Versalles La casa del Rey Sol
Cuando uno llega a Versalles entiende por qué fue la joya del reinado de Luis XIV. Partiendo de una mansión de caza de su padre, el Rey Sol construyó el palacio más grande de Europa. Los opulentos interiores y los esplendidos jardines se prepararon para alojar hasta 20.000 personas. Se contó con los mejores arquitectos y artistas: Louis Le Vau y Hardouin-Mansart diseñaron el edificio, Charles Le Brun los interiores y André Le Nôtre reformó los jardines. Todo estaba listo para recibir a la corte.
El palacio más grande de Europa
Las estancias principales de la residencia están en la primera planta. Ahí se encuentran los Aposentos del Rey y de la Reina, que se ubican alrededor del Patio de Mármol que está tras la última reja en el acceso al Palacio desde la calle. Si has visto películas como Maria Antonieta de Sofia Coppola o la serie Versailles (recomendamos encarecidamente las dos), sabrás que sus habitaciones eran de todo menos privadas. Las reinas de Francia daban a luz a sus hijos ante la corte y los reyes amanecían diariamente con la curiosa ceremonia de le lever du Roi (el despertar del Rey) en la que nobles y familiares acudían para ver como el monarca se levantaba.
No obstante, el rey tenía lugares en los que poder trabajar, como el Gabinete del Consejo, donde recibía a los ministros y a su familia, o la conocida como Biblioteca de Luis XVI, que se caracteriza por el globo terrestre del soberano y por sus preciosos paneles neoclásicos. Conectando las estancias del rey con las de la reina, está la Antecámara del Oeil-de-Bouef (ojo de buey), llamada así por su gran ventanal. Se dice que la noche del 6 de octubre de 1789 la reina María Antonieta salió de la cama y huyó a través de esta sala hacia las estancias de su marido, donde logró ponerse a salvo, cuando un grupo de revolucionarios invadió el palacio en su búsqueda. Al día siguiente abandonarían por siempre el palacio.
También en el primer piso, en un extremo de la parte del palacio que da al jardín, se encuentran las estancias estatales. De ellas, la más famosa es el Salón de los Espejos, lugar en el que se celebraban las grandes ceremonias oficiales. Con 73 metros y vistas a los jardines, acogió en 1919 la firma del Tratado de Versalles, que puso fin a la I Guerra Mundial. Otras estancias que no te puedes perder son el Salón de la Guerra, contiguo al Salón de los Espejos, con un gran relieve de Luis XIV a caballo pisoteando a su enemigos, el Salón de Apolo y el Salón de Hércules, que alberga la monumental Cena en casa de Simón del pintor Veronés, regalado por la República de Venecia a Luis XIV.
Capilla y teatro de ópera dentro de casa
En la primera planta del palacio está el acceso a la tribuna de la Capilla Real, que utilizaba el monarca y su familia, y también la Galería de las Batallas, resultado de la reforma que Luis Felipe hizo de las antiguos estancias de los nobles, que convirtió en una galería de pinturas históricas y que acoge obras de autores como Delacroix o Gérard.
En la planta baja, son visita obligada los preciosos Aposentos de Mesdames Adelaida y Victoria, hijas de Luis XV, que nunca se casaron y vivieron aquí hasta la Revolución.
El otro gran edificio del Palacio de Versalles es la Ópera Real. Este teatro, construido en 1770 para el enlace entre Luis XVI y María Antonieta, no puede visitarse, pero tiene una interesante temporada lírica que es la excusa perfecta para que pases una velada en el lugar y te sientas como un miembro más de la corte.
Jardines, fuentes y palacios perdidos
Después de visitar el palacio, lo mejor es perderse por sus inmensos jardines y disfrutar de las fuentes. Dependiendo del día, se ofrecen distintos espectáculos, por lo que no está de más que eches un vistazo a la programación antes de planificar tu visita.
Los jardines tienen un trazado formal, con caminos geométricos repletos de arboledas, setos, flores, fuentes y estanques. Fuentes como la de Neptuno, Latona, la Columnata o la Fuente del Dragón son algunas de las que más te impresionarán. Merece la pena que pasees entre ellas, dejándote llevar hasta el recinto del Trianón, una de las joyas del complejo de Versalles. Aquí encontrarás dos edificios: el Grand Trianón, palacete construido por Luis XIV para evitar la vida cortesana y disfrutar de sus amantes, y también el Petit Trianón, levantado por Luis XV y que terminó siendo el refugio predilecto de la reina María Antonieta, que le añadió un teatrito que es una monada. Además, no puedes perderte el Dominio de la Reina, donde la esposa de Luis XVI recreó un aldea de doce edificios de idealizada estética rural, con campesinos y una granja de animales, a la que acudía para olvidarse de las exigencias del mundo que le tocó vivir.
