, nieta de Shimon y una de las pintoras y escultoras más loadas de Israel. The Rokach House, 36 Shimon Rokach Street.
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Texto de Oriol Rodríguez
Imágenes de Israel Photo Gallery, Amos Gil, israeltourism, Julien Menichini
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Los restaurantes top de A Coruña
Un año más y consolidando una tendencia al alza, la gastronomía gallega merece el reconocimiento de la Guía Michelin, una de las más prestigiosas y exigentes de todo el mundo. Ya son 12 restaurantes de Galicia los que han obtenido tal
Distinción, la cual celebra su talento culinario. Pero nos vamos a centrar en los 3 que se encuentran en la ciudad de A Coruña. Del resto hablaremos otro día. Unos están mirando al mar y otros a un paisaje verde; unos se inspiran en las vanguardias y otros ahondan en las raíces, pero todos tienen un sabor único, un sabor genuinamente gallego.
Alborada
(Paseo marítimo Alcalde Francisco Vázquez, 25. 15002 A Coruña)
Chef: Iván Domínguez
El restaurante está situado en el paseo marítimo que rodea A Coruña, a medio camino entre la Torre de Hércules y el castillo de San Antón. Es un espacio moderno y elegante, con dos comedores abiertos al Atlántico y un comedor privado, más recogido. La decoración juega con maderas nobles, el corcho y el hierro, en sintonía con la luminosidad de un espacio amplio.
Alborada es un restaurante basado en los productos gallegos, sobre todo mariscos y pescados, a los que aplica una elaboración actual. Una cocina de altos vuelos que le llevó a obtener una estrella Michelin en 2010. En la carta hay siempre pescados y mariscos del día, acompañados de sabrosas verduras de temporada. Bogavantes, cigalas, zamburiñas, merluzas, lubinas, lenguados... El mar es la estrella. Hay también dos menús muy atractivos: “Menú Clásico”, con los platos que marcan la trayectoria del restaurante; y “Menú Degustación”, con lo más nuevo y sorprendente de las creaciones del chef. Para completar la experiencia, Alborada cuenta con una surtida bodega con más de 600 referencias.
Árbore da Veira
(San Andrés, 109 bajo. 15003 A Coruña)
Chef: Luis Veira
Árbore da Veira está a unos pasos del mar, así que lo ideal es dejarse envolver por la brisa marina. En Árbore el ambiente es cálido y distendido. Pocas mesas y mucho espacio, maderas claras y muebles inspirados en el diseño nórdico, mesas sin mantel y una espectacular vajilla, con piezas únicas y artesanales. Este es un mundo feliz. Su chef, Luis Veira propone una travesía de lo más sugerente. Utilizando las técnicas más innovadoras, se trata de un recorrido gastronómico pensado para disfrutar en todos los sentidos. Lo que le gusta es avanzar, adentrarse en nuevas técnicas y nuevos productos, sobre todo si vienen del mar. El resultado son platos espléndidos de cocina de autor, pero eso sí con raíces en la tradición gallega.
De entrada, una aclaración: aquí no hay carta. Aquí se impone el dinamismo porque cada día hay dos nuevos y atractivos menús para elegir: “Raíces”, que incluye 8 snack, 10 platos y 8 petit fours, y “Árbore”, conformado por 8 snack, 15 platos y 8 petit fours. ¡Poca broma! Al final son, entorno a 30 creaciones culinarias, las que degustamos en una sola sesión. Eso sí, siempre productos de temporada y muy especialmente de mar (6 de los platos suelen ser a base de marisco) y las rías de Galicia: ostras, cigalas, zamburiñas, minchas (bígaros) o callos de bacalao. Como contrapunto al chef le gusta presentar algún plato de carne, siendo la ternera gallega o el porco celta su gran referente. Los platos, o los bocados como le gusta decir a Luis, cambian en función del mercado... y de su inspiración. En la bodega, Árbore sigue la misma filosofía innovadora: alrededor de 250 referencias de 30 D.O. de España y de todo el mundo que se renuevan trimestralmente, con predominio de los vinos gallegos. Una impecable selección pensada para maridar con los espectaculares bocados del chef. Hay dos propuestas de maridaje: En boca con 8 vinos; y en paladar con 12.
A Estación
(Estrada da Estación, 51. 15660 Cambre, A Coruña)
Chefs: Beatriz Sotelo y Xoán Crujeiras
Este restaurante situado a 15 km. del centro de la ciudad de A Coruñallama mucho la atención porque ocupa la cantina y el almacén de una antigua estación de tren. Se trata de un espacio restaurado que nos atrapó a la primera de cambio, sobretodo por su iluminación. De día, el comedor es alegre y luminoso, con ventanales a ambos lados, como en un vagón de antiguo ferrocarril. Por la noche, el comedor se vuelve íntimo y elegante, con pequeños puntos de luz que crean una atmósfera evocadora de una cena en el Orient Express.
El binomio de maestros que comandan la cocina basan su ideario en una combinación de técnica y creatividad, pasión y delicadeza, mar y montaña. Además comparten su predilección por los productos del entorno, pero con la mirada hacia adelante. El menú de A Estación se sustenta en una cocina que armoniza experiencia, conocimientos y recuerdos culinarios. Su oferta se nutre de una carta con platos para picar y compartir, de entrantes, pescados y carnes de temporada, así como un menú degustación que puede incluir o no maridaje de vinos, y que varía mensualmente. Los productos aquí siempre son de temporada, de cercanía, de tradición, ecológicos, de cooperativa y de pequeños productores locales.
