Las mejores playas del cabo de Gata
El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar ofrece el que es posiblemente uno de los paisajes más bellos y curiosos a la par que áridos de España, y para qué negarlo, de Europa. Este macizo de origen magmático de extrañas formas y de escasa pero interesante vegetación tiene un valor añadido en la línea de la costa, albergando un buen número de playas y calas de espectaculares aguas azules que contrastan con los baldíos paisajes de roca y arena.
Así pues, si andas por esta magnífica reserva natural del sureste de Almería no dudes en ponerte un buen calzado, cubrir bien tu cabeza, proveerte de agua y provisiones (la mayor parte de estas playas son salvajes por lo que carecen de servicios), y hacer el esfuerzo de sortear la distancia que separa estas playas de las pocas poblaciones que hay por la zona. Sí, muchos de los puntos a los que te vamos a llevar son de difícil acceso, pero en este caso el ejercicio bien merece la pena, y más si lo que te espera son unas espectaculares vistas y un chapuzón en unas preciosas aguas cristalinas. ¡Allá vamos!
Playa de los Muertos
Unos 700 metros de una dura cuesta separan esta playa del parking de coches, por lo que te recomendamos tomártelo con la calma. Eso sí, al final del angosto camino hay una amplia playa de pequeñas piedras y azules aguas en la que reconfortarse. Como sucede en la mayor parte de las playas del cabo de Gata, tanto los nudistas como los partidarios de ir con bañador conviven en absoluta armonía en ellas.
Cala de Enmedio
Esta cala está situada a un kilómetro y medio al sur de Agua Amarga, un antiguo puerto de pescadores codiciado en la actualidad por los turistas, y a ella solo se puede acceder andando o en barca. A tu llegada a este maravilloso lugar te deslumbrará el blanco de su fina arena y de las dos dunas fosilizadas que la flanquean, y que contrasta con el color turquesa de sus aguas. Un pequeño paraíso en la tierra.
Cala de San Pedro
Esta pequeña cala, situada a poco más de una hora andando del municipio pesquero de Las Negras, cuenta con una peculiaridad que la hace diferente al resto de las playas de la zona: la existencia de un manantial de agua dulce. Gracias a él la presencia de vegetación es mayor, y permite que pueda residir en ella durante todo el año una comunidad de hippies. También es a causa de ésta (en este caso para defenderla de los piratas berberiscos), que se construyese en el siglo XVI el castillo de San Pedro, del que hoy en día se pueden visitar sus ruinas.
Playa de los Genoveses
Esta playa de más de un kilómetro de longitud, de fina arena y aguas cristalinas, es una de las más populares del cabo de Gata, y una de las más visitadas. Situada a poco más de un kilómetro de San José, se puede llegar a ella andando, o si eres de los que te cuesta hacer ejercicio, hay un autobús que te lleva hasta la playa. Si vas en coche recuerda que en verano la zona de aparcamiento tiene un aforo muy limitado que se llena enseguida.
Playa de Mónsul
Convertida en playa cinematográfica gracias a Steven Spielberg y su Indiana Jones y la última cruzada, es lugar de imprescindible visita, sobre todo para ver el maravilloso espectáculo que proporcionan las enormes rocas de lava erosionada que la envuelven. Ubicada a cuatro kilómetros de la localidad de San José, se puede llegar a ella en coche o en autobús (esta es la opción más recomendable en el mes de agosto).
Cala Rajá
A medio camino entre San Miguel de Cabo de Gata y de San José, es una de las que más difícil acceso tiene, y por lo tanto, es en la que menos gente encontrarás. De arena fina y agradable, merece la pena enfilarse a las formaciones rocosas que la envuelven para disfrutar de las vistas al arrecife del Dedo y de la Cala de la Punta Negra.
Reserva tu Vueling a Almería, y ¡aventúrate a descubrir las playas del cabo de Gata!
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Mir Zab, horrapics, Pablo Piso , jarp32, Baldomorejon
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Hay vida mucho más allá del Gayxample barcelonés
Si bien Madrid tiene Chueca como epicentro gay de la ciudad, Barcelona tiene lo que se denomina el Gayxample. Es decir, el rectángulo dentro del distrito del Eixample Esquerra que delimita con las calles Balmes, la Gran Via de les Corts Catalanes, y las calles Comte d’Urgell y Aragó. La oferta de bares y clubes muta cada temporada con la fuerza de un tsunami (especial atención merecen las discotecas del club Arena, que al abrir de lunes a domingo siempre son un recurso fácil para turistas y locales que pueden permitirse el lujo de trasnochar), aunque ahí precisamente es donde se encuentra también el Hotel Axel, que cuando se inauguró en 2003 se convirtió en el primer hotel propiamente heterofriendly no sólo de la capital catalana, sino del mundo. Su terraza, situada en el ático, es un clásico lugar de peregrinación para aquellos que en verano quieren lucir los músculos que han desarrollado a lo largo del resto del año. Por algo es uno de los lugares más concurridos durante el Circuit Festival, que este año acontece del 2 al 14 de agosto.