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Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
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Bienvenido a la ciudad de los museos
Con más de cuarenta museos en su haber, Basilea puede jactarse de ser una de las ciudades de Europa con una de las mejores ofertas culturales del momento. Entre todo este volumen de museos, hay un buen número cuyo tema central son las artes plásticas, abarcando obras que van desde la antigüedad hasta nuestros días. La afición por el coleccionismo en esta ciudad tiene sus orígenes en el siglo XVI, en la que ha habido participación tanto pública como privada. En los últimos años varias colecciones privadas se han ido abriendo al público, aumentando aún más la oferta.
Kunstmuseum o Museo de Arte de Basilea: el principio de todo
Este es el museo más importante de Basilea, y el más grande de Suiza. Su colección, que se inició en 1662, abarca piezas que van desde la Edad Media hasta la actualidad. Los aficionados a Hans Holbein estarán de suerte si visitan este espacio ya que cuentan con una de las mejores colecciones de este artista.
Fundación Beyeler: un clásico del coleccionismo europeo
Esta fundación alberga la colección del matrimonio Ernest y Hildy Beyeler, que es una de las más grandes e importantes de Europa Central. En ella se hace un repaso arte moderno clásico, desde Monet, Cézanne y Van Gogh pasando por Picasso hasta llegar a Warhol, Lichtenstein y Bacon. A estas obras se les yuxtaponen otras piezas de arte tribal procedentes de África, Oceanía y Alaska, produciendo un interesante resultado. Tampoco hay que perderse el espacio en el que se encuentra ubicada, un bello edificio, obra del arquitecto Renzo Piano, con un precioso jardín.
El Museo Tinguely:conociendo a fondo al artista de las “máquinas escultura”
Dedicado a la vida y obra del escultor suizo Jean Tinguely. En el interior de este original edificio, obra del arquitecto Mario Botta, encontrarás las máquinas escultura que lo hicieron popular, además de documentos, fotografías y bocetos de su obra.
Museo de la Antigüedad: en busca de los clásicos
Este es el único museo suizo dedicado al arte y a las civilizaciones antiguas del Mediterráneo. La colección abarca piezas datadas entre el IV milenio a.C. y el siglo VII d. C., procedentes de las civilizaciones egipcia, griega, itálica y romana, aunque también hay obras de Oriente Próximo y Chipre. Destacan la cerámica y escultura griegas y la sección dedicada al antiguo Egipto.
Klingental: en busca de las tendencias artísticas de la región
Ubicada en la iglesia del convento de Klingental, la Ausstellungsraum Klingental está dedicada a la producción artística de la región.
Schaulager: un espacio para los expertos
El edifico que alberga este peculiar espacio es obra del estudio de arquitectos Herzog & de Meuron. Concebido para el público especializado en el arte, aunque también organiza eventos pensados para todos los públicos, es innovador hasta en el concepto. No pretende ni quiere ser un museo al uso. Simplemente es un depósito abierto al público que alberga las obras no expuestas de la colección de la Fundación Emanuel Hoffmann.
HeK: una mirada hacia los nuevos medios en la producción artística
El Haus der elektronischen Künste Basel (La Casa del Arte Electrónico en Basilea) es un espacio que está especializado al arte contemporáneo que emplea los medios electrónicos, también conocido como elnew media arto arte digital. En él se realizan todo tipo de actividades en torno a estas nuevas prácticas artísticas. Además acoge el Foro de los Nuevos Medios y el Festival de las Artes Electrónicas Shift.
Schoenthal, escultura al aire libre
En el antiguo convento románico de Schoenthal, situado a media hora de Basilea, se encuentra el Stiftung Sculpture at Schoenthal, un parque de esculturas al que bien merece la pena hacer una escapada. En él se pueden ver cerca de veinte obras de artistas suizos e internacionales. El espacio eclesiástico románico ha sido transformado en galería en la que se programan exposiciones temporales sobre artistas contemporáneos.
¿Ya has tomado nota de todo el arte que puedes ver en Basilea? Consulta nuestros vuelos aquí y aventúrate a conocerlo de primera mano.
Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Forgemind ArchiMedia, Jean-Baptiste Maurice, John Lord, régine debatty, Rosmarie Voegtli
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Cracovia. Pasado y presente.
