Ruta de museos por Le Marais
Cuando uno piensa en los museos a visitar en París, lo primero que le viene a la mente son los nombres de los grandes templos del arte con los que cuenta: el Museo del Louvre, con la inquietante sonrisa de la Gioconda como estandarte; el Museo de Orsay, con una espectacular colección en las que el romanticismo y el impresionismo harán las delicias de cualquier amante del arte; el Centro Pompidou, con una de las colecciones más completas de ate moderno y contemporáneo del mundo.
Pero más allá de estos grandes espacios existen otros tantos lugares en la capital francesa, donde además de arte descubriremos la vida de importantes personajes de la ciudad, conoceremos parte de su historia, o simplemente disfrutaremos con las obras de coleccionistas privados en espacios de ensueño.
Uno de los barrios más en boga estos últimos años, Le Marais, situado en los distritos III y IV en el margen derecho del Sena, abarca un buen número de estos espacios donde experimentar otro tipo de experiencias expositivas menos masificas en alguno de los casos, a la par que enriquecedoras. A continuación hemos hecho una selección de algunos de los museos que no debes perder la oportunidad de visitar en tu recorrido por este colorido y cosmopolita barrio.
Maison de Victor Hugo
Victor Hugo es el primer protagonista de nuestra selección, ya que cuenta con el honor de tener su propio museo en el que es el centro neurálgico de Le Marais, la Place des Vosges.Victor Hugo residió entre 1832 y 1848 en la tercera planta del Hôtel de Rohan-Guéménée, donde escribiría gran parte de Los Miserables. En la actualidad es un museo donde conocer en profundidad esta imprescindible figura de la literatura francesa.
Museo Picasso
Otro gran nombre, esta vez de uno de los artistas más influyentes del arte del siglo XX, es nuestra segunda opción. El Museo Picasso, situado en el Hôtel Salé, cuenta con una amplia colección formada por 200 cuadros, 100 esculturas –este es el apartado más destacado de este museo- y cerámicas, y 3000 dibujos y grabados que abarcan todas la épocas. Además se puede ver la colección personal del pintor, con piezas de, entre otros, Paul Cézanne o Henri Rousseau.
Memorial de la Shoah
Lo que empezó siendo el monumento al Mártir Judío Desconocido acabó convirtiéndose en el Memorial de la Shoah, uno de los principales centros de documentación sobre el Holocausto en Europa -la palabra hebreashoah significa catástrofe y también se emplea para hacer referencia al Holocausto-. En el acceso al mismo se encuentran los nombres de los 76.000 judíos que fueron deportados desde Francia a los campos de concentración nazis.
Museo de Arte e Historia del Judaísmo
En Le Marais se encuentra el barrio judío conocido popularmente como Pletzl (significa plaza en yiddish), por cuyas calles bien merece dar una vuelta y disfrutar del colorido de sus comercios. Aprovechando que estás por aquí te recomendamos que te acerques al Hôtel de Saint-Aignan, situado en el número 71 de la Rue du Temple, y visites el Museo de Arte e Historia del Judaísmo, donde podrás conocer la historia de las comunidades judías en Francia, Europa y el Norte de África, desde la Edad Media hasta la actualidad.
Museo Cognacq-Jay
Situado en el Hôtel de Donon se encuentra el Museo Cognacq-Jay, en el que se puede ver la colección de obras del siglo XVIII francés adquiridas por Ernest Cognacq y su esposa Marie-Louise Jay entre los años 1900 y 1925. Durante la visita a este espacio podrás disfrutar de los más de 1200 objetos recopilados por este matrimonio aficionado al coleccionismo, entre los que se cuentan cuadros de Canaletto, Tiepolo, Boucher, Fragonard, Greuze, o Reynolds.
Museo de la Magia y el Museo de los Autómatas
En el Museo de la Magia podrás conocer todos los secretos que se hallan tras el arte de la magia, la prestidigitación, y el ilusionismo. En él encontrarás todo tipo de objetos usados para hacer trucos de magia (varitas mágicas, cajas, gorros de mago, etcétera), además de poder ver espectáculos en vivo. En este mismo espacio también se encuentra el Museo de los Autómatas, que cuenta con una colección de 100 autómatas con los que dejarse sorprender. Ideal para aquellos que viajan con niños.
Reserva tu Vueling a París y anímate a recorrer uno de los barrios máscoolde la ciudad y a adentrarte en alguno de sus curiosos museos.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Assayas, Sailko, Guillaume Baviere
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Gran Canaria la gran evasión del Atlántico
Los días libres son una grata sorpresa que nos depara el calendario y no hay mejor manera de aprovecharlos que subir a un avión y viajar hasta un destino turístico fresco, divertido y cercano. Ese lugar es Gran Canaria, un torbellino de sensaciones a medio camino de Europa, África y América.