A Coruña dispone de muchísimos alicientes para cautivarte, y uno de ellos es su cocina. ¿A qué esperas para disfrutar de las propuestas de sus mejores chefs? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Turismo A Coruña
Imágenes de Alborada, Árbore da Veira
+ infoLos 5 parques imprescindibles de Madrid
1. El Retiro, el más popular
El parque del Retiro, que abarca un total de 118 hectáreas, es uno de los espacios verdes más conocidos de Madrid. Su proximidad con el centro y su accesibilidad lo convierten en el lugar favorito de los madrileños y de los que visitan la ciudad. Tiene sus orígenes entre 1631 y 1640, años en los que se empezó la construcción de una segunda residencia real en estos terrenos, el Palacio del Buen Retiro, con el objetivo de convertirse en un espacio de recreo para los monarcas. De esa primera época apenas se conserva nada, ya que el palacio fue demolido tras la Guerra de la Independencia, en 1808. Después de la revolución de 1868, el parque pasó a ser de propiedad pública.
Una jornada en el Retiro da para pasear en busca del que dicen que es el árbol más viejo de Madrid, tomar un refresco en alguno de sus quioscos, dar una vuelta en barca en el Estanque Grande, ver alguna de las exposiciones programadas en el Palacio de Velázquez y en el Palacio de Cristal, disfrutar de la vegetación, descubrir su pasado histórico a través de sus fuentes y esculturas, y conocer una de las pocas representaciones que hay del Ángel Caído.
2. La Casa de Campo, el mayor parque público de Madrid
Con unas 1.722 hectáreas, es el parque urbano más grande de España. Históricamente fue propiedad de la Corona Española, a la que servía, entre otras cosas, como coto de caza. Con la proclamación de la Segunda República, el parque fue cedido a la ciudad de Madrid y convertido en espacio público.
La Casa de Campo es el lugar perfecto para la práctica de deportes como el ciclismo, el running, el senderismo o el fútbol. También cuenta con instalaciones deportivas donde jugar a tenis y hacer natación. En uno de sus iconos, el lago, está permitido navegar en piragua y en barca.
Pero no todo es deporte en este parque, también hay espacio para el ocio en sus múltiples facetas: el Parque de Atracciones, el Zoológico, diversos recintos feriales, el pabellón multiusos Madrid Arena y la Venta del Batán. Otro de sus grandes reclamos es el Teleférico que une la Casa de Campo con el Parque del Oeste, que ofrece unas magníficas vistas tanto del parque como de Madrid.
3. Jardines del Campo del Moro, con aires de realeza
Considerado Jardín Histórico Artístico desde 1931, ocupa 20 hectáreas, que van desde el lado oeste del Palacio Real hasta el paseo de la Virgen del Puerto. Dice la leyenda que en 1109 el líder almorávide Alí ben Yusuf acampó en estas tierras durante su intento de reconquistar el antiguo Alcázar Real, y que de ahí vendría su nomenclatura.
Los Jardines del Campo del Moro son uno de los tres espacios ajardinados con los que cuenta el Palacio Real. Poco conocidos por los madrileños, ofrecen unas vistas únicas del palacio. Es el lugar perfecto para pasear y relajarse. En el eje central del parque destacan dos conjuntos escultóricos: la Fuente de los Tritones y la Fuente de las Conchas. Una de las curiosidades con las que cuenta es la Casa de Corcho, un pequeño templete de inspiración romántica, cuya sencillez contrasta con el resto del espacio.
4. El Real Jardín Botánico, la huella de la ilustración
Fundado en 1755 por el rey Fernando VI, cerca del río Manzanares, fue trasladado en 1781 por Carlos III a su ubicación actual, el Paseo del Prado, junto al Museo del Prado, que por aquel entonces era el Museo de Ciencias Naturales.
El Real Jardín Botánico refleja el espíritu ilustrado de la época en que se diseñó. Lo conforman tres terrazas escalonadas con plantas procedentes de Europa, América y el Pacífico, entre las que hay unas 5.000 especies diferentes. Además cuenta con una biblioteca, entre cuyo material destaca un herbario con más de medio millón de pliegos, y un archivo con cerca de 10.000 dibujos. En 1942 fue declarado Jardín Artístico.
5. El Capricho, el rincón romántico
Situado en la Alameda de Osuna, es uno de los grandes desconocidos de la ciudad y una auténtica joya, que en 1985 fue declarada Bien de Interés Cultural. Creado en 1784 por iniciativa de la doña María Josefa Pimentel, duquesa de Osuna, es un claro reflejo del gusto de la época por el romanticismo. En él se entremezclan referencias inglesas, francesas e italianas. Este jardín contiene un palacio, una ermita, fuentes, grupos escultóricos, estanques y un laberinto, todo ello en un entorno de gran riqueza botánica. Durante la Guerra Civil se construyeron varios refugios antiaéreos de los que aún se pueden ver algunos de sus respiraderos.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Naliade, Pablo Sanchez, Kus Cámara, M a n u e l
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