Cracovia es la ciudad más turística y con más historia de Polonia. De hecho, el centro histórico de Cracovia ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que, unque la ciudad fue devastada por ejercito alemán durante la II Guerra Mundial, a partir de 1950 se inició la reconstrucción de su casco antiguo -que se conoce como Stare Miasto-, guiándose con la máxima fidelidad a la ordenación original.
El corazón de la ciudad es Rynek Glówny, una de las plazas más grandes de Europa, animada a todas horas por músicos ambulantes y grupos de turistas. Por la noche, todavía sigue iluminándose con las lámparas de luz de gas, que proyectan sombras sobre los edificios que bordean las plazas -construidas en los siglos XIV y XV-, dándole un aspecto un tanto tenebroso pero muy romántico.
En la actualidad, Cracovia es un gran punto de atracción turístico, pero que pide a gritos no olvidar el pasado para poder disfrutar de un futuro prometedor.
El antiguo gueto judío
No se encontraba en el actual Barrio Judío de Kazimierz, si no un poco más alejado, en el distrito de Podgórze. De él se conserva únicamente un tramo de muro, alguna de las calles y se ha erigido en la plaza de los héroes del Gueto (Plac Bohaterów Getta) el Memorial de la Plaza de los Héroes del Gueto, unas grandes sillas metálicas que representan las pertenencias robadas a los judíos al llegar al gueto.
El gueto de Cracovia se fundó en 1941 y, a medida que se intensificó la presión nazi de genocidio, empezó a sobrepoblarse y la gente moría de hambre o enfermedades, cuando no eran directamente asesinados en la misma calles.
La farmacia el Aguila
Sin embargo, como particularidad, en el guetto de Cracovia se permitía que los comercios siguieran trabajando. Es el caso de Tadeusz Pankiewicz, propietario de la Farmacia el Aquila (Apteka pod Orlem), que tuvo un papel imprescindible para la inteligencia judía. La farmacia era un valioso punto de reunión, contrabando de comida y medicamentos, y otros objetos de valor.
Tadeusz Pankiewicz ha recibido, por ello, una mención del estado de Israel. En 2004, Roman Polanski y Steven Spielberg, se encargaron de la restauración de la farmacia, que se ha reconvertido en parte del Museo Histórico de la ciudad , en el que se muestra la aniquilación que sufrieron los judíos y el importante papel de la farmacia. El mismo Polanski, quien pudo escapar del guetto siendo niño, le dedicó su Óscar por la película El pianista.
La fábrica de Schindler
Otra laureada película dio fama a esta famosa fábrica, que se encuentra muy cerca del antiguo guetto. La historia de la fábrica de Oscar Schindler -ahora también reconvertida en museo- se recreó en la película La lista de Schindler de Spielberg.
En ella una exposición permanente bajo el nombre "Cracovia bajo la Ocupación Nazi entre 1939 y 1945", con exposiciones, reconstrucciones, imágenes, objetos de ese período y sonidos que hacen simular a los visitantes la experiencia de los polacos durante la invasión nazi.
El barrio judío de Cracovia
El barrio judío de Kazimierz, conformado antes de la II Guerra Mundial por una de las comunidades judías más grandes de Europa, es hoy un encantador barrio bohemio, de calles animadas, peculiares comercios y talleres artesanales, y mucha oferta de restaurantes de cocina hebrea.
Aquí se puede visitar la Vieja Sinagoga -la más antigua de Polonia- o la Sinagoga Remuh -junto al cementerio judío- o las espectaculares iglesias católicas de Santa Catalina o la Roca. Como curiosidad, debes saber que fue el lugar en el que Steven Spielberg rodó La lista de Schindler.
Auschwitz-Birkenau
A unos 60 kilómetros de Cracovia, se encuentran los tristemente famosos campos de concentración de Auschwitz I -el primero que se construyó- y Auschwitz II o Birkenau - construido posteriormente como campo de exterminio-.
Se puede llegar fácilmente en tren o los autobuses que salen desde la estación central de trenes y autobuses Kraków Główny, en un trayecto que dura cerca de una hora y media.
Su vergonzosa transcendencia viene por ser el mayor campo de concentración construido durante el régimen nazi y el de mayor exterminio de la historia, en el que fueron asesiandas más de un millón de personas. Hoy en día, se mentiene en pié como recuerdo para evitar que vuelvan a suceder y a caer en el olvido las atrocidades allí comentidas.