Gran Canaria está a sólo un par de horas de vuelo de la Península Ibérica. Así que llegar hasta allí es sumamente fácil. Un desplazamiento cómodo y sin escalas te llevará a este territorio diverso que brotó hace millones de años de volcanes sumergidos en el fondo del Atlántico.
Una de las ventajas de escoger Gran Canaria como refugio para acabar con la monotonía es, sin duda, su sol de invierno. La Isla mantiene una temperatura media constante de 24 grados durante todo el año, lo que permite disfrutar al máximo de los días en Las Canteras, Maspalomas, Playa del Inglés o el Puerto de Mogán, algunas de sus más conocidas y famosas playas.
El litoral grancanario es el escenario perfecto para liberar energía practicando deportes acuáticos, pero si lo que prefieres es hacer una incursión por el interior, no debes dejar escapar la oportunidad de visitar los pueblos de Teror, Agüimes, Tejeda y Artenara; o lugares tan sorprendentes como el Barranco de Guayadeque, un antiguo asentamiento prehispánico que destaca hoy por sus acogedoras y llamativas casas-cueva.
En un viaje a Gran Canaria no debe faltar una visita a la cumbre de la Isla, el espacio central de la Reserva de la Biosfera en el que se levantan los roques Nublo y Bentayga. Prepara tu cámara fotográfica. Además, desde allí sentirás que literalmente has llegado al cielo cuando un fenómeno meteorológico conocido comomar de nubesponga el mundo a tus pies como si fueras protagonista de un cuadro en el que escarpadas montañas y profundos barrancos ofrecen paisajes para el recuerdo.
La costa norte de Gran Canaria alberga rincones imperdibles como el Puerto de Las Nieves o el Valle de Agaete, frondoso jardín de frutas tropicales y lugar en el que se cultiva el único café hecho en Europa; Gáldar te espera con la majestuosidad de su Cueva Pintada, el más importante de los yacimientos aborígenes canarios; Arucas es la sede del Ron Arehucas, una señera bebida que ha amenizado los festejos de varias generaciones de canarios.
Hay que conocer Las Palmas de Gran Canaria, una capital abierta y colmada de ofertas culturales. El barrio de Vegueta es el corazón histórico de la ciudad y merece la pena adentrarse en su zona más monumental para ver de cerca la Catedral de Santa Ana, el Museo Canario, el Centro Atlántico de Arte Moderno o la Casa de Colón, un bello enclave en el que el navegante genovés hizo escala camino del Descubrimiento de América que ilustra las relaciones entre Canarias y el Nuevo Continente.
Si deseas pasar una intensa jornada de compras a precios más que competitivos, la Calle Mayor de Triana es el sitio perfecto para ello. Grandes firmas nacionales e internacionales y prestigiosas marcas locales cuentan con establecimientos en esta área comercial que te alegrará la vista en tu paseo por la capital con sus pintorescos edificios de diferentes estilos arquitectónicos.
Gran Canaria es una isla viva. Un destino turístico para disfrutar en la calle de sus mercadillos y puestos artesanales, y también de los eventos programados durante todo el año. Durante el último cuatrimestre de 2016 se celebrarán acontecimientos esperados como la salida de la regata ARC, el festival de fotografía submarina de Las Palmas de Gran Canaria, el Belén de arena de la playa de Las Canteras o el Gran Canaria Walking Festival, un gran encuentro para los amantes del senderismo que ha confeccionado para su quinta edición nuevas rutas y un itinerario nocturno para contemplar las estrellas en la Cumbre de Tejeda.
Todas esas propuestas convierten a la Isla en un destino único para disfrutar de un puente o unas cálidas vacaciones de otoño o invierno. En Gran Canaria el tiempo siempre se hace corto y hay muchos planes para disfrutar por delante.
¿A qué esperas para vivirlo en primera persona? Consulta nuestros vuelos aquí.
Imágenes de Patronato Turismo Gran Canaria
+ infoBienvenido a la ciudad de los museos
Con más de cuarenta museos en su haber, Basilea puede jactarse de ser una de las ciudades de Europa con una de las mejores ofertas culturales del momento. Entre todo este volumen de museos, hay un buen número cuyo tema central son las artes plásticas, abarcando obras que van desde la antigüedad hasta nuestros días. La afición por el coleccionismo en esta ciudad tiene sus orígenes en el siglo XVI, en la que ha habido participación tanto pública como privada. En los últimos años varias colecciones privadas se han ido abriendo al público, aumentando aún más la oferta.