Eso sí, a pesar de contar con el Gayxample, lo cierto es que la ciudad no se limita sólo a ese perímetro de acción. Si algo destaca de Barcelona es su aura cosmopolita y el hecho de que cualquier gay podrá encontrar en otros barrios tanto bares como fiestas que se ajusten a sus necesidades. Sin ir más lejos, y tras el cierre de uno de los iconos del Raval, La Penúltima, la clientela más moderna tiene alternativas como el Zelig, en el que más allá del gin tonic de rigor puedes comer un buen plato de pasta o alguna especialidad culinaria holandesa; o La Casa de la Pradera (c/ Carretes, 57), un bar con pista de baile incluida que se antoja perfecto para aquellos que después peregrinan hasta la sala Apolo o bien, yendo a medio gas, ya tienen suficiente aprovechando al máximo los fines de semana hasta las tres de la madrugada. Asimismo, otro de los bares más en boca en estos momentos es La Federica (c/ de Salvà, 3), situado estratégicamente en el Poble Sec y convertido en tiempo récord en uno de los lugares fetiches de la clientela más hipster de la ciudad. Si danzar hasta las tantas no va contigo y prefieres solamente tomar una copa más o menos relajado, esta es una de las mejores opciones que tienes a tu alcance.
La Metro, también abierta todos los días de la semana, continúa siendo uno de los clubes clásicos de la ciudad. No obstante, si algo marca la actualidad hedonista son las fiestas mensuales que, prácticamente cada semana, reúnen a centenares de almas con ansias de pasárselo de escándalo. Una de las más veteranas es la llamada Pop Air, que suele celebrarse el primer viernes de cada mes en la sala Tango (c/ Diputació, 94) y reúne a los osos y simpatizantes del pelo de la ciudad amantes del pop. Del mismo modo, también un viernes al mes, la sala Apolo (c/ Nou de la Rambla, 113) cuenta con el Somoslas para aquellos que prefieren quemar calorías al son de la música electrónica; y la sala Under (c/ Tarragona, 141) con una de las fiestas más jóvenes del circuito: la Tanga Party, que dispone de una sala house y otra mayor dedicada en exclusiva al petardeo ilustrado. Fruto del meteórico éxito de la Tanga (que incluso hasta se celebra en Madrid), sus creadores desde este domingo 17 de julio también proponen La Piscini (en La Carpa Barcelona: Av. Manuel Azaña 21-23), una nueva cita que más allá de la música tiene como principal atractivo una piscina gigante en la que poder remojarse. Se avecina planazo para sobrellevar estas altas temperaturas.
También en domingo, la clásica Churros con Chocolate que se celebra en la sala Apolo es una de las fiestas más concurridas con diferencia. Al igual que La Ká (en la sala Plataforma: c/ Nou de la Rambla, 145), ambas son totalmente gratuitas, por lo que te recomendamos que no demores en exceso tu entrada porque a partir de las 21 horas te puedes comer una cola de aúpa. Quien avisa no es traidor. Consulta nuestros vuelos ya y ven a descubrirlo.
Texto de Sergio del Amo para Los Viajes de ISABELYLUIS
+ info9 cafes Estocolmo
En Estocolmo hay cafés en cada esquina, 502 en toda la ciudad, para ser precisos. Y cada uno rivaliza en especialidades culinarias (no solo dulces, sino que la mayoría cuentan en su oferta con sándwiches, menú del día o brunchs el fin de semana), originalidad de concepto y decoración.
A todo color - Vurma Kafé(Gastrikegatan, 2)
Ni te sorprendería si Frida Kahlo, Sara Montiel o Lola Flores entraran por la puerta. Todo recuerda a estos iconos kitsch: las paredes son de color rojo y azul fuerte, hay flores de plástico en cada rincón -incluso en el moño de la camarera- y cada mesa, cada silla, cada cojín de terciopelo es de otro color y de otra colección. Y aunque al entrar se experimenta una sensación psicodélica, absolutamente todo nos gusta del Vurma. Pero lo que más, su leche orgánica que se toma con uno de los sándwiches calientes con nombres rarunos que combinan ingredientes a priori no complementarios. ¡Sorpresa! Están buenísimos. ¿Nuestros favoritos? El de queso de cabra, manzana, miel y nueces, y el de humus picante.