Centro de Cracovia por FotoCavallo | Auschwitz por Gigatel Cyf Ltd. | Fábrica de Schindler por Noa Cafri | Barrio judio de Cracovia por Jakub Hałun
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Ruta de museos por Le Marais
Cuando uno piensa en los museos a visitar en París, lo primero que le viene a la mente son los nombres de los grandes templos del arte con los que cuenta: el Museo del Louvre, con la inquietante sonrisa de la Gioconda como estandarte; el Museo de Orsay, con una espectacular colección en las que el romanticismo y el impresionismo harán las delicias de cualquier amante del arte; el Centro Pompidou, con una de las colecciones más completas de ate moderno y contemporáneo del mundo.
Pero más allá de estos grandes espacios existen otros tantos lugares en la capital francesa, donde además de arte descubriremos la vida de importantes personajes de la ciudad, conoceremos parte de su historia, o simplemente disfrutaremos con las obras de coleccionistas privados en espacios de ensueño.
Uno de los barrios más en boga estos últimos años, Le Marais, situado en los distritos III y IV en el margen derecho del Sena, abarca un buen número de estos espacios donde experimentar otro tipo de experiencias expositivas menos masificas en alguno de los casos, a la par que enriquecedoras. A continuación hemos hecho una selección de algunos de los museos que no debes perder la oportunidad de visitar en tu recorrido por este colorido y cosmopolita barrio.
Maison de Victor Hugo
Victor Hugo es el primer protagonista de nuestra selección, ya que cuenta con el honor de tener su propio museo en el que es el centro neurálgico de Le Marais, la Place des Vosges.Victor Hugo residió entre 1832 y 1848 en la tercera planta del Hôtel de Rohan-Guéménée, donde escribiría gran parte de Los Miserables. En la actualidad es un museo donde conocer en profundidad esta imprescindible figura de la literatura francesa.
Museo Picasso
Otro gran nombre, esta vez de uno de los artistas más influyentes del arte del siglo XX, es nuestra segunda opción. El Museo Picasso, situado en el Hôtel Salé, cuenta con una amplia colección formada por 200 cuadros, 100 esculturas –este es el apartado más destacado de este museo- y cerámicas, y 3000 dibujos y grabados que abarcan todas la épocas. Además se puede ver la colección personal del pintor, con piezas de, entre otros, Paul Cézanne o Henri Rousseau.
Memorial de la Shoah
Lo que empezó siendo el monumento al Mártir Judío Desconocido acabó convirtiéndose en el Memorial de la Shoah, uno de los principales centros de documentación sobre el Holocausto en Europa -la palabra hebreashoah significa catástrofe y también se emplea para hacer referencia al Holocausto-. En el acceso al mismo se encuentran los nombres de los 76.000 judíos que fueron deportados desde Francia a los campos de concentración nazis.
Museo de Arte e Historia del Judaísmo
En Le Marais se encuentra el barrio judío conocido popularmente como Pletzl (significa plaza en yiddish), por cuyas calles bien merece dar una vuelta y disfrutar del colorido de sus comercios. Aprovechando que estás por aquí te recomendamos que te acerques al Hôtel de Saint-Aignan, situado en el número 71 de la Rue du Temple, y visites el Museo de Arte e Historia del Judaísmo, donde podrás conocer la historia de las comunidades judías en Francia, Europa y el Norte de África, desde la Edad Media hasta la actualidad.
Museo Cognacq-Jay
Situado en el Hôtel de Donon se encuentra el Museo Cognacq-Jay, en el que se puede ver la colección de obras del siglo XVIII francés adquiridas por Ernest Cognacq y su esposa Marie-Louise Jay entre los años 1900 y 1925. Durante la visita a este espacio podrás disfrutar de los más de 1200 objetos recopilados por este matrimonio aficionado al coleccionismo, entre los que se cuentan cuadros de Canaletto, Tiepolo, Boucher, Fragonard, Greuze, o Reynolds.
Museo de la Magia y el Museo de los Autómatas
En el Museo de la Magia podrás conocer todos los secretos que se hallan tras el arte de la magia, la prestidigitación, y el ilusionismo. En él encontrarás todo tipo de objetos usados para hacer trucos de magia (varitas mágicas, cajas, gorros de mago, etcétera), además de poder ver espectáculos en vivo. En este mismo espacio también se encuentra el Museo de los Autómatas, que cuenta con una colección de 100 autómatas con los que dejarse sorprender. Ideal para aquellos que viajan con niños.
Reserva tu Vueling a París y anímate a recorrer uno de los barrios máscoolde la ciudad y a adentrarte en alguno de sus curiosos museos.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Assayas, Sailko, Guillaume Baviere
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