Kunstmuseum o Museo de Arte de Basilea: el principio de todo
Este es el museo más importante de Basilea, y el más grande de Suiza. Su colección, que se inició en 1662, abarca piezas que van desde la Edad Media hasta la actualidad. Los aficionados a Hans Holbein estarán de suerte si visitan este espacio ya que cuentan con una de las mejores colecciones de este artista.
Fundación Beyeler: un clásico del coleccionismo europeo
Esta fundación alberga la colección del matrimonio Ernest y Hildy Beyeler, que es una de las más grandes e importantes de Europa Central. En ella se hace un repaso arte moderno clásico, desde Monet, Cézanne y Van Gogh pasando por Picasso hasta llegar a Warhol, Lichtenstein y Bacon. A estas obras se les yuxtaponen otras piezas de arte tribal procedentes de África, Oceanía y Alaska, produciendo un interesante resultado. Tampoco hay que perderse el espacio en el que se encuentra ubicada, un bello edificio, obra del arquitecto Renzo Piano, con un precioso jardín.
El Museo Tinguely:conociendo a fondo al artista de las “máquinas escultura”
Dedicado a la vida y obra del escultor suizo Jean Tinguely. En el interior de este original edificio, obra del arquitecto Mario Botta, encontrarás las máquinas escultura que lo hicieron popular, además de documentos, fotografías y bocetos de su obra.
Museo de la Antigüedad: en busca de los clásicos
Este es el único museo suizo dedicado al arte y a las civilizaciones antiguas del Mediterráneo. La colección abarca piezas datadas entre el IV milenio a.C. y el siglo VII d. C., procedentes de las civilizaciones egipcia, griega, itálica y romana, aunque también hay obras de Oriente Próximo y Chipre. Destacan la cerámica y escultura griegas y la sección dedicada al antiguo Egipto.
Klingental: en busca de las tendencias artísticas de la región
Ubicada en la iglesia del convento de Klingental, la Ausstellungsraum Klingental está dedicada a la producción artística de la región.
Schaulager: un espacio para los expertos
El edifico que alberga este peculiar espacio es obra del estudio de arquitectos Herzog & de Meuron. Concebido para el público especializado en el arte, aunque también organiza eventos pensados para todos los públicos, es innovador hasta en el concepto. No pretende ni quiere ser un museo al uso. Simplemente es un depósito abierto al público que alberga las obras no expuestas de la colección de la Fundación Emanuel Hoffmann.
HeK: una mirada hacia los nuevos medios en la producción artística
El Haus der elektronischen Künste Basel (La Casa del Arte Electrónico en Basilea) es un espacio que está especializado al arte contemporáneo que emplea los medios electrónicos, también conocido como elnew media arto arte digital. En él se realizan todo tipo de actividades en torno a estas nuevas prácticas artísticas. Además acoge el Foro de los Nuevos Medios y el Festival de las Artes Electrónicas Shift.
Schoenthal, escultura al aire libre
En el antiguo convento románico de Schoenthal, situado a media hora de Basilea, se encuentra el Stiftung Sculpture at Schoenthal, un parque de esculturas al que bien merece la pena hacer una escapada. En él se pueden ver cerca de veinte obras de artistas suizos e internacionales. El espacio eclesiástico románico ha sido transformado en galería en la que se programan exposiciones temporales sobre artistas contemporáneos.
¿Ya has tomado nota de todo el arte que puedes ver en Basilea? Consulta nuestros vuelos aquí y aventúrate a conocerlo de primera mano.
Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Forgemind ArchiMedia, Jean-Baptiste Maurice, John Lord, régine debatty, Rosmarie Voegtli
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Marsella pura provenza francesa
Si estás planeando un viaje donde mezclar ocio, cultura y relax, Marsella, al sur de Francia, es tu ciudad. Su agradable clima, su entorno y su luz han sido fuente de inspiración de célebres artistas como Braque, Cézanne, Derain o Marquet. Fundada por los griegos, es una de las ciudades más antiguas de Europa y la segunda en Francia. Además, esta ciudad es la segunda más poblada del país galo. Su riqueza histórica y la gran cantidad de monumentos, localizaciones y museos la han convertido en un destino más que destacado entre el turismo internacional.
Dado a que es el tercer puerto más importante de Europa, tras Rotterdam y Amberes, ha sido lugar de paso obligado para muchas embarcaciones internacionales, lo que ha favorecido la actual mezcla cultural que se respira en sus gentes, sus barrios y sus edificios, convirtiéndola en una urbe de lo más cosmopolita.