Caos perfecto – String (Nytorgsgatan 38)
Un café que, a la vez, hace oficio de anticuario accesible. Aquí absolutamente todo está a la venta: el mobiliario, la mantelería, la vajilla, las lámparas y los objetos de decoración. El bombazo de este local es su tarta de frutos rojos strudel, bañada en una suculenta salsa de vainilla. El mejor lugar para tomar el café - servido en termos- es, sin lugar a dudas, en la mesa dispuesta en una vitrina con escalón que permite observar durante horas a los hipsters que desfilan por el ultramoderno barrio de Söderman. El domingo, por tan solo 8 euros, ofrecen un brunch muy completo: bebida caliente, zumo, pan, queso, yogur, crepe, frutas frescas, huevo e, incluso, helado. ¡Toma ya!
Un café con leche y el diario - Saturnus (Eriksbergsgatan, 6)
La prensa internacional, pasteles ultra voluminosos e hipercalóricos (aquí sería un pecado no zamparse un cinnamon band, pero lo podéis compartir entre 2 o 3 personas) y un exquisito café con leche servido en una de las más grandes tazas de Estocolmo. Un local cosmopolita y cálido, simplemente genial para pasar el rato con los tuyos. La carta también cuenta con sándwiches y ensaladas inspiradas en “everywhere” (todo el mundo), como lo cuenta el propietario del local. Algunas perlas del Saturnus: el cubano (lomo con salsa barbacoa), el rouben de pastrami, los batidos de fruta fresca o su cheesecake con nueces de Macadamia. Precio medio: 12 euros.
En un mercado - Roberto (Östermalmstorg, 114)
Durante una estancia en Estocolmo, es de visita obligatoria el mercado cubierto Östermalms Saluhall. Cuenta con lujosas e impolutas paraditas con productos gourmets locales: reno, salmón, mariscos, quesos y tortas. Cerca de la entrada se encuentra el café Roberto, en el que podréis retomar fuerzas antes de seguir con el tour turístico.
Tras los pasos de Mikael Blomkvist–Melquwist (Hornsgatan, 78)
Conocido por tener uno de los mejores cafés de la ciudad y por ser uno de los locales en el que Mikael Blomkvist, protagonista de la trilogía policiaca Millenium de Stieg Larsson, resuelve algún que otro crimen con la ayuda de Lisbeth Salander. Los habituales de este muy concurrido local suelen pedirse el pack desayuno, que incluye: zumo fresco, bebida y sándwich caliente (probad el de huevo y mozzarella) por unos 11 euros. El otro punto fuerte del Melquwist es su agradable terraza con mantas y estufas para quienes se atrevan a desafiar las bajas temperaturas.
Tienda y café – Taverna (Hornsgatan, 5)
Totalmente arty y contemporáneo. El local, cuya larguísima pared está decorada con un sobrio grafiti negro da la bienvenida al visitante con una tienda de delicatessen internacionales, un stand de charcutería y una panadería-pastelería. La consumición se puede tomar en uno de los bancos dispuestos como si el comedor fuera una terraza.
El clásico infalible - Vete-Katten (Kungsgatan, 55)
Abierto desde principios del siglo pasado, es una institución con aires de salón de té clásico y elegante en el que el personal es más que encantador. Generaciones de habitantes de Estocolmo vienen aquí a disfrutar de su excelente pan y de sus pasteles tradicionales como el semla (un brioche relleno de nata y crema de almendras) y la trenza de canela, elaborados con grandes dosis de azúcar y mantequilla, y que resultan exquisitos acompañados de una gran taza de café negro. Para dar con el Vete-Katten, dejaos guiar por el olor a dulce que invade las calles de los alrededores.
Rock&tartas - Café Fatölgen (Götgatan, 12)
Curioso. Para acceder al salón donde conviven lámparas de araña de cristal, pósteres de estrellas del rock y un papel pintado con estampado floral, hay que pasar por la cocina de este local con estética glam rock. En este recorrido pasamos ante las más de 12 tartas, la especialidad de la casa, listas para ser devoradas (5 euros la porción). Una buena ruta promocional, ya que es imposible resistir a la tentación.
Mágico - Rosendals Kafé(Rosendalsterrassen, 12)
No existe lugar más mágico para comer o tomar un café. Este local está en medio de un invernadero repleto de plantas, a su vez en medio de un inmenso jardín lleno de manzaneros que en verano sirve de terraza hippie chic. Y entre este panorama bucólico que amaréis nada más cruzar la puerta, podéis disfrutar de un menú preparado con productos 100% orgánicos procedentes de la huerta. Las especialidades del Rosendals Kafé son las sopas, elpastel de zanahoria y cualquier dulce preparados con flores del jardín en su pastelería artesanal (pastelitos de rosa o de ortigas, por ejemplo).
¿A qué esperas? ¡Consulta nuestros vuelos y apúntate!