Una escapada de cinco días es suficiente para vivir esta ciudad. La mejor opción es dividir las visitas por zonas. El transporte es muy bueno y puedes desplazarte en metro, autobús o ferry. Lo ideal es optar por el Citty Pass; es económico y sirve tanto para entrar en museos como para el transporte y las visitas a las islas.
Elegir un hotel bien situado es un buen comienzo para facilitarte el desplazamiento por esta maravillosa ciudad. El Beauvau Marsella Viejo Puerto es una perfecta elección, ya que cuenta con un excelente servicio y está a dos pasos de la estación de metro de Vieux Port (Puerto Viejo), uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. En las calles colindantes al puerto, se encuentran un montón de puestos callejeros donde comer ostras o comprar todo tipo de especias a precios verdaderamente interesantes.
En la misma zona se encuentran cantidad de restaurantes donde poder degustar un exquisito pescado fresco o una soberbia sopa Bullabesa. De entre ellos destacaremos estos dos:
Une Table au Sud: Este restaurante posee unas magníficas vistas al puerto y nos ofrece una cocina moderna y creativa para chuparse los dedos. Entre las especialidades destaca su deliciosa sopa de castañas y erizos de mar.
Le Miramar: Dicen de él que es el mejor restaurante de la ciudad en el que tomar la famosa sopa Bullabesa. Déjate seducir.
Un agradable paseo por el puerto te conduce hasta el Fort Saint-Jean, construido durante el reinado de Luis XIV, donde se encuentra el Museo MuCEM, el primer museo nacional dedicado a las civilizaciones del Mediterráneo en el siglo XXI. Un lugar multidisciplinar en el que se entrecruzan la antropología, la historia, la arqueología, la historia del arte y el arte contemporáneo. El museo se compone de tres emplazamientos unidos por el Fort Saint- Jean, lo que invita al público a deambular por un agradable jardín al estilo mediterráneo. Cuenta, además, con una segunda pasarela que lo une al barrio de Le Panier, que parte desde la puerta real del fuerte hasta la iglesia de Saint-Laurent. Pese a su antigua mala reputación, a día de hoy en este barrio se mezclan los edificios y plazas más tradicionales con tiendas de nuevos diseñadores, restaurantes y museos, lo que le aporta un aire de lo más bohemio. No puedes dejar de visitarlo.
Cours Julien es otro de los barrios interesantes. Un jardín ocupa el centro de la plaza que alberga tiendas de moda, teatros y terrazas. Las calles Bussy l'Indien, Pastoret y Vian destacan por su estilo alternativo, con numerosos clubs, cafés y tiendas. ¡Atención a los graffitis callejeros!
Dada la situación geográfica de Marsella, es perfecta para hacer excursiones en barco. Desde el Vieux Port puedes acceder al ferry urbano. Un imprescindible que no puedes dejar pasar por alto es la visita al Castillo de If, donde se puede ver todavía el agujero que cavó el primer prisionero en el muro de una de las celdas. Alejandro Dumas se basó en él para dar vida a su famoso Conde de Montecristo.
Desde aquí puedes seguir con una visita a las islas Frioul; pasar la tarde en una de sus numerosas calas, playas o criptas arenosas es un plan perfecto para rematar el día. La sensación de libertad y relax es absoluta.
Dos visitas irremplazables son la de la Basílica de Notre-Dame de la Garde y la del Palacio Longchamp. La basílica es una figura emblemática de la ciudad. Situada en lo alto de la colina, con unas impresionantes vistas a 360º, vela por los marineros, los pescadores, y todos los marselleses. Su estilo romano-bizantino responde a la perfección al programa de las grandes construcciones emprendidas por Napoleón III en Marsella. Para acceder a ella se puede tomar un autobús que sale desde el mismo Vieux Port. El palacio, monumento inaugurado en 1869, conmemora la llegada de las aguas del canal del Durance a Marsella. Reúne en un mismo emplazamiento el museo de Bellas Artes, el museo de Historia Natural y un parque botánico.
Los improvisados mercadillos callejeros abundan por toda la ciudad. Es muy frecuente ver mercados de todo tipo: fruta, pescado, ropa, antigüedades, etc. Déjate llevar por la vida marsellesa y mézclate, seguro que descubres algún capricho que comprar.
¡Y no puedes irte sin conocer el famoso jabón de Marsella! Su interesante historia se remonta al siglo XVI. Puedes, así mismo, visitar alguna de sus siete fábricas.
La oficina de turismo se encuentra situada muy cerca del Vieux Port. Allí podrás obtener el City Pass y recabar mucha información para organizar tu estancia en Marsella.
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Texto : Tensi Sánchez de www.actitudesmgz.com
Fotografía: Fernando Sanz