Por Gastronomistas
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Florencia para principiantes
Como muchas ciudades italianas, el capital artístico y cultural de Florencia es tan amplio que, por muchas veces que visitemos la ciudad, es casi imposible verlo todo. El Ponte Vecchio, los Uffizi, la Galleria dell’Accademia, las iglesias o el Palazzo Pitti son atracciones que no puedes perderte si quieres empaparte de las bellezas de la capital toscana. Pero atención. Intentar verlo todo de golpe puede producir síndrome de Stendhal (también denominado síndrome de Florencia) o una saturación mental que termine por arruinarnos el viaje.
Por eso, para que vayas tranquilos y disfrutes con calma, te proponemos 6 lugares imprescindibles que te ayudarán a conocer lo mejor de Florencia sin perder los nervios.
Galería de los Uffizi: el clásico imprescindible
Es una de las mejores pinacotecas del mundo y, sin duda, su colección de arte renacentista italiano no tiene parangón. Ubicada en unos edificios administrativos del siglo XVI, los Uffizi reúnen algunas de las mejores obras de Sandro Botticelli, Giotto, Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. La visita al museo puede durar entre tres y cuatro horas y merece la pena detenerse en las salas que no están masificadas para descubrir autores menos conocidos pero igualmente interesantes. Para evitar más de una hora de cola en taquilla, te recomendamos que reserves tu entrada.
Grande Museo del Duomo: un museo del siglo XXI
Es una de las nuevas atracciones de la ciudad. Este museo acoge los tesoros del Duomo, el campanario y el baptisterio. Aquí podemos encontrar desde las puertas originales del Baptisterio, hechas por Ghiberti, a los relieves originales del campanario o las esculturas de la antigua fachada del Duomo. De hecho, en la Sala de la Primera Fachada hay una reconstrucción a tamaño natural de la antigua fachada con esculturas de Arnolfo di Cambio y Donatello. Otros platos fuertes del museo son la Piedad que Miguel Ángel esculpió con 80 años y la máscara mortuoria de Brunelleschi. En definitiva, un museo moderno que da mucha prioridad a las obras y que está concebido para mostrar el pasado con la tecnología del futuro.
Basilica di Santo Spirito: eclosión quattrocentesca
Aunque amamos las iglesias de Santa Maria Novella y de la Santa Croce, si no tenéis mucho tiempo en Florencia y queréis ver un templo plagado de capillas con retablos del quattrocento, la Basílica del Santo Espíritu es vuestro lugar. En el corazón del animado barrio del Oltrarno se alza este templo de Brunelleschi, que cuenta con 38 capillas y obras tan importantes como la Virgen del relieve de Domenico di Zanobi y la Virgen con Niño y santos de Filippino Lippi.
Giardino di Boboli y Giardino Bardini: un paseo romántico
Una de las pinacotecas más fascinantes y tranquilas de visitar en Florencia es la que se encuentra en el Palazzo Pitti. Pero hoy no entraremos en el famoso palacio proyectado por Brunelleschi, sino que pasearemos pos sus suntuosos jardines. El Giardino di Boboli, del siglo XVI, fue el lugar de recreo de los gobernantes de la ciudad. Se extiende a lo alto de la ladera del Palazzo Pitti y destaca, en la parte alta, una rosaleda desde la que hay una espectacular vista de la campiña toscana. A cinco minutos andando, podemos utilizar la misma entrada para acceder al Giardino Bardini. Desde este lugar se observan unas vistas privilegiadas de la ciudad. En concreto, desde el restaurante del jardín, La Leggenda Dei Frati, una galería de piedra ofrece una panorámica de la ciudad que jamás podrás olvidar.
Capilla Brancacci: solo para expertos
Sin movernos de Oltrarno, en la Basílica di Santa Maria del Carmine encontramos una de las capillas más fascinantes de la ciudad, la Capilla Brancacci. En pocos metros, la capilla conserva, en perfecto estado, pinturas de Masolino da Panicale, Masaccio y Filippino Lippi. Los frescos de Masaccio, con la vida de san Pedro, están considerados entre sus mejores obras y muestran la ruptura definitiva entre el arte gótico y el primer renacimiento. Solo se permite el aforo de 30 personas al mismo tiempo, pero la espera merece la pena.
Palazzo Vecchio: descubriendo la Florencia nocturna
En verano, el Palazzo Vecchio abre hasta media noche de viernes a miércoles. Una gran opción para realizar una visita tranquila y alternativa a uno de los edificios más significativos de la ciudad. Proyectado por Arnolfo di Cambio, fue la sede del poder municipal. Destacan sus salas, con frescos en las paredes, o el impresionante Salone dei Cinquecento, de gran tamaño y opulenta decoración. En la Camera Verde el techo está pintado por Ridolfo del Ghirlandaio, mientras que también es posible visitar las estancias del cardenal Juan de Médici, hijo de Lorenzo el Magnífico y futuro papa León X.
¿A qué esperas para visitar uno de los centros europeos de la cultura clásica? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Christine und Hagen Graf
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